Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Introducción
La administración del tiempo; es uno de los recursos más apreciados. Sin
embargo, se trata de un bien que no se puede ahorrar, sino que pasa, no
retrocede y es imposible de recuperar. Si se malgasta, se derrocha algo muy
valioso. Para aprender a valorar el tiempo y a planificar el estudio y el trabajo,
tanto a corto como a medio y largo plazo, es imprescindible:
Identificar metas, objetivos y prioridades.
Conocer las prácticas habituales en cuanto a la organización y planificación
del tiempo.
Conocer el ciclo vital de trabajo y adaptar la planificación del tiempo.
Seleccionar las estrategias más idóneas para alcanzar las metas, los
objetivos y las prioridades.
Lograr habilidades suficientes en la administración del tiempo que sirvan
tanto en la vida académica como en la vida profesional.
No se puede comprar.
Es lo más valioso que tienen los individuos, por lo que hay que utilizarlo con
el máximo grado de efectividad.
Se dice que nadie tiene suficiente tiempo, sin embargo, todo el mundo tiene
todo el tiempo que hay. Esta es la gran paradoja del tiempo.
LEYES MANEJO DEL TIEMPO
El Principio de Pareto o la Regla 80:20
La Ley o Principio de Pareto, también conocida como la Regla del 80/20 (ó 20/80),
establece que, de forma general y para un amplio número de fenómenos,
aproximadamente el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas.
Ley de Parkinson
“Cualquier trabajo se expande hasta agotar el tiempo destinado a que se haga”
Seguro que te ha pasado más de una vez, que teniendo todo el fin de semana
para estudiar un examen hasta que no ha llegado el domingo por la tarde y te has
visto con el tiempo justo no te has puesto a estudiar.
Para combatir esta ley
márcate horarios,
delimita el tiempo dedicado a cada tarea
cumple con los horarios. Quizás al principio te cueste un poco, pero poco a
poco serás capaz de hacerlo sin problemas.
Ley del criterio ABC
“Una pequeña parte del tiempo de trabajo lo destinamos a las tareas “tipo A”
que son las que proporcionan la mayor parte de los resultados”.
Es similar al Principio de Pareto, pero sin aportar proporciones. La mayor parte del
tiempo lo empleamos en tareas poco importantes, y sólo una pequeña parte en las
tareas "tipo A".
Organízate y planifica tus tareas según corresponda a su importancia
. Dedica más tiempo a aquellas que realmente son importantes, a las que te
van a aportar algo de verdad.
Ley de Illich
“Tras un cierto número de horas, la productividad del tiempo
invertido en una tarea decrece primero y se hace negativa después”
Perdemos mucho tiempo dándole vueltas a situaciones y cosas que o bien ya han
pasado, y por tanto no podemos cambiar, o bien nunca llegarán a ocurrir.
No pienses en lo que ya no se puede cambiar ni te comas la cabeza con
situaciones que son difíciles que sucedan. Analizar el pasado y el presente para
preparar el futuro no es quedarse dándole vueltas a lo que pudo haber sido, pero
no fue, sino entender por qué pasó y asumir que no hay vuelta atrás.
Son todas aquellas acciones o actividades, que estén dentro de nuestro alcance o
no, hacen que ocupemos o se invierta de mala manera el tiempo con el cual
contamos.
Algunos enemigos de los tiempos son los siguientes:
La prisa
Es muy importante tener conocimiento del tema que vamos a tratar es más
difícil que podamos realizar esa tarea o si desconocemos el tiempo que
vamos a invertir en realizarla puede atrasarnos en las demás actividades.
Posponer
Indecisión
Ser una persona indecisa puede ser una gran desventaja para una
empresa, porque se pierde demasiado tiempo además de provocar una
gran angustia, es importante aprender a tomar decisiones en tiempo y
forma.
Demasiadas cosas
Querer realizar muchas cosas al mismo tiempo puede parecerte una buena idea
pero la verdad es que puedes desperdiciar mucho tiempo y al final no poder
terminar ninguna, lo mejor es realizar una tarea por separado y empezar otra
hasta terminar la primera.
Ahora tu trabajo es identificarlos a lo largo de tu rutina y poder evitarlos o darles
una mejor solución que te ayude a ser mejor.
REUNIONES DE TRABAJO.
El orden del día debe ser claro y conciso. Por ello, te dejamos algunos consejos
para que tengas en cuenta a la hora de redactar:
Evitar saltarse los puntos. Muchas veces sucede que sale un tema a
discutir que no estaba previsto y puede ser el protagonista de la reunión.
El director o encargado de la reunión deberá pensar si conviene tratar o
no.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS