1). ¿Por qué se puede afirmar que la fe posee intrínsecamente la dimensión
apologética? Es posible afirmarlo porque la dimensión apologética refiere, fundamentalmente, a la defensa de la fe, es decir, a dar razón de ella. Esta defensa refiere, a su vez, a la justificación y respuesta acerca de la esperanza. La fe posee la dimensión apologética porque, esta última, es la que la justifica y la defiende. Dicha tarea no es fácil, de hecho, se debe profundizar en los fundamentos de la fe como una reflexión teológica que asume la tarea de justificación y, a raíz de ello, considera los presupuestos y condiciones de la fe cristiana.
2). ¿Todo cristiano es interpelado por el lógos de la fe, en la exigencia de su
conocimiento y su comunicabilidad. ¿De qué diferentes maneras puede llevarse a cabo esta tarea? Puede llevarse a cabo tratando de asimilar como se conecta la fe con la propia existencia humana. A raíz de ello, llegar al fondo de uno mismo, conocerse, realizarse y, por qué no, ayudar en el conocimiento del interior de los otros y su propia realización. Al hablar de realización, se refiere a la plenitud del hombre. Estado que no puede lograrse, sino con la fe. De hecho, esto trae aparejado que es necesario confiar en el salvador para poder lograrlo. Dicho salvador es Dios, que está allí para cuestiones que nos sobrepasan como seres humanos. Aquellas cuestiones pueden ser: el pecado, la falta, el daño y, por supuesto, la muerte. De ninguna de ellas estamos exentos y se nos escapan. Por eso, de esta manera y considerando lo anterior, se hace foco e hincapié en la fe, en la esperanza, conectándolas con las dimensiones de la vida real y mostrando como aquellas, a veces, son las únicas que nos pueden salvar.
3). Según tu opinión, ¿qué desafíos se presentan a un cristiano que desea
asumir esta dimensión en el contexto actual? El desafío más grande en el contexto actual, a mi parecer, es la falta de credibilidad y, por consiguiente, la falta de fe. Es muy difícil concientizar sobre esto cuando la otra persona no tiene interés o está descreída de absolutamente todo. Ya sea por una situación de dolor que ha vivido, o por alguna otra causa. En cuanto a esto, yo creo que aferrarse a la fe es, como dije anteriormente, una forma de salvación y aceptación a las cuestiones de la vida que nos sobrepasan como seres humanos.