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Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción


progresiva del sistema inmunitario (de las defensas del organismo),
producida por un virus descubierto en 1983 y denominado Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (VIH). La definen alguna de estas
afecciones: ciertas infecciones, procesos tumorales, estados de
desnutrición severa o una afectación importante de la inmunidad.

La palabra SIDA proviene de las iníciales de Síndrome de


Inmunodeficiencia Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema
inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos
patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario,
sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el
desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos.
Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos,
células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.

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0  

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida ( SIDA en castellano y AIDS


en inglés) es una enfermedad de transmisión mayormente sexual que se
debe a una mutación o cambio en un virus propio de una especie de
mono africano, que pasó a la sangre humana y allí se ha adaptado y
reproducido. Se conocen casos, estudiados posteriormente, de personas
africanas que se infectaron hace 40 o 50 años, cuando ni la enfermedad
ni el virus estaban descritos con perfección.

La corta historia de la enfermedad está salpicada por varios


acontecimientos importantes. Después de descritos los primeros casos
en 1981 entre los homosexuales, en 1983 Luc Montagnier descubre el
agente causante: el VIH (virus de inmunodeficiencia humana). En 1985
ya estuvieron disponibles las pruebas para analizar qué sangre contenía
o no el VIH. En 1983, se manifestó la epidemia del SIDA también en
personas heterosexuales, y en 1985 se habían contabilizado casos en
todos los continentes

Seis años después de su detección, en 1987, se crearon diversos


organismos para tratar de contener la rápida propagación. También en
esta fecha, la Administración de Alimentos y Medicamentos
estadounidense, la FDA, autorizó el primer fármaco para tratar el SIDA.
La terapia triple antirretroviral no estuvo disponible hasta 1996. En la
actualidad, se investiga en la obtención de una vacuna que frene al
virus.



Las tres vías principales de transmisión son: la parenteral (transfusiones


de sangre, intercambio de jeringuillas entre drogadictos, intercambio de
agujas intramusculares), la sexual (bien sea homosexual masculina o
heterosexual) y la materno-filial (transparentaría, antes del nacimiento,
en el momento del parto o por la lactancia después).

Con menor frecuencia se han descrito casos de transmisión del VIH en el


medio sanitario (de pacientes a personal asistencial y viceversa), y en
otras circunstancias en donde se puedan poner en contacto, a través de
diversos fluidos corporales (sangre, semen u otros), una persona
infectada y otra sana; pero la importancia de estos modos de
transmisión del virus es escasa desde el punto de vista numérico.
å     

Se llama portador a la persona que, tras adquirir la infección por el VIH,


no manifiesta síntomas de ninguna clase. Se llama enfermo de SIDA al
que padece alguno de los procesos antedichos (infecciosos, tumorales,
etc), con una precariedad inmunológica importante. Tanto el portador
como el enfermo de SIDA se denominan seropositivos, porque tienen
anticuerpos contra el virus que pueden reconocerse en la sangre con
una prueba de laboratorio.

En líneas generales, desde que una persona se infecta con el VIH hasta
que desarrolla SIDA, existe un período asintomático que suele durar
unos 10 años. Durante este tiempo el sistema inmune sufre una
destrucción progresiva, hasta que llega un momento crítico en que el
paciente tiene un alto riesgo de padecer infecciones y tumores.

Se estima que, por término medio, existen alrededor de 8 (de 5 a 12)


portadores por cada enfermo de SIDA.

En ausencia de tratamiento la evolución natural de la enfermedad por el


VIH aboca necesariamente al desarrollo de SIDA al cabo de unos años.
Así ocurre actualmente, por desgracia, en los países subdesarrollados.

Sin embargo, con la aparición en el año 1996 de la nueva y potente


terapia combinada anti-retroviral se consigue controlar el deterioro
inmunológico producido por el virus y, como consecuencia, prevenir el
desarrollo de SIDA. Actualmente no es posible predecir el futuro a largo
plazo de estos pacientes que, sin embargo, han visto prolongada su
supervivencia con los nuevos tratamientos. Estas terapias, a pesar de su
eficacia, no están exentas de serios inconvenientes: toxicidad, difícil
cumplimiento, disminución de su eficacia (el virus puede hacerse
resistente) y elevado coste económico. Todos estos factores hacen que,
hoy por hoy, no sea posible pronosticar si un paciente concreto,
actualmente en tratamiento, va a desarrollar SIDA en el futuro.

La erradicación del VIH en los paciente infectados no parece posible con


los tratamientos actuales. Propiamente hablando, hoy el SIDA es
incurable. Sin embargo, muchos de los procesos oportunistas que
comprometen la vida de los pacientes con SIDA tienen tratamiento
eficaz. Además, la administración de fármacos anti-retrovirales ha
permitido alargar considerablemente la supervivencia de los sujetos
seropositivos, de manera que la enfermedad se ha convertido en un
proceso crónico.

A pesar del amplio desarrollo que ha alcanzado la investigación de esta


enfermedad en los últimos años, no parece aún cercana la posibilidad de
disponer de una vacuna eficaz.

    

En el momento actual hay alrededor de 15 fármacos que se están


utilizando en el tratamiento de la infección por el VIH. El tratamiento
incluye la combinación de varios fármacos antirretrovirales que evitan el
deterioro inmunológico y suprimen la replicación viral. La terapia
antirretroviral (TAR) es compleja, pues supone la administración de al
menos tres fármacos (triple terapia) con un elevado número de tomas y
de comprimidos por día, que producen efectos adversos, interaccionan
con otros fármacos y que deben de tomarse en presencia o ausencia de
alimentos.
El nombre genérico -o principio activo- de los medicamentos inhibidores
nucleósidos de la transcriptasa inversa son: la zidovudina, didanosina,
zalcibatina, estavudina, lamivudina, abacavir zialgen, cuyos nombres
comerciales son Retrovir, Videx, HIVID, Zerit, Epivir, Zialgen. De los
medicamentos inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa
son: nevirapina, delavirdina y efavirenz, y sus nombres comerciales son
Viramune, Rescriptor y Sustivida. Los ihibidores de la proteasa son:
indinavir, ritonavir, saquinavir y nelfinavir, y sus nombres comerciales
son: Crixizan, Norvir, Invirasey Viracept.

Con estos fármacos se consigue una reducción del progreso de la


enfermedad y de la aparición de infecciones oportunistas , con lo que se
ha logrado una extraordinaria reducción de la mortalidad y de los
ingresos hospitalarios de los pacientes VIH positivos. Se comprende, por
la complejidad de la medicación , la importancia de una exacta
dosificación y administración. Tres días sin tomar correctamente la
medicación pueden ser suficientes para hacer fracasar el tratamiento.
Asimismo se ha de cuidar con esmero el estado nutricional del enfermo
VIH (+), pues condiciona el curso de la enfermedad. En efecto, una
malnutrición aumenta la morbilidad por alterar el normal funcionamiento
del organismo ya que empeora la tolerancia al tratamiento.

Estos fármacos tienen un gran coste motivado por las prolijas y


exhaustivas investigaciones que han desarrollado las grandes industrias
farmacéuticas. Gracias a ellas, en los países desarrollados, se puede
decir que el SIDA se ha convertido en una enfermedad crónica , y
aunque en la actualidad incurable ha dejado de ser mortal.

La tragedia es en los países pobres, especialmente de Africa, que no


tienen medios económicos para sufragar unos gastos tan importante. La
Convención sobre el SIDA que tuvo lugar en Sudáfrica, el año 2001, de
los países afectados de Africa, auspiciada por la ONU, ha denunciado la
situación que padecen: hoy por hoy el SIDA es la primera causa de
mortalidad de dicho continente, dada la imposibilidad de obtener
fármacos asequibles a su economía, pues el coste de la medicación está
valorado en una media de un millón cien mil pesetas a millón y medio
(6610 - 9000 euros), por persona y año. En consecuencia, se reclama el
abaratamiento de dichos fármacos, así como la posibilidad de fabricación
de medicamentos genéricos de dichos principios activos. Por desgracia,
la realidad sigue siendo muy desoladora.

å   

Sí. La OMS estima que actualmente hay un incremento de más de


15.000 nuevos infectados por día, y se produjeron 5.3 millones de
nuevas infecciones en el año 2001. El ritmo de crecimiento de la
epidemia en los países del Tercer Mundo es mucho más rápido que en
los países industrializados.

España es uno de los países de Europa con mayor incremento de casos


al año; puede estimarse que aproximadamente unos 20 jóvenes se
infectan cada día por el VIH en nuestro país.

Sin duda, la morbilidad y mortalidad del SIDA han disminuido


notablemente. Sin embargo, coincidiendo con el control de la
enfermedad gracias a los nuevos fármacos anti-retrovirales, estamos
asistiendo a un incremento en la aparición de nuevos contagios. Este
hecho probablemente es debido al clima de confianza en la opinión
pública producido por las nuevas terapias, que lleva a muchas personas
a no evitar conductas de riesgo .
Por ello, cuando se quiere realizar un juicio sobre la expansión de esta
enfermedad, hay que valorar por separado ambos aspectos: evolución
clínica de los pacientes e incidencia de nuevos infectados. Así pues, no
se pueden realizar juicios excesivamente optimistas sobre la expansión
de esta enfermedad, valorando únicamente los avances terapéuticos
conseguidos, si paralelamente no se consigue disminuir también el
número de nuevos infectados, especialmente los contagiados por vía
heterosexual, cosa que por el momento no se está consiguiendo.

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0

El uso del preservativo reduce sistemáticamente la transmisión


sexual de la infección por VIH.
La mayoría de los casos de este tipo de infección derivan de las
relaciones sexuales y el contacto con hemoderivados contaminados (por
ejemplo, mediante el uso de drogas intravenosas). Siempre se indicó el
uso de preservativos durante las relaciones sexuales como método para
reducir la infección y la propagación de infecciones de transmisión
sexual, como lo es el VIH. Mediante la revisión de los estudios se pudo
comprobar que el uso constante del preservativo reduce
sustancialmente pero no elimina por completo el riesgo de infección de
VIH.

Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración


Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto
completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane
Plus (ISSN 1745-9990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 3,
2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están
reservados.
Fecha de la modificación significativa más reciente: 19 de noviembre de
2001
Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007

 



Aún no se ha determinado el grado de protección que ofrece el uso de


preservativos contra el Virus de inmunodeficiencia humana y otras
infecciones de transmisión sexual. Los estudios de cohorte de parejas
serodiscordantes y sexualmente activas, que incluyeron un seguimiento
de los integrantes seronegativos, permiten estudiar casos en los que
existe un riesgo comprobado de infección por exposición del integrante
seronegativo de la pareja, por lo que es posible calcular la incidencia de
la enfermedad. Como hay personas que usan preservativos y otras que
no, particularmente existen circunstancias en que algunas lo hacen en el
100% de los casos y otras nunca (0%), es posible evaluar la efectividad
del preservativo mediante la comparación de las dos tasas de incidencia.
La efectividad del preservativo implica una reducción proporcional de la
enfermedad.

0 

El objetivo de esta revisión es evaluar la efectividad del preservativo en


cuanto a la reducción de la transmisión del VIH en heterosexuales.

   

Se localizaron estudios mediante bases de datos electrónicas (AIDSLINE,


CINAHL, Embase y MEDLINE) y a través de búsquedas manuales en
listas de referencias.
Criterios de selección

Se consideró elegibles a aquellos estudios que incluían: (1) datos


relativos a parejas heterosexuales infectadas con VIH, serodiscordantes
y sexualmente activas; (2) diseño longitudinal; (3) detección del estado
de virus mediante serología e (4) información sobre el uso del
preservativo en una cohorte de personas que "siempre" (100%) o
"nunca" (0%) utilizaban preservativos.

 !  !  

Los estudios identificados mediante la estrategia de búsqueda


mencionada anteriormente y que cumplían con los criterios de inclusión
fueron revisados para su inclusión en el análisis. Se registraron los
tamaños muestrales, la cantidad de seroconversiones y los años persona
de exposición libre de enfermedad para cada cohorte. Siempre que fue
posible, se hizo lo propio con la dirección de la transmisión en la cohorte
(hombre a mujer, mujer a hombre), la fecha de reclutamiento del
estudio, la fuente de infección en el paciente índice y la presencia de
otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). Se excluyeron los
informes duplicados sobre una misma cohorte y los estudios que
contenían información incompleta o imprecisa. La incidencia del VIH se
calculó a partir de las cohortes de personas que "siempre" usaban
preservativos y en función de aquellas de personas que no los usaban
"nunca". La efectividad se evaluó sobre la base de estos dos cálculos de
incidencia.
 !    !

En el análisis final se incluyeron 14 de las 4.709 referencias que habían


identificado inicialmente. Sobre un total de 13 cohortes de personas que
"siempre" utilizaban preservativos, se obtuvo una incidencia de VIH
homogénea de 1,14 (IC 95%: 0,56 a 2,04) por 100 años persona. Se
registraron 10 cohortes aparentemente heterogéneas sobre personas
que "nunca" utilizaban preservativos. En los estudios que incluyeron
seguimientos más prolongados, en los que se evaluó principalmente a
parejas de pacientes hemofílicos y transfundidos, se obtuvo una
incidencia de VIH de 5,75 (IC 95%: 3,16 a 9,66) por 100 años persona.
La efectividad global, o la reducción proporcional de seroconversiones de
VIH mediante el uso del preservativo, es de alrededor del 80%.

· !  !   

Esta revisión indica que el uso constante de preservativos, es decir usar


preservativo en todas las relaciones sexuales con penetración vaginal,
reduce en un 80% la incidencia de VIH. Dado que en los estudios
incluidos no se presentó un informe sobre el uso "correcto" del
preservativo en cada relación sexual, aquí se evalúa la efectividad y no
la eficacia de su uso. Además, debido a que en la mayoría de los
estudios tampoco se mencionaba el tipo de preservativo utilizado, el
cálculo de la efectividad se aplica generalmente al preservativo
masculino, y no al de látex específicamente. Por lo tanto, la efectividad
del preservativo es similar, aunque inferior, a la de la anticoncepción.
ùå  !         !"

Las políticas gubernamentales, casi a nivel mundial, están realizando


grandes esfuerzos para difundir el uso del preservativo, con la confianza
de que ello frenará el SIDA. Hoy por hoy, muchas personas sospechan
que estos procedimientos que las campañas insistentemente ofrecen
para proteger del SIDA, no ofrecen una seguridad total, y que lo del
"sexo seguro" es un mito. A continuación, presentamos un análisis de
esta cuestión, pues una multitud de estudios científicos no llega al
ciudadano, que sí recibe, al contrario, una publicidad engañosa.

 !     #

Ê Inseguros.
Ê Fallos mecánicos.
Ê Porosidades.
Ê Inútiles.
Ê Inmorales.
Ê Contraproducentes.

 

El preservativo es un medio que algunos venían utilizando como


contraceptivo y para disminuir el riesgo de contraer enfermedades
sexuales. El axioma de contraceptivo seguro en los años '70 era el
contraceptivo hormonal y, casi sin efectos secundarios, mientras que los
preservativos se rechazaban porque eran poco seguros, antinaturales, y
disminuían la sensibilidad. Sin embargo, actualmente, el axioma que nos
venden es el contrario. Hoy el preservativo supuestamente es un
método seguro y se previene contra las píldoras hormonales por sus
efectos secundarios. ¿Cuál es la realidad?
Según los estudios, unos dicen que el uso del preservativo para prevenir
la transmisión del SIDA falla en un 10% de ocasiones, mientras que
otros estudios aseguran que este porcentaje llega al 30%. Se hacen
comparaciones con el riesgo de quedar embarazada usando preservativo
y el riego de contraer el VIH, y se afirma que este último es mayor que
el primero pues se puede quedar embarazada unos pocos días al mes,
mientras que el contagio del VIH puede darse en todo momento, todos
los días del mes.

El descubridor del origen del Síndrome de Down, ya fallecido, decía en


1989. "Con el preservativo quedan embarazadas aproximadamente un
10% de las mujeres al cabo de un año de uso. Si no es una barrera
infranqueable para los espermatozoides, menos aún lo será para el virus
del SIDA, que es 500 veces más pequeño. Como puede suponerse, decir
que el preservativo es eficaz para prevenir el SIDA es un absurdo (...).
Un sodomizador seropositivo hará correr un riesgo de por lo menos uno
entre diez de contraer la enfermedad mortal,..., por lo que es
totalmente imposible calificar de mal menor un comportamiento tan
peligroso para otro ser humano".

 !!  !     

Además de la posibilidad de rotura o desplazamiento, está claro que el


preservativo sólo puede ser eficaz "cuando se utiliza de modo correcto",
cuando se dan las condiciones óptimas. En la práctica, hay siempre un
amplio margen de usos defectuosos. En este sentido existen conocidos
estudios donde se describen con detalle los numerosos casos de fallo del
preservativo. Pero, curiosamente se sigue equiparando "prevención" con
"buen uso del preservativo" sin que la eficacia de tal instrumento sobre
la epidemia haya sido estadísticamente demostrada. Es más, debido a
diversos factores que intervienen en la transmisión, esta eficacia es
indemostrable.

Hay dos estudios de Trussel et al. en 1992 que informan de frecuencias


de roturas y deslizamiento del 14.6%. En el primer estudio, los autores
resumen: "Un estudio prospectivo empleando dos marcas de
preservativos encontró que, de 405 preservativos empleados para las
relaciones sexuales, el 7.9% o se rompió durante la relación o al
retirarse, o se resbaló durante las relaciones; ninguno de estos hechos
está relacionado con el tipo de preservativo. El 7.2% se resbaló al
retirarse; no se encontró relación entre el deslizamiento del preservativo
y su marca o el uso anterior de preservativos, pero era
significativamente más alto cuando se usó algún lubrificante adicional".

En el segundo estudio, en la revista Family Planning Perpectives, se


dice: "Los investigadores observan que la alta frecuencia con que los
preservativos se resbalan y se caen al retirarse -17% de los
preservativos que no se habían roto, se habían caído durante las
relaciones- indica un alto nivel de mal uso. Indican también, que un
mejor empleo puede ser difícil de conseguir, pues todas las mujeres que
participaron habían recibido instrucciones escritas y verbales sobre su
empleo adecuado."

å !     

El primer estudio serio sobre la fiabilidad de los preservativos fue


realizado en 1987 por la FDA (Food and Drug Administration) entidad
del gobierno de EE.UU. que se encarga de la aprobación de
medicamentos, prótesis, aditivos alimentarios, etc. Realizó una prueba
de pérdida de agua, en la que el preservativo se llenaba con 300 ml. de
agua, y se observa durante un minuto, para ver si pierde. Se acepta que
tiene un nivel de calidad aceptable cuando la tasa de fallo por
permeabilidad al agua no excede en un 4 por 1000. Los lotes que
exceden este criterio son retirados de la venta. Se estudiaron 430
marcas con 102.000 preservativos, 165 fabricadas en EE.UU. con
38.000 preservativos, y 265 marcas extranjeras con 64.000
preservativos. Los resultados fueron que no tenían un nivel suficiente de
calidad el 12% de las marcas de EE.UU. y 21% de las marcas
extranjeras. En estas investigaciones de la FDA sobre la seguridad de
los preservativos como preventivo del SIDA, se afirmaba concluyendo
que "el uso del preservativo no se relaciona de forma significativa con la
protección contra el contagio". Rechazos producidos, por ejemplo en
1991, incluían las marcas "Ramses Extra Strength" (marzo de 1991)
debido a "Cantidad inaceptable de orificios y fisuras de anillo", "Saxon
Wet Lubricated" (mayo de 1991) por no pasar el control de calidad de la
FDA, y las que citaba The New York Times en noviembre de 1991. En
muchos países en los que se han tomado la molestia de controlar la
calidad, se han producido rechazos de marcas. Aún, con todo, no deja
de ser penoso que con un 4 por 1000 de casos de permeabilidad al
agua, sean puestos a la venta.

Al aceptarse esta tasa de defectos, la probabilidad de fallo en una pareja


que utilizase el preservativo como método anticonceptivo sería de un
20,8 % anual si mantuviesen relaciones sexuales una vez a la semana,
y de un 41,6 % si mantuviesen relaciones sexuales dos veces por
semana.

En 1995 se retiraron de las farmacias americanas unos preservativos de


plástico de la empresa London International Holdings Inc., después de
haber estado a la venta desde 1991, año en el que la FDA diera el visto
bueno a las pruebas de laboratorio que garantizaban la impermeabilidad
del material utilizado (índice de fracaso menor del 2%). Pruebas
independientes realizadas por el Instituto Nacional de la Salud Infantil y
el Desarrollo Humano, arrojaron un índice de fallos mucho más alto: el
14% (una de cada siete veces). Los preservativos de plástico son
utilizados por las personas alérgicas al látex (5-7% de la población).

En Francia, en abril de 1994, la revista del Instituto Nacional del


Consumo afirmó, en un número especial dedicado a los preservativos,
que de 28 marcas puestas a prueba, 12 debían "ser evitadas" por
inseguras frente al riesgo de contagio del SIDA. La prensa francesa,
haciéndose eco de la revista, dice que "en materia de preservativos,
aunque la reglamentación francesa está entre las más rigurosas del
mundo, no parece todavía suficiente cuando está en juego la vida". Los
resultados comunicados por la revista mensual 50 Millones de
Consumidores arrojan dudas sobre la calidad de los preservativos
comercializados en Francia por esas doce marcas: "algunos
preservativos se rompen, otros son porosos".

¿Qué ocurre con los agujeros más pequeños?. Simplemente los test no
los localizan. En 1990, los profesores G.B.Davis y L.W.Schoroeder
realizaron orificios de 1 micra de diámetro ( 10 veces mayor que el
tamaño del VIH) a preservativos que habían pasado los test de control.
El 90% de ellos volvieron a pasar la prueba como si no tuvieran
agujeros. El experimento similar dirigido por R.F. Carey en 1992 llegó a
conclusiones similares. En 1992 Carey introdujo microesferas de
poliestireno del diámetro del VIH en preservativos que habían superado
el test antes citado de la Federal Drugs Administration (USA). Los
sometió a variaciones de presión análogas a las que se producen en una
relación sexual: un tercio de ellos perdió entre 0.4 y 1.6 nanolitros. En
una relación sexual de dos minutos con un preservativo que pierde 1
nanolitro por segundo, pasarían 12.000 virus.

!

Si tanto se ha hablado del preservativo, si tantas campañas se han


hecho, ¿cuál es el problema?, ¿por qué sigue el SIDA transmitiéndose?,
¿por qué preocuparse? Pues porque se comprueba que esa no es la
solución. En la psicología masculina hay un rechazo inconsciente a
reducir la sensibilidad, y además en plenos momentos de pasión "parar"
para ponérselo, aunque se esté totalmente concienciado, muchas veces
no se hace. Pasa como con el coitus interruptus, que es un método no
aprobado por la OMS, ya que en teoría es seguro, pero en la práctica no
funciona.

Parecen descubrirse intereses políticos en las campañas sanitarias


contra el SIDA, manipulando la verdad y engañando a los enfermos: la
verdad no está en los preservativos, ni en las jeringas desinfectadas.
Estas son mentiras, mentiras a veces pronunciadas por motivos políticos
por parte de los responsables, y sin embargo al ciudadano se le oculta
que a los enfermos de SIDA les espera la muerte, y muchos de ellos
morirán en la miseria, en el abandono, cubiertos de heridas, tal vez
enloquecidos.

La revista JANO, revelaba que cuando hay conductas de riesgo no se


escucha la recomendación de usar preservativos, según los datos de
diversos estudios. Un editorial de ésta revista decía: "Hay que situarse
en el ambiente en el que suelen vivir frecuentemente esas personas.
Para un drogadicto que esté viendo morir a su alrededor a sus amigos y
conocidos por sobredosis, hepatitis-B u otras infecciones, enfermar de
SIDA es un riesgo más que no le lleva a cambiar de conducta. En el
ambiente de miseria física, mental y moral en que se mueven tiene poca
trascendencia que exista una posibilidad más de defunción".

En la revista Área+ de Junio de 1997 se dice que las que "las


prostitutas, después de mucho insistir, suelen usar los preservativos con
sus clientes, si estos no insisten en lo contrario, pero lo más normal es
que no lo hagan con su pareja porque es una forma de diferenciar el
sexo por dinero del sexo por amor. El tema del preservativo es uno de
los temas más difíciles". En esta misma revista Rafael Manzanera
reconoce que en el tema de los preservativos "nos hemos equivocado,
porque hemos pretendido hacer unas campañas de prevención a partir
de nuestros propios presupuestos ideológicos, intelectuales y culturales,
que no tienen nada que ver con los de las personas que viven a diario
sobre una cornisa a una altura de siete pisos. Y la realidad nos dice que
los nuevos casos de SIDA son principalmente de componente
heterosexual, muy vinculadas a parejas UDPV".

 !

En unos años en los que domina la picaresca, la corrupción, y el afán del


pelotazo, la moral y la ética de las actuaciones humanas parece que ha
quedado en desuso. Nos dicen que algo es bueno en tanto en cuanto me
satisface a corto plazo, siempre que la policía no descubra mi delito, o
en cuanto favorece mi bolsillo. Lejos de todo subjetivismo, las normas
morales parecen contemplarnos como esas grandes montañas que se
ríen de los humanos, pues éstos, dedicados a sus prisas y gustos, creen
que las montañas dejaron de estar allí. Alguien dijo hablando del SIDA,
que Dios perdona siempre, el hombre a veces, pero la naturaleza nunca.
Las leyes morales no están más que para hacer posible, con su
cumplimiento, la salud y la felicidad del hombre en su medio.
No es imprescindible considerarse cristiano, basta con advertir que
también existe una ética de la naturaleza, una ética ecológica, en base a
la cual unos actos pueden considerarse buenos, y otros malos. La
contaminación de un río es éticamente malo, y reciclar o aprovechar la
energía solar es bueno. Los actos entre las personas que facilitan la
propagación de una enfermedad son éticamente reprobables. Los actos
entre personas que deshumanizan el sentido de la sexualidad, también
son reprobables. Si se apuesta, por lo tanto, por medidas como la de
usar el preservativo, que no son seguras, que hacen que se multipliquen
los actos peligrosos de propagación del SIDA, y que desvirtúan la
sexualidad humana, usando un sentido de la ética meramente ecológico,
debemos decir que es negativo para el hombre.

Otro criterio muy útil de moralidad, al margen de creencia religiosas,


sería el considerar si estamos a favor o no de la monogamia. La
poligamia se ha ido reduciendo a medida que las civilizaciones se han
desarrollado, pero lo cierto es que muchos sectores de la población
están volviendo a costumbres sexuales que se creían superadas,
volviendo a la poligamia, o a la poligamia alternante. Aquí está por lo
tanto, un criterio más de moralidad, la monogamia. No se puede ser
indiferente, son muchos logros sociales los que se derribarían si la
monogamia se dejara optativa ; y el logro que ahora estamos deseando
que no sea destruido es el de la salud de las personas, cuestión de vida
o muerte: casi nada.

Quien se considere cristiano, perteneciente a una civilización occidental


en la que el cristianismo ha sido motor de civilización y progreso, podría
considerar escritos y declaraciones de la jerarquía de la Iglesia. Juan
Pablo II en la Conferencia Internacional sobre el SIDA que se celebró en
el Vaticano en Noviembre de 1989 dijo: "Es moralmente ilícito
propugnar una prevención del SIDA basada en medios y recursos que
violan el sentido auténtico de la sexualidad, y que son un mero paliativo
para un malestar profundo, en el que está en juego la responsabilidad
de los individuos y de la sociedad. Y la recta razón no puede admitir que
la fragilidad humana, en vez de ser motivo para empeñarse más, se
traduzca en pretexto para una cesión que abra la vía a la degradación
moral".

La encíclica Humanae Vitae dice lo siguiente: "Queda patente que el uso


del sexo tiene un fin altísimo y nobilísimo que no debe desvirtuarse
separándolo de la procreación: es decir, de los actos de suyo aptos para
que pueda derivarse una nueva vida; todo acto matrimonial debe
quedar abierto a la transmisión de la vida. Por eso, más adelante añade,
sería intrínsecamente deshonesto: "Toda acción que en previsión del
acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus
consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer
imposible la procreación ".

Éticamente el preservativo separa los dos significados del acto conyugal


(unitivo y procreativo) y es, por tanto, siempre intrínsecamente inmoral.
La moral cristiana manda la continencia que consiste en frenar, moderar
y usar rectamente esa fuerza vital que es la sexualidad. A esto se llama
castidad. Los jóvenes están obligados a la castidad para llegar íntegros
al matrimonio y los casados deben guardar la castidad conyugal que
consiste fundamentalmente en ser fieles. En cuanto al uso de los
preservativos para evitar las enfermedades, las autoridades deben
informar que no protegen totalmente; existe siempre el riesgo de
infección. Los preservativos son un gran negocio, llenan de dinero los
bolsillos de quienes producen a costa de la inmoralidad de la población a
la que inducen al libertinaje. La Iglesia no está, ni estará nunca en favor
de los "preservativos".

Conforme a lo anterior, si el Estado, o quien sea, martillea los oídos de


cristianos, con sermones y campañas que predican lo contrario,
banalizando ciertas prácticas, está incidiendo, sin el menor respeto, en
las creencias y en la intimidad. Especialmente el daño se produce con
los jóvenes: para los diseñadores de campañas contra el SIDA no existe
ese precepto constitucional de que todos tenemos derecho a nuestra
integridad moral y a la intangibilidad de las conciencias. Los padres son
los primeros educadores de los hijos, y con esas campañas se produce
un abuso de poder de las propias administraciones frente a los derechos
y responsabilidades de los padres, que son pisoteados.

·    

Es seguro que, casi todos, antes de tomar una medicina recetada por el
médico se lee el prospecto. Allí hay una serie de indicaciones
valiosísimas, y entre ellas, las que miramos con más atención son las
contraindicaciones. Podría suceder que una medicina en principio válida,
por otras cuestiones, dejara de serlo hasta el punto de ser, como se
dice, peor el remedio que la enfermedad. Esto que sucede en muchos
casos, sucede también en el tema de SIDA. En esta enfermedad, y
antes de haber pensado en "recetar" preservativos y jeringuillas, tendría
que haberse pensado en muchas otras cosas: la dignidad humana, la
adicción (vicio), la cultura o su falta en cada pueblo, la moral, y tantos
otros aspectos de los que a continuación hablaremos. Todos nos van a
llevar a la conclusión del dicho tan claro: peor el remedio que la
enfermedad. ¿A quién se le ocurre matar moscas con miel?.
El hábito es una facilidad para conducirse de una determinada forma.
Los hábitos requieren aprendizaje y repetición de actos individuales. Si
los hábitos de comportamiento que se han aprendido son los
responsables de la transmisión del SIDA, lo que habrá que hacer para
prevenir es modificar esos hábitos de comportamiento, es decir,
modificar los aprendizajes a través de los cuales se formaron esos
hábitos. Al proporcionar preservativos, y al animar a usarlos, se está
modificando el comportamiento de los ciudadanos, imponiéndoseles una
determinada dirección. Al proporcionar preservativos se está
estimulando una cierta conducta que, con la repetición de actos (con el
consumo de más preservativos), acabará por configurar y modelar una
determinada facilidad para las relaciones sexuales. En la persona en que
arraigue el nuevo hábito, cambiará también su sistema perceptivo y, por
consiguiente, cualquier estímulo erótico tendrá más capacidad de
suscitar en él una respuesta sexual, haciéndose más dependiente,
menos libre, respecto del flujo de estímulos del ambiente. Por otra
parte, su organismo también se habituará a ese tipo de respuestas
sexuales, frustrándose con mayor frecuencia e intensidad cuando no
pueda satisfacer el deseo que ahora le reclama con más intensidad el
nuevo hábito. ¿Por qué se producen ahora más violaciones que nunca?.
¿No están influyendo estas campañas, entre otros factores, para
fomentar las violaciones?. La persona adicta al sexo, cuando no
encuentra forma de salirse con la suya, opta por la violación de
cualquier joven indefensa. ¿Por qué en España en la última década del
siglo XX se ha triplicado la prostitución?. Otro tanto podríamos decir del
abuso a niñas menores. ¿Qué influencias tuvo, para llegar a hacer lo que
hizo, Marc Dutroux, el pederasta belga que secuestraba, violaba y
mataba niñas en Bélgica?. ¿Cómo puede acabar un joven convirtiéndose
en un Antonio Anglés que comete las terribles violaciones y crímenes de
Alcácer?.
å !   !$  

En su discurso ante la XXVI Sesión Especial de la Asamblea general de


la ONU, Mons. Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo
para la Pastoral de la Salud, manifestó que la prevención del SIDA se
debe realizar respetando la dignidad del hombre y su destino
trascendente.

En su intervención Mons. Lozano Barragán explicó que frente al mal del


SIDA "son dos las acciones que se exigen: prevenirlo y curarlo. Las dos
son de suma importancia, pero vale más prevenir que remediar" y
agregó que "en cuanto al SIDA que se transmite sexualmente la
prevención más profunda y a la vez más eficaz es la formación en los
auténticos valores de la vida, el amor y el sexo".

El Prelado explicó que está comprobado que las libertades sexuales


aumentan el peligro de contagio por lo que se hace necesario que "se
entienden los valores de la fidelidad matrimonial y de la castidad. Así, la
prevención y la información que conlleva, se realizan respetando la
dignidad del hombre y su destino trascendente, excluyendo campañas
que impliquen modelos de comportamiento que destruyan la vida y
favorezcan la extensión del mal".

Mons. Lozano Barragán también se refirió a las condiciones de miseria


que condicionan el contagio de esta enfermedad, de modo que "para
combatir aquella será decisiva una mayor justicia social internacional,
que desplace la economía como horizonte exclusivo de una globalización
salvaje".

El Prelado recordó que el Papa exhorta a los diversos Gobiernos y a la


comunidad científica a continuar la investigación sobre la enfermedad y
expresó su preocupación porque en muchos países es imposible el
cuidado de los pacientes de SIDA debido a los altos costos de los
medicamentos patentados.

También se refirió a trabajar por una mayor efectividad en la lucha


contra el SIDA y destacó que la Santa Sede sugiere:

Dedicar presupuestos suficientes para combatir este flagelo

Incrementar la educación escolar y extra escolar de los valores de la


vida, del amor y del sexo, así como insistir en la igualdad del hombre y
la mujer

Eliminar toda forma de discriminación de los enfermos de SIDA

Apoyarlos espiritualmente

Recomienda multiplicar los centros para su debida atención

Informar y educar adecuadamente sobre el SIDA

El Prelado concluyó que hay que "pedir a los países industrializados que,
evitando toda forma de colonialismo, ayuden en esta campaña a los
países que lo necesiten; erradicar la explotación sexual especialmente la
ligada al turismo o a las migraciones; abaratar al máximo los
medicamentos antiretrovirales para el SIDA".

å0 %

La epidemia está impulsando un implacable ciclo de empobrecimiento, y


se ha erigido en índice de las injusticias sociales y económicas
existentes. Las personas de todos los niveles de ingresos son
vulnerables al impacto económico del VIH/SIDA, pero los pobres sufren
más agudamente.

En Botswana, donde la prevalencia del VIH entre adultos es de más del


35%, es previsible que dentro de los próximos 10 años una cuarta parte
de las familias pierda a un sostén económico. Es probable que los
ingresos familiares per cápita de esa cuarta parte de hogares más
pobres desciendan en un 13%, mientras que es previsible que cada
sostén familiar perteneciente a esa categoría adopte cuatro personas
dependientes más como consecuencia del VIH/SIDA.

En África subsahariana, las penurias económicas de los dos pasados


decenios han dejado a las tres cuartas partes de la población del
continente sobreviviendo con menos de US$ 2 diarios.

En las zonas gravemente afectadas, las familias se enfrentan a la


situación reduciendo su consumo de alimentos y otros gastos básicos, y
por lo general venden bienes para cubrir los costos de la asistencia
sanitaria y los sepelios. Algunos estudios realizados en Rwanda señalan
que, por término medio, las familias con un paciente con VIH/SIDA
desembolsan anualmente 20 veces más en atención de salud que los
hogares sin ningún paciente con SIDA. Tan solo una tercera parte de
aquellas familias puede ingeniárselas para satisfacer esos costos
suplementarios.

De acuerdo con un nuevo informe de la Organización de las Naciones


Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), siete millones de
trabajadores agrícolas han fallecido por causas relacionadas con el SIDA
desde 1985 y se prevé que otros 16 millones fallecerán en los próximos
20 años. En esas circunstancias, la producción agrícola -particularmente
de productos de primera necesidad- no puede sostenerse. Las
previsiones de hambruna y escasez de alimentos generalizadas son
reales.

Alrededor del 20% de las familias rurales en Burkina Faso han reducido
su trabajo agrícola o incluso han abandonado sus tierras por causa del
SIDA.

En Tailandia, las familias rurales están viendo reducirse a la mitad su


producción agrícola. En el 15% de esos casos, los niños dejan la escuela
para ocuparse de miembros de la familia enfermos y para recuperar la
pérdida de ingresos.

A menudo las familias sacan a las niñas de la escuela para que cuiden
de parientes enfermos o asuman otras responsabilidades familiares,
poniendo en peligro su educación y sus perspectivas futuras.

En Swazilandia, la matriculación escolar se ha reducido en un 36% por


causa del SIDA, siendo las niñas las más afectadas. Es indispensable
hacer posible que los jóvenes -particularmente las niñas- vayan a la
escuela y, a ser posible, que terminen su escolarización. Los sistemas de
enseñanza primaria gratuita universal de Sudáfrica y Malawi señalan el
camino. Los planes para ofrecer una segunda oportunidad de
escolarización a las muchachas son otra opción.

ùå  !   &   !    "

De todos es sabido que la mayor parte de las campañas contra el SIDA


en muchos países del mundo se hace promocionando el preservativo. Ni
siquiera la Organización Mundial de la Salud (OMS) se da cuenta que en
un mundo pluricultural no se pueden aplicar las mismas medidas en
todos los países. No se pueden realizar las mismas campañas sobre el
SIDA sobre colectivos o sectores de la sociedad que difieren en sus
costumbres, sus edades, su formación, etc.

Recomendar el preservativo, y no la responsabilidad y el rechazo de


comportamientos peligrosos, es igual de estúpido que un consejo que a
veces se ha visto escrito contra el racismo. A los grupos racistas no se
les ocurre otra cosa para evitar disturbios o problemas racistas, que
pintar en las calles la siguiente leyenda: "¡Negro!, ayúdanos a combatir
el racismo : vuélvete a tu país". Con esta frase, una persona que no
analice bien el problema, pensará que tienen razón: si no hay
inmigrantes negros no hay racismo. Pero quien tenga dos dedos de
frente se dará cuenta de que aunque esa medida fuera viable, ¿estaría
resuelto ya el odio interior que sienten hacia las personas de color?. ¿Se
está atajando la raíz del problema?. Pues esa es la lógica que utilizan
también los apologistas del preservativo. ¿Se está resolviendo el
desorden con que muchas personas tratan su cuerpo?. Si ese lema
contra el racismo se les ocurre a los racistas, ¿por qué se les ocurre a
otros la solución del preservativo para el SIDA?.

La administración pública de muchos países está cargando, pues, con


una responsabilidad moral de enormes proporciones. ¿Se atreverá a dar
cuenta de los resultados de su campaña que no cesa, dentro 15 o 25
años?. Hay cosas que no requieren el título de profeta para ser
profetizadas. El cruel resultado de la droga estaba cantado. Y sin
embargo, lejos de perseguirse como lo que es, un crimen horrendo, se
toleró e incluso se fomentó en muchos países. Ahora, ¿cuántas familias
padecen una tragedia incomparable y casi siempre irreversible?. Las
consecuencias disolventes de la neurotización freudiana de la sexualidad
ya están más que cantadas: están a la vista. ¿Cómo es posible que los
responsables de la salud pública y del bienestar social de un país
civilizado cierren los ojos a realidad tan clara?.

Es importante que la información de lo que es el SIDA y sus formas de


transmisión llegue al último rincón del mundo, pero no todo es
información, la educación es mucho más, y ahí debería incidir toda
campaña sobre el SIDA. En 1990, en Bujumbura (Burundi), al hablar de
la epidemia del SIDA explicaba Juan Pablo II que "informar sobre los
riesgos de la infección y organizar un programa de prevención desde el
punto de vista puramente médico no sería digno del hombre, si el
hombre mismo no fuera invitado a redescubrir las exigencias de la
madurez emocional y de la sexualidad ordenada. Es necesario informar
y educar, no aceptando que los problemas puedan ser tratados sin tener
en cuenta la ética, porque de lo contrario el origen de la enfermedad no
puede ser entendido ni combatido".

   !!   

Cada dia se contagian en el mundo del virus del SIDA 14.000 personas,
y mueren 8.000 de SIDA. La Humanidad lleva enfrentada a esta
pandemia mas de 20 años, y la enfermedad no deja de propagarse.

Se piensa que con más fondos internacionales, y Conciertos de música


se podrá vencer al sida, pero como no se quiera reconocer que es una
enfermedad del comportamiento y se usen los métodos propios de la
educación del individuo...

Ante los problemas a los que el hombre se enfrenta al inicio del siglo
XXI, los sanitarios, como la pandemia del sida, parecen querer derribar
siglos de civilización desarrollo y cultura. Siempre se ha dicho que
prevenir es mejor que curar; y entre las prevenciones, a ser posible, la
primaria, que elimina todo riesgo y preocupación.La epidemia del sida
sigue en aumento. El mundo la ha visto crecer y crecer, confiando en
que alguien hará algo y conseguirá frenar el sida. Alrededor de 45
millones de personas se han contagiado en el mundo, pero aun no
parece una cifra suficiente para ponernos a luchar en serio.

En una sociedad cuyo tótem es el dinero, se confía en que él debe ser


quien nos salve. Y en una sociedad donde siempre es imperativo
disponer de amplias autopistas de libertad, esta sociedad no es capaz de
impedir que por esas mismas autopistas, el virus del sida corra veloz
contagiando a miles de personas todos los días.Ante problemas como los
accidentes de tráfico, consumo de drogas, maltrato doméstico, etc.
siempre pensamos en la educación como remedio. Educa al niño y no
tendrás que encarcelarlo de adulto, decían los filósofos griegos. Ahora
bien, ¿sabemos todos que es educar? Educar no es simplemente
conducir, enseñar o guiar, y por ello nunca podremos decir de alguien
que se educó para delincuente. Educar es descubrir y hacer brotar en un
individuo todo lo mejor que tiene una persona.La prevención del sida
requiere de educación; pero no simplemente el concepto de educación
sanitaria normalmente en uso, sino el concepto de costumbres
saludables. Así por ejemplo, la prevención contra el tabaquismo no es
aconsejar cigarros light o saber expulsar el humo sin tragarlo, sino que
es advertir que el tabaco mata. En la lucha contra el sida hay todavía
mucho miedo a decir las cosas con claridad.Afortunadamente la
neumonía asiática parece bajo control, y ha requerido de damas de
hierro, y miles de personas y locales puestos en cuarentena.

La epidemia del sida sigue sin control, pero para esta epidemia, además
de investigación se precisa educación, pues se trata de una enfermedad
de costumbres. ¿tenemos el sistema educativo necesario?Con el SIDA
no nos encontramos sólo un problema estrictamente sanitario, como
querrían algunos, también es un problema ético. En este caso, es â a
consecuencia de un abuso práctico de la sexualidad en modalidades
incorrectas de frecuencia y lugar, y en sus combinaciones con
circunstancias de drogadicción o promiscuidadâ.Pero el capítulo de la
prevención no es sencillo, es multifactorial, pues se trata de una
enfermedad del comportamiento. Además de la investigación, las otras
soluciones al SIDA deben ya venir de mano de la educación sanitaria, de
la educación sexual, y de la transmisión de una serie de valores
humanos como la responsabilidad personal que motive a las personas al
rechazo de drogas y de otras conductas de riesgo. Y la mejor forma de
prevenir, de educar comportamientos, es comenzar por llamar a las
cosas por su nombre, por decir las cosas claras, sin dobles
interpretaciones, aunque nos ganemos los abucheos de muchos que no
quieren oírlo. De George Orwell es la frase de : "emos caído tan bajo,
que atreverse a proclamar lo obvio se ha convertido en el deber
primordial de todo hombre inteligente".  !  ! ! 
 !   " a estrategia fundamental de prevención a la hora de
enfocar el problema del SIDA se apoya básicamente en un trípode de
objetivos que son: disminución del riesgo de contraer infecciones por
VI en los usuarios de drogas por vía parenteral, información a la
población general y educación para la salud y en valores para los
jóvenes y adolescentesâ Estas son frases de Don Francisco Parras, que
era secretario del Plan Nacional contra el SIDA, y estamos de acuerdo
con él en la educación en valores para los jóvenes, pero, ¿qué han
hecho en esa dirección hasta ahora?.En unas sociedades heterogéneas
con respecto a las costumbre, es difícil encontrar valores comunes en
todas las personas, como para que el Estado eduque en ellos a todos los
ciudadanos, sin demasiados problemas. Las autoridades quizá conocen
cuales son los valores necesarios que se deberían inculcar a los jóvenes
para una autentica prevención del SIDA, pero no los divulgan . Quizá
espera que sean otros agentes sociales los que se movilicen en esta
línea, para no mancharse ellos las manos en lo que podría suponer un
descenso electoral.Hay que decidirse por los auténticos valores, aunque
no sean compartidos por todas las personas; de hecho, si lo fueran, no
sería casi necesario el difundirlos. No son válidas las opiniones que
consideren como un valor el "amor libre". No, eso no es valor, es un
contravalor, y no se debe respetar, entre otras cosas, porque son los
contravalores que nos conducen a todos al SIDA, y no sólo a ellos.El
médico psiquiatra C. Gómez Lavín recuerda la necesidad de formar a los
jóvenes en lo que son los auténticos valores, y en este caso del SIDA,
en lo que es el verdadero amor, "en ese amor del ser humano en que se
compromete a todos los planos de la personalidad, también los afectivos
y espirituales Porque sólo cuando se vive bien el matrimonio y la
fidelidad, es decir, el auténtico amor, se dignifica y se libera a la
persona, se la enriquece y se la hace madurarâ .(Lavín G.C., ampaña
anti-sida, se miente al ciudadano,en "La Rioja", Logroño, 7-XI-90.)En
palabras de Kanga "la primera prevención, el primer preservativo de
esta vía de transmisión sigue siendo el preservativo moral, que consiste
en la educación de los jóvenes inculcándoles el respeto a la vida, su
propia vida y la de los demás". ( KANGA, J.B., SIDA : ausas, remedios,
propuestas "Dolentium Hominum" 1995 ; 29 : 58. )   !
  Esta si que es la asignatura pendiente: la educación sexual.
Se habla mucho de educación sexual, y realmente es necesaria para una
sociedad pansexualizada en la que desde hace unas décadas todo es
sexo. Ahora bien, hay que ser crítico con la idea de que a todo lo que se
llame educación sexual, realmente lo sea. En muchas ocasiones
podríamos quedarnos simplemente con instrucción sexual, cuando no se
debería calificar realmente de corrupción sexual.
Muchos libros sobre educación sexual no lo son, ya que sólo cubren la
parcela informativa, pretendiendo ser neutros en la vertiente formativa.
Suele ocurrir que esa presunta educación sexual se imparte de modo
colectivo y termina siendo una especie de clase de anatomía y fisiología
a la vez, en donde se relata como se realizan las relaciones sexuales, las
distintas técnicas y estilos que existen, pero no hay un fondo moral o
ético adecuado.No hay educación sexual neutra. Es imposible. La
educación sexual será marxista, freudiana, conductista o inspiradas en
el humanismo cristiano. Que el lector analice ahora cual de ellas lleva a
un equilibrio personal y social, a menos delitos y problemas
sanitarios.Entramos entonces en analizar cuál es el verdadero sentido de
la palabra educación. Traemos aquí dos definiciones del catedrático de
Siquiatría Enrique Rojas.Educar es instruir, formar, guiar, sacar lo mejor
que hay dentro de una persona; irla puliendo y limando para hacerla
más dueña de sí misma.Educar es convertir a alguien en persona más
libre e independiente, con más criterio. Ser individuo capaz de pilotar la
propia vida con arreglo a unas normas humanísticas. Por eso toda
educación positiva humaniza y libera al hombre, llenándolo de amor.

Resumiendo: educar es promover el desarrollo de una persona para que


alcance un cierto nivel de conocimientos teóricos, que le lleven poco a
poco a una actitud práctica que le conduzca a su mayor bien posible.En
todas las partes del mundo se sabe que si se quiere detener el SIDA hay
que educar la sexualidad de las personas. Una escritora sudafricana,
Nadine Gordimer, Premio Nobel decía : "n los países occidentales, las
relaciones sexuales ocasionales se dan entre jóvenes que, desde el
punto de vista material, son unos privilegiados a los que, sin embargo,
la sociedad ha sido incapaz de transmitir los auténticos valores de la
sexualidad humana, la noción de que la relación sexual no se limita a
una función puramente física, como la evacuación, que es a lo que
algunos activistas pretenden reducirlo todo." (...) "ay aspectos sutiles,
que tienen su importancia, relacionados con cualquier campaña en
contra del VI y del sida que quiera llegar a influir en un cambio de
actitudes hacia las costumbres sexuales Porque sí, se descubrirá un
remedio, y se descubrirá una vacuna, pero ¿y luego? ¿ómo vamos a
recuperar la calidad de unas relaciones humanas que han caído en la
degradación y en la vergüenza, reducidas a la consideración de mero
foco de una enfermedad mortal ?"No es un asunto banal el que se
precise una verdadera educación sexual. La promiscuidad sexual se ha
revelado como factor de gran importancia, no en el origen de la
enfermedad, pero sí en el momento de la aparición de la epidemia del
SIDA y en su progresiva extensión. Deberíamos pensar seriamente
sobre el sentido de la sexualidad que, a través de nuestro
comportamiento y manifestaciones "culturales", estamos transmitiendo
a las generaciones venideras. Es una gran responsabilidad que, en parte
debido a nuestros esquemas de comportamiento sexual, dejemos a las
generaciones venideras la herencia de un virus tan letal suelto por la
calle.Nuestra indefensión sicológica y moral ante el SIDA refleja las
limitaciones de una mentalidad acostumbrada a confiar sólo en la
técnica para problemas que exigen un cambio ético. Lo malo es que en
este caso, el remedio técnico es muy precario, y el riesgo es mortal.
Aunque sólo fuera por la precariedad de esta defensa, valdría la pena
insistir en la importancia del esfuerzo educativo para promover, entre
jóvenes y menos jóvenes, una visión de la sexualidad más acorde con la
dignidad humana, como requisito necesario para una conducta sexual
responsable.La educación sexual debe referirse a la formación integral
de hombres y mujeres. Abarca todas las dimensiones de la sexualidad:
biológica, psicológica, dialógica, sociocultural, existencial, trascendental
y ética. Es decir, la finalidad de la educación sexual es reconocer el valor
de la persona humana, en el plano espiritual y corporal, para formar una
comunidad de amor orientada a la unión y a la fecundidad. Y así,
necesariamente repercutirá en una mejor sociedad.Por naturaleza
existen dos sexos que se complementan: hombre y mujer Sin embargo,
por desgracia, corrientemente, la educación sexual se confunde con
información sobre el proceso de reproducción humana, resaltando los
aspectos puramente biológicos de la relación sexual y en la actualidad,
complementándola con la instrucción sobre métodos de anticoncepción o
control de la natalidad. Así, se suele afirmar que el uso del condón es
sinónimo de ejercicio responsable de la sexualidad, lo que refuerza el
mensaje de utilitarismo y desvalorización de las relaciones sexuales y de
la dignidad de la persona.Esta orientación actual de la "educación
sexual" se deriva de las características de la sociedad actual, que junto
a grandes avances científicos y tecnológicos, añade un retraso humano
y espiritual. Hay que elevar el concepto de sexualidad a nuestra altura
como seres humanos.Los padres de familia son los primeros agentes
educativos del niño y los más indicados para educar a sus hijos en y
para el amor deben asumir la responsabilidad de orientar
convenientemente también la parte relativa al contenido de la
información sexual que éstos reciben y la forma de hacerlo, generando
una conciencia moral y el predominio de la inteligencia, la voluntad y la
pureza en el ejercicio de su sexualidad y su aspecto genital.A los niños
hay que iniciarlos a medida que avanza su edad. Son explicaciones
sencillas y conformes a su psicología, pero sin falsear la verdad.
Sabiendo servirla como algo normal, natural, positivo.   
         ! Pero hay programas de buena
educación sexual.

El siglo XX se caracterizó, en estos aspectos, por haber intentado


repetidamente la justificación racional del hedonismo de la mano del
siquiatra Sigmund Freud, de quien el gran filósofo de ese siglo K. Popper
decía que nadie había hecho tanto daño a la humanidad como Freud.
Freud parece que encuentra en la sicología humana lo que previamente
ha decidido que quiere encontrar. Con toda claridad lo declaró a su
discípulo Jung : "tenemos que hacer de la teoría sexual un dogma, una
fortaleza inexpugnable" (Jung, Memorias). La propuesta freudiana es de
una sexualidad tan libre como cualquier otro placer. Pero, si la razón no
domina sobre los sentidos, es dominada por ellos. Las ideas de Freud
han conquistado amplísimos sectores culturales y sociales.Como
herramienta del hedonismo se encuentra la pornografía. Por ejemplo, la
creciente ola de pornografía que baña Internet supone un grave
problema de educación sexual. La doctora Donna Woods, siquiatra de la
Universidad de Michigan decía en un congreso(Congreso anual de la
Asociación Americana de Psiquiatras. CNN en español el 16 de Mayo del
2000) , decía que "Se va a presentar un gran problema de salud social
( para explicar a los niños lo que no es el sexo". La doctora dijo que
se calcula que dos millones de adictos al sexo merodean la Internet en
Estados Unidos y que el 20 por ciento del comercio electrónico está
relacionado con la pornografía.Y para hacernos otra idea, y en España,
se ha estudiado las opiniones de alumnos, entre 13 y 16 años, se han
estudiado recientemente. Los chicos españoles establecen como sus
máximas preocupaciones el trabajo, la amistad y el sexo.Del análisis de
su preocupación por lo sexual, se deduce que la educación es más
necesaria que nunca. Los resultados son consecuencia de una
propaganda que machaconamente inunda con sus imágenes
pornográficas la tv. y el cine. Si ocho de cada diez chicos piensan que
hay que mantener relacione sexuales fuera del matrimonio, es que no
saben lo que es amor, que para ellos es pura genitalidad. Los chicos
piensan que amor es sexo.Hay una obsesión por el contacto carnal bajo
la presión de una sociedad erotizada. La pornografía inunda las aulas
porque inunda las calles. Quizás haya que explicar en los centros de
enseñanza qué es amor y qué no es amor. Que amor no es solo sexo,
que amor no es solo placer carnal, que el sexo no es algo orientado al la
búsqueda de este placer, sino donación de sí que se orienta a dar vida y
que implica delicadeza y respeto en el noviazgo, conocimiento mutuo, y
un sabio saber esperar mientras el amor, como el buen vino, va
madurando por dentro, durante los años adolescentes.

ù  ! !!  !"

La causa directa de la epidemia de sida es la existencia en la persona


contagiada del virus VIH; el origen de este virus y de sus modos de
transmisión ya son ampliamente conocidos.

Lo que se va a tratar ahora son esas otras causas en las que está
implicado directamente el comportamiento humano, y que han hecho
posible que la pandemia del sida se distribuya en pocos años por todo el
mundo, cuando podría haber quedado recluida a una pequeña aldea
africana, y allí incluso extinguirse.

Estas otras causas son las que han derivado o deberían derivar en
responsabilidades privadas o sociales, sin miedo a utilizar la palabra
culpa. No vamos a realizar un examen exhaustivo calificando con
precisión en causas directas, indirectas, circunstanciales, culpables,
involuntarias, concomitantes, etc., dejamos esa tarea a expertos en
derecho, pero vamos a ofrecerles datos y consideraciones.

Existen diversas tendencias en sicología, y varias de ellas desean


desterrar, incluso del vocabulario, la palabra culpa. Me opongo. Seguro
que cambiaría de opinión aquel que viera a su hija atropellada en la
carretera por una persona que conducía borracha, o aquel que al recibir
una transfusión de sangre, fuera contagiado de sida. Seguro que
demandaría una alta indemnización, como lo han hecho miles de
personas en todo el mundo. Por lo tanto, los contagios y la difusión del
sida no es algo inevitable, no es algo en el que nadie tenga la culpa.

Vamos a realizar una tormenta de ideas y analizaremos posteriormente.


Habría opiniones para todos los gustos. Comenzamos. La culpa de que
el sida se haya disparado la tiene:

-La drogadicción
-La prostitución
-Las costumbres homosexuales
-Negligencias médicas
-Campañas contraproducentes
-La pobreza moral
-Las ideologías imperantes Internet

ü·   ! !  ! 

ü   

Ya sabemos los modos en que se transmite el VIH, por relaciones


sexuales, por contacto con sangre contaminada (jeringuillas, etc.), y de
madre portadora a su bebé. Se nos ha dicho que no debe hablarse de
grupos de riesgo, sino conductas de riesgo. Son matices, pero quizá
pueda haber un intento deliberado de hacernos ver que cualquier forma
de vivir es indiferente, es admisible. "vive y deja vivir" rezaba el lema
de grupos de jóvenes que tonteaban con la droga, como si acaso, las
costumbres de unos, sólo fueran perniciosas para ellos. Todos nos
hemos dado cuenta, por ejemplo con la pandemia del sida, que los
males pasan después a personas inocentes.
Todos los informes anuales, destacan, que en los países de occidente, el
sida ha venido de la mano, principalmente, de la droga. El informe del
año 1999 del Observatorio Europeo de la Droga y la Toxicomanía, decía
que España estaba a la cabeza de Europa en nuevos casos de SIDA por
todas las vías de contagio, y ocupaba también el primer lugar en
incidencia de contagios entre los toxicómanos que se inyectan por vía
intravenosa. Ese informe reveló que el 32 por ciento de los toxicómanos
por vía intravenosa estaban infectados con virus del SIDA, registrándose
notables diferencias entre los diferentes países de la UE, donde cada año
morían entre seis y siete mil personas por abuso de drogas.

De todos es sabido que las jeringuillas que comparte un drogadicto con


otro, al drogarse, transmiten el virus VIH y otras enfermedades como la
hepatitis. Con el miedo al SIDA, el patrón de consumo de drogas está
cambiando a otras de menor riesgo frente al VIH. La precaución ante el
SIDA ha supuesto un aumento en la práctica de fumar, inhalar y esnifar,
no un menor consumo de drogas. Esto produce una disminución en la
utilización de heroína, desencadenando un aumento en el consumo de
cocaína, "speed", y drogas de diseño (éxtasis, MDMA). Por eso, aunque
se consuma menos heroína, el problema continúa.

En otros casos, el sida se contagia por una mezcla de drogadicción y


sexo. Así lo demostraron estudios hechos públicos por el Centro de
Control de Enfermedades de Atlanta, a comienzos de 1995. Un estudio
detectó que de los 40.000 nuevos casos de infección por el virus VIH
registrados en 1994 en USA, casi tres cuartas partes de ellos eran
toxicómanos. El principal grupo de riesgo no lo constituían sólo los
adictos por vía intravenosa; un número creciente estaba formado por
adictos al crack, y especialmente mujeres, que se contagiaron al tener
relaciones sexuales con otros adictos.
Esor estudios y otros posteriores, dejan ver claramente, que con otras
drogas (bajo sus efectos ) también se contagia mucho el SIDA, pues se
mantienen relaciones sexuales bajo los efectos de drogas o de alcohol.
En esas circunstancias es difícil recordar, o hacer caso a
recomendaciones de campañas.

üü   

En Africa se difundió el sida y se difunde en gran manera debido a la


prostitución existente en la ciudades. En el sureste asiático, han sido las
bases militares, y el turismo sexual lo que ha hecho aumentar la
prostitución y con ello la expansión tremenda del sida. Y en los países
occidentales la prostitución también está en alza.

En todo el mundo cuatro millones de personas son explotadas


sexualmente. En muchos casos, estas mujeres son sujetadas por dos
cadenas, una la droga, y otra la prostitución. Se prostituyen para tener
dinero para droga, se drogan y no perciben que se ofrecen de esclavas
de la depravación humana. Circulo vicioso en el que entran, incluso
voluntariamente con la expectativa de vida fácil o paraísos artificiales.

El modelo en occidente de la prostitución actual se diferencia de la


registrada en la primera mitad del siglo XX no sólo por las motivaciones
individuales de quienes la ejercen o explotan, sino también por los
factores sociales que la facilitan, como la crisis de valores espirituales, el
deterioro de los vínculos familiares y la precocidad sexual de la sociedad
de consumo organizada.

Aquí está, el mal tolerado de siempre, la prostitución. A pesar del SIDA,


no se han oído voces de limitar, prohibir, o perseguir la prostitución por
ser vehículo del SIDA. A pesar de que se habla tanto de los derechos
humanos, y de la dignidad de la mujer, los negocios de prostitución van
en aumento. Va a resultar que los países en los que pensamos no se
respetan los derechos humanos, y se pisotea la dignidad de la mujer,
como China o los países árabes, son los que verdaderamente persiguen
la prostitución y la pornografía.

Para hacernos una idea a nivel general, la ONU en un informe que


publicó en Abril del 2000, denunciaba el tráfico de decenas de miles de
mujeres para ejercer la prostitución, que son integradas, junto a
menores, en redes internacionales de explotación sexual. Esta trata de
blancas y de niños ha experimentado un auge vertiginoso en años
recientes debido a los gigantescos beneficios que arroja y el bajo riesgo
para sus organizadores, además de que muchos países no disponen de
los instrumentos legales para imponerse contra estas nuevas formas del
crimen global. Aquí van cifras del informe citado y de otros de Unicef.

-Un mínimo de 100.000 prostitutas inmigrantes trabajan en Estados


Unidos.

-40.000 y 50.000 mujeres tailandesas se dedican a la prostitución en


Japón.

-Más de 1.000.000 de personas, en su mayoría mujeres y niñas, caen


cada año en las redes de prostitución organizada en Asia.

-Son más de 500.000 las mujeres importadas en Europa occidental de


países del Este. Tan sólo en Italia hay más de 45.000 mujeres -dos
tercios provenientes de Europa del Este y casi un tercio de África. Unas
75.000 brasileñas viven de la prostitución en Europa.

Lo peor de todo este mundo de la prostitución es que los vicios de los


adultos los sufren los niños inocentes. Las cifras de niños que son
prostituidos son de escándalo. UNICEF informaba en un informe
preparado con motivo del II Congreso mundial contra la explotación
sexual comercial que se celebró a finales de Diciembre del 2001 en
Japón, que casi tres mil niños al día eran obligados a entrar en el
mercado del sexo en el mundo: un millón al año más o menos. En Africa
Occidental había 35.000 niños trabajadores del sexo; 25.000 en la
República Dominicana; en India hay entre 400 y 500.000 prostitutas
niñas; en Lituania entre el 20 y el 50% de las prostitutas son menores;
en México se estimaba 16.000 menores implicados en la explotación
sexual.

La Agencia EFE informaba en Abril del 2002 que unos diez millones de
niños son obligados a prostituirse en el mundo, de los cuales cerca de
300.000 contraerán el virus del sida en el futuro, según un estudio
publicado el 19-4-02, la revista "The Lancet". La investigación, un
trabajo conjunto del Centro de Control y Prevención de Enfermedades
de EE UU y la Universidad de Tufts, en Medford (Massachusetts), indica
también que dos millones de esos menores padecerán enfermedades de
transmisión sexual. El estudio revela que dos millones y medio de esos
niños prostituidos serán violados, 7.000 asesinados, más de un millón y
medio intentarán suicidarse y casi todos caerán en la droga. Por eso, los
autores del estudio, los profesores Brian Willis y Barry Levy, abogan por
impulsar una campaña mundial para prevenir la prostitución infantil que
aúne los esfuerzos de médicos, gobiernos, organizaciones no
gubernamentales y la ONU.

ü!    $   !

Hablar de la homosexualidad, hoy en día, resulta atrevido, serás


analizado con lupa, y el martillo gay puede caer sobre ti y llevarte a los
tribunales. Pero, los hechos están ahí, las costumbres homosexuales,
con la prácticas de una sexualidad desviada, fueron los pioneros en
llevar el sida a todo el mundo. Fue en San Francisco, la capital del
mundo gay donde eclosionó el sida, el primer caso de sida en España
fue un homosexual, la posibilidad de transmisión del sida por actos
homosexuales es grandísima.

La autopista que los mundo de la droga, la prostitución y la


homosexualidad han construido para la rápida expansión del sida, ha
sido amplia y de primerísima calidad. Podrían haber asumido sus
responsabilidades, pues no, lejos de hacer eso, continúan añadiendo
más leña a la hoguera.

Una de cada cuatro infecciones de VIH en los gays de EE.UU. sería


premeditada; así lo afirmó en Enero del 2002 la revista norteamericana
«Rolling Stone». El informe fue publicado pese a las presiones de ciertos
sectores de la comunidad gay. La publicación destaca que al menos una
cuarta parte de las nuevas infecciones con el VIH en homosexuales
norteamericanos sería premeditada, fruto de una injustificada pérdida
de miedo al sida. En el reportaje se pone en evidencia un mundo,
incomprensible desde fuera, en el que individuos interesados en entrar
en contacto con el VIH son conocidos como «buscadores del bicho» y
aquellos infectados que deliberadamente lo transmiten son etiquetados
como proveedores del «regalo». Los testimonios de participantes
destacan la carga erótica de estas prácticas de alto riesgo.

La controversia planteada por «Rolling Stone» se ve respaldada por el


incremento de gays -jóvenes y mayores, con o sin VIH- involucrados en
conductas sexuales de altísimo riesgo. Como resultado, los indicadores
confirman la subida de infecciones de transmisión sexual en este
segmento de población. En San Francisco, capital oficiosa de la
comunidad gay, la tasa de contagios de VIH se ha duplicado desde
1997. El riesgo de muerte ya no motiva para tomar precauciones.

La subcultura homosexual de «cabalgar sin silla», no es precisamente


una historia nueva en Estados Unidos. Desde hace unos cinco años, esta
peligrosa tendencia viene siendo documentada por estadísticas y
testimonios que contraponen estos irresponsables comportamientos de
una parte de la comunidad «gay» en países desarrollados, con los
desesperados esfuerzos por contener los efectos de la devastadora
plaga del sida en el Tercer Mundo.

El director de la Comisión asesora sobre el Sida en EE.UU., Jerry


Thacker, afectado por el VIH. y que contrajo el VIH a través de su mujer
infectada por una transfusión, considera la enfermedad 'una plaga de los
homosexuales'. Uno puede opinar desde lejos sobre las costumbres
homosexuales, pero cuando el sida destroza la propia vida y la de la
propia familia, se valoran las cosas de otra forma más personal, más
cercana.

En una página web de Thacker, http://www.scepter.org dedicada al libro


"Cuando el sida llega a casa", que escribió cuando su mujer resultó
infectada mediante una transfusión, afirma que la mejor forma de
prevenir el sida es la abstinencia sexual.

Natural de Pennsilvannia, Jerry Thacker es autor del programa para


adolescentes "Merece a pena esperar'. En sus discursos, su página de
Internet y allí donde le dejan expresar sus opiniones, Thacker se ha
referido a la homosexualidad como un "estilo de muerte", por oposición
al término "estilo de vida" que quieren dar otros

ü!  
En los primeros años de la difusión del sida, los años 80, se producían
muchos contagios debido a la utilización en transfusiones de sangre, de
bolsas infectadas. Una parte de estos contagios fueron inculpables, pero
otros, cuando ya se disponía de los medios necesarios para analizar la
bondad de una sangre, fueron imprudencias culpables por las que se
pagaron millonarias indemnizaciones.

Otros casos, como los que se citarán a continuación, han producido


también una amplia difusión de la enfermedad.

Destacaron en la Comunidad internacional, los datos de infecciones de


VIH que se producían en Rumanía, pues se veían afectados muchos
niños. Se comprobó que debido a la utilización de la misma aguja para
distintos pacientes en orfanatos, los contagios entre niños fueron de
escándalo.

En Wenlou, en la provincia china de Henan, mas de 500 de sus 800


habitantes, están infectados por el virus del sida. Están muriendo a
razón de 40 personas al año. Hasta la primera mitad de los años
noventa, los habitantes de Wenlou vendieron su sangre a las
autoridades sanitarias locales, a 4 euros el medio litro. Al parecer, no se
limpiaban bien las agujas. La venta de sangre era muy común en esa
provincia hasta 1996. Sólo en la provincia de Henan había hasta esa
fecha 287 estaciones de compra de sangre oficiales, y muchas otras
ilegales. Las estimaciones sobre el número de personas que pueden
haberse contagiado de sida en la provincia por culpa de esto, varían,
pues unos hablan de cientos de miles, y otros de un millón.

En otros continentes, por ejemplo en Africa, donde se pensaba que todo


era transmisión sexual, se descubre con el tiempo otra realidad. Un
equipo de científicos ha descubierto que sólo el 30% de los casos de
SIDA en África anteriores a 1988, fueron contagiados por vía sexual.
Según publicó el Times de Londres el 20 de febrero del 2003, más de la
mitad de los casos de Sida en África en este periodo inicial fueron
causados por agujas sin esterilizar. Hasta ahora se decía que alrededor
del 90% de los casos fueron por transmisión sexual. El equipo
investigador dirigido por David Gisselquist, un antropólogo de
Pennsylvania, y consultor privado, y el Dr. John Potterat, especialista en
enfermedades infecciosas de Colorado, publicó sus hallazgos en tres
artículos separados del International Journal of STD and AIDS.

Entre los puntos puestos de relieve por el equipo estaba el hecho de que
la extensión del VIH no seguía el mismo patrón que las enfermedades
de transmisión sexual. Por ejemplo, en Zimbabwe en los años 90, las
infecciones aumentaron un 12% al año mientras que las enfermedades
de transmisión sexual bajaron en un 25%. También observaron que la
extensión del VIH había sido demasiado rápida para haber sido causada
por vía sexual. Para explicar la velocidad, debería haber sido tan fácil
contagiarse con el VIH a través del sexo como lo es a través de
transfusiones de sangre contaminada. Pero, de hecho, es mucho peor.
Asimismo, las enfermedades transmitidas por vía sexual son
normalmente más comunes entre la gente pobre y no educada, con
todo, el VIH en África está relacionado con la vida urbana, una buena
educación y mayores ingresos.

ü·  &     

Es seguro que, casi todos, antes de tomar una medicina recetada por el
médico leemos el prospecto. Allí hay una serie de indicaciones
valiosísimas, y entre ellas, las que miramos con más atención son las
contraindicaciones. Podría suceder que una medicina en principio válida,
por otras cuestiones, dejara de serlo hasta el punto de ser, como se
dice, peor el remedio que la enfermedad.

Esto que sucede en muchos casos, sucede también en el tema de SIDA.


En esta enfermedad, y antes de haber pensado en "recetar" condones,
tendría que haberse pensado en muchas otras cosas : la dignidad
humana, la adicción (vicio), la cultura o su falta en cada pueblo, la
moral, y tantos otros aspectos de los que a continuación hablaremos.
Todos nos van a llevar a la conclusión del dicho tan claro : peor el
remedio que la enfermedad . ¿ A quién se le ocurriría matar moscas
ahogándolas en miel ?.

El hábito es una facilidad para conducirse de una determinada forma.


Los hábitos requieren aprendizaje y repetición de actos individuales. Si
los hábitos de comportamiento que se han aprendido son los
responsables de la transmisión del SIDA, lo que habrá que hacer para
prevenir es modificar esos hábitos de comportamiento, es decir,
modificar los aprendizajes a través de los cuales se formaron esos
hábitos. Al proporcionar condones, y al animar a usarlos, se está
modificando el comportamiento de los ciudadanos, imponiéndoseles una
determinada dirección.

Al proporcionar condones se está estimulando una cierta conducta que,


con la repetición de actos (con el consumo de más condones), acabará
por configurar y modelar una determinada facilidad para las relaciones
sexuales. En la persona en que arraigue el nuevo hábito, cambiará
también su sistema perceptivo y, por consiguiente, cualquier estímulo
erótico tendrá más capacidad de suscitar en él una respuesta sexual,
haciéndose más dependiente, menos libre, respecto del flujo de
estímulos del ambiente. Por otra parte, su organismo también se
habituará a ese tipo de respuestas sexuales, frustrándose con mayor
frecuencia e intensidad cuando no pueda satisfacer la tendencia para
obrar de esa manera que ahora le reclama con más intensidad el nuevo
hábito.

¿Por qué se producen ahora más violaciones que nunca ?. ¿No está
influyendo el que con estas campañas se están fomentando las
violaciones ?. La persona adicta al sexo, cuando no encuentra forma de
salirse con la suya, opta por la violación de cualquier joven indefensa.
¿Por qué en España en la última década del siglo XX se ha triplicado la
prostitución ?, ¿por qué en Madrid, la Casa de Campo se ha convertido
en el mayor burdel al aire libre del mundo?

Otro tanto podríamos decir del abuso a niñas menores. ¿Qué influencias
para llegar a hacer lo que hizo, Marc Dutroux, el pederasta belga que
secuestraba, violaba y mataba niñas en Bélgica ?. ¿Cómo puede acabar
un joven convirtiéndose en un Antonio Anglés que comete las terribles
violaciones y crímenes de Alcácer ?. ¿Cómo es que según publicó el
diario británico News of the World el 23-7-2000, en el Reino Unido hay
110.000 personas culpables de abusos sexuales contra menores, uno
por cada milla cuadrada de terreno ?, este diario publicó la foto de 49
convictos de pederastia al día siguiente de la ultima violación y crimen
de una niña. ¿Cómo empezaron todos?, ¿qué les influyó ?, ¿Cómo
continuaron ?. Todo el mundo se echa las manos a la cabeza cuando
suceden estas cosas, pero pocos reflexionan sobre las causas, y lo
consideran un horrible fatalismo que tenía que ocurrir, como quien
asumiera las cifras de accidentes de tráfico como inevitables.

Por lo tanto, en cuanto el uso del condón crea adicción, habrá que
concluir que recomendar su uso multiplica la probabilidad de que en un
futuro los usuarios establezcan más relaciones sexuales, es decir, mayor
número de contactos potencialmente contagiosos. Eso es lo que piensa
también John P. Foley, que "De hecho, la publicidad que se ha realizado
del profiláctico no ha hecho más que alentar el ejercicio de
determinados comportamientos totalmente autodestructivos".

También hay que darse cuenta que estas campañas pro-condón que se
llevan a cabo en muchos países han supuesto -como se ha dicho con
palabras fuertes- "la destrucción de la inocencia" de millones de niños y
adolescentes, por haber recibido junto con los programas de "sexo
seguro", a la práctica del autoerotismo, de la masturbación recíproca, de
formas ligeras de homosexualidad, todo con el presunto propósito de
ofrecer alternativas a la penetración. Generaciones de inocentes están
viendo embadurnadas sus conciencias con estas enseñanzas perversas.
Escuchamos las dimensiones masivas que el abuso infantil está
alcanzando en las sociedades avanzadas, pero es difícil encontrar un
paralelo a esa operación de abuso sexual montada por los gobiernos de
muchos países con el visto bueno de los educadores "progres" que así
tenían más contratos de trabajo. "Pienso que este es un aspecto poco
denunciado de las campañas de educación sexual, cuyos efectos
psicopatológicos y espirituales habrá que seguir de cerca".

¿Qué explicación damos a la creciente ola de abusos sexuales y malos


tratos a mujeres fuera y dentro del hogar ?. ¿qué está pasando ? ¿qué,
o quien está fomentando todo esto?. A ver si sirve un dato. Cada año
295.000 mujeres son violadas o sufren algún tipo de ataque sexual en el
Reino Unido, según reveló un informe del Ministerio del Interior
británico, el 18-2-2000. El estudio señalaba que cada año se denuncian
6.000 casos de violaciones y 17.500 de ataques sexuales a mujeres,
pero estas cifras representan una mínima proporción de lo que ocurre en
realidad. En España, el informe del Ministerio de Justicia calculaba que
entre 118.000 y 295.000 mujeres sufren agresiones sexuales cada año,
de personas desconocidas o casos de abusos. Según el documento, los
ataques sexuales a las mujeres por parte de novios, amigos y miembros
de su misma familia han aumentado en la última década. 39 mujeres
habían muerto a manos de sus compañeros en la primera mitad del año
2000, y los números continúan creciendo.

Otro tanto podríamos decir del crecimiento de las ETS, enfermedades de


transmisión sexual, de embarazos de adolescentes, y de abortos. Es
manifiesto, que en muchos países, por ejemplo, España, Estados
Unidos, Gran Bretaña, están creciendo esos problemas de una manera
espectacular; y si crecen ellos, es del todo seguro que el contagio del
sida crece con ellos, aunque de una forma mas escondida, pues se
manifiesta al cabo de varios años, no al cabo de unas semanas como los
otros problemas citados.

Por lo tanto, quien no quiera ver estas relaciones, o es un malvado, o es


estúpido, o está mirando para otro lado y debe ser cesado por
incompetente.

ü   '  !

La palabra moral etimológicamente significa costumbres, la moral dice


qué costumbres una comunidad acepta como buenas, y cuáles como
malas. Una sociedad en la que se ha deteriorado su escala de valores, o
carece de ellos, es una sociedad pobre, pobre moralmente. Son varias
las costumbres que estamos analizando aquí, por ejemplo el mundo de
la droga que convierte en pobres a aquellas sociedades de las que se
apodera; pero voy a detallar aquí otras costumbres que denotan
pobreza moral.
La "Cultura" de la violación y de la promiscuidad está de moda en
muchos países. Pude visionar recientemente un documental de la BBC
británica que reflejaba las decenas de miles de casos de violaciones que
se producen en Suráfrica. Especialmente reprobable resultaba ser la
violación de una bebé que la policía estaba persiguiendo. En Suráfrica se
pone en duda por parte de altas autoridades que el origen del sida sea
el virus VIH; muchos brujos o hechiceros hacen creer a la población que
el sida se cura acostándose con una virgen, y si a eso añadimos las
primitivas costumbres familiares que muchas personas aún conservan,
lo tenemos todo. El sida no entró en Suráfrica por sorpresa, como en
otros países centroafricanos, sin embargo ha bastado la década de los
90 para que el 10% de la población se infectara. Suráfrica es el país que
tiene tanto el mayor número de personas seropositivas como la mayor
tasa de crecimiento de la infección del mundo, el 21% de las chicas
entre 15 y 19 años está infectada de SIDA, mientras que los hombres
contagiados son seis veces menor. Las autoridades no aciertan con las
campañas apropiadas contra el SIDA. Así, tratando de frenar la
creciente costumbre de violar a adolescentes, las autoridades hacen
campañas (siempre se quiere solucionar los problemas con campañas),
con el anuncio dice: "Si violas a una mujer, no eres más que medio
hombre". A lo que el ciudadano quizá responda pensando : "entonces
habrá que violar dos o más". El mensaje es un recuerdo escalofriante
del retraso cultural que predomina en un país que, por lo demás, es el
más avanzado económicamente de toda África subsahariana.

La violación en Suráfrica, se ha convertido en una "cultura" ; las


organizaciones de mujeres calculan que se produce un ataque cada 26
segundos, y violación aquí es casi equivalente a SIDA. Hay que atajar
primero este gran problema de las violaciones, si se quieres cortar con
el SIDA. Los epidemiólogos políticamente correctos explican que la
difusión del SIDA en el sur y el centro de África se debe a la emigración,
la guerra civil, los desplazamientos, la pobreza. Pero existen dos
factores silenciados. Primero, en África occidental, el SIDA sólo está
extendido en bolsas. Segundo, Botswana, donde la tasa de infección es
tan alta como en otros lugares, posee la renta per cápita más elevada
de África. Lo anterior conduce a una pregunta incómoda en relación al
comportamiento sexual. ¿Qué pasa?, ¿la gente se ha vuelto loca o está
animalizada ?.

Estos factores silenciados no suele plantearse, porque suele suscitar


acusaciones de racismo, puritanismo, y una burda falta de sensibilidad
hacia la cultura africana. Sin embargo, no se puede ya dejar de hablar,
cuando las tasas de infección calculan que en los próximos 15 años
pueden morir de sida 10 millones de personas sólo en Suráfrica y 20
millones en el resto del continente. Una amplia investigación sobre el
terreno, realizada entre hombres y mujeres de los medios urbanos y
rurales de Suráfrica, ha revelado cómo el hombre africano esta
comportándose. Un estudio social detallado del Instituto de
Comunicación para la Salud y el Desarrollo, por ejemplo, ha descubierto
que, en la mayoría de los casos, no pueden eludir la actividad sexual. Si
una chica le dice a su novio que no quiere mantener relaciones, el
hombre la obliga, y la viola por que es "suya". Tres estudios
independientes han revelado que, para el 30% de las jóvenes
surafricanas, la primera experiencia sexual fue obligada. Las mujeres
son posesiones, y las normas, la "cultura" dice que si la chica ha sido
infiel a su novio, o se sospecha que ha sido infiel, el novio reúne a sus
amigos y la castigan con una violación en grupo. Las investigaciones de
una ONG llamada CIET África han descubierto que el 12% de las jóvenes
no sabe que tienen derecho a negarse a mantener una relación sexual y
que sólo uno de cada diez chicos entrevistados en el área de
Johanesburgo se oponía a la violencia sexual. ¿Por qué tienen más
riesgo de infectarse con el VIH las chicas que los varones? Porque, en
un clima de promiscuidad desenfrenada, en el que las mujeres, en el
mejor de los casos, son una mercancía, y en el peor no pueden rechazar
una proposición sexual, los hombres mayores se ven atraídos hacia la
carne joven y, o bien abusan por las buenas de chicas adolescentes, o
bien compran sus favores sexuales con regalos.

Mientras tanto las autoridades suráfricanas echan la culpa a otros, a los


extranjeros, en la polémica del origen del SIDA. La ministra de Salud
sudafricana, Manto Tshabalala-Msimang, provocó una fuerte polémica
en su país al propagar una teoría que asegura que el SIDA fue
introducido intencionadamente en Africa para reducir la población del
continente. Según informaba el diario británico The Independent, la
ministra afirmaba que una conspiración, ya expuesta en el libro "He aquí
un caballo pálido" del autor norteamericano William Cooper, introdujo el
SIDA en Africa a través de una vacuna contra la viruela suministrada en
el continente en 1978, a pesar de que el último caso de viruela se
registró en 1977. Según Cooper, hasta que no se reduzca la población
africana a unos determinados niveles no se procederá a aplicar un
tratamiento efectivo que, según el autor norteamericano, ya está
disponible. ¿Tendrán razón estas hipótesis?, muy probablemente no,
aunque no hay que descartar nada.

ü  ! (  

La ONU, desde la Cumbre de El Cairo, trata de imponer su visión de la


familia y de las relaciones sexuales: todo tiene que ajustarse a su
doctrina. Ejercer la sexualidad, con quien se desee, y desvinculada de la
procreación se postula como uno de los derechos fundamentales de una
sociedad "democrática y pluralista". En muchos paises se han cambiado
las leyes para no disgustar a la ONU, ni ser marginado por ella, en caso
de no ser obedecida. Por ejemplo, en Chile existe un proyecto de ley
sobre "Derechos sexuales y Reproductivos" que plantea: "Se reconoce el
derecho a toda persona a ejercer la sexualidad independientemente de
la procreación, y la libertad para elegir con quién vivir la sexualidad".
Detrás de la impresionante promoción que se ha hecho del uso del
preservativo, se esconde una estrategia de índole ideológica que
trasciende con creces el interés propiamente sanitario. Estas campañas
están sostenidas por la ideología del sexo libre y seguro ya sea homo,
bi, o heterosexual, que concibe la libertad como un absoluto, al margen
de cualquier verdad o norma objetiva. Quienes optan por este camino
no reconocen la posibilidad de conocer la verdad que la realidad lleva
grabada en sí misma, y menos en lo que al valor de la sexualidad y la
vida se refiere.

En este contexto perciben el SIDA como una amenaza a la libertad


individual de las personas para ejercer su actividad sexual. Detrás de la
publicidad para prevenir el SIDA se predica una visión del ser humano
más que una auténtica promoción de la salud. No estamos obligados ni
a compartir ni menos a promover esta visión

La difusión de los preservativos tiene por finalidad compatibilizar la


"libertad" de las personas a tener relaciones sexuales y, por otra parte,
no contagiarse de VIH y enfermarse de SIDA. En la misma lógica se
mueven las campañas que se hacen para promover todo tipo de
productos para prevenir el embarazo, de tal forma de poder tener
relaciones sexuales pero no de engendrar. Los datos confirman esta
hipótesis.

Diversos expertos han comentado que el sida aparece cuando el sistema


inmunológico o defensivo humano se debilita, pero de forma paralela
aparece cuando las defensas morales se han debilitado, y por ello han
hablado de un sida mental. Si el agente causante del sida, el virus VIH
pudiera hablar, diría que tiene muchos amigos que favorecen su
difusión. Los más apreciados son los que socavan las defensas
espirituales enseñando que el placer ocupa el primer rango en la
jerarquía de valores y que la libertad consiste en despojarse de toda
limitación moral; los que quieren romper con la sabiduría acumulada
durante milenios reduciendo las normas morales a simples pautas
convencionales y afirmando que el bien y el mal son conceptos que
varían de una época a otra. Otros amigos del sida son los que enseñan a
los niños que la masturbación "es una forma de expresar la sexualidad"
y que empujan a los adolescentes de ambos sexos a unirse
genitalmente, los que adoptan una actitud complaciente frente al
homosexualismo y miran con simpatía la infidelidad conyugal, y los que
pregonan una educación "permisiva" que no estimula a la superación
moral.

Estos "amigos" preparan el terreno, y las tropas de asalto son la


pornografía, las drogas, la prostitución, el alcoholismo y todo aquello
que provoca o favorece la dependencia genital.

Así pues, los planteamientos, costumbres y moralidad de los pueblos


que sabiamente han descubierto como normas eficaces para la salud del
individuo y de la sociedad, es la única protección. De nuevo imaginamos
al VIH pensar, y sabría que sus más temibles enemigos son los que
enseñan que el hombre vive para el Amor, que existe un orden en la
naturaleza cuya vivencia permite alcanzar una plenitud integral, y que
quien no sabe privarse de nada, tampoco sabe amar. Estos "enemigos"
presentan a la juventud un ideal de vida en el que el sexo debe vivirse
acorde a su finalidad y en la unión monogámica permanente -un solo
hombre y una sola mujer paro toda la vida- y en el que la mutua
fidelidad es un bien básico en la vida conyugal.

  ! ! 

Puede resultar sorprendente que existan sectores de la sociedad que


acusen a la Iglesia de no colaborar en la lucha contra el sida, o incluso
de favorecer su expansión, por oponerse a las políticas preventivas más
extendidas. Vamos a analizarlo.

Es cierto también, que siempre habrá personas que echan la culpa de


los accidentes de tráfico a que existan señales de prohibición en la
carretera, pues aseguran que ello incita a los conductores a
transgredirlas. Valiente tontería. Pues en ese orden está el
"razonamiento" de quien ve en la moral que Jesucristo predicó, un
obstáculo para prevenir en sida, cuando es la mejor política sanitaria
que ningún médico pudiera hubiera pensado; por ejemplo, nos ayuda a
no perder los nervios presa de la ira, o a cuidar nuestro estómago sin
dejarse llevar de la gula.

Como también la moral evangélica desea preservarnos de la animalidad


para que venza la persona y su capacidad de amar, se opone a todo lo
que quiera deshumanizarnos; por ello la oposición a los profilácticos.

La Iglesia lo ha dejado claro en una ocasión tras otra. Juan Pablo II en


la Conferencia Internacional sobre el SIDA que se celebró en el Vaticano
en Noviembre de 1989 dijo :"Es moralmente ilícito propugnar una
prevención del SIDA basada en medios y recursos que violan el sentido
auténtico de la sexualidad, y que son un mero paliativo para un
malestar profundo, en el que está en juego la responsabilidad de los
individuos y de la sociedad. Y la recta razón no puede admitir que la
fragilidad humana, en vez de ser motivo para empeñarse más, se
traduzca en pretexto para una cesión que abra la vía a la degradación
moral".

La encíclica Humanae Vitae decía lo siguiente : "Queda patente que el


uso del sexo tiene un fin altísimo y nobilísimo que no debe desvirtuarse
separándolo de la procreación: es decir, de los actos de suyo aptos para
que pueda derivarse una nueva vida; todo acto matrimonial debe
quedar abierto a la transmisión de la vida. Por eso, más adelante añade,
sería intrínsecamente deshonesto, : "Toda acción que en previsión del
acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus
consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer
imposible la procreación ".

La Iglesia Católica, en un comentario titulado µPrevención del SIDA,


aspectos de la ética cristiana¶, señaló que µbuscar la solución al
problema del contagio promoviendo el uso de preservativos, significa
tomar un rumbo que no sólo no es muy eficaz desde el punto de vista
técnico, sino también y por sobre todo, es inaceptable desde el punto de
vista moral¶. Y agrega: µLa proposición de que una sexualidad de esta
manera es segura, ignora las causas reales del problema, cual es la
permisividad que, en la esfera corroe la fibra moral de la gente. La única
manera efectiva de prevención es en un 95% de los casos, abstenerse
de la práctica sexual fuera del matrimonio y del consumo de drogas¶.

En España citaremos a alguno de sus cardenales más nombrados. La


carta pastoral del arzobispo de Barcelona, cardenal Ricard María Carles,
en Marzo de 1999, en la que criticaba que las campañas oficiales de
prevención del SIDA se centren sólo en el uso de condones, dio lugar a
una de esas polémicas que periódicamente se orquestan en torno a la
información religiosa. Hay quien se atrevió a decir que poner en duda la
eficacia de estas campañas incurre poco menos que en un delito contra
la salud pública. Es curioso que sectores que aseguran no hacer caso de
las opiniones de los obispos, saltaran y salten como aves de presa
cuando un obispo pretende echar abajo las prédicas a favor del condón
que se nos dirigen machaconamente desde la televisión y las vallas
publicitarias. la Iglesia católica considera que esta publicidad favorece
un comportamiento sexual irresponsable.

Las personas que ajustan su conducta sexual a las enseñanzas de la


Iglesia abstinencia antes del matrimonio o fidelidad al cónyuge no
infectado tienen una protección natural contra el SIDA y no necesitan
para nada del condón. En cambio, quienes llevan una vida sexual con
parejas múltiples y encuentros esporádicos, es señal de que no siguen
los criterios de la moral cristiana, y por lo tanto no les debería importar
lo que digan los obispos. La Iglesia católica trabaja como nadie para
prevenir el SIDA al promover, una conducta que implica autocontrol y
no trivializar el sexo, lo cual aleja el riesgo de infección. Sin embargo,
los que alientan la idea del "a tope", esos no solo no colaboran contra el
SIDA sino que lo promueven. Luego intentan paliar las consecuencias de
sus consignas, con el eslogan del "sexo seguro", presumiendo de
responsabilidad.

Durante la presentación de un libro de Grafite Ediciones "El sida y los


cristianos" este año 2003, el cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles,
también dio su testimonio respecto a la enfermedad: ''-Hace años,
cuando el SIDA era aceleradamente mortal, teníamos los centros de
enfermos de SIDA de la Iglesia camuflados, para no asustar a los
vecinos; yo los visitaba... y me impresionó el estilo perfectamente
humano con el que los enfermos llevaban su enfermedad, con
serenidad, con elegancia, si se me permite decirlo, ayudándose unos a
otros. Los miré con respeto porque en otros centros no he encontrado
ese talante humano''. El cardenal Carles lamentó el recurso fácil del
condón. ''Es como animarles a jugar con una pistola para 100 balas...
cargada con 17. Parece que los formadores no tengan confianza ni
esperanza puesta en los jóvenes, que renuncien a formarlos.''

El Vaticano organiza Congresos sobre el SIDA ; la primera cita en el


Vaticano, en 1989, acudieron investigadores de la talla de Luc
Montagnier, diez años después, a finales de 1999, el invitado de honor
fue Peter Piot, director de ONUSIDA. El secretario del Pontificio Consejo
para la Pastoral de la Salud, el obispo español José Luis Redrado,
anunciaba una colecta especial para los huérfanos del SIDA, y en un
periódico declaraba que "la Iglesia ha sido pionera en la asistencia a los
enfermos de SIDA. No sólo hay catorce documentos del Papa sobre la
enfermedad, sino que hace ya más de diez años que yo mismo viajé a
Estados Unidos para visitar el hospital Saint Clarence para enfermos de
sida, atendido por Madre Teresa. Por entonces también los hermanos de
San Juan de Dios y muchas casas diocesanas desempeñaban las mismas
tareas en Europa, en India o en África". Acerca de la amoralidad del
condón declaraba que "El preservativo garantiza cierta seguridad pero,
frente a lo que mucha gente piensa, no protege totalmente contra el
contagio, como ha subrayado la OMS. Además promueve lo que se
intenta evitar a toda costa: la falsa mentalidad del «sexo seguro». La
difusión del preservativo favorece a la vez la de una cultura proclive a la
promiscuidad sexual. La gente se convence de que es posible mantener
relaciones múltiples sin riesgo pero, paradójicamente, las cifras de
contagio se están disparando. Desde luego es más fácil proporcionar un
objeto, un preservativo, que educar en una mentalidad madura. Un
utensilio se fabrica, pero educar cuesta más y lleva tiempo".
La Iglesia aporta a la lucha contra el SIDA "un respiro y una esperanza
para tantos enfermos que viven como en un túnel cerrado. Si toda
enfermedad es dura, ésta lo es mucho más, porque se multiplica entre
los más pobres, en medio del paro, de la prostitución, la
tóxicodependencia o la promiscuidad y ataca a las personas más frágiles
desde el punto de vista de su estilo de vida. Es muy fácil verse
rechazado en estas circunstancias y, cuando a uno ya no le queda nada,
la Iglesia permanece. (...) Nosotros seguiremos acompañando a todos
los enfermos y pidiendo a la sociedad y a los medios de comunicación
un cambio de mentalidad que ayude a comprender que la promiscuidad
entraña un riesgo mortal y que, lo mismo que gana espacio la certeza
de que es mejor dejar de fumar, por razones de salud, también es
razonable vivir una sexualidad sana y madura.".

Dejando a un lado los beneficios de una buena prevención de la


enfermedad, si nos fijáramos sólo en la atención a enfermos, lo cierto es
que la Iglesia es la institución más útil y comprometida a nivel mundial
en la lucha contra el SIDA. Pero sucede que no se sabe. Según la FIAMC
(la ''internacional'' de médicos católicos, con 30.000 profesionales de 54
países), uno de cada cuatro enfermos de SIDA del mundo está atendido
por la Iglesia Católica (25%). El 9,4% de las personas atendidas acuden
a organismos eclesiales y el 15,1% a ONGs católicas. Según el Pontificio
Consejo para la Pastoral de la Salud (el ''ministerio de sanidad'' del
Vaticano), la Iglesia proporciona atención al 25% de los enfermos
usando sólo el 20% de los recursos destinados a esta enfermedad en
todo el mundo. Además, estos recursos los recauda la Iglesia en su gran
mayoría de fuentes privadas y caritativas, y no de gobiernos. En los
países pobres, donde la medicina no es un negocio, la Iglesia asiste al
60% de los afectos por el SIDA.
La realidad cotidiana es que la Iglesia lidera la lucha cotidiana contra el
SIDA en hospitales, dispensarios, centros de acogida, orfanatos...
aunque no se la escuche en los grandes foros de debate. El doctor
Simón, delegado de la FIAMC para Europa, se quejaba el pasado julio
del 2002 en la XIV Conferencia Internacional del Sida, en Barcelona, de
que la Iglesia Católica y las diversas congregaciones protestantes (que
también realizan un importante papel asistencial) ''han sido
injustamente marginadas e ignoradas en esta Conferencia".

Existe pues, una intención clara de tapar a toda costa la boca a la


Iglesia. Su atrevimiento para criticar duele. Parece, que está resultando,
que cuando creíamos superados todos los tabúes con respecto al sexo,
ahora el tabú que se impone es el cerrar filas alrededor del condón, y ay
del que discrepe. La fidelidad a la pareja se considera irreal, pero se
exige fidelidad total al condón. No es infrecuente que haya personas que
preocupadas por la extensión del SIDA opinen que la Iglesia debería
reconsiderar su condena del uso del condón, como si muchas personas
hubieran tenido esta norma moral en mente cuando se contagiaban del
SIDA. Pero afirmaciones de este tipo circulan por los medios de
comunicación alegremente, sin que prácticamente nadie se atreva a
desenmascarar la insidia y la sinrazón que se esconde. Si analizamos el
SIDA en Africa, debemos pensar que la influencia de la Iglesia católica
se circunscribe al 15,6% de la población total de Africa. ¿Alguien se
atrevería a afirmar que la epidemia del SIDA está azotando en mayor
medida a la población católica que a la musulmana o a la animista? Es
más, las autoridades sanitarias de las Naciones Unidas están ocultando
a la opinión pública diversas estadísticas en las que se demuestra que la
comunidad católica sufre en menor medida la plaga del SIDA, o que los
programas de promover la abstención en Uganda están dando
resultados claramente positivos. Es lógico que la predicación moral
católica en favor de la monogamia y de la castidad tenga sus efectos
positivos, en medio de unos ambientes de una promiscuidad
generalizada.

En el caso de los católicos alejados de la práctica religiosa y de la


vivencia de sus principios morales, ¿cabe suponer que quien es infiel a
su mujer, vaya a respetar la norma moral católica contraria al condón, y
que pueda llegar a contaminarse por mantenerse fiel a sus principios
religiosos? Esa hipótesis es absurda. Evidentemente, quien no tiene
escrúpulo alguno en ir con una prostituta, ni se planteará la cuestión de
la moralidad del condón. Por tanto, acusar a la Iglesia católica de la
extensión del SIDA es algo absurdo; y más bien, es una maniobra para
negarse a reconocer la realidad bien contraria: sin la moral católica, la
sociedad sería más promiscua y, en consecuencia, el SIDA estaría
mucho más extendido.

)
 

Más peligroso que la misma enfermedad es la actitud con que se


enfrenta la misma desde un pensamiento debil.

A estas alturas, desde que en 1983 se detectó que era el virus VIH el
causante del SIDA, y que lo que hace es atacar y destruir nuestro
sistema inmunológico, el que nos defiende de enfermedades, las cosas
básicas están claras. Así pues, la enfermedad se llamó SIDA (Síndrome
de InmunoDeficiencia Adquirida). El organismo de la persona con SIDA
no tiene defensas para anular a los agentes patógenos.

No se sabe qué parece más desconcertante, si el surgimiento de la


pandemia del sida o la reacción de respuesta que ha despertado en la
sociedad contemporanea.
En un medio de comunicación, se acuñó el término de SIDA Mental, y no
precisamente para referirse a aquellas patologías en la cabeza que
muchos enfermos de SIDA pueden sufrir, éstas tienen otros nombres.
Por SIDA Mental se entiende a aquel estado sicológico que poseen
ciertas personas por el que no son capaces, ni mental ni anímicamente,
de protegerse y de enfrentarse a esta enfermedad. El SIDA, por lo
tanto, parece que no sólo ataca a los linfocitos, nuestras células
defensoras, sino que ataca a nuestros razonamientos y resortes
mentales que deberían protegernos de conductas peligrosas. Es una
especie de inmunodeficiencia en el plano de los valores existenciales. Es
algo así, como si la pasión de un pirómano por el fuego fuera tal, que
quedara bloqueado y no fuera capaz de apagarse a sí mismo cuando
está ardiendo; tanto le gusta jugar con fuego, que la pasión le ciega.

Los homosexuales, desgraciadamente, son proclives a tener este SIDA


mental, antes de que puedan padecer también el SIDA clínico. Para un
enfermo, una de las cosas peores que pueden sucederle, es que no
reconozca su enfermedad. Se dice que un hipocondríaco es aquel que
sin tener enfermedad se cree que está enfermo. Debe haber una palabra
para aquel que está enfermo y no se lo cree ( ¿psicópata, tal vez? ). Si
no se dan cuenta los homosexuales que sus conductas son antinaturales
y muy peligrosas para el contagio del SIDA, padecen de SIDA mental,
no tienen recursos de autodefensa.

En los comienzos de la enfermedad, en 1981, en California, el SIDA


comenzó a dar la cara entre grupos de homosexuales. El Centro de
Control de Enfermedades de Atlanta, donde se llevaba toda la
información, trató de detener estos primeros brotes de la nueva
epidemia. Los casos se multiplicaban de semana en semana, y ya
estaba pasando a personas normales que por una simple transfusión con
sangre contaminada adquirían el virus. Costó muchos esfuerzos cerrar
los "baños públicos" donde se veían y cohabitaban los homosexuales.
Estas personas protestaban y protestaban para no verse privados de
"sus derechos". Hubo que imponer el cierre de aquellos locales: el
sentido común decía que eran el foco de una gran epidemia. Quién sabe
si ese cierre y otras medidas se hubieran tomado más rápidamente,
ahora el SIDA no estaría extendido tanto. Estados Unidos es ahora uno
de los países con más personas contagiadas, pues se estima que uno de
cada 200 norteamericanos son seropositivos.

Los educadores, los informadores acerca de esta enfermedad, también


suelen padecer esta enfermedad del SIDA mental. Se creen que
sabiendo algo del tema, ya tienen todo hecho y pueden aconsejar a los
demás. Deben reconocer que informar y aconsejar son dos cosas
diferentes, y que quizá no están dotados para ambas tareas.

En los años de los que se hablaba , cuando la primera expansión del


SIDA entre homosexuales, discursos de Reagan llenos de sentido común
sobre el SIDA eran tachados de conservadores. Realmente eran
conservadores estos discursos, pretendían conservar la salud de los
ciudadanos. De Reagan son frases como : " Tanto la medicina como la
moral enseñan lo mismo sobre la prevención contra el SIDA. Nuestro
ministro de Sanidad ha dicho a todos los americanos que el mejor modo
para evitar el SIDA es abstenerse de la actividad sexual hasta la edad
adulta. Y después limitar el sexo a una relación fiel y monogámica. Este
consejo y el de rechazar la droga, puede evitar de modo natural la
difusión del SIDA. Millones de personas siguen ya este sabido y válido
consejo; nuestra nación es más pobre por la perdida de quienes, al
rechazarlo, han sufrido grandes dolores, disgustos e incluso la muerte.
(...). La educación es determinante para la información y prevención del
SIDA. Los padres tienen la responsabilidad de ayudar a sus hijos a ver
la belleza, la bondad de la castidad antes del matrimonio y la bendición
de una vida familiar estable, a decir sí a la vida y no a las drogas. Las
autoridades educativas deberían ser determinadas localmente, en
coherencia con los valores profesados por los padres. Padres y
educadores deberían enseñar a los hijos a no dejarse llevar por las
relaciones prematrimoniales o por la droga y, a situar la sexualidad en el
contexto del matrimonio, vivido con fidelidad, compromiso y madurez".

En esta línea podemos continuar con otros grupos de personas que por
sus conductas de riesgo son propensas al contagio. Si hablamos de los
drogadictos por vía intravenosa, nos damos perfecta cuenta que tienen
disminuida su voluntad para dejar la droga; a esto es a lo que también
se llama SIDA Mental. Ellos sólo admiten medidas cómodas, que si
metadona, que si jeringuillas nuevas y gratis. Se puede comprender que
estas personas piensen así, pero lo que ya es mucho más difícil de
comprender, es que otras personas no drogadictas también lo piensen.

Estas personas sanas, si no reconocen que, junto con la educación y


reinserción, hay que perseguir el tráfico y el consumo de drogas, éstas,
también tienen el SIDA mental. Están embotados por una mentalidad
permisiva y falsamente tolerante y no saben poner remedio: se hayan
sin defensas.

Se entiende mal la tolerancia, se disculpa cualquier actitud, y se piensa


eso de "todo el mundo es bueno". El tema del SIDA no es como el de la
gripe que podemos disculpar a aquel compañero de oficina que nos
contagió a unos cuantos. Si nos abstenemos de buscar los focos de
infección, las conductas de riesgo, y de culpabilizar a las personas que
contribuyen a la expansión del SIDA, estamos adquiriendo el SIDA
mental por un mal entendido concepto de la tolerancia.
Dentro de las autoridades civiles y sanitarias también está desarrollada
esta enfermedad del SIDA mental. Quieren resolver todos los problemas
con criterios democráticos y de consenso, cuando una cosa es la salud y
otra la enfermedad. Con la enfermedad no se puede negociar, hay que
atajarla aunque duela. Reparten condones y jeringuillas que es como
querer atajar las hemorragias con tiritas, sin tener en cuenta aquí tantos
otros aspectos negativos.

Este SIDA Mental es también contagioso, pero no al modo que el otro


SIDA. El llamado síndrome de estocolmo también puede darse en estos
ambientes. Si uno se mete en muchos congresos, en muchas reuniones
o en muchas asambleas y debates, puede también adquirir el SIDA
mental. Es como sucede en tantas asambleas que uno entra bien y sale
mareado, con la cabeza caliente y los pies fríos; y lo peor de todo es
que uno entró allí con las ideas claras, con lucidez. Nos esforzamos por
razonar la sinrazón y es cuando nos mareamos y somos capaces de
consensuar ese tipo de medidas que agradan a todos, hasta a los virus
que tendrán muchas más oportunidades de reproducirse.

Y el ciudadano normal, también es proclive a padecer este sida mental.


Carecer de defensas éticas es el resultado de una inculturización desde
niño a la que muy pocas personas se sustraen. Haz lo que te pida el
cuerpo -dicen-, no reflexiones, no pierdas el tiempo en ello, ya te damos
nosotros las consecuencias hechas eslóganes, además, no tienes
tiempo. Para que no tengas tiempo, ya te daremos suficientes
entretenimientos que dominen tu atención e imaginación, comenzando
por el deslumbramiento diario y constante de la televisión. Te daremos
pienso suficiente, y a engordar como animal de granja. Como te han
puesto en ese circuito en el que cuando adquieres uso de razón, ya
estas acostumbrado a correr, inscrito en una loca carrera que no es la
tuya, y montado por alguien que te manipula continuamente.
Educado así, mejor dicho, acostumbrado así, te parecerá habitual que
siempre hayas nacido para ser esclavo, para ser montado.

¿La droga?, es mentira que quieran quitarla, siempre deberá estar ahí
para lograr narcotizar a los desencantados del sistema que acudirán al
opio como tabla se salvación, o de inhibición. Lo único que querrían
quitar es la delincuencia que trae consigo, y sienten envidia de quien se
enriquece con el comercio. Pero, si la gente se drogara "sin problemas",
a todos nos tendrían narcotizados, es la mejor forma de dominar y
controlar al pueblo.

A pesar de todo lo expuesto, habrá personas que no parece que


entiendan. Algo hay en los apologistas del condón que les obliga a decir
no a los razonamientos de estos capítulos. Todo los querrían tener más
fácil, a bajo coste, sin esfuerzo. Al parecer, son integristas del
materialismo y del consumismo, y sólo vale lo que les de placer, lo que
les satisfaga.

No hay más sordo que el que no quiere oír. Este no querer oír es debido
muchas veces, a que esas personas tienen una forma de entender la
vida radicalmente diferente. Quieren curarse de esta enfermedad, pero
acuden a métodos acordes con su forma primitiva de entender la vida.
Son como esos brujos de aquellas tribus africanas del Camerún que
querían intervenir en el foro internacional contra el SIDA que hubo en
ese país africano. Estas personas no quieren que el médico opere, que el
científico intervenga, que el humanista hable de normas éticas entre las
personas, quieren seguir con sus costumbres arcaicas.
Esas personas han rebajando su dignidad, y tienen otro modo de
entender la vida. Han elegido un camino en sus normas, que decirles
que aquello conduce a un callejón sin salida es como hablar a sordos.
Hay algunas personas que viven engañadas todo el tiempo, todas las
personas pueden engañarse algún tiempo, pero nunca todas las
personas estarán engañadas todo el tiempo.

A esas personas, con las que a menudo dialogamos, les pone nerviosos
los razonamientos de sentido común. Pienso, a veces, que consideran
los sentidos físicos de la persona, como únicas fuentes de felicidad, y no
consideran que el abuso o desorden puede hacer desgraciada a una
persona. Es como aquel que no comprende que algo sea bueno al
paladar, pero malísimo para el estómago, no comprende, se lo pide el
cuerpo y... . Estas personas piensan, (si lo piensan), que las
sensaciones y el placer debe ser máximos, a tope, y no les importa
morir de sobredosis, al fin y al cabo, dicen, todos vamos a morir. Es
aquello que decía el lema: "sabemos que la droga mata lentamente, es
igual, no tenemos prisa".

Intentar convencer a un chulo que cambie de vida, resulta tan difícil


como a un alcohólico que deje el alcohol, o a un drogadicto la droga.
Difícil, no imposible.

Lo que no estamos dispuestos es a soportar que sea verdad de nuevo,


aquello de que la ignorancia es muy atrevida. Al menos, que reconozcan
que no están dispuestos a seguir los consejos que se les dice, porque no
les da la gana.

Somos varias personas amigas las que damos charlas y conferencias


sobre el SIDA, allí donde se nos llama. Coincidimos en ver la cuestión de
la prevención, más o menos todos de la misma forma, en los términos
en los que se narran estas páginas.

Un día estaba dando una madre joven una charla a nivel divulgativo a
unos jóvenes, en un instituto de los llamados difíciles. Poco antes de
finalizar, y en lugar de rebatir algo que no les pudiera haber gustado o
quedado claro, tres o cuatro gamberros desde el fondo, haciendo gala
de sus habilidades de bufón inflaron con la boca varios condones, y a
modo de globos los empujaron hacia adelante. Sorpresa para todos, y
risas generales.

Habían conseguido cargarse la charla, no cabe duda. Una de las formas


de que una persona deje de razonar, es ahogarla pronto con un chiste
fácil: casi siempre da resultado. La señora tuvo la entereza como para,
sin alterarse, concluir con dos minutos más la charla, y abandonar la
sala después.

Las palabras que a continuación pronunció, y las que -después pensó-


podía haber añadido, más o menos recordadas, fueron estas :

"Parece que a buena parte de vosotros, no os gustan las ideas


expuestas acerca de que la mejor prevención es estar lejos de
conductas de riesgo. Quizá consideráis anticuados, aunque son las
costumbres más sanísimas, el vivir sin droga, con orden sexual, y con
fidelidad matrimonial. Pues bien, esas son las mejores medicinas para
prevenir el SIDA, pero nadie va a obligaros a tomarlas. Ahora bien, con
la misma claridad os diré :

- No me vengáis después pidiendo ayuda porque os ha abandonado la


familia por ser portadores del VIH.
- No vengáis pidiendo ayuda para salir de la droga.
- No os quejéis si vuestra mujer o novia os puso los cuernos.
- No os quejéis de si los hombres siguen siendo unos machistas
empedernidos.
- No os quejéis cuando vuestra vida ya no tenga ningún horizonte; de
que no vale la pena vivir. No valdrá la pena vuestra vida, pues la habéis
hecho explotar en mil pedazos en vuestra juventud.
- No os quejaréis de que nadie nunca os habló claro.
- No diréis que nadie me dijo nunca toda la verdad sobre el SIDA.
- No me preguntéis por vuestros miedos, depresiones y complejos.
- Trataréis de maquillar vuestra ajada mirada con postizas sonrisas,
porque vuestra vida es un asco.
- Me dais miedo, sois violadores en potencia
- Me dais pena, sois carne de SIDA.

Espero no acordarme entonces de que, cuando más joven, tenía


sentimientos cristianos, para no tener que recoger vuestras piltrafas: no
tendré ninguna obligación de hacerlo."

¡Cuántas personas quieren ayudar¡. ¡Qué bien visto está la solidaridad¡.


Pero, ¿acertamos?. ¿Sabemos cuál es la ayuda que necesitan los
enfermos, los drogadictos, las prostitutas, los homosexuales, las
personas con prácticas de riesgo?. ¿Sabemos qué ayuda necesitan los
ciudadanos en general, para que no acaben cogiendo esta enfermedad
tan terrible?. Podemos estar tan confundidos acerca de cómo debe ser la
ayuda que necesita una persona, que podemos hacer lo que algunas
madres que les facilitan ellas mismas la droga a su hijos, para que no se
les ocurra tener que robar el dinero. Si ese hijo fallece por la droga,
¿dormirá tranquila esa madre sabiendo que era ella la que hizo
toxicómano total a su propio hijo?, ¿que ella es culpable de su muerte?.
En lo escrito hasta ahora puede uno reconocer que se falla a la hora de
ayudar, que incluso con una buena predisposición, no se acierta y quizá
se esta haciendo daño. Se puede, sin querer, estar contribuyendo a la
expansión de la enfermedad. Esto puede ser disculpable, aunque
rápidamente corregido. Lo que no tiene perdón, es que la intención del
personal sanitario, familiares, amigos, etc., sea quitarse un problema de
encima, aunque se sospecha que el mal brotará, más tarde, y más
virulento.

Nos preguntamos hasta qué punto son útiles el dinero mensual que
muchos enfermos de SIDA reciben como pensión. Buena parte de ellos
lo gastan en seguir consumiendo droga. Los "chutaderos", cuando están
más concurridos siempre, es a principios de mes. ¿No sería mejor, dar
este dinero a un familiar cercano que se comprometa a
administrárselo?. ¿No sería mejor dárselo a una institución para que con
ese dinero lo atienda?. ¿No sería mejor dar el dinero pero sólo como
cheques únicamente convertibles en comida o ropa?. Hasta en los
mismos hospitales donde son atendidos los enfermos de SIDA, hay que
vigilarles de continuo para que no se sigan drogando.

Nos preguntamos, y se preguntan médicos y enfermeras, ¿para qué


sirve atender y curar parcialmente al toxicómano enfermo, si cuando se
reanime volverá al barrio de siempre a drogarse?. Son múltiples
atenciones las que reciben los enfermos en los hospitales, tantas, que
algunos ya recuperados, no quieren irse. Pero semanas después, y como
han vuelto a la misma vida, vuelven a ingresar en peor estado. ¿No hay
nadie que les espere a la salida del hospital?. ¿No hay nadie, que aun en
contra de su voluntad, les ofrezca un futuro mejor?.

Todo esto se le parece a una ciudad en la que estuviera asegurado la


limpieza y arreglo de los coches, cuando se ensucian o deterioran, pero
en la que existiera una despreocupación total por hacer carreteras
practicables, o por poner una normas de circulación para evitar
accidentes.

Hay colectivos que trabajan en el campo de la prostitución, pero lo que


hacen es dar instrucciones a las prostitutas, para que actúen -dicen
ellos- con menos riesgo. ¿Se las ayuda a salir de la prostitución?. ¿Se
las obliga -por su bien, y el de otros-, a dejar esas forma de vivir?. No,
desgraciadamente no. Es como si quisiéramos ayudar a los esclavos,
dejándoles tobilleras para que las cadenas no les hagan tanto daño. Así,
todo el mundo contento: el dueño porque le dura más la mercancía, las
esclavas por que sienten un alivio, y el cliente porque encuentra un
producto en mejor estado. Además, ¿Quién asegura que la prostituta,
bajo los efectos muchas veces de la droga, recordará o hará caso a las
lecciones?.

Lo que externamente queda como una tarea social, digna de ser


subvencionada, no es más que una nueva rama de la Formación
Profesional actual. Hay que estar al día con las demandas sociales,
dicen. Las pobres prostitutas, contestan que tienen el oficio de la calle, y
que no les ha salido otra cosa. Así que dos mañanas semanales, mil
pesetas y un tazón de leche con galletas, es el ritmo a seguir. Trabaje
seguro, la consigna a vivir, aunque su dignidad y su futuro esté por los
suelos: otros se aprovechan de ello.

Solemos tener todos un prejuicio muy frecuente, y es el que a toda


acción de ayuda o de solidaridad, le debe seguir un agradecimiento
inmediato del beneficiario, y eso no es verdad. Es muy fácil y
confortante recibir una sonrisa después de dar un dinero que el
drogadicto nos pide para la pensión, ¿se lo va a gastar en eso?. Es muy
fácil recibir una sonrisa después de dar una jeringuilla nueva, lo
agradecen, pero le estás dando la soga con se ahorcará.

Del mismo modo pensamos, que cualquier cosa que hagamos que
afectado no lo desee, puede ser una coacción, y a las personas hay que
dejarlas libres, aunque sepamos a ciencia cierta que volverá con la
droga. Entonces, si no se debe ni coaccionar mínimamente a nadie, ¿por
qué cierran con llave las ventanas de la habitación?, ¿para que no se
tire, y se suicide?. Da la impresión que realmente no nos preocupan las
personas, solamente el que no nos den problemas, y haya que
recogerles estrellados en la vía pública.

La ayuda necesaria que proponemos es la que propondría cualquier


persona verdaderamente afectada por el problema, y sea capaz de
reconocerlo. Es decir, un padre que a perdido a su hijo, después de tres
años de verle sufrir por la enfermedad, y muchos años antes sufriendo
por la loca vida de ese hijo suyo. Querríamos que hablara la abuela que
todo lo sufre y que soporta la lenta agonía de su nieto, pues los padres
no tiene ya fuerzas para atenderle, y que pasa los últimos meses de su
vida prácticamente paralítico, haciéndoselo todo, sin poder dormir, con
dolores, sin poder articular palabra, etc. Querríamos que hablara el hijo
que nació contagiado de la enfermedad por la vida irregular que llevaron
sus padres dentro de la droga, y que le espera una infancia llena de
enfermedades, dolores, y muerte segura en su más tierna infancia.
Querríamos que hablara la fiel mujer, que confiaba en la fidelidad
correspondida de su marido, a pesar de que este viajaba mucho, y
pasaba con frecuencia días fuera. Ella también se contagió. Querríamos
que hablaran y dieran soluciones, pues esa es la verdadera ayuda,
tantas y tantas madres martirizadas por la tolerancia oficial con el
consumo y tráfico de drogas. Querríamos que hablara aquel
exdrogadicto que a consecuencia del SIDA, entre otras cosas, ha
perdido por un tumor en la cabeza, la movilidad casi completa de
piernas y brazos, y habla con muchísima dificultad. Se le entiende, sin
embargo, sus críticas a la tolerante policía y al barrio de gitanos donde
se trafica y que no dejaría ni una casa en pie.

Mientras los ministros y subsecretarios ni siquiera tienen claro que la


tolerancia, y cualquier legalización aumenta el problema, ellas sufren el
día a día de sus hijos. Pero ellas no tienen apenas fuerza, y los
afectados no son capaces de reaccionar y salir del callejón en el que se
han metido.

Que propongan métodos de ayudar a los afectados por estos mundos


que conducen al SIDA, las personas que sufren los efectos más
próximamente. Esos si que lo sienten en sus carnes el problema, y no el
concejal o ministrillo de turno, que sólo piensa en la comodidad de su
sillón, en la puntualidad para tomar el café, y rellenar folios e informes
consensuados.

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