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Relación entre las grasas y la depresión

Es importante reconocer queridos lectores que así como hay grasas que dañan nuestra salud,
hay también grasas que la fortalecen y esas grasas tienen el nombre que ustedes ya saben:
ácidos grasos esenciales.

A nosotros nos enseñaron a preocuparnos por la falta de calcio, de hierro y de proteína, razón
por la cual vivimos consumiendo leche y carne. Pero se les olvidó la importancia que tienen las
grasas buenas en la salud.

En la actualidad la deficiencia nutricional más importante que tenemos es la de ácidos grasos


esenciales que son el ácido linoléico y el ácido linolénico, cuyos nombres vienen del latín ‘linum
usitatissimum’ mejor conocido como linaza. Sus nombres técnicos son: Omega 6 y Omega 3.

Estamos deficientes de estas grasas ya que los medios de comunicación y la industria de


alimentos se han preocupado más por ‘meternos en la cabeza’ los productos ‘light’ o ‘low fat’
(que significa bajos en grasas y cero colesterol) y que en realidad lo que contienen son aceites
vegetales refinados y margarinas.

Amigo lector, cualquier cosa que usted compre para comer en la calle ya sea un helado, un
postre, un pudín, un brownie, una galleta, un confite, una arepa, una pizza, etc, está llena de
aceites vegetales refinados e hidrogenados, y nunca jamás tendrán grasas buenas Omega 3
porque los aceites ‘malos’ son más baratos y así se obtiene más dinero con el producto. Nadie
se va a preocupar por su salud, sólo usted. Así que aprenda a escoger mejores alimentos. El
conocimiento da poder.

Ahora bien. Los músculos y los huesos son ricos en proteínas y minerales, pero el principal
componente del cerebro es la grasa en un 60%. El cerebro no produce su propia grasa, usted
tiene que dársela y tiene que ser de buena calidad como el Omega 3. Las células del cerebro se
llaman neuronas y tienen una pared llamada membrana celular que es la que se conecta con
otra neurona para transmitir la información.

Cuando una neurona se comunica con otra por medio de su pared se le llama sinapsis y el
mayor número de sinapsis indica el grado de inteligencia que usted posee. Mucha gente cree
que el grado de inteligencia depende del mayor número de neuronas (o células cerebrales) que
se tenga y no es así. Depende del mayor número de sinapsis o de comunicación entre neurona y
neurona.

Pero lo que la gente no sabe es que la pared de cada neurona tiene un ingrediente especial que
es el que le permite comunicarse con otras y se llama ácido graso esencial Omega 3 o ácido
alfalinolénico, que el cerebro no es capaz de producir. Hay que dárselo en la dieta ya sea
comiendo pescado, comiendo vegetales verdes o semillas como la linaza o germen de trigo. Los
pescados obtienen esos ácidos grasos Omega 3 de las algas y el plancton.

En otras palabras, las grasas buenas forman las redes de comunicación mientras que los
neurotranmisores (proteínas) son los agentes de comunicación y para que usted no se deprima
no debe tomar un antidepresivo sino una grasa esencial buena como la Omega 3 que es la que
permite que el agente de comunicación viaje a la otra célula o neurona.
Podemos concluir que de los diferentes tipos de aceites que usted coma dependerá el grado de
inteligencia y el estado de ánimo que usted tenga y si es una grasa mala como la del brownie,
por ejemplo, su rendimiento cerebral será bajo. La composición de grasa del cerebro depende de
la composición de nuestro plato de comida.

Entonces, ¿nuestras neuronas serán ensambladas a partir de papas fritas, pollo a la brasa y
mayonesa o de los aceites vegetales de buena calidad encontrados en el Salmón, la linaza,
vegetales verdes, granos, semillas, nueces espirulina, germen de trigo, cebada, quinoa y
almendras?

La palabra entusiasmo viene del griego ‘entheos’ que significa estar inspirado por la divinidad y
se debe leer como: inspiración de Dios en el interior. La teoría que nos presenta la medicina
moderna es que ese entusiasmo, esa alegría, ese buen estado de ánimo lo podemos obtener
con la gracia de Dios y con la grasa de Dios que está puesta en la naturaleza y que se llama
Omega 3.

Los ácidos grasos Omega 3 pueden reducir la formación de depresión y reducir las
enfermedades cardiovasculares. Es decir, que podemos pasar de una ciencia de drogas como el
Prozac a una ciencia nutricional que medica linaza o aceite de pescado. Repito, las personas
con depresión tienen niveles bajos de ácidos Omega 3 en el cerebro.

En Japón y en Taiwán no se encuentran casos de depresión severa o moderada en las áreas de


la Costa por el mayor consumo de pescado en esas regiones.

Si usted aumenta en su dieta el Omega 3 se elevará la producción de un neurotransmisor


llamado ‘dopamina’ en el lóbulo frontal del cerebro que está ligado a la motivación, la inspiración
y fuerza de voluntad. Las personas con depresión no tienen estas facultades. Los estados
anímicos de ansiedad, irritabilidad y violencia son condiciones que necesitan estos ácidos grasos
esenciales.

Para evitar la depresión usted debe comer lo siguiente:


Aceite de primula (primerose)
Aceite de borraja (borage)
Aceite de pescado (epa y dha) Salmón, Sardina, Trucha, Cojinúa, Bonito, Jurel, Caballa, Atún
(en agua y no el enlatado en aceite refinado).
Aceite de grosella (black currant)
Aceite de linaza (flax)
Aceite de germen de trigo (wheat germ)
Aceite de ajonjolí (sésame)
Comer frutos secos como almendra, nueces, marañón, pistacho, pino, avellana, etc.
Semillas de soya tostada
Vegetales verdes y oscuros.

Por Alejandro Segebre M.D.


Tel: 3738521
Email: alejandrosegebre@gmail.com

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