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tacando los elementos nxignerianos y los unci ónalistas, una dualidad estilística Cjite marca los
caminos de Su carrera musical .
Abstract: Despite his importance the figure of Conrado del Campo has been little
studied by musical historiography, especially the analysis of his musical output. In
this article 1 shall analyze the principle musical traits of his first operas (1909’1919),
placing emphasis on the Wagnerian and nationalistic elements, a stylistic duality that
marked out the route of his musical career.
Conrado del Campo ( 1878- 1953) está considerado como una de las
grandes personalidades de la música española de la primera mitad del
siglo XX, a pesar de que su obra musical permanezca en un injusto olv í -
do tanto por estudiosos como intérpretes . En un artículo de 1945 el com-
positor Julio Gómez lamentaba el desconocimiento de La obra de Conra-
AN Á LISIS DE LAS PRIMERAS ÓPERAS DE CONRADO DEL CAMPO. . . 765
do del Campo, refiri é ndose especialmente a sus obras dramá ticas de las
que decía que «se da el caso de que las obras más importantes y signifi-
cativas de Conrado del Campo permanezcan, y solo Dios sabe por cuan-
to tiempo, sin alcanzar el escenario, en donde habrían de triunfar indis-
cutiblemente por sus altos méritos artísticos.»1 Ya en 1911, Eduardo
Muñoz -cr í tico de El Impartial- comentaba el éxito de su primera ópera
con un desalentador tono prof ét íco:
«Conrado del Campo volverá a su atril de la orquesta del Real y a su atril del
Cuarteto Francés, a sus escritos de divulgaci ón musical, a sus trabajos de compo-
sitor, soberano de la técnica, culto e inspirado, sin que el éxito de anoche ponga
automóvil a las puertas de su casa, ni añada un buen pemil serrano a su clásico
cocido madrileño . .. Aquí las gastamos así. El arte por el arte. »2
V GóMEZ, Julio . «Conrado del Campo, compositor dramá tico: La malquerida » . En: Mtisroí,
II, IS ( 15- VH-1945), p . 3 .
2 . Muítoz, Eduardo. « Estrenos en el Real: El Final de Don Alvaro» . En: El Impartial 5-111-1911 .
3 . « La tragedia del beso» . En: El pa ís , 19-V-1915.
4 . ALONSO, Miguel . Cfi í rfJqgo de ííi obra de Conrado del Campo . Madrid: Fundación Juan March,
1986. El cat á logo ordena los apuntes realizados por Ricardo del Campo, hijo el compositor Una
revisión de este catálogo, adaptándolo a los criterios de ta colecci ón «Catálogos de Composito-
res v , con ooautorla de Alvaro GARCí A ESTEFAN íA , fue publicada por la Sociedad General de Auto -
res en 1996
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tro. La crítica destac ó la valía dram á tica del compositor -hasta entonces
-
sólo conocido por su m úsica instrumental señalando su fuerte wagne -
rismo .
- hi tragedia del beso. Ópera en un acto y tres cuadros. Libreto de Car-
los Ferná ndez Shaw, a partir de una obra inspirada en el episodio de
Paolo y Francesca del infierno de La Divina Comedia de Dante. Los cua-
dros extremos presentan el infierno con un elaborado trabajo sinf ónico
-en el que incorpora gran parte del material de sus poemas sinf ónicos-,
mientras que el cuadro central ofrece el fatídico enamoramiento de Paolo
y Francesca que culmina con un largo y emotivo d úo de claras resonan-
cias tristanescas, La ópera fue terminada en 1911, premiada un a ño más
tarde y estrenada en el Teatro Real de Madrid en mayo de 1915, dentro de
una temporada de primavera dedicada a óperas espa ñolas. Fue protago
nizada por Ofelia Nieto. La critica comentó la madurez e interés de la par -
-
titura, aunque censuró su excesivo wagner ísmo y su ausencia de nacio-
nalismo,
- Eí Avapiés. Drama l írico en tres actos, con libreto de Tomás Borras. De
ambiente goyesco desarrolla la tragedia de los enamoramientos entre
majos, nobles y tonadilleras. La partitura, compuesta en colaboraci ón con
Á ngel Barrios, ofrece numerosos episodios espa ñolistas de inspiración
dieciochesca, y deja lugar a vistosas escenas corales y emotivos momen-
tos líricos como el coloquio amoroso final. La obra se estrenó con la opo-
sici ón de la empresa italiana del Teatro Real, reutilizá ndose un vestuario
de guardarrop ía de Carmen y con tan pocos ensayos que incluso no se
pudo ni leer el tercer acto. No obstante, la obra fue muy bien recibida por
el público, siendo protagonizada por Ofelia Nieto, María Gay, Carlos del
Pozo y la colaboración de la bailarina María Esparza , Se ofrecieron sólo
dos funciones, realizá ndose tres más al comienzo de la siguiente tempo-
rada.
- Fantochines . Ópera de cámara en un acto. El original libreto de
Tomás Borrás, con sólo tres personajes y varias figuras de guiñol, desa-
rrolla un sencillo enredo a la manera de la comedia dell ' arte, ambientada
en la Venecia del XV11I. La partitura fue escrita expresamente para la
compa ñía de ópera de cá mara que actuaba en el Teatro de la Comedia,
estrená ndose en noviembre de 1923, protagonizada por Á ngeles Ottein,
Armand Crabbé y Carlos del Pozo, que contaba con una pequeña orques-
ta formada por un quinteto de cuerda, piano, flauta y xilófono. La m úsi -
ca se enmarca en el estilo neoclásico, recurriendo a referencias historic!s-
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nández Shaw, uno de los libretistas más activos en la ópera espa ñola
-había escrito La vida breve de Falla o Colomba de Vives, entre otras-, que
le ofreci ó los textos de El final de Don Alvaro y de La tragedia del beso, pri -
meras ó peras de Conrado del Campo.
10. DEL CAMPO, Conrado. « Impresiones del autor». En: Revista musical , Bilbao, III, 1 {enero
19 H ), p- 9. Según se menciona en el art ículo estas « rá pidas notas sobre su obra » habían sido
enviadas a la Revista Musical Catalana ,
11 . DEL CAMPO, Conrado. « < I¡1 estreno de esta noche*. En: Eipnña Nim>ar 4-IIT-19T1 -
12. Joachim |FES&ERP Joaquín]- «Teatro Real: El final de Don Alvaro*. En: Eí Como, 5-HM 911 .
AN Á LISIS DE LAS PRIMERAS ÓPERAS DE CONRADO DEL CAMPO. .. 773
senta al conde don Luis que seduce a dos majas -la sensible Manola y la
tonadillera la Graciosa- rechazando a su prometida la Condesita; tras
varios enredos y confusi ones, el conde ofende a la Graciosa provocando
la ira del pueblo que se venga asaltando su palacio y mat á ndole, en un
trágico acto final. La partitura ofrece numerosos episodios espa ñol i stas
de inspiraci ón dieciochesca: una tonadilla a solo al comienzo, el d úo de
majas a ritmo de seguidillas, el fandango del candil en la taberna , una
zarabanda y tirana en la plaza de San Andrés, el vistoso cuadro popular
de la procesi ón de Minerva o la trá gica canci ón del Pecado Mortal del
final. El cambio estil í stico resulta bastante evidente, buscando una mayor
sencillez melódica y armónica y una orquestaci ón más ligera , con un len-
guaje de corte neoclásico. Aunque no podemos saber en que consistió la
colaboración entre Conrado del Campo y Angel Barrios, lo cierto es que
El Avapiés le abrió un mundo que hasta entonces sólo se intuía en algunos
detalles de sus obras, intensificando el espa ñolismo de su m úsica .
En definitiva, en las primeras óperas de Conrado del Campo se unen
de manera a veces dif ícil el estilo internacional que representaba el wag-
nerismo, clara alusión a las tradiciones románticas decimonónicas, y el
intento de crear una m úsica nacional Como comentaba Julio Gómez en
un artículo de 1945, en referencia a la ópera La malquerida . '
algún cr í tico haya visto en el maestro español una derivación del arte de Ricardo
Strauss, no ha sido, a nuestro parecer, exacto . Lo justo serfa considerar a ambos
compositores como corrientes paralelas que nacen del mismo manantial . Pero que
después se mezclan con muy diversas aportaciones que les hacen distinguirse
profundamente. Y en el nuestro, no será la menor, pese a las diferentes diferencias
que a un observador superficial pudieran engañarle, la influencia del arte claro y
mediterráneo de Ruperto Chapí , en el que es calidad preponderante que en
muchas ocasiones Llega a ser absorbente, la de una habilidad técnica Undante con
el prodigio, la de una perfecta i ma y transparente mano de obra , tan poderosa, que
llega a ocultar todo rastro de dificultad y esfuerzo.» 13
13. GóMEZ, Julio. «Conrado del Campo, compositor dramá tico: La malquerida » . En: Mfbtoi,
IJ , 15 ( 15- V Í J -1945), p. 5 .