ABC. JUEVES, 24 DE AGOSTO DE 1978. PAO.
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ESPECTÁCULOS
Crítica de cine .
«EL HOMBRE QUE SUPO AMAR»
Director: Miguel Picazo. Producción: General
Film Corporation, 1976. Guión: Santiago Mon-
eada, basado en una obra de José Cruset. Direc-
ción artística: Eduardo Torre de la Fuente. Fo-
tografía: Manuel Rojas. Eastmancolor. Principa-
les intérpretes: Timothy Dalton, Antonio Fe-
rrandis, Jonathan Burn, losé María Prada, Al-
berto de Mendoza, Queta Claver, Angela Molina,
Fernando Hilbeck, Félix Dafauce. Locales de es-
treno: Novedades-Cartaao.
Para llegar a ser santo hay que recorrer
un largo, difícil y doloroso camino de sufri-
mientos y de Incomprensiones. Ahí podía
resumirse "todo el tremendo esfuerzo reali-
zado por esta excepcional película españo-
la, para contarnos los momentos más so-
bresalientes de la vida de San Juan de
Dios.
Hay que comenzar por reconocer que
Miguel Picazo ha asumido una de las ta-
reas más ampliamente ambiciosas de nues-
tra enteca cinematografía, y lo ha hecho
con un brío, con una seguridad y una efi-
cacia que, como sus anteriores realizacio-
nes, le acreditan de director firme y con
buen pulso.
La empresa era inicialmente excesiva.
Porque las primeras luchas de «Juan el Li-
brero» o «Juan Ciudad» no son más que
el hilo conductor, a través del cual se ex-
terioriza y se manifiesta el abigarrado y
barroco entorno de una España naciente,
con moriscos conversos, Inquisidores im-
placables, obispos palaciegos, médicos Ig-
norantes, mendigos y miseria, en un fuer-
te contraste con los acomodados y pode-
rosos. Un retablo impresionante de injus-
ticias, de barbarie, de angustias que va a
servir de desencadenante de una piedad
infinita, en el que luego sería San Juan de
Dios.
Acaso el mayor defecto de «El hombre
que supo amar» radique en el deseo de
acumular tantas cosas, de no dejarse nada
en el tintero, de agotar, reiteradamente,
temas que requerían concentraciones mul-
titudinarias. Todo está justificado por el
deseo de realzar la figura del santo y las
motivaciones que lo empujaron hacia su
obra admirable. También, sin duda, por una
intención crítica, dura y lacerante, espe-
cialmente dirigida a las jerarquías ecle-
siásticas de aquel tiempo y a los Tribuna-
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ABC (Madrid) - 24/08/1978, Página 47
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productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.
les de la Inquisición. Las escenas finales,
que "reflejan el momento en que los obis-
pos dan su bendición a la obra del santo
—rodadas, por cierto, en la catedral de To-
ledo— están Influenciadas por Zefirelll
—«Hermano Sol, hermana Luna»— y mar-
can un terrible contraste entre los concep-
tos religiosos que quedan a un lado y a
otro de las grandes puertas del templo.
Picazo dispuso para este filme de todo
tipo de medios: desde los artísticos —¡qué
estupendo plantel de p r i m e r a s figu-
ras!— hasta los técnicos y materiales. Ro-
daría muchos más metros de los necesa-
rios, y a la hora de montar debió dolerle
sacrificar escenas y secuencias que son,
indudablemente, buenas, pero que sobre-
cargaron una historia ya necesitada de ali-
geramientos.
En nuestra opinión, sin embargo, el es-
fuerzo es ingente, como pocas veces se verá
en el cine español. La película merecía me-
jor suerte. Debió estrenarse antes y en lo-
cales de primera categoría.
' En la interpretación hay que resaltar la
gran creación de Timothy Dalton, una bue-
na labor de Angela Molina y una breve
pero certera actuación del malogrado José
María Prada; también Alberto de Men-
doza, en la encarnación de Juan de Avila,
se destaca por su sobriedad. En una obra
de esta envergadura es justo resaltar el
esfuerzo de la dirección artística, encomen-
dada a un profesional tan sólidamente
acreditado en estas tareas, como Eduardo
Torre de la Fuente. La fotografía de Ma-
nuel Rojas, otro maestro, es uno de los
grandes méritos de esta superproducción
española.—HERMES.
«SMKR-KAK», El HOMBRE-
ARARA
Director: E. W. Swsckhamer. Producción:
Coiumbia Pictures, norteamericana. • Guión: Alvin
Boretz. Música: Jonnie Spence. Fotografía: Fred
Jeckman. Color. Principales intérpretes: Nicho-
iss Hammond, Lisa Eilbcher, Michas] Pataki, Da-
yid Whits. Locales de estreno: Garden, Liceo,
Regio, Vergare, Versalles y Victoria.
Otro estreno para chicos, que será bien
acogido por los mayores. El famoso héroe,
de tantas aventuras reflejadas en los «co-
mics» de todo el mundo, ha servido de
base a esta película que, con los natura-
les avances de la técnica y de los efectos
especiales, constituye una excelente con-
tinuación de aquellas lejanas historias del
«super-man» de otros tiempos.
Ya en «El signo del zorro» se puso bien
de manifiesto el enorme éxito de un per-
sonaje con doble proyección que ratos apa-
recía como un hombre débil y hasta afe-
minado para convertirse luego en un in-
vencible luchador. En ese mismo terreno
de la doble apariencia se mueve este «hom-
bre-araña», a ratos estudiante normal, que
como consecuencia de la picadura de una
araña radiactiva, logra desplegar recursos
y potencias sorprendentes, extraordinaria-
mente realzadas por los hábiles trucajes
cinematográficos: desde los saltos y las
grandes peleas, hasta caminar por los te-
chos o por los muros verticales y atrapar
a sus enemigos en poderosas telas de ara-
ña, todo un variado muestrario de alardes
imaginativos, característicos de los moder-
nos «tebeos», desfila por la pantalla en
una narración tan ingenua como apasio-
nante. Excelente oportunidad para que los
colegiales pasen un rato divertido antes
de volver a las tareas del nuevo curso.—H.
AUTOR DEL CHOTIS «ROSA DE
MADRID»
HA MUERTO EL COMPOSITOR
LUIS BARTA
A los noventa y siete años, ha falle-
cido en Madrid el celebrado compositor
Luis Barta Gale, uno de los primero!
autores de cuplé de lo> años veinte.
Una de sus composiciones más conocidas
es la que lleva por título «Rosa de Ma-
drid». Este chotis está grabado en un
disco de antes del 36, y en él Concha Pi-
quer «la Grande» canta «Rosa de Madrid*
con una voz casi Ingenua y casi virgen;
Nacida en el Madrid de las Vistillas,
de Embajadores y de las Cavas,
yo fui la pinturera modistilla
que baila un chotis como el que lavan..
Y de pronto, cuando la cantante llora
su pena con un verso: «Y has de sufrirlo,
pobre Rosa de Madrid», suena un orga-
nillo. Un auténtico organillo, eme nos tras-
lada por la potentísima fuerza evocadora
de la música, en el acto, a un Madrid aún
no asesinado por el cemento de los rasca-
cielos y los gases de las máquinas.
¿Qué fue p r i m e r o , la obra en verso
homónima de Luis Fernández Ardavín o
el incomparable chotis? No he consegui-
do saberlo, a pesar de mi amistad con
todos sus autores, a pesar de que incluso
haya visto (en 16 milímetros y en casa
del propio Eusebio P. Ardavín) la pelícu-
la, muda, que también la hubo.
El chotis Inmortal era para la familia
Barta un tesoro de tantos quilates, que
una vez yo quise ilustrar con esta música
uno de mis desmadres teatrales: une si-
tuación absurdamente cómica. Se negaron
rotundamente. Había de ser Sara Montiel
y en tecnicolor. Y hacían bien.
«Rosa de Madrid» es el chotis más bo-
nito que se haya escrito jamás. Su finura,
su perfección y su delicadeza se deben a
quien podíamos llamar decano de la can-
ción española hasta hace muy pocas ho-
ras, en que ha muerto.
Era una figura simpática, popular y
entrañable para todos les que por un mo-
tivo u otro hemos pisado la casa de la-
Soeiedad de Autores. Su bigote enhiesto y
grande le prestaba un noble aire marcial.
A veces, cuando 11 e v a b a capa, parecía
rodeado de un aura de «Rosa de Madrid»,
y él también nos recordaba en el acto al
Madrid eterno, crucificado hoy por el as-
falto y la prisa.
Luis Barta, el músico de esa canción
que habla de la madrileña más «barbi y
primorosa», ha muerto, a los noventa y
siete años, anciano y añejo como su mara-
villoso chotis. Que por ser inmortal, se
quedará entre nosotros para siempre, aun-
que él se nos_ haya marchado.—Camilo
MURILLO.
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