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Texto 8

TALES DE MILETO

CRÍTICA MODER A

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

[164] La tesis de Tales según la cual el agua es lo absoluto, o, como decían los
antiguos, el principio, es el punto de arranque de la filosofia, porque con ello cobra
conciencia de que la esencia, lo verdadero, lo uno, es lo único que es en y para si. Se
traza, así, una línea divisória con respecto a lo que es en las percepciones de nuestros
sentidos; con ello, el hombre se retira de este ente inmediato. Debemos poder olvidar
que estamos habituados a un rico y concreto mundo de pensamientos; que, entre
nosotros, ya el nino empieza a oir que “Existe un Dios invisible en el cielo”. En El
época de que hablamos no existen aún tales critérios; es necesario empezar por
construir el mundo dei pensamiento y no existe aún una unidad pura. El hombre tiene
ante si la naturaleza, como água, aire, estrellas, bóveda celeste; además, el horizonte
de sus representaciones es aún muy limitado. Es cierto que el imaginación está
poblada de dioses, pero también el contenido de estos es natural; los griegos
consideraban el sol, las montanas, la tierra, el mar, los rios, etc, como poderes
independientes y los adoraban como dioses, [165] convirtiéndolos a través de su
fantasía en seres activos, movidos, conscientes y dotados de voluntad. Lo
demás, por ejempio, las representaciones de Homero, es algo con lo que el
pensamiento no puede, ni mucho menos, darse por satisfecho; son
representaciones nacidas en la imaginación, de una animación y una
plasmación infinitamente generales, sin unidad simple.

Sin embargo, dentro de esta falta de conciencia de un mundo


intelectual, hay que reconocer, evidentemente, que hace falta una gran
audácia de espíritu para no dejar que prevalezca esta plenitud de
existência de un mundo puramente natural, para reducirla a una
sustância simple que, como lo permanente, no nace ni perece, mientras
que los dioses, por el contrario, tienen una teogonía, son muchos y se
hallan sujetos a câmbios y mudanzas. Con la tesis de que esta esencia es
el água se aquieta esta fantasia homérica, selvática e infinitamente
abigarrada, este desperdigarse de una muchedumbre infinita de principios,
se supera toda esta noción según la cual un objeto particular es algo
verdadero que existe por si mismo, un poder independiente que existe
por si mismo y por encima de los otros; y con ello se proclama que solo
existe un algo general y único, lo que es en y para si general, la simple
intuición ajena a la fantasia, el pensamiento, que solo es uno.

Este algo general se halla inmediatamente en relación con lo


particular, con la existência manifiesta dei universo, La primera relación
que va implícita en lo dicho es la de que la existência particular no tiene
sustantividad propia, no es algo verdadero en y para si, sino solamente una
modificación accidental. Pero la relación afirmativa es que de lo uno
brota todo lo demás, que lo uno es, por serio, la sustância de todo lo otro,
que solo es una determinación fortuita y externa lo que hace nacer la
existência particular; y también, y del mismo modo, que toda existência
particular es perecedera, es decir, pierde la forma de lo particular para
convertirse de nuevo en lo general, en água.

La simple tesís de Tales de Mileto es filosofia porque en ella no se


toma el água sensible en su particularidad frente a las demás cosas
naturales, sino que se la concibe como un pensamiento en que todas las
otras cosas naturales se contienen y se disuelven. Se lleva a cabo, pues,
aquella separación entre lo absoluto y lo finito; pero esta separación no
debe concebirse como si de un lado estuviese lo absoluto y de otro lado
[166] el mundo finito, como suele hacerse con frecuencia en la noción corriente
acerca de Dios, en la que se asigna al mundo una existência firme y se concibe, con
frecuencia, la existência de dos realidades: la de un mundo sensible y la de un mundo
suprasensible, los dos del mismo rango. La concepción filosófica es que solo lo uno es
lo verdaderamente real; y esto de real debe tomarse, aqui, en el elevado sentido de la
palabra, ya que en la vida común damos a todo el nombre de real. Lo segundo es que
el principio presenta, en los filósofos antiguos, una forma determinada y, en primer
término, física. A nosotros, esto no nos parece filosófico, sino eso, físico solamente;
pero es lo cierto que aqui lo material tiene un significado filosófico. La tesis de Tales
es, pues, filosofia de la naturaleza, puesto que esta esencia general se determina
como algo real y, por tanto, lo absoluto como unidad del pensamiento y del ser.

2. Después de poner a la cabeza este algo indiferente, el problema que surge


inmediatamente es el que se refiere a la determinación de esto primero. El transito de lo
general a lo particular es, al mismo tiempo, un punto esencial, que aparece con la
determinación de la áctividad; luego, se da la necesidad de ella. Es necesario que lo
que ha de ser un principio verdadero no presente una forma unilateral, particular,
sino que la diferencia ha de tener, de suyo, un caracter general, mientras que
aquellos principios no son otra cosa que formas especiales. El hecho de que lo
absoluto sea algo que se determina a si mismo es ya algo concreto; esto es la actividad
y la alta conciencia de si mismo del principio espiritual a través de la cual la forma se
eleva a un plano que le permite ser la forma absoluta, la totalidad de la forma. Esto
es lo más profundo y, por tanto, lo que viene más tarde; lo más próximo es mirar
solamente hacia la determinación.
HEGEL, G. W. F. Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie. 1833.
Trad. Wenceslau Roces. Lecciones sobre la historia de la filosofia. 7ª
reimpressão. 2002.

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