reseña
publicaciones nuevo número
por amor
Prótesis
al arte
P
rótesis es un juego de palabras y signifi-
cados; ya que pro-tesis es un espacio
para promover la investigación y el
diálogo en torno al arte. “Notamos que
existía un vacío de información sobre la
actualidad artística local y esta revista
nace para cubrir esa carencia”, afirma Nancy La
Rosa, coordinadora de la publicación.
Aunque sólo tienen tres ediciones en su haber, su
elaboración ha variado desde el primer número,
publicado en 2003. “Cuando comenzamos, no sa-
bíamos cómo hacer una revista, sin embargo,
la colaboración de profesores, cura-
dores y críticos, nos ha facilitado
la tarea”, afirma Sharon Lerner,
miembro del Comité Editorial
de la revista. En un inicio, las
labores eran repartidas entre
los integrantes del comité,
compuesto por siete personas
entre las cuales no sólo encon-
tramos egresados y estudiantes
de la PUCP, sino también de otras
casas de estudios. Tres años después de
su primer número, la revista ha duplicado el total
de páginas, con una rentable consecuencia. “Por
razones de presupuesto, tuvimos que disminuir el
tiraje a mil ejemplares”, apunta La Rosa.
Arte multidisciplinario
A través de entrevistas y artículos elaborados por
profesores, alumnos y egresados, este tercer nú-
mero plantea“la interdisciplinaridad” como tema
eje. “Los límites ya no están tan marcados y tras-
pasan las barreras técnicas, por lo que buscamos a
artistas cuyos trabajos estén orientados a abar-
car más de una especialidad”, apunta Santiago
Quintanilla. Así podremos encontrar una entrevista
a Carlos Runcie-Tanaka, a raíz de su participa-
ción en las Bienales de Cuenca y Sao Paulo. Este
número también cuenta con colaboraciones de
2 / / Lima, del 17 al 23 de abril del 2006
POR DIEGO AVENDAÑO
Egresado de la especialidad
de Periodismo
Una prótesis es un aparato hecho
para suplir la ausencia de un órgano.
Prótesis es también el nombre de
la revista de los estudiantes de la
Facultad de Arte que acaba de lanzar
su tercer número.
Seguna edición de Prótesis.
Derecha: Este año se lanzó
tercer número.
George Clark, Jorge Villacorta y Augusto del Valle.
Adicionalmente, se presenta un extracto de una
conferencia del crítico de arte Max Hernández en el
I Simposio sobre la escultura peruana del siglo XX.
Otra sección permanente es Órtesis, en la que
se publican dibujos y fotos de José Antonio
Bao, Martín López, Julián Arteaga, Gus-
tavo Emé y Claudia Cáceres. “Hemos
tratado de ser más rigurosos con el
contenido y el diseño se ha ajustado
más a cada artículo”, finaliza Eliana
Otta, egresada de la especialidad de
Pintura.
Pasando revista al Comité Editorial.
Atrás (de izq. a der.): Nancy La Rosa, Eliana
Otta y Miguel López. Adelante: Santiago Quinta-
nilla, Juan Salas y Sharon Lerner.
Si quieres colaborar con columnas, artícu-
los o entrevistas, solo tienes que enviar un
mensaje a tuprotesis@yahoo.com. “La par-
ticipación, tanto en el Comité Editorial como
en la revista, está abierta a los alumnos,
profesores y egresados de todas las espe-
cialidades”, señala Miguel López, también
integrante del Comité Editorial.
Romancero limeño
Ricardo Peña
Barrenechea
Obra poética completa
2 vol. Lima: PUCP, 2005
Ricardo Peña Barrenechea (1896-
1939) ha sido considerado durante
muchos años como un poeta de cul-
to. La escasa distribución de su obra,
sumada a la dificultad de acceder a
sus textos, limitó enormemente su
difusión.
El Dr. Ricardo Silva-Santisteban
acaba de editar, en la serie El
Manantial Oculto del Rectorado
PUCP, dos tomos de su Obra poética
completa. En ella, Silva-Santisteban
nos muestra una visión integral y
coherente de la evolución creadora
de Peña Barrenechea. El libro recoge
sus primeras poesías (publicadas
desde 1915 en revistas de la época),
su primer poemario, Floración
(1924), así como libros capitales de
su producción, como Eclipse de una
tarde gonogorina y burla de don
Luis de Góngora (1932) —del cual
el Dr. Ricardo González Vigil escribió
dos extensas tesis académicas—,
Discurso de los amantes que vuelven
(1934) y Romancero de las sierras
(1938). Además, recoge sus poemas
dramáticos, un ejercicio que cultivó
desde los años veinte hasta su
muerte y que en algunos casos
permanecían inéditos.
Una de las causas de la escasa difu-
sión de la obra de Peña Barrenechea
después de su muerte, se deba
quizás, a que su poética no coincidió
con los ejercicios experimentales
más en boga de su época. Y es que
Floración apareció dos años después
de Trilce de César Vallejo, cuando
la estética de la época comenzaba
a dar franco retroceso frente a la
irrupción de las vanguardias. Y
aunque tuvo como compañeros
de generación a personajes como
Martín Adán, Oquendo de Amat,
César Moro y un jovencísimo Emilio
Adolfo Westphalen, su obra alcanzó
una recepción bastante difundida
entre la crítica hasta principios de
los años cincuenta. Luego pasó al
olvido en parte por la aparición de
generaciones de poetas con estéticas
mucho más innovadoras.
Por suerte, Ricardo Silva-Santisteban
pone una vez más al alcance una
obra poética completa para que
pueda convertirse en objeto de
estudio.
La obra de Ricardo Peña Barrene-
chea es todo un redescubrimiento
que servirá para poner en tela de
juicio muchos conceptos sobre la
poesía de esos años veinte y trein-
tas. Lecturas canónicas, les dicen.
Hay que dinamitarlas para ganar en
profundidad crítica.
(Ricardo Mendoza)