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Lima, 14 de febrero del 2011

Doctora
Rosario del Pilar FERNÁNDEZ FIGUEROA
Ministra de Justicia
Presente.-

De nuestra consideración:

Reciba el cordial saludo del Instituto de Defensa Legal, organismo no


gubernamental dedicado a la defensa y promoción de los derechos
humanos en el país desde hace más de 25 años.

Por medio de la presente queremos transmitirle nuestra profunda


preocupación por el Informe Nº551-2010-JUS/AT formulado por su
Despacho de manera desfavorable sobre el Proyecto de Ley Nº
2906/2008-CR, que propone modificar la Ley Nº28592, ley que crea
el Plan Integral de Reparaciones para incluir otras formas de
violencia sexual -distintas a la violación sexual- para la reparación de
víctimas de la violencia política.

El informe elaborado por la abogada Fernanda Ayasta Nassif, asesora


de la Alta Dirección de su despacho pone en evidencia un lamentable
desconocimiento de las normas de derecho penal internacional en
materia de derechos humanos, al sostener que al no estar previstas
otras formas de violencia sexual -distintas a la violación sexual- bajo
el marco jurídico de un delito de lesa humanidad, como se prevé a
nivel de la Corte Penal Internacional en nuestra legislación interna,
se estaría incorporando una conducta criminal que nuestra
legislación no contempla, por ello sostiene que esto podría
entenderse como un “desface”, “no habría conexidad” (sic).

Conforme es de su conocimiento el periodo de violencia sufrido por


nuestro país trajo consigo miles de víctimas de graves violaciones a
derechos humanos, entre ellas la violencia sexual que fue sufrida en
su mayoría por mujeres. La Comisión de la Verdad y Reconciliación
durante el desarrollo de su mandato solo pudo obtener un registro
de 538 casos de violación sexual, sin negar las diversas formas de
violencia sexual que se produjeron durante el periodo que
investigaron.

Los casos de violencia sexual como esclavitud sexual, prostitución


forzada, embarazo forzado, aborto forzado, así como otras formas de
violencia sexual, se enmarcan dentro de las conductas de graves
violaciones a derechos humanos que se cometieron dentro del
periodo de violencia política como lo sostuvo el informe final de la
CVR, y que han sido reconocidas por el Estatuto de la Corte Penal
Internacional (art. 7.1, inc. g). Del mismo parecer han sido las
opiniones vertidas por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social y
la Defensoría del Pueblo.

A decir del profesor Antonio Cancado Trindade, la tipificación de los


crímenes contra la humanidad es una gran conquista
contemporánea, que no solo abarca a su entender el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos sino también el Derecho
Penal Internacional, al reflejar la condenación universal de
violaciones graves y sistemáticas de derechos fundamentales e
inderogables, o sea, de violaciones del jus cogens; de ahí la no-
aplicabilidad, en casos de su ocurrencia, de los llamados statutes of
limitations propios de los sistemas jurídicos internos o nacionales.

Las normas de derechos humanos no solo recaen en la previstas por


nuestra legislación nacional, sino también por la normas de carácter
internacional que ya tenían establecidas una serie de conductas de
graves violaciones a derechos humanos mucho antes de que estas
sean incluidas en nuestra legislación. Estas violaciones se han dado
de manera casi universal en diversas partes del mundo y han
generado una serie de normatividades que tienen como finalidad
proteger a la humanidad toda de las atrocidades realizadas. En
consecuencia, constituye un despropósito sostener que estas solo
están referidas a las que reconocen nuestra legislación interna.

Es de tener en cuenta que los delitos a los que hace referencia el


artículo 3º del Plan Integral de Reparaciones, que se pretende
modificar con el Proyecto de Ley, no constituyen numerus clausus
sino numerus apertus. Así el citado artículo sostiene que “son
consideradas víctimas las personas o grupos de personas que hayan
sufrido actos u omisiones que violan normas de los Derechos
Humanos, tales como desaparición forzada, secuestro, ejecución
extrajudicial, asesinato, desplazamiento forzoso, detención
arbitraria, reclutamiento forzado, tortura, violación sexual o muerte…
durante el periodo comprendió durante la presente ley”.

Es decir, que los delitos allí enumerados son meramente


enunciativos, existiendo otros delitos -que también infringen normas
de derechos humanos- producidos dentro del periodo establecido por
ley que pueden ser considerados para las reparaciones como es el
caso de la violencia sexual en todas sus formas.

En consecuencia, no existe desfase o falta de conexión alguna entre


la definición prevista por el Plan Integral de reparaciones para las
víctimas y el proyecto de ley para incorporar también a aquellas
personas que hayan sido víctimas de violencia sexual distinta a la
violación sexual.

Por estas consideraciones solicitamos a su Despacho se sirva


disponer la modificación de la opinión desfavorable emitida, con la
finalidad de que las modificaciones normativas planteadas estén
acordes con los normas y tratados de derechos humanos que el
Estado peruano está llamado a cumplir.

Agradeciendo la atención a la presente nos despedimos de usted, sin


ante agradecer vuestra atención.

Atentamente

Carlos Rivera Paz


Responsable del Área Legal
Instituto de Defensa Legal

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