profesión de docente fue menospreciado, primero por el trabajo de más 8 horas que realizaban, los viajes de hasta más de un día para llegar a su lugar de trabajo y sobre todo por el bajo sueldo que percibían; sin embargo, esta situación viene cambiando y en los últimos años se ha visto un interés por los jóvenes en estudiar esta noble profesión.
Los postulantes se han incrementado la razón, por el incremento de las
remuneraciones que van desde los 2 mil soles y se aumentan de acuerdo al lugar de trabajo como en las zonas rurales, zonas de emergencia y otros que lo hacen más que tentativo en una sociedad competitiva que cada vez requiere de profesionales capaces de afrontar los cambios en estos tiempos modernos.
Cada 6 de julio de cada año
se conmemora el Día del Maestro, debido a que el 04 de mayo de 1953, el Presidente Manuel A. Odría oficializó la fecha como el Día del Maestro. Desde ese entonces se reconoce al maestro por la gran labor que realiza, que es formar profesionalmente a los jóvenes del futuro. Lo cual es bueno recordar a aquellos verdaderos docentes que buscan educar a las futuras generaciones con el único propósito de defender los derechos de las personas más vulnerables, con valores y ética. Gracias maestro por inculcarnos buenos valores, por el esfuerzo que realizas por llegar a lugares olvidados, por el interés que pone para enseñar y formar jóvenes con buenos valores, ciudadanos realizados y para el desarrollo de nuestro país. ¡VIVA LOS 199 AÑOS DE INDEPENDENCIA! En el mes de Julio del día 28 se celebra el aniversario de la Independencia del Perú, importante fecha, para todos los peruanos, que prevalecerá en el tiempo de generación en generación. "El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos, y por la justicia de su causa que Dios defiende; ¡Viva la patria, viva la libertad viva la independencia!", palabras que fueron expresadas enérgicamente por el General Don José de San Martín en la plaza Mayor de Lima la mañana del glorioso 28 de Julio de 1821. Expresiones que resonaron en todos los corazones peruanos, entre el estruendo de los cañones, el repique de campanas y el júbilo del pueblo. A comienzos del siglo XIX el rey de España, Fernando VII, había logrado frenar todo intento de emancipación en las colonias. Es así, que a comienzos de 1816, solo quedaban como únicos focos de agitación libertaria: las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina) y la Región de los Llanos Orientales del Orinoco (Venezuela), de donde partieron las dos Corrientes Libertadoras que convergieron hacia el Perú: la del Sur, al mando de Don José de San Martín (1820), y la del Norte comandada por Don Simón Bolívar. El 9 de diciembre de 1824, fecha de la batalla de Ayacucho, se puso punto final a la guerra con la capitulación del último ejército realista del Perú. La diplomacia peruana consigue por último que España reconozca la independencia de la República del Perú el 14 agosto de 1879. El Perú consiguió su libertad a costa de la sangre de muchos peruanos, sangre representada en el rojo de nuestra bandera, hombres y mujeres que no dudaron en entregar su vida con la única esperanza de que sus descendientes puedan vivir en una nación soberana y libre que crea su propio destino. Perú, tierra bendita que se supera día a día gracias a su gente, que trabaja incesantemente para forjar un país mejor, un país que necesita estar unido para afrontar las adversidades. Estas fiestas significan un homenaje a todos aquellos héroes que ofrecieron sus vidas por el sagrado suelo patrio, compatriotas que son dignos de recuerdo, ¡VIVA EL PERU!