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10 PROPUESTAS PARA LOS PRIMEROS 100 DÍAS

El Presidente electo de la República, Dr. Alan García Pérez, suscribió el compromiso de reducir
la desnutrición crónica infantil en cinco puntos porcentuales, de 25% a 20%, reduciendo la
brecha entre lo urbano y lo rural, al finalizar su gobierno. En este sentido, las instituciones que
conforman la Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil vienen realizando intervenciones
destinadas a reducir este problema, y cuentan con experiencias y evidencias que muestran
impactos positivos. Aquí proponemos al Gobierno acciones concretas, en los primeros 100 días
de su mandato, para la efectiva gestión de una estrategia nacional destinada a la reducción de
la desnutrición crónica.

DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES DEL PROBLEMA

En los últimos 10 años la desnutrición crónica en el país se ha mantenido casi constante,


afectando a uno de cada cuatro niños menores de cinco años (aproximadamente 626,386
niños). Sin embargo, aunque los promedios nacionales muestran que el problema se ha
mantenido casi constante, al interior del país la distancia entre lo urbano y lo rural ha crecido.
Así, mientras que en el área urbana el porcentaje de niños con desnutrición crónica se ha
reducido (de 16,2% en 1996 a 10,1% en el 2005), en la zona rural este porcentaje se ha
mantenido casi inalterable (40,4% en 1996 a 39,0% en el 2005). La inequidad en la solución de
este problema es la resultante de la forma inadecuada en la cual se han venido diseñando e
implementando las políticas públicas destinadas a las mejoras de las condiciones sociales del
país.

La desnutrición crónica tiene como causas inmediatas a las enfermedades infecciosas y el


inadecuado e insuficiente consumo de alimentos, las cuales se hallan aunadas a las prácticas
inadecuadas sobre higiene y alimentación, la falta de agua segura y saneamiento básico; y los
limitados servicios de salud de calidad. Las causas estructurales de la desnutrición están
vinculadas a las deficientes condiciones económicas de la familia y el bajo nivel educativo,
sobretodo de la madre. Finalmente, están las causas sistémicas, es decir aquellas vinculadas a
la conducción de las políticas y acciones de los gobiernos, relacionadas con la insuficiente
inversión social, la priorización poco acentuada en los grupos más vulnerables, y el uso poco
eficiente de los recursos del Estado para revertir las causas estructurales.

El Estado, la comunidad internacional y la sociedad civil han venido desarrollando esfuerzos


nacionales y regionales, sin embargo estos esfuerzos son muy limitados frente a la magnitud
del problema, y muchas veces no son integrales. La desnutrición es un problema multicausal y
como tal requiere de una respuesta articulada y multisectorial. A la fecha, el Estado ha
abordado el problema principalmente desde la distribución de alimentos, cuya inversión llega a
265 millones de dólares anuales. Sin embargo, estos programas no han demostrado impacto
en la desnutrición crónica, no siempre llegan a las poblaciones más pobres, y no incluyen de
manera suficiente acciones orientadas a mejorar a las otras causas de la desnutrición, como la
atención de la salud, el acceso al agua segura y al saneamiento básico y a la educación.

Como parte de los esfuerzos de contar con políticas de Estado que orienten las acciones de los
gobiernos en el largo plazo, las diferentes fuerzas políticas del país y la sociedad civil
organizada elaboraron el Acuerdo Nacional, el cual incluye la Política Decimaquinta de
Seguridad Alimentaria que aborda como tema central la desnutrición infantil. Para implementar
esta política del Acuerdo Nacional se aprobó la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria
(ENSA). Esta estrategia tiene como objetivo
central la reducción de la desnutrición crónica y la anemia, para lo cual plantea acciones
articuladas y multisectoriales, sin embargo, no se ha dado seguimiento a la implementación de
esta estrategia. A la fecha, algunos gobiernos regionales vienen implementando esta estrategia
adecuándola a su contexto local. Esta voluntad política de los gobiernos regionales debe ser
acompañada desde el gobierno nacional. Por otro lado, varios organismos no gubernamentales
(como los que conforman la Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil) así como el sistema de
naciones unidas han desarrollado experiencias en zonas rurales del país que muestran, con
evidencias objetivas, resultados exitosos en reducir la desnutrición crónica.

PROPUESTA PARA REDUCIR LA DESNUTRICIÓN

La propuesta que se describe a continuación se encuentra en el ámbito de políticas de gestión


pública, y debe servir de marco para la implementación de programas específicos y
diferenciados según el ámbito en el cual se desarrolle (urbano, rural, regional, local, entre
otros). Asimismo, esta propuesta se halla enmarcada en el proceso descentralización y está
articulada a las estrategias nacionales para superar la pobreza y a aquellas propuestas por el
nuevo gobierno, como “Agua para Todos”, “Hambre Cero”, “Sierra Exportadora”.

A. Compromiso Político del Gobierno Nacional

El impulso necesario para alcanzar la reducción de la desnutrición infantil debe estar


acompañado de una fuerte decisión política que permita articular las acciones de los
sectores involucrados y tener un monitoreo constante del avance y medición de los logros
como parte de los compromisos en política social. Hasta ahora se han elaborado diversas
normas y dispositivos legales para mejorar la nutrición infantil, sin embargo éstas han sido
aplicadas parcialmente o no han sido aplicadas, sin que se haya dado el apoyo y
seguimiento suficientes para velar por su cabal cumplimiento.

Por lo expuesto, proponemos lo siguiente:

1. Que el Presidente de la República ratifique y asuma el compromiso de reducir la


desnutrición crónica en cinco puntos porcentuales durante su periodo de gobierno, y
que éste sea uno de los objetivos principales de su Gobierno, dando autoridad plena a
la Presidencia del Consejo de Ministros para el cumplimiento de este compromiso.

2. Que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) asuma la responsabilidad de la


implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria, la cual ya se
encuentra aprobada a través del Decreto Supremo 068-2004-PCM. Para esto deberá
establecer responsabilidades y metas claras para cada uno de los ministerios y
articular los esfuerzos de los mismos frente al compromiso de reducir la desnutrición
crónica. En el cumplimiento de esta tarea la PCM deberá encargar la labor de
articulación de los ministerios a la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales,
otorgando las facultades necesarias para su cumplimiento. Semestralmente, los
ministros deberán informar a la PCM respecto del avance y cumplimiento de sus
responsabilidades y metas sectoriales.

3. Que se reactive la Comisión Multisectorial de Seguridad Alimentaria (conformada por


miembros de los diversos ministerios) como ente técnico responsable de coordinar en
cada ministerio las acciones para reducir la desnutrición crónica. Esta comisión
coordinaría e informaría periódicamente a la Comisión Interministerial de Asuntos
Sociales del avance y cumplimiento de las actividades en cada ministerio.
4. Que el Presidente de la República se comprometa a presentar anualmente a la Nación
los resultados en la lucha contra la desnutrición crónica, a través de los siguientes
indicadores, los cuales actualmente son producidos por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática y el Ministerio de Salud:

a. Prevalencia de desnutrición crónica en zonas rurales y urbanas; y por regiones


cada dos años.
b. Prevalencia de enfermedades diarreicas en zonas rurales y urbanas; y por
regiones cada dos años.
c. Cobertura de agua potable en zonas rurales, urbanas y por regiones.
d. Porcentaje de familias que compran la cantidad suficiente de alimentos para
cubrir sus necesidades de energía alimentaria en zonas urbanas y rurales; y
por regiones cada dos años.

B. Reforma de los Programas Nutricionales

Actualmente, en el marco de la descentralización de los programas nutricionales, se viene


trabajando la reforma de estos programas, bajo la perspectiva de fusionar los existentes
(PANFAR, PACFO y Comedores Infantiles) en uno solo, e incorporar otros componentes
adicionales a la entrega de alimentos: educación en salud, nutrición e higiene, articulación a los
servicios de salud, monitoreo y evaluación. Estos avances son muy lentos debido a
motivaciones de orden político y de resistencia de las instituciones que actualmente
administran estos programas. Por otro lado, los gobiernos municipales que recibirán estos
programas deberán enfrentar la administración de estos, y sus capacidades actuales no les
permitirían llevar a cabo esta labor de manera exitosa.

Por lo expuesto, proponemos:

5. Que se defina un plan concertado para la implementación de los programas


nutricionales rediseñados, sobre la base de la experiencia piloto que viene
desarrollando el Ministerio de la Mujer y el Desarrollo Social y las experiencias
desarrolladas y las evidencias existentes que demuestren un impacto efectivo en
reducir la desnutrición infantil. En este sentido, los programas nutricionales rediseñados
deben contemplar un rubro importante de recursos destinados a la capacitación para el
cambio de prácticas en salud, nutrición e higiene.

6. Que desde el gobierno nacional se inicie la implementación de un programa


destinado a mejorar la capacidad de gestión de los gobiernos municipales, que
contemple la administración de recursos de los programas nutricionales, la focalización
y el monitoreo de resultados.

C. Calidad de Gasto

Una exigencia constante al Estado es que debe incrementar los recursos destinados a la
inversión social. Por otro lado, el Ministerio de Economía y Finanzas ha venido desarrollando
mecanismos y políticas para el gasto eficiente de los recursos con visibles logros. A pesar de
ello, aún persiste el uso ineficiente de éstos. Así, los gobiernos municipales y regionales
cuentan con fuentes de recursos estatales (presupuestos participativos, recursos del Canon,
entre otros) que usualmente se destinan sólo a obras de infraestructura que no necesariamente
son de prioridad, debido a que no identifican con claridad las acciones más efectivas que les
permitirían atender sus necesidades más urgentes. Una parte importante de los recursos del
Canon no han podido ser empleado oportunamente debido a que los proyectos que se
elaboran no logran superar los requisitos del Sistema Nacional de Inversión Pública - SNIP,
dado que la capacidad técnica de los gobiernos municipales y regionales para elaborar y
ejecutar proyectos de inversión social y productiva es débil.

Frente a esta situación proponemos:

7. Que los gobiernos locales y regionales establezcan que no menos del 30% del
Presupuesto Participativo y del Canon sean invertidos en capacitación en nutrición e
higiene, infraestructura para el acceso al agua y al saneamiento básico; y la mejora de
las condiciones para el desarrollo sostenible de las economías rurales.

8. Que el Ministerio de Economía y Finanzas inicie la implementación de un programa


que brinde asistencia técnica y fortalezca a los gobiernos regionales y locales en la
elaboración de proyectos de inversión que cumplan con los requisitos establecidos por
el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), y que estén orientados a acciones
que contribuyan a reducir la desnutrición infantil.

9. Que los gobiernos municipales establezcan mecanismos de rendición de cuentas


ante la población organizada, sociedad civil y otros actores locales y regionales,
respecto de las acciones realizadas para reducir la desnutrición infantil.

10. Que el gobierno nacional genere un programa de incentivos para los gobiernos
municipales que tengan un desempeño más eficiente en el cumplimiento de acciones
que contribuyen a reducir la desnutrición infantil.

Suscriben esta propuesta (en orden alfabético):

1. ADRA Perú
Samuel Sandoval, Director
2. Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional - USAID
Víctor Merino, Oficina de Desarrollo Económico y Medio Ambiente
3. Asociación Benéfica PRISMA
Delia Haustein, Directora
4. CARE Perú
Milovan Stanojevich, Director Nacional
5. CÁRITAS del Perú
Jorge Lafosse, Secretario General
6. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia - UNICEF
Andrés Franco, Representante en Perú
7. Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza – MCLCP
Roxana García Bedoya, Secretaria Ejecutiva
8. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación - FAO
Luis Castello, Representante en Perú
9. Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud
Manuel Peña Escobar, Representante en Perú
10.Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas - PMA
Guy Gauvreau, Representante en Perú

Iniciativa-propuesta 100díasfinal.doc

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