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Ritual de Difuntos 5

Para el uso de esta parte del manual del Agente de


Religiosidad Popular
en situación de acompañar la muerte de un ser querido, es
necesario
conocer las partes en que se divide.

Primero se presenta la hoja explicativa; ahí viene algo


de historia sobre
nuestras costumbres con los muertos. Se explica brevemente
el signifi
cado de algunos ritos que se usan en la mayoría de los
pueblos. (Aclara-
mos que esto varía de acuerdo a las costumbres de los
diferentes pue-
blos y culturas; sobre todo en la forma de celebrarlo); algunos
de estos
elementos son: las cenizas, los nueve días, la or de
zempasuchitl, etc.

En estos rituales hay “kerigma” y que es tarea del agente de


RP descu-
brirlos y re-velarlos a la comunidad. Y se termina esta parte con
unas
preguntas que ayudan a profundizar un poco más sobre el
sentido de la
muerte.
En unsegundo momento tenemos el: RITUAL DE
DIFUNTOS. En él se
encuentran los siguientes ritos:
»

La oración del pésame


»

La procesión de la vivienda al panteón


»

Las exequias en el panteón


»

La oración junto al sepulcro o tumba


»

El rezo del rosario


»

El ofrecimiento y las letanías


»

La oración de los eles


»

La ceremonia del levantacruz


En untercer momento se presenta la hoja del círculo
hermenéutico.
Con la ayuda de los ritos y símbolos que se usan comúnmente
en la ce-
lebración de los muertos hacemos un intento de descubrir el
“kerigma”
para ayudar al agente de RP en la evangelización de las
personas. Se
explican el porqué de su presencia en la celebración, lo que
signica y
como se puede aprovechar ese elemento para la
evangelización.
Porúltimo se presenta lo que dice el Catecismo de la Iglesia
Católica al respecto de la muerte. Con algunos números del
CIC se presenta el sen- tido de la muerte cristiana:
» El sentido de la muerte cristiana

» El n de la peregrinación terrena

» Prepararnos para la hora de nuestra muerte

» Jesús y la resurrección de los muertos

» La comunión con los difuntos

» Lo que pasa con los que mueren con la gracia de

Dios.
Ritual de Difuntos
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1. HOJA EXPLICATIVA
A la hora de realizar esta celebración de los muertos hay que
tener en
cuenta algunos elementos que nos pueden ayudar para una
mejor cele-
bración:
1. Hay que tener en cuenta que existen diferentes maneras de ce-
lebrar a los difuntos. Cada pueblo, cada cultura tiene sus
propias
costumbres. Debemos tratar, lo más que se pueda, respetar
dichas
costumbres. Sin embargo hay elementos que son muy
comunes y
eso es lo que vamos a aprovechar.
2. Hay muchos rezanderos en nuestras comunidades. No se trata
de
“hacerles la guerra” sino de ponerse en contacto con ellos para
unir-
los a nuestra labor de evangelización. Se trata de ubicarlos,
contac-
tarlos, reunirse con ellos y estudiar el siguiente “manual del
Agente
de Religiosidad Popular”, partiendo de su interés, que es el
ritual de
muertos. Si es posible el párroco sectorice el territorio
parroquial
para asignarles una zona de tal manera que se comprometan a
“atender” a la gente en sus respectivos territorios con respecto
a los
difuntos.
3. A partir de entonces ya no es solo “rezandero” sino que es un
“Agente de Religiosidad Popular” ya que pone a la gente en
con-
tacto con la parroquia, los evangeliza y colabora con la Iglesia
en la
extensión del Reino de Dios.
4. Todo agente de Religiosidad Popular debe tener clara
sus tareas
que son las siguientes:
»

Dar el Pésame a las familias en nombre de la


comunidad parro-
quial
»

hacer la oración del Pésame.


»

Acompañar a la familia al cementerio a nombre del Sr.


Cura y
de la comunidad cristiana (procesión de la vivienda al
panteón)
»

Hacer las Exequias en el panteón y bendecir la tumba.


»

Ofrecerse a rezar el novenario de rosarios


»

Ofrecerse a celebrar el Levantacruz


»

Poner en contacto a la familia con la parroquia para que se ini-


cie un proceso de evangelización y de perseverancia en ellos.
(Se hacen colectas de nombres y direcciones para estar en
con-
tacto con la familia, se forman grupos de catequesis ‘de niños o
de adultos’ con los miembros de la familia del difunto).

85. Es bien importante tener bien claro que las


interpretaciones que se
hagan tienen que tener rasgos liberadores y no de
opresión ni de
sometimiento en la gente.
6. No podemos quedarnos solamente con lo que la gente hace,
sino
que debemos incorporar lo que la Iglesia dice al respecto sobre
los
muertos (Ver la hoja sobre lo que dice el Catecismo de la
Iglesia Ca-
tólica).
Ritual de Difuntos
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2. RITUAL DE MUERTOS
Nuestros antepasados tenían muy bonitas costumbres
con los muertos.
Algunos todavía las conservamos.
En vida ellos dormían en petates.
Cuando alguien se moría lo envolvían en su petate y lo
quemaban. A eso
le llamaban “petatearse”. Hoy día todavía usamos esa
manera de hablar
cuando preguntamos “si ya se petateó”.
Las cenizas eran llevadas a la vivienda del difunto y con ella se
hacía un signo de dos líneas: una raya, de oriente a poniente,
que representa al dios sol, que es vida, que sale del oriente y
se oculta en el poniente. Y la otra raya de norte a sur señala los
pasos del ser humano.
Cuando fueron cristianos, llamaron a ese signo “cruz”
porque mucho se
le asemejaba
A los 9 días recogían esta ‘cruz’ de cenizas del muerto,
amontonándo- las en el centro. Creían que de esta manera la
muerte era el encuentro de los pasos de dios y los pasos del
hombre. Este era el momento de la verdadera muerte.
Sobre su tumba ponen la or que más se parece al dios
Tonatiuh, dios
que daba vida. Esta or es el zempasuchitl
¿Por qué esperaban 9 días para enterrarlo? Porque según sus
creencias,
El número 1 era Cielo, el número 2 era Tierra, el número 3 era
Aire. El
aire era como la escalera para subir al cielo. Cuando había
mucho aire:
3+3+3 = 9, era más fácil pasar de la tierra al cielo.
Actualmente se coloca cal o tierra en forma de “cruz”. A los 9
días se le- vanta esa cruz. Rito que señala que la muerte es
como recoger los pasos del difunto y llevarlo a que se
encuentre con los pasos de Dios.
Antiguamente, durante el novenario, la gente danzaba y
simulaba co- merse al muerto. Para eso hacía calaveras y
huesos de amaranto y los acompañaban con pulque.
En la actualidad, en noviembre, comemos pan de
muerto y calaveras
de dulce.
Hoy día, mucha gente coloca su altar del muerto; en él
colocan los ali-
mentos que le gustaban al difunto.
Actualmente conservamos muchas costumbres pero
que en cada re-

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