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1)
Mi nombre es Jazmín Guzmán y desde que tengo 18 años he trabajado en un club bailando
para los hombres... la mayoría de mis compañeras aparte de bailar el tubo también se meten
con los clientes pero es decisión de cada quien yo prefiero sólo bailar, gano lo suficiente
para vivir, al principio sólo lo hacía para pagar mis estudios, después lo seguí haciendo por
que me gustaba... cuando termine mi carrera busque un trabajo donde ya tengo 3 años
trabajando como la asistente personal de Alejandro Santillán el dueño las (Constructoras
Santillán )una de las mas grandes e importantes a nivel mundial, aparte de trabajar en la
constructora también sigo trabajando en el Club ... los hombres que van a ese lugar no
conocen mi cara ni mi nombre real... porque cada una de las chicas usa un nombre falso... a
mi me dicen Esmeralda por el color de mis ojos y siempre uso un antifaz.
Iba llegando a mi trabajo como todos los días... pero este iba hacer uno de los más
tranquilos porque era lunes y mi querido jefe no se iba a aparecer por la oficina durante dos
semanas por que se había casado el día sábado y estaría de Luna de miel... no me estaría
gritando como lo a hecho durante los tres años que tenía trabajando con él... pero apenas
puse un pie adentro de ese edificio de 54 pisos y mire a Jaime el guardia de seguridad que
apenas me miro y negó con la cabeza, supe que mis dos semanas de tranquilidad se habían
convertido en tormenta.
- buenos dias Jaime. - lo salude como todos los días.
- buenos dias señorita Jazmín... lamento ser yo quien le diga que sus días a partir de hoy
serán peores.
Cuando Jaime me dijo eso sentí como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo sabía que algo
malo había pasado.
- por que dices eso Jaime si respiraré aire fresco por dos semanas, y no soportaré el mal
genio de mi querido jefe.
- lamento decirte que desde las 7 de la mañana el aire fué contaminado con la presencia del
jefe... porque fué el primero que llegó a la empresa y trae un genio peor que antes.
- no me hagas ese tipo de bromas Jaime por que no es nada gracioso... mi jefe en este
momento a de estar bien empiernado en su Luna de miel.
- cual Luna de miel... el señor Alejandro no se casó... la novia lo dejó horas antes de su
boda y se fue con otro y ya te haz de imaginar el genio que trae.
- hay no.. no... no... no... ese hombre se vá a desquitar conmigo y yo que pensé que seria
libre por dos semanas.
Entré al elevador y ya sentía que hasta las piernitas me temblaban... no podía creer que a un
hombre tan guapo como mi jefe, de ojos azules, pelo castaño claro y ese cuerpo de Dios
griego que tenía alguien lo podía dejar por otro.
Quería pensar que Jaime me estaba haciendo una broma, pero por la cara que tenían todos
mis compañeros, me confirmaban que era verdad, mi jefe si estaba en la oficina y no en su
Luna de miel.
Cuando llegue al piso 53 donde estaba mi lugar de trabajo todo ese lugar olía a ese perfume
que el usaba... entre más me acercaba a la oficina su olor era más fuerte... la puerta de su
oficina estaba entre abierta era señal de que aquel hombre estaba ahí... ni siquiera entre a
darle los buenos dias como siempre lo hacía a pesar de que nunca me contestaba el saludo.
Entre ami oficina y me senté detrás de mi escritorio sabia que él de seguro ya sabía que
había llegado porque desde que llegué a trabajar para el había una camarita arriba de la
puerta de mi oficina y él me miraba desde su oficina... siempre me tenía vigilada y hasta la
fecha no sabía si era para asegurarse de que estuviera trabajando o sólo lo hacía para
estarme fastidiando.
Fingí no saber que el no se había casado y que estaba en la oficina continua y me puse a
trabajar... como siempre traía mis lentes de nerd que usaba, a pesar de que no los nesesitaba
los usaba... la puerta de mi oficina se abrió de repente y apareció mi guapísimo jefe.
- señorita Guzmán porque llegó hasta ahorita si su hora de entrada es a las 7.. - grito aquel
hombre furioso.
Me levanté como resorte al verlo delante de mi.
- lo siento señor había mucho tráfico... no volverá a pasar.
- eso espero... sabe cuántas mujeres bonitas hay allá afuera que quisieran tener el puesto
que usted tiene.- me miro de pies a cabeza, yo nunca traía las faldas arriba de la rodilla y
mis blusas no eran descotadas, y mi maquillaje era natural.... sabía que mi jefe era un
mujeriego y que en la oficina no había ni una secretaria con la que el se había acostado y
preferí vestir como una mojiganga para que no se fijara en mi.
- quiero que se ponga a trabajar y no quiero que nadie me moleste. - después de decirme
eso salió cerrando con fuerza la puerta... yo sabía que si vestía como lo hacía afuera de la
oficina mi jefe no me miraría como la más fea de su empresa...
Con lo que él me pagaba y con lo que ganaba en el antro vivía más que bien, tenía mi
departamento en una buena zona, un auto último modelo, vestía con buena ropa, por el
trabajo en el antro tenía que estar en buena forma y mantener un buen cuerpo.
Todo el día me la pasé revisando los proyectos que estaban en proceso, mi jefe no me había
molestado y eso era bueno... me había dicho que no lo molestara pero tenía que firmarme
unos papeles así que tenía que verle la cara y esperar sus insultos.
Apenas iba a tocar la puerta de su oficina cuando escuché su voz.
- pasa. - dijo como si supiera que iba a tocar y recordé que el muy mendigo me tenía
vigilada.... Abrí la puerta y lo mire detrás de su escritorio recargado en su silla con la
cabeza hacia atrás y sus ojos cerrados.
- señor se que dijo que no lo molestara pero necesito que me firme unos contratos.
- dejalos sobre el escritorio y sirveme un vaso de whisky.
Puse los papeles en el escritorio como me lo pidió y me acerqué al minibar que ahí tenía y
le serví un whisky. Cuando me di la vuelta ya estaba firmando los papeles.
- señor primero debe leer los contratos antes de firmarlos.
- se supone que usted ya los leyó y esta todo en orden porque si no fuera así no me los
hubiera traído...
Le entregue el whisky y lo miré a la cara y me dí cuenta que tenía los ojos cansados como
si no hubiese dormido, incluso su corbata la traia desacomodada y su cabello no lo traia
peinado como siempre.
- señor es la hora de mi comida si no me va a necesitar puedo ir... - estaba esperando un
grito de su parte pero me sorprendió su actitud.
- puedes ir.
No podía creer que aquel hombre no me gritara.... y antes de que cambiara de opinión salí
de su oficina y me fui a comer, cuando regrese él seguía encerrado en su oficina apenas
llegue y me habló.
- señorita Guzmán venga a mi oficina a hora mismo. - su voz era la misma de siempre y
sabía que había terminado mi día de tranquilidad... Tome mi libreta de apuntes y fuí.
- se le ofrece algo señor Santillán . - le dije apenas entre a su enorme oficina, pero no lo
miré sentado detrás de su escritorio... el no estaba ahí
- si... se me ofrece algo señorita Guzmán. - me dijo justo detrás de mi, estaba borracho... me
hizo dar un brinco al escucharlo tan cerca. - nesesito desahogarme y olvidar lo que esa
maldita me hizo.
Su voz se escuchaba ronca y sus ojos brillaban por el efecto del alcohol, se miraba tan
desarreglado.
- señor creo que ya bebió bastante. - le quite el baso de whisky y lo puse sobre la barra. - no
vale la pena ponerse de esa manera por alguien. - apenas y se podía sostener de pie de lo
ebrio que estaba, lo ayudé a sentarse en el sofá.
- ella se burló de mi todo el tiempo, ella no me quería sólo estaba conmigo por mi dinero...
me dejo dos horas antes de nuestra boda... soy un estúpido Jazmín.
De los tres años que tenía trabajando para el nunca me había hablando por mi nombre esta
era la primera vez que lo hacía.
- y no cree que le hizo un favor... debe agradecer de que se largó y no se casó, le dió la
oportunidad de conocer a alguien más.
El hombre frío y gruñón que conocía no estaba en ese momento, ahora estaba mirando a un
hombre dolido, de corazón roto que estaba ahogando sus penas con alcohol.
- jazmín... tu te haz enamorado? Alguien te ha roto el corazón? Alguien se a burlado de ti? -
me pregunto, sus ojos azules me miraban con tanto brillo . - nunca permitas que ningún
imbécil te lastime Jazmín.
- Yo nunca me enamorado señor... bueno me enamoré cuando tenía 16 años pero no me
rompieron el corazón. -.
Mi jefe se recargó en el sofá recargando su cabeza hacia atrás y poniendo una de sus manos
en sus ojos....
CONTINUARA.....
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Desconocido