El maestro ignorante.
Cinco lecciones sobre la Cartas a quien pretende enseñar
emancipación intelectual
Autor: Jacques Ranciére
Editorial: libros del zarzal
El libro plantea la historia de Joseph Jacotot
ubicada en Francia de 1789 en medio de la
revolución, donde el fin de este era poner fin
erradicando a la revolución llevando una
transformación de las instituciones y mentalidades
pasando de una fiebre igualitaria y desordenes
revolucionarios a la constitución de un orden nuevo
de sociedades y gobierno que conciliara el
progreso y lo modernizaba en una institución que
simboliza la unión es decir, la institución
pedagógica donde el ejercicio de la autoridad y la
sumisión no tiene otro objetivo que el de la
progresión de los sujetos para alcanzar el límite de
sus capacidades. El buscaba concluir la revolución
mediante la institución de un orden moderno
razonable, la instrucción se convertía en un
mandamiento central: gobierno de la sociedad a
través de personas instruidas y formación de élites.
Entonces el maestro tiene el papel de hacer pasar
una progresión sabia, adaptada al nivel de las
inteligencias embrutecidas, es decir, transmitir los
conocimientos que el posee a los ignorantes
teniendo como objetivo el reducir tanto como sea
posible la desigualdad social (reduciendo la brecha
entre los ignorantes y el saber) sin embrago el
advierte que la distancia entre la escuela y la
sociedad pedagogizada que se pretende
reducirles la misma de la cual proceden y, por lo
tanto, reproducen sin cesar, ya que la igualdad
nunca viene después ósea como un resultado a
alcanzar, sino debe ubicársela antes porque quien
obedece una orden primero debe comprender el
orden y segundo, tiene que comprender que debe
de obedecerlo (debe sr igual a su maestro para
someterse a él) entonces se puede decir que la
instrucción puede significar dos cosas opuestas
confirmar una incapacidad o forzar una capacidad.
La primera opción se llama embrutecimiento y la
segunda emancipación entonces no se debe
instruir al pueblo para acercarlo a la igualdad,
tienen que emancipar las inteligencias, obligar a
todos y cada uno a verificar la igualdad de las
inteligencias. Entonces se trata de saber si el
Autor: Paulo Freire
Editorial: siglo veintiuno
EL siguiente libro está dirigido especialmente a los
maestros para defender su identidad y legitimidad
como docentes. En su tercera carta "vine a hacer el
curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad"
plantea la importancia además que defiende la
practica educativa afirmando que es algo muy serio
ya que se participa en la formación de niños,
adolescente y adultos. Donde se le ayuda o
perjudica en la búsqueda de su formación. Sin
embargo existen dificultades a las que se enfrenta
el docente como la falta de respeto así como el
escaso salario que reciben por esto es evidente que
reconocer la importancia de nuestra tarea no
significa pensar que es la más importante de todas.
Significa reconocer que es fundamental. Y algo
más: es indispensable para la vida social. Y es por
esto que no se puede decir que es parte de la
docencia solo porque no tuvo otra opción, el autor
se siente mal por esto y por cómo es tratada la
profesión docente, sin embargo el incita a seguir
luchando en defensa de los derechos de los
docentes además de que deben de estar
convencidos de la importancia social y política de la
tarea docente. Todo eso está íntimamente
relacionado con cierta comprensión colonial de la
administración, de cómo organizar el gasto público,
jerarquizando los consumos y priorizando los
gastos. Argumentado casos como más viable el
aumentar a los procuradores porque solo son
setenta y no poder hacer eso con los maestros
porque son más de veinte mil dejando de lado si el
trabajo docente es importante o no si sus salarios
son o no son insuficientes. Si su tarea es o no es
indispensable. Y es sobre todo en esto que se debe
insistir en esta lucha, difícil y prolongada, y que
implica la impaciente paciencia de los educadores y
la sabiduría política de sus dirigentes. Si la
sociedad no reconoce la relevancia de nuestro
quehacer, mucho menos nos brindará su apoyo. Se
hace urgente que aumentemos las filas de la lucha
por la escuela pública en este país. Escuela pública
y popular, eficaz, democrática y alegre con sus
maestros y maestras bien pagados, bien formados
propio acto de decirle a alguien maestro es un y en permanente capacitación. Con salarios nunca
testimonio de igualdad o desigualdad y esto nos más a distancia astronómica, como hoy, frente a los
lleva a una cuestión política: se trata de saber si un de los presidentes y directores de las empresas
sistema de enseñanza tiene por presupuesto una estatales.
desigualdad que "reducir" o una igualdad que Es evidente que los problemas relacionados con la
verificar. Por un lado, se propone a reducción de educación no son solamente pedagógicos. Son
la desigualdad al hacer explícitas las reglas del políticos y éticos, como cualquier problema
juego y la racionalización de las formas de financiero. Es muy cierto que la educación no es la
aprendizaje. Por el otro, anuncia de manera palanca de transformación social, pero sin ella esa
implícita la vanidad de toda reforma, que hace de transformación no se produce. Ninguna nación se
esta violencia simbólica un proceso que reproduce afirma fuera de esa loca pasión por el conocimiento
indefinidamente sus condiciones de posibilidad. sin aventurarse, plena de emoción, en la constante
Para la ideología republicana, por el contrario, la reinvención de sí misma, sin que se arriesgue
potencia de la igualdad residía en la universalidad creativamente. Ninguna sociedad se afirma sin el
de un saber distribuido a todos por igual, sin tener perfeccionamiento de su cultura, de la ciencia, de la
en cuenta su origen social, en una Escuela investigación, de la tecnología, de la enseñanza. Y
completamente separada de la sociedad. Pero todo esto comienza con la pre escuela.
como se ha visto el saber no conlleva en sí mismo
ninguna consecuencia igualitaria. Entonces tal y
como lo menciona Jacotot la desigualdad no
consiste ni en la enseñanza uniforme de los niños
de la república ni en la disponibilidad de productos
a bajo precio en las góndolas de los
supermercados. La igualdad es fundamental y
ausente, es actual e intempestiva, siempre
atribuida a la iniciativa de los individuos y de
grupos que, contra el curso ordinario de las cosas,
asumen el riesgo de verificarla, de inventar las
formas, individuales o colectivas, de su
verificación.