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La ciencia fonética, por su lado, tenía un origen diferente. Los primeros precedentes aparecen en la
India, hace 2.300 años. Los sabios intentaban preservar la pronunciación correcta de los textos
sagrados, escritos en sánscrito, para que los sonidos, también sagrados, no se desvirtuaran al ser
transmitidos oralmente.
Los griegos, por su parte, fueron los primeros en desarrollar un sistema de escritura basado en un
alfabeto fonético.
En el siglo XVI surgió en Gran Bretaña un enorme interés por reformar el sistema ortográfico para
reflejar los cambios que se habían producido con el Vowel Shift al aparecer el Inglés Moderno.
Samuel Johnson estableció una norma para la escritura de los sonidos consonánticos, basada en el
origen de las palabras cultas, que no siempre fue acertada, aunque sí aceptada.
Empezaba a sentirse la necesidad de la creación de una ciencia que se ocupara de la relación entre
la pronunciación y la ortografía. Esta ciencia fue la fonética. En un principio, con la finalidad del
aprendizaje de otras lenguas se realizaron descripciones de la pronunciación de una forma figurada.
En el siglo XVII se empezaron a realizar algunos trabajos de fonética articulatoria. Sin embargo
hasta finales del siglo XIX no se empezaron a elaborar trabajos que hoy nos resulten de utilidad. En
1867, se publica Visible Speech, de Alexander Melville Bell, que introduce la primera notación
fonética.
Pero la fecha clave es 1886, año en que se funda la INTERNATIONAL PHONETIC
ASSOCIATION (IPA). Esta asociación diseño un | |
|
| . Hoy se sigue
utilizando este alfabeto en libros de texto y manuales de pronunciación. La asociación sigue viva y
publica dos veces al año, desde su sede en Londres, una revista: The Journal of the I.P.A.
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Hasta ahora hemos visto la fonética y al lingüística como dos disciplinas aparte, pero es obvio que
su relación es muy grande. Algunos lingüistas consideran la fonética como algo previo a la
lingüística y por tanto, que no forma parte de ésta. (HENRY SWEET, fundador de la IPA en
Francia, consideraba que la Fonética era parte indispensable de todo estudio lingüístico. Así
pensaba también DANIEL JONES, el fonetista inglés que más ha influído hasta ahora). Otros
autores suelen incluir la fonética dentro de la lingüística.
Para el propósito que nos ocupa, que es el estudio de una lengua extranjera, deberemos considerar
ambas como ciencias lingüísticas, pues ambas se ocupan del lenguaje, aunque desde diferentes
ángulos:
GÊ £
GÊ £
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F. de Saussure, en su Curso de Lingüística General, 1916, define lengua y habla haciendo una clara
distinción entre estos dos conceptos.
La à es el modelo general, constante y práctico presente en la conciencia de todos los
miembros de una comunidad lingüística. Es un fenómeno social.
El
à es la realización concreta de la lengua en un momento dado y en un lugar determinado,
por cada uno de los miembros de esa comunidad. Es un fenómeno individual.
Cada vez que un individuo expresa sus ideas oralmente, esta materializando la lengua, está
realizando un "acto de la habla".
La interdependencia de estos dos planos es absoluta. Las lenguas no podría realizarse de forma
concreta sin actos de la habla, y los actos de la habla no servirían para la comunicación si no
existiese la lengua, que establece las normas del código. Ambos planos, inseparablemente unidos,
constituyen los dos aspectos del fenómeno del lenguaje.
GÊ Lenguaje: ë lengua: modelo general abstracto para todos los miembros de la
comunidad ë ligado a fonología.
GÊ Habla ë materialización concreta del modelo en cada miembro de la comunidad ë ligado a
fonética.
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También se debe a Saussure el concepto de Ã
. El signo lingüístico tiene dos partes:
significante (expresión) + significado (contenido, concepto, idea).
El signo lingüístico "mesa" está formado por el significante -m+e+s+a-, es decir, la suma de los
elementos fónicos, y por el significado: la idea que la colectividad tiene de lo que es una mesa.
A la fonética y a fonología sólo les interesa la faceta del significante es decir el aspecto fónico del
signo lingüístico. El significante en el plano del habla es una corriente sonora concreta, un
fenómeno físico capaz de ser percibido por el oído. El significante en el plano de la lengua es un
sistema de reglas que ordenan el aspecto fónico del habla.
Pongamos un ejemplo:
En español tenemos un grupo de consonantes /b, d, g/ en las que los órganos articulatorios se
cierran, por lo que se llaman oclusivas. Las tenemos en "comba", "donde", "húngaro". Ahora bien
estas tres consonantes, en contextos fonéticos determinados, se realizan como fricativas, es decir,
con los órganos articulatorios medio cerrados introduciendo el aire con cierto rozamiento al salir,
como en "lobo" [loB o], "lodo" [loDo] o "lago" [laÄo]. Un oído medio percibe prácticamente de la
misma forma la realización oclusiva de [komba], que la fricativa de [loBo].
El una misma palabra, por ejemplo "vaso" [baso], la consonante inicial [b], se puede realizar como
fricativa en un contexto fonético determinado, [el Îaso] y como oclusiva en otro [un baso], sin que
por ello varíe el significado de la palabra "vaso".
Se deduce que en un idioma, en este caso el español, a efectos de la comunicación, para la
estructura de un sistema consonántico, lo que interesa es una consonante modelo, en este caso /b/.
Esta /b/ sería un fonema,. [b] y [B] serían alófonos del fonema /b/, es decir, su realizaciones
concretas en un contexto fonético.
El cambio de alófono no conlleva cambio de significado: sólo refleja que el sonido se realiza de
manera diferente en un contexto fonético diferente.
El cambio de fonema sí implica cambio de significado. Si sustituimos la oclusiva bilabial sonora de
/baso/ por la oclusiva bilabial sorda, obtenemos /paso/. /b/ y /p/ son fonemas diferentes.
1.Ê La boca: Es el segundo resonador. En él, la lengua adopta posiciones formando un paso que
actúa de caja de resonancia formando los diferentes sonidos. Los principales articuladores de
la cavidad bucal son:
Los labios
Los dientes
Los alvéolos
El paladar duro
El velo del paladar
Los labios pueden adoptar diferentes posiciones:
GÊ cerrados, para producir la oclusión bilabial: /p/, /b/.
GÊ ligeramente juntos, de forma que producen una fricción: /w/, en español [B ].
GÊ extendidos, separados pero muy próximos: "sí" con énfasis.
GÊ neutros, relajados, sin tensión: /e/ .
GÊ abiertos: /a/.
GÊ redondeados: /u/ española y la /u: / inglesa, con tensión.
GÊ redondeados abocinados: / / inglesa, más abierta que la /o/ española, sin tensión y con los
labios hacia fuera.
Los dientes superiores son resonadores de las consonantes dentales /t/ y /d/ españolas.
Los alveólos superiores producen las consonantes alveolares. En inglés, /t/ y /d/; /s/, /z/...
El paladar duro forma las consonantes palatales: en español la "ñ" /øX en inglés la /j /.
Entre paladar duro y la lengua se forma el paso o abertura que produce los timbres vocalicos.
El velo del paladar produce las consonantes velares /k/, /g/ y en inglés también la /N /
El velo puede adoptar dos posiciones (pegado o separado de la pared faríngea). Si está
pegado el aire sale por la boca produciéndose los fonemas vocálicos y los consonánticos
orales. Si está separado, el aire sale por la boca y por la nariz, lo que produce las consonantes
nasales /m/, /n/ y /N /. El velo del paladar termina en la úvula o campanilla.
La lengua es el articulador más importante y ayuda a formar resonadores para la mayoría
de los fonemas, determinando que las consonantes sean dentales (en realidad
linguodentales), interdentales (linguointerdentales), alveolares (linguoalveolares), etc. La
lengua se divide en ápice, dorso y raíz.
1.Ê La Nariz. Si el velo del paladar está separado de la pared faríngean parte del aire sale por la
nariz y se forman las consonantes nasales /m/, /n/, /N/ inglesa y /ø/ española.
(Veamos la Tabla de Fonemas)
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ÊÊÊ
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DE
ARTICULACIÓN ß
D ÎDD
MODO DE
ARTICULACIÓN
º I g â
OÃ E p b t d k g
£ I
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Ñ I º Ñ
ÑÃ E m n ø
gà E r
Ãgà E R
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I Ã
E l ´
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E
f T s jz x
ë
I Ô
D
Habíamos visto que los sonidos de una lengua pueden sufrir modificaciones sin que
varíe su valor significativo, como es el caso del sonido [b], que se realiza comoY × en el
contexto [el Báso] y como × en el contexto [um báso], sin que esta diferencia fricación-
oclusión conlleve un cambio de significado de la palabra "vaso": podemos decir, entonces que el
rasgo de Y
en las bilabiales es Ão g
Por el contrario, existe en una lengua toda una serie de sonidos en los que al variar un rasgo
determinado, varía radicalmente el significado. Por ejemplo, en [báso] el primer sonido es una
bilabial oclusiva . Si intentamos emitir ese sonido sin hacer vibrar las cuerdas vocales,
pronunciaremos [páso]. El primer sonido es ahora una bilabial oclusiva . El cambio de sonora
a sorda lleva consigo un cambio de significado: decimos entonces que el rasgo de
en las bilabiales es à o g
Cada lengua tiene unos rasgos funcionales específicos en la formación de su sistema fonológico,
como veremos en el siguiente tema.
J
GÊ ë
B
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GÊ ë
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