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Sarmiento,

su perfil
masónico

La Masonería es una Institución: “filosófica, filantrópica y progresista. Entre


sus principios se destacan: la LIBERTAD, la IGUALDAD, Y la FRATERNIDAD,
que la ubican temporalmente junto a la Ilustración que se plasmó con la
Revolución Francesa, para terminar con el “oscurantismo medieval”. En la
masonería argentina “Ciencia, Justicia y Trabajo” constituyen uno de sus
lemas principales
La Francmasonería busca la Verdad”, sobre la base de la Razón sin perder la
idea de “Progreso” y trata de alcanzar la perfección del individuo, para que
cada uno actúe en la vida bajo los principios de la “moral masónica”, para
lograr el bienestar de sus semejantes.

Han pertenecido a la masonería grandes personalidades del mundo y de


nuestro país. Muchos de los próceres que contribuyeron a sentar las bases de
nuestro estado han sido miembros de la Institución, entre ellos Domingo
Faustino Sarmiento.

La historia de la organización nacional está estrechamente ligada a su figura.. El


racionalismo lo mostró a través del tiempo como un constante e inquebrantable
predicador de la importancia que tiene la educación para el progreso de un país.
En Chile, hasta su regreso definitivo a nuestro país, implementó sistemas
pedagógicos destinados a una educación masiva y laica. Sarmiento decía sentir
compasión por la ignorancia y amor por la verdad, conceptos que lo modelaron
como educador.

También organizó allí la “Sociedad Literaria”, una institución similar a la


Asociación de Mayo que fundó Esteban Echeverría en Buenos Aires. Regresó al
país y asistió al triunfo de Caseros pero volvió a Chile al amparo de sus
diferencias con Urquiza. Entonces tomó contacto con la masonería.

En julio de 1853 un grupo de intelectuales chilenos fundó en Valparaíso la logia


“UNION FRATERNAL” donde se inició Domingo F. Sarmiento, el 31 de julio de
1854, junto con otros compatriotas, entre ellos José Manuel Moreno y Domingo
Rodriguez Peña.
El 29 de diciembre de 1855, ya en Buenos Aires, fundó junto a otros 14
masones la logia UNION DE PLATA N° 1, entre cuyos miembros se recuerda a:
Miguel Valencia (abogado y legislador); Ricardo Lavalle(Presidente de la
Legislatura y de la Bolsa de Comercio); Santiago Rufino Albarracín(Ministro de
Guerra y Marina); Federico Alvarez Toledo(fundador de la Sociedad Rural);
Carlos Casares(gobernador de Buenos Aires). El Dr. Miguel Valencia presidió la
primera “tenida” en la que Sarmiento se desempeñó como Orador
(representante de la ley masónica)
Dos años después, con Unión del Plata nº1 y otras seis logias, nació la Gran
Logia de Libres y Aceptados Masones de la República Argentina.

Una reunión histórica


El 21 de julio de 1860 se realizó la “tenida histórica” presidida por el Gran
Maestre, Dr. Roque Perez, y de la que participaron el Presidente de la
República, Santiago Derqui,; Bartolomé Mitre; el gobernador de Entre Ríos,
Justo José de Urquiza, y Domingo F. Sarmiento, todos masones. En esa
ceremonia juraron solemnemente el compromiso de alcanzar por todos los
medios posibles, la pronta y pacífica constitución definitiva de la unidad
nacional. Todos estaban investidos con las insignias del grado 33, habían sido
promovidos en la sesión extraordinaria del 18 de julio de 1860. Sobrevino la
Convención Constituyente que reformó la Constitución de 1853 y la provincia de
Buenos Aires se integró al resto de la República.

Otros destinos, otras tareas


La actividad de Sarmiento fue de gran importancia para la pacificación del país y
para la masonería. En este sentido, ya designado ministro embajador ante
Estados Unidos, recibió en 1864 la representación de la masonería argentina
ante los Supremos Consejos y Grandes Logias de ese país con la facultad de
celebrar tratados de amistad. Sarmiento se vinculó con grandes personalidades
públicas pertenecientes a la masonería, entre ellos el Presidente Andrés
Johnson, quien en una visita que Sarmiento realizó a la logia de Massachussets,
le obsequió una joya masónica.
Posteriormente, en su corta estancia en París para asistir a la exposición
internacional de 1867, cumplió la misma tarea de representante de la masonería
argentina.

Mientras Sarmiento desarrollaba esas actividades en el exterior, en nuestro


país comenzó a agitarse el mundo político ante la renovación presidencial que
debía llevarse a cabo para el período 1868-1874. El diario “La Tribuna” lanzó la
candidatura de Sarmiento. Urquiza fue otro candidato, mientras el presidente
Mitre realizaba esfuerzos en favor de Elizalde y Rawson. Poco a poco se
sumaban las voluntades en favor del sanjuanino como, por ejemplo, la del
general Lucio Mansilla. Llegado el momento, el colegio electoral se reunió el 16
de agosto de 1868. Sarmiento obtuvo 79 sufragios de los 131 votos válidos,
cantidad suficiente para ser electo presidente. Su vicepresidente fue Alsina con
83 votos en el colegio electoral.
Sarmiento tomó conocimiento de los resultados a su llegada a Río de Janeiro,
de regreso a Buenos Aires. La fragata norteamericana “Guerrior” que se
encontraba en el mismo puerto, disparó 21 cañonazos en su honor. Cuando
llegó a Buenos Aires fue recibido por sus partidarios y pronunció un discurso en
el que incluyó un concepto decisivo: “Necesitamos hacer de toda la república
una escuela”.
La gestión de Sarmiento fue caracterizada como ejemplar, más allá de las
dificultades que se presentaron entre ellas la epidemia de fiebre amarilla en
Buenos Aires; las inundaciones en las provincias; el cólera en Corrientes; y
hasta un atentado contra su vida en agosto de 1873.

A pesar de estos contratiempos, Sarmiento cumplió con su programa donde el


progreso y la educación tuvieron un lugar relevante: fundó colegios nacionales
en las provincias, trajo docentes de enseñanza normal desde Estados Unidos;
creó el Colegio Militar; impulsó la conformación de bibliotecas populares. En
Córdoba puso en funcionamiento el Observatorio Astronómico y la Academia de
Ciencias. También fundó la Escuela Naval
La educación obligatoria fue el rasgo distintivo de la gestión presidencial de
Sarmiento, pero a ella deben sumarse la gratuidad y el laicismo como modelo
educativo.
Al finalizar su mandato presidencial aceptó el cargo de Director General de
Escuelas de la provincia de Buenos Aires desde donde trabajó para la
elaboración de la ley de educación común de 1875 que llevaría el número 1420.
Previo a su investidura presidencial, Sarmiento dio un discurso en la Gran
Logia. Dijo, entre otros conceptos: “Los Masones profesan el amor al
prójimo sin distinción de nacionalidad, de creencias y de gobierno y
practican lo que profesan en toda ocasión y lugar. Hechas estas
manifestaciones para que no se crea que disimulo mis creencias, tengo el
deber de anunciar a mis hermanos que desde hoy en adelante me
considero desligado de toda práctica o sujeción a estas sociedades.
Llamado a desempeñar altas funciones públicas, ningún reto personal ha
de desviarme de los deberes que me son impuestos. Simple ciudadano,
volveré un día a ayudaros en sus tareas filantrópicas”.

Sarmiento se alejó momentáneamente de la Orden. Se reincorporó en 1880 a la


Logia Confraternidad Argentina y el 18 de abril de 1882 se afilió a la logia
Obediencia de la Ley N 13.
Ese año, la Masonería Argentina debía elegir sus autoridades para el período
1882-1885. La sesión se desarrolló el 19 de abril de 1882. Una vez abiertos los
trabajos, el presidente del colegio electoral, Dr. Leandro Alem pidió a sus
secretarios J. Mac Lean y J. Montero la verificación de los poderes y diplomas
de los delegados. Luego se dio lectura a la nómina de delegados y comenzó el
acto eleccionario. Otto Recke mocionó que se votara en una sola vez por todos
los cargos. Rafael Hernandez se opuso y después de un breve debate se
aprobó la moción de Recke. El escrutinio arrojó:

Domingo F. Sarmiento: _________________________________ 44 Votos


Leandro Alem: _______________________________________ 47 Votos
Valentín Blanco: _______________________________________ 45 Votos
Martín Beruti: _________________________________________ 38 Votos
Julio García: __________________________________________ 44 Votos
Aníbal Blossi: _________________________________________ 61 Votos
Fidel Lopez: __________________________________________ 15 Votos
Rosario Grande: _______________________________________ 28 Votos
Carlos Brown: _________________________________________ 19 Votos
Joaquín Crespo: _______________________________________ 19 Votos
José Montero: ________________________________________ 17 Votos
Luis Mac Leng: ________________________________________ 21 Votos
Juan Gaumont: ________________________________________ 12 Votos
Miguel Arechevala: _____________________________________ 15 Votos
Matienzo: ____________________________________________ 5 Votos
J. Rayces: ___________________________________________ 4 Votos
Juan Lopez: __________________________________________ 1 Voto
Pascual Berracochea: __________________________________ 2 Votos
Pedro Mallo: __________________________________________ 3 Votos
Miguel De Luca: _______________________________________ 1 Voto
Rafael Calzada: _______________________________________ 1 Voto
Teófilo Mendez: _______________________________________ 1 Voto
C. de Ezcurra: ________________________________________ 2 Votos
Vicente de Cusatis: ____________________________________ 1 Voto
Carlos Urien: _________________________________________ 10 Votos
Laureano Oucinde: ____________________________________ 1 Voto
Carlos Rojo: __________________________________________ 10 Votos
De esta primera votación obtuvieron mayoría absoluta:

Poderoso Hermano: _______________________ Domingo F. Sarmiento


Respetable Hermano: _______________________ Dr. Leandro Alem
Ilustre Hermano: _______________________ Dr. Valentín Blanco
Poderoso Hermano: _______________________ Dr. Martín Beruti
Respetable Hermano: _______________________ Dr. Aníbal Blossi
Respetable Hermano: _______________________ Julio García

Se procedió entonces a la elección de un nuevo miembro para completar los 7


que integran el directorio.

Domingo.F.Sarmiento _______________________________ (Gr. 33)


Dr. Leandro Alem _______________________________ (Gr. 18)
Dr. Valentín Blanco _______________________________ (Gr. 30)
Dr. Martín Beruti _______________________________ (Gr. 33)
Dr. Aníbal Blossi _______________________________ (Gr. 18)
T. Cl Julio García _______________________________ (Gr. 18)
Sr. Rosario Grande _______________________________ (Gr. 18)

Sarmiento accedió al cargo de Gran Maestre, el mayor honor que puede otorgar
la masonería argentina. El 12 de mayo aceptó su designación acompañado por
Leandro Alem como Pro Gran Maestre quien había obtenido tres votos más que
Sarmiento, pero la elección fue por todos los cargos a la vez.
En el acto de instalación, Sarmiento dijo un discurso de alto contenido
doctrinario desde el punto de vista masónico. “Nuestra Orden, dijo, para llenar
su misión de paz, no impuso una creencia especial, ni exigió a sus aprendices
que al pisar la puerta del templo, abjurasen de la religión de sus padres. Se nos
ha inculpado de que no tenemos religión, que somos deístas cuando más. Es no
conocer los santos propósitos de unión entre los hombres. La hermandad
Humana, de que formamos parte, a fin de unir a sus miembros en la caridad y el
amor, no les pregunta sino si creen en un Grande Arquitecto del Universo y en la
alma inmortal, porque estos son los puntos en que todas las religiones están de
acuerdo”.
“El objeto de la masonería es promover en la sociedad la tolerancia recíproca en
materias religiosas, y oponerse sin violencia, sin trastornos al predominio y
poder que quiera una creencia ejercer sobre otras, a fin de que todos vivamos
en paz”.
“De diversas formas de gobierno. el masón prefiere en su pecho a aquella que
más cerca a su ideal de justicia, de igualdad, y perfección. Pero no derroca
gobiernos, ni conspira contra los establecidos, como se ha pretendido; sino que
trabaja incesantemente en perfeccionarse a sí mismo, en la práctica de las
virtudes masónicas, para que su ejemplo en la familia, en la sociedad, en el
Estado una y mejore al pueblo y lo haga digno y capaz de merecer y conservar
su libertad”.
“El masón propende con todos sus medios a difundir las ideas de tolerancia y
libertad, y hacerlas triunfar en la dirección del estado, por los medios legítimos, a
fin de que reine la paz en la tierra, y los pueblos sean libres y felices”.
“Somos arquitectos, y reconstruimos la sociedad humana, bajo el plan del Gran
Arquitecto del Universo que hizo iguales a todos sus hijos. Reparando las
ruinas, poniendo cada piedra en su lugar. Para ello nos ejercitamos
prácticamente en el ejercicio de las virtudes masónicas”.

“Debemos pues educar a nuestros hijos; y como masones, trabajar para que la
ignorancia del otro y de otros no dañe a los nuestros ni a los otros, porque la
ignorancia es el instrumento del despotismo y del fanatismo. Hacer que no haya
un ignorante en una nación, es el objeto y fin que han alcanzado muchos en la
tierra, obtenerlo en nuestro país será el blanco de los trabajos de todos los
hermanos en todo este Gran Oriente y sus diversos valles”.
“Trabajemos para traer la educación al buen camino; pero oid mis palabras ó
hermanos, la de los masones es una aspiración al bien, sin violencia, sin
perturbar el orden público, sin defender ni atacar las creencias religiosas porque
precisamente el Masón no las profesa sino hasta el reconocimiento de un
Grande Arquitecto y la inmortalidad del alma, para que quepan en su seno todos
los cultos, y se reúnan en su templo todos los que adoran al ser supremo de
todas maneras”.
“No hay escuelas masónicas, aunque podemos construir edificios para que se
funden escuelas, a que asistan todos los niños necesitados de un alma
educada, y un corazón sano”
Problemas de salud obligaron al Gran Maestre a presentar su renuncia en 1883.
Fue reemplazado para completar el trienio por el Pro Gran Maestre Leandro
Alem.
Al acentuarse sus problemas de salud, Sarmiento, procuró un clima más
benigno y en 1887 se trasladó a Paraguay. Falleció el 11 de setiembre, tras
negarse a recibir asistencia religiosa y pidió a su hija que no aceptara la
concurrencia de ningún sacerdote a su lecho de muerte.
Su cuerpo, según su propia voluntad, fue envuelto con las banderas argentina,
paraguaya, chilena y uruguaya. Antes de ser trasladado hacia la Argentina, la
Masonería del Paraguay le tributó las honras fúnebres. En el puerto de San
Nicolás, el Dr. Agustín P. Justo, padre de quien después sería Presidente de la
Nación, le rindió honores en representación de la masonería argentina. Durante
el acto de inhumación de sus restos en Buenos Aires; el orador designado fue el
Dr. Carlos Pellegrini.

“Educar al soberano”

Domingo Faustino Sarmiento proclamó la estrecha alianza de la Educación y la


Soberanía Popular para alcanzar un desarrollo armónico. La mejor herramienta,
“educar al Soberano”.
Durante la presidencia de Sarmiento, los hombres de la la masonería argentina
colaboraron muy activamente en la resolución de las epidemias de cólera en
1868 y de fiebre amarilla (1871). Miembros de la masonería formaron una
comisión de ayuda a las víctimas; El 26 de marzo de 1871 murió José Roque
Perez, primer Gran Maestre de la masonería argentina.
FICHA BIOGRAFICA DE DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO

Por Emilio E. Ruiz

1811 (15/02) Nace en San Juan, hijo de José Clemente Sarmiento y Paula Albarracín.

1816 (22/4) Ingresa en la escuela de la Patria en San Juan.

1826 Se instala en San Luis con su tío José de Oro.

Fundan una escuela y Sarmiento se inicia como maestro.

1827 Regresa a San Juan, trabaja en una tienda. Inicia su carrera militar como alférez de milicia.

1828 Junto a su padre se une a las fuerzas unitarias.

1831 Combate contra los federales, lo persigue Facundo Quiroga y se exilia en Chile.

1832 Nace en Julio de ese año su hija Faustina de su unión con María Jesús del Canto

1836 Regresa a San Juan y se dedica a la enseñanza.

1839 (9/7) Crea allí el Colegio de Señoritas de Santa Rosa.

1839 (20/7) Funda el periódico El Zonda, que es cerrado al mes por el gobernador Benavidez.
Sarmiento va preso.

1840 Nuevo destierro a Chile, gran actividad periodística.

1842 (18/01) Funda y dirige en Chile la primera escuela Normal de Sudamérica.

(10/09) Funda el Diario El Progreso.

1843 (febrero) Publica Mi Defensa, primera autobiografía.

1845 El Progreso publica en formato de folletín “Civilización y Barbarie – Vida de Juan Facundo
Quiroga.

1845 (8/10) Viaja a Europa, Afrecha y Estados Unidos.

1848 (24/2) Regresa a Chile

1848 (19/5) Se casa con Benita Martínez Pastoriza, madre de Dominguito a quien Sarmiento
adopta

1849 Publica su libro Viajes por Europa, Afrecha y América.

1849 Publica en Chile “Educación Popular” primer libro que de modo sistemático plantea en
América el problema de la educación primaria, y su relación con la moral domestica la
eficiencia económica y el gobierno democrático
1850 Escribe Argiropolis y Recuerdos de Provincia

1851 (12/9) Viaja a Montevideo para luego unirse al entrerriano Justo José de Urquiza con el fin
de derrocar a Rosas y avanzar en el proyecto de una Constitución Nacional.

1852 (3/2) Participa en la batalla de Caseros. Desinteligencias con Urquiza lo llevan a regresar a
Chile.

1854 Es iniciado Masón en la Logia Unión Fraternal Nro. 1 de Valparaíso.

1855 Se radica en Buenos Aires. Dirige el diario El Nacional. Establece relación con Aurelia Vélez
Sarsfield.

1855 Ingresa a la Logia Unión del Plata Nro. 1 de Buenos Aires.

1860 Trabaja en las reformas a la Constitución Nacional. Recibe el grado 33 de la Masonería.

1861 (9/01) Es designado Gobernador de San Juan, afronta nuevos avances federales. Derrota al
caudillo riojano Chacho Peñaloza.

1862 (20/2) Reaparece El Zonda.

1864 (7/4) Renuncia a la Gobernación de San Juan.

1864 (15/5) llega a Nueva York como Ministro Plenipotenciario.

1965 Muere Dominguito en la batalla de Curupaity.

1968 (27/9) Renuncia a la Masonería.

1968 (12/10) Asume la Presidencia de la Nación.

1874 (12/10) Transmite la presidencia de la Nación a Nicolás Avellaneda.

1875 (29/5) Se incorpora al Congreso de la Nación como senador.

1880 Se reincorpora a la Masonería, en la Logia Confraternidad Argentina.

1881 (1/2) Julio A Roca lo designa Superintendente de Escuelas del Consejo nacional de
Educación.

1882 Es electo Gran Maestre de la Masonería Argentina, renuncia al cargo en 1885.

1885 (1/12) Funda en Buenos Aires el diario El Censor.

1888 (26/5) En busca de mejor clima para sus dolencias, se embarca para Asunción del
Paraguay acompañado por su hija.

(11/9) Muere en Asunción de un ataque cardiaco.

(21/9) Llegan sus restos a Buenos Aires y es sepultado en el cementerio de la Recoleta.


Sarmiento y la “ciudad nueva” en Palermo

Por Ernesto S. Tellier

Domingo Faustino Sarmiento concibió Palermo como una ciudad nueva que
dejara atrás la ideología colonial de la dominación española..

A mediados del siglo XIX, Buenos Aires se extinguía en las avenidas Entre
Ríos y Callao, su continuación, el núcleo urbano original se había extendido
hacia Barracas. En 1857, el primer tren tirado por La Porteña llegó a Plaza
Once desde el Parque de Artillería ubicado en la actual Plaza Lavalle. Buenos
Aires volvía a estirarse, pero ahora en dirección al oeste. Sobrevendrían las
incorporaciones de Flores y Belgrano en 1887 hasta completar el trazado
actual de Buenos Aires, en el siglo XX, con límite en la Avenida General Paz.

Después de Caseros, exiliado Rosas, Palermo representaba para Sarmiento


una tentación política en la que ya se advertía la influencia del pensamiento
masónico. En Palermo, podría cubrir la “barbarie” con “civilización”.

Sarmiento regresó definitivamente hacia 1855. Pergeñó su proyecto de


Palermo durante más de veinte años y desde distintas responsabilidades: fue
concejal, diplomático, Presidente. En ese lapso acumuló nuevas experiencias
tomando siempre como norte la idea de que Palermo fuera la “ciudad nueva”
que dejara atrás la Buenos Aires colonial, obra de España.

Como Ministro Plenipotenciario en Estados Unidos, enviado por el Presidente


Bartolomé Mitre, Sarmiento observó de cerca el debate para la creación del
Central Park de Nueva York. Dejó de lado ese modelo porque en su
concepción convivían la instalación de un pulmón verde y una fuerte
valorización inmobiliaria al entorno.

Durante los veinte años de sus reflexiones, .Sarmiento sostuvo que la Buenos
Aires de emplazamiento y estructura colonial mantenía y retroalimentaba sus
antiguos vicios, impedía la vida autónoma.

Pensó, también, en los jardines reales de Francia, convertidos en museos de


utilidad ciudadana a partir de la República, y en el modelo inglés que dejó a la
City de Londres como distrito financiero mientras la ciudad crecía a sus
espaldas.

También tuvo presente a Montevideo donde la Ciudad Vieja ya no quedó detrás


de la muralla y comenzó su desarrollo a la vera del Río de la Plata en dirección
a Carrasco. Sarmiento valoró el Bois de Boulogne porque aspiraba a la
construcción de un espacio público donde se confundieran el nativo y el
extranjero, el pobre y el rico, el docto, el obrero y el artesano.

Palermo era esa “Ciudad nueva” que representaría la proyección hacia el futuro
sin las cargas energéticas de la tradición española abolida en 1810.

Por eso, en Buenos Aires, Sarmiento se opuso al proyecto de apertura de la


Avenida de Mayo y criticó la iniciativa del Intendente Alvear. Sostuvo que esa
avenida convalidaría el esquema colonial, modernizaría la ciudad pero Buenos
Aires sería la misma ciudad pensada por los españoles, con idénticos vicios y
defectos trasmitidos a la vida de su sociedad. En otras palabras, el poder se
concentraba, alejaba la posibilidad del esparcimiento y agobiaba al ciudadano
con su carga mezcla de imperium y dogma.

Sarmiento pensó Palermo sobre la base de espacios verdes para compartir y


que no solo estuvieran reservados a la burguesía que se trasladaba en sus
carruajes para visitar a Rosas o simplemente para pasear. Y en lugar de la
concentración simbólica del poder, típica de la ideología arquitectónica colonial,
imaginó que la casa de Rosas se convertiría en un pabellón internacional de
exposiciones de la industria, la producción agropecuaria y el avance de las
ciencias, con áreas destinadas al esparcimiento y al disfrute del entorno verde
para todos por igual.

Cuenta Adrián Gorelik en “La grilla y el parque” que Sarmiento imaginó


Palermo como un lugar de igualación social.

A Palermo como “ciudad nueva” se podría acceder después de recorrer un


camino desde el Centro de Buenos Aires. La luz de la naturaleza y de la ciencia
remplazarían a las tinieblas de la concentración y el hacinamiento.

Palermo, La Plata y la Isla Martín García, a la que Sarmiento propuso como


Capital de Argentina, Uruguay y Paraguay en “Argirópolis”, son hijos de un
mismo razonamiento. La Plata, a 60 kilómetros de Buenos Aires, fue una
“ciudad nueva”, Martín García no salió de la utopía y Palermo, en cambio,
mostró un camino pero no pudo cristalizar el ideal sarmientino.

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