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¿Qué quiere decir «irrastreáble»? Aquello que no puede ser descubierto. Más
aún, aquello de lo que ni siquiera se puede descubrir un rastro 6 .
Sin darse cuenta, llega incluso más allá: el ámbito del aKaTáXiynrov
se amplía y el sentimiento de lo numinoso brota al completo. Uno de sus
momentos concita a los demás. El mysterium stupendum desemboca in-
mediatamente en el mysterium tremendum y en la majestas, y esta última
retorna nuevamente a aquél, de forma tal que estos sermones, en lugar
de titularse De incomprehensibili, bien podrían llamarse De Numine ac
numinoso. Notable resulta ya, desde este punto de vista, el pasaje en que
Crisóstomo, confinapsicología, percibe claramente y expone la diferen-
cia entre el espanto numinoso y la mera admiración racional. Así, por
ejemplo, llama la atención sobre un pasaje, en verdad notable, del Libro
de los salmos (147,14) que dice (en la versión griega de los Septuaginta):
«Te elogio pues te hiciste portentosamente terrible» ('E£op.oXoyTÍaop.aí
CTOL OTL <t>oPepws éGavjiaaTÚGTis). Sigue luego un fino análisis afectivo:
¿Qué significa aquí «terrible»? Son muchas las cosas que admiramos, pero
en ellas no hay nada «terrible». Por ejemplo, la belleza de las columnas, las
estatuas, o el atractivo corporal. Nos quedamos asombrados ante la grande-
za del mar y su inmensidad. Pero lo «terrible» se apodera de nosotros sólo
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C R I S Ò S T O M O SOBRE LO I N C O N C E B I B L E EN D I O S
Igual que los caballos rompen a correr y el carro se vuelca cuando el auriga,
presa del miedo, pierde las riendas... lo mismo le sucedió al profeta. Su alma
espantada no pudo soportar la mirada del servidor que se había manifes-
tado [el ángel], no pudo resistir la luz [sobrenatural] y quedó derribada. Y
forcejeó para escapar de las cadenas de la carne, como de sus ataduras, y
Daniel yacía sin alma.
7. Debe indudablemente leerse 0á8os y no tréXa-yos, pues sólo así alcanza el pasaje
toda su intensidad. Sólo así tienen sentido los términos á x a v e s y tcaTaKÚiraai. Además,
así lo confirma el pasaje subsiguiente, que no es sino una repetición del presente.
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ENSAYOS SOBRE LO NUMINOSO
Pero dejemos ahora a Pablo y a los profetas y subamos al cielo para ver si
allí sabe alguien qué es la esencia de Dios... ¿Qué oímos decir a propósito
de los ángeles? ¿Investigan ellos y hacen cábalas entre sí sobre la esencia de
Dios? De ninguna manera. ¿Qué es lo que hacen, antes bien? Lo elogian, se
postran y le rezan entre grandes temblores8. Apartan sus ojos y no pueden
siquiera soportar la condescendencia divina. [...]
Dime, ¿por qué cubren su semblante, ocultándolo entre sus alas? ¿Por
qué habría de ser, sino porque no pueden soportar la visión refulgente que
emana desde el trono, con sus irradiaciones?
Cuando mira la tierra, ésta se estremece. Cuando roza las montañas, éstas
humean. El mar miró y huyó. El Jordán retrocedió. Toda criatura se sacude,
llena de temor y temblor'.
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C R I S Ò S T O M O SOBRE LO I N C O N C E B I B L E EN DIOS
Observa aquí la noble condición de este servidor [David]: «Te doy las gra-
cias (cinapio™ aoi)», dice, «porque tengo un señor incomprensible».
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E N S A Y O S SOBRE LO NUMINOSO
12. Véase también M. Lutero, Kurze Form der zehn Gebote, des Glaubens und des
Vater Unser (1520) (Forma breve de los diez mandamientos, del credo y del padrenuestro):
«Me atrevo a poner mi confianza exclusivamente en el Dios uno e inconcebible que ha
creado cielo y tierra y está solo por encima de todas las criaturas».
13. Migne, Patrologia, SG, 4 5 .
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