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PLATÓN

1. ÉTICA
I. Introducción:
Por un lado, Platón está interesado por la política, pero la política le defrauda y reduce la
problemática a la vida individual, ya no le interesa tanto como organizar la sociedad sino como
organizar su propia vida, es decir, responder a una pregunta “¿Qué hacer o cómo organizar mi
vida para alcanzar alguna clase de felicidad?”, suponiendo que podemos elegir y que unas
posibilidades tienen más valor que otras. Por otro lado, Platón piensa que para que la política
sea justa y adecuada, el gobernante tiene que saber qué es lo justo y ser éticamente correcto.
Por tanto, Platón exige que la política tenga una ética.
II. Desarrollo:
Antes de Platón, los sofistas elaboraron un planteamiento respecto a de qué manera alcanzar
la felicidad. Estos llegaron a la conclusión de que la felicidad y la justicia, que son las dos
necesidades básicas que establecían para ser felices, se contradicen, es decir, no podemos
obtener las dos al mismo tiempo. Por tanto, para alcanzar la felicidad tenías que aparentar ser
justo y no serlo (hacer lo que quiera sin obedecer las leyes), y eso se lograba mediante la
retórica que según ellos era lo que los gobernantes tenían que usar para convencer y
aparentar justicia. Mientras, Sócrates analiza el individuo (hay más de un yo e incluso nosotros
nos ponemos leyes) y dice que he de establecer unas normas para decidir cómo llegar a la
felicidad y someter el cuerpo a lo que racionalmente he decidido. La felicidad es, por tanto,
una consecuencia de la virtud. Sócrates también inicia el intelectualismo moral, donde para
que un individuo sea feliz ha de ser justo y es justo si actúa mediante la razón. Así, Sócrates
abandona la política ya que piensa que no es importante parecer justo.
Entonces Platón desarrolla su ética siguiendo la línea de Sócrates. Primero nos explica la
estructura del ser humano (antropología). Platón decía que para alcanzar algo debemos
conocernos primero, como buscar la felicidad o la autorrealización. Tenemos el cuerpo y el
alma, que, a diferencia de Sócrates, Platón consideró que el alma es lo que anima los cuerpos
de los seres vivos. Además, hay tres almas complejas:
- Alma apetitiva (el deseo): es la parte mortal del alma humana responsable de las
pasiones, placeres y deseos sensibles. Nos mueve de alguna forma, aunque lo
podemos reprimir y lo tenemos en común con todos los animales. Está localizada en el
abdomen (hígado). Como virtud sería la templanza.
- Alma irascible (la voluntad y el valor): también nos mueve, pero de manera diferente
ya que puede contradecir al alma apetitiva. La sitúa en el pecho (el corazón). Como
virtud es la fortaleza.
- Alma racional (la razón): es la que mueve a una persona en función de lo que para ella
le es más conveniente, con ella llegamos al conocimiento. La sitúa en la cabeza (el
cerebro). Como virtud es la prudencia o sabiduría.
Platón afirma que gran parte del problema es el conflicto que hay entre las tres almas. El
objetivo era conseguir poner orden entre las tres. Como dice Sócrates, la mejor forma de vida
es que gobierne la razón, es decir, el intelectualismo moral. Por ejemplo, un estilo de vida en el
que gobierne el deseo, como el hedonismo, es una doctrina ética que identifica el bien con el
placer inmediato pero que a largo plazo puede no dar buenos resultados como si gobernara la
razón.
Además, también se pregunta a que se refería Sócrates con virtud (areté) cuando decía que la
felicidad es una consecuencia de la virtud. Pues, Sócrates se refería a la virtud como
conocimiento de la ciencia (o de la idea de bien). Platón intenta superar la relatividad de la
virtud tal como lo entendían los sofistas y unir todas las virtudes en la idea de bien. La virtud
del alma racional (influencia pitagórica) consiste en separarse del cuerpo y de lo material para
poder ascender al mundo de las ideas. Platón admite que una vida “buena” será una vida
“mixta” en la que se acepte el placer con cierta moderación. Por último, la virtud como
armonía donde la justicia es considerada como la virtud fundamental y consiste en que las tres
partes del alma funcionasen adecuadamente, exactamente como los tres términos de una
armonía.
III. Conclusión:
Tal como había dicho Sócrates, para ser feliz hay que ser justo, es decir, obedecer a la razón.
Pero lo que Platón observa, más allá de Sócrates, es que para ser feliz hay que ser justo, pero
no solo serlo sino aparentarlo y uno solo puede aparentar justicia en una sociedad que
también sea justa y que reconozca al individuo justo como tal, con lo que Platón recupera la
política. En resumen, la ética exige una política. Ahora bien, ¿cómo tendría que ser la sociedad
en la que viva ese individuo justo para sea reconocido como tal?

2. POLÍTICA:
I. Introducción:
Platón se lleva una decepción con la política de su tiempo, en la que estaba interesado, por lo
que, deja de interesarle la organización de la sociedad y se centra en la organización del
individuo, es decir, en la ética. La política, por tanto, surge del desarrollo de la ética de
Sócrates, ser y también parecer justo, implicándose en la política para que la sociedad también
sea justa y reconozca a los justos como tales. De modo que, la ética de Platón exige una
política.
Además, política viene de polis y que se refiere a cómo elaborar las leyes que rigen la vida en
sociedad y como aplicarlas correctamente. La justicia consiste en elaborarlas de la mejor
manera posible y llevarlas a cabo correctamente.
II. Desarrollo:
Tal como Platón ha hecho en ética va a hacer en política. Primero explica la constitución del ser
humano y después, como debería estar organizado para ser justo y, por lo tanto, feliz.
Siguiendo esta analogía entre un individuo y la sociedad, Platón observa que el fundamento de
una sociedad es su estructura económica (productores y comerciantes), aunque sin nadie que
lo controlara habría conflictos entre ellos, entonces se necesita a un grupo de personas que
consigan mantener el orden en la polis y la protegerían de otras, estos son los guardianes del
estado. Pero, ¿cuál es el orden que han de mantener? Para resolver esta pregunta se necesita
a un grupo de personas que elijan que orden seguir y cuál es la mejor manera de hacerlo, es
decir, los gobernantes. Es evidente la similitud entre la estructura de las almas donde cada una
debe estar subordinada a otras para el correcto funcionamiento, en este caso los gobernantes
y el alma racional serían las que gobiernen entre el resto. El alma irascible haría referencia a
los guardianes del estado que preservaran el orden que la “razón” ha impuesto (suponiendo
que los gobernantes gobiernen con la razón) y el orden que debe estar. Y, por último, el alma
apetitiva o los productores y comerciantes que son los que más alterarían el orden por su
constante deseo de obtener satisfacción inmediata o de guiarse por sus propios intereses.
Como podemos observar esta estructuración de la sociedad no está basada en estamentos
cerrados, ni clases sociales que dependen del nivel económico de la familia a la que perteneces
y que de los que es muy poco posible, por no decir imposible, salir y pertenecer a otro
diferente; sino que, Platón divide en tres grupos funcionales que dependen de las necesidades
estructurales de una sociedad.
En segundo lugar, Platón se pregunta ¿cuál es el régimen político más justo? Es decir, ahora
tenemos que saber cómo hay que organizar esta sociedad para que sea justa. Para organizarlas
primero hace un listado de todas las formas de gobierno, según la experiencia histórica de los
tipos de gobiernos que ya han existido y a qué consecuencias han llevado:
- En primer lugar, la aristocracia donde tienen el poder los mejores y los más sabios
(filósofos, gobiernan unos pocos), estos actuarán según lo que es más justo para todos.
En la aristocracia cada clase social tiene función y una virtud propia: los guerreros
defienden la ciudad y se caracterizan por la valentía, los productores poseen la virtud
de la templanza, los filósofos gobiernan y su virtud es la prudencia. Por consecuencia,
los gobernantes logran que las tres partes del alma estén en armonía y domine la
razón. De esta manera, el hombre será bueno y justo y podrá existir la justicia real.
- En segundo lugar, en la timocracia gobierna la fuerza porque en la aristocracia cada
clase deja de cumplir una función específica y los pocos que gobiernan empiezan a
buscar riquezas y honores. Por tanto, los que tienen más poder se imponen sobre el
resto y logran gobernar.
- En tercer lugar, después de que los gobernantes busquen las riquezas empiezan a
dejar de cumplir leyes, hasta que finalmente son solo unos pocos ricos los que llegan a
gobernar, en la oligarquía. Los ciudadanos asignan más valor a las riquezas que a la
virtud.
- En cuarto lugar, los que quedaron pobres por el gobierno de los ricos no están
conformes y consiguen rebelarse hasta llegar al poder en la democracia (gobiernan
unos cuantos en función a la opinión de todo el pueblo). No se sigue ningún tipo de
estructura para organizar la sociedad de forma razonada, todos pueden opinar y
gobernar en base a su opinión.
- En último lugar, el pueblo quiere alcanzar todas las libertades y permiten gobernar al
que se las dé (gobierna una persona, como en la monarquía). El gobernador en la
tiranía buscará únicamente los placeres y la libertad comportándose de manera
errónea y haciendo que le pueblo también lo haga.
Platón critica la democracia porque cree que gobiernan los intereses y la igualdad entre los
que no son iguales. Además, se gobierna en base a la opinión de la mayoría, aunque no sea lo
más justo. Y defiende la aristocracia, donde los gobernantes gobernarán con la razón, y podrán
diferenciar el bien del mal, lo justo de lo injusto a ciencia cierta, siendo éticamente correctos
(justos). En la teoría de la educación, añadirá que también ha de tener experiencia política.
III. Conclusión:
Platón dice que el gobernante ha de ser el mejor, como dijo en la ética, ha de poder diferenciar
a ciencia cierta el bien del mal y, por tanto, ser éticamente correcto y parecerlo en una
sociedad que también lo sea para ser reconocido como tal, con lo que se necesita la política en
la que deduce que la mejor forma de gobierno será en la que se gobierne bajo estas
condiciones. Entonces, ¿puede haber un conocimiento tan seguro y universal que nos asegure
que tenemos ciencia del bien y que estamos siendo éticamente correctos? Ahora tenemos un
problema epistemológico, que los filósofos pueden resolver.
3. EPISTEMOLOGÍA
I. Introducción:
Platón es llevado a la necesidad de construir una epistemología porque en el problema de la
política, en el que después de analizar todas las formas de gobierno (en analogía a lo que hizo
en ética) llegó a la conclusión de que la mejor forma de gobierno era la aristocracia en la que
gobernaban los mejores. Los gobernantes, por tanto, han de ser éticamente correctos y tener
ciencia del bien, es decir, saber diferenciar a ciencia cierta el bien del mal. Pero, ¿es posible
que exista un conocimiento que sea totalmente seguro y que nos permita tener ciencia del
bien? Y si existe, ¿qué es la ciencia? ¿Qué es esa forma de conocimiento científico de los
valores y en qué consiste? ¿Puede el ser humano alcanzar un conocimiento verdadero sobre lo
real?
II. Desarrollo:
Según los sofistas el conocimiento es la opinión, no hay ninguna ciencia ni ningún saber. Solo
hay conocimientos subjetivos que dependen del punto de vista o de la posición del que opina.
Por tanto, Platón está en contra de los sofistas, porque si todo el conocimiento es subjetivo,
nadie podrá saber que es el bien y el mal y no podrá gobernar justamente, porque para los
sofistas no se trataba de eso si no de convencer mediante la retórica.
Sócrates también se opone a los sofistas. Para empezar, dice que la ciencia y la opinión son dos
conocimientos muy diferentes. La ciencia es objetiva, universal y necesaria, mientras que la
opinión es subjetiva y relativa. Después de esto, se da cuenta de que lo que separa la ciencia
de la opinión es el razonamiento o la demostración mediante la razón, porque el que tiene
ciencia puede dar razón. Por último, observa que cuando alguien da razón de algo, lo hace
partiendo de unas premisas que son, en sí, insuficientes a menos que las premisas sean
objetivas, apropiadas, obvias (…), es decir, las premisas sean definiciones. Por tanto, el eje
fundamental del saber o del conocimiento son los conceptos. Los conceptos son abstractos y
no se pueden definir con cualidades sensibles. En resumen, como el razonamiento se basa en
definiciones es fundamental saber definir estos conceptos.
Platón distingue cuatro tipos de conocimiento divididos en ciencia (episteme) y opinión (doxa),
siendo uno más cierto que el otro, respectivamente. Cada uno se divide en otros dos tipos de
conocimiento que van del menos cierto al más cierto. Por tanto, en la opinión encontramos la
conjetura o eikasia que consiste en un conocimiento de creer que es así pero no estar seguro.
Después está la fe o pistis que es un tipo de creencia en la que estoy seguro, pero no lo puedo
demostrar (experiencia), tengo certeza subjetiva. Mientras que, dentro de la ciencia, en el
conocimiento racional separa la dianoia de la noesis. La dianoia es un proceso racional,
pensamiento discursivo, inacabado que se puede demostrar pero que depende de hipótesis no
demostrables (axiomas), este es un razonamiento analítico. La noesis consiste en la captación
de una idea a partir de otra completamente cierta y verdadera, por lo que la idea obtenida
también lo será. Este es un razonamiento dialéctico, en el que se parte de una hipótesis, pero
se analiza en sentido ascendente, es decir, cancelando hipótesis, hasta llegar a un principio no
hipotético. Este razonamiento se conoce como dialéctica, un método que nos permite alcanzar
la esencia de algo, es decir, su concepto, cancelando hipótesis. En esto consiste definir
conceptos.
Por tanto, si podemos definir un concepto, podemos saber ciencia, podremos conseguir una
definición de sociedad justa que nos reconozca como justos cuando lo seamos y podremos ser
felices. Luego, el político ha de saber dialéctica, no retórica.
Pero para definir conceptos correctamente tenemos que ir con cuidado de no hacer una
definición muy genérica (abarcar más), ni muy específica (abarcar menos). El círculo de
definición ha de ser exacto y eso lo conseguiremos con la dialéctica que consiste en tener una
visión de conjunto, ver la cualidad que tienen en común (sinopsis) y saber separar los que se
diferencien (diaresis). Por tanto, con la dialéctica se podrá llegar a un conocimiento a partir del
cual podrás realizar un buen razonamiento (crítica constructiva). Para esto los conceptos
tendrán que ser objetivos, afirma Platón.
III. Conclusión:
Para que sea posible realizar un buen razonamiento gracias a la dialéctica, se tendrá que partir
de conceptos objetivos. Que un objeto sea objetivo significa que existe con independencia del
sujeto. De modo que, los conceptos tienen que existir. Pero, estos no son materiales por eso
Platón los llama idea, que son un concepto objetivo que existe. Entonces, ¿qué significa existir
o ser real? Platón tendrá que resolver el problema de cómo está estructurada la realidad, qué
es real y qué no, y qué cosas son más reales que otras en la ontología.

4. ONTOLOGÍA
I. Introducción:
Platón decepcionado por la política desarrolla una ética en la que deduce que un individuo
para ser feliz necesita ser justo y parecerlo, para lo que necesita que la sociedad también lo
sea y necesita, también, una forma de gobierno que lo permita, esta será la aristocracia. En la
aristocracia los gobernantes tendrán que ser justos (éticamente correctos) y tendrán que tener
ciencia del bien para diferenciarlo del mal. Pero, se preguntó si se podía saber y estar seguro
de algo en la epistemología, donde desarrolló los tipos de conocimiento en el que el más
seguro y cierto se obtenía a partir de definir conceptos (dialéctica). Estos conceptos tienen que
ser objetivos y, para eso, tienen que existir. Y, ¿qué es eso de existir? ¿Qué existe y qué no?
¿Qué es real y que no?
II. Desarrollo:
Desde el punto de vista del monismo materialista, solo hay una realidad y es material. Solo
existen las cosas que ocupan un tiempo y lugar. Pero Platón, sabe que existen unos conceptos
que no encajan en esta teoría y llama ideas a los conceptos que existen pero que no ocupan
ningún lugar en el mundo material ya que, para Platón, lo auténticamente real se identifica con
lo estable, lo eterno, lo que no cambia. Por eso, distingue dos niveles, grados o formas de
realidad: la realidad inteligible y la realidad sensible. Podemos decir que Platón defiende un
dualismo idealista.
Define dos tipos de realidad (dualismo). La realidad de los objetos materiales que por ser
material tiene cualidades sensibles, por eso se llama mundo sensible, el mundo material de los
objetos que se pueden captar mediante los sentidos. Representa por tanto un nivel inferior de
la realidad. Platón lo define como mundo del devenir, de lo que cambia, de lo que nace y
muere, de lo impermanente. El mundo de las cosas que están en continuo proceso de cambio,
lo cual significa que están dejando de ser algo para empezar a ser otra cosa que aún no son;
por eso Platón considera el devenir como una forma de realidad intermedia entre el ser (lo
inteligible y estable) y la nada absoluta (el no-ser), una forma de realidad más inconsistente e
inestable que la realidad inteligible.
La realidad o mundo inteligible es el mundo del ser de lo estable, eterno y permanente. Se
trata de un conjunto de realidades ocultas a la vista y a los demás sentidos, pero accesibles a la
inteligencia, que además son inmateriales, eternas, perfectas e inmutables. Por otra parte,
defiende que es un mundo transcendente, es decir que está más allá de las realidades
materiales y visibles que conocemos. Así que, Platón realiza una gradación de las realidades
donde hay cosas más reales que otras (idealismo). Las ideas son más reales que los objetos
materiales, ya que los objetos materiales son copias de las ideas que los definen, siendo estas
ideas perfectas e inmutables cualquier copia será imperfecta e impermanente.
Antes de Platón, otros filósofos (excepto Sócrates) habían hablado sobre la realidad. Por
ejemplo, Parménides dijo: “La realidad es aquello que existe siempre, permanentemente” y
Heráclito anunció “Todo lo que existe cambia, no hay nada que permanezca”. Platón afirma
que los dos tienen razón, la diferencia es que uno se refiere al mundo inteligible y el otro al
sensible, así que también recoge una tradición filosófica.
Dentro del mundo sensible distingue las imágenes, que son copias de los objetos y por tanto
son menos reales que los objetos en sí que también conforman el mundo sensible. Mientras
que, dentro del mundo inteligible pertenecen los objetos matemáticos, que también son
inmateriales, inmutables y eternos como las ideas, pero son ontológicamente inferiores a
estas. De modo que, tenemos dos tipos de realidades en el mundo inteligible: los objetos
matemáticos y las ideas. Siguiendo esta estructura podemos ver que los tipos de realidad van
englobando otros tipos de realidades que parten de la más conforme avanzamos hacia esta.
Por tanto, si cada vez hay un grupo más genérico que es más real, habrá un concepto que sea
el que englobe todos los demás, que también sea el más real y del que partan todos los demás.
Este concepto es la Idea de Bien (la idea de idea), es la idea gracias al cual existen todas las
demás ideas.
Este razonamiento se alcanza mediante la dialéctica. Consiste en definir conceptos teniendo en
cuenta que no podemos hacer una definición muy genérica (abarcar más), ni muy específica
(abarcar menos). La dialéctica es el método adecuado para definir los conceptos ya que estos
están estructurados dialécticamente. Y con la dialéctica se podrá llegar a un concepto a partir
del cual surgen todos los demás.
III. Conclusión:
Si existe un concepto (idea de bien) mediante el cual podemos percibir y explicar todos los
demás, y si para definir un concepto tenemos que nombrar los objetos que deja fuera y los que
abarca, pero este concepto no deja ningún otro fuera, sino que los abarca todos, ¿cómo
conseguimos explicar la idea de bien? ¿Cómo definimos la idea de bien si no lo engloba ningún
otro, ni se puede diferenciar de otros? Porque si no lo engloba ningún otro, ni se puede
diferenciar de ellos, significa que no se puede definir.
Pues, para Platón las diversas formas de conocimiento que hay dependen del grado de
realidad de su objeto, es decir, el grado de certeza del conocimiento depende del grado de
realidad de su objeto. Como hemos dicho, a medida que un concepto es más real, el
conocimiento es más real y más seguro.
TIPOS DE REALIDAD TIPOS DE CONOCIMIENTO
Noesis Ideas (Idea de Bien) CIENCIA:
Dianoia Objetos matemáticos (episteme)
Pistis (fe) Objetos OPINIÓN: (doxa)
Eikasia (conjetura) Imágenes, copias.
Entonces, ¿cómo captamos las ideas? Mediante el proceso educativo.

5. TEORÍA DE LA EDUCACIÓN

I. Introducción:

Platón decepcionado por la política de su época en la ética llegará a la conclusión de que la


política es necesaria para tener una sociedad justa, que nos reconozca cuando lo seamos. En la
política, Platón dice que el gobernante tiene que ser éticamente correcto y saber definir el
bien del mal, es decir, tener ciencia. En la epistemología deduce que para tener ciencia los
conceptos han ser reales y existir (ser objetivos) y en la ontología, después de haber separado
la realidad en sensible e inteligible, dirá que lo inteligible es más real que lo sensible y como
está estructurado dialécticamente habrá un concepto que sea más real que todos a partir del
cual existan todos los demás, pero este concepto de Idea de Bien no se puede definir en sí ya
que no tiene nada que lo englobe.

En resumen, un gobernante ha de estar educado, es decir, ha de haber accedido a la ciencia.


Pero, ¿cómo se accede a la ciencia si la Idea de la que parten todas las demás no se puede
definir? Con la teoría de la educación.

II. Desarrollo:

Platón desarrolla tres tesis fundamentales en la teoría de la educación:


- Educación elitista: la educación de los gobernantes. Platón cree que no todas las
personas pueden recibir esta educación, solo los que tengan la capacidad intelectual
filosófica necesaria. Se trata por tanto de una educación elitista pero que no depende
de la clase social, ni del género. Los que no estén preparados para gobernar
obedecerán bajo los gobernadores que actuarán para el bien de todos.
- Educación intelectual y moral : en esta educación el individuo ha de formarse
intelectualmente y llegar al saber, y también moralmente, le han de enseñar ética: de
qué manera ha de actuar o de ser, y esta manera es que la razón gobierne su vida
sobre los demás aspectos.
- Educación natural: la inteligencia es natural, es decir, la tienes o no la tienes, pero la
educación no te la puede dar. Platón orienta adecuadamente la inteligencia (a quien la
tiene) para que sepan donde han de dirigirse: al mundo inteligible (a las ideas), no al
material. Sócrates pensaba lo mismo, el individuo ya tiene el conocimiento y la
educación consiste en conseguir que sacase el conocimiento que ya tiene. Por eso,
Sócrates decía “aprender es recordar” porque el conocimiento ya estaba, no tenían
que enseñarlo sino conducir para que lo sacasen (teoría de la Anamnesis o
reminiscencia).

III. Conclusión:

Aprender es llegar a saber desde el no-saber. Hay dos tipos de no-saber o de ignorancia: la
ignorancia de creer que sabes y no querer aprender, o saber que no sabes que es el punto de
partida para aprender.
Por tanto, el primer paso que es la fase destructiva consiste en quitar los prejuicios de quien
cree que sabe para que vea que en realidad no sabe. Esto se hace mediante la dialéctica que va
cancelando hipótesis hasta llegar a una verdad absoluta.

III. Conclusión:

La segunda fase, y donde empieza de verdad el proceso educativo, consiste en centrarse


directamente en el mundo inteligible mediante la razón, no al mundo sensible y tampoco con
la experiencia. Una vez aquí estudian los objetos matemáticos o la dianoia, que en realidad es
una preparación al mundo de las ideas porque las matemáticas todavía parten de hipótesis
que dan por válidas. Por tanto, tendrán que llegar al saber o al mundo de las ideas cancelando
estas hipótesis (dialéctica).
Ahora el gobernante es éticamente correcto y sabe, es decir, está educado, tiene ciencia del
bien, pero con esto no sirve. Le falta experiencia política.

6. ANTROPOLOGÍA

I. Introducción:

Aunque Platón nunca expone una antropología directamente, sí que la va a usar para resolver
otros problemas. Como en la ética (separa las almas en tres), en la epistemología (captamos de
diferentes maneras el mundo sensible y el inteligible, con los sentidos y con la inteligencia/el
alma, respectivamente) o en la teoría de la educación (usa lo que dijo Sócrates: “aprender es
recordar” e intentará explicar porque tenemos ya el conocimiento).

II. Desarrolla:
Platón tiene una concepción dualista del ser humano: el ser humano es un compuesto de
cuerpo y alma (la mente), y que existen de manera independiente. Este punto de vista se
conoce en filosofía como dualismo antropológico. Sócrates, por ejemplo, también era dualista,
decía que el alma y la razón pedían cosas diferentes y por eso estaban separadas. Los griegos
también pensaban que el alma subsistía al cuerpo e iba al mundo de las sombras (al Hades).
Pero, también hay teorías donde el alma no subsiste al cuerpo.

 El alma es considerada inmortal e inmaterial, y tiene prioridad sobre el cuerpo; es lo que


constituye nuestro “yo”, nuestro verdadero ser, hasta el punto de que en ocasiones Platón
llega a afirmar que “el ser humano es su alma”. La verdadera influencia de Platón en este
aspecto fue Pitágoras, que creía que el alma era diferente del cuerpo y subsistía a este y a
la muerte. Si no muere tampoco nace, por lo que, el alma preexiste al cuerpo, su existencia
es anterior y no está ligada al cuerpo. Los pitagóricos también defendían la teoría de la
reencarnación, ya que el alma era inmortal. Siguiendo esta teoría, Platón considera el alma
como el principio vital que infunde vida y movimiento al cuerpo. Es decir, la función propia
y específica del alma humana es el conocimiento. El alma es una realidad intermedia entre
los dos mundos (el sensible y el inteligible), que va aprendiendo y constituyéndose, si bien
su lugar propio y hacia el cual tiende es el mundo de las Ideas, en el que ha preexistido. La
teoría platónica del alma está cargada de influencias pitagóricas: existencia anterior
desligada del cuerpo, teoría de la rencarnación o necesidad del alma de purificarse por
medio del conocimiento y de la práctica de la virtud. Platón va a argumentar la
inmortalidad del alma, donde el alma es igual a vida en el cuerpo. La vida en sí no puede
morir, lo que anima al cuerpo tampoco.

 El cuerpo, en cambio, es material y mortal. Siguiendo los pitagóricos Platón mantiene que
el cuerpo es la cárcel del alma, de la cual esta tiene que liberarse; es, además, una fuente
constante de apetitos y de deseos. El cuerpo inclina a la posesión de lo material, al mundo
de las cosas sensibles, y provoca así la ambición y las guerras. El cuerpo, en definitiva,
arrastra al alma hacia lo sensible, donde jamás encontrará ni la virtud ni el conocimiento.
El cuerpo es un obstáculo que aparta y distrae al alma del conocimiento de la verdad, una
pesada carga que el alma debe vencer y dominar si quiere encaminarse hacia el
conocimiento de la realidad superior e inteligible, donde hallará la verdad y la virtud.

III. Conclusión:

Por tanto, a través de las influencias de Sócrates y de los Pitagóricos, Platón ha construido su
dualismo antropológico. Sobre todo, por el “Aprender es recordar” de Sócrates, explica porque
tenemos ya el conocimiento, es decir, porque la verdad la tiene el alma (razón) y el cuerpo (los
sentidos) es un impedimento. Platón una la expresión “Aprender a morir” que filosóficamente
significa aprender a considerar las cosas desde la razón y el pensamiento, y prescindir del
cuerpo.

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