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está bien con esos 4 Logos, suficiente.

Pero me
parece que ahora queda todo muy muy amontonado
en la franja de abajo.
Podés probar de achicarlos (los logos) y acomodarlos
a los 4 en el angulo izquierdo, o sea donde ahora
están los logos de los dos centros?
Porque tambien habría que agregar las direcciones
de contacto, aunque sea en chiquito, de los dos
centros y de la direccion de yahoo de las Jornadas.
Tal vez eso puede ir abajo de donde está la fecha y
ciudad.
Fijate please
Fernando

SIRUELA
Simulacros
El efecto Pigmalión: de Ovidio a Hitchcock
Victor I. Stoichita

Otras meninas.
La Biblioteca Azul / Serie menor. 9.
Rústica

Ver y no ver
La tematización de la mirada en la pintura impresionista
Victor I. Stoichita
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Semiótica, Marketing y Comunicación


Floch J.M.
Editorial: PAIDOS
ISBN: 8475098975

Jameson, Fredric (1989): Documentos de cultura, documentos de barbarie. Madrid:


Visor.
(1996): Teoría de la posmodernidad. Madrid: Trotta.
(1997): La postmodernidad y lo visual. Valencia: Eutopías.
Problemas de la representación del espacio y el tiempo en la imagen

El lenguaje de los nuevos medios de comunica


MANOVICH, L.
Editorial: PAIDOS
ISBN: 9501275639

Una filosofía de la fotografía


FLUSSER, VILÉM
Editorial: SINTESIS
ISBN: 84-7738-927-6

Filosofía del diseño


FLUSSER, VILÉM
Editorial: SINTESIS

COMUNICACION PARA DISEÑADORES


Autor: LEDESMA-LOPEZ

Editorial: UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

ISBN: 9789502907802

guadalquivir@proeme.com

1 Comunicacion para
x diseñadores
1 El diseño gráfico en el
x espacio social
Editorial Designio, SA de
CV
El juego del diseño, un acercamiento a sus reglas de

interpretación creativa

Román Esqueda Jugar depende de una condición necesaria: que existan

reglas.

Título Diseño, tipografía y lenguaje


ISBN/ISSN 9789685852203

Autor VV.AA
Editorial Editorial Designio

Vilém Flusser
fuente: http://confiaentusmaquinas.blogspot.com/

24/09/2010

Vilém Flusser es un filósofo, teórico de los medios, de origen checo,

que hizo de la imagen técnica y su función en la sociedad post-

industrial, de los aparatos y medios culturales de la comunicación,

desde la máquina fotográfica hasta el ordenador, su reflexión teórica

fundamental. De allí que su principal ocupación fuera, en el fondo, la

cultura de la imagen: nuestro futuro cultural inmediato. La imagen

actual es una “imagen técnica”, se dirá también

“imagen sintética” (E. Couchot), una superficie con significado que puede

ser trasladada de un

soporte a otro, que se aprende con una sola mirada y que es

generada por aparatos ya programados. No las hace más la mano

humana, como es el caso de las imágenes que las antecedieron

(pinturas, vitrales, tapices o mosaicos). Lo esencial que la caracteriza

es que a diferencia de éstas, la imagen técnica parece despreciar su

soporte material. La información, el mensaje no se pega a él como lo

hacía el óleo en la tela (pudiendo trasladar la imagen de un soporte

de vídeo, por ejemplo, a uno digital o electromagnético donde es

almacenado o proyectado) y, por lo m ismo, no posee ya más un

valor como objeto en sí sino como pura información, como un mapa

ordenador del mundo de las escenas que significa, “como un

sistema de símbolos bidimensionales capaz de significar escenas”,


dirá el teórico checo.

Al desistir de la realidad material, el hombre de la nueva sociedad ha

ido cambiando asimismo el sentido de posesión de los objetos, el

significado de conceptos como el de distribución o de propiedad de los

objetos que muestran las imágenes. La nueva “sociedad de la infor

mación” parece querer superar tales conceptos. Piensa que los “valores”

(estéticos, éticos o epistémicos) y la “realidad”, esto es, el “deber ser” y el

“ser” residen, de ahora en adelante, en el mundo de las imágenes. Y

únicamente quien pueda descifrar la imagen podrá ver a través de ella su

significado. El soporte material será siempre el “significante” y el mundo

de las escenas el “significado”, lo abstraído del mundo concreto. El mundo

de afuera servirá pronto sólo de pretexto, pues es la imagen, en definitiva,

la última realidad. Efectivamente, la imagen no es más simbolización de

un “afuera” sino materialización en el software o hardware por ejemplo,

de los productos de conceptos científicos. Una sociedad que viva, sienta,

se emocione, piense y actúe en función de filmes, de la tv, de vídeos, de

juegos electrónicos, fotografías u otras realidades virtuales, no pareciera

tener que descifrar más tales imágenes, que se leen en su superficie sin

necesidad de explicación o critica alguna; solo que verlas no es idéntico

a ver frescos etruscos o las cuevas de Altamira, ya que no significan el

entorno inmediato en que vivimos. Tales imágenes parecen ser síntomas

de un mundo, de situaciones significadas por las escenas de ese mundo

abstraído y bidimensional. Un dato del mundo, en donde el poder socio-

económico se ha ido trasladando, cada vez más, de los propietarios de los

objetos (materias primas, energías, máquinas) a los detentadores o

productores de la información, a los “programadores”. Donde el mundo


objetivo que pareciera ir en decadencia consigue hacer que el mundo

simbólico emerja como centro de interés existencial, haciéndonos olvidar

su carácter irreal para entregar nuestra fe y confianza a lo virtual como

sede última del valor y de lo real. Tal mundo es el que tendrá que modelar

la acción y la experiencia más íntima del hombre en el futuro. ¿Qué otro

empeño actual podría hacerlo? Y ¿por qué rechazarlo o criticarlo?

Descendiente de una erudita familia judía, Vilém Flusser nace en Praga el

12 de Mayo de 1920. En 1939 huye a Londres, emigrando un año

después, ya expatriado, a la emergente ciudad de Sao Paulo donde se

asentará por más tres décadas antes de buscar emigrar otra vez a

Europa. Paralelamente a sus estudios informales de filosofía y ciencias,

trabajó diez años como manager para una firma familiar, las industrias

radio -electrónicas Stabivolt de Brasil, donde permaneció hasta 1961, año

que da inicio a su actividad educadora, primero en casa, con un grupo

reducido de alumnos, enseñando filosofía del lenguaje y más tarde arte

dramático, cine y teoría de la comunicación en escuelas técnicas

superiores y en la Universidad de Sâo Paulo. Fue profesor visitante en

distintas universidades de Europa y Estados Unidos. Llamado también por

el gobierno brasileño a conformar el consejo de la Bienal de Arte de Sao

Paulo (1964). Partícipe de varias publicaciones en periódicos y revistas de

todo

el orbe, libros en portugués, alemán y francés, han sido éstas quienes se

han encargado en el último tiempo de difundir sus ideas más innovadora

en torno a una teoría de los medios o “comunicología” -como él la

enseñase. Una teoría que se ocupa de la transmisión, el almacenamiento

y la re-producción de la información, las formas y códigos como esto se


sucede desde las cuevas hasta la tecnología actual de la información,

haciendo suya también la crisis o la última revolución cultural en la que

se halla inmerso el hombre moderno, cercado de una marea de

indescifradas y fascinantes “imágenes técnicas” que no hacen sino

condicionar la experiencia, el sentir y el saber de la sociedad post-

industrial o pos-histórica. Donde pareciera no haber evento alguno allí

donde falta la imagen que lo cubra, informe o grabe.

“Por una filosofía de la fotografía” (1983) ha sido el texto clave que dio a

conocer a Flusser en Europa, un texto vertido a más de diez lenguas.

Flusser presenta allí esta relación del hombre con la imagen técnica, la

relación dialéctica entre “aparato y funcionario”. Pone énfasis en la

fotografía como un minuto de cambio en la cultura, de cesura entre la

vieja imagen tradicional y la nueva imagen técnica. Un cambio de

paradigma fundamental como lo fuera también el tránsito de la cultura

oral a la cultura escrita (E. Havelock, M. Mc-Luhan, W. Ong). Esa es la

tarea asignada hoy al pensamiento, y a ella dedicó Flusser su obra,

situando de antemano la razón última que dirige a la comunicación

humana: “El objetivo de la comunicación humana es hacernos olvidar el

contexto de insignificación en el que estamos totalmente solos e

incomunicados, es decir, aquel mundo en el que nos sentamos

condenados a la individualidad y a morir: el mundo de la naturaleza.”

Nuestro mundo vive desde y en ese mundo de las imágenes técnicas y la

escritura va perdiendo cada vez más en grosor y relevancia. El universo

de fotos, films, vídeos, pantallas de tv y terminales de computación

recogen hoy la función encargada otrora a los textos escritos, ellos han de

ser los soportes futuros de las informaciones más importantes para la


vida. La memoria ortopédica del hombre. Sus consecuencias son aún

desconocidas. El hombre ha comenzado a experimentar, conocer y valorar

el mundo ya no como texto unidimensional, procesual e histórico sino en

forma bidimensional, como superficie, como contexto, como escena. Y no

saber descifrarlo bien lo hace presa fácil de ese ritual mágico de su

fascinación inmediata. Y puesto que nuestra vida depende, a diferencia

del animal, mucho más de la información obtenida por el saber adquirido

en lugar del heredado genéticamente, la estructura del soporte de la

información es crucial y decisiva para nuestro modo de conocer, valorar y

actuar, lo que ha de provocar una mutación necesaria del pensar, un

cambio radical de nuestro inmediato ser en el mundo. Tal es lo que el

checo ha llamado la “cris is actual de la cultura”. Vilém Flusser muere el

27 de noviembre de 1991 en un accidente de tránsito, cerca de la frontera

checo-alemana. De sus textos, se han publicado ya algunas obras

escogidas en diez volúmenes: la Edition -Flusser, editada por Andreas

Müller-Pohle, en Göttingen: European Photography. Su legado, todavía en

plena revisión, se halla ubicado en el Archivo-Flusser de la Academia de

Arte para Medios, en la ciudad de Colonia, Alemania.

Breno Onetto

Siguiendo a Vilém Flusser


Fuente: http://unmundofeliz2.blogspot.com/2007/07/el-diseo-segun-vilm-flusser.html

consultado: 24/09/10

La acepción más en uso del término DISEÑO es la de signo, indicio,


presagio, designio... Vilém Flusser en su libro FILOSOFIA DEL DISEÑO
nos propone otra perspectiva. En inglés la palabra DESIGN como
sustantivo significa entre otras cosas: intención,
plan, propósito, meta, conspiración malévola, conjura, forma, estructura
fundamental... todo ello relacionado con ardid y malicia. Como verbo
significa: tramar algo, fingir, proyectar, bosquejar, conformar, proceder
estratégicamente...

Estos conceptos situan al diseñador como un conspirador malicioso, que se


dedica a tender trampas. Ya que el diseñador es quien obliga a la forma a
aparecer... es decir, de-forma las ideas, las manipula con la intención de
hacerlas visibles a los demás.

Esta tesis propone que “La cultura es embustera y también lo son sus
manifiestaciones”. La pregunta que se hace Vilém Flusser es: ¿a qué y a
quién engañamos cuando nos comprometemos con la cultura (técnica, arte
y diseño)? La respuesta parece lógica: “El diseño que constituye el
fundamento de toda cultura es engañar a la naturaleza precisamente por
medio de la cultura, superar a lo natural mediante lo artificial y construir
discursos y máquinas”.

Por fín ha llegado la hora de ser conscientes de la situación. En esta época


en que sobreabunda el diseño y hay una devaluación de todos los valores,
es cuando estamos dándonos cuenta de que toda cultura es un engaño, de
que somos embaucadores embaucados y de que cualquier compromiso con
la cultura desemboca en el autoengaño. Es cierto que podemos renunciar a
la verdad y a la autenticidad en pro de un mundo más bello, más perfecto y
mejor diseñado. Pero ¿acaso podemos y queremos renuncar a la
autoexpresión (aunque sea muy limitada)?.

Como seres pensantes tendemos a la afirmación: a la auto-afirmación


como individuos, o a la con-firmación como grupo. En este orden de cosas,
el diseño sería una manera de pensar con y para los demás, pero también
de autoafirmación, de pensarse y re-pensarse contínuamente frente a las
cosas y a los otros...

El hecho de diseñar es un acto filosófico. No se puede elegir una posición,


un punto de vista, sin manipular la situación. Esto no es nada nuevo, según
Paul Rand el trabajo de los diseñadores consiste en manipular palabras e
imágenes. Diseñar es una manera de pensar. Según Vilém Flusser “antes de
su articulación el pensamiento es virtualidad, es decir, nada. No se puede
pensar antes de hacer ciertos gestos. Tener ideas no escritas, no
expresadas, significa tener nada. Quien asegura que no consigue expresar
sus pensamientos está diciendo que no piensa.” Desde esta perspectiva el
diseñar es un compromiso ineludible que aumenta el territorio de lo
pensable. Es una respuesta a nuestra necesidad de expresión (de pensar la
forma y dar sentido a la realidad).

Proponemos imágenes como actos de pensamiento, ya confusos o claros,


directos o sutiles, críticos o condescendientes… y todos ellos fruto de la
necesidad de expresar lo que vemos, sentimos y compartimos con nuestros
semejantes.
SIGNOS PLASTICOS
http://www.uc.cl/sw_educ/textos/html/contenido/plastico.html

Ritos de compra e imágenes de marca


Autores: Antonio Caro Almela
Localización: DeSignis: Publicación de la Federación
Latinoamericana de Semiótica (FELS), ISSN 1578-4223, Nº. 9, 2006
(Ejemplar dedicado a: Mitos y ritos en las sociedades contemporáneas) ,
pags. 115-124
Resumen:
Este artículo describe y analiza los cambios que afectan a los
rituales de compra y venta y la interacción dialéctica entre vendedores y
compradores. El acento está puesto en las imágenes de marca y publicidad
que atraen al comprador. Se investiga el contexto donde los cambios tienen
lugar y la dimensión mágica festiva y ritual han caracterizado
tradicionalmente las situaciones de compra y venta.

La marca como mito


Antonio Caro Almela
Mitos: Actas del VII Congreso Internacional de la Asociación Española de
Semiótica (Investigaciones Semióticas VII) celebrado en la Universidad de
Zaragoza del 4 al 9 de noviembre de 1996 / coord. por Alberto Navarro
González, Juan Carlos Pueo Domínguez, Alfredo Saldaña Sagredo, Túa Blesa,
Vol. 1, 1998, ISBN 84-922916-3-X, pags. 683-689

2 de octubre de 2009

Publicado, en formato electrónico, por la Editorial Complutense el libro De la


mercancía al signo/mercancía. El capitalismo en la era del
hiperconsumismo y del desquiciamiento financiero, del que es editor el
profesor de la Universidad Complutense y miembro de la Junta Directiva de
AES, Antonio Caro Almela, y en que han participado, además, los
profesores Luis Enrique Alonso (UAM), Raúl Eguizábal (UCM), Gérard Imbert
(UCIII), actual Vicepresidente de AES, Marta Susana López (UNNE, Argentina)
y José Miguel Marinas (UCM).

Un análisis riguroso y esclarecedor del momento crítico que vive el capitalismo,


cuando una especulación financiera desquiciada, que está devorando a pasos
agigantados la economía productiva, coincide con un hiperconsumismo desenfrenado
que pone en peligro la supervivencia del planeta Tierra. Poniendo de relieve lo común que
existe en la base de ambos procesos: la sustitución de las realidades por sus signos,
los autores analizan sus repercusiones en los ámbitos de la política, la televisión, el
consumo y la producción material, la cual se transforma en insignificante cuando el valor
se concentra en el signo-marca (facilitando a su vez la falsificación desenfrenada de los
productos). Un libro de lectura obligada para entender las corrientes subterráneas que
atraviesan y explican la presente crisis capitalista.

El libro puede ser descargado en formato PDF al precio más bien


simbólico de 6 euros. El enlace es el siguiente:
http://www.editorialcomplutense.com/detalle_libro.php?id=671

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