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…EXTRACTO DEL DISCURSO DE ÁLVARO FAYAD DELGADO

ANTE EL CONSEJO VERBAL DE GUERRA…


GUERRA…

Edición Digital: Movimiento Jaime Bateman Cayón. 2010.

Movimientojaimebatemancayon@gmail.com
Este texto podrá ser reproducido, total ó parcialmente, sin el previo permiso del escritor o del
editor.

¡No contaban con nuestra astucia!

La revolución es
una fiesta
ÁLVARO FAYAD ANTE EL TRIBUNAL DEL CONSEJO DE GUERRA
Desde este sitio y en todos los sitios del país y en los hombres que han empuñado las armas de la rebelión, la espada de Bolívar está
en alto y está en pie de lucha: las armas del Cantón están en alto, se multiplican, se acrecientan y una nueva generación de hombres
y mujeres las hacen propias para cumplir en Colombia el sueño de siempre, el sueño de los pueblos: el poder del pueblo, la
democracia. Por eso sentimos profunda satisfacción y orgullo de ser hombres de combate, de ser parte viva y actuante de la
democracia en armas; de ser parte viva, actuante y armada de la gran corriente histórica que mueve a América Latina y a nuestra
patria en búsqueda de la luz, del bienestar, de la dignidad.

No somos otra cosa distinta a nuestro pueblo y a sus aspiraciones milenarias, por eso la rebelión se engrandece, se inflama y se
acrecienta. No hablamos como presos políticos, no nos sentimos reos acusados o presos; nos sentimos parte viva, porque somos
combate, acción política, soluciones nuevas para el país que se envejece y se pudre en manos de la oligarquía de siempre. Este
Consejo de Guerra es un accidente de la lucha revolucionaria. Hace doscientos años un Consejo de Guerra decretó la muerte de José
Antonio Galán y su cuerpo fue sometido a descuartizamiento y repartidos sus restos a los cuatro puntos cardinales de la patria. Hoy
no es lo mismo, un Consejo de Guerra idéntico en sus objetivos ya no puede despedazar al hombre.

El destino nuestro se decide en los combates todos de la patria; no esperamos que nos venga a sacar nadie, porque no estamos aquí;
el M-19 colea, lucha, se acrecienta y se engrandece en los combates presentes, lo que afuera pase incide en este Consejo de
Guerra; lo que aquí pase en este Consejo de Guerra incide en lo que se desarrolla afuera, ya no nos apartan los muros de nuestro
pueblo; ni ya nos apartan las tumbas de nuestro pueblo; ya no nos apartan ni la sangre ni los héroes caídos; estamos todos juntos los
vivos y los muertos, Jorge Marcos Zambrano y Carmenza Cardona Londoño caídos en combate o Iván Marino Combatiendo; hoy
estamos los vivos y los muertos de Galán y de Bolívar, los de los combates de hoy todos hermanados en la posible, en la actual, en la
necesaria rebelión que cabalga hoy en las ciudades y en los campos de Colombia.

Por eso este Consejo de Guerra no es más que un sitio y un momento en nuestro combate; por eso el aparente motivo jurídico que
nos trae: robo de armas y rebelión, es simplemente el título de honor y orgullo, de decisión inatajable de un pueblo que se lanza a la
rebelión, toma las armas necesarias para hacerla posible, para hacerla victoriosa…

¡Aquí hacen falta acusados y faltan acusadores! ¡Que vengan los señores de los monopolios! ¡Que venga esta oligarquía envejecida a
presentar sus cuentas frente a la patria! Que vengan los impulsadores, los cómplices y los autores de la tortura a responder por sus
crímenes; que vengan los ideólogos y los periodistas y los justificadores de un estado de cosas antinatural, antinacional y antipueblo,
que aquí está el pueblo en armas, está la dignidad de la patria para sacar a luz la opresión, la indignidad, la mentira y la tortura;
instrumentos milenarios de una oligarquía incapaz de solucionar los problemas de nuestro pueblo…

Que venga todo el poder del sistema que aquí está la idea nueva, la generación decidida a vencer, la justeza de una patria, el empuje
de su juventud, la dignidad de las mujeres, la experiencia de sus antiguos luchadores. ¡Vamos a tomar la palabra! Estamos tomando
palabra y ella tiene hoy respaldo del pueblo, respaldo de arma y respaldo de justicia.

Que sepa el general Camacho Leyva que ni con amenazas, ni con chantajes, ni con nuestra muerte aquí en prisión van a parar la
propuesta político-militar del M-19 y nuestra disponibilidad de lucha; que entienda el general Camacho Leyva que podemos morir, que
ya hay miles de hombres dispuestos a encabezar al M-19; que ya no es suficiente con descabezar una Organización; que ya no es
suficiente con destruir una organización… porque esa organización es simplemente pueblo y a un pueblo nadie lo destruye; que están
surgiendo en el seno del pueblo dirigentes nuevos, dirigentes, más dirigentes, mientras que Camacho Leyva hace la cuenta de los
caídos y de los que faltan por detener.

Que salgan los militares a preguntarle al pueblo qué piensan del Ejército; que vaya el general Camacho Leyva y le pregunte a los que
van a divertirse a los estadios de fútbol, en Bucaramanga, qué piensan del ejército; que vayan los generales a las zonas campesinas a
preguntarles a los campesinos sin tierra, a los indígenas qué piensan del Ejército; que vaya el general Camacho Leyva a la
Universidad a dictar conferencia para que le digan qué piensan del ejército; que vayan a las fábricas, después de haber destruido las
carpas de la huelga, para que le digan en su cara al general Camacho Leyva qué piensan del ejército.
Dijo el general Lema Henao en su entrevista de prensa, en su rueda de prensa ayer, que el Ejército colombiano era magnánimo y
respetuoso de los derechos humanos. No sé qué dirá Jorge Marcos Zambrano sobre la magnanimidad del general Lema Henao sobre
su respeto de los derechos humanos… triste el papel de los generales del ejército colombiano, triste papel de destrucción, vergüenza
que tiene que justificar un odio contra el pueblo con partes de guerra ficticios, con carticas de amenaza y con amenazas a todo el que
hable de derechos humanos.

El M-19, simplemente como expresión política, como expresión militar, de esa crisis que vive actualmente Colombia, ha propuesto
soluciones inmediatas. No hemos planteado para mañana una solución total de todas las estructuras de la vida social y económica de
Colombia; porque la crisis es profunda, porque la crisis es real estamos planteando mecanismos que permitan la solución incruenta de
la actual crisis; porque la guerra es una realidad, porque la guerra es un recurso necesario que no nos gusta, pero que si es necesario
la cumpliremos.

No hablamos de guerra en términos agitacionales, no hablamos de guerra en términos de discurso, sino que hablamos fríamente de la
guerra, proponemos fríamente caminos que eviten la guerra, ofrecemos soluciones parciales para evitar hasta el máximo la guerra,
porque estamos en ella, porque la estamos viviendo en carne propia, porque sabemos qué cuesta en nuestra patria una guerra y
porque sabemos la fuerza norteamericana, la fuerza monopólica que habrá que enfrentar, estamos ofreciendo caminos paralelos a los
de la guerra; pero como somos revolucionarios, como somos parte del pueblo, no estamos lanzando simplemente tesis sino que
estamos proponiendo soluciones reales y concretas.

Lo que estamos planteando hoy es que se democratice la vida política en Colombia; que permita la expresión pacífica, política, de
todas las fuerzas sociales sin distingo, que se mueven en Colombia, que levantemos el Estado de Sitio, que quitemos la militarización
de la vida política y social en Colombia o vamos a levantar el Estado de Sitio y vamos a democratizar no sólo la vida política sino
social en Colombia mediante el triunfo político-militar del pueblo colombiano. No nos interesan los caminos que tengamos que caminar
en función de una vida democrática para nuestro pueblo; si hay cambios políticos llenaremos la vida política colombiana con nuestras
propuestas, pero si sólo queda el camino militar, allí estaremos como estamos hoy, organizando al pueblo y armando al pueblo, por
sus derechos de siempre y por sus exigencias de siempre, por su victoria inevitable y necesaria.

Entonces, en concreto, hoy hay un mecanismo político que permite solucionar la crisis mediante la libre expresión de los intereses
económicos y sociales en Colombia; levantamiento del Estado de Sitio, amnistía general y una reordenación de medidas sociales y
económicas entre las diferentes fuerzas sociales y económicas del país. Ese es un camino posible, necesario, urgente y el otro
camino, el camino de la búsqueda de la organización y del triunfo, mediante el pueblo en armas.

Se nos ha criticado porque busquemos soluciones políticas inmediatas y no soluciones económicas y ese argumento utilizado por la
derecha y a veces por los teóricos del marxismo de que lo urgente son las soluciones económicas y no políticas se ha empleado como
argumento para prolongar indefinidamente la actual situación. El general Landazábal, por ejemplo, dice que la solución es una reforma
de la estructura económica, de soluciones para el subdesarrollo pero ni afirma ni dice nada de cuál es el mecanismo para logar las
soluciones económicas o sociales en Colombia. El gobierno habla ahora de concertación como mecanismo para solucionar los
problemas sociales y económicos del pueblo… concertación… negándole al pueblo la capacidad de movilizar fuerzas, de organizar
fuerzas para hacer cumplir los acuerdos que en los recintos cerrados se hagan y algunos teóricos de izquierda plantean una reforma
económica y social en el podrido parlamento que hoy todavía impera en Colombia.

Nosotros planteamos que si no se da vía libre a la expresión legal y política de las fuerzas populares, obreras, campesinas,
estudiantiles, democráticas; cualquier, solución parcial económica, no arregla para nadas los problemas del pueblo colombiano; que
concertar en palacio alzas de salarios, concertar en palacio con los gremios, con el gobierno y con los sindicatos aumentos de
subsidios para cuando el pueblo se movilice a defender esas alzas de salarios, sea declarado ilegal y subversivo.

Y si se me acusa, se me intenta juzgar y en inútil afán se nos quiere condenar por rebelión, asumimos orgullosos, seguros, la rebelión
como el derecho de los pueblos, y la rebelión armada como la exigencia de la hora en Colombia. Que levanten cárceles, que levanten
consejos de guerra, que aumenten el pie de fuerza, que cambien de armamento, pero ni cárceles, ni consejos de guerra, ni nuevos
armamentos, ya no nos detendrán para siempre. Los silenciosos de ayer, los olvidados de siempre han empezado su marcha con sus
propios dirigentes, con su propia vida como bandera, con su futuro como única meta y bandera, y hombres y armas cuando son
pueblo en movimiento, o cuando hay un proyecto político que corresponde al pueblo y a la hora estarán venciendo, siguen venciendo.
Vencerán.

Y si de algo me han servido los estudios universitarios, las teorías psicológicas y sociológicas, es únicamente para entender que sin el
pueblo nada se tiene y haciendo el balance hoy, hay que decir que mi formación, mi lucha, se la debo al pueblo, que en las luchas
estudiantiles, en la lucha sindical, en la lucha de barrios de invasión, en la guerrilla campesina y en la clandestinidad del M-19 he
encontrado el hilo del pueblo, la fuerza del pueblo, las banderas, los ejemplos y las futuras victorias del pueblo. Por eso el profundo
orgullo de combatir con nuestras mujeres y nuestros hombres del M-19, el profundo orgullo de combatir con nuestro pueblo obrero y
campesino, el profundo orgullo de ser colombiano en la hora de hoy y el profundo orgullo de ser hombre de hoy, combatiente de hoy,
cuando los pueblos de nuevo levantan sus cabezas, se enfrentan al imperio, destruyen y derrotan oligarquías.

Y si caemos como es posible, siempre estaremos presentes porque esta lucha es de ¡vencer o morir! Ya lo estamos viendo, otros
vienen atrás, mejores que nosotros, con más fuerza y con más vigor, sin tantos errores como los nuestros; pero con la misma
experiencia nuestra, con los mismos combates nuestros, con los mismos proyectos políticos y militares… por eso no valen entonces ni
juicios ni condenas, por eso nada decide este Consejo de Guerra, nada afecta al proceso esta condena… ¡ya nada nos detiene! Se
quiere juzgar a hombres y mujeres, se quiere juzgar a una organización, se quiere juzgar a un pueblo con base en unas instituciones
que nada representan, que nada aportan, ni nada pueden solucionar para el bienestar, para las mejoras o para el desarrollo pleno de
nuestro poder y se nos juzga a nombre de unas instituciones que se dicen democráticas y a nombre del Estado de Sitio, del Estatuto
de Seguridad y las torturas únicas instituciones de este país. Se nos quiere juzgar a nosotros que somos simplemente la democracia
en armas y a nombre de un orden que no significa sino injusticia y miseria, analfabetismo e incultura; en nombre de ese orden de
miseria e injusticia se intenta juzgar y condenar a las banderas de la justicia y dignidad para nuestro pueblo.

En nombre de la patria, de una patria que han entregado, que cada día es más dependiente y menos soberana se nos quiere juzgar a
nosotros los que levantamos en alto la bandera de la independencia, los que retomamos la espada de Bolívar, los que haremos,
definitivamente, cada vez más cerca, la verdadera independencia y realizaremos en nuestra patria y en América el sueño del
libertador… Por eso proclamamos y levantamos el derecho a la rebelión de nuestro pueblo y esa rebelión es la rebelión de la
democracia del pueblo y de la nación en armas. Ése es nuestro orgullo, nuestra tarea y nuestro compromiso. Y frente a esta condena
no apelamos solamente al futuro para demostrar la justicia de nuestra causa; apelamos, asumimos y nos sentimos parte de los
combates del presente que preparan el porvenir.

Tenemos urgencia del combate, tenemos afán de combate porque el pueblo tiene urgencia y afán de victorias y de bienestar. Que nos
condenen ahora que mañana venceremos. Porque definitivamente el M-19 es la promesa que será cumplida.

¡Con el pueblo, con las armas, al poder!

MOVIMIENTO JAIME BATEMAN CAYÓN

13 DE MARZO DE 2010

Bogotá, Colombia.

Movimientojaimebatemancayon.blogspot.com
Movimientojaimebatemancayon.blogspot.com

Homenaje en los 24 años de la muerte del “Turco”


“Turco” Fayad.
Fayad.
…Porque el que muere por la patria,
patria, vive para siempre…

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