ANALISIS DEL ARTICULO 27 DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL

Los moduladores de la actividad procesal se constituyen como el derrotero a seguir por

los servidores públicos para un control efectivo en la construcción de la verdad
procesal; dando aplicabilidad al principio de objetividad que debe ser preservado en
todas las actuaciones de la Fiscalía; la imparcialidad, cuando se ve comprometida,
puede dar lugar a un cambio de radicación del proceso; el principio de legalidad, está
presente en las actuaciones de la Fiscalía y es además, objeto de un riguroso control el
principio de necesidad sirve como criterio para determinar las medidas cautelares en las
actuaciones del juez; el principio de transparencia, guía las actuaciones del Juez para
quien el cumplimiento de este principio se torna en un deber.

Haciendo un análisis epistemológico objetivo, procedemos a desarrollar cada uno de los

criterios contenidos en el artículo 27 a saber:

Necesidad: Entendiendo como aquel que sirve como criterio para la posible imposición
de una medida de aseguramiento o una posible pena afectando los derechos; por ello, el
juez al valorar los hechos puede considerar que la aplicación de estas sea necesaria o no
para cumplir el fin del derecho penal respetando las garantías del procesado.

Ponderación: Este criterio de ponderación hace referencia a poner en balanza los

derechos fundamentales cuando exista una colisión entre un principio de orden
fundamental de diversa índole, frente a otro derecho como por ejemplo la libertad. De
esta forma es necesario hacer una ponderación de los principios en colisión, pues este
será el único método para establecer la necesidad, razonabilidad y proporcionalidad del
sacrificio infringido a un principio fundamental sobre el que se determine una relación
de precedencia condicionada, para lo cual el intérprete deberá someterse a un examen de
constitucionalidad de altísimo rigor de tipo hermenéutico.

Legalidad: Sobre el criterio de legalidad como modulador de la actividad procesal del

artículo 27 de la ley 906 de 2004, para evitar un exceso en la aplicación de la justicia, es
importante señalar que los servidores públicos deben ajustar sus actuaciones a lo
establecido en la normatividad existente. A pesar que el artículo 6 ibidem consagra la
legalidad como norma rectora autónoma que busca la aplicación de la ley procesal
vigente al momento de los hechos, siendo este un desarrollo del artículo 29 superior; se
diferencia de la legalidad como modulador, en tanto que esta última no se toma como
principio sino como criterio para evitar excesos, es decir, que la ley tiene vigencia desde
su promulgación hasta su derogatoria, por lo tanto un juez mal puede dar aplicación de
norma que no estén llamadas a regular determinada materia.

Corrección del Comportamiento: El principio de corrección supone una serie de

comportamientos que exigen al juez que, al realizar su labor de interpretación, no
desvirtúe las funciones y competencias que el Constituyente ha asignado a cada uno de
los órganos constitucionales, de modo tal que el equilibrio inherente al Estado como
presupuesto del respeto de los derechos fundamentales, se encuentre plenamente
garantizado. El principio de corrección busca que se respete las competencias de los
poderes públicos y organismos estatales sin restringir las funciones constitucionales de
algunas de ellas. En consecuencia, todos se ven obligados a respetar el marco de
distribución de funciones estatales consagrados por la Constitución, Por eso, más que un
principio, es un criterio que regula una determinada manera el cometido respectivo de
los agentes de las funciones estatales.

Este criterio de corrección es esencial para el desempeño de todas las actividades

procesales y más para el Juez, ya que el deberá evitar la incorrección y la apariencia de
incorrección en todas sus actividades, de la misma manera deberá aceptar restricciones
personales que puedan ser consideradas una carga para los ciudadanos ordinarios y lo
deberá hacer libremente y de forma voluntaria. Particularmente, un juez se comportará
de forma consecuente con la dignidad de las funciones jurisdiccionales.