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Facultad: FACSOS
Carrera: 8vo “B” de Sociología y Ciencias Políticas
Profesor: Pablo Minda
Materia: Antropología Cultural II
Estudiante: Caicedo Pérez Carlos
Fecha: 08/10/2020
Incluso una conversación trivial puede llevarnos muy lejos en nuestros estudios y en tratar
de llegar a comprender las perspectivas, motivaciones, deseos, justificaciones e
interpretaciones de las personas. Las notas de campo tratan de registrar sobre el papel todo lo
que se pueda recordar sobre la observación.
De todas formas hay debate sobre la conveniencia de tomar notas o emplear otros
dispositivos (grabadora, cámara fotográfica) en el campo. El diario y las notas de campo
también pueden unirse y sumarse a otras formas de recogida de datos como por ejemplo
imágenes fotográficas, grabaciones, dibujos, archivos de hemeroteca o mapas. Se deben tomar
notas después de cada observación y también después de contactos más ocasionales con los
informantes, como por ejemplo encuentros casuales. Así como en etapas previas de entrada al
campo. Las notas de campo deben incluir descripciones de personas, acontecimientos y
conversaciones, tanto como las acciones, sentimientos, intuiciones o hipótesis del trabajo del
observador. La secuencia y duración de los acontecimientos y conversaciones se registra con
la mayor precisión posible, así como la estructura física del escenario.
Clifford Geertz: Desde el punto de vista del nativo: sobre la naturaleza del
conocimiento antropológico.
“Desde el punto de vista del nativo”: sobre la naturaleza del conocimiento antropológico.
La cuestión consiste en descifrar qué piensan ellos que son. El etnógrafo no debe situarse en
correspondencia interna con el espíritu de sus informantes, sino comprender los conceptos de
la experiencia próxima (uso cotidiano, naturales, coloquiales) de un pueblo y expresarlos en
conexión significativa con los conceptos de experiencia distante (conceptos teóricos) que
utiliza la comunicación científica antropológica.
En estos ámbitos, las capacidades normales, así como su cultivo, son por supuesto
esenciales, si es que después de todo queremos que la gente tolere nuestra intrusión en sus
vidas y nos considere personas con las que merece la pena hablar. Pero en modo alguno
pretendo defender la insensibilidad y espero que no se malinterpreten mis palabras. A pesar
del distinto grado de exactitud que pueda tener el sentido que demos a lo que realmente son
los informantes de cada uno, éste no proviene de la experiencia de esa aceptación como tal,
que forma parte de la biografía propia, y no de la suya. Más bien, proviene de la habilidad que
tengamos para construir sus modos de expresión, lo que llamaríamos sus sistemas simbólicos,
esa tarea que precisamente la aceptación misma nos permite desarrollar.