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Universidad San Carlos de Guatemala

USAC
Escuela de Ciencias Políticas

“Tarea sobre Guerra de los 30 Años, Orden internacional de


Wesfalea, Guerras Napoleónicas, Orden internacional de la
Santa Alianza”

Curso: Relaciones Internacionales II.


Docente: Dr. Iván Ricardo León
Sección: “C”

Alumno: Carnet:
- Jackson Alexander Quijada Guzmán. 202080016

Carrera: Relaciones Internacionales


LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS
Causas de la Guerra de los 30 años
Fueron de orden religioso, de orden político y de orden internacional.
De orden religioso
1. El afán del Emperador Fernando II de Alemania por unificar sus Estados, imponiendo el
Catolicismo.
2. Las luchas religiosas en Bohemia.
De orden Político
1. El deseo del mismo Emperador de transformar el Imperio Alemán que era electivo, en
Imperio hereditario, para dejarle la corona a su hijo.
2. La rivalidad entre el emperador y los varios Príncipes que gobernaban sus Estados.
De orden internacional
1. El plan de Francia para arruinar a la Casa de Austria, restableciendo el equilibrio
europeo.
2. La rivalidad comercial de Alemania con Dinamarca y Suecia en el Mar Báltico.

Periodos
Los periodos de la guerra de 30 años fueron:
1.- Periodo Palatino
La guerra comenzó en Bohemio (parte de Austria). Los bohemios estaban divididos: unos
eran protestantes y formaban la unión evangélica; otros eran católicos y formaban la liga
católica. Como los católicos destruyeron una iglesia protestante, los ánimos se enardecieron
y los protestantes atacaron el local donde trabajaban los funcionarios reales, que eran
católicos, cogieron a los secretarios y los arrojaron por las ventanas. Este hecho histórico se
llama la defenestración de Praga (23 de mayo de 1618). Los insurrectos se adueñaron de la
ciudad y establecieron un gobierno provisional, declarando que el Emperador Fernando II
no tenía derecho para gobernar en Bohemia. Llamaron, pues, a Federico V, elector del
Palatinado, para que se hiciera cargo del trono.
Como dicho elector aceptó la designación, se trasladó a Praga y asumió el poder. De este
modo la revolución que al principio fue religiosa, se transformo en revolución política
contra el emperador. Fernando II, envista de esta situación, envió un ejercito a Bohemia, a
las ordenes del General Von Tilly, quien, por medio del terror, se apoderó de varias
ciudades hasta llegar a Praga.

2.- Periodo Danes


Cuando los electores alemanes vieron que el Emperador se apropiaba del Palatinado y de
Bohemia, se alarmaron grandemente, porque en adelante los electores protestantes de
Alemania, quedaban reducidos a 2 (Brandenburgo y Sajonia), siendo católicos todos los
electores restantes. Así es que tratándose de elegir Emperador los católicos estarían en
mayoría y esto no podían permitirlo. Entonces llamaron a Cristian IV. Rey de Dinamarca,
que era, además, rival de Alemania en el comercio del Mar Báltico y, junto con Suecia,
trataba de arruinar económicamente al Emperador. Para esta guerra, el Emperador contó
con el hábil general alemán Wallenstein que se había distinguido en las guerras religiosas
anteriores, Cristian IV resolvió invadir del Norte de Alemania, pero el General Von Tilly,
primero, y Wallenstein, después, lo derrotaron.

3.- Periodo Sueco


Para que interviniera Suecia en la Guerra de los 30 años, mediaron dos causas:
1. La rivalidad comercial entre Suecia y Alemania.
2. La diplomacia de Richelieu, ministro de Francia que excitó a Suecia contra Alemania a
fin de debilitar el poderío del Emperador, antes de que Francia entrara en el conflicto.
El Rey de Suecia Gustavo Adolfo, era un experto guerrero. El armamento de sus tropas era
el mejor de la época. Había ideado un cartucho para el fusil y utilizó con gran eficacias la
bayoneta.
La campaña de Gustavo Adolfo en el Norte y en el Centro de Alemania, fue brillante.
Primero derrotó al ejercito de Tilly cerca de Leipzig, usando una nueva táctica, a base de
movimientos rápidos de la infantería; después al famoso Wallenstein en la memorable
batalla de Lutzen donde el rey sueco, demostrando un coraje excepcional, se metió a la
línea de fuego y pereció acribillado a balazos.

4.- Periodo Francés


Francia creyó llegado el momento de intervenir para arruinar a la Casa de Austria. El
Ministro de Luis XIII, Cardenal Richelieu, con gran visión, empujó a su país al conflicto,
seguro de la victoria final. Firmó alianzas con Bernardo de Sajonia, con los Países Bajos y
con algunos Príncipes de Italia y lanzó sus ejércitos contra Alemania y España, que también
estaban unidas. Al principio de la guerra, el Emperador Fernando II invadió Francia y
obtuvo algunas victorias; pero Richelieu puso al frente de sus ejércitos a Bernardo de
Sajonia y al temerario general Chatillón. El primero venció a los alemanes en Alsacia. El
segundo derrotó a los españoles en Arras y les quitó la provincia francesa de Artois.
Durante varios años ningún bando dominio muy marcadamente la guerra de los 30 años, y
ocurrió entonces un cambio de gobierno en los países beligerantes. En Alemania ocupo el
trono Fernando III, y en Francia subió al poder Luis XIV. Entonces la guerra pudo
terminar. Los generales franceses Turena y Conde, después de sensacionales victorias,
metieron sus ejércitos hasta el corazón de Alemania, y amenazaron con tomar Viena, que
era la capital del Imperio. Y ante tan grave peligro, el nuevo Emperador Fernando III
prefirió hacer la paz.
La guerra de los 30 años, es uno de los acontecimientos más importantes de la Edad
Moderna por varias razones:

• Porque de ella resultó la libertad religiosa para varios Estados.


• Porque en su transcurso surgieron notables guerreros como Gustavo Adolfo, Wallenstein
y Turena.
• Porque aseguro el predominio de Francia sobre las otras naciones de Europa Central.
• Porque restableció el equilibrio europeo, roto a raíz de las victorias de Carlos V. Se
Entiende por equilibrio europeo el afán de los Estados de Oriente y Occidente de Europa
para conservar el mismo poderío, la misma fuerza, a fin de respetarse mutuamente.

ORDEN INTERNACIONAL DE WESFALEA

El orden llamado “de Westfalia” u “orden westfaliano” se refiere a las reglas de gobernanza
internacionales establecidas en Europa en 1648 y que definieron la esencia de las relaciones
internacionales a lo largo de varios siglos. Aunque el nacimiento del orden westfaliano es
muy conocido, su “muerte”, a menudo anunciada, nunca totalmente pronunciada, es más
complicada de delimitar en la medida en que las reglas de conducta pautadas en Westfalia
en el siglo XVII han evolucionado con el tiempo, pero sin que haya un verdadero
cuestionamiento de los principios básicos subyacentes a esas reglas. Para bien y para mal,
es entonces en relación a ellas que debe definirse cualquier sistema de gobernanza
internacional o global que pretenda cuestionar el orden actual.
El Orden Westfaliano fue el fruto de las negociaciones que pusieron fin a la terrible Guerra
de los Treinta Años (1618 – 1648) y que tuvieron lugar en dos ciudades de Westfalia
(Alemania): Münster y Osnabrück. La Guerra de los Treinta Años devastó a Europa, en
particular a Alemania, y mezcló las fuertes tensiones religiosas que sacudían al continente
desde el siglo anterior con una lucha de poder geopolítico que opuso al Imperio Habsburgo
a los Estados modernos emergentes como Francia, Suecia, Dinamarca y Países Bajos
(Provincias Unidas). Las negociaciones diplomáticas que duraron años mientras el conflicto
se propagaba por el continente tenían en vista dos objetivos: poner término a la guerra y
garantizar que no pudiera desatarse otro conflicto de esa índole. Al mismo tiempo, cada
país deseaba salir del conflicto con la mayor ventaja posible, determinada por los resultados
obtenidos en el transcurso de las numerosas batallas que fueron marcando el paso de la
guerra.
El fracaso de los tratados de paz precedentes, especialmente la paz de Augsburgo (1555),
brinda a los diplomáticos las bases y contraejemplos a partir de los cuales trabajar. El
resultado no fue la realización de una paz perpetua sino el mantenimiento duradero de una
estabilidad geopolítica a escala del continente, por lo menos hasta la Revolución Francesa
que vino a trastocar todo el edificio. De 1648 a 1789, y a pesar de las sacudidas, el sistema
instaurado en Westfalia resistió, aun cuando las guerras -limitadas claro está en
comparación con la Guerra de los Treinta Años- fueron frecuentes. Con la restauración del
Congreso de Viena en 1815, Talleyrand, Metternich y Castleragh instauran un nuevo
sistema internacional basado en el orden westfaliano.

Los fundamentos del orden westfaliano resultan de una brillante síntesis de los principios
de gobernanza desarrollados en Europa con el correr de los siglos. El principio del respeto
de la soberanía nacional, verdadera base del sistema westfaliano, encuentra su lejano origen
en la carta enviada por el Papa Gelasio I, el Duo sunt, al emperador Anastasio en el año
494, y su aplicación en el principio del Cujus regio, ejus regido -la religión del príncipe es
la religión del pueblo-, principio establecido para impedir la interferencia de países
extranjeros en los asuntos internos de un Estado, en ese caso en los asuntos relacionados, en
un principio, con las tensiones religiosas entre católicos y protestantes. El segundo
fundamento del sistema westfaliano es el del equilibrio de las potencias. Este principio,
derivado también de la relación entre el poder de la iglesia y el poder secular, se desarrolla
con el surgimiento de los Estados modernos, que rechazan el modelo imperial (la “paz por
el imperio” de Raymond Aron) y se convierte en 1648 en el primer modo de gestión de la
potencia a escala europea. El equilibrio se basa sobre una ley: que ningún Estado pueda
apropiarse una fuerza superior a la de todas las demás naciones reunidas. Ese equilibrio está
en movimiento permanente, puesto que la potencia de los Estados y las relaciones de fuerza
nunca son estáticas. ¿Cómo se mantiene el equilibrio? En primer lugar mediante la
diplomacia -y la era “westfaliana” es también la edad de oro de los diplomáticos-, luego por
la guerra, que se mantiene limitada en sus objetivos. Inglaterra es un país que juega un
papel crucial en el mantenimiento del equilibrio, ya que hace peso para un lado o para el
otro e interviene desde el exterior (del continente) para restablecer el equilibrio que la gran
potencia continental del momento (Francia, luego Alemania) trata de modificar
inevitablemente en su beneficio propio.

Si el equilibrio tiene por razón de ser consolidar la estabilidad de Europa, el sistema


westfaliano se fija un objetivo preciso: mantener el sistema geopolítico. En la práctica, esto
equivale al mantenimiento del Statu Quo. No porque se apunte a fijar las relaciones de
fuerza dentro del sistema sino porque los artífices de la paz westfaliana y sus herederos
temen por sobre todas las cosas que una revolución, política o geopolítica, trastoque todo el
edificio, a sabiendas de que la homogeneidad política de los elementos constitutivos del
sistema, los Estados-nación, es la condición sine qua non para el éxito y la sustentabilidad
de la empresa. Es la combinación entre una revolución política y una transformación radical
de las relaciones de fuerza (exacerbada por Napoleón) que pondrá fin al sistema
westfaliano después de 1789. Hasta ese momento el orden westfaliano habrá resistido tanto
a la revolución inglesa como a la voluntad hegemónica de Luis XIV. Es por ello que la
restauración de 1815 apuntará sobre todo a reconstituir, en vano, el modo de gobernanza
del antiguo régimen.

Fue el Tratado más importante de los Tiempos modernos, y cuyas consecuencias se dejan
sentir aún en la época actual. He aquí sus condiciones:
1. El Emperador de Alemania reconoció que los príncipes de su país eran soberanos en
cada uno de sus respectivos Estados.
2. Se estableció una completa libertad religiosa en Alemania.
3. Alemania devolvió a Francia las provincias de Alsacia y Lorena.

GUERRAS NAPOLEÓNICAS

Las guerras napoleónicas fueron una serie de conflictos bélicos entre Francia, liderada por
Napoleón Bonaparte, y diversas naciones de Europa, principalmente Gran Bretaña, Austria,
Prusia y Rusia. Estas naciones formaron sucesivas coaliciones para enfrentar a Francia, por
eso, también se conoce a estos conflictos como guerras de coalición.
El origen de estas guerras hay que rastrearlo en la reacción de las monarquías europeas ante
el estallido de la Revolución francesa y la ejecución del rey Luis XVI a principios de 1793.
Las guerras napoleónicas propiamente dichas comenzaron en 1799 cuando Napoleón
Bonaparte derrocó al Directorio, formó el Consulado y se propuso transformar a Francia en
la primera potencia europea.
Las guerras llegaron a su fin en julio de 1815 con la batalla de Waterloo, durante la cual la
Séptima Coalición logró derrotar a Napoleón, que fue apresado y confinado en la isla de
Santa Elena, donde murió en 1821.
Causas
Entre las causas que provocaron en el inicio de las guerras napoleónicas se pueden
mencionar:

• La proclamación por la Revolución francesa de los principios


de libertad, igualdad ante la ley y fraternidad, y la voluntad de querer
extenderlos al resto de Europa. Esto generó inquietud en los monarcas del
continente, que temieron que esos principios socavaron las bases de su
legitimidad para gobernar.
• La negativa del rey Luis XVI a aceptar la monarquía constitucional y las
conspiraciones que protagonizó para lograr el apoyo de las monarquías europeas
para que invadieran Francia y restauraran el absolutismo. El descubrimiento de
esas conspiraciones llevó al juicio y ejecución del rey francés y provocaron la
reacción de varios monarcas europeos, que temieron que la revolución se
extendiera hacia sus territorios.
• Los conflictos entre girondinos y jacobinos que derivaron en la instauración por
parte de Robespierre de una cruenta represión contra los contrarrevolucionarios,
conocida como el Terror. Para escapar de esta represión, muchos monárquicos
se refugiaron en diversas cortes europeas, donde instigaron a los reyes y sus
entornos a invadir Francia para terminar con la revolución.
• El golpe de Estado llevado a cabo por Napoleón el 9 de noviembre de 1799, tras
el cual accedió a una posición de poder que se fue consolidando hasta concluir
en su proclamación como emperador de los franceses en 1804.
• La ambición de poder y las ideas expansionistas de Bonaparte, que deseaba
transformar a Francia en la primera potencia europea.
• La voluntad del gobierno de Gran Bretaña de mantener el equilibrio de poderes
en el continente europeo, para evitar la formación de un poder imperial que
pudiera amenazar su subsistencia.
• La ruptura del Tratado de Amiens, un acuerdo celebrado por Francia y Gran
Bretaña en 1802, que había establecido un precario estado de paz entre ambas
naciones.

Consecuencias
Las consecuencias de estas guerras fueron políticas, sociales y económicas. Entre ellas se
pueden mencionar:
• La conquista de gran cantidad de territorios por parte de Francia en una primera
fase de estas guerras (1799-1811), para concluir luego en la derrota y disolución
del Imperio napoleónico (1812-1815). Esa disolución incluyó también la pérdida
de todas las colonias de ultramar: Luisiana, vendida a los Estados Unidos en
1803; Haití, que se independizó en 1804; y las islas Seychelles, Mauricio, Santa
Lucía y Tobago, entregadas a Gran Bretaña al final de la guerra.
• La firma del segundo Tratado de París, en noviembre de 1815. Estableció que
Francia volvía a las fronteras anteriores a 1790 y que debía pagar
indemnizaciones para sostener las tropas de las potencias coaligadas, que
ocuparían parte del territorio francés durante tres años.
• El fin del feudalismo, que se inició con la Revolución Francesa en el plano legal
y la Revolución industrial en el plano económico y social. Las guerras
napoleónicas propiciaron el fin de la servidumbre en Europa Central, el avance
de la burguesía y la extensión del capitalismo como nuevo sistema económico
mundial.
• La independencia de varias de las colonias que España tenía en América,
propiciada indirectamente por la ocupación francesa de la península ibérica en
1808. Los criollos americanos aprovecharon el vacío de poder generado en
España para iniciar el camino a su emancipación.
• La muerte de unos 3 millones de combatientes, 1.200.000 franceses y 1.800.000
británicos, rusos, austríacos, prusianos, portugueses, italianos y españoles, entre
otros.
• El restablecimiento de la monarquía absoluta en Europa, decidido en el
Congreso de Viena (1814-15). En ese congreso, que reunió a representantes de
los vencedores de Napoleón, se decidió también la formación de la Santa
Alianza. Su objetivo fue impedir el surgimiento y propagación de movimientos
revolucionarios o liberales en Europa y sus colonias.

Campañas militares y coaliciones de las guerras napoleónicas.

Países
Guerra Fecha Principales batallas Resultado
beligerantes

Diciembre Francia vs Gran


Guerra de la
de 1804 – Bretaña, Austria, Finisterre, Trafalgar, Triunfo
Tercera
diciembre Rusia, Suecia y Ulm, Austerlitz francés
Coalición
de 1805 Nápoles

Agosto de Francia vs Gran


Guerra de la
1806 – Bretaña, Prusia, Jena, Auerstädt, Triunfo
Cuarta
julio de Rusia, Suecia y Eylau, Friedland francés
Coalición
1807 Sajonia

Mayo de Triunfo
Guerra de la Francia vs Valdepeñas, Bailén,
1808 – hispano-
Independencia España, Portugal del Bruch, Arapiles,
abril de anglo-
española y Gran Bretaña Vitoria, San Marcial
1814 portugués

Francia y Gran
Guerra de la abril – Triunfo
Ducado de Radzyn, Aspern-
Quinta octubre de franco
Varsovia vs. Gran Essling, Wagran
Coalición 1809 polaco
Bretaña y Austria
Países
Guerra Fecha Principales batallas Resultado
beligerantes

Campaña de Junio a
Borodino,
Rusia / Guerra diciembre Francia vs Rusia Triunfo ruso
Maloyaroslávets
Patriótica de 1812

Francia, Sajonia,
Baviera, Italia y Triunfo de
Mayo de
Guerra de la Nápoles vs Gran Lützen, Bautzen, la coalición /
1813 –
Sexta Bretaña, Austria, Leipzig, Arcis-sur- Primera
marzo de
Coalición Prusia, Aube abdicación
1814
Rusia, Suecia y de Napoleón
España

Francia vs Gran
Triunfo de
Bretaña, Austria,
Guerra de la Marzo – la coalición /
Prusia, Rusia, Ligny, Quatre Bras,
Séptima julio de Segunda
Suecia, España, Wavre, Waterloo
Coalición 1815 abdicación
Países Bajos, y
de Napoleón
Hannover

Principales batallas de las guerras napoleónicas

• Batalla de Austerlitz.
Esta batalla ocurrió durante el año 1805 y comprende una de las mayores victorias de
Napoleón Bonaparte. Se enfrentaron en ella el Imperio francés, el Imperio austríaco y el
Imperio ruso. La batalla de Austerlitz se desató debido a que los ingleses, al buscar aliados
en contra de Napoleón, se unieron con los austríacos y los rusos y formaron la Tercera
Coalición (junto con Italia y Suecia). A pesar de esta unión, el Imperio napoleónico al
mando de Bonaparte obtuvo una gran victoria; en consecuencia, se desintegró la Tercera
Coalición y se firmó la paz con el Imperio austríaco.

Batalla de Friedland
Esta batalla se llevó a cabo el 14 de junio de 1807 y en ella se enfrentó el ejército francés
contra el ejército ruso.
La principal causa de la batalla de Friedland fue la alianza entre Rusia e Inglaterra, este
último histórico enemigo de Francia, la cual impulsó a Napoleón hacia el enfrentamiento.
La victoria fue decisivamente francesa. Esta selló la paz entre Rusia y Francia y logró la
disolución de la Cuarta Coalición (alianza entre Inglaterra, Rusia, Suecia, Prusia y Sajonia).
Batalla de Waterloo
La batalla de Waterloo se llevó a cabo el 18 de junio de 1815 en los alrededores de
Waterloo, actual Bélgica.
El ejército francés, comandado por Napoleón, contaba con 122.000 hombres que se
enfrentaron con 93.000 hombres de las fuerzas aliadas, conformadas por el Reino Unido,
Prusia, los Países Bajos, el reino de Hannover y el reino de Nassau.
Esta vez, la Coalición obtuvo la victoria. Napoleón fue arrestado y enviado al destierro a la
isla de Santa Elena, donde fallecería más tarde, en 1821.
La batalla de Waterloo comprende el final de las guerras napoleónicas y, asimismo, el final
del Imperio napoleónico en el continente europeo. Se considera uno de los momentos
decisivos de la historia contemporánea.

El fin de las guerras napoleónicas


En febrero de 1815 Napoleón logró escapar de su forzado exilio en la isla de Elba y
retornar a Francia, donde fue recibido como un héroe. Reclutó entonces un nuevo ejército,
gobernó durante cien días y se dispuso a enfrentar a sus viejos enemigos. Estos formaron
la Séptima Coalición que congregó a Gran Bretaña, Rusia, Austria, Prusia, Suecia, los
Países Bajos, España y varios Estados alemanes, entre ellos Hannover. La batalla decisiva
tuvo lugar el 18 de junio de 1815 en los alrededores de Waterloo, en la actual Bélgica.
El ejército francés, comandado por Napoleón, contaba con 122.000 hombres que se
enfrentaron con 93.000 hombres de las fuerzas aliadas. La Coalición obtuvo la victoria.
Napoleón abdicó, fue arrestado y enviado al destierro a la isla de Santa Elena, donde
falleció en 1821.

Protagonistas de las guerras napoleónicas


Entre los protagonistas más destacados de las guerras napoleónicas se encuentran:
• Napoleón Bonaparte (1769 – 1821): emperador de Francia y comandante en
jefe de los ejércitos franceses.
• Horatio Nelson (1758 – 1805): vicealmirante de la Marina Real británica,
conocido por su victoria en la batalla de Trafalgar (1805), en la que perdió la
vida.
• Conde de Suvórov (1729 – 1800): militar ruso llamado Alexandr Vasilievich.
Encabezó los ejércitos rusos en la Guerra de los 7 Años, la Guerras ruso-polaca
y la Guerra ruso-turca. En 1799 dirigió el ejército ruso para detener la invasión
francesa en el norte de Italia.
• Duque de Wellington (1769 – 1852): Arthur Wellesley, militar, político y
estadista británico de origen irlandés. Estuvo al frente de las tropas anglo-
portuguesas que frenaron las tentativas francesas de ocupar Portugal. Dirigió
también las fuerzas aliadas en la guerra por la independencia española (1808-
1814). Comandó las fuerzas británicas en la batalla de Waterloo.
• Jean-Andoche Junot (1771 – 1813): duque de Abrantes, fue un militar y
general francés que participó de las campañas de Italia y Egipto y de las luchas
en la península ibérica. Dado de baja por Napoleón luego de la campaña de
Rusia, murió en 1813 por las heridas sufridas tras un frustrado intento de
suicidio.
• Michel Ney (1769 – 1815): duque de Elchingen, fue mariscal de campo del
ejército francés. Participó en las invasiones a España, Portugal y Rusia. Luego
de la restauración de los Borbones, fue juzgado por traición y condenado a
muerte.

ORDEN INTERNACIONAL DE LA SANTA ALIANZA

Fue el pacto que firmaron en septiembre de 1815, tres meses más tarde de la conclusión del
Congreso de Viena, a iniciativa del Zar Alejandro I, Rusia, Francisco I de Austria y
Federico Guillermo III de Prusia. Aunque de naturaleza política, formalmente sus
signatarios se guiaron por principios de carácter religioso, es decir, los de la religión
cristiana.

La Santa Alianza tuvo como objetivo primordial el mantenimiento del statu quo* del
absolutismo en Europa tras la caída de Napoleón e impedir el surgimiento y propagación de
movimientos revolucionarios o liberales.

Tras la incorporación de Inglaterra meses más tarde (Cuádruple Alianza) y de Francia en


1818 (Quíntuple Alianza) se celebraron varios congresos que sirvieron para garantizar el
mantenimiento del compromiso (Europa de los Congresos) y controlar la situación
internacional.

La Santa Alianza intervino en diversas ocasiones, así sucedió en 1821 cuando las tropas
austríacas se involucraron en Italia para restituir el absolutismo en el Reino de las Dos
Sicilias (Nápoles y Sicilia), o con la intervención de las tropas francesas en 1823
en España. En esta última los llamados Cien Mil Hijos de San Luis terminaron con la
experiencia constitucional del denominado Trienio Liberal (1820-1823) y restauraron al rey
Fernando VII como rey absoluto.

La Santa Alianza concluyó su acción en 1825, tras la muerte del su principal valedor, el Zar
Alejandro I de Rusia.
Bibliografía:

- http://www.efemeridespedrobeltran.com/es/eventos/septiembre/santa-alianza.-
hoy-26-de-septiembre-de-1815-se-firma-el-acuerdo-de-la-santa-alianza-por-
austria-rusia-y-prusia

- https://www.ecured.cu/Santa_Alianza

- https://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_napole%C3%B3nicas

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