Vous êtes sur la page 1sur 2

CAPÍTULO 2 ¿Cómo sabes que estás amando irracionalmente?

Se hace una analogía, que el autoengaño y la ignorancia son similares a los efectos
de un huracán, por el hecho de que todo puede parecer tranquilo porque todo se percibe de
una forma apacible y tranquila.

De forma que la mente puede considerar en alguna situación que normalizamos el


dolor y el sufrimiento, que no nos damos cuenta de que caemos en victimización de esto,

De forma que esto puede ocurrir también dentro de una relación “enfermiza”, donde
puede que exista violencia (de cualquier índole), y la persona lo hace una parte de su vida,
donde puede vivir con el autoengaño, pensando situaciones como: “Al menos tengo una
relación, y lo quiero, si no ya se hubiera acabado la relación”.

“El corazón tiene razones, que la razón no conoce”, se menciona en el texto, y estas
cuestiones a su vez, son formas en la cual, se va destruyendo la felicidad y la alegría,
pensando cómo podemos llegar a tener estos pensamientos y a insensibilizarnos soportando
del dolor y la monotonía.

Cuando se hace evidente la línea entre la duda, un combate entre la razón y la


emoción, tiene lugar, alimentar la idea de que no solo dentro de una relación han existido
momentos malos, si no también buenos, provocando si una confusión, que alimenta esta
esperanza.

A veces las relaciones se convierten en una justificación constante, donde se tiene


que esclarecer todo constantemente a algo evidente, el tiempo no hace que esto cambie, el
hablar de lo que no se habla o lo que debería hablarse, también puede referirse como una
forma de reclamos, el hecho de tratar de abrir la mente, es parte de una relación, si esto se
convierte en un esfuerzo entonces, esto ya va mal.

Un amor saludable, se basa en mantener el interés, basado en una convivencia


tranquila y razonable, mantener vivo el interés el uno por el otro, en esa relación que los
unió, y un valor que los debe de mantener como una dupla dentro de una relación debe de
ser la libertad, el hecho de disfruta su relación como par y como entes separados.

Jesús Alberto Herrera Rodríguez | #137224


Aunque es comprensible que a veces una relación nos da seguridad, refiriendo esta
seguridad algo que intentamos llenar en nuestra vida, como la soledad, o algún factor
económico.

“Tal como nos enseñó Epicúreo, la felicidad tiene que ver con los balances, no se
trata de mezquindad, sino de sabiduría”.

Tenemos que hacer caso de nuestros indicadores emocionales, cuando


sobrepasamos los límites del amor, y esos son tales como:

La depresión, desgano, la necesidad constante de con otras personas, ansiedad,


sentimiento de vacío, desear la separación, sentirse bien cuando no se está con la pareja, el
hecho de no disfrutar una relación sexual, sentirse humillada, sentir miedo, etc.

Hay que plantearnos nuestra felicidad, y la forma en la que estamos llevando una
relación afectiva, antes de llegar al autoengaño, en vez de vivir como dice esta frase:
"Mientras se espera vivir, la vida pasa"

¿Por qué nos cuesta tanto ponerle límites al amor?

Esto se establece porque de nueva cuenta, nos embarca en una lucha contra la razón
y la emoción, obviamente todas estas vivencias nos generan pensamientos, de los cuales
emanan acciones, y por lo tanto afecta al organismo, provocando estrés y enfermedades,

Contradecimos el principio del placer y de la realidad, y como es normal, debemos de


lograr un equilibrio entre estos dos lados, para tener tranquilidad, y sea “saludable”, si
nuestra mente se basa en una constante lucha (pensamientos negativos y creencias), no
tomaremos decisiones adecuadas en giro a esto.

Existen cuatro estiles de pensamiento:

Irracionales o mal adaptativos, que alteran nuestro desempeño afectivo normal, y nos
impiden poner límites en el amor

Idealizados, negativos frente a uno mismo, conformistas y catastróficos del futuro, estos
pensamientos hacen referencia a que vivimos en condiciones afectivas dañinas, que nos
impiden crecer como persona.

Jesús Alberto Herrera Rodríguez | #137224

Vous aimerez peut-être aussi