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Erinias

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Para otros usos de este término, véase Erinia.

«Euménides» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Euménides (obra).

Clitemnestra intentado despertar a las Erinias mientras su hijo es purificado por Apolo. Crátera
apulia de figuras rojas, 480–470 a. C., Museo del Louvre (Cp. 710).

En la mitología griega, las Erinias (en griego antiguo Έρινύες Erinýes, de etimología
desconocida) son personificaciones femeninas de la venganza que perseguían a los culpables
de ciertos crímenes. También se las llamaba Euménides (en griego antiguo Εύμενίδες,
‘benévolas’), antífrasis utilizada para evitar su ira cuando se pronunciaba su verdadero
nombre. Según la tradición, este nombre se habría empleado por primera vez tras la
absolución de Orestes por el Areópago (descrita más adelante), y más tarde se usó para aludir
al lado benigno de las Erinias.

En Atenas también se utilizaba eufemísticamente la perífrasis σεμναί θεαί semnaí theaí,


‘venerables diosas’. Asimismo se aludía a ellas como χθόνιαι θεαί chthóniai theaí, ‘diosas
ctónicas’, y se les aplicaba el epíteto Praxídiceas (Πραξιδίκαι), ‘ejecutoras de las leyes’. En la
mitología romana se las conoce como Furias (en latín, Furiæ; o Diræ: ‘terribles’).

Es posible que ya estuvieran documentadas en las tablillas micénicas de lineal B bajo la forma
del teónimo E-ri-nu.1

Índice

1 Ascendencia

2 Características

3 Tragedia de Esquilo

4 Culto

5 En la cultura contemporánea

6 Referencias

7 Bibliografía

8 Véase también

9 Enlaces externos

Ascendencia
Según Hesíodo, las Erinias son hijas de la sangre derramada por el miembro de Urano sobre
Gea cuando su hijo Crono lo castró, siendo por tanto divinidades ctónicas.

Su número suele ser indeterminado, aunque Virgilio, probablemente inspirándose en una


fuente alejandrina, nombra tres:

Alecto (Άληκτώ, ‘la implacable’), que castiga los delitos morales.

Megera (Μέγαιρα, ‘la celosa’), que castiga los delitos de infidelidad.

Tisífone (Τισιφόνη, ‘la vengadora del asesinato’), que castiga los delitos de sangre.

Se representa a estas hórridas deidades vengadoras como genios femeninos con serpientes
enroscadas en sus cabellos, portando látigos y antorchas, y con sangre manando de sus ojos en
lugar de lágrimas. También se decía que tenían grandes alas de murciélago o de pájaro, o
incluso el cuerpo de un perro.

Para Epiménides, eran hermanas de las Moiras, hijas de Crono y Eurínome. Para Esquilo, hijas
de Nix, la Noche. Y para Sófocles, hijas de Gea y Skotos, las Tinieblas. En la tradición órfica,
eran hijas de Hades y Perséfone (esta relación con el mundo infernal aparece también muy
claramente en la Ilíada).

Es probable que al hablar de las Euménides nos estemos refiriendo también a las Moiras en la
misma mitología griega las cuales personificaban el destino de las personas. Las similitudes en
sus características no son pocas y se tiene en cuenta que el folclore y la abundancia de pueblos
los cuales fueron influenciados por la cultura griega, pudieran haber introducido variaciones en
leyendas ya antes contadas.

Características

Las Erinias son fuerzas primitivas anteriores a los dioses olímpicos, por lo que no se someten a
la autoridad de Zeus. Moraban en el Érebo (o en el Tártaro según otras tradiciones), del que
solo volvían a la Tierra para castigar a los criminales vivos; durante su estancia en el
inframundo, sometían a los eternamente condenados a torturas sin fin. A pesar de su
ascendencia divina, los dioses del Olimpo muestran hacia estos seres una profunda repulsión
mezclada con temor reverencial, y no los toleran. Por su parte, los mortales les temen
pavorosamente y huyen de ellas. Es esta marginación y la consecuente necesidad de
reconocimiento lo que, en la obra de Esquilo, llevará a las Erinias a aceptar el veredicto de
Atenea pese a su inagotable sed de venganza.

En la Ilíada, cuando una maldición ritual invoca a «vosotros, que en lo profundo castigáis a los
muertos que fueron perjuros», «las Erinias son simplemente una encarnación del acto de
automaldición que conlleva el juramento».23 Son las encargadas de castigar los crímenes
durante la vida de sus autores materiales, y no más tarde. No obstante, siendo su campo de
acción ilimitado, si el autor del crimen muere lo perseguirán hasta el inframundo. Justas pero
sin piedad, ningún rezo ni sacrificio puede conmoverlas ni impedir que lleven a cabo su tarea.
Rechazan las circunstancias atenuantes y castigan todas las ofensas contra la sociedad y la
naturaleza, como el perjurio, la violación de los ritos de hospitalidad y, sobre todo, los
crímenes o asesinatos contra la familia. En épocas antiguas se creía que los seres humanos no
podían ni debían castigar tan horribles crímenes, correspondiendo a las Erinias perseguir al
desterrado asesino del fallecido en venganza, hostigándole hasta hacerle enloquecer (de ahí su
nombre latino, derivado de «furor» como sinónimo de «locura»). La tortura solo cesaba si el
criminal encontraba a alguien que le purificase de sus crímenes.

La diosa Némesis representa un concepto similar, y su función se solapa con la de las Erinias,
con la diferencia de que aquella castigaba las faltas cometidas contra los dioses. Por su parte,
la diosa Niké tenía originalmente un papel parecido, como portadora de una victoria justa.
Castigaban el hibris o exceso. Prohibían a los adivinos revelar fielmente el futuro para que este
conocimiento no acercara al hombre a los dioses.

Las Erinias solían ser comparadas con las Gorgonas, las Grayas y las Arpías debido a su
espantosa y oscura apariencia y al poco contacto que mantenían con los dioses olímpicos.
Atormentan a los que hacen el mal, persiguiéndolos incansablemente hasta volverlos locos. En
un sentido más amplio, las Erinias representan la rectitud de las cosas dentro del orden
establecido, protectoras del cosmos frente al caos. En la Ilíada privan de la palabra a Janto, el
caballo de Aquiles, por culpar a los dioses de la muerte de Patroclo y privan de descendencia a
Fénix. El filósofo Heráclito decía que si Helios decidiera cambiar el curso del Sol a través del
cielo, ellas se lo impedirían.

Un mito cuenta que Tisífone se enamoró de Citerón. Furiosa de sus desprecios, le lanzó una
serpiente de su cabeza que, tras oprimirle el pecho, le mató.4

Tragedia de Esquilo

Orestes perseguido por las Furias, cuadro de William-Adolphe Bouguereau (1862; Museo
Chrysler de Norfolk, Estados Unidos).

En Las Euménides, tragedia de Esquilo, la tercera parte de la Orestíada, las Erinias persiguen a
Orestes. Este había matado a su madre, Clitemnestra, en venganza por el asesinato de su
padre, Agamenón. En su primera representación esta tragedia provocó verdadero terror entre
los espectadores, siendo las Erinias las integrantes del coro.5

Lo único que interesa a las Erinias es el acto de asesinato cometido por Orestes, sin sopesar las
circunstancias que podrían explicarlo. El propio Apolo debe oponerse a su venganza implacable
concediéndole protección a Orestes, a quien había incitado a vengarse del asesino de su padre,
que resultó ser Clitemnestra. Las Erinias, nos cuenta Esquilo, persiguen a Orestes hasta Delfos,
el más importante santuario de Apolo. No le liberan hasta que los dioses les convencen para
que acepten el veredicto del tribunal de Atenas, el Areópago.

Allí, Atenea interviene como patrona de la ciudad y equilibra el fallo. Orestes es absuelto, pero
debe traer de la Táuride una estatua consagrada a Artemisa. Las Erinias son referidas desde
entonces en Atenas bajo las formas más clementes antes citadas: Euménides (‘benévolas’) o
Semnaí Theaí (‘venerables diosas’).

A pesar del precedente anterior, las Erinias persiguieron igualmente a Alcmeón, que había
matado a su madre. Como Orestes, Apolo le había incitado a vengar a su padre. Alcmeón es
perseguido por las Erinias a través de Grecia, hasta que halla refugio en una tierra que no
existía aún en el momento del asesinato de su padre, escapando así al poder de sus
perseguidoras.

Culto

A las Erinias se les sacrificaban ovejas negras y libaciones de νηφάλια nêphália, mezcla de miel
y agua.

Hay en la Arcadia un lugar que posee dos santuarios consagrados a las Erinias. En uno de ellos,
llevan el nombre de Μανίαι (Maniai, ‘las que vuelven loco’). Fue en este lugar donde, vestidas
de negro, sitiaron a Orestes por primera vez. No lejos de allí, cuenta Pausanias, se encuentra
otro santuario donde su culto se asocia al de las Cárites (‘diosas del perdón’). En este lugar,
vestidas de blanco, purificaron a Orestes y este tras su curación ofreció un sacrificio expiatorio
a las Maniai.

En la cultura contemporánea

En La divina comedia de Dante, se muestra a las Erinias a las puertas de la ciudad de Dite, que
es el punto de entrada al sexto círculo inferior del Infierno.

También aparecen en la tragedia de Leconte de Lisle, Las Erinias (Les Érinnyes, 1872), con
música de acompañamiento compuesta por Massenet.

En la Electra de Jean Giraudoux son representadas por tres jóvenes muchachas cínicas y
malévolas que crecen muy rápidamente (llegando a adultas en pocos días), llamadas las Tres
Euménides. Cantan canciones infantiles satíricas sobre los personajes de la obra y persiguen a
Orestes hasta hacerle perder la razón.

En Fausto de Goethe, las furias visitan a Fausto pero solo una de ellas consigue entrar.

La obra de Jean-Paul Sartre, Las moscas (Les Mouches, 1943), usa una reelaboración de la
Orestíada (con las moscas del título siendo las Furias) en una perspectiva moderna contra la
religión.
Dan título a Las benévolas, de Jonathan Littel, una de las novelas más celebradas de los últimos
años[cita requerida].

En la historia titulada Las Benévolas, perteneciente al cómic de Neil Gaiman The Sandman,
Morfeo es perseguido por las Erinias y su reino asolado como castigo por la muerte de su hijo
Orfeo.

En la serie Charmed, Piper fue atacada por la versión moderna de las Furias en el episodio 3 de
la cuarta temporada, convirtiéndose en una Furia.

Son mencionadas igualmente en el libro Predestinados y Malditos de Josephine Angelini,


donde provocan que las cuatro castas se enfrenten entre sí, y no pudiendo librarse de ellas
hasta pagar una deuda de sangre entre ellos. A lo largo de la historia Helena (la Descendiente)
intenta acabar con ellas, dándoles del agua del río del Olvido provocando que no recordaran
cuál era su misión en la Tierra.

También son mencionadas en la saga de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo siendo estas las
ayudantes de Hades y sus protectoras

También hacen aparición en la saga Covenant de Jennifer L. Armentrout

También se las mencionan en El Guardián de los sueños de la autora Sherrilyn Kenyon.

También aparecen en el juego de Playstation 3 "God of war: Ascension" persiguiendo a Kratos


a lo largo del juego.

En la serie "Xena, La Princesa Guerrera", Las Furias aparecen en el primer episodio de la


tercera temporada, castigando a Xena con locura y persecución por no vengar la muerte de su
padre a manos de su madre. Un símil de la historia de Orestes, quien también es mencionado
en dicho episodio.

Aparecen en el webtoon Lore Olympus (Cuentos del Olimpo), como empleadas de Hades,
permitiéndole al rey del Inframundo localizar a un infractor de las leyes de hospitalidad dentro
de sus dominios. En una aparición posterior, Tisifone y Megaera confrontan a Mente por el
maltrato al que sometió a su pareja (Hades).

Aparecen en el videojuego Hades (videojuego) como primer jefe final del Tártaro, impidiendo
al protagonista escapar del inframundo.

Referencias

Luis García Iglesias, Los orígenes del pueblo griego, p.158, Madrid: Síntesis (2000), ISBN 84-
7738-520-3.

Homero: Ilíada, III, 278 y ss.; XIX, 260 y ss.

Ilíada, III: texto español en Wikisource. Véanse los vv. 264 - 301: Juramentos de griegos y
troyanos.

Texto griego.

Ilíada, XIX: texto español en Wikisource. Véanse los vv. 258 - 265: Aquiles jura durante un
sacrificio que no ha gozado a Briseida.

Texto griego.
Burkert (1985) p. 198.

Pseudo Plutarco, Sobre los ríos II,2.

Esquilo: Las euménides.

Texto español Archivado el 18 de junio de 2013 en la Wayback Machine. en el sitio "Esquilo".

Texto español Archivado el 27 de octubre de 2009 en la Wayback Machine. en el sitio


Archivado el 17 de agosto de 2012 en la Wayback Machine. de la Biblioteca de Clásicos
Grecolatinos.

Texto inglés en Wikisource; traducción de Edmund Doidge Anderson Morshead (1849 - 1912).

Texto inglés en el sitio Theoi; ed. de 1926 de Herbert Weir Smyth (1857 - 1937) en la Loeb
Classical Library.

Texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus; ed. de 1926 de Herbert Weir
Smyth. En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al
texto griego) y "load" (para el texto bilingüe).

La misma edición del texto griego en Wikisource.

Apolodoro de Atenas: Biblioteca mitológica, I, 1 - 5 (Urano se deshace de sus primeros hijos, y


Gea persuade a los siguientes de que lo derroquen).

I, 1 - 7: texto francés, con índice electrónico.

Texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus; ed. de 1921 de James Frazer: 1; 2;
3; 4; 5. En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al
texto griego) y "load" (para el texto bilingüe).

Texto griego en Wikisource.

Cicerón: De la naturaleza de los dioses, III, 46.

De la naturaleza de los dioses: texto latino en Wikisource.

Libro III: texto latino en Wikisource.

Esquilo:

Las euménides.

Prometeo encadenado, 516.

Prometeo encadenado: texto español en Wikisource.

Texto griego.

Agamenón.

Agamenón: texto inglés en Wikisource.

Texto griego.

Los siete contra Tebas.


Los siete contra Tebas: texto español en Wikisource; traducción de Marcelino Menéndez
Pelayo.

Texto griego.

Eurípides: Orestes.

Orestes: texto español en Wikisource.

Texto griego.

Hesíodo:

Teogonía, 185.

Teogonía: texto español en Wikisource.

Texto griego.

Los trabajos y los días, 803.

Texto español en Wikisource.

Texto griego.

Homero: Ilíada, IX, 455 - 457; XV, 204.

Ilíada, IX: texto español en Wikisource. Véanse los vv. 430 - 528.

Texto griego. Véanse en concreto los vv. 453 - 457.

Ilíada, XV: texto español en Wikisource. Véanse los vv. 158 - 217.

Texto griego. Véanse en concreto los vv. 201 - 204.

Nono: Dionisíacas, X, 97.

Dionisíacas, X: texto inglés.

Texto griego en Internet Archive. Ed. de 1819; facsímil electrónico.

Ovidio: Las metamorfosis, VI, 430 - 431; VIII, 482; IX, 410; X, 46.

Las metamorfosis, VI, 412 - 674: Las euménides en la historia de Tereo, Procne y Filomela;
texto español en Wikisource.

Texto latino en Wikisource.

Las metamorfosis, VIII, 445 - 525: las euménides en la historia de Altea y Meleagro; texto
español en Wikisource.

Texto latino en Wikisource.

Las metamorfosis, IX, 394 - 449: las euménides en la historia de Yolao y los hijos de Calírroe;
texto español en Wikisource.

Texto latino en Wikisource.

Las metamorfosis, X, 46: las euménides en la historia de Orfeo y Eurídice; texto español en
Wikisource.
Texto latino en Wikisource.

Pausanias: Descripción de Grecia, VIII, 34, 1 - 4.

Descripción de Grecia, VIII: texto español, resultado de traducción automática.

Descripción de Grecia, VIII, 34: texto bilingüe: francés y griego.

Texto inglés: 1; 2; 3; 4.

Texto griego: 1; 2; 3; 4.

Sófocles: Edipo en Colono.

Edipo en Colono: texto italiano en Wikisource.

Texto francés en Wikisource.

Texto inglés en Wikisource.

Texto griego.

Virgilio: Eneida, VI, 250; XII, 844 y ss.

Eneida, VI: texto español en Wikisource.

Texto latino.

Eneida, XII: texto español en Wikisource.

Texto latino.

Bibliografía

Peck, Harry Thurston (1898). Harpers Dictionary of Classical Antiquities.

Véase también

Moiras

Lilit

Manía

Orestes

Dioses ctónicos

Enlaces externos

Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre las erinias.

«Erinyes» en Greek Mythology Link (en inglés)

«Erinyes» en Theoi Project (en inglés).

Himnos órficos.

68: A las Erinias.

Texto inglés en Theoi; trad. de 1792 de Thomas Taylor.


Thomas Taylor (1758 - 1835): neoplatónico inglés, el primero en traducir a su idioma las obras
de Platón, las de Aristóteles y los fragmentos órficos.

Texto inglés: otra edición, en el sitio Sacred Texts.

69: A las Euménides.

Texto inglés en Theoi; trad. de 1792 de Th. Taylor.

Texto inglés: otra edición, en Sacred Texts.

Las Erinias en el Proyecto Perseus.

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