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Universidad de Costa Rica

Facultad de educación
Sección de Preescolar
Didáctica de la Educación Inicial I

Profesora: Ana Polanco H.

Articulo Diseñado
“Uso de la chupeta en el infante:
beneficios y prejuicios”
Pertenece a: Nancy Muñoz López

Carnet: A84475

I ciclo 2010

Introducción.

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El hacer uso de utensilios variados durante el crecimiento del niño y la
niña es muy común, sin embargo no todos los padres y madres de
familia optan por ofrecerles a sus bebés uno que pertenece a esta
categoría, la chupeta.

Este utensilio para algunos padres de familia resulta ser útil, no obstante
para otros es un producto perjudicial, en algunos sentidos, para sus hijos
e hijas.

Es por esto que es necesario establecer algunos conceptos reales y


mitos en torno a dicho utensilio infantil, a continuación se presentan
algunas perspectivas, beneficios y prejuicios del mismo, además, cabe
decir que los planteamientos que se ofrecen son con el fin principal de
informar y no de juzgar o apoyar a quienes deciden implementarlo en el
cuido de su bebé.

Desarrollo

Es primordial conocer el sentido de porqué el niño o niña desarrolla la


necesidad que de la succión, lo cual durante los primeros meses de vida
de los mismos, se da a causa de que es un reflejo primario normal que se
presenta en esa edad y que desaparece conforme crece.

Luego de ello, resalta la función que se le otorga a la chupeta; la


concepción más común es la de “succión no nutritiva” la cual variados
estudios plantean que posee un efecto tranquilizante en el bebé y por
ello le asignan cierta cantidad de efectos positivos en el desarrollo del
mismo.

Algunos de esos, son aclarados por autores tal como el Pediatra Domingo
Barroso, el cual plantea que:

“Debemos tener en mente que cuando un bebe, o un niño pequeño está


realizando chupeteo continuo o succionando, está obteniendo una
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sensación placentera, reconfortante, y proporcionadora de seguridad.
Por este motivo, no se le debe forzar a interrumpir ese chupeteo”
(Barroso. SF. pp. 8)

Otro efecto positivo mencionado y que abarca investigaciones muy


extensas es el que la chupeta reduce la posibilidad de que el infante
sufra del Síndrome de muerte súbita del lactante, para el cual han
diseñado siempre informes de efectos positivos con el uso de la
mencionada chupeta.

Estos informes o investigaciones según Sánchez y otros (2000)


concluyen que los beneficios de la chupeta en reducción del riesgo de
padecer el SMSL se da porque:

“…apuntan como posible mecanismo el impedimento de que la lengua


caiga hacia atrás obstruyendo las vías respiratorias. Por otra parte, la
succión del chupete favorece el control de la respiración disminuyendo
los períodos de apnea a la vez que, por razones de comodidad, los niños
que usan el chupete no duermen en decúbito prono, posición que
aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita”. (pp. 581)

A pesar de los beneficios, a la chupeta se le han encontrado muchos más


factores negativos que positivos, no obstante no existen estudios o
sugerencias para la descontinuación o negación completa de su uso.

Hablar de uso o no uso de éste aparato, pone en juego variadas


concepciones, pero es principalmente una decisión de los padres, si se le
ofrece la posibilidad de obtener dicho artefacto a su bebé o no.

Es de considerar también, que se han hecho estudios en relación al


grado concurrencia del uso de la chupeta, en donde se evidencia que
influye tanto la situación económica de la familia, como si los padres del
niño o niña hicieron uso de ella durante su infancia.

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Para este aspecto varios pediatras llevaron a cabo en el año 2002 una
investigación con estrategias metodológicas e investigativas, válidas
para determinar la incidencia del uso de la chupeta en los bebés, en su
trabajo como principal punto concluyen: “…mayor uso de chupete por
parte de la población con mayores recursos socioeconómicos, y en los
hijos de padres que en su infancia lo usaron” (Dres y otros. 2002. pp. 3)

Es así como influye el contexto en el que se desarrollo el niño o la niña,


también es a partir de esto que salen a relucir variedad de criterios
acerca de los efectos de el uso de la chupeta, pero a pesar de que
muchas teorías son analizadas por los expertos, quien manda en la
formulación de comentarios y quienes aportan ventajas o desventajas
del uso del material, son los padres de familia.

Algunos se respaldan en todos los beneficios que trae consigo el que la


chupeta tranquilice y calme al bebé, lo cual es muy cierto y positivo; no
obstante otros se enfocan en la gran cantidad de efectos negativos que
los especialistas plantean, principalmente en el relación a la
malformación o estructuración de los dientes del niño o niña.

Esto lo contemplan investigaciones pediátricas las cuales especifican


acerca del caso que:

“Los hábitos de succión no nutritiva se han relacionado con las


maloclusiones dentarias: mordida abierta anterior y mordida cruzada
posterior. La primera es la maloclusión más frecuente y tiende a mejorar
al abandonar el chupete. La segunda es una maloclusión más grave y
permanente, que puede repercutir en el crecimiento craneofacial”
(Sánchez y otros.2000.pp.582)

Efecto que compromete a los padres y los pone a decidir entre lo


tranquilizante y la malformación de los dientes de su bebé; a pesar de

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esto se debe tomar en cuenta, que el abuso de cualquier utensilio puede
causar efectos negativos no deseados.

Se trata principalmente de poseer la conciencia de que la chupeta no


debe ser usada en exceso por ninguna condición, ya que si se hace esto
la lista de efectos negativos aumentará en gran medida.

Para lo anterior vamos a encontrar una lista que contempla los


siguientes patrones negativos que se dan por el uso excesivo de la
chupeta: otitis media aguda (infecciones), breve duración de la lactancia
materna (por implementar el uso de la chupeta antes de las tres
semanas de nacimiento, sin que el niño se haya adaptado bien al pecho
materno), reflujo gastroesofágico (principalmente si la chupeta se le da
al bebé cuando se encuentra acostado), síndrome del chupete o biberón
(la aparición de policaries, infecciones malformaciones, fragilidad en los
dientes, etc. Por el prolongado uso del material), afta de Bender (ulcera
que se forma en la boca del bebé), candidiasis oral (hongos y bacterias
que se alojan en la boca del bebé), accidentes por laceraciones,
contaminación química por los componentes, hipersensibilidad al látex y
por último está las alteraciones del sueño (se dan por la caída constante
de la chupeta lo cual irrita y molesta al bebé contrario a que si el niño o
niña succiona su pulgar). (Sánchez y otros. 2000. pp. 582-584).

Es evidente que la balanza se inclina hacia los efectos negativos del uso
de la chupeta, no obstante muchos de ellos se pueden eliminar o reducir
tomando en cuenta algunas consideraciones acerca de la higiene, y la
escogencia de la chupeta.

Barroso (SF) expone algunas de las consideraciones antes de escoger


una chupeta son:

• Que el material este hecho de una sola pieza.


• Que posea agujeros a ambos lados para la ventilación.
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• Que esté hecho de materiales flexibles y no tóxicos.
• Que sus bordes sean redondeados.
• Que posea un anillo de tamaño considerable para poder retirarlo
de la boca del bebé.
• Que la tetina no posea una extensión superior a los 3,3 cm.
• Que la base de la chupeta sea suficientemente grande para que el
niño no se la eche toda a la boca.

Estas disposiciones según Barroso son establecidas por la AENOR


(Asociación Española de Normalización y Certificación) la cual creó una
normativa obligatoria que exige que la chupeta contemple esas
disposiciones. (pp. 12)

Del mismo modo este autor plantea algunas recomendaciones respecto


a los cuidados de la chupeta:

• Hervirla y lavarla rigurosamente cada vez que se caiga y antes de


dársela al niño.
• Asegurarse que se encuentre en buen estado y si no es así
cambiarla por una nueva.
• No añadirle azúcar o dulces. (pp. 12)
Finalmente, como recomendación, la chupeta debe ser retirada
definitivamente del niño o niña a los 3 años de edad con un proceso
gradual que no afecte al infante y nunca proporcionarle castigos o
amenazas para logra eliminar el hábito.

Conclusiones

Es primordial informarse sobre las características, riesgos y beneficios de


cualquier utensilio que se le vaya a ofrecer al niño o niña, sin olvidar que
ante una duda se le puede consultar al pediatra que trata al bebé, para
que el mismo le pueda ofrecer el mejor y más adecuado de acuerdo a las
características y áreas de desarrollo del pequeño.
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No se puede creer en todas las cualidades o críticas que se le asignan a
los materiales, además los padres de familia deben tener presente, que
existen muchas formas de tranquilizar al bebé y no se debe recurrir
únicamente a la chupeta como único medio, lo que puede llegar a
perjudicar al niño o niña por la falta de atención de los padres.

Lo más importante ante todo, es mantener las medidas de higiene


necesarias para ofrecerle al infante juguetes y útiles óptimos, y que le
los mismos puedan ser usados por el niño o la niña sin exponerse o
poseer un alto riesgo de presentar enfermedades que perjudiquen su
crecimiento natural, ya sea a nivel físico o fisiológico.

BIBLIGRAFÍA

Barroso, D. (SF). “Chupetes y hábitos de succión del pulgar.


Orientaciones para informar a los padres”. Foro Pediatra EAP. pp. 8-13

Dres. V. y otros. (2002). “Uso del chupete: hallazgos preliminares”.


Artículo original del archivo de pediatría. Argentina. pp. 114-119.
Tomado de: http://www.sap.org.ar/staticfiles/archivos/2002/arch02_2/114.txt.
Visitado el 3 de Julio 2010.

Sánchez y otros. 2000. “Uso del chupete: beneficios y riesgos”. Revista


Anales Española de Pediatría. Artículo Especial. Vol. 53. Nº 2. pp. 580-
585.

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