- Indigencia: Se entiende como indigencia al ingreso insuficiente
- Matiz: Tono o grado de intensidad en que se puede presentar un mismo
color o sonido
- Pigmento: Tono o grado de intensidad en que se puede presentar un
mismo color o sonido
- Taumaturgo: Persona que hace cosas prodigiosas. Entre los antiguos,
especie de mago.
- Análoga: Semejante No se escribe solo con palabras
No es un buen pintor, quien no sepa manejar los colores.
No es buen arquitecto, quien desconozca la calidad de diversos materiales de construcción. Así, el escritor con su “materia prima”: la palabra. La precisión de el vocabulario es -debe ser- una de las exigencias fundamentales en el difícil y nunca bien aprendido arte de escribir. Pero con ser la palabra utensilio indispensable, no se crea por ello, ingenuamente, que se escribe solo con vocablos.
De ahí la servidumbre y grandeza del escritor; de serlo a
pesar de la escasez de sus medios de expresión. Porque aun en el caso imposible de un hombre que maneja todos los vocablos de su idioma, tal hombre encontrara en ocasiones –eterno problema- del matiz en la embarazosa situación de dar con la palabra exacta.
La palabra no es la frase.
La palabra no es nada mas que en la frase y en la frase la
palabra no tiene cúmulo de acepciones recibida de contexto o polarizada por el. La palabra elemento de frase, tiene en ella un significación momentánea, determinada por la situación o contexto, La palabra, no tiene significación, sino aptitud de significación.
Sentido aproximativo de las palabras.
El sentido de la palabra no puede ser más que
aproximativo, como nuestro propio pensamiento, el material de las palabras resulta importante para expresar todos los aspectos del pensamiento, del sentimiento. Sincerar, nuestro vocabulario nos traiciona por defecto. Y también por exceso. Dicen los lingüistas que hablar es hacer frases, aunque sean de una palabra la oración –se afirma- fue antes de la palabra, en el sentido de que las primeras palabras eran oraciones. Así cuando el hombre primitivo dice “ciervo”, o “Búfalo”, no lo hace para designar a estos animales, sino para emitir juicio, como “el ciervo viene” o “el búfalo ataca”
Admita, pues, la tesis que no se escribe solo con palabras,
sino con frases forzoso será reconocer que la belleza de un texto escrito no reside en los vocablos aislados, sino en su artística trabazón; depende del modo y sabiduría en utilizarlos; de su empleo mas menos correcto. La belleza de la profundidad resulta de lo que, sirviéndonos de las palabras como mero vehiculo hagamos sentir o pensar al lector. No hay palabras bellas ni feas. Lo que importa no es el sonido del vocablo aislado, sino su cadencia dentro de la frase. Incluso las palabras, que aisladamente pudieran sonar mal, pierden su disonancia si sabemos rodearlas, con otros vocablos apropiados, que atenúen el posible mal sonido. Ideas principales y secundarias
Con ser la palabra utensilio indispensable, no se crea por
ello, ingenuamente, que se escribe solo con vocablos.
No es mejor escritor el que tiene un amplio vocabulario.
La palabra no es nada más que la frase.
No hay palabras bellas ni feas.
Nuestro vocabulario nos traiciona por defecto. Y también