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ESPECIALISTA LEGAL:
ESCRITO N° 1
CUADERNO PRINCIPAL
ASUNTO: DEMANDA DE HABEAS CORPUS
POR VIOLACION AL DEBIDO PROCESO EN
SEDE JUDICIAL.
Al amparo del artículo 2612° del Código Procesal Constitucional, acudo a su Despacho
con el propósito de interponer DEMANDA DE HABEAS CORPUS contra:
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Navarro; 4. Iván Alberto Sequeiros Vargas; 5. Hugo Príncipe Trujillo, a quienes
se les deberá notificar en su sede ubicada en Av. Paseo de la República S/N
Palacio de Justicia, Cercado, Lima – Perú.
II. PRETENSIONES
c) Finalmente, conforme lo establece el primer párrafo del artículo 56° del CPC,
pido que su Judicatura ORDENE QUE TODOS LOS FUNCIONARIOS
DEMANDADOS PAGUEN LOS COSTOS Y COSTAS DE ESTE PROCESO
A FAVOR DE MI PATROCINADO.
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Constitución Política del Perú - Artículo 139°. - Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: … 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
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Constitución Política del Perú - Artículo 139°. - Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley
aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
Los fundamentos de hecho y de derecho de estas pretensiones los fundamentaré a
continuación.
3. Que, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece que "el hábeas
corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma
manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva". En ese sentido
debe entenderse que uno de los presupuestos para que se habilite la
procedencia de un proceso constitucional donde se cuestione una resolución
judicial, necesariamente debe cumplir con el requisito de firmeza.
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Código Procesal Constitucional artículo 25.- Derechos protegidos - Procede el
hábeas corpus ante la acción u omisión que amenace o vulnere los siguientes
derechos que, enunciativamente, conforman la libertad individual: …También procede
el hábeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos con la libertad
individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad del
domicilio.
de junio de dos mil dieciocho, en el extremo que condenó como coautores (…)
José Luis Ramírez Granados”, quedando habilitado la vía procesal
constitucional y el juez competente para pronunciarse sobre el fondo de la
controversia.
motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las premisas
de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica
o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin, es
decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de interpretación
de disposiciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía para
validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la
conclusión de que el daño ha sido causado por “X”, pero no ha dado razones sobre la
vinculación del hecho con la participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante
una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente
corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por el juez
[constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez.
Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba,
actividad que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o
la carencia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se le
confiere a determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para
respaldar las razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho
aplicable al caso. Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de
corrección lógica en la argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha basado su
argumento. El control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para
apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir
por la simple lógica formal.
d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una
perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de
fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo.
(Subrayado y negrita es nuestro)
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de las
resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una
concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional que los
justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia
procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no
omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.
f) Motivaciones cualificadas. - Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable
1. Que, la Sentencia emitida por la Sala Penal Nacional, centra los argumentos de
su decisión en los siguientes fundamentos:
- “del contenido de dicha Acta se advertía que la misma no contiene la huella digital
del citado testigo TE 3060-2012, pese a que al final de dicho documento se
consignaba lo siguiente:«(…) se concluye la presente diligencia de
Reconocimiento fotográfico, firmado y estampado su impresión digital, en
presencia del representante del Ministerio Público y del Instructor que
certifican”.
- “El acta no contiene la descripción previa que exige el artículo 146° del Código de
Procedimientos Penales: «Cuando se trate de que un testigo reconozca a una
persona o cosa, deberá describirla previamente, después, le será presentada,
procurando que se restablezcan las condiciones en que la persona o cosa se
hallaba cuando se realizó el hecho»
- y asimismo se habría vulnerado lo prescrito por el artículo 274° del Código
Procesal Civil, aplicable supletoriamente al presente caso, el mismo que señala
que “en el acta se describirán los hechos, objetos o circunstancias que se observe
directamente” y en ese mismo sentido no se habría tomado en cuenta la
descripción previa de las características del imputado, conforme a la Casación
N°78-2010-AREQUIPA emitido por la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de la República, la misma que señala lo siguiente:
Por otro lado, quiero sostener que sobre la versión del testigo con clave de
reserva TE1336-2012, mi patrocinado, por intermedio de su abogado de
ese entonces, también interpuso tacha en enero del 2016,
fundamentándose en lo siguiente:
- No existe tampoco acta que recoja alguna diligencia de reconocimiento
fotográfico del testigo TE 1336-2012 respecto de mi patrocinado.
- Posteriormente, a folios 20328-20338, obra la declaración a nivel judicial
del mismo testigo, quien, respecto de mi patrocinado, en las preguntas N°
69 y 74, señala lo siguiente:
-
«68. PARA QUE DIGA: si directamente usted observó los hechos que son
materia de instrucción los mismos que señaló en la diligencia DIJO: que,
reservo mi derecho para contestar en su momento».
69. PARA QUE DIGA: si conoce a las personas de (…) José Luis Ramírez
Granados (…) DIJO: Se deja constancia que el testigo refiere que no conoce
por los nombres pero si le dieran su apelativo y por fotos sí los reconoce.
Insistiendo el abogado con preguntar por los nombres; volviéndose a dejar
constancia la que pese que ya el testigo a [sic.] manifestado que por nombres
no conoce y el abogado insiste en preguntar por los nombres.
74. PARA QUE DIGA: si conoce a la persona denominada con el apelativo
“La Burra” DIJO: que, no lo conozco».
Es decir, no conoce a mi patrocinado ni por nombre ni por el supuesto apelativo
de “La Burra”.
PRIMER OTROSI DIGO: Que, por convenir a mi derecho nombro como mi abogado
defensor a los letrados Dr. AMERICO GUSTAVO MONTEZA VILLEGAS, identificado
con REG. CAL: 53023 y al Dr. DIEGO CHRISTIAN RIVERA CASTAÑEDA,
identificado con REG. ICAL: 7527, para lo cual declaran estar instruidos de los
alcances de la representación que por este acto confiero de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 74° y 80° del Código Procesal Civil.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a Ud. Sr. Juez, admitir a trámite mi demanda constitucional de Habeas Corpus
y en su oportunidad DECLARAR FUNDADA las pretensiones solicitadas, por ser de
acuerdo a la ley y a la constitución.