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Fútbol mediatizado

Serafín Ilvay

Casi todos los hombres


latinoamericanos se
consideran expertos en
fútbol…1

"El juego sucede dos veces –dice Juan Villoro- en la cancha y en la mente del público" 2
a lo que valdría añadir una tercera… en los medios de comunicación. Al igual que los
aficionados, los periodistas deportivos están atentos a cada detalle del partido, para
transmitirlo al mundo.

Tal es la presencia de los medios de comunicación en el fútbol, sobre todo la televisión


y la radio, que no es raro descubrir en los graderíos a fanáticos de uno u otro equipo,
que con un aparato portátil de televisión o de radio, siguen atentamente el desarrollo del
partido esperando atentamente los comentarios de aquello que él mismo está
presenciando en vivo y en directo. Luego, cuando regrese a su casa, esperará con
atención el resumen deportivo del noticiario de la noche y revivirá los sentimientos de
horas antes durante el partido. Buscará la estación de radio especializada en deportes,
sobretodo en fútbol y nuevamente escuchara los comentarios de los expertos, jugadores
o cuerpo técnico, además de las estadísticas y expectativas para la próxima jornada. Y
por último, este mismo hombre, al día siguiente comprará el periódico y lo primero que
leerá será la crónica deportiva, y si le queda tiempo e interés, recorrerá las demás
páginas…

Lo hasta aquí descrito, no es un caso excepcional, por el contrario, es muy común, tanto
que todos seguramente conocemos alguien así… y sino mire con atención a su
alrededor.

El sociólogo John B. Thompson al hablar de la naturaleza "del yo y la experiencia y la


vida cotidiana en un mundo mediático"3 da pautas para explicar estas situaciones o
fenómenos sociales.

"(…) con el desarrollo de la sociedades modernas, el proceso de formación del


yo se convierte en el más reflexivo e indefinido, en el sentido de que los
individuos recurren cada vez más a sus propios recursos para construir una
identidad coherente con ellos mismos. Al tiempo, el proceso de formación del
yo se nutre progresivamente de materiales simbólicos mediáticos, expandiendo
de manera espectacular el abanico de opciones disponibles a los individuos, y
relajando –sin destruir- la conexión entre la formación del yo y los lugares
compartidos."

1
Ruben G. Oliven y Arlet S. Damo. Fútbol y cultura, Enciclopedia Latinoamericana de
Sociocultura y Comunicación, Editorial Norma, Bogotá, 2001
2
Juan Villoro. Dios es redondo, Planeta, Bogotá, 2006
3
John B. Thompson. Los media y la modernidad: una teoría de los medios de
comunicación, Paidos, Barcelo 1998
En la experiencia ecuatoriana del nuevo siglo, la identidad del yo deportivo o futbolero,
que se ha construido en los últimos años se ha apoyado plenamente en los medios de
comunicación y en las grandes empresas que lo patrocinan. Periodistas deportivos
hacen notorias su posición y simpatía por tal o cual equipo, generalmente los más
tradicionales y de las ciudades más grandes, con lo que aportan para que la audiencia
vaya formando su identidad local o nacional. Y en los últimos años, a estas identidades
se suma una internacional dependiendo en dónde jueguen los futbolistas ecuatorianos
contratados en el extranjero.

Pero qué mismo es el fútbol además de un deporte, para que pueda genera tanto
movimiento de masas… para Fernando Carrión, arquitecto y cientista social
ecuatoriano, el fútbol es "un sistema de relaciones y representaciones, que produce una
integración simbólica de la población alrededor de los múltiples componentes que tiene,
produce o atrae; sea a partir de la práctica deportiva como de las esferas que le rodean
directa o indirectamente".4 Es así que desde muy pequeños los nuevos hinchas definirán
su pertenencia a una u otra bandera, sobre todo al equipo que más cobertura mediática
tenga, el que mejores resultados obtenga o mejor participaciones internacionales haya
tenido. A esto súmese el marketing que se difunde, como no, por lo medios de
comunicación.

Es así que "la proliferación de materiales mediáticos puede proveer a los individuos de
medios para explorar formas alternativas de vida de modo simbólico o imaginario"5.
Como consecuencia pueden aparecer las barras organizadas, que se identifican además
de con el equipo con alguna característica "militante como si fueran un ejercito
encargado de defender verbal y físicamente, si fuera preciso, la honra de la nación-club
de fútbol"6. También sucede que personas que durante su vida cotidiana son tranquilas,
el momento que visten o viven alguno de los símbolos (estar en el estadio, por ejemplo),
se transforman notablemente y al punto de ser otros totalmente diferentes (pasivos-
agresivos, tranquilos-extrovertidos, etc.).

El fútbol visto como un negocio es redondo, como la pelota con la que se juega los
partidos. "Estamos ante la forma más exitosa de vender zapatos y camisetas. Y esto no
es nada en comparación con otros negocios. Aunque todo falle y vaya cada vez pero, al
final siempre gana la televisión"7 Las identidades están reforzadas en los públicos, el
comercio y marketing está cada día más actualizados. Los equipos dejaron de ser
grupos deportivos y pasaron a ser empresas rentables y multimillonarias, para las que el
hincha organizará su vida diaria y mantendrá su fidelidad desde los productos existentes
o actividades sociales que organice el equipo.

Al final el hincha como buen latinoamericano es parte del sistema, tiene identidad y
sabe mucho sobre fútbol…. todo gracias a los medios de comunicación.

4
Fernando Carrión M. El fútbol como práctica de identificación colectiva, en Raúl Pérez
Torres (coord.) Área de candela. Fútbol y literatura, Biblioteca del fútbol ecuatoriano. tomo
1, FLACSO, Quito, 2006
5
op cit. Thompson (1998)
6
op cit. Oliven y Damo (2001)
7
op cit. Villoro (2006)

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