Vous êtes sur la page 1sur 8

Género y ambientación

El Chavo del Ocho es una comedia de situación que aborda las interacciones de un
grupo de personas que habitan una vecindad. El protagonista, el Chavo, es un niño
huérfano que suele meterse en problemas con los demás habitantes, entre ellos Don
Ramón, Doña Clotilde y Doña Florinda, debido a malentendidos, a distracciones o a
sus travesuras. Ahí convive también con sus amigos Quico y la Chilindrina. Con
frecuencia se lo encuentra en un barril de madera que se ubica en el patio de la
vecindad (al que se acostumbra meter, casi siempre, después de que Don Ramón lo
golpea en la cabeza). Cada capítulo hace uso de bromas, slapstick, ironía, cómicos
de repetición y situaciones graciosas en las que el elenco se involucra. También se
incluye el uso de risas grabadas para dar énfasis en las escenas cómicas. La trama
transcurre en su gran mayoría en el patio de una vecindad, donde se aprecia un
barril y un lavadero. En dicha vecindad habitan la mayoría de los personajes
principales, excepto el señor Barriga, su hijo Ñoño, Godínez, el profesor Jirafales
y Popis. Se observa también, a primera instancia, el departamento 14 donde residen
Quico y Doña Florinda, y justo a su derecha se encuentra la habitación 71, hogar de
Doña Clotilde, y el departamento 72, donde viven Don Ramón y su hija la
Chilindrina. Si bien existen unas escaleras que conducen al departamento 23, el
interior de este pocas veces se ha visto. Hay también en la vecindad una fuente, a
la cual se llega al atravesar un pasillo ubicado entre los apartamentos 71 y 72.

Hay segmentos que ocurren en otros lugares ajenos a la vecindad, tal es el caso de
un reducido predio donde, en uno de los episodios, los personajes aprenden a jugar
fútbol americano con Jirafales y Don Ramón, y en Acapulco, al cual acuden a pasar
unas vacaciones. Existe igualmente una escuela, a la que asisten los niños de la
vecindad y donde imparte clases Jirafales. No obstante, en la serie sólo se ve un
aula y no todo el edificio como tal. En otros capítulos aparecen el restaurante de
Doña Florinda, una peluquería en donde en una ocasión trabaja Don Ramón y la
banqueta donde se ubica la entrada a la vecindad (donde los niños deciden
establecer un puesto de aguas frescas en alguna ocasión, o donde Don Ramón instala
un puesto provisional para vender churros en algún instante).
Reparto
Protagonistas

Roberto Gómez Bolaños como El Chavo: es el protagonista, un niño de ocho años


de edad que llega a la vecindad después de escaparse de un orfanato, una vez que su
mamá lo abandonó.16 Si bien acostumbra meterse en el interior de un barril situado
casi en la entrada de la vecindad, vive en el departamento 8.17 En ninguno de los
capítulos se menciona su nombre verdadero. Uno de sus rasgos característicos es la
«garrotera», en donde su cuerpo se encorva y mantiene paralizado, ante situaciones
de miedo. Se le quita tirándole agua fría.

Carlos Villagrán como Quico: es un niño de nueve años de edad,18 cuyo nombre
verdadero es Federico. En uno de los capítulos se menciona que su padre era
marinero, por lo que él acostumbra vestir siempre una indumentaria reminiscente a
él. Vive en el departamento 14 junto con su madre Doña Florinda. Es generalmente
presumido y envidioso al mismo tiempo, por lo que suele tener conflictos con los
demás niños de la vecindad.

María Antonieta de las Nieves como la Chilindrina: es la hija de Don Ramón, una
niña «traviesa, pecosa e inteligente» de 8 años, y amiga del Chavo y de Quico. Está
enamorada del primero, por lo que rivaliza con Paty, interés romántico del Chavo en
uno de los episodios.19

Ramón Valdés como Don Ramón: vive en el apartamento 72 de la vecindad, junto


con su hija la Chilindrina. Está desempleado y posee una deuda de 14 meses de renta
con el señor Barriga, así que intenta evadirlo tan pronto lo ve llegar a la
vecindad.
Florinda Meza como Doña Florinda: es la madre de Quico, una mujer «soberbia,
engreída y altanera» que suele menospreciar a sus vecinos por cuestiones
económicas, refiriéndose a éstos como «chusma».19 Está enamorada del profesor
Jirafales.

Rubén Aguirre como el Profesor Jirafales: es el maestro de la escuela primaria


a la que asisten los niños de la vecindad. Tiene una relación romántica con Doña
Florinda. Una de sus expresiones más características es «¡Ta, ta, ta, taaaa, tá!»
al enfadarse. Su larga estatura suele ser motivo de chistes y burlas entre el Chavo
y sus amigos.

Édgar Vivar como el Señor Barriga: es el dueño de la vecindad a la que acude a


cobrar la renta de los inquilinos. En la mayoría de los capítulos, el Chavo
acostumbra a «recibirlo con un golpe». Debido a su obesidad, es objeto constante de
burlas por parte de los demás.

Angelines Fernández como Doña Clotilde: es una señora soltera que habita en el
departamento 71, a la que los niños de la vecindad le suelen decir «la bruja del
71», debido a su excéntrico comportamiento (por ejemplo, tener un perro llamado
Satanás, o realizar una sesión espiritista en uno de los capítulos).19 Está
enamorada de Don Ramón.

Otros personajes
Véase también: Anexo:Personajes de El Chavo

Además de los anteriores, existen otros personajes recurrentes en El Chavo del 8,


en su mayoría interpretados por los mismos actores del reparto principal. Entre
ellos figuran Ñoño (interpretado por Vivar), hijo del Señor Barriga, que suele ir a
la vecindad para jugar con el Chavo, Quico y la Chilindrina. Al igual que su padre,
posee obesidad lo que provoca las burlas de sus compañeros en la escuela. La Popis
(encarnada por Meza), es la sobrina de Doña Florinda, una niña que siempre va
acompañada de una muñeca a la que llama Serafina, y que es gangosa. Estudia en la
misma escuela que los otros niños de la vecindad. Con menor frecuencia también
aparecen, en algunos episodios, el Doctor Chapatín, un anciano «satírico y
burlesco» y el Chapulín Colorado,20 ambos por Gómez Bolaños, así como Doña Nieves,
la bisabuela de la Chilindrina e interpretada por De las Nieves. Igualmente en uno
de los capítulos se aprecia a Don Federico (actuado por Villagrán), como el padre
de Quico.

Tras la salida de Valdés en 1981, Raúl Chato Padilla se incorporó al programa y


asumió el rol de Jaimito el Cartero en 1982, un anciano que se encarga de entregar
el correo en la vecindad (para más información, véase la sección Conflicto con
Villagrán y muerte de Valdés). Horacio Gómez Bolaños, hermano del creador del
programa, se encargó de Godínez, un niño al que se le ve solamente en la escuela, y
que suele ignorar la respuesta de la mayoría de las preguntas que el profesor
Jirafales le hace en las clases. Otros personajes incidentales incluyen a Gloria
(por Maribel Fernández, Regina Torné y Olivia Leiva); Paty (por Rosita Bouchot y
Ana Lilian de la Macorra); Don Román, primo de Don Ramón (por Germán Robles);
Malicha, ahijada de Don Ramón (por María Luisa Alcalá) y el señor Calvillo (por
Ricardo de Pascual).
Historia
Antecedentes

Tras colaborar en el programa Cómicos y canciones como escritor y actor ocasional,3


el mexicano Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido por el apodo de Chespirito,
debutó en el canal 8 (XEQTV) de la cadena Televisión Independiente de México con la
serie El ciudadano Gómez, donde actuaba junto con Rubén Aguirre (que anteriormente
participaba en El club del Chori). Si bien este se transmitió en 1968, Bernardo
Garza Sada, propietario de canal 8,21 decidió posponer indefinidamente su emisión
con tal de «tenerla preparada para una futura competencia con canal 2 (XEW-TV) de
la cadena rival Telesistema Mexicano».3 El ciudadano Gómez reanudó sus emisiones en
1970.22

En este lapso, el productor Sergio Peña, también del mismo canal, invitó a Gómez
Bolaños al programa Sábados de la fortuna, que duraba ocho horas y que contenía
segmentos de diversas temáticas, tales como actos de magia, concursos y bailes. Su
labor ahí consistió en escribir nuevos sketches cómicos, de media hora de duración.
Gran parte de estos segmentos eran conocidos por el propio creador como
«chespirotadas», en alusión a su apodo.3 Uno de estos se tituló La mesa cuadrada,
que más tarde adoptaría el nombre Los supergenios de la mesa cuadrada. Ahí actuaban
Ramón Valdés como el Ingeniebrio Ramón Valdés Tirado Alanís,233 Aguirre como el
profesor Jirafales, Gómez Bolaños como el doctor Chapatín y María Antonieta de las
Nieves como la presentadora. Gómez Bolaños había observado la actuación de Valdés
en el filme El cuerpazo del delito (1968), donde ambos compartían créditos como
parte del reparto,24 mientras que De las Nieves había ingresado a Los supergenios
tras sustituir a Bárbara Ramson. Previamente, había prestado su voz para el doblaje
en español de algunos personajes como Eddie Munster, de The Munsters, y Wednesday
Addams, de The Addams Family.3

Mientras que El ciudadano Gómez funcionaba como parodia a la política mexicana, Los
supergenios consistía en una parodia de los programas informativos, en el que tres
personajes respondían a preguntas leídas por De las Nieves, mismas que eran
enviadas por el público (en realidad, eran parte del libreto) y que abordaban temas
populares de ese entonces. Dado el éxito de Los supergenios, los productores de la
cadena aceptaron extenderlo como programa independiente, que se transmitió por dos
meses en 1970.233

A pesar del éxito de Los supergenios, su creador decidió cancelarlo. En su libro


biográfico, Sin querer queriendo (2006), el también comediante reveló:

Había un motivo poderoso: la constitución misma del sketch [Los supergenios de


la mesa cuadrada] exigía que muchos chistes fueran adecuados al momento, de modo
que había funcionado muy bien en un programa como Sábados de la fortuna, que se
presentaba en vivo, pues esto permitía la mención de personas y acontecimientos
actuales, pero perdía tal característica cuando el producto se almacenaba durante
dos o tres semanas para constituir la reserva necesaria de capítulos.25

Los supergenios dio origen a Chespirito, un nuevo programa conformado por varios
segmentos cómicos entre ellos El Chapulín Colorado, Los Caquitos y Los chifladitos.
En este último, Gómez Bolaños participaba en el rol estelar junto con Aguirre.
Debido a que Aguirre firmó un contrato temporal con el canal 2, el primero tuvo que
idear un nuevo sketch que fungiera como reemplazo de Los chifladitos. Este pasaría
a denominarse El Chavo.26
Guion y personajes
Yo nunca pretendí que la gente creyera que éramos niños, sino que aceptaran que
éramos adultos interpretando a los niños.
—Roberto Gómez Bolaños.3

Sobre la base de otro sketch previo, Gómez Bolaños elaboró el esbozo de El Chavo
con una trama atemporal (es decir, sin seguir una cronología con alguna otra
historia) en donde un niño pobre, de 8 años de edad, discutía con un vendedor de
globos en un parque. Él interpretaría al niño, y el otro personaje recaería en
Valdés.2 «Cuando [Gómez Bolaños] ve la aceptación y descubre que tiene elementos de
comedia muy atractivos, vuelve a escribirlo, pero ya con más forma [...] la clave
fue meterlos [a los personajes] en una vecindad donde hubo un potencial más grande
y poco a poco lo armó [el concepto central del programa]», según recordó su hijo
Roberto Gómez Fernández.5
Los siguientes capítulos surgieron de manera similar, mientras usaba historias que
no habían sido consideradas anteriormente. No obstante, quiso apartarse de los
personajes de niños interpretados hasta ese entonces: «El reto no era sencillo
[...] Porque todos (o al menos casi todos) han sido variantes diversas del clásico
Pepito, cuya gracia radica precisamente en que es un niño, pero que actúa con la
picardía propia del adulto», de acuerdo al propio escritor en su libro biográfico.
En su percepción, el personaje del Chavo debía ser uno «inocente e ingenuo».2 El
contenido de El Chavo estaría dirigido «al público adulto, no al infantil».3 Su
hija Marcela Gómez Fernández reveló que varios de los gestos y ademanes del
protagonista provenían de ella y de sus hermanos cuando eran pequeños. En opinión
de Roberto Gómez Fernández: «mi padre trató de encontrar valores universales
infantiles, con personajes que pudieran tener grandes contradicciones, elementos
opuestos, así surge la comedia [...] y eso lo sabía perfectamente». Cabe añadirse
que el personaje es también conocido como el Chavo del 8 debido a que la serie era
transmitida en sus inicios por el canal 8; Gómez Bolaños reveló luego que era
conocido así porque vivía en el departamento 8 de la vecindad, y no en el barril
donde solía meterse comúnmente.5

Para el personaje de Don Ramón, pensó en un individuo «holgazán, inculto, comodino


[...] pero poseedor de esa gracia natural que identifica al pícaro». En cuanto a la
Chilindrina, su apariencia física sería similar a la del Chavo al tener varias
pecas en su rostro, pero en su personalidad debía figurar como «más traviesa e
inteligente que él». Para dar esa impresión, optó por definirla como una niña sin
dientes y que usara anteojos. Inclusive, le dio un sentido de liderazgo sobre los
demás niños de la vecindad.24 Su nombre proviene de un pan típico mexicano que
posee semillas de ajonjolí, reminiscente de las varias pecas que tiene el
personaje.19 Doña Florinda era el estereotipo de una «mujer de edad y que cuida
poco de su arreglo personal» y su sobrina, Popis, sería más bien «bobalicona». El
término «Doña» se debía a la connotación de un buen nivel social, según el
escritor. El personaje de Quico, a su vez, funcionaría como contraparte de las
cualidades del protagonista: «caprichoso, testarudo, consentido y envidioso». Su
nombre era originalmente «Federico», para enfatizar la última sílaba del mismo
(«rico»), sobre la base de una de sus características en la serie. Sin embargo, se
lo conoció mejor por el apodo de Quico. Gómez Bolaños lo relacionó luego como el
hijo de Doña Florinda; sobre su vestimenta de marinero, en uno de los capítulos se
menciona que su padre era marino y había muerto cuando su barco se hundió. Esa es
la causa de su indumentaria habitual.3 En una entrevista, Villagrán dijo que
Enrique Segoviano había propuesto varias de las frases y movimientos
característicos de su personaje, incluyendo el llanto.27

Hay que recordar que el personaje del profesor Jirafales, junto con el irregular
doctor Chapatín, ya aparecía con la mayoría de sus rasgos en Los supergenios, y no
se modificó mucho al respecto. Si acaso una diferencia era que en Los supergenios,
Jirafales no era un profesor de escuela, sino «un sujeto intelectual y educado que
resolvía las dudas de sus compañeros». Para El Chavo, adoptó el rol de maestro de
primaria y enamorado de Doña Florinda.3 Aguirre sugirió utilizar la expresión «¡Ta,
ta, ta, taaaaa, tá!», al recordar que uno de sus profesores, Celayo Rodríguez,
solía decir una frase similar al enojarse.28 Se planteó adicionalmente que el señor
Barriga fuera el dueño de la vecindad, al que molestan los niños cada vez que llega
a cobrar la renta de los inquilinos, y su versión infantil recayó en su hijo Ñoño.
Al principio no tenía apellido; este se usó en referencia a la apariencia física
del actor.3 La bruja del 71, o Doña Clotilde, se había concebido como una
«quisquillosa solterona», y finalmente el rol de Godínez era «el que menos
estudiaba» de todos los niños.22
Primeras emisiones y popularidad

Surgido inicialmente como segmento de Chespirito, El Chavo del Ocho obtuvo su


propia serie de media hora de duración y consistente en un capítulo por semana,
transmitido en «horario estelar».4 Ante esto, Gómez Bolaños adquirió escenografía y
demás utilería para recrear la vecindad donde habitan los personajes del sketch, y
comenzó las audiciones para contratar a otros actores. Además de Aguirre, De las
Nieves29 y Valdés, que ya colaboraban con Gómez Bolaños desde años anteriores, se
contrató a Florinda Meza, que participaba en la serie de comedia La media
naranja.24 Por medio de Aguirre, conoció a Carlos Villagrán, quien actuaba en un
programa conducido por el primero. Particularmente, se lo contrató una vez que
Gómez Bolaños observó un sketch donde interpretaba al muñeco de un ventrilocuo; su
nombre era Pirolo, y desde ahí Villagrán ya «inflaba sus cachetes» para
proporcionarle más comedia a su actuación. Gómez Bolaños comparó su estilo con el
del francés Henri Bergson y su filosofía de «la humanización de lo mecánico y la
mecanización de lo humano».22 Villagrán aportó también el característico llanto de
Quico, heredado del personaje de una anciana llamada Lola Mento, en el programa El
club del Chori.3 Nacho Brambila, amigo de Gómez Bolaños, le recomendó al médico
Edgar Vivar para El Chavo.22 El propio actor dijo que su incorporación había sido
«algo totalmente no planeado, me gustaba ver teatro y cine, pero nunca pensé estar
en este proyecto».5 Por otra parte, la española Angelines Fernández ya era conocida
por sus actuaciones en el cine español.330 Otros actores que llegaron a participar
ocasionalmente en el programa fueron Ofelia Guilmain, Germán Robles, Héctor
Bonilla, Rogelio Guerra, entre otros.22

El primer capítulo de la serie El Chavo del Ocho se transmitió el 20 de junio de


1971.3 El sketch más antiguo del que se tiene noción es «El ropavejero», grabado en
1971. Aquí aparecen solamente Valdés, De las Nieves y Gómez Bolaños en sus
correspondientes personajes. No fue sino hasta el capítulo «La fiesta de la buena
vecindad» que aparecieron algunos de los personajes principales restantes. Además,
en «Los muebles de don Ramón», el personaje del Sr. Barriga aún no tenía ese
apellido, por lo que se refieren a él como «el señor». Este capítulo se regrabó en
1972.31 Apenas dos años después de su aparición, El Chavo del Ocho ya se transmitía
en varios países de Hispanoamérica y contaba con altos índices de audiencia
televisiva.4

En 1972, era el programa más exitoso del canal 8,3 por lo que, al año siguiente, el
empresario Emilio Azcárraga Milmo invitó a Gómez Bolaños para que El Chavo y sus
demás programas, transmitidos en el canal 8, se incorporaran al canal 2. Asimismo,
le garantizó un mejor salario del que ganaba en ese entonces. El comediante no
aceptó la propuesta, aduciendo que tenía un contrato firmado en canal 8 que debía
cumplir.332 En 1973 Telesistema Mexicano (canal 2) y Televisión Independiente de
México (canal 8) se fusionaron para dar lugar a Televisa, entonces el programa
comenzó a transmitirse en el canal 2.3

En 1973, el canal 13 (XHDF-TV) contrató a De las Nieves como presentadora del


programa Pampa Pipiltzin. Su ausencia de El Chavo fue explicada por Don Ramón en
uno de los capítulos, donde reveló que «se había ido a estudiar a Guanajuato, bajo
el amparo de unas tías».33 A manera de solución debido a su salida, se incorporó a
la Popis, personaje que sería interpretado por Meza.34 Más de un año después, De
las Nieves se reincorporó al reparto de la vecindad.33

De acuerdo al periódico Excélsior, en 1975 la serie era vista por más de 350
millones de televidentes cada semana, y obtuvo hasta 55 y 60 puntos de cuota de
pantalla.5 El reparto principal comenzó a realizar giras por otros países a partir
de 1977, en las que actuaban y bailaban frente a una audiencia.6 Visitaron varios
sitios como el Estadio Nacional de Chile en doble función en un solo día, en las
que llenaron el recinto con capacidad para 80 000 personas, y en el Anfiteatro de
la Quinta Vergara,335 el Poliedro de Caracas, en Venezuela,35 el auditorio Luna
Park, en Buenos Aires, Argentina (donde estuvieron por una semana), y otros
escenarios del mismo país como los estadios Malvinas Argentinas, Jorge Luis Hirschi
y Mario Alberto Kempes,36 el Coliseo Amauta, en Perú, en el estadio Ramon Tahuichi
Aguilera en Santa Cruz, Bolivia, en Panamá (en un evento al que asistieron también
varios políticos, entre ellos el entonces presidente Demetrio Lacas), así como San
Juan,37 Ponce y Mayagüez en Puerto Rico, el Madison Square Garden en Estados
Unidos, San Pedro Sula, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica,
Ecuador, Uruguay, Paraguay y la Casa de Gobierno de Colombia.3538
Conflicto con Villagrán y muerte de Valdés

En 1978, Villagrán dejó el elenco del programa para comenzar su propio espectáculo
con el personaje de Quico, para lo cual le solicitó autorización a Gómez Bolaños,
quien accedió.39 Sin embargo, tiempo después el primero consideró que el personaje
era de su autoría y demandó a Gómez Bolaños. El resultado fue favorecedor para
Chespirito.40 Más tarde, Villagrán dijo que su salida del elenco se debió a
problemas de «celos y envidia» entre su personaje y el del Chavo. De acuerdo a
Vivar, este último solía escribir los mejores chistes de la serie para Quico, pues
sabía de su popularidad en la audiencia. A pesar del conflicto con el creador de la
serie, Villagrán grabó sus últimos capítulos con sus compañeros en 1978, con una
aparente normalidad. Una vez que abandonó El Chavo del 8, Villagrán quiso usar el
personaje para otro programa de Televisa, a lo cual se rehusó Gómez Bolaños ya que
aquel no quería reconocer su autoría. Debido a esto, Azcárraga Milmo optó por
cancelar el proyecto independiente de Quico.3 No obstante, el actor siguió usando
el personaje en Venezuela en 1981.41

En esa época, los productores Valentín Pimstein y Fabián Arnaud le pidieron a Gómez
Bolaños escribir el guion para una adaptación cinematográfica de El Chapulín
Colorado o de El Chavo del 8. Este no quiso pues consideró que, en el caso de El
Chavo, su historia se desarrollaba únicamente en la vecindad, y le resultaría
además difícil redactar una trama inédita que no fuera redundante con lo mostrado
en la serie hasta entonces. En su lugar, se involucraron en la producción de El
Chanfle, que contó con el mismo reparto de El Chavo del 8.42 En esta película
participó también Villagrán, a pesar de su distanciamiento con sus otros
compañeros.

Poco después, en 1979,43 Valdés abandonó El Chavo «debido a motivos personales».


Tras esto, se contrató a Raúl Chato Padilla para integrarse al reparto de El Chavo
en 1980, aunque Gómez Bolaños no quería sustituir a Don Ramón. En su lugar,
incorporó el personaje de Jaimito el Cartero44 que de una u otra forma se convirtió
en un reemplazo de Don Ramón.45 En 1981 Valdés se reincorporó al programa por un
buen tiempo, ya que a principios del año siguiente 1982 protagonizó la serie
Federrico con Villagrán. Seis años después, en 1988, trabajó nuevamente con él en
¡Ah, qué Kiko!. Sin embargo, su estado de salud era delicado pues le había sido
detectado cáncer de estómago. Finalmente murió el 9 de agosto de ese año.3
Últimos episodios y conflicto con De las Nieves

Debido a las salidas de Villagrán y Valdés, Gómez Bolaños optó por regrabar varios
de los capítulos pasados pero con ligeros cambios en la historia y en los diálogos,
primordialmente sustituyendo a Quico y Don Ramón con nuevas escenas.4647 El último
capítulo de media hora de El Chavo del 8 como serie se emitió el 7 de enero de 1980
(algunas fuentes como Chespirito.org, entre otras, consideran a «La lavadora» el
episodio final)31 mientras que el sketch final apareció más de una década después,
el 12 de junio de 1992, como parte nuevamente de Chespirito (que se volvió a
producir inmediatamente después del término de El Chavo del Ocho).5 En total se
transmitieron 290 capítulos.1 Gómez Bolaños declaró en una entrevista:

Dejé de hacerlo, precisamente por eso, porque el peor error que uno puede
cometer es dejar de evolucionar. El ser humano es un producto de la evolución y
tiene que ir cambiando.3

Lo anterior aunado a su edad avanzada (63 años). Cabe añadirse que Vivar dejó la
serie en 1992, debido a problemas cardiovasculares.48 Gómez Bolaños confesó, en
2008, que en algún momento concibió el final del programa con un capítulo donde el
Chavo moría atropellado por un automóvil. Una de sus hijas le advirtió que esa idea
impactaría, de forma negativa, en la audiencia infantil pues alentaría sentimientos
depresivos y de suicidio. Ante esto, el comediante desechó su concepto.49

Entre 2002 y 2005 se llevó a cabo un proceso legal por parte de Gómez Bolaños para
prohibir a De las Nieves utilizar el nombre de la Chilindrina; el proceso finalizó
en buenos términos,50 pero en 2006 la Chilindrina fue excluida de la serie animada.
En 2010 el escritor volvió a demandar a De las Nieves por supuesto uso indebido del
personaje.51 Asimismo y respecto a posibles reencuentros de los protagonistas a
manera de conmemoración de la serie, el comediante rechazó la idea. En sus
palabras: «los personajes existen y viven en la imaginación y en lo que vieron y
ahí quedó».52
Producción

La dirección y producción de la serie recayeron en Enrique Segoviano, que


previamente había colaborado con Gómez Bolaños en Chespirito, y en Carmen Ochoa. En
algunos episodios, el propio Gómez Bolaños aparece enlistado en los créditos
finales como director escénico, junto con Segoviano.53 Mary Cabañas, Tere de la
Cueva, Ersilia Anderlini y Norma Gutiérrez eran las asistentes de Ochoa y del
equipo de producción,54 y Luis Felipe Macías fungía como el jefe de producción,
Saltiel Peláez era el responsable del foro donde se grababan los episodios,
mientras que Gabriel Vázquez era el director de cámaras. A su vez, se tenía hasta
tres camarógrafos para grabar uno solo de los capítulos. Entre ellos se incluyen
Andrés H. Salinas, José M. Carrillo, Jaime Sánchez y Armando Soto. La escenografía
era responsabilidad de Julio Lattuf (en episodios de 1976 y 1977), de Gabriel
Bernal (en 1977 y 1978) y de Alicia Cázares (en 1979), mientras que Leopoldo
Sánchez y Alberto García eran los jefes de piso.5355 Los episodios se grabaron en
los foros 856 y 5,5357de Televisa San Ángel, aunque hubo algunas excepciones donde
algunos se filmaron en exteriores, tal como aquel donde la vecindad visita
Acapulco. Algunas fuentes mencionan que este capítulo fue el único en donde
apareció el reparto completo.58 El vestuario de los personajes provenía de la
compañía Casa Tostado, ubicada en la ciudad de México, misma que está especializada
en el alquiler de disfraces.5359

Un aspecto característico de la mayoría de los capítulos radica en las risas


grabadas que se escuchan cuando alguno de los personajes comenta algo gracioso u
ocurre una situación delirante en la historia. Villagrán comentó al respecto: «Los
gringos [estadounidenses] hicieron un estudio que demostraba que al escuchar risas
reales grabadas, se lograba risas en el televidente. Entonces nosotros lo
utilizamos [...] la gente estaba acostumbrada a eso».

Varias escenas eran realizadas de manera sincronizada; por ejemplo, para grabar las
bofetadas de Doña Florinda a Don Ramón, la cámara asumía un rol importante en la
toma, pues hacía creíble tal interacción entre los personajes. Por ejemplo, para el
sonido de una bofetada, se recurría a una palmada.27 Este tipo de efectos de audio
eran realizados bajo la supervisión de Carlos Inzunza, Javier Torres y José Guzmán
en los episodios de 1976.53 Por otra parte, las labores de edición se realizaban en
el centro de postproducción de Televisa, por parte de Manuel Hong y Martín
Santillana,5355 y los efectos especiales eran producidos por Raúl Gutiérrez,60
Víctor G. Ávila y René Tirado en las primeras temporadas emitidas en los años
1970.5354
Secuencia de apertura y de cierre

La canción usada en la secuencia de apertura de El Chavo del Ocho es «The elephant


never forgets», compuesta por el francés Jean-Jacques Perrey en 1970. A su vez,
esta melodía se halla basada en la obra "Las Ruinas de Atenas" de Ludwig van
Beethoven.28 La secuencia tuvo algunas variantes en cuanto a las escenas que
aparecían conforme se mencionaban los actores junto con sus respectivos personajes.
Generalmente, se compone de breves escenas para presentar a cada personaje y una
voz en off que menciona tanto al actor como a su interpretación en la serie. Una
variante notable es aquella que apareció en las emisiones de 1979, la cual consiste
de una animación en stop motion de los personajes modelados en plastilina.57

En la secuencia de apertura, De las Nieves fue la primera encargada de la


presentación durante las dos primeras temporadas (1972 y 1973), luego Meza quedó a
cargo una vez salida De las Nieves, desde finales de 1973 a inicios de 1974.
Previamente en 1974, Jorge Gutiérrez Zamora se convierte en el encargado de la
presentación. Su primera presentación fue en el episodio "El billete de lotería".
Gutiérrez estuvo a cargo hasta 1979, quién fue precedido ese mismo año por Aguirre
hasta su último episodio como serie independiente en 1980, incluso aún en las
primeros años de la serie Chespirito (entre 1980 y 1981). En 1983, Gabriel
Fernández, esposo de De las Nieves, fungió como el narrador que presenta al reparto
estelar. Su primera presentación fue el episodio en que regresa Valdés al
programa.58 En cuanto a la secuencia de cierre, solamente aparecen los créditos del
equipo de producción responsable de un determinado episodio, con la última escena
del mismo o una imagen fija relacionada, junto con el mismo tema musical usado en
la apertura.61
Música
Véase también: Anexo:Banda sonora y canciones de Chespirito

En un primer momento, la musicalización de El Chavo del Ocho fue efectuada por


Ángel Álvarez,60 Luis A. Diazayas,53 René Tirado y luego por Alejandro García.55 En
algunos episodios se usaron melodías para marcar cierto énfasis en algunas escenas.
Entre estas se encuentran «The Second Star to the Right», compuesta originalmente
para la película animada Peter Pan,62 «Funeral March», escrita por Frederic
Chopin,63 «Miss Lilly Higgins Sings Shimmy In Mississippi's Spring» del grupo
argentino Les Luthiers,64 «Minnie's Yoo Hoo» de Disney, «Gonna Fly Now» del filme
Rocky, entre otros.65

En 1977, Polydor Records, subsidiaria de Universal Music, distribuyó el disco LP


Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo, con canciones que se
incorporaron en algunos episodios del programa. El disco contiene 10 temas en
total, con una duración de poco más de media hora.66 Entre ellos se encuentra la
canción «La vecindad del Chavo» (también conocida como «Qué bonita vecindad»), que
pasó a convertirse en uno de los temas musicales con los que sería asociada la
serie, después de la melodía usada en la secuencia de apertura.6768 Tres años
después, en 1980, se publicó otra serie de 3 discos denominada Síganme los buenos a
la vecindad del Chavo, igualmente en formato LP con canciones tanto de El Chapulín
Colorado como de El Chavo.69 En 1981 salió a la venta el LP El Chavo canta Eso,
eso, eso...! con 10 canciones en total, distribuido por PolyGram.70 Más de una
década después, en 1992 se comercializó el primer CD con la música del programa, al
que le siguieron Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo (2000) y Así
cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo volumen 2 (2007), en el mismo
formato.71

Cabe añadirse que varias de estas canciones poseen letras que se refieren a un tema
en específico, acorde al capítulo para el cual se destinaron. Por ejemplo, el tema
«Gracias Cri-Cri» está dedicado a Francisco Gabilondo Soler, cantautor mexicano
conocido por el apodo de cri-cri, catalogado como «el más importante creador de
música infantil en México»,72 o la canción «Eso, eso, eso» que, además de guardar
relación con una frase reiterada por el Chavo en el programa, habla del amor y la
alegría. De manera similar, «Óyelo, escúchalo» posee un mensaje religioso al hacer
mención de Jesucristo.

Vous aimerez peut-être aussi