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La imitación de los modelos literarios grecolatinos trae como consecuencia la recuperación del
género épico, según el modelo establecido por Virgilio.
Los poemas épicos renacentistas son grandes poemas narrativos, escritos en versos de arte
mayor. Durante esta etapa encontramos dos tipos de poemas épicos:
a. Los que cantan gestas que contribuyen a forjar el espíritu nacional: Os Lusíadas
de Luis Vaz de Camôes, La Araucana.
La novela sentimental es un género idealizante (en el sentido de que no ofrece una imagen
realista del mundo). Es heredera de los tópicos amorosos del amor cortés y el petrarquismo. Sus
argumentos se basan en el desarrollo de un amor imposible en un escenario cortesano. Su
modelo es Le roman de la rose. Las principales obras de este género son Curial e Güelfa, La
cárcel de amor (Diego de Sampedro)
La novela bizantina es también un género idealista pero sus raíces hemos de buscarlas en la
novela de aventuras de la literatura clásica (latina, sobre todo). El modelo es El asno de oro de
Apuleyo. Aunque suele desarrollar también una trama de tipo amoroso, el núcleo argumental
principal es una serie aventuras encajadas a veces en un armazón argumental poco trabajado. En
estas novelas los personajes comienzan un periplo que les llevará a tierras lejanas, con multitud
de aventuras, encuentros y desencuentros. La obra más importante de este género es Historia de
Persiles y Sigismunda de Miguel de Cervantes.
LA NOVELA PASTORIL
Seguimos con este género dentro de las novelas de carácter idealizante. También está basada en
un modelo clásico puesto que este género es heredero de las Bucólicas de Virgilio. El mundo
pastoril es un género preferido para la poesía renacentista, pero también lo será para la prosa. En
la novela pastoril poesía y prosa van firmemente unidas, de modo que los personajes utilizan
con frecuencia la poesía como medio de expresión de sus sentimientos.
Traslada a la prosa los tópicos de la lírica pastoril: sentimentalismo, quejas amorosas,
neoplatonismo en la contemplación de la belleza y el sentimiento amoroso, idealización del
mundo y del paisaje pastoril.
El autor principal de este género es Jacopo Sannazaro (1456-1530), cuya obra más
representativa es la Arcadia (1504). La Arcadia cuenta la historia de Azio Sincero, quien se
retira a la Arcadia para olvidar sus desdichas amorosas hasta la muerte de su amada.
Esta novela tuvo una gran influencia en la literatura pastoril posterior, tanto en verso como en
prosa. Su influjo es patente en La Galatea de Cervantes o la Dorotea de Lope de Vega. Incluso
en El Quijote hay un episodio de corte pastoril.
A este género pertenecen una serie de novelas cuyo contenido es esencialmente crítico con la
sociedad a través del humor y de los contenidos escatológicos.
La novela es considerada una de las muestras más acabadas de la prosa del Renacimiento. Los
recursos humorísticos más importantes de la obra son la creatividad verbal y la desmesura. Sin
embargo, no debemos olvidar que el fin último de esta obra es la crítica social.
La novela de caballerías es el género narrativo de más éxito de público a finales del siglo XV y
principios del siglo XVI. Igualmente pertenece a los géneros idealizantes, pero se apartaba de tal
forma de los ideales de decoro de los humanistas que estos no tardaron en rechazarlo por
considerarlo inmoral (por la excesiva sensualidad de alguno de los episodios amorosos en ellas
narrados) e inverosímil (debido a la presencia de elementos fantásticos totalmente alejados de la
realidad que fomentan la superstición y en nada contribuyen a la educación de la sociedad). De
estos postulados negativos partió Cervantes cuando crea El Quijote para denunciar este tipo de
literatura.
- Novela caballeresca: es una novela de tipo más realista. Los escenarios y el tiempo de la
acción es cercano a los lectores. No hay presencia de elementos maravillosos, aunque el
amor (incluso el erotismo) sea el motor principal de la obra. El principal ejemplo de este
tipo de novela es el Tirant lo Blanch, de Joanot Martorell.
LA NARRATIVA BREVE
Se trata, pues, de cuentos ampliados o novelas cortas que están relacionados con la tradición
medieval de la cuentística didáctica (Boccaccio, Chaucer, don Juan Manuel, etc.)
Los intelectuales humanistas no sólo utilizaron la ficción para extender sus ideales. Siguiendo la
tradición clásica hay un cultivo muy importante de la prosa filosófica y ética de carácter
reformista. Muchas de estas obras están en latín, pero otras están escritas en lenguas vulgares. A
través de estos libros los humanistas analizan con mayor profundidad los conceptos que más le
preocupan: la organización del estado, la religión, la ética, la defensa de la dignidad del
individuo, el amor al conocimiento o la moral.
Autores:
d.- Michel de Montaigne (1533-1592).- su obra más importante son los Ensayos. En
ellos trata diversos termas desde una perspectiva personal
e.- Otros autores.- Ramon Llull (a mitad camino entre la Edad Media y el
Renacimiento), Thomas More, Joan Lluís Vives, Juan de Valdés.
A mitad del s. XV empieza a surgir un cansancio entre los intelectuales humanistas ante una
narrativa que era puro artificio y cuyos puntos de conexión con la realidad eran muy débiles. La
narrativa (y la literatura en general) es percibida por los humanistas como un medio privilegiado
para señalar y hacer públicas las deficiencias de la sociedad e iniciar las reformas que el
Humanismo consideraba esenciales.
Este es el contexto que explica la publicación y el enorme éxito de El Lazarillo, así como la
necesidad que tuvo su autor de mantener oculta su identidad pues el contenido crítico de la obra
hacía peligroso para el autor darse a conocer en un período en que los humanistas españoles
debían enfrentarse a las presiones del poder político y, sobre todo, de la Iglesia.
En contra de lo que pudiera parecer la novela picaresca no es un género que se limita al ámbito
de la literatura española en lengua castellana. El enorme éxito de El Lazarillo y su traducción
casi inmediata a las lenguas europeas de cultura más importantes del período hacen que sea un
género conocido e imitado en todas las literaturas. De hecho, este género está también en la base
del nacimiento de la novela moderna cuando Cervantes acabe que redondear el nuevo modelo.
De hecho gran parte de la obra de Swift, Sterne o Defoe, que no se entiende sin Cervantes, es
también inexplicable sin el referente de la narrativa picaresca.
CERVANTES O LA REVOLUCIÓN DE LA NOVELA MODERNA
a.- Espíritu humanista.- Cervantes se hace eco en sus obras de las teorías humanistas tanto para
la ética (la literatura debe reflejar la vida para mejorarla con un toque de humor y, a veces, de
amargura) como para la estética (el estilo de Cervantes es armónico, mesurado, de gran
capacidad descriptiva). Temas como la locura como medio para llegar a la verdad arrancan de
los escritos de los grandes humanistas como Erasmo de Rotterdam.
d.- Los personajes de Cervantes son personajes redondos, que modifican su conducta a lo largo
de la novela. Son capaces de sentir y de juzgar. No son personajes planos, que sólo poseen una
faceta y que en realidad son estereotipos.
e.- Cervantes utiliza su obra como reflexión sobre la literatura. Hace crítica literaria, se burla de
géneros obsoletos por excesivamente idealistas (ej.- novela de caballerías o pastoril), introduce
novelas dentro de novelas (ej.- las digresiones de El Quijote)… Se muestra a sí mismo como
personaje, se borra la diferencia entre ficción y realidad. Los personajes se rebelan contra su
condición…
Su obra poética no está a la altura de la de sus contemporáneos, pero tampoco es tan falta de
calidad como algunos críticos han dado en decir. Muchos de sus romances se han perdido.
Debemos encuadrar su obra poética dentro de los cánones de la poesía petrarquista. En la
mayoría de los casos su obra poética se nos ha conservado dentro de otros géneros cultivados
por él (bien en su obra dramática, bien en su obra narrativa) y, por lo tanto, está supeditada a
ellos; lo cual justifica a veces la falta de inspiración o la rigidez que parece caracterizar estas
muestras.
Su obra dramática no alcanzó el éxito de público que su calidad merecía. En vida fue eclipsado
por el enorme genio de Lope de Vega y su revolución de la comedia nueva. El teatro de
Cervantes tiene un corte más renacentista, sujeto a las normas de los preceptistas. Cultivó la
tragedia (Numancia), pero también los géneros populares como el entremés y la comedia de
corte lopesco (El rufián dichoso y Los baños de Argel).
LA NARRATIVA CERVANTINA
Dentro de su obra narrativa Cervantes cultivó muchos de los géneros habituales de la narrativa
del momento:
Novela pastoril: La Galatea. Es la obra a la que Cervantes tenía más cariño. Murió antes de
poder comenzar la segunda parte, con lo cual la historia está inacabada. Cuenta la historia del
amor de dos pastores por Galatea. La acción se desarrolla en un corto espacio de tiempo y en
una localización espacial muy limitada. A la historia principal se añaden otros elementos:
a.- Otras historias interpoladas.- Son los amores de otros personajes secundarios.
También hay una historia de amor cortesano trágico y otra bizantina.
b.- Poemas.- los pastores son poetas y sus obras, de corte petrarquista clásico, aparecen
en la novela. La obra se cierra con el poema “Canto de Calíope”, donde realiza un repaso de los
mejores poetas de la época del autor.
a.- Idealistas (ej.- La española inglesa) son las que ofrecen un mundo de ficción
idealizado.
b.- Realistas (ej.- Rinconete y Cortadillo, El celoso extremeño, El licenciado Vidriera),
reflejan fielmente la realidad. Muestran ambientes populares y cotidianos, incluso marginales.
Abundan los temas amorosos (ej.- La gitanilla) y temas como la amistad, la ambientación de
germanía (Riconete y Cortadillo) o el elogio de la locura.
Aunque nos pueda resultar extraño todas las obras son ejemplares, es decir, nos ofrecen un
modelo a seguir o a evitar (Riconente y Cortadillo es una burla de las teorías de los dominicos
que establecen que se puede alcanzar la salvación en cualquier estatus social mediante el
seguimiento de unas mínimas pautas y el cumplimiento de los ritos). Se critican los celos, la
traición, la falsa piedad, etc. Mientras que se elogia la bondad, la justicia y la verdad.
Esta ejemplaridad está revestida (o camuflada) bajo una apariencia amable, irónica que sigue el
principio humanista de docere delectando.
A pesar de la brevedad impuesta por el género se trata de obras de gran perfección, donde los
personajes aparecen retratados según sus pasiones o necesidades.
Bajo su aparente sencillez, ofrecen una gran variedad de modelos narrativos (novela
sentimental, picaresca, etc.) y gran complejidad, así como una enorme verosimilitud para
retratar sucesos de lo más variado.
EL QUIJOTE
La que posiblemente sea la novela más importante de occidente se publicó en dos partes,
separadas en el tiempo por 10 años (1605 y 1615). Cervantes no hubiera escrito la segunda parte
de no haber aparecido en 1614, El Quijote de Avellaneda.
Respecto a las fuentes que manejó el autor, Cervantes parte de la tradición narrativa anterior,
que parodia con intención crítica. Hay referencias a la novela de caballerías, pastoril,
sentimental, morisca, bizantina y picaresca. Cervantes las supera a dotar a sus personajes de una
mayor profundidad, al explorar sus límites y señalar sus defectos.
2ª parte.- don Quijote cambia su decisión de acudir a las justas de Zaragoza para
desmentir lo publicado por Avellaneda en su obra. Macha a Barcelona donde es derrotado
definitivamente. De regreso a casa, reniega de su vida de locura y muere. En esta tercera salida
se produce un efecto curioso: los personajes saben quién es don Quijote porque han leído la
novela. Ya no es don Quijote quien interpreta la realidad erróneamente (de hecho sospecha
muchas veces de que lo que están viviendo es un engaño). Los demás personajes modifican la
realidad o mienten para burlarse del caballero.
Personajes: la novela gira en torno al dúo protagonista, cuyos caracteres se oponen al tiempo
que se complementan.
b.- Sancho sería un representante de la “bondad natural”. Es portavoz del sentido común
que caracteriza a la gente del pueblo. No entiende las elucubraciones intelectuales de su amo y
se preocupa por necesidades mucho más básicas (comer, dormir, dinero, etc.). Sin embargo, a
medida que avanza la 2ª parte, Sancho se va contagiando poco a poco de la locura de su amo. La
identificación entre ambos personajes es tal que al final de la obra la vida de Sancho ya no tiene
sentido sin don Quijote.
En torno a estos personajes aparecen muchos otros representantes de todas las categorías
sociales (desde los más humildes hasta la nobleza, pasando por el estamento eclesiástico o por
delincuentes).
b.- Narradores ficticios.- son las manos por las que ha pasado la historia de don Quijote
antes de llegar al narrador principal. Se cita a diversos autores (ej.- Cide Hamete Benengeli) que
novelaron la historia del caballero. Este recurso es una burla cervantina a los narradores de las
novelas de caballerías pero convierte al texto, por su complejidad, en un palimpsesto.
a.- Discurso del narrador.- son los comentarios que realiza el narrador sobre la acción y
los discursos de los personajes.
b.- Discurso de los personajes.- son los diálogos. Los personajes hablan acorde a su
condición social y cambian frecuentemente de registro (ej.- Sancho intentando hablar a lo
caballero)
c.- Discurso de los narradores-personajes.- aparece cuando los personajes introducen sus
historias.
El lenguaje ha sido uno de los aspectos más estudiados de la obra, pues Cervantes muestra su
enorme talento como creador del mundo particular de cada personaje según su lenguaje. De esta
manera Don Quijote siempre muestra un lenguaje elevado y arcaizante, propio de la novela de
caballerías. El estilo es oratorio, pero en ocasiones recurre al estilo coloquial. Sin embargo, el de
Sancho es un lenguaje de sabor coloquial, lleno de refranes y reflejo de la sabiduría popular.
Imita a su señor utilizando un lenguaje retórico y culto.
Por otra parte, el lenguaje de la obra parodia el lenguaje de los géneros parodiados (el pastoril,
caballeresco, el de la novela sentimental, el de la picaresca, el del diálogo…), de modo que se
convierte en un elemento más del juego paródico de la novela.