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EXPEDIENTE N°

ESPECIALISTA LEGAL:
ESCRITO N° 1
CUADERNO PRINCIPAL
ASUNTO: DEMANDA DE HABEAS CORPUS
POR VIOLACION AL DEBIDO PROCESO EN
SEDE JUDICIAL.

AL JUZGADO DE INVESTIGACION PREPARATORIA DE LA CIUDAD DE


CHICLAYO.

AMERICO GUSTAVO MONTEZA VILLEGAS,


Identificado con registro CAL 53023, En calidad
de abogado defensor del ciudadano JOSE LUIS
RAMIREZ GRANADOS, fijando domicilio procesal
en Calle Los Pinos N° 467 – Tercer Piso – Urb.
Santa Victoria - Chiclayo y con casilla
electrónica Nº 23474, Ante usted
respetuosamente me apersono y expongo:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS DEMANDADOS:

Al amparo del artículo 2612° del Código Procesal Constitucional, acudo a su Despacho
con el propósito de interponer DEMANDA DE HABEAS CORPUS contra:

a) LA SALA PENAL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


DE LA REPUBLICA, representada por los Magistrados: 1. Cesar Eugenio San
Martin Castro; 2. Jorge Carlos Castañeda Espinoza; 3. Alberto Martin Figueroa
1
Artículo 26.- Legitimación La demanda puede ser interpuesta por la persona
perjudicada o por cualquier otra en su favor, sin necesidad de tener su representación.
Tampoco requerirá firma del letrado, tasa o alguna otra formalidad. También puede
interponerla la Defensoría del Pueblo.

2
Navarro; 4. Iván Alberto Sequeiros Vargas; 5. Hugo Príncipe Trujillo, a quienes
se les deberá notificar en su sede ubicada en Av. Paseo de la República S/N
Palacio de Justicia, Cercado, Lima – Perú.

B) SALA PENAL NACIONAL, representada por los magistrados: 1. RENE.E.


MARTINEZ CASTRO, 2. EDHIN CAMPOS BARRANZUELA y 3. JHONY
CONTRERAS CUZCANO, a quien se les deberá notificar en su sede ubicada
en Av. Uruguay N° 145 – Cercado de Lima – Perú.

II. PRETENSIONES

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 2 3° del Código Procesal


Constitucional (en adelante “CPC”), son pretensiones de esta demanda las
siguientes:

a) Solicito a su Judicatura que DECLARE:

a.1.) Que TODOS LOS MAGISTRADOS, por comisión, vulneraron el derecho al


debido proceso, en específico el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, regulados en el inciso 34 y 55 del Artículo
139° de la Constitución Política del Perú, hecho que pone en
3
Código Procesal Constitucional - Artículo 34.- Contenido de sentencia fundada La
resolución que declara fundada la demanda de hábeas corpus dispondrá alguna de las
siguientes medidas:
1) La puesta en libertad de la persona privada arbitrariamente de este derecho; o
2) Que continúe la situación de privación de libertad de acuerdo con las disposiciones
legales aplicables al caso, pero si el Juez lo considerase necesario, ordenará cambiar
las condiciones de la detención, sea en el mismo establecimiento o en otro, o bajo la
custodia de personas distintas de las que hasta entonces la ejercían; o
3) Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a disposición del
Juez competente, si la agresión se produjo por haber transcurrido el plazo legalmente
establecido para su detención; o
4) Que cese el agravio producido, disponiendo las medidas necesarias para evitar que
el acto vuelva a repetirse.
grave amenaza mi derecho constitucional a la libertad, regulado
en el inciso 24° de nuestra Carta Magna, al declarar NO HABER
NULIDAD de la sentencia del 01/06/2018, que condena al José
Luis Ramírez Granados como Coautor del Delito de Asociación
Ilícita para Delinquir, ordenando el cumplimiento de la penal de 7
años, 4 meses y 15 dias.

b) Como consecuencia de la declaración de vulneración de los derechos de mi


patrocinado al debido proceso y a la vulneración de su derecho
constitucional a la libertad, solicito a su Judicatura que DECLARE LA
NULIDAD:

b.1.) De la Sentencia de fecha 1 de junio del 2018 dictada por la Sala


Penal Nacional, y de todo lo actuado en el proceso penal
signado con el Expediente N° 00699-2012-0-5001-JR-PE-02,

b.2.) De todo lo actuado retrotrayendo el proceso hasta la etapa de


juicio oral, donde el juzgador deberá realizar un nuevo juicio
oral, realizando una debida valoración de la prueba y debida
motivación de las resoluciones judiciales.

c) Finalmente, conforme lo establece el primer párrafo del artículo 56° del CPC,
pido que su Judicatura ORDENE QUE TODOS LOS FUNCIONARIOS
DEMANDADOS PAGUEN LOS COSTOS Y COSTAS DE ESTE PROCESO
A FAVOR DE MI PATROCINADO.

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Constitución Política del Perú - Artículo 139°. - Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: … 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
5
Constitución Política del Perú - Artículo 139°. - Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley
aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
Los fundamentos de hecho y de derecho de estas pretensiones los fundamentaré a
continuación.

III. FUNDAMENTOS DE HECHO:

Que, en la sentencia de fecha 1 de junio del 2018 y el Recurso de Nulidad N° 02495-


2018, de fecha 5 de agosto del 2019, no se ha efectuado una debida apreciación de
los hechos materia de imputación, no se ha realizado una valoración racional de la
prueba actuada en el proceso, no se han resuelto todos los planteamientos y
requerimientos (tachas) utilizados como argumentos y mecanismos de defensa en su
oportunidad, y por ultimo no se ha motivado la sentencia conforme a las fases de
motivación interna y externa que exige nuestro derecho penal constitucionalizado,
dado que recorta con particular evidencia el derecho a la observancia del debido
proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva; el derecho a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales, el derecho de defensa y el derecho a la prueba al que tienen
acceso los justiciables. Derechos; que están contemplados en el inciso 03, 05, y 14 del
artículo 139 de la constitución política de estado; LOS MISMOS QUE
FUNDAMENTAN NUESTRA DEMANDA DE HABEAS CORPUS, EN ATENCIÓN A
LAS CONSIDERACIONES SIGUIENTES:

III.3. FUNDAMENTOS FACTICOS Y JURIDICOS DE LA PRETENSION DE


AFECTACION AL DEBIDO PROCESO Y A LA MOTIVACION DE LAS
RESOLUCIONES JUDICIALES.

III.3.1. DE LA PROCEDENCIA DEL HABEAS CORPUS POR LA AFECTACION


AL DEBIDO PROCESO Y A LA MOTIVACION DE LAS RESOLUCIONES
JUDICIALES.

1. Antes de ingresar en el análisis de los fundamentos de hecho y de derecho


tanto de la pretensión principal como de la subordinada, quiero argumentar
sobre por qué es procedente este habeas corpus.
2. Que, tome en cuenta su Judicatura que el caso constitucional que planteo trata
sobre la vulneración al debido proceso y la falta de motivación suficiente de las
resoluciones judiciales que han incurrido los órganos jurisdiccionales y que se
encuentran regulados en la constitución política del Perú, en los artículos 139
inciso 3° y 5° y que son materia de protección del proceso constitucional de
Habeas Corpus, tal y como lo regula el artículo 25 6° del Código Procesal
Constitucional.

3. Que, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece que "el hábeas
corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma
manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva". En ese sentido
debe entenderse que uno de los presupuestos para que se habilite la
procedencia de un proceso constitucional donde se cuestione una resolución
judicial, necesariamente debe cumplir con el requisito de firmeza.

4. En esta misma línea, el Tribunal Constitucional en la Sentencia 04107-


2004HC/TC (caso Leonel Richi Villar De la Cruz) ha manifestado “(…)
resolución judicial firme, debe entenderse a aquella contra la que se ha
agotado los recursos previstos por la ley procesal de la materia” , lo que
implica el agotamiento de los recursos antes de la interposición de la demanda.

5. En este sentido, las resoluciones judiciales cuestionadas al momento de


interposición de la presente demanda de Habeas Corpus, SE ENCUENTRAN
FIRMES, toda vez que con fecha 05 de agosto del 2019, la SALA PENAL
PERMANENTE DE LA CARTE SUPREMA a través de la Recurso de Nulidad
N° 02495-2018, resolvió; “NO HABER NULIDAD en la sentencia del primero

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Código Procesal Constitucional artículo 25.- Derechos protegidos - Procede el
hábeas corpus ante la acción u omisión que amenace o vulnere los siguientes
derechos que, enunciativamente, conforman la libertad individual: …También procede
el hábeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos con la libertad
individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad del
domicilio.
de junio de dos mil dieciocho, en el extremo que condenó como coautores (…)
José Luis Ramírez Granados”, quedando habilitado la vía procesal
constitucional y el juez competente para pronunciarse sobre el fondo de la
controversia.

III.3. 2. DE LA VULNERACION DEL PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCESO Y DE


LA MOTIVACION DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.

1. De la vulneración del debido proceso: Sr. Juez, el artículo 139° inciso 3 de la


Constitución Política del Perú, establece como principio de la función
jurisdiccional, la Observancia del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional
Efectiva.

2. Además, en el mismo artículo, pero en el inciso 5 nos detalla: “Son principios y


derechos de la función jurisdiccional: (…) La motivación escrita de las
resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero
trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan.”, derecho que en el presente caso se ha visto
vulnerado por los magistrados demandados.

3. La falta de motivación de las resoluciones judiciales (sentencias y autos) ha


sido desarrolla a nivel jurisprudencial, en el caso Giuliana Llamoja - EXP. N.°
00728-2008-PHC/TC -, en la cual el Tribunal Constitucional desarrolló los
distintos supuestos en los que cabía hablar de una motivación inexistente,
insuficiente o incongruente de la resolución judicial. Así, el Tribunal
Constitucional señala lo siguiente:
“El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales 
6. Ya en sentencia anterior, este Tribunal Constitucional (Exp. N.º 1480-2006-AA/TC. FJ 2) ha
      

tenido la oportunidad de precisar que


“el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al
resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a
tomar una determinada decisión. Esas razones, (...) deben provenir no sólo del
ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de
pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por
los jueces ordinarios.
En tal sentido, (...) el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los
propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para
contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis.
Esto, porque en este tipo de procesos al juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa,
sino el análisis externo de la resolución, a efectos de constatar si ésta es el resultado de un
juicio racional y objetivo donde el juez ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad
en la solución de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la interpretación y
aplicación del derecho, ni en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos”.
7. El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable
      

frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas


en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no todo ni cualquier error
en el que eventualmente incurra una resolución judicial constituye automáticamente la
violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales.
 
Así, en el Exp. N.º 3943-2006-PA/TC y antes en el voto singular de los magistrados Gonzales
Ojeda y Alva Orlandini (Exp. N.º 1744-2005-PA/TC), este Colegiado Constitucional ha
precisado que elcontenido constitucionalmente garantizado de este derecho queda delimitado,
entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente . Está fuera de toda duda que se viola el
derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente o
cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose
en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico. (Subrayado y negrita es nuestro)
b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del
      

razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por


un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa,
que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir,
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos,
de identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de los
argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.
c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la
      

motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las premisas
de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica
o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin, es
decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de interpretación
de disposiciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía para
validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la
conclusión de que el daño ha sido causado por “X”, pero no ha dado razones sobre la
vinculación del hecho con la participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante
una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente
corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por el juez
[constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez.
Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba,
actividad que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o
la carencia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se le
confiere a determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para
respaldar las razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho
aplicable al caso. Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de
corrección lógica en la argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha basado su
argumento. El control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para
apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir
por la simple lógica formal.
d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible
      

atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una
perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de
fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo.
(Subrayado y negrita es nuestro)
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de las
      

resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una
concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional que los
justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia
procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no
omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.
f) Motivaciones cualificadas. - Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable
        

una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o


cuando, como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales
como el de la libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera como un doble
mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o Tribunal.”

4. De esta manera, fundamentamos nuestra demanda de Habeas Corpus,


en que los órganos jurisdiccionales demandados en la emisión de su
sentencia, vulneran el derecho al debido proceso, a que contiene una
motivación aparente e insuficiente, tal como se demostrara con el análisis
de los fundamentos de las sentencias de cada órgano jurisdiccional.
III.3.3. DE LOS FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE FECHA 1 DE JUNIO
DEL 2018 – SALA PENAL NACIONAL.

1. Que, la Sentencia emitida por la Sala Penal Nacional, centra los argumentos de
su decisión en los siguientes fundamentos:

“RESPONSABILIDAD PENAL DE JOSÉ LUIS RAMÍREZ GRANADOS (a) La Burra.


A fin de acreditar la responsabilidad penal del acusado por los delitos imputados,
durante el juicio, se han actuado la versión del Testigo con Clave de reserva TE3060-
2012, sindica de manera uniforme y coherente, tanto a nivel preliminar como
judicialmente sobre la participación del citado acusado. Siendo que en su declaración
dé fojas 4/7 del cuaderno Reservado, lo identifica a Luís Ramírez Granados (a)^"'La
Burra", como uno de los integrantes de esta presunta organización criminal, tal como se
tiene corroborado a fojas 24/25 del cuaderno Reservado, lo reconoce como ”La Burra",
del entorno del "Viejo Paco", que se encarga de cobrar cupos por extorsión en
construcción civil, cooperativas en las zonas de Pomalca, Pucalá, Tumán, Ferreñafe,
que trabaja directamente con el Viejo y le informa sobre sus opositores, quienes al no
acatar las órdenes son ejecutados, tiene pistolas e incluso granadas de guerra.
Además, que en su declaración testimonial a nivel judicial de fojas 64/74 al ser
interrogado en el sentido de cómo le consta que José Luis Ramírez Granados es la
Burra?, a lo que ha contesto “una reunión donde el Viejo le llamaba La Burra, donde
están todos los que trabajan para él": que incluso ha descrito físicamente, tal como se
corrobora a fojas 73 de su versión testimonial que tiene corte incriminatorio.
La atribución incriminatoria realizada por el precitado testigo clave que es coherente y
uniforme, se encuentra corroborada con la declaración Testigo Clave E1336-2012, de
fojas 4/9 del cuaderno Reservado. Diligencia en donde además tiene la participación
del representante del Ministerio Público; por lo tanto, al carácter incriminatorio de estos
elementos probatorios, el Tribunal otorga plena credibilidad, para efectos de la
responsabilidad del acusado; por lo que se debe declarar en ese sentido. Otro dato de
carácter indiciario es el audio N° 2629 contenido en el directorio 4542, también vincula
al acusado con la organización criminal. Que, en consecuencia, se tiene por
plenamente acreditado la responsabilidad penal del acusado.
No obstante, para efectos de declarar la culpabilidad del acusado por el delito de
extorsión, no se han actuado prueba suficiente o es nula al respecto; por lo que en este
extremo de imputación se tiene que absolver. Mucho más si los testigos victimas en el
juicio, no lo han reconocido ni han sindicado como sujeto activo de la extorsión. Si bien
los testigos, por algún temor no pueden declarar en un sentido incriminatorio; no
obstante, y tal como se tiene establecido, en el proceso, en este extremo no ha
pruebas de cargo, por lo que se configura la insuficiencia probatoria que beneficia al
acusado”.

2. Estando a lo expuesto en el párrafo precedente, se puede evidenciar que el A


quo a emitido su pronunciamiento teniendo como únicos medios probatorios
(1).-la versión del testigo con clave de reserva TE3060-2012; (2).-La
versión del testigo con clave de reserva TE1336-2012 Y (3).el audio
N°2629 contenido en el directorio 4542; los mismos que habrían sido
supuestamente valorados racionalmente y que tendrían plena entidad para
condenar a mi patrocinado por el delito contra la tranquilidad en su modalidad
de asociación ilícita para delinquir (fj 79-80 de la sentencia). Medios
probatorios que conforme a la sentencia habrían servido como medios
elementales e idóneos para condenar a mi patrocinado a once años de pena
privativa de libertad por el delito de asociación ilícita para delinquir y con los
cuales no se ha podido acreditar la responsabilidad penal de mi patrocinado
por el delito de extorsión agravada.

3. SOBRE LA VALIDEZ DE LA DECLARACION DEL TESTIGO CON CLAVE DE


RESERVA N° 3060-2012.

Que, el juzgador ha tomado como fuente de prueba para acreditar la supuesta


responsabilidad del sentenciado, la declaración testimonial del Testigo con
clave de Reserva TE 3060-2012, el mismo que habría participado en el acta de
Reconocimiento Fotográfico, contra la cual el abogado defensor en el año 2016
presento Recurso de Tacha, por vulnerar directamente el debido proceso, la
tutela jurisdiccional efectiva, el derecho de defensa y por ende la presunción de
inocencia de mi patrocinado, teniendo como argumento factico y jurídico que:

- “del contenido de dicha Acta se advertía que la misma no contiene la huella digital
del citado testigo TE 3060-2012, pese a que al final de dicho documento se
consignaba lo siguiente:«(…) se concluye la presente diligencia de
Reconocimiento fotográfico, firmado y estampado su impresión digital, en
presencia del representante del Ministerio Público y del Instructor que
certifican”.
- “El acta no contiene la descripción previa que exige el artículo 146° del Código de
Procedimientos Penales: «Cuando se trate de que un testigo reconozca a una
persona o cosa, deberá describirla previamente, después, le será presentada,
procurando que se restablezcan las condiciones en que la persona o cosa se
hallaba cuando se realizó el hecho»
- y asimismo se habría vulnerado lo prescrito por el artículo 274° del Código
Procesal Civil, aplicable supletoriamente al presente caso, el mismo que señala
que “en el acta se describirán los hechos, objetos o circunstancias que se observe
directamente” y en ese mismo sentido no se habría tomado en cuenta la
descripción previa de las características del imputado, conforme a la Casación
N°78-2010-AREQUIPA emitido por la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de la República, la misma que señala lo siguiente:

«QUINTO: Que, revisadas las actas de reconocimiento fotográfico


realizadas por los testigos […] no se advierten irregularidades o vicios
procesales en las mismas, por cuanto, sin perjuicio de que ambas
diligencias fueron realizadas en presencia de los representantes del
Ministerio Público, debe indicarse, que se cumplió con la formalidad de
previamente describir las características físicas del presunto autor del
hecho delictivo investigado, así como se procedió en cada caso, a
mostrársele cuatro fotografías de características semejantes impresas
en una hoja de papel -entre éstas la del encausado Maldonado Flores-
que fueron obtenidas de fichas del Registro Nacional de Identificación y
Estado Civil».

Por lo que se concluye que si no existía la descripción previa sobre dicha


acta de reconocimiento y esta no cumplía con las formalidades la tacha
debería ser declarada fundada y por lo tanto perder dicho documental su
eficacia probatoria; no obstante el A quo, ni siquiera se ha pronunciado
sobre su validez o nuestro requerimiento de tacha, pese a ello la versión
del testigo con clave de reserva TE3060-2012 sobre el cual habría recaído la
tacha la que según el colegiado acredita plenamente la pertenencia de mi
patrocinado a la organización criminal (obvia vulneración al debido proceso y al
derecho de defensa).

4. SOBRE LA VALIDEZ DE LA DECLARACION DEL TESTIGO CON RESERVA


TE1336-2012.

Por otro lado, quiero sostener que sobre la versión del testigo con clave de
reserva TE1336-2012, mi patrocinado, por intermedio de su abogado de
ese entonces, también interpuso tacha en enero del 2016,
fundamentándose en lo siguiente:
- No existe tampoco acta que recoja alguna diligencia de reconocimiento
fotográfico del testigo TE 1336-2012 respecto de mi patrocinado.
- Posteriormente, a folios 20328-20338, obra la declaración a nivel judicial
del mismo testigo, quien, respecto de mi patrocinado, en las preguntas N°
69 y 74, señala lo siguiente:
-

«68. PARA QUE DIGA: si directamente usted observó los hechos


que son materia de instrucción los mismos que señaló en la
diligencia DIJO: que, reservo mi derecho para contestar en su
momento».
69. PARA QUE DIGA: si conoce a las personas de (…) José Luis
Ramírez Granados (…) DIJO: Se deja constancia que el testigo refiere
que no conoce por los nombres pero si le dieran su apelativo y por fotos
sí los reconoce. Insistiendo el abogado con preguntar por los nombres;
volviéndose a dejar constancia la que pese que ya el testigo a [sic.]
manifestado que por nombres no conoce y el abogado insiste en
preguntar por los nombres.
74. PARA QUE DIGA: si conoce a la persona denominada con el
apelativo “La Burra” DIJO: que, no lo conozco».

Como se evidencia el mismo Testigo Clave refiere desconocer a la persona de


José Luis Ramírez Granados y de sus supuesto apelativo “La Burra” , Maxime
si no tenía la condición de testigo directo dado que ha estado recluido, desde el
17 de enero de 2002, es decir, desde hace más de 14 años, esto es muchos
años antes del inicio de los hechos materia de la presente instrucción,
permaneciendo en distintos establecimientos penitenciarios del país,
encontrándose en aquel entonces (2016) recluido en el establecimiento
penitenciario de Challapalca, habiendo sido condenado por delito doloso, tal y
como consta en la información obrante en el expediente, no obstante el a quo
considera elemento esencial para acreditar la responsabilidad,
vulnerando una vez más la debida valoracion de la prueba y debida
motivación.

5. SOBRE LA VALIDEZ DEL AUDIO N° 2629.


Sobre el audio N°2629 contenido el directorio 4542 la defensa sostiene que en
dicha conversación no interviene el sentenciado José Luis Ramírez Granados,
sino otro procesado, Miguel Ángel TIRAVANTI ACOSTA, y una persona con el
apelativo "VERA", no identificada, además en ninguna parte de dicha
documental se habla del sentenciado, se habla de terceros por lo tanto no
podemos darle el valor vinculante de prueba plena y menos para sustentar una
condena, Maxime si no existen elementos periféricos que corroboren el
contenido, por lo que el A quo le ha otorgado una valoración distinta a la
que le corresponde, encontrándola como prueba fundamental para
condenar, vulnerando la debida valoración de la prueba.

En conclusión, sobre la Sentencia de fecha 1 de junio del 2018, la SALA PENAL


NACIONAL, no ha realizado una correcta valoración de los medios de prueba y de la
debida motivación de las Resoluciones Judiciales, ya que ha sustentado su decisión
en dos testigos con clave reservada, los cuales no han identificado de forma legal al
Sentenciado José Luis Ramírez Granados o con su supuesto apelativo “LA BURRA”,
ni mucho menos se ha respetado el debido proceso al resolverse las tachas
interpuestas en su debida oportunidad, así mismo ha basado su decisión en un audio
que no relaciona al sentenciado y no se corrobora con prueba periférica alguna, por lo
que se evidencia la vulneración al debido proceso, a la debida motivación y como
consecuencia al derecho de libertad de sentenciado.

III.3.4. DE LOS FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE NULIDAD N° 2495 – 2018, DE


FECHA 5 DE AGOSTO DEL 2019.

1. Que, el Recurso de Nulidad N° 2495-2018, centra los argumentos de su


dedición en los siguientes considerandos:

“Trigésimo. Análisis de la responsabilidad penal del encausado José Luis Ramírez


Granados 30.1. Su defensa, cuestiona que la Sala Superior no llegó a resolver la tacha
interpuesta. Al respecto, el citado recurrente interpuso tachas contra los testigos con
clave TE 1336-2012 y clave TE 3060, tal como se desprende de los escritos
correspondientes (foja 811 y 819 del cuaderno de tacha respectivo); de donde se
evidencia que no fueron resueltas por el Colegiado de la Sala Penal Superior; sin
embargo, en ejercicio de las facultades previstas en el penúltimo párrafo del artículo
298 del Código de Procedimientos Penales, este Tribunal Supremo, en vía de
integración, podrá resolver su pedido en esta instancia.
30.2. Así, en cuanto a la tacha del testigo protegido TE 1336-2012, básicamente,
sostiene que él lo sindicó solo como integrante de la organización criminal y, al no
existir más imputaciones al respecto, cuestiona que no se haya realizado un acta de
reconocimiento sobre su persona. Asimismo, precisa que no es un testigo directo, pues
desde hace más de diez años se encuentra recluido permanentemente en distintos
establecimientos penitenciarios, condenado por delito doloso. En cuanto al acta de
reconocimiento fotográfico que se practicó al testigo protegido TE 3060-2012,
básicamente, refiere que no contiene su huella digital. Tampoco contiene la descripción
previa que exige el artículo 146 del Código de Procedimientos Penales. Asimismo, no
se dejó constancia de la cantidad de fotografías que se le pusieron a la vista.
30.3. En cuanto a la tacha del testigo protegido TE 1336-2012, se debe indicar que su
concurrencia al plenario fue admitida por el Tribunal Superior a petición del abogado
Vladimir Villanueva, defensor del encausado Jesús Ermes Villalobos Vásquez, sin
oposición o cuestionamiento alguno de los demás abogados defensores, incluidos, el
abogado defensor del recurrente. También debe indicarse que el citado testigo
protegido declaró en la etapa de instrucción en presencia del abogado defensor del
encausado suscribiente de la tacha, sin haber expresado oposición alguna; incluso,
llegó a realizarle preguntas.
30.4. En cuanto a la declaración efectuada a nivel preliminar, el recurrente argumenta
que no es un testigo directo porque se encontraba privado de su libertad. Al respecto,
la tacha de testigo va dirigida contra la persona, y su declaración está prohibida, en
cumplimiento de lo establecido en el artículo 229 del Código Procesal Civil, de
aplicación supletoria al caso8, al incumplirse lo preceptuado por dicho dispositivo legal.
Por cuanto los argumentos que esboza en este extremo, serán tomados como
argumentos de defensa.
30.5. Respecto a la tacha del acta de reconocimiento fotográfico practicado al testigo
protegido TE 3060-2012, se debe indicar que el numeral 3 del artículo 262 del Código
de Procedimientos Penales señala que: “Las tachas sólo pueden formularse contra las
pruebas instrumentales presentadas en el Juicio Oral y serán resueltas en la sentencia.
Los cuestionamientos referentes a otras pruebas, serán consideradas como
argumentos de defensa”; en este estadio procesal no se presentó tacha, pese a que se
admitió la declaración del citado testigo en el plenario.
30.6. Aunado a ello, se debe indicar que la tacha contra documento se puede dar por
falsedad o nulidad. Así, de acuerdo con el fundamento del recurrente, este optó por la
tacha por nulidad del documento, debido a que no se habría cumplido con lo
preceptuado por el artículo 146 del Código de Procedimientos Penales. Al respecto,
como ya se indicó al absolver la tacha del encausado Edwar Iván Acuña Burga, la
tacha por nulidad se encuentra prevista en el artículo 243 del Código Procesal Civil de
aplicación supletoria al caso, este artículo que, de manera taxativa, prescribe lo
siguiente: “Cuando en un documento resulte manifiesta la ausencia de una formalidad
esencial que la ley prescribe bajo sanción de nulidad, aquel carece de eficacia
probatoria”. Así, el artículo invocado por el recurrente (146 del Código de
Procedimientos Penales), no castiga con nulidad su inobservancia. Por lo tanto, la
norma acotada no está expresamente sancionada con nulidad y la tacha debe ser
declarada infundada en este extremo.
30.7. Independientemente de la tacha interpuesta, cuestiona el caudal probatorio que
sirvió para acreditar su condena, y señala que los colaboradores eficaces signados con
los números 4-1-26-10-12 y 41312-2012, así como los testigos TE 36-2012 y TE
41712-2012, no lo sindican como miembro de la organización criminal. Es verdad que
esto es así; sin embargo, como elemento de cargo, se tiene la manifestación a nivel
preliminar del testigo con clave de reserva número TE 3060-2012 (foja 4 del cuaderno
de reserva respectivo), quien señaló tener conocimiento sobre la organización criminal
La Gran Familia, dedicada al asalto y robo a mano armada, así como al secuestro,
extorsión (cobro de cupos) y asesinatos, entre otros, cuyo líder, refiere, es Aureliano
Pascacio Ángeles Bonilla o Ángel Román León Arévalo, cuyo apelativo es Viejo Paco.
Señaló además a los integrantes de dicha organización, entre ellos, al encausado, y
mencionó que era conocido con el alias La Burra.
30.8. Asimismo, también se tiene el acta de reconocimiento fotográfico que se practicó
al mencionado testigo (foja 24 del cuaderno de reserva respectivo, en presencia del
fiscal), quien lo reconoció en el acto, expresando lo siguiente: “Es conocido como ‘La
Burra’, y es del entorno del viejo paco, se encarga de cobrar cupos por extorsión en
construcción civil, cooperativas y otros en las zonas de Pomalca, Pucalá, Tumán y
Ferreñafe. Trabaja directamente con el viejo e incluso informa sobre sus opositores,
quienes al no acatar las órdenes son ejecutados, también pistolas”. Esta sindicación
fue ratificada en la etapa de instrucción (declaración testimonial, foja 20598), donde al
ser interrogado en el sentido de cómo le consta que José Luis Ramírez Granados es
alias La Burra, contestó que estuvo: “En una reunión donde el Viejo le llamaba La
Burra, donde estaban todos los que trabajan para él”; incluso, en dicha diligencia lo
describió físicamente.
30.9. Como elemento que corrobora periféricamente lo señalado por el citado testigo
con clave de reserva número TE 3060-2012, se tiene la manifestación a nivel preliminar
del testigo con clave TE 1336- 2012 (foja 4 del cuaderno reservado respectivo, en
presencia del fiscal), quien señaló tener conocimiento respecto a la organización
criminal La Gran Familia e indicó que esta se dedicaba a la materialización de
diferentes delitos, que tenía como fachada al Sindicato Regional de Construcción Civil y
que su líder es Aureliano Pascacio Ángeles Bonilla conocido como Viejo Paco. En este
contexto, dio el nombre y los apelativos de sus integrantes, entre ellos el encausado, y
señaló que tenía el alias La Burra.
30.10. Como se puede apreciar, ambos testigos con clave reservada coincidieron en
precisar datos sobre la organización criminal La Gran Familia. En línea de sindicación,
reconocieron al encausado como integrante de la organización y brindaron,
coherentemente, el alias con el que se le identificaba. Estos órganos de prueba tienen
entidad probatoria suficiente, en cuanto se encuentra acreditada plenamente la
existencia de dicha organización y su modus operandi, lo que enerva la presunción de
inocencia. Por lo tanto, la sentencia venida en grado se encuentra arreglada a ley en
este extremo.

2. Que, como se evidencia de los fundamentos expuestos por el Superior, este


realiza un análisis de las tachas no resueltas por el a quo y otorga una
valoración a cada una de las pruebas que sindicarían a José Luis Ramírez
Granados, determinando la validez de los Testigos con Clave Reservada TE
1336-2012 y 3060-2012, vulnerando una vez mas el principio del DEBIDO
PROCESO Y DEBIDA MOTIVACIÓN.
3. SOBRE EL TESTIGO CON CLAVE DE RESERVA 1336-2012, el Ad quem, ha
determinado que resulta prueba suficiente para acreditar la responsabilidad de
José Luis Ramírez Granados, por cuanto habría declarado en la etapa de
instrucción “Que existía la organización criminal La gran familia y se
dedicaba a la comisión de diferentes delitos”, sin tener en cuenta las
declaraciones posteriores, otorgándole validez a partir de la valoración
conjunta con la declaración del Testigo Clave 3060-2012.

4. Sin embargo, lo que el juzgador no ha valorado, es que, posteriormente, a


folios 20328-20338, obra la declaración a nivel judicial del mismo testigo Clave
TE1336-2012, quien, respecto de mi patrocinado, en las preguntas N° 69 y 74,
señala lo siguiente:

«68. PARA QUE DIGA: si directamente usted observó los hechos que son
materia de instrucción los mismos que señaló en la diligencia DIJO: que,
reservo mi derecho para contestar en su momento».
69. PARA QUE DIGA: si conoce a las personas de (…) José Luis Ramírez
Granados (…) DIJO: Se deja constancia que el testigo refiere que no conoce
por los nombres pero si le dieran su apelativo y por fotos sí los reconoce.
Insistiendo el abogado con preguntar por los nombres; volviéndose a dejar
constancia la que pese que ya el testigo a [sic.] manifestado que por nombres
no conoce y el abogado insiste en preguntar por los nombres.
74. PARA QUE DIGA: si conoce a la persona denominada con el apelativo
“La Burra” DIJO: que, no lo conozco».
Es decir, no conoce a mi patrocinado ni por nombre ni por el supuesto apelativo
de “La Burra”.

5. En este sentido, El Ad quem no ha valorado que el Testigo de Clave


Reservada 1336-2012, no reconoce a José Luis Ramírez Granados en las
declaraciones judiciales y en el plenario, QUE NO LO CONOCE NI MUCHO
MENOS CON EL APELATIVO DE “ LA BURRA”, acreditando la falta de
valoración de la prueba por parte del colegiado Supremo, Maxime si no se ha
pronunciado sobre la constitución en TESTIGO INDIRECTO al
encontrarse al momento de la imputación de los hechos y la etapa de
instrucción dentro de diferentes establecimientos penitenciarios, y
teniendo en cuenta su incongruencia en sus diferentes corroboraciones
no genera credibilidad procesal.
6. SOBRE EL TESTIGO CON CLAVE DE RESERVA 3060-2012. El Ad quem determina
que se encontraría acreditado su credibilidad en la valoración conjunta con la
declaración del Testigo 1336-2012, hecho que resulta controvertido, ya que este ultimo
tiene diferentes declaraciones a nivel instructivo, judicial y el plenario donde desconoce
a José Luis Ramírez Granados como “LA BURRA”, es mas señala QUE NO LO
CONOCE.

7. El Ad quem, no ha desarrollado los fundamentos de la tacha interpuesta en Acta de


Reconocimiento por vulnerar el contenido del Articulo 146° del Código de
Procedimientos Penales, que no contiene la descripción exigida y los formalismos para
su validez, por el contrario, ha basado su decisión en un reconocimiento en el Plenario,
donde se encontraba parcializado por el reconocimiento invalido y teniendo en cuenta
el derecho premial de la Colaboración Testimonial, no se le puede otorgar credibilidad,
maxime si de las demás testimoniales desarrolladas en el plenario por lo
colaboradores eficaces 4-1-26-10-12 y 41312-2012, así como los testigos TE 36-
2012 y TE 41712-2012, no lo sindican como miembro de la organización criminal .

8. En este sentido, existe en el proceso judicial, mayor abundamiento de pruebas que


acreditan que José Luis Ramírez Granados no pertenecía a la Organización Criminal
La Gran Familia, no obstante el A quo y el Ad quem han basado su decisión en dos
Testigos Claves que se han incorporado al proceso con NULIDADES procedimentales
en sus actas de reconocimiento y sus declaraciones incongruentes y no verosímiles,
POR LO QUE NO SE LES DEBIÓ OTORGAR LA CREDIBILIDAD PARA
SENTENCIAR A JOSÉ LUIS RAMÍREZ GRANADOS, EVIDENCIANDO LA
VULNERACIÓN A LA DEBIDA VALORACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRUEBA,
VULNERACIÓN DE LA MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES Y
COMO CONSECUENCIA LA VULNERACIÓN AL DERECHO DE LIBERTAD DEL
SENTENCIADO.

POR ESTAS CONSIDERACIONES SE DEBERA RESOLVER FUNDADA EN SU


OPORTUNIDAD LA DEMANDA DE HABEAS CORPUS Y COMO CONSECUENCIA:

1. DECLARE LA NULIDAD DE TODO LO ACTUADO HASTA LA


REALIZACIÓN DE UN NUEVO JUICIO ORAL, CON AMPARO DE LAS
GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO.
2. ORDENE LA ANULACIÓN DEL REGISTRO DE CONDENAS DEL
DEMANDANTE.
3. ORDENE EL PAGO DE COSTAS Y COSTOS DEL PROCESO.

PRIMER OTROSI DIGO: Que, por convenir a mi derecho nombro como mi abogado
defensor a los letrados Dr. AMERICO GUSTAVO MONTEZA VILLEGAS, identificado
con REG. CAL: 53023 y al Dr. DIEGO CHRISTIAN RIVERA CASTAÑEDA,
identificado con REG. ICAL: 7527, para lo cual declaran estar instruidos de los
alcances de la representación que por este acto confiero de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 74° y 80° del Código Procesal Civil.

SEGUNDO OTROSI DIGO: Que, a efectos de que se realicen las notificaciones


electrónicas, señalo casilla electrónica N° 23474, a fin de que se me notifiquen los
actos procesales materia del presente proceso de Habeas Corpus.

IV. MEDIOS DE PRUEBA Y ANEXOS:

1.A. Copia del DNI de la Demandante.


1.B. Sentencia de fecha 1 de junio del 2018
1.C. Recurso de Nulidad N° 02495-2018, de fecha 5 de agosto del 2019 1.D. Casación N°
1750-2018 Lambayeque, emitido por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia, notificada de forma electrónica con fecha 13 de enero del 2020.

POR LO EXPUESTO:

Solicito a Ud. Sr. Juez, admitir a trámite mi demanda constitucional de Habeas Corpus
y en su oportunidad DECLARAR FUNDADA las pretensiones solicitadas, por ser de
acuerdo a la ley y a la constitución.

Chiclayo, 21 de octubre del 2020.

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