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La Navidad es una de las tradiciones más antigua e importante del mundo. El 25 de diciembre
es un día lleno de festejos, reuniones familiares y regalos. Para los cristianos practicantes es una
emotiva fiesta religiosa, pero ¿de dónde nace esta celebración?
Sin embargo, la fecha exacta del nacimiento de Jesús es uno de los tantos misterios que aún no
se han podido resolver. El año en que ocurrió este acontecimiento bien pudo ser entre el ocho
y el cuatro antes de nuestra era; y en lo que respecta al día, se dice que los primeros cristianos
tenían la creencia de que había sido un 25, aunque podía haber sido entre marzo y diciembre.
Pero no fue sino hasta el año 350 d.C. cuando el 25 de diciembre quedó como la fecha oficial del
nacimiento de Cristo. Todo ocurrió en el Imperio Romano, donde se acostumbraba a celebrar
los saturnales, una festividad que duraba siete días en honor a Saturno (Cronos), y que llegaba
a su clímax el 25 de diciembre.
El papa Julio I solicitó entonces que el nacimiento de Jesucristo tuviera lugar en esa fecha para
que los romanos pudieran convertirse con mayor facilidad al cristianismo. Y ya en el año 354
d.C., el papa Liberio convierte en realidad la petición de su antecesor. En el año 379, se puede
encontrar por primera vez la referencia a un banquete en Constantinopla, como los realizados
hoy en día y así se daría origen a la celebración más importante del mundo.
El nombre de Navidad puede venir asociado a diversos orígenes. El primero de ellos es por la
Natividad, como nacimiento de Cristo; teniendo en cuenta también, el nombre de la Saturnal a.
Pero también surge de la palabra caníbal, una práctica común en los que adoraban a Saturno,
puesto que el mismo Saturno devoraba a sus hijos.
Según podemos leer en la Biblia, por las descripciones que nos dan de aquel día, no es posible
que Jesucristo naciera el 25 de diciembre. La razón que se explica es que los judíos enviaban a
sus ovejas a los desiertos cerca de la Pascua y estas volvían cuando llegaban las primeras lluvias,
que comenzaban durante el otoño. Cuando Jesús nació, las ovejas pastaban al aire libre, por lo
que todavía no había llegado octubre, por lo que es difícil encajar al nacimiento de Jesús en el
25 de diciembre y este ha tenido que ser a finales de septiembre o principios de octubre.