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PRESENCIA DE DIOS
Enseñando El Camino…. Restaurando Vidas
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46 Calle 5-93, Zona 12 V.N. Colonia Monte María 3. Guatemala. Tel. (502) 57808789 - 24791685
e-mail: presenciadedios7@gmail.com luisbucaro7@gmail.com
Solo Dios puede darnos las respuestas correctas, a las preguntas trascendentales
como: ¿Quién soy?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿Qué puedo y debo hacer con mi vida? Y
¿A dónde voy después de morir?.
Los sesenta y seis libros, fueron escritos por aproximadamente cuarenta y cuatro
autores, completándose en un período de 1,500 años. La perfecta armonía de estos
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escritos, realizados en tan grande período de tiempo y sin que se conocieran entre sí
muchos de sus autores, es una muestra o evidencia que toda la Biblia es el trabajo de
una sola mente, la mente de Dios.
Fue Dios quien guió a los escritores humanos tan perfectamente en sus escritos, que
es así como tenemos LA BIBLIA: LAPALABRA DE DIOS, que lleva su mensaje y revelación
a la humanidad, escondiendo muchos misterios o secretos detrás de cada palabra con que
fue escrita, los cuales Él revela a los que le buscan con humildad y sinceridad de corazón.
A través de los sesenta y seis libros de la Biblia, Dios nos habla de quién es el Señor
Jesucristo, y quienes somos nosotros y el propósito para lo cual nos creo y nos envió a
esta tierra.
2. EL PROPÓSITO DE LA BIBLIA.
"Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra" 2ª Timoteo 3:17
La Palabra de Dios obra cuatro cosas en cada uno de nosotros: nos enseña, nos
reprende, nos corrige y nos instruye. ¿Con que propósito? Para hacernos Perfectos como
nuestro Padre celestial es perfecto y entonces hagamos buenas obras acordes a su
voluntad. Por eso Jesús dijo:
“Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”
San Mateo 5:48
Este es el propósito más alto de Dios para nuestra vida y debe de ser nuestra meta
más alta: Ser restaurados a la perfección de nuestro Padre celestial. Es decir, que
seamos restaurados a la imagen de Dios, a través de que el carácter de Cristo Jesús se
forme en nosotros, para que seamos santos como Él es santo y misericordiosos como Él
es misericordioso.
La Palabra de Dios opera en cuatro maneras en cada uno de nosotros, cuando con
humildad y sencillez de corazón acudimos a ella, reconociendo nuestra necesidad de Dios
en cada momento de nuestra vida. La forma en que la Palabra de Dios opera en
nosotros, está descrito en la misma Biblia. Dice:
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"Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra" 2ª Timoteo 3:17
No.1 Nos Enseña. La Palabra de Dios nos enseña los principios espirituales que Dios ha
establecido, para que vivamos conforme a ellos. Nos enseña la naturaleza o carácter de
nuestro Señor Jesucristo, que es la imagen misma de Dios nuestro Padre Celestial, para
que le conozcamos.
No.2 Nos Redarguye. La Palabra de Dios nos reprende de una manera delicada y
suave, porque la naturaleza de Dios es amor. Él nos ama y su misericordia lo impulsa a
reprendernos por nuestros pecados, para que nos arrepintamos y no suframos las
consecuencias de los mismos. Nos reprende para que nos demos cuenta de la condición
de nuestra naturaleza pecadora, que es contraria a su naturaleza santa.
No.3 Nos Corrige. El significado de la palabra griega para corrección es: enderezar
otra vez, rectificar, remediar. Cuando nos damos cuenta de nuestra condición delante de
Dios y nos arrepentimos, entonces la misma Palabra de Dios nos corrige el rumbo que
llevamos, y nos señala y nos pone en el camino correcto.
No.4 Nos Instruye en Justicia. La Palabra de Dios nos instruye como debemos caminar
en ese camino correcto, el camino de la vida que nos conduce de regreso a la casa de
nuestro Padre celestial. Nos instruye como practicar y vivir conforme a los principios
eternos de Dios, que al ponerlos por obra, transforman nuestro carácter conforme al
carácter de Cristo Jesús, la imagen misma de Dios nuestro Padre celestial, y de esta
manera, se cumple el propósito más alto de Dios para nuestra vida.
Toda la Palabra de Dios registrada en la Biblia, siempre está vigente y es útil para
nosotros cada día, porque el mismo Señor Jesús afirmo lo siguiente:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24:35
Así mismo, toda la Palabra de Dios registrada en la Biblia, es decir, tanto el Antiguo
como el Nuevo Testamento, es útil para tener una revelación completa de nuestro Señor
Jesucristo, y de su propósito para con nosotros. Es por eso que dice:
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra." 2ª Timoteo 3:16-17
Observe que dice, toda la Escritura "es" inspirada.... Está hablando en tiempo
presente, lo cual significa que cada vez que estudio mi Biblia, en ese momento Dios
inspira su palabra y la aviva en mi mente y en mi corazón.
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Además dice que, toda la Escritura es ”útil"…. Afirmando con ello que, todo lo
escrito, tanto en el Antiguo como en Nuevo Testamento, es útil para mí hoy en este
tiempo presente, ¿Por qué?, porque toda la Escritura nos revela a nuestro Señor
Jesucristo.
Como cristianos, debemos tener mucho cuidado de no perdernos una sola porción de
la Palabra de Dios. El hombre, con sus propias interpretaciones y razonamientos
humanistas, tiende muchas veces a limitarse a una porción de la Palabra de Dios. Pero
los principios de operación de Dios son eternos, su verdad permanece para siempre, no
cambia con el tiempo ni con las circunstancias, porque Él es el mismo de ayer, hoy y
siempre. Por lo tanto, debemos encontrar y poner por obra los principios espirituales de
vida, que Dios nos da en cada historia o porción del Antiguo y del Nuevo Testamento que
conforman la Biblia.
"Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos" San Lucas 24:44
Jesús dijo que los profetas escribieron de Él, y estos libros pertenecen al Antiguo
Testamento, así como el libro de los Salmos también hablan de Él y también los libros
escritos por Moisés, que son los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (Génesis,
Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio), como el Señor Jesús lo afirmó:
"Escudriñad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí" San Juan 5:39
Debemos encontrar la revelación del Señor Jesucristo en cada palabra, frase u oración
de la Palabra de Dios, en el Antiguo y Nuevo Testamento.
Recuerde que la palabra de Dios es verdad y Cristo es la verdad, por lo que toda la
verdad, es decir toda la Palabra de Dios, habla de Cristo.
Por lo tanto, debemos ser cuidadosos en no restarle importancia a las Escrituras del
Antiguo Testamento, pensado que quizás no son útiles para nosotros, que estamos
viviendo en estos últimos tiempos, o que son solo para los judíos, o que son cosas del
pasado y que lo que está escrito allí fue solo para aquel tiempo; porque Dios mismo
enseña que su Palabra no cambia, sino que permanece para siempre. El Antiguo es el
fundamento y el Nuevo la revelación. Por lo tanto, necesitamos y debemos atender toda
la Palabra de Dios: Antiguo y Nuevo Testamento.
Ahora bien, esto no quiere decir que aún debemos de practicar la ley ritual dada por
Dios para el pueblo de Israel antes de la venida de Cristo. Pero si debemos de encontrar
y practicar los principios espirituales de vida, dados por Dios tanto en la ley ritual como
en la ley moral dada en aquel tiempo. Porque los principios espirituales de Dios son
eternos, operan y permanecen para siempre.
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra." 2ª Timoteo 3:16-17
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que han consagrado su vida a Dios, al haber creído y aceptado al Señor Jesucristo como
el único salvador de sus almas pecadoras.
Para que podamos recibir salvación de nuestra alma, debemos creer que Cristo Jesús
murió para salvarnos, que fue sepultado y que resucitó, y luego debemos invitar a éste
Salvador glorioso a venir y morar en nuestro corazón.
La salvación de nuestra alma es solamente el primer paso, para dar inicio al proceso
de perfeccionamiento o restauración de nuestro carácter a la imagen de Cristo Jesús.
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