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la guitarra

clásica.

mario pino mateos


el origen
-El origen de la guitarra clásica es un tema misterioso y complejo que
durante el último siglo se ha intentado desentrañar. Muchos
musicólogos y expertos han investigado sobre ello, pero la falta de
pruebas documentales y datos históricos concretos impide determinar
con certeza cuándo y dónde se produce el nacimiento de la guitarra, de
qué instrumento proviene o a qué cultura pertenece su creación.
Profundizando en el conocimiento del contexto histórico-artístico de
Europa y España, se encuentran instrumentos musicales con
semejanzas a la guitarra, de los que probablemente evolucionó y
permiten establecer algunas conclusiones sobre el origen.

De Oriente Medio a la Europa medieval.

-En Oriente Medio se encuentra el punto de partida de la historia de la


guitarra, años antes al nacimiento de Cristo. En la mayoría de pueblos
(babilonios, sumerios, egipcios, hebreos…) se utilizaban instrumentos
construidos con palos, cuerdas de tripa y caparazones de animales.
Algunos de estos instrumentos son comunes a los que aparecerán en
Europa en la Edad Media, introducidos por los romanos, griegos y
árabes. Entre estos instrumentos varios son denominados guitarra,
como la guitarra morisca o la guitarra latina, aunque todavía eran
bastante diferentes al instrumento como lo conocemos hoy en día. El
primer modelo definido como guitarra clásica o española aparece en la
Península Ibérica entre los siglos XIV y XV, aunque no hay demasiada
coincidencia entre los distintos investigadores al señalar cuál es el
antecedente más directo como instrumento y a qué pueblos o culturas
se atribuye su creación.

Los instrumentos árabes y cristianos

-Existen dos principales posibilidades sobre la procedencia de la


guitarra española, que han sido las más aceptadas por los
investigadores: la primera hipótesis sostiene que el instrumento
proviene de la música grecolatina y cristiana, que llegó a la península
por el sur de Europa, y la segunda sería la que defiende que la guitarra
procede de las culturas árabes y musulmanas, que entraron a la
península por el norte de África.

Músico árabe y
cristiano con guitarras
moriscas.

El origen más primitivo de la guitarra es un instrumento habitual de los


pueblos de Oriente Medio, importado en Europa por los griegos y
asimilado por los romanos con el nombre latino de cítara. Las más
antiguas no tenían tanta semejanza con la guitarra, pero al cabo de un
tiempo surgió un nuevo modelo de cítara con mástil, parecida al laúd
griego. Este instrumento, al llegar a la Península Ibérica deriva en varios
instrumentos muy similares y de uso común en los reinos Hispánicos de
la Edad Media, como la cítola, la cedra, la vihuela o la fidula.

Vihuela. Cítola Cedra


antecedentes de la guitarra
española
-Con la profesionalización de los juglares y trovadores adquirieron
mayor protagonismo 4 instrumentos, de características similares, que
utilizaban para acompañar sus canciones y poemas. Estos son el laúd,
la vihuela de mano, la guitarra morisca y la guitarra latina. Estos se
pueden apreciar en sus modelos más primitivos en las ilustraciones del
siglo XIII de las Cantigas de Santa María, del Rey Alfonso X El Sabio,
una de las obras más importantes de la música hispánica medieval.

Estos 4 son los instrumentos de cuerda predominantes en la época, que


progresivamente se independiza la música instrumental del canto en los
ambientes más cultos. Fue aquí cuando se empezaron a utilizar los
dedos sobre las cuerdas, que era una forma más útil para obras
polifónicas (hasta entonces se solían tocar con púas estos instrumentos,
para acompañar a la voz). Este hecho favorecerá el que a partir del siglo
XV los músicos de la corte se decanten por el laúd y la vihuela, ya que
tienen mayor posibilidad técnica que las guitarras, que quedaron
mayoritariamente para el uso popular.

el laúd.

-El laúd fue introducido en España por los árabes y se convirtió en el


instrumento por excelencia de la cultura hispano-musulmana. El laúd
hispano-árabe era un instrumento abombado y de mango corto, con la
cabeza del mástil torcida hacia un lado y cinco cuerdas de metal. Con el
transcurso de la Edad Media se adaptó a las formas europeas se
implantaron las dobles cuerdas de tripa, que con el paso del tiempo irán
creciendo en número.

Desde el Renacimiento, se convirtió en el instrumento preferido de


cuerda de la aristocracia, y surgieron grandes compositores como
Francesco da Milano, Adrien Le Roy, o John Dowland, y siglos después
S.L.Weiss y J.S.Bach. Estos fueron los principales compositores de
obras para laúd, que actualmente muchas de ellas están adaptadas
para guitarra y son comunes en el repertorio de hoy en día.
la vihuela de mano.

-La vihuela evolucionó de ser un instrumento pequeño parecido al violín,


y que se frotaba con arco para acompañar canciones, a ser tocada con
plectro (vihuela de péñola) y después con los dedos (vihuela de mano).
En el siglo XV la vihuela adquirió una forma muy parecida a la guitarra
de la época, a diferencia que contaba con seis dobles cuerdas en vez
de cuatro, lo que daba mayores posibilidades musicales. Esto permitió
que fuera el instrumento más utilizado por los músicos profesionales
para la música polifónica de cámara y de capilla, dejando de lado al
laúd, que era hasta entonces el más utilizado. La primera gran obra para
vihuela fue publicada en el siglo XVI, compuesta por Luys de Milán e
interpretada por Luys de Narváez para el rey Felipe II. Estos dos
vihuelistas y compositores fueron los más influyentes en el repertorio
que se conserva hoy en día de vihuela. También sobresalieron en la
época Alonso Mudarra, Diego Pisador o Antonio Cabezón. Estos fueron
los principales compositores de la música Renacentista para vihuela,
con obras de una calidad artística muy elevada.
la técnica y su evolución
- Desde su creación y durante gran parte del Renacimiento, la técnica
principal de la guitarra de 4 órdenes (cuerdas), la vihuela y el laúd era el
rasgueado. Es durante el siglo XVI cuando al independizarse la música
instrumental de la música vocal y tener mayor protagonismo estos
instrumentos se desarrolla la técnica del punteado en el laúd y la
vihuela. Por el desarrollo de esta técnica y para que la guitarra siguiera
progresando artísticamente y tuviera más presencia en los círculos
musicales selectos, se añadió en el siglo XVI el quinto orden doble de
cuerdas. La afinación de estas era: LA-RE-SOL-SI-MI, a falta de la
incorporación de la sexta cuerda grave, que se haría a finales del siglo
XVIII afinada en MI.

-Durante el periodo barroco, los avances técnicos desarrollados por el


laúd y la vihuela hicieron que la guitarra se quedara en un sector
apartado de la élite musical, a pesar de la moda del rasgueado. Tras el
pionero tratado de Amat se publican un gran número de obras en
España, Italia y Francia en las que además del rasgueado se utiliza el
punteado y el estilo mixto, en el que se combinan los dos. La obra con
mayor repercusión en el periodo barroco fue la “Instrucción de música
sobre guitarra española”, de Gaspar Sanz, una obra que contenía una
variedad de danzas populares muy didácticas en las que se reunían y
se definían todas las técnicas del momento.

-Es a finales del siglo XVIII y principios del XIX cuando la guitarra
consigue consagrarse como uno de los instrumentos de concierto
selectos en toda Europa. Es en esta época cuando aparecen dos
grandes guitarristas que destacan sobre los demás y que tienen una
gran influencia en el ámbito didáctico, de la composición y como
intérpretes. Estos son Fernando Sor y Dionisio Aguado. Ellos
desarrollaron la nueva posición de entonces para apoyar la guitarra con
un trípode, quedando apoyada la guitarra en la pierna derecha.
Dionisio Aguado tocando con el trípode.

-Aguado y Sor fueron especialmente importantes, aparte de por ser


grandes compositores e intérpretes, por los tratados y métodos de
estudio que crearon. Sor hizo el “Métode pour la guitare”, que contribuyó
de forma destacada al reconocimiento y prestigio de la guitarra en
Europa, aparte de la gran cantidad de estudios que compuso para la
técnica guitarrística. Aguado en el campo didáctico publicó el “Nuevo
método para guitarra”, “Escuela de guitarra” y “Colección de estudios
para guitarra”, que en conjunto se convirtieron en el tratado más
completo sobre el instrumento del siglo XIX.
A pesar de ser amigos y haber convivido los dos varios años en París,
uno de los grandes centros artísticos de la época, tuvieron posturas
contrarias respecto a algunas cuestiones técnicas. La gran polémica
guitarrística del siglo fue la postura opuesta de ambos respecto a la
forma de atacar las cuerdas: Sor era defensor de atacar las cuerdas con
la uña y Aguado de atacarlas con las llemas de los dedos.

-A mediados del siglo XIX, la guitarra tuvo un pequeño bajón en cuanto


a importancia en el ámbito musical culto europeo. Quien se encargó de
recuperar y ampliar las cualidades técnicas y artísticas de la guitarra fue
el guitarrista español Francisco Tárrega, quien es considerado el padre
de la guitarra clásica contemporánea. Tárrega hizo varias labores
importantes para la guitarra en diferentes ámbitos. Lo primero de todo
fue ampliar el limitado repertorio que había entonces. Para ello se
dedicó a componer obras de gran categoría artística como “Capricho
Árabe” y “Recuerdos de la Alhambra”, y adaptar obras de grandes
compositores como Bach, Haendel, Mozart o Beethoven. Sin embargo,
esta no fue la principal labor que hizo por la guitarra, sino que fue la
obsesiva dedicación al estudio de esta y por tanto la perfección en los
más mínimos detalles de la técnica: descubrir nuevos sonidos, efectos y
posibilidades tímbricas hasta entonces desconocidas. De esta forma,
Tárrega estableció la postura ideal del guitarrista y la forma de sujetar el
instrumento, señalando cómo se debían colocar las manos para una
correcta ejecución y cómo se debían pulsar las cuerdas para conseguir
un sonido más puro y limpio. Todas estas indicaciones fueron
adoptadas por todos los grandes intérpretes de principios de siglo XX,
como Miguel Llobet, Daniel Fortea o Emilio Pujol, los primeros
divulgadores de la guitarra clásica contemporánea por todo el mundo.

Francisco Tárrega, con la postura


y la colocación de las manos
ideal.
compositores y repertorio
-Fernando Sor (1778-1839): considerado por algunos como “el
Beethoven de la guitarra”. Fue un compositor del clasicismo, con un
amplio repertorio de todas las dificultades, desde sus estudios para
aprender la técnica hasta obras como la “Fantasía Elegiaca”,
“Variaciones sobre un tema de La Flauta Mágica”, “Gran Sonata” entre
otras.

-Napoleón Coste (1805-1883): alumno de Fernando Sor. Compositor


clásico, con obras como “Le Départ”,”Les soirées d'Auteuil”, “Grande
Serenade” y “Andante y Polonesa”.

-Johann Kaspar Mertz (1806-1852): compositor de la misma época que


Fernando Sor y Napoleón Coste, pero influenciado por la música para
piano (Chopin, Schubert, Mendelssohn), en vez del clasicismo. Sus
obras más populares son la “Fantasía Húngara”, la “Elegía” y la
“Tarantela”.

-Joaquín Turina (1882-1949): uno de los compositores más importantes


del impresionismo español. Para guitarra sólo escribió 5 obras, pero
estas son de gran calidad y popularidad, como la “Sonata en re menor
op.61”, una de las grandes sonatas compuestas para guitarra, la
“Fantasía Sevillana” o el “Homenaje a Tárrega- Garrotín y Soleares”.

-Agustín Barrios Mangoré (1885-1944): uno de los compositores más


tocados en el mundo guitarrístico. Su música es una fusión del estilo
romántico con la música folclórica latinoamericana. Algunas de sus
obras más famosas son “La Catedral”, “Julia Florida”, “Una limosna por
el amor de dios”, “Un Sueño en la floresta” y la “Mazurka Appassionata”.

-Manuel María Ponce: (1886-1948): compositor mexicano. Sus obras


abarcan más que el repertorio para guitarra exclusivamente. Algunas de
las más importantes son sus 6 sonatas para guitarra, todas ellas obras
maestras de la guitarra, que serán interpretadas por los más grandes
guitarristas del siglo XX, la “Sonatina Meridional”, los 24 preludios y el
“Concierto del Sur”, para guitarra solista y orquesta.

-Heitor Villalobos (1887-1959): prolífico compositor con más de 2000


obras. Es probablemente el compositor sudamericano más conocido. Su
repertorio para la guitarra es imprescindible, como sus 12 estudios,
presentes en la vida estudiante de cualquier guitarrista, el “Concierto
para guitarra y orquesta”, o la “Suite Brasileña”.

-Joaquín Rodrigo (1901-1999): compositor del afamado “Concierto de


Aranjuez”. Compuso también otros 5 conciertos para guitarra y orquesta
y más de 20 obras para guitarra. Entre las más conocidas en el
repertorio guitarrístico están “Invocación y danza”, “En los trigales”,
Junto al Generalife”, la “Sonata Giocosa”, las “3 piezas españolas” y la
“Toccata”, posiblemente una de las obras más difíciles del repertorio.

-Antonio José (1902-1936): compositor español, fallecido en el


comienzo de la Guerra Civil española. Solo compuso una obra para
guitarra, pero esta es de gran calidad y dificultad: la “Sonata para
guitarra”

-Vicente Asencio (1908-1979): compositor valenciano. Dedicó a la


guitarra 5 obras: “Colección Íntima”, “Suite mística”, “Suite Homenajes”,
“Suite Valenciana” y “Canción de invierno”.

-Leo Brouwer (1939- ): uno de los compositores más importantes para


guitarra. Su música va desde lo tradicional hasta lo vanguardista y
experimental. Sus obras más conocidas e importantes son los “20
estudios sencillos”, “El decamerón negro”, sus 4 sonatas para guitarra,
“Elogio de la danza”, “Un día de noviembre”, entre otras.

-Mario Castelnuovo Tedesco (1895-1968): compositor italiano. Su


repertorio incluye óperas, ballets, conciertos, música de cámara,
orquestal y coral, música de cine y para instrumentos solistas. Para
guitarra compuso la “Sonata homenaje a Boccherini op.77”, el “Capricho
Diabólico” (homenaje a Paganini), los “24 Caprichos de Goya” o “La
guitarra bien temperada”.

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