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D.

ESTRUCTURA DE IMPUTACIÓN D E LOS


CRÍMENES DE LESA H U M A N I D A D

1 .1
I. ASPECTOS PREVIOS
La estructura de imputación del que hacemos alusión trata sobre
las categorías y elementos que se van a tomar en cuenta para afirmar
que un comportamiento tiene relevancia de lesa humanidad. En tan-
to las normas penales que tratan sobre delitos contra la humanidad
(J
(arts. 320-322 del CP) tienen que interpretarse de conformidad con
las normas establecidas en el ECPI, surge la pregunta, ¿qué modelo
de imputación ha de seguirse?. Pues las normas del ECPI son una
suerte de síntesis de una legislación penal universal, y por tanto da la
impresión de asumir también una estrucmra de imputación aceptada
umversalmente. En todo caso, nace por lo menos la curiosidad de
saber, qué sistema de imputación penal ha llegado a imponerse en la
elaboración del ECPI y si ese sistema de imputación es vinculante
para los Estados que han suscrito el ECPI o tienen libertad de esta-
blecer su propio sistema de imputación cuando se trata de resolver
crímenes de trascendencia internacional en sede nacional.

Es sabido que la dogmática del Derecho penal alemán es una


de las más desarrolladas del mundo debido a su vasta producción
científica y porque permite diversas soluciones a casos prácticos to-
mando en cuenta una profusa argumentación jurídica. La dogmática
penal alemana tiene mucha influencia, por no decir casi total en los
países suramericanos^^*"^ especialmente en el Perú. Esto se puede

(LsRo joiiN, Manual teórico-práctico de teoría del delito, p. 29 habla sobre


ol coiKcpio d()i;niátic() tripartito afirmando que tiene el sello de oi-iorn
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C I R O ). C A N C H O ESPINAL

es un idioma internacional por antonomasia para la diplomacia y el


comprobar inmediatamente después de abrir las primeras páginas de inglés es considerado como el idioma universal. De acuerdo al art.
cualquier manual conocido de la parte general del Derecho penal. Si- 50. 2 del ECPI "los idiomas de trabajo de la Corte serán el francés y
milar influencia tiene el Derecho penal alemán en la dogmática penal el inglés. En las reglas de procedimiento y prueba se determinará en
española, pormguesa, pero también en grado menor en la italiana. qué casos podrá utilizarse como idioma de trabajo otros idiomas ofi-
También en otros países con idiomas más difíciles como Japón, Co- ciales^^'*\r estas circunstancias favorables a otros países, la dog-
rea, Grecia, Finlandia, Turquía y Polonia. Sin embargo, países como mática penal alemana no ha podido posesionarse como el orientador
Bélgica y Holanda, los países escandinavos, así como el ámbito an- del Derecho penal internacional. A M B O S , haciendo referencia a otros
gloamericano tienen compresión, pero poco interés en la dogmática autores, se queja^, que la mayoría de penalistas alemanes solo miran
penal alemana. Países como Hungría, Rusia, y aquellos que mvieron su ciencia y no tienen interés, por ejemplo, en desarrollos dogmáti-
un régimen comunista no tienen interés en la dogmática penal ale- cos de otros países e incluso la mayoría de los penalistas españoles
mana<^">. Es de resaltarse también que la dogmática penal alemana y su producción científica es desconocida cuando no ignorada en
no tiene influencia o es muy reducida en la ciencia jurídico penal Alemania^^^*).
francesa<^">.
Entonces, establecido que la dogmática penal alemana no ha
Pero la ciencia jurídico penal francesa, a pesar de no ser tan podido posesionarse como orientadora en el Derecho penal inter-
famosa como la alemana, y no tener influencia en Latinoamérica o nacional, nos preguntaísimos — dada nuestra dependencia científi-
mejor dicho en países de habla hispana y portuguesa, tiene mucha ca - si es legítima seguir manteniendo la estrucmra de imputación
repercusión en el desarrollo del Derecho penal internacional y junto siguiendo el modelo alemán para resolver los crímenes de relevancia
con él, también el círculo jurídico angloamericano^^*^^ Ello es muy internacional, para casos que se ventilen en el Perú.
evidente en la parte general del ECPI, sobre todo en el tema del
dolo^^*'*^ Uno de los factores de la mayor influencia francesa en el Para responder ello hay que tener presente desde el punto de
Derecho penal internacional, se debe a la habilidad negociadora de vista del Derecho formal, que ni el ECPI ni las normas del Derecho
la diplomacia francesa y por el factor idiomático, dado que el francés internacional consuetudinario establecen criterios vinculantes acerca
del modo como los Estados deben cumplir con la persecución y
sanción de los delincuentes que han cometido crímenes internacio-
nales^^*''\o que se tiene es una exhortación a los Estados firmantes
alemán difundido de manera irrefutable con especial envergadura en el para que puedan cumplir con el plan o el espírim^^**^ de la ECPI. En
entorno cultural hispanohablante.
AMBOS, L a parte general del Derecho penal internacional, p. 49, nota al
pie. 95.
(262) £g importante resaltar lo que señala H U R T A D O POZO, Manual de Derecho
'^''^ De acuerdo al art. 50 del E C P I los idiomas oficiales de la Corte serán el
penal. Parte General I , § 9/1002 en el sentido que los penalistas alemanes
árabe, chino, el español, el francés, el inglés y el ruso.
y franceses se limitan a utilizar la bibliografía de sus países sin recurrir
a la del vecino. De otra opinión C A R O J O H N , Manual teórico-práctico de Con cita de Muñoz Conde, AMBOS, L a parte general del Derecho penal
internacional, p. 51.
teoría del delito, p. 29 con cita de Gimbernat Ordeig, quien resalta que
la consulta a bibliografía extranjera es signo de apertura de mentalidad. También Wi,Ki.i:/)i:ssni luii.R, en: Doctrina, p. 129.
'^"'*> W I : K I . I / | I ssiii i(, ,M(, en: Doctrina, p. 129.
AMBOS, La parte general del Derecho penal internacional, p. 50.
AMUOS. niirrc ociu-ra! ilei Drreciu) ni-ii;il mlciii;ii K p . 50.
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este sentido, cuando nos encontramos frente a la dilucidación dog- la evolución científica nacional también independencia, así como la
mática de un caso con relevancia de crimen internacional regulado responsabilidad del Estado signatario sigue siendo principal en la
en el CP o el ECPI, se aplicará no el sistema de imputación de la persecución y sanción de crímenes internacionales (art. 1 y 17 del
ciencia jurídico penal francesa o angloamericana dominantes en el ECPI).
Derecho penal internacional^^*'^, sino aquello que nos aproximamos
Lo acabado de señalar es también compatible con la reflexión
a saber, la estrucmra de imputación del Derecho penal alemán del
poh'tico-filosófica del contracmalismo como punto de partida de le-
que somos dependientes, con el riesgo - si no lo hacemos — de que-
gitimación teórica de sociedad y Estado, de modo general del mundo
darnos sin dogmática penal^^''*^
occidental. En una especie de mengua de libertad o autonomía los
Siguiendo la reflexión desde el plano formal del Derecho, hay Estados al suscribir el ECPI han enajenado parte de su soberanía
que destacar que las normas del ECPI, así como la competencia a cambio de que un órgano internacional "Leviatán Universal" de
de la CPI son complementarias de conformidad al art. 1 del ECPI mayor peso y robustez dispense seguridad en el plano internacio-
y no subsidiarias de la legislación o jurisdicción penal nacional^^^^\ nal, sancionando a delincuentes internacionales, y para ello se asienta
La complementariedad de las normas del ECPI no quiere decir que también una constimción normativa universal como el ECPI. Sin
no haya desarrollo dogmático propio para la solución de los casos embargo, los Estados signatarios del Estamto de Roma no pierden
que se den en la jurisdicción nacional. Complementariedad es en en su totalidad su soberanía cuando tienen que judiciahzar crímenes
este contexto integración; por eso es que puede haber libertad en la de raigambre internacional, así como una persona en un Estado en
argumentación e interpretación de las normas del CP en concordan- particular no enajena toda su libertad al Estado "Leviatán". A eso se
cia con el ECPI. Esto se sustenta en el hecho de que hay primacía debe que la dogmática penal internacional ha de ser obra también del
formal^"^^ de las jurisdicciones nacionales sobre la CPI, dándole a 1 'astado signatario.

Asimismo, siguiendo el cauce filosófico, un argumento adicional


de peso tiene que ver con el relativismo^"^^ como tesis gnoseológica,
Si se dilucidara un caso en la CPI, es de inferirse que el modelo de imputación por el cual, a pesar de los pretendidos deseos de universalización de
ha de ser el preponderante en el Derecho penal internacional. los conocimientos, cada culmra, por razones de diversidad, honor y
(270) jj^^ aproximación apresurada de la dependencia científica de nuestro país
sobre todo orgullo científico, siempre tiende o buscaíidentidad en
nos lleva a constatar pobreza en filosofía, sociología, antropología. Ello no
se mide por la cantidad de publicaciones, que podrían ser muchas, sino sti construcción científica, en este caso, de un sistema de dogmática
por su originalidad. Si sobre dichas ramas del saber se han escrito en el penal. En este orden de ideas, tomando en cuenta lo dicho anterior-
Perú, también lo han sido teniendo como fuentes de inspiración el pen- mente, vamos a seguir el hilo de explicación del sistema de la dog-
samiento occidental. Así no existe en su gran mayoría identidad propia en mática penal que nos es accesible, adecuando por cierto, al espíritu y
el pensamiento. Esa misma suerte sigue el "Derecho penal peruano", por
sentido de las normas del ECPI.
cuanto sus fuentes de conocimiento más importantes como la filosofía,
sociología, antropología tienen poca originalidad.
O L Á S O L 7\LONSO, en: R P C P 2 4 (2012) p. 4 5 9 .

Sin embargo al mismo tiempo se observa la primacía material, puestt) que


la C P I es la que tiene finalmente la última palabra, pues si de acuerdo Sobre distintas categorías filosóficas en teoría del conocimiento, léase a
a las acmaciones de una jurisdicción nacional, una situacicm podría ser lliíssiíN, Teoría del conocimiento. Losada, 1938. Específicamente sobre el
admisible ante la C P I , pid. Oi.Ásoi.o ALONSO, en: Rl'CI' 2 4 ( 2 0 1 2 ) p. 461. relativismo revísese la p. 41.
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Habíamos empezado el capímlo de esta contribución indicando Otros que también pueden comunicarse y entender. Esta dialéctica de
que lo que se busca con una estructura de imputación es establecer comunicación quiere decir, que los otros humanos que no tienen la
los presupuestos para considerar a un comportamiento como delito. capacidad de comunicarse y de entender, no forman parte del con-
En nuestro caso, si realmente se configura un crimen de lesa humani- cepto de persona. Aquellos que no pueden comunicarse normativa-
dad, y no sea simplemente una adjudicación de cargos. La afirmación mente están fuera de la competencia para quebrantar la norma, es
de configuración de un delito, más precisamente de un crimen de lesa decir se encuentran fuera del remolino de comunicaciones jurídicas.
humanidad impHca seguir una secuencia ordenada y lógica de cate- Por ejemplo, los niños, los locos, las bestias y los "dioses" no pueden
gorías, que se dan unas tras otras. Nos referimos a las categorías de comunicarse ni entender el discurso normativo de los mayores de
tipicidad y antíjuricidad, que en su conjunto no es sino el injusto. La edad, los sanos mentalmente, y de los humanos normales.
culpabilidad conocida tradicionalmente como última categoría de la La norma no puede estar dirigida a quien no es comunicable,
estrucmra del deüto estará contenida en el injusto, ya que un injusto porque sería un contrasentido. La construcción de persona en Dere-
independiente de la culpabilidad es adjudicar la vulneración del orden cho penal nacional se da con los siguientes componentes: legislador,
jurídico a una persona que notienela capacidad de competencia para norma, administración de justicia y ciudadanos. Todos con capacidad
quebrantar la norma^^'''^ En este trabajo, sin embargo, simplemente de intercomunicación. En el Derecho penal internacional, si bien no
hacemos un pequeño bosquejo de lo afirmado, a propósito del cri- se tiene un legislador universal, pero sí la comunidad internacional, la
men de lesa humanidad, más no lo desarrollamos en profundidad. norma sancionada por ellos como el ECPI, la administración de jus-
ticia que está bajo la responsabilidad de la CPI y todos los ciudadanos
del mundo, como ciudadanos universales. Todos ellos también con
II. SUJETO C O M P E T E N T E PARA DESAUTORIZAR LA capacidad de comunicación y entendimiento, como presupuestos de
NORMA capacidad de competencia. Los límites de la comunicación normativa
La norma es creada por el humano, o más precisamente por la son los límites de la capacidad de competenciapara desautorizar la
persona. En la creación de las normas participan humanos que se vigencia de la norma^^''^\r cierto, el discurso jurídico a través de la
pueden comunicar los unos a los otros. Esta capacidad de entendi- herramienta de la norma es un tipo de comunicación complejo gene-
miento por la posibilidad de comunicación hace que los humanos de ral que se da por medio de una comunicación directiva^^^^^ no excluye
carne y hueso (natorales) se conviertan en personas. La norma no es la existencia de comunicación entre los que carecen de competencia
sino la expresión de comunicación de seres humanos con capacidad en el discurso jurídico. Nadie puede negar que entre los niños hay
de comunicarse y de entenderse. Del mismo modo, estas normas, que comunicación, pero este tipo de discurso es simple y particular, al
son creadas por aquellos que se pueden comunicar, están dirigidas a margen de consecuencias jurídico penales. El niño que lesiona gra-

La frase está inspirada en WITTGENSTEIN en su Tractatus lógico-philosoficus en


E n un trabajo antiguo de mi autoría ya había señalado que la estructura
el acápite 5.62 señala: "Dass die Welt meine Welt ist, das ^ig darin, dan die
del delito no se divide en injusto y culpabilidad, el delito tiene un solo
Gren^en der Sprache (der Spracbe, die allein ich verstehe) die Gren^en meiner Welt
nivel, ese nivel es la infracción de la norma. CANCHO ESPINAL, Algunas
hedeuten". Disponible en: http://www.ub.edu/procol/sites/default/files/Witt-
consideraciones sobre el concepto de persona en el Derecho penal. Esbozo
}';enstein Tractatus lotnco philosophicus.pdf Lecha de consulta 07/03/2015.
a partir de la antropología filosófica, en: Revista Peruana de Doctrina y
<"'^> Ross, L()i'Ka de las normas, p. 45.
jurisprudencia Penales, 6 (2005) p. 119.
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vemente a una persona no comunica mediante su comportamiento ge en los círculos del "novísimo hegelianismo", sino también a partir
que ha quebrantado la norma que prohibe lesionar, porque no tiene de una reinterpretación de los mismos principios y categorías jurídico
la capacidad de competencia para cuestionar la norma. penales^^^^^ se posmla que no puede hablarse de un injusto sin culpabi-
lidad. Esto quiere decir que con la tipicidad ha de empezarse la impu-
Ahora, la capacidad de competencia donde debe ser evaluada,
tación de la "persona en Derecho", esto es, con la capacidad de culpa-
en qué categoría de la estructura del delito, es de particular contro-
bilidad. Únicamente a una "persona en Derecho" se le puede imputar
versia. Ya hemos adelantado que la capacidad de competencia para
penalmente. Con otras palabras: sólo a una persona normativamente
quebrantar la norma ha de ser el punto de partida de la estructura del
comunicable el Estado le puede imponer una pena, porquetienela ca-
delito, y no el último presupuesto a tratarse cuando ya se ha afirmado
pacidad de desautorizar la norma vigente de un Estado soberano, del
la contrariedad de su comportamiento con el orden jurídico.
cual forma parte. Quien, por ejemplo, tiene grave alteración de con-
La estructura del delito desde el causalismo con v. LisZT^^^'^ hasta ciencia, es menor de edad o tiene socialización exótica no puede ser
elfinalismode WI:LZF.I.^"*^ e incluso hasta el funcionalismo con el pri- ttatado en el esquema sinalagmático de reconocimiento de igualdad,
mer J A K O B S ^ ^ ' ' ^ ha sido elaborada de acuerdo al injusto independiente por eso mismo su comportamiento tampoco puede ser antijurídico.
de la culpabilidad. Este modo de esmdio y compresión de la esttuctura Antes de cualquier análisis de relación de causalidad e imputación ob-
del delito ha quedado asentado en las mentes como la piedra que cae jetiva debe de constatarse la capacidad de imputación.
por efectos de la gravedad. En contraposición a esto, resurge la tesis
del injusto dependiente de la culpabilidad. Esta posición hace renacer La capacidad de imputación como la mayoría de edad, estar sano
al sistema de los hegelianos anteriores al sistema del causalismo natu- mentalmente o estar integrado a una sociedad normativa para ser co-
ralista. Especialmente P A W I . I K , uno de los autores más importantes de municable (ciudadano particular de un Estado en relaci(')n con una
este discurso, apoya sus planteamientos teóricos prioritariamente en constimción normativa nacional) son presupuestos del primer nivel
H M ¿ C H N I ' R ^ ^ * " \e acuerdo a esta concepción que no solamente sur-
de evaluación dogmática. Indejjendientemente de ser un problema de
ubicación dogmática la integración normativa de una persona ya sea
en un injusto dependiente o independiente de la culpabilidad, se hace
un tanto difícil en el Derecho penal internacional, ya que un "ciudada-
no universal" con una "constitución normativa universal" es difícil de
Lehrbuch des Deutschen Strafrechts, pp. 1 1 0 y ss.
construir. Hasta qué punto los ciudadanos de los países suscriptores
Das deutsche Strafrecht, pp. 1 2 9 y ss.
del ECPI están obligados a integrarse en una "constimción normativa
(279) Y]¡2. Y\n el sistema de explicación de su parte general de Derecho penal
la culpabilidad va seguida de la antijuricidad y señala el autor, que para la universal", teniendo en cuenta que dichas normas han sido expedidas
culpabilidad como requisito positivo se requiere que el autor se comporte por los Estados quetienendominio económico, y hegemom'a poHtica.
antijurídicamente. Posteriormente, en su trabajo "Der strafrechtlichc Hand- Pero también, porque es preocupante que muchos Estados poderosos
lungsbegriff", 1992, pp. 3 3 y 3 6 y ff., se muestra de manera reservada sobre no han suscrit^la constitución normativa, pero sí se pronuncian fa-
la independencia entre injusto y culpabilidad. De manera conmndente se
pronuncia JAKBOS sobre la imposibilidad de un injusto sin culpabilidad en
sus trabajos en ZStW 107 (1995) 8 4 3 y ss. 8 6 4 y ss.; E L MSMO, G A 1997,
pp. 3 5 3 y ss. G A 1996, P P 2 5 3 y ss.; E L MISMO, en L.h. a Nishihara, 1998,
p. 105 y ss.; E L MISMO, en L.h. a Schreiber, 2 0 0 3 , pp. 9 4 9 y ss.; E L MISMO, Entre otros autores tenemos a WAI.TI-;R, Der Kern des Strafrechts, 2006,
L.h. a Rudolphi, 2004, pp. 107 y ss. pp. 8 3 y 116; SINN, Straffreistellung aufgrund von Dritnrerhalten' 2OO7'
<^«"> PAWLIK, Das Unrecht des Bürgers, p. 92. pp. 2 0 6 y 2 8 7 .
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vorablemente para que otros los hagan^^*^^ Esto lleva a una situaci(')n lo acoge. A dichas personas con código normativo foráneo, antes
no deseada, pero anunciada por KANT<^^^\ sea, la arbitrariedad y faltn de que se lleve a cabo cualquier examen de relación de causalidad e
de respeto de algunos Estados frente a los demás, cuando no hay un imputación objetiva en la estrucmra de imputación penal, se les tiene
Leviatán que ponga orden y obligue a los demás a ingresar en ciuda- que excluir, lo mismo que a un niño o a un enfermo mental — pero
danía. Como se ha indicado si la "ciudadanía universal" y la obligación no porque sean inimputables, sino por razones de crasa espirimali-
jurídica surgen de un sinalagma de mumo reconocimiento, esto no se zación normativa diferente. Por ejemplo, quien atiende un parto en
da en muchos casos en el ámbito internacional. zonas alto-andinas de Perú, a pesar de no tener un títolo profesional
El reconocimiento mumo del que se parte para desautorizar la correspondiente que lo autoriza, no podría ser considerado sujeto de
norma en el Derecho penal internacional no es a escala universal, imputación penal en el Derecho penal de raigambre occidental. Pero
pero pasa por ser universal. A pesar que la suscripción y ratificación considero que en el Derecho penal internacional nadie podría argüir
del ECPI por todos los Estados es deseable, pero la obligación jurí- socialización exótica, puesto que los crímenes descritos por el De-
dica nace del deber de suscripción, ratificación e implementación de recho penal internacional son muy graves, rechazados por cualquier
cada Estado al ECPI. Este deber fundamenta la categoría "persona culmra que haya alcanzado algún nivel mínimo de desarrollo.
en Derecho penal internacional". Esta construcción social guarda
consonancia con el "ciudadano universal" que desarrollamos supra.
III. RELACIÓN D E CAUSALIDAD
En el Derecho penal internacional se habla de una persona cosmo-
polita con la nacionalidad de todas las naciones. KüHL^'^*^^ en su übro de parte general del Derecho penal alemán
señala, que hay amplia unanimidad en la literamra respecto a la eva-
Otro aspecto - aunque menos trascendente - es hasta qué pun-
luación en los delitos de resultado sobre la vinculación entre acción
to se podría admitir por razones de desconocimiento de las normas
y resultado en dos niveles^^**^ En el primer nivel de evaluación ha
de Derecho penal internacional la falta de vinculación por razones
de examinarse la causalidad del comportamiento respecto al resul-
culturales. En el Derecho penal nacional, a una persona que tiene
tado producido. Si se cumple con el primer nivel de evaluación - de
espirimalización normativa foránea^^**^ no se le puede ver como a
conformidad a un sistema progresivo de análisis - en el segundo
un otro yo, hasta pasado un tiempo en el que se tiene que integrar-
nivel se tiene que responder a la pregunta, si el resultado acaecido se
se, si quiere guardar relaciones interpersonales en la sociedad que

(285) ^-p^ 2008, § 4/4; KINDHAUSER, A T , § 11/4. Algunos autores como PUPPE,
(282) p^^sTOR, en: L.h. a Günther Jakobs, p. 793, nota al pie 60 indica: "De
A T ^ , 2011, § 2/49 y ss., señalan que el examen de causalidad no se refiere
momentos no se explica muy bien, sin embargo, cómo el sistema va
al resultado, sino al curso causal, y solo cuando hay motivos fundados
acabar con la impunidad si debe tolerar si la mayoría de estos crímenes
para ello. \m que debe tomarse cuenta no es una ley causal, sino una "ley
queden impunes al no estar alcanzados por su jurisdicción. E n el sistema
jurídica". Por ejemplo, en el caso de "aerosol para cueros" Puppe indica
del E C P I , p. ej. faltan países que, por el poder militar, por el económico, que la relación de causalidad ha de constatarse en una regla jurídica que
por la cantidad de población o por la inclinación a cometer crímenes de está establecida en el estamto de la Empresa, para saber qué cantidad de
agresión y de guerra, serán generadores de una enorme impunidad: E E . U U , votos se ha requerido para la correspondiente decisión (...), revísese al
Rusia, China, India, Israel, Japón etc.". respecto § 2/51.
(283) P[;RnoMO TORRT:S, Justicia penal internacional, p. 3.S.
E n la doctrina nacional HURTADO Pozo, P G , § 11/ 1139 y ss.; Vii.iJWi-
<^«^> JAKOBS, La culpabilidad de los foráneos, en: KiM)P, 7 (2006) pp. 299 y ss. ci'Ncio 'I'i icn Kds, PG, § 43/688; GARCÍA CAVIÍRO, P G , pp. 406, 412.
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le puede imputar objetivamente al comportamiento. Dicho de otro el resultado, para que luego recién en un segundo nivel se establezca,
modo: si al autor que produjo el resultado se le puede imputar nor- si ese resultado se le puede atribuir normativamente al agente como
mativamente como su obra y no como un accidente o mala suerte. su obra. "A" sostiene que en el primer nivel de evaluación de acuer-
El comportamiento del agente (autor) que trajo como consecuencia do a la teoría de la equivalencia de condiciones, en aplicación de la
la producción del resultado pudo haber sido llevado a cabo feno- fórmula conditio sine qua non, según la cual una condición es causa
menológicamente mediante una acción o una omisión<^*'\o cual es del resultado, si suprimida mentalmente la condición no se hubiera
indiferente para efectos de atribución normativa. producido el resultado. Por el contrario; si suprimido mentalmente
la condición y el resultado igualmente se hubiese producido, es por-
En el Derecho penal internacional puede ser de singular impor-
que no existe relación de causalidad. Es precisamente en este punto
tancia sobre todo para resolver casos de causalidad alternativa y causa-
donde "A" pone de relieve que, si suprimido mentalmente su acción
lidad hipotética, ya que los hechos delictivos se presentan en un marco
y el resultado muerte del terrorista se habría producido de todas ma-
de organización estatal donde se da una jerarquización de sus intervi-
neras por la acción segura de sus colegas "B" o "C", ello quiere decir
nientes, y que los subordinados por regla general son los que ejecutan
que su acción no es condición del resultado. Por lo que excluido la
las disposiciones u órdenes de sus jefes. Por ejemplo, "A", "B" y "C"
relación de causalidad, ya no es necesario seguir con la evaluación de
pertenecen a un comando de aniquilamiento destinai^do a matar te-
imputación objetiva; el examen de los elementos y categorías de la
rroristas. " D " y "E" son los jefes que provienen del gobierno, que
estrucmra del delito es progresivo, pues la falta de un elemento hace
determinan la fecha, el modo y quienes van ejecutar las operaciones
que ya no se continúe con la constatación de los elementos restantes.
preestablecidas. El 10 de Septiembre de 2006 " D " y " E " establecen se-
cuestrar y luego matar a los lugartenientes del "camarada Palomino". La argumentación de "A" es coherente y consistente, si se apli-
Después de llevado a cabo la aprehensión de los lugartenientes, estos cara la teoría de la equivalencia de las condiciones. Como el primer
fueron llevados a una playa para que sean ejecutados por "A", pero defensor de la teoría de la equivalencia de condiciones tenemos a
también lo pudieron haber hecho "B" o "C". Llegado la hora de la eje- G L A S E R ^ ^ * * \a más amplia fundamentación ha sido emprendida
cución "A" cumple las órdenes sin ningún problema. Posteriormente, porV. BuRi^^*'^ y asumida por la jurisprudencia de los primeros de-
cuando se judiciaüzó el caso, se llegó a probar que los presuntos terro- cenios del siglo XX^^'''^ Sin embargo, esta teoría de la equivalencia
ristas habían sido asesinados por "A", tal como él mismo también lo de condiciones con su fórmula de la conditio sine qua non trae como
manifiesta; pero arguye "A" en su defensa que si él no habría ejecutado, consecuencia resultados insostenibles en la causalidad hipotética, así
lo mismo lo habría hecho "B" o "C"; por lo que no existiendo relación como en la causalidad alternativa, haciendo que exista un resultado,
de causalidad entre su acción y el resultado, solicita su absolución. pero sin ninguna causa. A esta teoría dominante por mucho tiempo
sobretodo durante el apogeo del causalismo, se le hizo correctivos y
"A" fundamenta jurídicamente señalando que en la estructura
del delito el primer aspecto a dilucidarse es la tipicidad objetiva. En
este sentido, el primer nivel de evaluación en los delitos de resultado
es la constatación de si existe relación de causalidad entre la acción y <^**> Abhandlungen aus dem ósterreichchischen Strafrecht, t. I, p. 298.
Zur Lehre von der Teilnahme an dem Verbrechen und der Begünstiguiig,
1860; E l . MISMO, Über Kausalitát und deren Verantwormng, 187.3; Ei. MISMO,
Die Causalitat [sic| und ihre strafrechtlichen Beziehungen, 1885.
<^«^' STi<vriíN\x'i:RTii, A'C',. 2()()(), § S/15. RoxiN, AT, A § 1 1/8 V ss.
ESTRUCrURA D E IMPUTACIÓN DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
CIRO ). CANCHO ESPINAL
IV. IMPUTACIÓN OBJETIVA(2'5)
surge la conditio sine qua non modificada que se ha desarrollado princi-
Si se llegara a constatar la relación de causalidad, para lo cual se
palmente a través de la jurisprudencia^^'^^ En la actualidad, los pro-
puede hacer uso de cualquiera de las teorías causales, llámese equi-
blemas de causalidad de reserva o causalidad hipotética, así como a
valencia de condiciones y sus correctivos, o la denominada fórmula
la causalidad alternativa^^'^^, se solucionan principalmente acudiend( >
d^ la condición, conforme a las leyes, el siguiente paso es realizar el
la conditio sine qua non modificada. De acuerdo con esta teoría, la causa-
filtro mediante criterios de atribución normativa al autor. Dicho de
lidad se examina en su "forma concreta de configuración"^^'^\
otro modo: si al autor que produjo el resultado se le puede imputar
Los sucesos que se le imputa a "A" son conocidos como causa- normativamente como su obra y no como informnio. La acción u
lidad hipotética (causalidad de reserva o causalidad de remplazo), en omisión^^^*^ desencadenada por el autor que produjo el resultado
los cuales siempre hay personas que pueden reemplazar al ejecutor ha de ser evaluada teniendo los criterios de imputación objetiva:
de los hechos. De acuerdo con la conditio sine qua non modificada, si se incremento del riesgo, prohibición de regreso y competencia de la
examina la acción de "A" en su concreta configuración, se estable- víctima. Estos criterios de imputación objetiva han de ser exami-
ce que la acción de "A" es causa del resultado muerte del terrorista nados siguiendo los cauces cartesianos^^^''^ de lo simple (general) a
lugarteniente del "camarada Artemio". Quiere decir, que esta opera- lo específico (complejo). Quiere decir que el riesgo permitido será
ción mental lo que suprime mentalmente es más bien lo hipotético o la primera opción general para abordar el caso; en su defecto se
la reserva, y no la conducta causal real. aplicará la prohibición de regreso y la competencia de la víctima,
respectivamente.
Así también, RoxiN^^^"*^ había planteado aludiendo a una senten-
cia (BGHSt 2, 20) lo siguiente: "si alguien es acusado de un delito de Dentro de los candidatos a tener competencia y que finalmen-
homicidio porque durante el 'Tercer Reich' provocó un internamien- te, se le puede imputar objetivamente es al que ha causado los he-
to en un campo de concentración - que acabó con la muerte de la chos -"autor"-, a un tercero o la víctima. A todos ellos se les pue-
víctima —, no puede discutir su causalidad argumentando que, de lo de denominar como ya hemos indicado supra con el término más
contrario, otros hubieran provocado el internamiento". Del mismo amplio "sujetos de imputación". Hay que indicar adicionalmente
modo el argumento de "A" no puede ser de recibo, ya que la causali- que la víctima puede no ser competente de los hechos, pero se
dad hipotética no se toma en cuenta en el examen de los hechos, sino exigen ciertas condiciones o cualificación para la realización típica
en su concreta configuración. ^'"TZ^^^ ^ U c^xo/^ 3 ^ del comportamiento del autor, como ocurre por ejemplo con los
crímenes de lesa humanidad: que la víctima sea parte de una po-
blación civil.

W E S S E L S / B E U L K E , A T * ' , § 6 / 1 6 0 , 161. ' ^ ••


Sobre la causalidad hipotédca y la causalidad alternativa, la causalidad
cumulativa, léase a KiNDAUsrLR, A T , § 10/15 y ss.
Las teorías de la causalidad adecuada o la relevancia típica no son en <^'> Una síntesis magm'fica de la evolución de la teoría de la imputación objetiva
sentido estricto teorías para explicar la relación de causalidad, sino son desde sus inicios en la discusión jurídica nos proporciona SCHROF.DER, Der
i los primeros atisbos de imputación objetiva, véase Roxin, AT**, 2006, § Blitz ais Mordinstrument, pp. 3 9 y ss.
11 A / 3 9 y ss.; HnKiADo I'O/.O/FRADO SAI.1)ARRIA(ÍA, Manual de Derecho (2") STKvri.:N\x'i;KTH, KX\, § 8/15.
p e n a l ! ' ( ; ' , 201 i , 11/1201. <2'"> DisiAKiis, Discurso del método, pp. 38, 39.
A A- 1 I /OT
C I R O J . C A N C H O ESPINAL ESI R U C r U R A DC IMPUTACION DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIEJAD

1. Riesgo anciano de sufrir un paro cardíaco. El hecho de que una casa se caiga
La denominación riesgo proviene de la llamada sociedad de a consecuencia de un terremoto y sepulte a una familia. Ya dijimos
riesgo^^'^\o quiere decir que el riesgo sea una característica pecu- que el filósofo T A L E S D E M I L E T O se cayó a un pozo al estar contem-
liar de la sociedad acmal<^''\s desde que el hombre pisa la tierra plando el cielo. Todos convivimos con nuestro gemelo el riesgo, sin
en su remota existencia ha tenido que sortear una serie de riesgos embargo una de las características particulares para hablar del riesgo
para seguir manteniéndose vigente. Se cuenta una anécdota muy co- trivial es que la materialización de un daño a consecuencia del ries-
nocida en el mundo filosófico, que un día T A L E S D E M I L E T O (filc^sofo \o acontece al margen de la realización de algún proyecto humano
presocrático de la antigüedad) estaba observando absorto ¡^aljcielo y donde haya contacto social. La materialización del riesgo ocurre en
se cayó a un pozo que provocó la risa de la sirvienta Tracia. ¡Hasta la intimidad, por eso es trivial.
filosofar es un riego! Lo que sucede en la acmalidad es que dichos
riesgos se han incrementado progresivamente conforme el avance b) E l riesgo relevante como posibilidad de las posibilidades
de la técnica, los mismos que se han dado con las revoluciones in- El hombre es proyecto y no una realidad. Quiere decir que es
dustriales con mayor intensidad. Una de las características del riesgo fuente inagotable de metas. El riesgo relevante se presenta en la con-
es su ubicuidad, pues se encuentran en todos los lugares y al mismo secución de un proyecto que implica contacto social. En la realiza-
tiempo. Lo que hace del riesgo su razón de ser es el movimiento de ción del proyecto una posibilidad dentro de todas las posibilidades es
las cosas y la transformación de la materia; el eterno movimiento del que la persona resulte lesionada porque lo atropello el conductor de
que hacía mención H E R Á C L I T O ^ ^ " " ) . El solo hecho de vivir implica ya un vehículo. Esmvo conduciendo su automóvil de una ciudad a otra
un riesgo aun cuando la persona se cuide muchísimo. Es imposible y se cayó a un precipicio, porque hubo una colisión; mvo relaciones
ir contra el riesgo como no es posible ir contra la vejez y la muerte, sexuales sin protección y se contagió del V I H . Estas son algunas
que inexorablemente han de presentarse. de las posibilidades dentro de todas las posibilidades que se pueden
presentar en un proyecto humano. La posibilidad de sufrir algún de-
a) Riesgo trivial trimento ya sea en la salud, en la libertad, vida, en el patrimonio es
El riesgo trivial es tal porque no tiene ninguna significancia ju- vista en un primer momento desde el prisma de la víctima. Este es
C^rídica. Este riesgo corresponde a las contradicciones propias de la el primer motivo, la existencia de una víctima, para prestar atención,
materia o del azar. Por ejemplo, que la persona muera atragantada que un riesgo posible se ha materializado, constituyéndose ya en una
con la carne y el hueso que le dieron en el almuerzo. Respecto a la realidad. La relevancia de la existencia del riesgo materializado se
muerte de dicha persona bajo dicho suceso a nadie le interesa más concretiza a través de los contactos sociales. Una víctima que padece
que la congoja por la mala suerte, ya que todos están en el riesgo de por sí misma sin que exista contacto social es la concretización de
sufrir semejante acontecimiento. Del mismo modo, el riesgo de todo un riesgo trivial desde el punto de vista jurídico. Al constatar la exis-
tencia de la víctima resultante del contacto social, es decir a conse-
cuencia de un riesgo relevante, nos convoca a la pregunta necesaria,
quién fue el causante de la materialización de esa posibilidad que es
(298) Ampliamente PRIITOITZ, Strafrecht vmd Risiko, Frankfurt, 1993.
realidad. Entonces hablamos del riesgo del ciudadano (riesgo p e r ^
<^"> POLAINO-ORTS, Derecho penal como sistema de autodeterminación personal,
mitido), así como del riesgo del delincuente (riesgo no permitido). /
p. 111 habla de familiarización con el riesgo.
<•'""'> MARÍAS, Historia de la filosofía, p. 27.
C I R O J. C A N C H O ESPINAL
E S T R U C T U R A DH I M P U T A C I Ó N D E LOS C R Í M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

aa) Riesgo del ciudadano-riesgo permitido mientos socialmente adecuados^^"^', y no tratar el tema — como suele
La alusión de riesgo del ciudadano, equivalente a riesgo per- ocurrir — como error de comprensión culturalmente condicionado
mitido, significa que la acmación del agente se encuentra dentro de en la culpabilidad.
los cánones jurídicos. La ciudadanía quiere decir, ser una persona
respemosa de las normas, por ejemplo, con las reglas de tránsito, En el Derecho penal internacional, aludiendo al tema del riesgo
con las normas medioambientales, etc. Dado que las actividades del permitido, podría tomarse en cuenta por ejemplo las confrontacio-
ciudadano se llevan a cabo en el marco de las interacciones socia- nes bélicas entre los Estados, quienes tienen que respetar el Derecho
les, su actividad es riesgosa por la misma ubicuidad del riesgo. Por internacional humanitario. Con otras palabras: los Estados tienen
eso, la denominación de riesgo del ciudadano. Y a pesar de haber que respetar el Derecho de guerra. Por ejemplo, mientras los que
provocado algún suceso que supuestamente afecta algún interés, el combatan a favor de un Estado en una conflagración bélica entre
comportamiento se encuentra dentro del margen jurídico. A ello se Estados no cometan actos de tormra, asesinatos, desapariciones for-
debe, asimismo, la designación de riesgo permitido. zadas, violaciones sexuales, etc., a personas que se han rendido o pri-
sioneros de guerra, estarán en el marco del riesgo permitido propio
El examen de si una persona se encuentra dentro del ámbito del del Derecho de guerra. En este contexto las acciones de los soldados
riesgo permitido o ha superado el mismo, forma parte de uno de los que matan al ejército enemigo en el marco del respeto de las normas
criterios más importantes de imputación objetiva. En el Derecho pe- internacionales estarán plenamente amparadas dentro de lo jurídica-
nal nuclear es usual señalar que las normas que corresponden al ries- mente admitido, y a los soldados no se les pueden procesar o con-
go permitido se encuentran en todo el orden jurídico^^"*^ e incluso denar por crímenes de lesa humanidad u otro crimen internacional.
puede tomarse en cuenta la cosmmbre con relevancia jurídica. Estas
normas son el marco de orientación de la persona en Derecho, es de- Habla también a favor la afirmación de RÓ'sseaui^ Contrato
cir de las relaciones de los ciudadanos frente a los demás ciudadanos. Social p. 11, que "la guerra no es, pues, una relación de hombre a
Así tenemos para los médicos la kx artis, para los abogados el código hombre, sino una relación de Estado a Estado, en la cual los particu-
de ética de los colegios de abogados, las reglas de tránsito para los lares no son enemigos...". Cosa distinta ha de ser la responsabilidad
peatones y los conductores en el tráfico rodado, etc. Asimismo, la internacional del Estado como entidad abstracta del Derecho públi-
cosmmbre puede estar enmarcada en el ámbito del riesgo permitido, co, si es que lo hubiere, pues la misma no debe confundirse con la
por ejemplo, en casos de matrimonios con "adolescentes mayores" responsabilidad individual de los agentes que participan en la guerra,
que exceden el riesgo permitido. Hay que volver a recordar que la
en las zonas alto-andinas del país o en la amazonia como comporta-
(]orte Penal Internacional no sanciona penalmente a Estados, sino a
individuos de un I-stado.

(301) "£j riesgo permitido frecuentemente se encuentra regulado normativamente Un caso en el que los enfermeros actúan dentro del margen
(ejemplo: tráfico automotor, funcionamiento de industrias, prácticas depor- del riesgo permitido (riesgo del ciudadano) podríamos graficar de la
tivas, etcétera.), pero no siempre pues existen ámbitos donde se carece de
dichas regulaciones (ejemplo: lex artis de la actividad médica, construcción,
cuidado de niños, etcétera)". Léase al respecto VI].I.AVK:I:NC;I() TERREROS,
La imputación objetiva en la jurisprudencia peruana, en: revistas. Pucp. C l a r o si hi diviTgencia de espiritualización normativa es crasa, ya no
edu. pe/index.php/deechopucp/article/download/. Lecha de consulta estarcnios presencia de una persona en Derecho, por lo que no será
()6/()2/2()14. necesario h . K i i iiiiiguii examen de i m p u t a c i ó n objetiva.
C I R O J. C A N C H O ESPINAL E S T R U C I U R A Di; IMPUTACIÓN DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

siguiente manera: en un plan estatal de esterilizaciones forzadas diri- en presencia únicamente de un ciudadano incorrecto, mas no de un
gidas a una comunidad alto-andina los médicos preparan inyectables delincuente. En este sentido, por ejemplo, la sola infracción de nor-
para que sean administrados por los enfermeros. Los enfermeros mas administrativas por sí mismas, en muchos casos, no es suficiente
confían en que los inyectables que van a ser administrados por ellos para la configuración de algún deüto. Esto porque, en principio, la
tienen que ver con métodos anticonceptivos normales de adminis- única fuente de creación de delitos es la ley, por consideración del
tración, y no con sustancias de esterilización. A los enfermeros que principio de legalidad (principio de reserva de la ley penal). De este
administran de buena fe dichos fármacos se les excluye de imputa- modo hay que distinguir entre riesgo prohibido y el riesgo prohi-
ción a nivel de la tipicidad objetiva. Esta exclusión de un presunto bido jurídico penalmente relevante. En qué casos, por ejemplo, la,
delito de asesinato, no es" esencialmente por que los enfermeros no sola infracción de una norma extrapenal, cuyo comportamiento sea
sabían que inyectaban fármacos esterilizantes, ya que los enfermeros considerado como riesgo prohibido, al mismo tiempo sea un riesgo
no están obligados a hacer las averiguaciones, sino porque cumplen con trascendencia jurídico penal capaz de configurar algún deUto,
simplemente una función que les corresponde como enfermeros. depende cómo está estrucmrada la norma penal. Esto es, depende
En una división de trabajo el uno confía del otro dentro del ámbito de la tipología de delito. • . t .
de sus competencias, pero se excluye la imputación por este último
Por decir, cuando se trata de tipos penales de peligro abstracto
como riesgo permitido, y no principalmente pof la confianza de uno
la sola infracción de normas extrapenales, v. gr. la omisión de lle-
al otro, que solo fortalece el ámbito de competencias.
var libros y/o registros contables de acuerdo al art. 172 del Código
Por supuesto el caso puede ser tratado también en la evalua- Tributario, constimiría la superación del riesgo permitido. Ello a su
ción de tipicidad subjetiva acudiendo a la figura de error de tipo, por vez sería un indicio de la configuración del delito de defraudación
cuanto los médicos utilizan como instrumento a los enfermeros para tributaria de conformidad al art. 5 del Decreto Legislativo N ' ' 813
la consecución de sus fines convirtiéndose en autores mediatos. Los que a la letra prescribe: "Será reprimido con pena privativa de liber-
enfermeros caen en error en el elemento normativo "esterilización tad no menor de dos (dos) ni mayor de cinco (cinco) años y con 180
forzada" al creer que su comportamiento es inocuo, el mismo que (ciento ochenta) 365 (trescientos sesenta y cinco) días-multa, el que
excluye el dolo, por tanto la tipicidad. Entre una u otra aplicación estando obligado por las normas tributarias a llevar libros y registros
propuesta al caso planteado seguramente se va a preferir excluir de contables: a) incumpla totalmente dicha obligación b) ...". El tipo
imputación al agente en la tipicidad objetiva, y no recién en la tipici- penal antes referido es de peligro abstracto, ya que la conducta de
dad subjetiva por razones de practicidad y de examen progresivo de no llevar libros y/o registros contables por sí misma ya es peligrosa,
la estrucmra del delito. no siendo necesario en el caso concreto probar la peligrosidad, o la
efectiva defraudación. Con dicha norma lo que se pretende evitar es
bb) Riesgo del delincuente-riesgo prohibido ¡ t j i « ir-> una efectiva lesión del patrimonio público. El comportamiento de
no llevar libros y/o registros contables que se traduce como supera-
El riesgo del delincuente quiere decir que quien supera las ba-
ción del riesgo permitido al quebrantar una norma extrapenal puede
rreras de lo jurídicamente permitido, dejando se ser un buen ciu-
ser condición suficiente para indicar, por lo menos en el nivel de la
dadano, requiere a su vez que dicha superación tenga la suficiente
tipicidad objetiva, que estamos en presencia de un deüto de defrau-
relevancia para configurar la comisión de un delito. Sólo así podría-
dación tributaria. '
mos hablar del riesgo del delincuente. De lo contrario, estaríamos
C I R O ). C A N C H O ESPINAL E S T R U C T U R A D E I M P U T A C I Ó N D E L O S C R Í M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

En el DPI también podría tomarse como ejemplo al crimen de ningún sentido hablar del "riesgo del deüncuente". Esta apreciaci(')n
agresión art. 8 bis ECPI, que prescribe: "A los efectos del presente es muy precipitada.fe_entro del riesgo prohibido de connotación pe-
Estatuto, una persona comete un 'crimen de agresión' cuando, es- nal_se_^ugde compensar con una pena naturalis a^t se produce en
tando en condiciones de controlar o dirigir efectivamente la acción el mismo suceso del deüto. Esto haría que se engendre una suerte
política o militar de un Estado, dicha persona planifica, prepara, de depreciación del deüto. No hay que olvidar que H E I D R C Í G K R S O -
inicia o realiza un acto de agresión que por sus características, gra- üa citar a H Ó L D E R U N ^ ^ " ^ ^ la conocida frase: "Donde está el peügro,
vedad y escala constituya una violación manifiesta de la Carta de aUí surge también la salvación". Nosotros diríamos a mayor riesgo,
las Naciones Unidas". A pesar de que el crimen de agresión aún mayores posibiüdades de salvación. No interesa si el incremento del
no esté vigente, porque está en plena concretización de sus ele- riesgo generado por el agente sea por una torpeza. En casos, por
mentos hasta el 01 de enero de 2017 de conformidad al art. 15 ter. ejemplo, en que el agente en el intento de disparar contra su víctima,
3 ECPI, podría servirnos para ilustrar el riesgo prohibido, ya que, con mala maniobra, él mismo Uegue a lesionarse gravemente. En el
en parte, tal como está descrito hasta ahora se trata de un crimen caso descrito tendría que sancionarse al agente por tentativa de ho-
de peligro abstracto, o comúnmente delito de peligro abstracto. Es micidio/asesinato, sin embargo la superación del riesgo permitido
deüto de peügro abstracto, quien teniendo el control de un Estado, producido, podría ser debiütado hasta niveles mínimos de creación
no obstante no haber atacado a otro Estado, lo va planificando, de un riesgo insignificante. En tal sentido, al agente no se le podría
preparando; entonces podemos estar en presencia de un crimen de imputar objetivamente el suceso, llegando a ser su conducta atípi-
agresión. Aquí la superación del riesgo está deüneada por la Carta ca. Los criterios de apücación del "riesgo del deüncuente" es tarea
de las Naciones Unidas. La vulneración de este cuerpo normativo pendiente de mi reflexión. En el Derecho procesal penal peruano se
podrá entenderse como superación del riesgo permitido, que por •"^toma^^ cuenta para la apücación del principio de opormnidad art. 2.
sí misma bajo un contexto determinado, y de cierta entidad podría 1. a.^enTos siguientes términos: "Cuando el agente haya sido afecta-
catalogarse ya como crimen internacional bajo la figura de crimen . do gravemente por las consecuencias de su deüto, culposo o doloso,
de agresión. La norma en mención es un tipo penal en blanco que siempre que éste último sea reprimido con pena privativa de übertad
se remite a una norma extrapenal para integrar el comportamiento no mayor de cuatro años, y la pena resulte innecesaria". Claro, en
punible, sin embargo la alusión general de la Carta de las Naciones la apücación del principio de opormnidad hay una declaración de
Unidas es totalmente imprecisa contraviniendo el sub-principio culpabiüdad, porque si el comportamiento del agente se considerara
de la lex certa del principio de legaüdad. El quebrantamiento de no imputable objetivamente no habría necesidad de apücar el insti-
la Carta de las Naciones Unidades fundamenta, en determinadas mto del principio de opormnidad. La propuesta que hemos puesto a
circunstancias, el riesgo prohibido y el riesgo jurídico penalmente consideración del "riesgo del deüncuente", sin embargo únicamente
relevante. sería apücable en el Derecho penal nacional, mas no en el Derecho
penal internacional por la gravedad de los comportamientos que
Un aspecto que quiero subrayar en el discurso del riesgo es que
desencadena este tipo de crímenes.
la comisión de todo deüto constimye un riesgo para el deüncuente
("riesgo del deüncuente"). Por supuesto nos llega a la mente la idea
de que quien se pone en riesgo por sí mismo, y más aun cometiendo
un deüto, debe perecer sin ninguna indulgencia, por ello no tendría I.I.ANO, Uimvisulnii y Unidad de Vida, en: Romana, enero-juüo, 2ÜÜÜ,
C I R O J. C A N C H O ESPINAL ESTRUCTURA D E IMPUTACIÓN D E LOS CRIMENES D E LESA H U M A N I D A D

ce) Supuesto problemático de riesgo prohibido-riesgo permitido plena. SCHRORDER<^"'^ y LÜDERSSEN^^"'') optan por trabajar a nivel de la
En este lugar vamos a poner algún ejemplo que podría estar antijuricidad-culpabüidad, considerándolo un exceso la facultad de
enmarcado dentro del denominado "principio de confianza", pero disparar a quienes intentaran cruzar el Muro de Berh'n, por lo que no
lo consideraremos como un supuesto particular del riesgo permi- puede estar justificado el comportamiento.
tido^^''*^ Así, el comportamiento libre y responsable de una perso- Sobre este punto voy a detenerme un poco más, pero advir-
na, que viabiliza el tráfico jurídico, puede generar confianza en otra tiendo que no será de interés la discusión de la aplicación espacial
persona de estar acmando correctamente. Por ejemplo, las personas y temporal de la norma penal, por lo extendido que resultaría el
que estaban a cargo de disparar a otras personas que pretendían huir tema. Dicha discusión surge porque el suceso de los disparos de los
sorteando el muro de Berlín. Imagínese que un soldado haya nacido guardianes del muro se llevó a cabo durante la Alemania dividida en
y crecido en dicho régimen por muchos años. El ha internalizado oriental y occidental.
dichas normas como legítimas, sobretodo porque fueron expedidas
por un régimen — si bien es cierto influido por unfinpoh'tico — pero Si una persona cumple con una norma imperativa, o no lleva
alfiny al cabo existente y vigente. acabo un comportamiento prohibido, estaría dentro del riesgo per-
mitido, por lo tanto no cabría atribuirle ninguna imputación. La ex-
Esto puede resultar siendo convincente en dictaduras de mu- clusión de imputación penal a partir del cumplimiento de normas
chos años, haciendo que el comportamiento ni siquiera supere el bajo la figura del riesgo permitido no ha de ser excepcional, sino
riego permitido, ya que está facultado por una ley, que incluso su "instimcionaUzada". Si fuere excepcional se hablaría de una causa
no acatamiento impone una sanción^^"^^ Por supuesto trae consigo de justificación en la antijuricidad o de otra figura en el ámbito de
mayor discusión si podría existir responsabilidad penal de aquellas la estrucmra del deUto, pero no de atipicidad del comportamiento.
personas que han creado dichas normas notoriamente injustas, que Volviendo al conocido caso de los guardianes del muro de Berlín;
no se ajustan a la constimción normativa de la sociedad. Sin embar- de acuerdo al parágrafo 27, apartado 2 párrafo 1 de la Ley de Fron-
go, el caso de los disparos en el muro de Berh'n de ninguna manera tera de la RepúbUca Federal Alemana se señalaba: "El uso de armas
es tratado como un caso de riesgo permitido que excluye la tipicidad, de fuego está justificado para evitar la perpetración inminente o la
a pesar de haber existido normas que autorizaban los disparos a los continuación de un hecho deücüvo, que tenga apariencia de deüto
que huían el muro, tampoco es visto como una causa de justificación según las circunstancias". De acuerdo con esta disposición legal que
proviene del Derecho positivo de la entonces Repúbüca Democrá-
tica Alemana, los soldados estaban autorizados a disparar a quienes
(304) HERZBERG, Die Verantwortung fíir Arbeitsschutz und Unfallverhüttung im pretendían cruzar el muro de Berü'n, ya que este hecho consumía
Betrieb, p. 171; KIRSCHBAUM, Der Vertrauenschutz im deutschen Strassens-
verkehrrecht, pp. 208 y ss.; SCFÍMIDHAUSER, Strafrecht AT, 9/42.
(305) £g gjjj lugar a dudas muy discutida la disputa entre ius naturalistas y posi-
tivistas sobre la validez de "leyes injustas". Por el temor al libre arbitrio y •Mi
en clara preferencia de la objetividad algunos positivistas como K E L S E N ,
J. St. Mii.i. apuestan por el positivismo, léase SCHMTTT, Teología política, (306) j^jg Rechtswidrigkeit der Flüchtlingserschiessungen zwischen Transzendenz
p. 41. Mediante el positivismo se elimina del concepto jurídico todos los und Immanenz, J R 1993, pp.45, 49.
elementos sociológicos para obtener un sistema j u i r o de imputaciones (307) ¡^^.^ ^^.j^f unter - das Unrecht bleibt? Regierungskriminalitat in der
normativas. eiiein;ili|-.(n D D R 1992.
ESTRUCTURA DE IMPUTACIÓN DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
C I R O J. C A N C H O ESPINAL

delito^^*\ pesar que la misma norma prescribe que el uso de armas partido por una de estas teorías u otra similar se puede dar respues-
de fuego está justificado bajo dichas circunstancias excepcionales, ta, si dichos soldados se encontraban dentro del riesgo permitido
también puede entenderse que dicha norma ya quedaba instimcio- o ya habían rebasado dicho umbral. Pero a esto hay que añadir una
cuestión importante, si los presupuestos y la consecuencia dog-
naUzada - constimyendo norma de concreción del riesgo permiti-
mático-jurídicas tanto del positivismo como del ¿us namraüsmo
do - debido altiempo^^"'',y también porque los guardianes estaban
podría tener algún atemperamiento en el Derecho penal interna-
vigilando el muro todo el tiempo. Esto ya no es excepcional, sino
cional. Aquí no se puede tocar en profundidad estos aspectos de
permanente. Esto ha sido la base fáctica real para la dación de dicha
discusión ius filosófica, pero para poder esclarecer en lo que aquí
norma. La tesis provisional es que dicha norma sirve para concreti-
interesa sobre el tema de riesgo permitido en el Derecho penal, voy
zar el riego permitido. Ahora la pregunta que surge es si en realidad a partir de un caso que se judiciaüzó, y cómo la praxis jurispruden-
la aludida norma puede ser aplicable para excluir de imputación a cial alemana ha resuelto.
soldados que mataron a personas que huían el muro, bajo su amparo
y vigencia. "Se trata de un fiigitivo de 20 años que alrededor de las tres y
La respuesta se debate entre dos posmras antagónicas de la cuarto de la madrugada del 1 de diciembre de 1984 intentaba su-
teoría del Derecho^^^'^ Por un lado la teoría del Derecho natural^^"^, perar las instalaciones fronterizas de Berlín con una escalera de
y por otro lado la teoría del Derecho positivo^^^^\o tomando cuatro metros. Dos soldados de las tropas fronterizas de la R. D.
A., uno igualmente de 20 años, el otro de 23, divisaron al fiigidvo
desde aproximadamente 100 metros de distancia cuando se dis-
ponía a atravesar los 29 metros de ancho de la franja fronteriza,
(308) A.LEXY, Mauerschützen. Zum Verháltnis von Recht, Moral und Strafbarkeit, en medio de la cual había una alambrada con alarma de 2,50 me-
pp. 11 y ss. tros, y a cuyo término estaba propiamente el muro fronterizo, de
E l muro de Berlín duró unos 28 años. A pesar que la Ley de Frontera 3,50 metros de altura. Ni los gritos ni los disparos de advertencia
recién se había legalizado en 1982 a través del aludido parágrafo 27, sin disuadieron al fugitivo. Cuando éste apoyaba su escalera en el
embargo la orden de disparo ya había existido en distintas formas desde muro fronterizo y la escalaba rápidamente, a los dos soldados
J 1960 a 1989. Amplia información sobre los distintos grupos de ¿us natura- les resultó evidente que ya sólo podían, si podían, frustrar la huí- •
lismo ya sea clásico, medieval y moderno proporciona BOBBIO, Locke e il da mediante fuego dirigido. Dispararon varias ráfagas sobre el
diritto naturale, pp. 48 y ss. • •• fugitivo. Apuntaban a las piernas. Pero sabían que, sobretodo a
(310) Hacemos referencia con ello al naturalismo y al positivismo. I^ase las
causa de las ráfagas, existía la posibilidad de un impacto mortal.
bases fundamentales de ambas posturas K E L S E N , La doctrina del Derecho
Incluso a ese precio querían evitar la huida. Pocos segundos des-
natural y el positivismo jurídico (traduc. de Eugenio Bulygin), en: Revista
sobre enseñanza del Derecho, 12 (2008) pp. 183 -198.
Realmente es muy difícil definir al Derecho namral, porque esta teoría tiene
diversas variantes y fue dominante hasta finales del siglo X I X y principios
del siglo X I X , vid. R/\DBRUCH, Filosofía del Derecho, p. 23. Positiv positivjurid.pdf Fecha de consulta 17/01/2015. Uno de los primeros
E l positivismo jurídico surge de la filosofía del positivismo filosófico de impulsores del positivismo filosófico en el Perú fue Javier Prado, quien en
Commte y su asentamiento en el siglo I X X y X X . E l más destacado de 1890 propugnó la aplicación del método positivo al Derecho penal, vid.
esta corriente es Hans Kelsen. Sin embargo Cossio, Hart, Bobbio, Ross, SALAZAR BONDY, Historia de las ideas en el Perú contemporáneo, t. 1, pp.

entre otros desarrollaron de alguna u otra manera caracterizaciones de 4 y 40. fin Latinoamérica es importante la figura notable de Andrés Bello,
vid. http://www.uca.edu.sv/revistarealidad/archivo/4cr8n 1 ?.f(;d950elespirii
Derecho positivo, vid. (íiNi.s (¡AKCIA, positivismo y el postivismo jurí-
ualisino.pdf. Ivcha de consulta 17/01/2015.
liico, en: http://www2.kenne(.ly.edu.ar/dcparlameiitos/derecho/articuk>s/
C I R O J. C A N C H O ESPINAL ESTRUCTURA D E IMPUTACIÓN D E LOS CRÍMENES D E LESA H U M A N I D A D

pues de abrir fuego el fugitivo fue alcanzado, cuando su mano : bargo su fórmula rezaba "la injusticia extrema no es Derecho"^^"^,'^
estaba a punto de coronar el muro. Murió unas horas después". Muchas creaciones jurídicas pueden tener ideologías en sus contení- \
' dos, pero respecto a una ideología no puede decirse que sea mala o
Si aplicáramos la doctrina del Derecho namral se tendría que se- buena, ya que corresponden a un tiempo determinado, espacio y a
guir el siguiente cauce. Una de las características comunes de la teoría sus circunstancias. Por eso mismo, a través del relativismo de R Y V D -
del Derecho natural es que la validez del Derecho positivo depende B R U C H no puede decirse de antemano que determinadas normas con
de si las normas sancionadas por el legislador son justas. No todo contenido ideológico sean gravemente injustas. Quiere decir que las
Derecho positivo es válido^^"\a tesis llevaría al resultado que los normas moderadamente injustas son válidas. El gran problema es el
guardianes del muro han acmado en contra de normas supra legales, establecimiento de esos límites, que conlleva a un subjetivismo ra-
por tanto sus comportamientos habrían superado el riesgo permiti- dical. En realidad, aceptando el relativismo jurídico de R A D B R U C H la
do. Del mismo modo se afirmaría si se pretendiera plantear alguna solución habría sido más bien que la Ley de frontera sea considerada
causa de justificación en la categoría de la antijuricidad, que esas nor- váUda, por razones de seguridad y utilidad. Pero R A D B R U C H sigilosa-
mas que permitían disparar a los que pretendían atravesar el muro mente deja su sistema ius filosófico en su artículo científico de 1946
de Berh'n nunca han existido, o nacieron muertas. Esta es la solución
al que se ha arribado, aunque no con los términos mencionados,
cuando se tuvo que resolver la responsabilidad de los guardianes del
muro. No obstante, hay que advertir que esencialmente el soporte
A L E X Y nos presenta una explicación clara sobre la fórmula de Radbruch, en:
teórico no esmvo concentrado en el Derecho namral, aunque ello http://ruc.udc.eS/bitstream/2183/2109/l/AD-5-4.pdf Fecha de consulta
es deducible, sino en la denominada "fórmula de Radbruch", cuyo 15/01/2015. " E s fácil apreciar que esta fórmula consta de dos partes. E n
autor ( R A D B R U C H ) no fue esencialmente ius namraüsta, más bien rela- la primera parte, se dice que las leyes positivas pierden su validez jurídica
si su contradicción con la justicia alcanza una 'medida insoportable'. Esto
tivista. Aunque a R A D B R U C H se le conoce como defensor del relativis-
puede ser designado como la 'fórmula de la intolerancia'. E n la segunda
mo jurídico bajo los cánones de justicia, utilidad y seguridad, sin em- parte, se niega la naturaleza jurídica a las leyes positivas si en su estable-
cimiento 'es negada conscientemente' la igualdad, que según Radbruch
representa el núcleo de la justicia. Esto se puede denominar la 'fórmula de
la negación'. L a fórmula de la intolerancia tiene un carácter objetivo. Aplica
la medida de la injusticia. Por el contrario, en la fórmula de la negación
se trata de algo subjetivo: los propósitos o las intenciones del legislador.
<^"> RADBRUCH, Filosofía del Derecho, p. 24. Este autor indica en alusión a la Pueden imaginarse casos en que ambas fórmulas conduzcan a resultados
teoría del Derecho natural: "El Derecho natural puede quebrantar el Derecho distintos. Así, uno puede imaginarse tanto a un legislador que pretende
positivo". Otros rasgos esenciales del Derecho natural serían los siguientes: "Ofrece lograr la igualdad como núcleo de la justicia pero que, sin embargo, lleva
juicios de valor determinados en su contenido. Estos Juicios de valor son, correspondiendo a cabo algo insoportablemente injusto, como a otro obstinado en realizar
a sus fuentes -Naturaleza, revelación, Ra^ón — de valide^ general e invariables. Son lo injusto, pero que al hacerlo no Uega al umbral de lo insoportablemente
accesibles al conocimiento". Un desarrollo posterior a 194.S en la filosofía del injusto. E n general, cuando se trata de una injusticia insoportable deberían
Derecho alemán nos muestra HOFMANN, Rechtsphilosophie nach 1945. coincidir resultado e intención. Por tanto, se puede hablar de un 'solapa-
Zur Geistesgeschichte der Bundesrepublik Deutschland. Wissenschaftliche miento' (overlapping) de ambas fórmulas. L a jurisprudencia ha aplicado ante
todo la fórmula de la intolerancia. A favor de esto está el que, ante la duda,
Abhandlungen und Reden zur Philosophie, Politik und Cíeistesgeschichte,
resulta difícil probar algo como un "dolo de violar la justicia" por parte
t. 66, Berlín: Duncker & Humblot, 2012. Este autor caracteriza como
del legisiatlor. Aquí, la fórmula de la intolerancia seguirá permaneciendo
puntos esenciales, al renacimiento del ins naturalismo, la crisis del l'!,statio
en primci U riniiio".
social, y la eiiropei/acicin de los Den-chos iiuinniK)s.
C I R O J. C A N C H O ESPINAL
ESTRUCTURA D E I M ^ T A O Ó N M LOS CRÍMENES D E LESA H U M A N I D A D

que es conocido como la fórmula de R A D B R U C H para dar cabida al ius


namralismo frente a simaciones muy complicadas para pronunciarse Con todo lo expücado hasta ahora, lo que se quiere resaltar es cómo
en contra de las leyes escritas gravemente contradictorias a la justicia en la concreción del riesgo permitido puede ser de gran importancia
como habría ocurrido durante el periodo del nacional sociahsmo. las discusiones de filosofía del Derecho y cómo algún sistema ius fi-
La misma regla se aphcaría para pronunciarse sobre la invahdez de losófico puede trastabillar frente a hechos ignominiosos que son una
las Leyes de frontera que permitía matar a quienes huían el muro de constante en el Derecho penal internacional.
Berh'n. El Tribunal supremo alemán sigue el razonamiento de R A D - Luego, si ponemos a prueba el caso de los guardianes del muro
B R U C H , como a continuación vamos a ver.
a través del "positivismo jurídico tradicional" la respuesta podría ser
El Tribunal Territorial (LMndgericht) de BerHn condenó a ambos conmndente, que los guardianes del muro habrían acmado dentro
soldados en 1992 por homicidio en común; esto es, al menor a una del riesgo permitido. Ya que existía la Ley de frontera que autorizaba
pena juvenil de un año y seis meses, y al mayor a una pena de prisión disparar contra quienes huían por el muro de la Alemania oriental a
de un año y nueve meses. La ejecución de ambas condenas se sus- la Alemania occidental. Para constatar ello sólo hay que indicar que "
pendió condicionalmente. El Tribunal Supremo Federal desestime') el Derecho positivo es la voluntad del soberano^^**\a fuente del De-
en su primera sentencia sobre los guardianes del muro los recur- recho es la legislación, todo el ordenamiento jurícüco es coherente,
sos de casación contra esta sentencia por falta de fundamento en el y los jueces tienen que decidir en función al Derecho positivo. A
resultado, es decir, confirmó las condenas. Una causa de justificación esto se puede resaltar con mayor fuerza, que no interesa cuál es el
aceptada en el momento de los hechos sólo podrá dejar de ser considerada a causa contenido de la norma para que ésta sea váüda, obügatoria<^^^\ apü-
de la vulneración de un Derecho de mayor rango cuando en ella se exprese una cable^^^*\n embargo, en el desarroUo del positivismo, la vertiente
vulneración notoriamente grave de las ideas básicas dejusticiaj humanidad: la positivista de HART^^"^ al hacer diferencias entre reglas primarias y
vulneración debe tener talpeso que infrinja las conviccionesjurídicas generales de secundarias^^^"^ cuestiona la idea del Derecho positivo en su vertiente
todos los pueblos sobre el valor j la dignidad del ser humano (BGHSt 2, 234, ideológica y también al positivismo en su concepción teórica.
239). luí contradicción de la Igpositiva con lajusticia ha de ser tan insoportable
Según las reglas primarias se establecen prohibiciones e impe-
que la ley deba ceder ante la justicia como Derecho injusto ( R A D B R U C H , S J Z
rativos, los mismos que pueden tener su fuente en la ley o ser me-
1946, 105, 107)^^^^\n la cursiva y el resaltado se puede observar
Si ponemos en práctica la
la apücación de la fórmula de R A D B R U C H .
fórmula de R A D B R U C H y el ius namraüsmo, el comportamiento de los
soldados rebasarían el riesgo permitido, y por lo menos provisional- (3i<.) YLsto corresponde al positivismo como teoría, vid. CARRIÓ, Dworking y
mente dicho riesgo sería suficiente para hablar de un riesgo jurídico el positivismo jurídico, en: Cuadernos de crítica, México, U N A M 16 (81)
pp. 60 y ss.
penalmente relevante. Tampoco se podría invocar váüdamente al-
guna causa de justificación, en base a las Leyes de frontera injustas. Corresponde al positivismo como ideología, vid. CARRIÓ, Dworking y el
positivismo jurídico, en: Cuadernos de crítica, México, U N A M 16 (81)
pp.60 y ss.
(318) p|;j^p2 JARABA, Principios y reglas Examen del debate entre R. Dworking
(315) y\igxy, Eine Verteidigung der Radbruchschen P'ormei, Traducción del oii y H.L.A. Hart, en: Revista de estudios jurídicos 10 (2010) p. 3.
ginal alemán de José Antonio Seoane, disponihlc en: littp://ruc.udc.es/ The coiicept ot" I .aw, 3' ed., Oxford University, 2012. L a primera edición
ilata de IW.I.
bÍtStfum/218.V21U';/l/AD-5-4.pdf. l'echa de u.nsuila 15/(J1/2()15.
ilARt, rile (iMucpl ol Law, pp. 79 y ss.
C I R O ). C A N C H O ESPINAL E S T R U C T U R A D E I M P U T A C I Ó N D E LOS C R Í M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

ramente sociales. Estas reglas no serían suficientes ya que en casos Esto es también compatible con nuestra tesis de la "tipificación
límite requieren concreción,fiandamentosy límites en su aplicación, por defecto" desarrollado supra^^^^^, que para el enfoque particular
esto por la falta de certeza sobre lo que es o no Derecho. Para resol- del caso en mención de los guardianes del muro, se hablaría de su
ver estas dudas surgen las reglas secundarias, que a su vez origina el contra partida: la "tipificación por exceso". Mientras en la tipifica-
concepto de "regla de reconocimiento", entendida como la solución ción por defecto el legislador olvida ya sea consciente o inconscien-
a la falta de certeza de las normas primarias./Se puede decir que se temente, por ejemplo la criminaHzación de crímenes de lesa humani-
tiene como reglas auxihares para desentrañar la falta de certeza de dad, que deben entenderse por dadas; en cambio en la "tipificación
las normas primarias las reglas de cambio y las reglas de adjudica- por exceso" el legislador crea una norma totalmente esquiva a la
ción. La primera regla haría que las reglas primarias en desuso se reahdad, contrario a la espirituaUzación normativa de la sociedad.
acmalicen, y la segunda regla imphca el establecimiento de h'mites de Normas como por ejemplo: que los descendientes africanos en el
interpretación, o en otras palabras si una regla primaria ha sido o no Perú pierden el Derecho de propiedad, o las normas que prohiban
transgredida. Precisamente en esta última regla incidiría la pregunta matrimonios con extranjeros, así como fue la norma que autorizaba
de si los soldados guardianes del muro han transgredido, o esm- disparar contra quienes huyeran la frontera que dividía a Alemania
vieron dentro de los márgenes del Derecho. La respuesta es como oriental de Alemania occidental. Similar a la posición de H A R T , no es
sigue: Los soldados han acmado de acuerdo a la norma que facul- que dichas normas no tengan existencia o sean nulas de pleno Dere-
taba disparar contra los que huían por el muro, pero esta norma a cho, sino que la labor crítica del Derecho también se puede dar desde
pesar que corresponde al Derecho no necesariamente tiene que ser sus componentes sociológicos o valorativos que corresponden a la
obedecida. La diferencia entre Derecho y moral no quita la labor evolución de sociedad. Las normas que contradicen notoriamente
crítica de la moral frente al Derecho, dejando incólume la vaüdez del dichos soportes socio-valoraüvos, no pierden su legahdad, pero al
Derecho.^simismo, a partir de la regla del reconocimiento también no ser legítimas no deben de acatarse. En este sentido, las normas
se afirma que no solo los legisladores crean Derecho, sino también de frontera que autorizaban disparar a quienes huían por el muro
la jurisprudencia como fuente principal, sobretodo en la famiUa del pueden ser normas de riesgo permitido existentes, váhdas, pero sin
Derecho anglosajón. efecto para descargar de imputación al agente.

Desde esta perspectiva, en el Derecho penal internacional ante- De lo expuesto precedentemente quizás puede surgir una suerte
rior a la dación del ECPI, los precedentes de sanciones a criminales de escandahzación, no por el resultado al que arribo, sino porque
a través del Estamto de Nürnberg, Tokio, para la Antigua Yugoslavia, el problema de la autorización para matar lo he tratado como dis-
Ruanda; entre otros, forman parte del Derecho penal internacional cusión a nivel del riesgo permitido, y no como una posible causa
para resolver casos que no alcancen las normas del ECPI. Y si bajo de justificación o de inculpabiüdad de los agentes. Es cierto que se
la vigencia de dichas normas los guardianes del muro hayan quitado puede matar impunemente solo en situaciones excepcionales, ya sea
la vida de personas que cruzaron el muro, habrían sobrepasado las por ejemplo en legítima defensa, estado de necesidad; sin embargo,
normas de riesgo permitido. Si bien las leyes de frontera autorizan esto puede tener alteraciones cuando hay un quiebre poh'tico grande
hacer los disparos, estas normas váhdas, como se dijo Kneas arriba,
no implican, sin embargo, que por sí mismas sean obedecidas. De
este modo se alcanza una labor crítica de la obra del legislador, no
siendo catalogatlo, sin embargo, ¡lor ello como ///.r naturalista. pi^ 137 V ss.
ESTRUCTURA D E IMPUTACIÓN D E LOS CRÍMENES D E LESA H U M A N I D A D
CIRO). CANCHO ESPINAL

como ocurrió en la Alemania oriental, o cuando hay mutación de lo que estos reaüzarán al final de sus destinos, es decir, en Yurimaguas
una masacre a una comunidad tal como ocurre en efecto. ¿Al taxista
cosmmbre, donde lo excepcional se estandariza. Al respecto ya me
que ha conducido a los terroristas se le puede vincular como parte de
he pronunciado suprcP^^, pero creo que sería de utihdad para su ma-
la comunidad dehctiva de los actos terroristas como crimen de lesa
yor abundamiento el libro de L O C K E , La ley de la namraleza, tecnos,
humanidad? Por supuesto, al taxista no se le vinculará en la comuni-
2007, pp. 51-68. ^ ^ ^^^.^ ""T^'TZZ'Xh-f^ dad delictiva de los terroristas, independientemente que si supo o no
quettansportabaterroristas con objetivos criminales en el lugar de su
2. Prohibición de regreso '
destino. La razón principal de ello reside en el hecho de que al taxista
A la prohibición de regreso se le vincula con la teoría de la par- en un mundo desmitificado de contactos anónimos se le exige única-
ticipación en casos en los cuales el aporte del agente es inocuo en mente que cumpla con su papel de taxista, es decir, ser un conductor
el comportamiento dehctivo de otros. Empero, lo más importante prudente y cumplir con las reglas de tránsito. Como estos aspectos
en la intervención dehctiva es establecer cuándo una persona está corresponden a la tipicidad objetiva, se prefiere en lo mínimo excluir
vinculada a una comunidad dehctiva y bajo qué condiciones o pre- consideraciones subjetivas; por eso los conocimientos del agente no
supuestos se le tiene que aislar. Para ello, la prohibición de regreso tienen lugar, salvo para el deber de solidaridad rm'nima exigible como,
jugará un papel importante^^^^\e la prohibición de regreso por ejemplo, la obhgación de denunciar los hechos.
se aisla a la persona de una comunidad dehctiva, en la medida en que
haya actaado en el marco del cumphmiento de sus roles. La conducta En una conflagración béüca, un ejército enemigo toma como
estereotipada es aprovechada por terceros para cometer algún hecho prisioneros a muchos otros soldados del otro ejército. Los soldados
ti'pico, dándole un sentido dehctivo aparente. En nuestro concepto, A, B, C y D que habían tomado prisioneros a otros soldados del
la prohibición de regreso no es una restricción de la participación ejército enemigo se encuentran graves de salud después del enfren-
inocua en un hecho dehctivo o hecho principal de un autor, sino de tamiento que mvieron, pero con grandes deseos de tormrar a los
vincular o no a una persona en un colectivo, independientemente de soldados enemigos prisioneros y luego desaparecerlos. Los médi-
una adjudicación apriorística a ti'mlo de autor o parti'cipe. Esto es así cos que forman parte de la campaña de guerra, a pesar de las malas
porque en el nivel del injusto todos los aportes con trascendencia intenciones de los soldados heridos le dan las atenciones médicas
normativa son equivalentes. correspondientes. Tan pronto los soldados heridos recobran su sa-
lud llevan a cabo lo planeado. Al término de la conflagración béhca
Pongamos un ejemplo: el transportista de pasajeros de Palmapam- los soldados y los médicos son acusados por crímenes de guerra y
pa a Yurimaguas en Ayacucho que conduce a terroristas^^^''^, sabiendo de lesa humanidad. Si bien es cierto los soldados podrían responder
penalmente por los crímenes que se les acusa, los médicos habrían
llevado a cabo comportamientos neutrales en el marco de sus debe-
res de médico, independientemente si estaban salvando a criminales
<'^2> p. 211. .v""
(323) todos CARO JOHN, Das erlaubte Kausieren verbotener Taten - Re- internacionales, para que lleven a cabo ulteriormente crímenes. La
gressverbot, 2007; L a imputación objetiva en la participación delictiva, misma solución tendrían los casos no poco comunes de los médicos
2003; E L MISMO, Sobre la punibilidad de las conductas neutrales, en: RPDJ que salvan la vida de terroristas heridos, aun cuando sepan que al día
5 (2004) pp.83 y ss. siguiente llevaran a cabo una masacre de grandes dimensiones." /
(324) Y(;,¡jj;e nuestra posición supra p. 71 y ss. s o b r e la p o s i b i l i d a d d e que el
terrorismo sea convertible e n ilelito tic lesa iuMuaiiulad.
C I R O ). C A N C H O ESPINAL ESTRUCTURA DE IMPUTACION D E LOS C R I M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

3. Competencia de la víctima como autor del mismo. En la sentencia contra Akayesu, el tribunal
Si no se puede atribuir responsabilidad al autor a un tercero consideró que la violación constituía tormra y que, dadas las circuns-
queda la posibilidad de atribuir normativamente responsabilidad a la tancias, la violación generaüzada, como parte de unas "medidas di-
rigidas a impedir nacimientos dentro del grupo", constituía un acto
víctima. Este tipo de responsabilidad correspondiente es simbólica,
de genocidio. Por ejemplo, en las sociedades donde la pertenencia a
porque a la víctima no se le puede responsabilizar penalmente, pero
una etnia está determinada por la identidad del padre, violar a una
sí podría descargar completa o parcialmente la responsabilidad del
mujer para dejarla embarazada puede impedirle dar a luz a su hijo en
"autor". Es difícil imaginar en el Derecho penal internacional algún
el seno de su propio grupo^^^*^\, Akayesu fue condenado
caso donde se pueda aphcar este criterio de imputación. Por ejemplo,
por promover dichos actos de violación sexual e incitar la comisión
puede idearse de la persona que se entromete en actos de violaciones masiva de los mismos. Seguidamente, se punmaüzó que la violación
sexuales reahzados por soldados enemigos con un afán de experi- sexual contra las mujeres tutsis durante su mandato fue sistemático y
mentar un tipo de placer sexual violento. fue de su conocimiento^^^^^

V. U N CASO D E OMISIÓN IMPROPIA


VI. CAUSAS Q U E LIBERAN O E X C L U Y E N LA RESPON-
El caso AkayesíP'^'^''tieneimportancia en la dogmática penal in- SABILIDAD PENAL
ternacional, porque por primera vez se condena a una persona cul-
pable de violación sexual por no haber impedido ni detenido dicho El ECPI hace mención de manera general en el art. 31. a. cir-
acto en su caüdad de oficial y no por haberla cometido personalmen- cunstancias eximentes de responsabiüdad penal. La terminología
te. Este punto de vista de la sentencia rompe con el falso dogma, utiüzada, da posibiüdades de que se puede tomar en cuenta causas
que los dehtos sexuales son de propia mano, y sitieneimportantes que excluyen la responsabiüdad, causas que excluyen la punibiüdad
repercusiones en el Derecho penal de los Estados Nacionales, ya que y desde el ámbito procesal las causas que excluyan la persecución
puede admitirse la autoría, coautoría, la autoría mediata aun cuando penal<^^*\e modo de regulación no es propio del concepto de-
el agente no haya reahzado personalmente la acción ti'pica. Desde fences en el Derecho angloamericano y del concepto Strafausschlies-
este punto de vista también queda perfectamente habihtado la afir- sungsgründe en el Derecho penal alemán. El código penal peruano
mación, que el deüto de violación sexual se puede Uevar acabo por en su art. 20 utiüza una terminología simüar al art. 31 del ECPI, a
omisión, y ser sancionado el omitente del comportamiento esperado saber: "causas que eximen o atenúan la responsabiüdad penal". Sin
embargo, en el art. 31.1 del ECPI se da cabida a más posibiüdades
de exclusión o überación de responsabiüdad penal, que surgen de

(325) jg^j^ p^yj Akayesu, antiguo alcalde de la ciudad ruandesa de Taba, fue arres-
tado en Zambia el 10 de octubre de 1995 y fue transferido a la Unidad de
Detención del Tribunal en Arusha el 26 de mayo de 1996. E l juicio comenzó
The Prosecutor versus Akayesu Case N° I C T R - 96-4-T de 02/09/98
en junio de 1997 y el 2 de septiembre de 1998 la Cámara Procesal I lo en- fundamento p.691.
contró culpable de genocidio, incitación directa y pública a cometer genocidio
<^^'> The Prosecutor versus Akayesu Case N° I C T R - 96-4-T de 02/09/98
y crímenes de lesa humanidad. E l 2 de octubre de 1998 fue sentenciado a
fundamento p.692. '
prisión de por vida. Akayesu cumple condena de cadena perpetua en una
AMUOS, Inicrnaiionales Strafrecht, §7 /77.
prisión de Mali.
C I R O ). C A N C H O ESPINAL
I S TRUC: PURA Ü L I M P U T A C I Ó N D E L O S C R Í M E N E S D E L E S A H U M A N I D A D

las normas establecidas en el mismo texto normativo, lin este sen A pesar que existe la posibihdad teóricamente de invocar legí-
tido, la doctrina^^^'^ ha dado apertura a otras normas de exciiisKin tima defensa en todos los tipos penales descritos por el ECPI (art.
de responsabilidad en el mismo ECPI, tales como los artículos .',/, ."^I.l c), en la práctica del Derecho penal internacional son de espe-
29, y 32, 33 del ECPI. cial importancia el acmar bajo órdenes superiores y la causa de justi-
El art. 27 del ECPI hace referencia a la circunstancia en ficación por coacción. En las siguientes páginas nos vamos a ocupar
una persona ocupe un cargo oficial como alto dignatario, ya si ,i sucintamente de la acmación por órdenes superiores (la denominada
obediencia debida).
como jefe de Estado, o de gobierno, parlamento, representaiiii- di
gobierno o funcionario de gobierno. De manera negativa prti
el citado dispositivo legal, que estas circunstancias no le eximii;i il< I. Actuación por orden superior (obediencia debida). Distintos
responsabiüdad penal. Asimismo se destaca, que las inmunidadcN planos de evaluación dogmática de orden suprior. Especial
y las normas de procedimientos especiales que conUeve al can-o referencia al caso "Erdemoviae" y el "Grupo CoUna"
oficial de conformidad al Derecho nacional o internacional, IK > sci ,i Empecemos con un caso famoso propuesto por CORNACCHIA^^^"'
óbice para que la CPI asuma competencia. Por otro lado, el art. ."' en el übro homenaje a P A R E D E S V A R G A S : "Drazen Erdemoviae, croa-
también enfatiza de manera negativa, que los crímenes de coiiipi la, casado con una serbia, que se enroló en el ejército bosnio debido
tencia de la CPI no prescribirán. Esta última es una restricci(')ii a l,i a necesidades económicas, fue miembro del 10° Destacamento de
prescripción de la acción penal desde el punto de vista del "Dere( In i sabotaje del ejército de la Repúbhca Serbia. El 16 de juüo de 1995
penal en general", ya que por regla general todos los deütos presen l'ue enviado con otros hombres de su unidad en la granja colectiva
ben. El paso del tiempo en el ámbito de la persecución internaí i<i hranjevo, cerca de Piuca, en el noroeste de Zvornik. Una vez alü
nal no es ninguna causa que excluya el procesamiento de deütos (!< recibieron la información de que más tarde, ese mismo día, llevarían
competencia de la CPI. a la granja en autobuses a hombres musulmanes de 17 a 60 años.
I'.stos hombres eran civiles desarmados que se rindieron ante los
En reaüdad, las circunstancias eximentes de responsabilidad pe
miembros del ejército o poücía de la Repúbüca Serbia después de la
nal reguladas de manera positiva del que hace alusión el art. 31 di I
c aída del 'área de seguridad' de las Naciones Unidas en Sebrenica.
ECPI serían los artículos 32 y 33. El primer artículo regula el ci i< n
I,()s miembros de la poücía miütar Uevaron a estos civUes - aproxi-
de hecho y de Derecho, y el segundo trata sobre las órdenes su|)c
madamente unos 1, 200 musulmanes — fuera de los autobuses en
riores y disposiciones legales. Debe aclararse que la minoría de c-d.i.l
grupos de diez y los escoltaron hasta un campo cerca de las casas
no es propiamente una causa que excluye la responsabilidad penal
de la granja, donde los aünearon de espaldas a un pelotón de fusi-
en el sentido del art. 20. 2 del CP, sino que excluye del ámbiio dt
lamiento. Entonces, Drazen Erdemoviae y otros miembros de su
competencia de la CPI. Esto debido a que no hubo consenso (ii
unidad mataron a estos hombres, con la ajmda de unos soldados
el plano internacional respecto a la edad para que una persona s( a
pertenecientes a otra brigada".
considerada imputable.

Miili-e Crimen de lesa luimanidad y crimen de guerra: lU caso Erdemoviae,


P„r todos Mi.KKiíi., /SrW 114 (2002) p.'i W. cu: 1,. h. a l'.iicl,-. Vaivas, p.
C I R O |. C A N C H O ESPINAL ESTRUCTURA DE IMPUTACIÓN DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

Drazen Erdemoviae se declaró culpable por el cargo de crimen pero podrá considerarse circunstancia atenuante si el Tribunal In-
de lesa humanidad de conformidad con el art. 2ü (3) del Estamto ternacional determina que así lo exige la equidad". En otros casos
del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia y la norma 62 famosos como el "Celebici"^^^^^ por el contrario, a pesar que se había
del reglamento. Seguidamente el 29 de noviembre de 1996 se dictó probado la existencia de las órdenes del superior no se tomó ni si-
una sentencia de 10 años por su participación en la matanza en masa quiera como atenuante para reducir la pena en su individuaüzación.
de civiles musulmanes en Sebrenica y Potocari. Al cabo de ello, sin Las razones que se han esgrimido fueron que los agentes habrían
embargo, invadió en los jueces una honda reflexión debido a que acmado con crueldad, placer perverso, encarnizamiento en su perpe-\
Erdemoviae había expresado, en tono de remordimiento por sus ac- tración, etc., que fueron entendidas como aceptación o aprobación
ciones, lo siguiente: "Su señoría tem'a que hacerlo. Si me hubiera ne- delosTiechos por el agente.
gado, me habrían matado junto con las víctimas. Cuando me negué
me dijeron: Si lo sientes por ellos ponte de pié, ahnéate con ellos y Con la dación del ECPI las cosas han variado. El mencionado
también te mataremos a ti. No lo siento por mí, sino por mi famiha, Estamto establece determinados requisitos de exclusión de respon-
mi mujer y mi hijo que entonces tenía nueve meses, y no podía ne- sabiüdad a través de la obediencia debida, superando de esta manera
garme porque entonces ellos me habrían matado". el ampüo margen de discrecionaüdad en el juzgador. Así el art. 33
del ECPI con el rótulo "Ordenes superiores y disposiciones legales"
El acusado recurrió la sentencia y posteriormente se le dio la menciona: 1 "Quien hubiere cometido un crimen de la competencia
opormnidad de volver a declarar, y se advirtió que la declaración de la Corte en cumphmiento de una orden emitida por un gobierno
de Erdamoviae no estaba ajustada a sus intereses, ya que se había o un superior, sea miütar o civil, no será eximido de responsabiüdad
declarado culpable por un deüto más grave (crimen de lesa huma- penal al menos que: a) Esmviere obügado por ley a obedecer órde-
nidad) y no por crimen de guerra que es un deüto más leve, por lo nes emitidas por el gobierno o un superior de que se trate; b) No
que el 5 de marzo de 1998 se modificó el tímlo de imputación por supiera que la orden era Uícita; y c) La orden no fuera manifiesta-
crímenes de guerra y actos contrarios a los acuerdos y cosmmbres mente iÜcita. 2. A los efectos del presente artículo, se entenderá que
de guerra, punibles de conformidad con el art. 3 del Estamto del las órdenes de cometer genocidio o crímenes de lesa humarúdad son
Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, reconocido por manifiestamente ih'citas".
el art. 3. 1 (a) de la Convención de Ginebra. En este sentido, se le
De acuerdo con el estado acmal del Derecho penal internacio-
redujo a Erdemoviae a cinco años de reclusión en lugar de diez que
nal y en consonancia con la disposición precitada ha de entenderse
fuera inicialmente.
que la obediencia debida sólo podrá invocarse en crímenes de guerra
Entre otros aspectos para la reducción de la pena ha servido o de agresión, puesto que las órdenes de cometer crímenes de geno-
de fundamento la obediencia a la orden del superior. Esto quiere cidio o lesa humanidad siempre serán consideradas iücitas.
decir que la obediencia a la orden del superior no mvo la entidad de
excluir de responsabiüdad, sino solo de atenuar la pena de conformi- En reaüdad, el punto crucial de la normatividad antes citada
es establecer su naturaleza jurídica, es decir qué instimto y bajo qué
dad al art. 7. 4 del Estamto del Tribunal Penal Internacional para la
ex-Yugoslavia que a la letra indica: "El hecho de que el inculpado
haya acmado en cumphmiento de una orden impartida por un ( í o -
bierno o por un superior no le eximirá de responsabiüdad penal.
T P I - I T - 9 . S - 2 I , l ' c i n a l - C h a m l x T , 25/09/1996.
C I R O ). C A N C H O ESPINAL E S T R U C T U R A D E I M P U T A C I Ó N D E L O S C R Í M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

categoría y elementos de la estrucmra del delito podría ampaiaiM Derecho, o simplemente con indiferencia; lo mismo sucede cuando
Entiendo que el art. 33 del ECPI ha detiratarsecomo error iK- pm la orden aparenta ser Kcita. Por su puesto si se Uegara a comprobar
hibición por la forma cómo ha sido redactado; sin embargo, ck ¡x ii i|ue el agente habría actuado creyendo que su comportamiento es-
diendo de las circunstancias del caso concreto hay dos posibilidadi • taba normativamente justificado, pero no existiendo tal norma de
más para abordar el tema. Si se asume el cumphmiento de la oiiii ii permisión estaremos en presencia de un error de prohibición indi-
obhgatoria como obediencia debida se trabajará conio una causa (l« recto, en consonancia con los posmlados de la dogmática tradicional
justificación en la categoría de la antijuricidad, pero sería muy dr. <.|ue sigue la teoría de la culpabihdad. Pero si se asumiera, como al
entibie o descartada su admisión en el Derecho penal internam. parecer asume el ECPI (art. 32) la teoría del dolo, ya que el error de
nal, como veremos más adelante. Oüra posibihdad serátiratardit li-i derecho hace desaparecer el eletnento de intencionahdad, estaremos
supuesto como un estado de necesidad exculpante, éste ultime > a hablando de una causa que excluye el dolo. Pero con esto todavía
guiendo el modelo de la dogmática tradicional en la categoría di la tío se dice nada sobre la ubicación del dolo en alguna categoría de la
culpabihdad. En las siguientes h'neas me ocuparé de cada una tic l.r. estrucmra del dehto, en todo caso ha de asumirse la posición domi-
posibihdades mencionadas. nante en la acmahdad en el Derecho penal europeo continental, que
sigue la dogmática peruana, es decir, el dolo pertenece a la tipicidad
Si somos más exhaustivos el supuesto que describe el arl. ^ ^ subjetiva.
del ECPI no es de obediencia debida, sino de error de prohibición
directo o indirecto en terminología de la dogmática penal acmal. 1 )< Hay que recordar que este tipo de error únicamente se podría
acuerdo con el art. 32.2 del ECPI se le ha denominado a la IÍJMI presentar en crímenes de guerra o de agresión, por cuanto las órde-
ra del error de prohibición con una terminología antigua (error (k nes impartidas para cometer dehtos de genocidio y lesa humanidad
Derecho)^^^^^ Los dos arti'culos mencionados tienen que interpreiai se asumen que son manifiestamente ih'citas de acuerdo con el art.
se sistemáticamente. El primer requisito de acuerdo con el art. 33 ild 33.2 del ECPI. Así, por ejemplo, los soldados que consideran que las
ECPI es que haya norma que obhgue al agente a cumphr las órdeiu-. {')rdenes de atacar objetivos civiles en una conflagración béhca inter-
del gobierno o un superior, es decir se requiere de una autoritlad I nacional están justificadas bajo el eslogan "en la guerra todo vale",
competente. Debido a que, por ejemplo, los sujetos de imputaci(')ii no saben que estarían cometiendo un crimen de guerra de conformi-
no solo pueden ser agentes mihtares, sino también civiles ha de to dad con el art. 8. 2. b) ii del ECPI. Por supuesto a los soldados que
marse en cuenta también las órdenes de éstos últimos. Seguidamenu han cumphdo dichas órdenes se les va a excluir de responsabiüdad
se requiere el agente no supiera que la orden era ih'cita y la orden iio por error de prohibición indirecto que en el ámbito internacional
fiaera manifiestamente iUcita. excluye el dolo, por cuanto hace desaparecer el elemento intencio-
nahdad, pero no a los que han ordenado. A este resultado se Uega en
Si el agente actiía sin saber que la orden es ihcita quiere decir que una interpretación sistemática y teleológica de los arts. 30, 32 y 33
su comportamiento lo llevó a cabo pensando que estaba ajustado a del ECPI. El hecho de que a los soldados se les exima de responsa-
bilidad no quiere decir que los que hayan ordenado también se übren
de sanción penal. Para la punición de los hombres de atrás que han
ordenado actos ilícitos a los soldados hay que considerarlos como
<332) Ampliamente sobre el error de hecho y de derecho H U R T A D O Pozo, Ma
nual de Derecho penal. P G , § 14/1752 y s.s.; K O M N , Strafrecht AT, t. i,
atitores, ya c|ue ellos aportan con la decisión del ataque, que valorati-
§ 21 A/5 y ss. vamente liciie la misma relevancia que la ejecución directa, esto bajo
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el talante de una dogmática normativista. Claro, se podría recurrir que la misma sea obhgatoria para el agente, cuya consecuencia des-
también a la figura de la autoría mediata de base namralista para emboca en un comportamiento tipleo. Únicamente de este modo
sancionar a las personas que han ordenado como autores mediat( )s. estamos en presencia de un supuesto en el que el agente podría in-
vocar alguna causa de justificación en la categoría de la antijuricidad,
En el caso Erdemoviae que nos ha servido de punto de partida
es decir frente a un comportamiento ti'pico. Hay que tener en cuenta
no se presenta lafiguradel error que hemos desarrollado, ya que ésli'
que el cumphmiento de alguna orden antijurídica sólo puede traer
consideraba que el cumphmiento de las órdenes de matar a musiil
consigo una posible sanción disciphnaria o administrativa, y no ne-
manes era ihcito.^Si traemos a colación las declaraciones de algun< )s
cesariamente un comportamiento ti'pico enmarcado en el Derecho
de los integrantes del "Grupo Colina" en nuestro país como la di'
penal. Cómo indica G A R C Í A C A V E R O , "el punto de discusión, no se
Fernando Lecca Esquen, el 06 de febrero de 2008, Víctor Manuel
ubica, por tanto, en la antijuricidad de la orden o no, sino en la cues-
Hinojosa Sopla, el 08 de febrero de 2008, Pablo Andrés Atuncar
tión de la obhgatoriedad de una orden injusta", que da lugar a la
Cama, el 11 de febrero de 2008<^^^^ tienen algo de coincidencia eii
siguiente pregunta: "¿Puede la ejecución de una orden que configura
afirmar conmndentemente que hay un reglamento en el ejército eii
un injusto penal estar justificada porque el ejecutor estaba obügado
el sentido que las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones
a cumpürla?"^"'').
y el responsable es el superior que la imparte. Si en verdad existe-
un susodicho reglamento que tiene dicho contenido o, éste sea más El fundamento teórico central de la posibiüdad de una causa de
bien una usanza que se ha internahzado en las fuerzas armadas, es justificación de un comportamiento ti'pico basada en la obediencia
discutible; lo cierto es que dicho proceder es contrario al art. 19. 8 debida reside en el principio de autoridad. Cuando las órdenes im-
del Código de Justicia Mihtar y Pohcial, ya que el agente tiene la pos i partidas por la autoridad competente pueden ser observadas o no
bihdad de resistirse frente a una orden manifiestamente ilegal. Est( )s cumpüdas por algunos defectos o irregularidades se paraüzaría el
casos pueden abordarse a partir del error de prohibición, ya que i l tráfico jurídico. En sociedades donde las relaciones son verticales
agente cree acmar hcitamente por la "existencia de reglamento" < > por su forma de configuración, el principio de autoridad es más rigu-
usanza que faculta cumphr toda orden del superior, pero en reahdad roso acogiendo la incondicionaüdad de la obediencia; sin embargo,
está cometiendo un dehto. El problema jurídico que se diagnostic a ^ciedades donde las relaciones son más horizontales, donde el
en estos casos no es la obediencia debida, que tiene un tratamient(t ejercicio de la übertad y la contradicción son características esen-
más estricto, como a continuación vamos a ver, sino el error de prc > ciales, la obediencia de órdenes no puede ser a ciegas. Estas últimas
hibición. características son las que colorean a la sociedad peruana, por eso
es que la obediencia tiene que ser cumpüda después de haberla exa-
La otra posibihdad de abordar el tema podría ser como obe
minado. Esto hace que haya una matización en el ámbito penal, de
diencia debida en la categoría de la antijuricidad. Si habláramos de la
; tal manera que a pesar de que en principio las órdenes ih'citas no
orden impartida cuyo cumphmiento se ha Uevado a cabo^se requiere
deben ser cumpüdas, pero podrían estar justificadas cuando el com-
portamiento ti'pico que conUeva dicho cumpümiento no es de gran

Más detalles sobre sus declaraciones y un análisis dogtnátíco amplio nos


proporciona U G A Z HI:UDEBERT, L a eximente de obeiiiencia debida en r l
Derecho penal, p. \?>(). ( ¡ A i « i \, D i T c c l u ) p e n a l . P C , p. 611.
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entidad. Siguiendo nuevamente a G A R C Í A C A V E R O , quien ilustra con es una figura diferenciada del miedo insuperable^^^*^ Esto es de
un ejemplo de J A K O B S de la siguiente manera: "Si un soldado recibe hi comprobarse de la descripción abstracta del art. 31.1. d. del ECPI
orden de usar una máquina que no puede controlar, poniendo inde en el cual se puede apreciar una suerte de combinación entre esta-
bidamente en riesgo la vida o integridad de otras personas, la orden do de necesidad y miedo insuperable como a la letra indica: "Hu-
no será obligatoria y, por lo tanto, su cumplimiento no podrá esi;ir biere incurrido en una conducta que presuntamente constituya un
¡justificado. Pero si el uso de la máquina solamente genera riesgos crimen de la competencia de la Corte como consecuencia de coac-
'materiales de escasa relevancia, primará el cumplimiento de la orden ción dimanante de una am^naza_jnminente de muerte o lesiones
del superior"^^^^'. Como en el Derecho penal internacional el cumplí c a r p í a l e s graves para él u otra persona, y en que se vea compelido
miento de órdenes tiene que ver con la comisión de graves compc )r a actuar necesaria y razonablemente para evitar esa amenaza, siem-
tamientos típicos como genocidio, lesa humanidad, crímenes de gue pre que mviera la intención de causar un daño mayor que el que se
rra o de agresión, no es posible hablar de una causa de justificaci(')n proponía evitar. Esa amenaza podrá: i) haber sido hecha por otra
que excluya de responsabihdad del agente. Si ponemos en práctica personas; o ii) estar constituida por otras circunstancias ajenas a su
estas consideraciones al ejemplo de partida (el caso Erdemoviae) tío control".
sería posible aphcar obediencia debida, porque el comportamiento
típico de ejecutar a numerosos musulmanes como orden obhgatoria Como el estado de necesidad es un instituto más ampho que
es grave. En estos casos va a primar siempre el respeto a la vida, hi el miedo insuperable, la citada disposición legal ha de tener la na-
integridad corporal por sembré el cumphmiento o la obhgatoriedad cil- turaleza jurídica del estado de necesidad con un requisito adicional
la orden impartida. del miedo insuperable. Claro, no hay que negar que en todo estado,
de necesidad, tal como entendemos en el Derecho pena nacional
No hay que olvidar, tal como ocurre en la reahdad de muchos se presenta "el miedo" en distintos grados, por la difícil circunstan-
casos, los que ordenan la ejecución de determinados actos típicos lo cia en que se encuentra el agente, pero ello no es la característica
hacen con amenazas graves a sus suborchnados, de tal manera que l( )s particular del estado de necesidad, sino la situación de peligro en
ejecutores se sienten compehdos a cumphrlos. Quizás sea éste el su el cual la persona tiene la posibihdad de discernir y optar por una
puesto que más se asemeja en el caso Erdemoviae, ya que él indicab;i alternativa de superación de peligro. Por el contrario, en el miedo
en su declaración, que si no cumph'a con las órdenes de matar, a él y :i insuperable^^^''^ la persona no puede distinguir ninguna alternativa
su famiha lo habrían matado. Debo de resaltar nuevamente, que estos de superación del pehgro, por la situación de miedo que opaca su
supuestos donde no sólo hay una orden de cumphr por parte de supe- discernimiento, pero no hasta el punto de ehminarlo, ya que en
rior, sino también amenaza grave, no debe abordarse bajo a figura cic-
la obechencia debida, sino de estado de necesidad o miedo insuperable,
depenchendo de las circunstancias del caso concreto. (»(.) FUNDACIC)N PARA E L DEBIDO PROCESO L E G A L (SlN AUTORES ESPECÍFICOS), en:
Digesto de jurisprudencia Latinoamericana sobre crímenes de Derecho
Si se optara por la aphcación de un estado de'necesidad en c-1 internacional, pp. 141 y ss.
Derecho penal internacional, hay que advertir primero qi^e ésta tío GARC;ÍA CAVERO, Derecho penal. P G , p. 662. "el carácter insuperable está
referido, más bien, a la situación de miedo, de manera que se estará ante
este supuesto de inexigibilidad precisamente cuando hay alternativas menos
lesivas tie alcjainieiilo del peligro, pero que el afectado, por el miedo que
(¡AiuíA CAVIKO, l)t-R-ch() penal. P C , p. 61^ padc-ci-, 11(1 p u e d e a|in-eiar.
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dichos casos ya se trataría de un supuesto de inimputabihdad, )' i n . te el interés protegido ha de ser de mayor importancia que el interés
de miedo insuperable. ^ » sacrificado, en tanto que en el estado de necesidad exculpante el bien
sacrificado puede ser de la misma entidad que el sacrificado, pero
Ahora toca establecer los presupuestos de configuracicMi del en ciertas simaciones puede admitirse incluso cuando el bien sacrifi-
estado de necesidad en el Derecho penal internacional de aciierdn cado es cuantitativamente superior que el bien afectado, aunque no
con el art. 31.1. d. del ECPI, pero no sin antes precisar que eii el cuahtativamente*^^'\
Derecho penal internacional no se haría distinciones entre esiadn
de necesidad justificante y exculpante, como sí ocurre en el Derec IK > Pienso que la descripción abstracta del art. 31.1.d. del ECPI se
penal nacional por obra de la jurisprudencia y la ciencia. En el l ' c i n . asemeja más al estado de necesidad exculpante, ya que hmita los bie-
siguiendo la tradición germana, se sigue el sistema diferenciado*""' \ nes jurídicos objeto de protección a la vida y la integridad corporal.
no unitario de estado de necesidad con presupuestos distintos pai.i Asimismo, se observa que el agente no tenga la intención de causar
ambos; sólo por indicar algunos; por ejemplo, los bienes jurídi<i>'. un daño mayor que el que se pretende evitar. De esto se deduce que
objeto de protección en el estado de necesidad justificante pucilí ii los intereses protegidos en disputa pueden tener la misma jerarquía,
ser todos, mientras que en el estado de necesidad exculpante soh > l.i en donde uno de ellos es sacrificado. Seguidamente vamos a tratar
vida, integridad corporal y la hbertad. Asimismo, los agentes faciili.i de establecer una sistemática de evaluación dogmática del estado de
dos para hacer uso del estado de necesidad justificante pueden ser 11 necesidad exculpante en el Derecho penal internacional.
afectado o cualquier tercero, mientras en el estado de necesidad i \
culpante se Umita únicamente al afectado y a personas con quien •.( El primer criterio general ha de ser la simación de necesidad y el
tiene estrecha vinculación. Y otro aspecto a resaltar es que en el es segundo criterio la acción de necesidad. En la simación de necesidad
tado de necesidad justificante el agente puede provocar la simacioii el primer elemento que tiene que deümitarse son los bienes jurídicos
de peügro e invocar seguidamente estado de necesidad, mientras objeto de mtela a través del estado de necesidad exculpante. Hemos
en el estado de necesidad exculpante quien provoca la simaci(')n di estado ya mencionando que los bienes jurídicos objeto de protec-
peügro, en principio, no está facultado para invocar íntegramente 11 ción pueden ser sólo la vida y la integridad corporal de conformidad
estado de necesidad. Asimismo, en el estado de necesidad justifican con el art. 31.1.d del ECPI, pero no cualquier amenaza contra dichos
bienes jurídicos, sino se requiere de una amenaza cuahficada, es decir
grave. El siguiente elemento es el peligro y su acmalidad. En este
punto aun cuando no se utiUce el término peügro, sino amenaza,
(338) j j j jdoctrina nacional VILLAVICENCIO T E R R E R O S , Derecho penal. P(¡,
puede entenderse ésta como peügro. Dado que no cualquier amena-
79/1235. E n la estructura del delito el estado de necesidad jusüficant<- f>\
tratado en la antijuricidad y el estado de necesidad exculpante en la < ni za o peügro puede generar el ejercicio de un estado de necesidad ex-
pabilidad.; HIRSCH, L a posición de la justificación, p. 12. D e a c u e n l o i o n culpante en el Derecho penal internacional, sino sólo los más graves,
este autor puede decirse concretamente que la decisión del c o n f l i c i o que requieren un especial juicio de valor.
el ordenamiento jurídico, por un lado, esto es e n el estado de n e c i s K l . h l
justificante e indulgencia en el estado de necesidad exculpante, d e h u i d i
una presión motivadora extrema, por otro lado.; E l . MISMO, EJ e s t a i i i » di
necesidad defensivo en la discusión alemana, en: L.h. a Enrique ( i i n i l n i
nat, t. I, p. 1006. E n este trabajo trata el autor en un discurso c r í t i c o ln',
fundamentos teóricos de la distinción entre estadij de necesidad juslilicaiilc
y exculpante. (¡AKCIA C\\N(, n r r c e h o penal. P C , p. 660.
CIRO). CANCHO ESPINAL E S T R U C T U R A D E I M P U T A C I Ó N D E L O S C R Í M E N E S D E LESA HUMANIDAD

La gravedad de la amenaza es un juicio de valoración objetivo una de las características que lo distingue de la legítima defensa, que
que tiene que ver con la seriedad de la misma, el contexto de las únicamente se puede dar contra agresiones o "pehgros" provenien-
circunstancias y la alta probabilidad de inmediatez en la cristaliza- tes de seres humanos.
ción de la amenaza. En el caso Erdemoviae la amenaza que se k-
El segundo criterio general es la acción de necesidad. El pri-
hizo fue la de perder su vida y la de sus famihares, si no ejecutaba
mer punto a tratarse es el conocimiento que el agente debe tener
la orden de matar a las víctimas. Entiendo que la acmahdad ck-
de la situación de necesidad. Desde el causalismo valorativo el
la amenaza o peligro en la aphcación del estado de necesidad en
elemento subjetivo de justificación es de vital importancia para
el Derecho penal internacional ha de ser más estricta que en el
ejercitar válidamente una causa de justificación. No es suficiente
Derecho penal nacional, toda vez que está vinculada a una ame-
el valor del resultado, sino también el valor de la acción. Esto
naza grave. Como es de recordarse en el Derecho penal nacional,
quiere decir que el agente tiene que tener conocimiento que hay
la actualidad del peligro se retrotrae incluso a un estadio anterioi
una amenaza o peligro inminente para su vida o su integridad cor-
a la inminencia propia de la legítima defensa*^'"*^ Si el peligro o la
poral. Desde mi punto de vista no se requiere un especial animus
amenaza grave que habiüta el ejercicio del estado de necesidad en
de salvamento u otro similar, sino simplemente del conocimiento
el Derecho penal internacional durara en el tiempo, cabría la posi-
de las circunstancias objetivas. Cuando se exigiera un especial ani-
bihdad de neutrahzar el peligro de una u otra manera, por lo que
mus del agente se llegaría a un psicologicismo extremo; porque la
no existiría un peligro de la magnitud que imphque la comisión ik-
norma que regula el estado de necesidad no exige dicho elemento
actosti'picosgraves como genocidio, lesa humanidad u otro crimen
(animus) adicional. La acción de necesidad dirigida directamente
internacional. En este sentido, la amenaza o el peligro ha de s i i
contra el peligro es denominado estado de necesidad defensivo,
inminente. El pehgro o la amenaza pueden estar dirigidos contra el
mientras si un tercero no interviniente en la relación peligro, y
agente u otra persona. Dado que se trata de una amenaza o pelign >
amenaza es perjudicado por la acción de defensa, se trata de es-
grave, tendrían que estar dirigidos, en su entendimiento más lato,
tado de necesidad agresivo./Pienso que mayormente se puede dar
contra personas estrechamente vinculadas al agente. El término "n
en el D P I una acción de necesidad agresivo. Las circunstancias
otra persona" ha de entenderse que no se trata de cualquier pers( >
particulares que se dan en el DPI, por ejemplo, la amenaza de
na, sino aquella vinculada al agente.
muerte es segura, si no se ejecuta el deseo del amenazante; y si
Finalmente es de mencionarse que el pehgro o la amenaza pue el agente llega a matar a su amenazante se tratará en el mayor de
den provenir de una persona o de circunstancias ajenas al control tiel los casos como legítima defensa. Pero si mata a terceros que no
agente. Sin embargo, es difícil imaginar un acto ti'pico de crimen in- tienen la culpa para salvar su vida por la amenaza estaremos en
ternacional justificado por algún pehgro generado por la namraleza, presencia de estado de necesidad agresivo exculpante. Por cierto
los animales o las cosas, que sí ocurre comúnmente en el estado de que esto es problemático a diferencia del Derecho penal nacio-
necesidad propio del Derecho penal nacional. Precisamente ésta es nal, ya que es muy discutible que se pueda admitir un estado de
necesidad agresivo para salvar un interés jurídico de la misrna
o C-lC^'H)a¿^^
importancia como la vida. ^
(340) Ampliamente sobre los distintos tipos de peligro como el continuado, el Otra exigencia para amparar el estado de necesidad ex-
peligro que se reproduce etc., VILI,F.C;AS DÍAZ, en: Revista de Derecho, vol.
culpiitue es e|uc i l agente no haya provocado o causado el pe-
XXII1-N° 2 - Diciembre, 2010, p. 162.
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ligro que origina la simación de necesidad. H U R T A D O ?()/,()<'•"* sas, sino para matar. En estas condiciones la persona actúa a propio
al interpretar el art. 20. 5, segundo párrafo del CP (Derecho penal riesgo, por lo que, aun cuando en el momento de la simación de
nacional) indica que no basta que el agente haya creado un peligre >, necesidad el agente no está vinculado directamente con el ingreso
sino que es necesario si en virmd de haberlo causado se le puede ex i al ejército o a un "comando de aniquilamiento" ha contribuido de-
gir o no que lo acepte o lo soporte. Creemos que ello puede ser asi cididamente en la creación del pehgro. En este sentido, la simación
en tanto la acción del agente sea Hcita como, por ejemplo, denunciar de necesidad exculpante podría aminorar la pena por ser imperfecta,
a unos sicarios y poner en pehgro su vida. Para conjurar dicho peí i pero no excluirlo de responsabihdad.
gro podría el agente váhdamente invocar, dependiendo de las otras
^ Seguidamente^_enegitimado a hevar a cabojj_acción de necesi>.
condiciones, estado de necesidad exculpante, ya que no se le puede
dad es la persona que se encuentra en pehgro o ha sido amenazada.
exigir al agente que acepte o soporte ser atacado. Las cosas podrían
Dado que también la amenaza o pehgro pueden estar dirigidos con-
ser distintas cuando el agente origina el pehgro neghgentemente (an
tra personas estrechamente vinculadas al agente, habría la posibihdad
tijurídicamente). Quien origina un incendio en una casa y mata lueg( >
que estas personas también estén facultadas a Uevar alcabo la acción
a un tercero para salvar su vida no se le podría exculpar completa
de necesidad exculpante. En el Derecho penal nacional ello no es
mente. Si bien es cierto el que origina el pehgro no está obhgado a
diferente por expresa mención del inc. 5, primer párrafo del art. 20
morir por el solo hecho de haberlo causado, ya que es una reacción
tiel CP. Pero hay que resaltar que en este tipo de estado de necesidad
namral querer salvarse, sin embargo se le sancionará penalmente re
las personas estrechamente vinculadas no necesariamente tienen que
duciendo la pena por tratarse de un estado de necesidad exculpante
estar en pehgro o amenazadas, como sí ocurre, por regla general, en
imperfecto. La razón fundamental es que el agente que hizo uso de la
ti estado de necesidad exculpante del Derecho penal internacional.
acción de necesidad ha provocado antijurídicamente el pehgro.
A diferencia del estado de necesidad exculpante del Derecho
En el Derecho penal internacional también se seguiría el mismc > penal nacional, en el cual el agente se encuentra en una simación de
razonamiento por cuanto la dogmática del Derecho penal nacional presión psicológica por la simación de necesidad, en el estado de
no se descarta en su aphcación de conformidad con el art. 31. 3 con necesidad exculpante del Derecho penal internacional la presión psi-
cordante con el art. 21 del ECPI. Sin embargo, un problema crucial cológica ha de ser mayor hasta el punto de equipararlo con el miedo
casuístico que se presenta en el Derecho penal internacional es el insuperable, pero esta figura no sería aphcable como ya hemos ad-
hecho que muchas personas que mataban por órdenes de sus supe- vertido supra. De este miedo insuperable que se presenta en el estado
riores, amenazadas también de muerte si no lo hicieran, ingresaron de necesidad exculpante, se deduce que el agente no advierte las
a dichos "comandos de aniquilamiento" de manera voluntaria. Si alternativas que pueden darse para superar la amenaza o pehgro, o
recordamos el caso Erdemoviae, éste se enroló en el ejército bosnio hacer que la acción de necesidad sea menos lesiva, precisamente por
debido a necesidades económicas, pero al final y al cabo voluntaria- el ofuscamiento en el que se encuentra. Por eso, la necesidad racional i
mente. La persona que ingresa a un ejército en circunstancias como de la^cción ha de estar hmitada a las circunstancias vividas por el\
el conflicto en la antigua Yugoslavia sabe que no es para contar ro- agentey^ór la simación especial de conflicto de intereses jurídicos ^
que se presenta. , ,,

Por último, tillemos la ponderación de intereses protegidos. I'ai


(3^') Derecho penal. P C , § 14/1811.
i'l estado de l u n s u l a i l exculpante los intereses en conflicto deben
C I R O ). C A N C H O ESPINAL ESTRUCTURA DE IMPUTACIÓN DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

tener el mismo valor cualitativo. El agente no puede causar un daño estaba referida a la comisión del dehto de asesinato art. 108. 3 del CP
mayor que el que se proponía evitar, tal como refiere el art. 31. d. con relevancia de lesa humanidad, tal como refiere el fundamento V I
del ECPI. Por ejemplo, Erdemoviae ejecutó a muchos musulmanes! (Marco normativo) E de la sentencia de primera instancia*^''^\l tema
para salvar su vida y la de su famiha. De acuerdo con el elemento de central de discusión en el caso "Chavín de Huantar" no fue la propia
la ponderación de intereses no habría inconveniente para afirmar operación de rescate a cargo de los comandos de las fuerzas armadas
positivamente, pero no sería admisible si el agente quisiera salvar su como sustento de la intervención del Estado para hberar a los rehenes,
integridad corporal cegando la vida de otro. La razón fundamental que esmvo justificada de conformidad con el art. 20. 8 del CP^^"*^^, sino
reside en la valoración axiológica general que la pérdida de la vida es de hechos posteriores a la misma operación. Así, lo que se ha cuestio-
irreversible frente a la lesión de la integridad corporal, por lo que la nado y se pretendió esclarecer en el caso "Chavín de Huantar" fue, en
vida sólo podría protegerse sacrificando otra vida. Claro, es de enten- primer término, si se les quitó la vida a los tres agraviados una vez que
der que si hay un interés jurídico sacrificado de menor importancia fiaeron reducidos y estaban rendidos; y, en segundo término, si la muer-
te de los tres agraviados integrantes del MRTA se debió a la ejecución
de directivas preordenadas desde las más altas instancias estatales. De
2. E l deber jurídico de la defensa de la sociedad (art. 20.8 del éste último se ha pretendido tejer la aphcación de la teoría de la autoría
CP) como causa de justificación. A propósito del caso "Cha- mediata mediante dominio de un aparato de poder organizado^^''^^ De
vín de Huantar" acuerdo con la ejecutoria de la Corte Suprema, que confirma la senten-
cia de primera instancia, los delincuentes terroristas habrían muerto en
El 24 de juüo de 2013 la Sala penal transitoria de la Corte Supre-
combate^^''^^ salvo el caso de Eduardo Nicolás Cruz Sánchez del que
ma se pronunció sobre el caso "Chavín de Huántar" declarando no
se requiere mayor investigación^^'**^ Asimismo, se ha rechazado que los
haber nuhdad en la sentencia emitida por la Tercera Sala Penal Espe-
hechos tengan relevancia de lesa humanidad, al no cumplir con las exi-
cial Liquidadora de Lima en cuanto absolvió a Nicolás de Barí Hermo-
gencias dogmáticas de los elementos de contexto*^''^^
za Ríos, Vladimiro Montesinos Torres y Roberto Edmundo Huamán
Ascurra de la acusación fiscal formulada en su contra por autoría me-
diata del dehto de homicidio cahficado (art. 108.3 del CP), en agravio
de Herma Luz Meléndez Cueva, Víctor Salomón Peceros Pedraza y (^2) E X R 26-2002, p. 496. ' ' ' -'5'.iwq.;í •• :/
Eduardo Nicolás Cruz Sánchez. Sobre este caso emblemático se hani (343) jsj 3521-2012 (II Fundamentos de Derecho, vigésimo segundo fiindamento).
emitido reflexiones muy importantes en el ámbito de la dogmática pe-' (344) j^jsj. 3521-2012 (II Fundamentos de Derecho, primer fundamento).
nal. Sin embargo, antes de emitir un juicio sobre una sentencia penal 3521-2012 (II Fundamentos de Derecho, quincuagésimo cuarto fun-
(345) j ^ j v j
es necesario saber cuál fiie la acusación llevada a cabo por el Ministerio damento).
Púbhco, sobre el cual el Poder Judicial se ha pronunciado. Esto per- (346) jjjj parte resolutiva de la sentencia de primera instancia que por supuesto
mite que las reflexiones científicas tengan su lugar ya sea en el ámbito la ejecutoria de la Corte Suprema no cuestiona, se eleva copia certificada
de lo actuado por la Fiscalía Suprema en lo penal para que se disponga las
intra-sistémico o desde afuera, extra-sistémico. Claro, no se les puede
investigaciones correspondientes que determinen al autor o autores materia-
negar opinar a los sociólogos, poh'ticos, filósofos, sacerdotes, etc., pero les del delito de homicidio calificado en agravio de Nicolás Cruz Sánchez.
dentro de sus códigos de comunicación gnoseológica. " Al respecto léase R.N. 3521-2012 (I fundamentos de hecho, fundamento
séptimo de la sentencia).
Lo cierto es que el caso "Chavín de Huantar" ha sido interna- (347) 31^21 2012 (11 Fundamentos de Derecho, quincuagésimo cuarto fun-
cionalizado más de lo que se esperaba, a pesar que la acusación fiscal damento lie la sentencia).
C I R O J. C A N C H O ESPINAL E S T R U C T U R A D E I M P U T A C I Ó N D E L O S C R Í M E N E S D E LESA H U M A N I D A D

En un trabajo muy interesante JAN SIMON^^''*^ tematiza a través de la sentencia que refiere: "como en el presente caso, los miem-
del Derecho internacional, si los secuestradores (los terroristas) se bros del MRTA —los catorce terroristas— tomaron directa o personal
encontraban dentro del concepto de participación directa de hosd- intervención en esta acción terrorista de secuestro y toma en rehe-
lidades, de este modo pueda demostrarse que la operación "Chavín nes, que es un dehto permanente y, por tanto acmal, en perjuicio
de Huantar" fuera legítima. Aun cuando este punto no fue lo me- de inocentes —en decidida ejecución de sus planteamientos pohücos
dular de la sentencia como ya indicamos arriba, más bien una partei inhumanos y antidemocráticos - , se tornaron en objetivos mihta-
muy periférica, se ha partido de la premisa general que la operación* res legítimos durante esa participación, en aras de una operación de
ha sido legítima*^'"^ En la ejecutoria dictada por la Corte Suprema rescate"^^^*^ La controversia surge porque la recomendación N° V
se fundamenta la legitimidad de la operación "Chavín de Huantar" del Comité Internacional de la Cruz Roja, contenida en su "Guía
a partir de casos que fueron materia de pronunciamiento, y que la para interpretar la noción de participación directa en las hostihdades
acción era estrictamente necesaria*^*''^ JAN SIMÓN cuestiona una parte según el Derecho internacional humanitario", exphcitamente exclu-
ye la toma de rehenes del requisito "umbral de daño" en el concepto
de participación directa de hostihdades. Siendo esto así, los terroris-
(348) ^Toma de rehenes como participación directa en hostilidades? A propósito tas que tomaron de rehenes a muchas personas en la residencia del
de la Sentencia "Chavín de Huántar (CJS Perú" y de la Guía del Comité embajador de Japón en el Perú, no pudo haber sido objetivo mihtar
de la Cruz Roja, conferencia presentada en el V I I I Curso Internacional legítimo. Empero, el mismo JAN SIMÓN cuestiona la mencionada re-
de Derecho penal organizado por la Universidad San Martín de Porres comendación N° V del Comité Internacional de la Cruz Roja, por-
de 15 a 17 de ocmbre de 2013.
que la toma de rehenes de acuerdo con la experiencia puede conUe-
(349) 26-2002, p. 27. " E l Fiscal Superior no cuestiona el éxito del Plan
Operativo ni su ejecución así como también indica que las ejecuciones var a la probabihdad objetiva de la muerte o heridas a rehenes^^*^\
extrajudiciales no fueron cometidas por personal militar llámese 'coman- Asimismo, considera a dicha recomendación como una propuesta
dos', lo cuestionable para él es la actuación de ciertos elementos que de legeferenda y no de kge latcP^^^. Finalmente, el autor está de acuerdo
actuaron en obediencia a ciertos sujetos de la cadena de mando paralela
con la operación "Chavín de Huantar", ya que los terroristas secues-
de la cual era parte Roberto Edmundo Huamán Ascurra, Vladimiro
Montesinos Torres, Nicolás de Bari Hermoza Ríos y el entonces Presi-
tradores eran objetivos mihtares, y con eUo está de acuerdo con la
dente de la República Alberto Fujimori Fujimori; el rescate de setenta
y un rehenes de los setenta y dos rehenes que estuvieron cautivos da la
precisión y premisa que ésta fue una operación exitosa pero la barbarie
no debe combatirse con barbarie, las actividades realizadas al margen de
la ley violando las preceptos legales deben ser objetos en su oportunidad y cinco, la C D H estableció que el derecho a usar la fuerza por parte del
de una investigación como se viene realizando en este recinto judicial". Estado, aunque ella implique la privación de la vida, en el mantenimiento
del orden, no está en cuestión".
<^''> R.N. 3521-2012 (II Fundamentos de Derecho, tercer fundamento). " E s '
de rigor tener presente, respecto al uso legítimo de la fuerza, la sentencia R.N. 3521-2012 (II Fundamentos de Derecho, décimo sexta fundamenta-
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos —en adelante, CDH— ción).
recaída en el asunto Lazo Zambrano Vélez y otros versus Ecuador, del (352) ^Toma de rehenes como participación directa en hostilidades? A propósito
cuatro de julio de dos mil siete -en adelante SCDH—. E n esa oportunidad, de la Sentencia "Chavín de Huántar (CJS Perú" y de la Guía del Comité
la C D H punmalizó que la amenaza delincuencial, subversiva o terrorista, de la Cruz Roja, conferencia presentada en el V I I I Curso Internacional
constimye una razón legítima para que el Estado despliegue sus fuerzas de Derecho penal organizado por la Universidad San Martín de Porres
de seguridad en casos concretos. De igual manera, en la sentencia Neyra de 15 a 17 ile octubre de 2013, pp. 23 y ss.
Alegría versus Perú, del tliecinueve de enero de mil novecientos noventa <'^" //W., p. 2').
C I R O ). C A N C H O ESPINAL E S T R U C T U R A DE I M P U T A C I Ó N D E L O S C R I M E N E S D E L E S A H U M A N I D A D

sentencia del Tribunal Supremo. La crítica al parecer va dirigida .1 en los cuales, por el alto riesgo que imphca un rescate, se tiene que
que dicho punto (la consideración de objetivo militar de terroristas perder la vida de rehenes inocentes. Sólo por mencionar adicional-
que toman rehenes) en la sentencia no ha sido ahondada o no se li.i mente la tragedia vivida en el penal "El Sexto" el 27 de marzo de
tomado en cuenta la recomendación N° V del Comité Internacional 1984, considerada uno de los episodios poüciales más sangrientos
de la Cruz Roja contenida en su "Guía para interpretar la noción d( ocurridos en el Perú. En el moti'n y toma de rehenes por los internos
participación directa en las hostihdades según el Derecho internaci( > que exigían su übertad, murieron algunos funcionarios en el proceso
nal humanitario". de rescate, y también el recordado tristemente célebre narcotrafican-
te "Mosca Loca".
Pienso que no era necesario incidir más sobre el Derecho hi
ternacional Humanitario, si lo que estuvo en discusión no fue la Bajo qué fundamentos, por ejemplo, se tendría que justificar la
legitimidad de la operación de rescate que estuvo sustentada poi muerte del juez supremo Ernesto Giusti Acuña en la "Operación
el instimto del cumphmiento del deber (art. 20. 8 del CP), sino si Chavín de Huantar". La restauración del orden púbhco tendría acaso
existió ejecuciones posteriores a terroristas supuestamente rendi- mayor importancia que la vida de una o varias personas que se van
dos perseguibles como dehto de asesinato art. 108. 3 del CP con a sacrificar de todas maneras con la operación de rescate, en una
posibilidades de tener relevancia de lesa humanidad. Ahora, si el sociedad donde al Estado le importa poco la seguridad ciudadana y
asesinato a Eduardo Nicolás Cruz Sánchez, después que se haya de sus instimciones. En estas condiciones el propio Estado actúa a
rendido, podría no ser antijurídico por alguna causa de justifica- propio riesgo de ser chantajeado por dehncuentes, y esos errores no
ción o excluirse la culpabihdad del agente que lo mató, por alguna pueden cargarse a los rehenes víctimas poniendo en peügro sus vidas
causal de inculpabiüdad o de exculpación no es tema de esta con- e integridad corporales. El Estado tendría que hacer caso al chantaje
tribución. de los dehncuentes para salvar la vida de los rehenes. Es cierto, se
dirá que los delincuentes van a ver como algo positivo la toma de
Pero quiero detenerme un poco - aunque no sea tema central
rehenes y se multiphcará esa forma de proceder, pero en las manos
de la sentencia mencionada — en el deber jurídico de defensa de la
del Estado están las estrategias de seguridad y persecución de los
sociedad en restauración del orden púbüco art. 20. 8 del CP. No obs- dehncuentes que presionaron al Estado.
tante, la sentencia trata este tema estrictamente en el ámbito del De
recho penal nacional, podría tener mucha importancia en el Dereclv > Un acto de soüdaridad con el restablecimiento del orden jurídi-
penal internacional cuando se produzcan casos de toma de rehenes co o púbüco perdiendo vidas humanas en una operación de rescate,
en un conflicto armado, en la cual las fuerzas armadas estatales pue- presupone un estándar de seguridad estatal, pues la toma de rehenes
dan recobrar el orden jurídico de acuerdo con un deber jurídico en fue un asunto excepcional o accidental. La medida de rescate de re-
defensa del orden púbhco. ^ henes con grave pehgro de los rehenes ha de ser una última opción
necesaria, proporcional y humana tal como desarroUa la ejecutoria
Esta causa de exclusión de responsabihdad no está regulada en suprema en el caso "Chavín de Huantar"^^*''^
el ECPI, pero puede seguir una elaboración teórica supra-legal. Pien
so que la apücación de esta figura sólo podría ser posible en socieda
des donde se haya alcanzado por lo menos un mínimo de seguridad
e instimcionahdad. Este factor de base sociológico justificaría casos <•""> R.N. 352! 201.? (II láuulamenros de I^erecho, noveno fundamento y
siguieiilcs (le la scnicneia).
C I R O J. C A N C H O LSI'INAL

La otra posibilidad de abordar la operación de rescate, donde


hay una alta probabihdad de muerte de personas sería a través de- la
legítima defensa. Aquí no se toma en cuenta los intereses del Esiad( >,
esto es, el restablecimiento del orden jurídico por el craso desnivel
en los intereses en conflicto, vida por un lado y el orden públic( > < •
jurídico por otro lado, a pesar de que en la legítima defensa por iij'J.i
general no se toma en cuenta los bienes jurídicos en disputa, ya qm
incluso se puede proteger dependiendo de las circunstancias, el pain
monio quitando la vida del agresor. Asimismo, la legítima defensa .1
favor del orden jurídico como bien jurídico supra individual, en prin
cipio, no sería objeto de protección a través de la legítima defensa,
puesto que ésta es admisible únicamente en casos de protección di
bienes jurídicos individuales, y no por último es de indicarse que los
rehenes no son los agresores, y tampoco proviene de parte de ellos la
fuente de pehgro para poner en riesgo sus vidas e integridad corpi >
ral. Pero frente a secuestradores o dehncuentes que toman rehenes,
los agraviados están autorizados a repeler la agresión directamente,
Pero no solamente los agraviados están facultados para ello, siim
también cualquier persona. Si cualquier persona puede ajmdar a n
peler la agresión ilegítima contra la víctima, con mayor razón podi 1,1
hacerlo la fuerza púbhca, dado que la agresión es permanente por 1(
secuestradores en contra de los rehenes. Debido a que el contraata
que de los agraviados contra los secuestradores es muy riesgosa pai.i
la integridad corporal y la vida de los secuestrados, la interveiun m
de la fuerza armada para hberarlos, en la cual se va producir algiin.i
lesión grave o muerte requeriría de consentimiento. Cuando se iiaia
de la protección de bienes jurídicos indisponibles no es necesario 1 I
consentimiento del facultado a la legítima defensa, solo en casos ¡li
bienes jurídicos disponibles. Pero al tratarse de una simación riesiM <
sa y sumamente compleja para poner fuera de combate a los secuis
tiradores, poniendo en mucho riesgo la vida e integridad corporal <li
las víctimas, se requeriría excepcionalmente su consentimiento. Si
vuelve a resaltar que la acción de legítima defensa ya no es a favor di I
orden jurídico, sino a favor de los rehenes agraviados directametiii.

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