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EL CRACK DE 1929 Y LA GRAN DEPRESIÓN

El crack de 1929 y la crisis americana.

La crisis abierta por el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 inicia una larga y profunda
depresión, en 1932 la producción mundial es inferior en un 40% a la de 1929, los precios caen un
50% y en los países industriales hay cerca de 30 millones de parados.

La crisis bursátil tiene sus orígenes en la euforia especulativa de los años anteriores. A pesar de que
la prosperidad de muchas empresas empiezan a declinar, los beneficios se usan para especular en la
Bolsa. Allí, los corredores de bolsa facilitan a sus clientes préstamos. Esto permite que, desde 1926 a
1929, se dupliquen los prestamos y se mantenga el signo alcista de la Bolsa.

En la primavera de 1929 se produce un cambio de alza a la baja y las primeras ventas de acciones.
Las autoridades monetarias norteamericanas elevan la tasa de descuento. Repentinamente, estalla la
crisis el 24 de octubre de 1929. Se ponen a la venta 13 millones de acciones con una demanda nula y
el 29 de octubre otros 16 millones son puestos en venta. La Bolsa se hunde y la catástrofe prosigue
hasta 1932.

Grave crisis financiera y económica, causa una quiebra de bancos y empresas y abre una de las
crisis más profundas, extensas y duraderas del siglo XX.

La actividad económica de Estados Unidos sufre una brusca caída entre 1929 y 1932:

1º- La crisis bursátil se extiende al sector financiero. Los bancos incapaces de recuperar las sumas
prestadas quiebran.

2º- La quiebra bancaria paraliza el ahorro, el crédito y la inversión, lo cual reduce dramáticamente la
producción industrial y cerca de 110.000 empresas cierran sus puertas.

3º- La crisis industrial incrementa el paro. En 1932 hay 12 millones de parados en Estados Unidos,
cerca del 25% de la población activa.

La crisis adquiere terribles dimensiones sociales y políticas. La pobreza despierta fuertes críticas
contra un sistema económico capaz de pasar de la prosperidad a la pobreza.

La estrecha relación económica y financiera de Estados Unidos y el resto del mundo favorece la
rápida extensión de la crisis.

Las soluciones a la crisis.

Las primeras soluciones fueron las típicas recetas de liberalismo económico:

. Reducción de los gastos públicos

. Devolver la confianza defendiendo a la moneda, restringiendo el crédito

. Disminución de los salarios y de los gastos sociales

. Impulsando las exportaciones y reduciendo las importaciones


Esta política deflacionista, ahondó la recesión económica, el paro y el mundo se erizó de barreras
aduaneras.

Ante la envergadura de la crisis, políticos y economistas piensan que el capitalismo debe adaptarse a
soluciones nuevas. El economista británico John Maynard Keynes , quien defendía ya una
alternativa al liberalismo, que inspirará políticas económicas como la del New Deal en Estados
Unidos. Según él, la crisis había provocado el hundimiento de la demanda y era preciso una
intervención del Estado para restablecer el equilibrio entre la oferta y el consumo. El Estado debía
estimular la inversión y el empleo recurriendo al déficit presupuestario, elevando el poder adquisitivo
de la población mediante una política fiscal que redistribuyese las rentas y que a la vez reequilibrase
el déficit.

Estas ideas keynesianas, basadas en la intervención del Estado en el economía, inspiraron a las
políticas económicas de los países democráticos. En casi todos los países los gobiernos se vieron
forzados a intervenir para relanzar la economía y reabsorber el elevado número de parados mediante:

. Elevadas inversiones estatales en obras públicas.

. Intervención en casi todos los sectores de la economía: subvenciones a las empresas,


reglamentación de los precios, de los salarios y de la jornada laboral.

LA SOLUCIÓN KEYNESIANA: EL NEW DEAL EN ESTADOS UNIDOS.

En Estados Unidos, tras el fracaso de la administración republicana del liberalismo, el presidente


demócrata Franklin Delano Roosevelt anuncia el nuevo compromiso ( New Deal) para reactivar la
economía y reintegrar a la sociedad americana mediante una serie de medidas de intervención
estatal, tanto en materia económica como social.

Se adoptó una amplia serie de medidas dirigidas a los sectores básicos de la vida económica y social,
conocidas como el New Deal. Su propósito era salvarlo de la crisis.

• Política agraria. Poner fin a la ruina de los granjeros y a la caída de las rentas de los
agricultores, disminuyendo la producción y elevando los precios con dos tipos de acciones.

• Política de grandes obras públicas. Realzar la inversión y reabsorber a los parados.

• Política industrial. La colaboración de la administración federal con la industria privada para


favorecer la inversión y la demanda.

En 1934 los resultados de todas estas medidas eran : el paro aún ascendía aunque la actividad
económica se recuperaba.

Desde 1935 a 1938 Roosvelt impulsa un giro social al New Deal con la creación de un sistema
estatal de seguridad social, seguro de desempleo, de vejez de invalidez, etc. A pesar de haberse
alcanzado el nivel de producción de 1929, el consumo apenas sobrepasa el 10% y persistía el paro.
El relanzamiento de la actividad industrial sólo comenzó realmente con el rearme a partir de 1940.

Depresión en los Estados Unidos

Hacia fines de los años veinte, comenzaron a advertirse los primeros síntomas de estancamiento
económico: se frenaron la producción agrícola y la construcción pública y privada. Al mismo tiempo,
favorecidas por los créditos, las industrias producían bienes a un ritmo muy superior al de las
posibilidades de consumo de la mayoría de la población. Así, llego un momento en que las empresas
comenzaron a tener dificultades para vender sus productos.

El 29 de octubre de 1929, crecía una ola especulativa, que se reflejaba en especial en la compra de
acciones en la Bolsa de Wall Street. La cotización de las acciones subieron en forma espectacular,
dejando de guardar relación con la marcha de la economía real, en pocas horas fueron vendidas 13
millones de acciones y se evaporaron las ganancias. Cuando se difundió la noticia de los problemas
por los que atravesaba la industria, creció la desconfianza entre los inversores, que intentaron
recuperar los capitales invertidos en la Bolsa. Entre 1930 y 1932 de extendió un periodo que fue
conocido como la Gran Depresión. Durante esos años, en los Estados Unidos, los valores de las
acciones no cesaron de bajar; la recorrida de los inversores que pugnaban por vender sus acciones
provocó el crack o derrumbe de la Bolsa de Nueva York.

La crisis bursátil desencadeno una crisis económica en el sistema capitalista internacional de una
gravedad nunca experimentada hasta entonces, lo cual arrastró a bancos -ya que la gente retiró
rápido sus ahorros -, industrias y en general a todos los sectores económicos. La crisis también
afecto a los productores agrarios, que asistieron impotentes a la caída de los precios de su
producción y fueron incapaces de afrontar las deudas contraídas. La situación llevo a la quiebra a
numerosos bancos de alcance local y, por efecto de arrastre, a los más grandes. El espectáculo de
miles de depositantes pugnando por retirar su dinero hizo tomar conciencia de la gravedad de la
situación.

Las consecuencias sociales de la crisis golpearon en particular a los asalariados que, en cifras nunca
vistas antes, perdieron sus empleos, sus ahorros y muchos, también sus viviendas. Las largas colas
de desocupados en busca de alimento, o durmiendo en las calles cubiertos con cartones y papeles de
diario por todo abrigo, fueron una escena habitual de la primero década de 1930.

El presidente Herbert Hoover (1929-1933) cargo con el desprestigio de haber gobernado, sin éxito,
durante la crisis. Los refugios precarios donde vivían los desocupados eran conocidos como
Hoovervilles (pueblos), y los diarios con que se cubrían para mitigar el frío, como las “mantas
Hoover”.

Las repercusiones mundiales de la crisis

La crisis norteamericana pronto se transformo en mundial. Los países europeos se vieron


perjudicados por la suspensión de los créditos que recibían de los Estados Unidos, que además de
devolvió sus capitales. Esto actuó como detonante de las quiebras bancarias en varios países
europeos, como Alemania y Austria. Al mismo tiempo, los países que basaban su economía en la
exportación de alimentos y materias primas, como la Argentina, vieron caer en picada de sus
productos.

La vida de millones de personas se vio afectada por el fenómeno del desempleo: en 1932, un 30% de
la población de los Estados Unidos y un 45% de la de Alemania no tenía trabajo ni posibilidades de
conseguirlo en el mediano plazo.

Las soluciones no eran posibles dentro del marco de la economía liberal clásica, es decir, confiando
en la capacidad del mercado para restablecer el equilibrio. El economista británico John Maynard
Keynes fue uno de los teóricos que expuso con mayor firmeza su convicción de que, para que el
régimen capitalista sobreviviera, los estados debían diseñar políticas de control y planificación
económicas. Su modelo económico, que se generalizó después de la Segunda Guerra Mundial, tuvo
gran influencia sobre las nuevas políticas económicas.
Así, los estados optaron por intervenir en la economía, tendencia que se inauguro en los años treinta
e iría en aumento hasta los años ochenta: participaron en la generación de empleo, el control de
precios y salarios, la compra de productos agrícolas, el control monetario, los créditos a las industrias
y la política aduanera.

Si bien todos los países capitalistas adoptaron en mayor o menor medida la planificación económica,
el intervencionismo del Estado se entendió de manera diferente en los países democráticos y en los
países bajo regímenes totalitarios.

LA CRISIS DE 1929 Y LA GRAN DEPRESIÓN

La expansión económica de los años 20, que aceleró los cambios iniciados en el capitalismo del
último tercio del siglo XIX (racionalización , concentración, producción en masa) desembocó en la
crisis de 1929.

El crecimiento de la producción no se vio acompañado por un movimiento de inversión ni por un


aumento del poder adquisitivo de igual amplitud por parte de los asalariados. El comercio
internacional estuvo obstaculizado por los altos precios de los productos manufacturados que
contrastaban con el hundimiento de los precios de los productos agrícolas y las materias primas en
general.

EEUU se había convertido en el gran prestamista, (colocó en Europa entre 1.000 y 1.500 millones de
dólares anuales, 1/3 en Alemania, en el período 1924-1925); con este dinero Europa pagaba las
deudas contraídas con EEUU que seguidamente volvían a invertirse en Europa.

De 1921 a 1929 EEUU invirtieron 8500 millones de dólares en el extranjero y sus deudores
continuaban pidiendo préstamos para pagar los intereses de los préstamos anteriores. El flujo de los
capitales norteamericanos era la pieza clave de la economía mundial.

1. El crack de 1929.

La crisis económica de 1929-1932 se debió a un encadenamiento de causas, estallando con la


quiebra de la bolsa de Nueva York. Pero la crisis bursátil no es más que un eslabón de la cadena. La
catástrofe financiera originó un descenso de la actividad económica y de las inversiones de los EEUU

El crack de la bolsa de Nueva York se produjo el 24 de octubre de 1929, el jueves negro de Wall
Street;ponía fin a la etapa de prosperidad estadounidense que había abarcado el período 1920-29 y
dejaba de manifiesto los desequilibrios de dicha prosperidad consistentes en la baja continua de
precios después de la guerra y el alza de los precios industriales que habían dado lugar a tal
disminución del poder adquisitivo de los campesinos que en muchos casos debieron emigrar.

Tras la guerra, los precios de los productos manufacturados aumentaron como consecuencia de la
mayor productividad de la industria, lo que permitió elevar los salarios que permitían un aumento del
consumo. Estos beneficios serán utilizados para especular en la bolsa donde los corredores de bolsa
llegaban a prestar el dinero tomando como garantía los valores comprados. Este sistema funcionó sin
dificultades mientras la bolsa siguió su signo alcista, porque el comprador podía devolver el dinero
que le habían prestado y obtener beneficios, con lo que la especulación aumentaba. Pero la tasa de
interés de estos préstamos pronto superó los límites de lo razonable, haciendo difíciles o imposibles
los demás préstamos con fines más productivos.
De repente, en el otoño de 1929, cuando la euforia parecía general, los valores de Wall street
empezaron a bajar al aumentar las ventas de las acciones, con dos días (24 y 25 ) de verdadero
pánico en que las ofertas baten todos los records.

El descenso de la bolsa de N.Y. fue seguida de la crisis económica más profunda y más extensa de
los últimos tiempos por la reacción en cadena que provocó. Al bajar los valores de la bolsa el sector
bancario fue el primero en verse afectado, al retirarse los ahorros de los bancos ante el miedo a
perderlos; ante esta situación de pánico los bancos no pudieron hacer frente a la situación porque
tenían invertidos sus fondos a corto o medio plazo, por lo que no les quedó más remedio que la
suspensión de pagos o la quiebra. Por su parte, los bancos que resistieron se vieron faltos de
liquidez, por lo que restringieron la concesión de créditos, con lo que se hundió la inversión. El
retraimiento de la inversión trasladó la crisis del sector financiero al industrial y comercial.

2. La gran depresión. (1929-1932).

Como la producción industrial de EEUU estaba orientada en buena parte a la gran masa de
asalariados, consumidores durante la prosperidad, al disminuir la capacidad adquisitiva de estos en
su conjunto, al aumentar el paro, se contrajo la demanda y en las fábricas aumentaron los stoks sin
salida comercial. Ante esto comenzaron a bajar los precios.

La restricción del crédito y la falta de pedidos provocó a su vez la quiebra de gran número de
empresas y las reducciones de plantillas, con lo que el aumento del paro se agudizaba con la crisis.

Las repercusiones de la crisis en Europa se dejaron sentir rápidamente cuando fueron retirados los
capitales flotantes de EEUU que los repatriaba en un deseo de aumentar su liquidez.

La extensión de la crisis fue proporcional a la dependencia de las inversiones norteamericanas por


parte de cada país, siendo Alemania el más afectado.

3. Las salidas de la crisis.

Ante la intensidad de la crisis en cada uno de los Estados, se tomaron una serie de medidas para
superar los problemas.

El enfrentamiento de los intereses económicos de los diversos países tiene como consecuencia el
que se intensifique el proteccionismo y la devaluación de las monedas.

La intensificación del proteccionismo que se desarrollo principalmente a través de la elevación de las


tarifas aduaneras con el objeto de reducir las importaciones, provocará la crisis del comercio
internacional y , consecuentemente, la disminución de los vínculos económicos internacionales.

Las devaluaciones monetarias se realizan con el objeto de reactivar las exportaciones y dificultar las
importancionesal tiempo que colaboran en la subida de precios.

Una tendencia hacia la autarquía y el nacionalismo económico es evidente. Los países ricos (EEUU,
Francia e Inglaterra que disponen de grandes reservas de oro) pueden tomar medidas moderadas,
pues disponen, en su interior, o en las colonias, de un mercado amplio...que les permite subsistir sin
problemas. Los pobres (Alemania, Italia, Japón) se ven obligados a intensificar esa vía autárquica
aunque les resulte muy dura.
En Alemania , imitando a Francia se intentó limitar los gastos del Estado, aumentando los impuestos
indirectos, bloqueando o disminuyendo los salarios, reduciendo el subsidio de desempleo e
intentando bajar los precios. Todo un esfuerzo deflacionista que acabó en el fracaso.

Con la llegada de Hitler al poder (enero de 1933) se impone como objetivo la recuperación del trabajo
por los parados mediante la construcción de grandes obras públicas y en un programa de rearme y
remitalitarización.

EEUU , con Roosevelt, emprende una serie de reformas “New Deal” , propugnadas por Keynes, que
deja atrás las ineficaces medidas deflacionistas, poniéndose en práctica una economía dirigida. Para
paliar la crisis bancaria dio una moratoria y obligó a cerrar todos los bancos “insanos”; por otra parte,
se reduce la producción de excedentes agrarios por medio de subvenciones y se reorganiza la
planificación regional a gran escala. La reconstrucción de la industria se fomentó dando garantías a
los empresarios y fijando horarios máximos y salarios mínimos a los trabajadores.

En 1935 comienza la segunda fase del New Deal con una serie de reformas que pretenden fortalecer
la posición de los campesinos y de los trabajadores. Se intenta resolver el problema del paro
mediante un programa de construcciones financiadas con fondos públicos. Ser crea un seguro de
paro, invalidez y vejez.

A.- La Crisis de 1929 y la Gran Depresión.

1.- 1922-1929: de la expansión y la prosperidad a la crisis.

La expansión económica de los años 20 no hizo superar los problemas socioeconómicos y las
dificultades que van a ponerse de manifiesto en la Gran Depresión de los años 30.

La I Guerra Mundial fue la causa de que se rompiera el equilibrio económico de que se había gozado
hasta entonces. Este equilibrio se basaba en la convertibilidad del sistema monetario (cambio de
monedas por oro o por monedas extranjeras).

Las monedas de los países vencidos habían sufrido una fuerte depreciación, pero lo cierto es que
también se depreciaron las de otros países, incluso vencedores.

Los especuladores invierten en monedas devaluadas.

La situación en Europa era de ruina:

• Deudas y reparaciones de guerra.

• El centro de la actividad económica se había trasladado a Nueva York. Era una clara pérdida
de hegemonía del capital europeo.

Esto provocó la Crisis de 1921, que afectó fundamentalmente al U.K.

Paro.

Descenso de precios.

Los años siguientes a la I Guerra Mundial nos dan un panorama de depresión económica.
En 1922 se reúne una conferencia en Ginebra a petición del U.K., en la que no participan ni los
U.S.A. ni la U.R.S.S., cuyo fin era restablecer la convertibilidad de las monedas, pero no había
suficientes reservas de oro en Europa. Se buscó una solución intermedia. Además de esto, una
nueva conferencia en Londres en 1924 prevé la creación del llamado “Plan Dawes”, que consistía en
una revisión del pago de las reparaciones; se trataba de que Alemania pagara entre 1.000 y 2.500
millones de marcos/oro en función de su desarrollo económico, anualmente.

La garantía para que Alemania pagase eran los impuestos indirectos y los aranceles (impuestos de
aduanas).

Al mismo tiempo se crea una comisión germano-aliada que establece las cantidades de pago.

Este nuevo plan económico generó una rápida oleada de créditos americanos a Europa, permitiendo
la reactivación del mercado monetario y de la economía en general, iniciándose así los “Felices Años
2”, caracterizados por el fuerte desarrollo de industrias como el automóvil, la petroquímica, los
cauchos... También se caracteriza por el consumo y la producción.

El sistema económico de estos años se caracterizó por los siguientes puntos:

 La producción en serie (Tailorismo). Reducía los productos a modelos básicos y permitía la


fabricación en serie, más barata.

 Concentración industrial, fruto de la Segunda Revolución Industrial, que se pudo realizar gracias a
los beneficios de la producción en serie. Concentración de capital.

 Estimulación de consumo; publicidad y, sobretodo, ventas a plazos. Pero estas ventas a plazos
tenían una contrapartida: toda la economía, reposaba sobre créditos bancarios. Poco a poco el
consumismo iba sustituyendo al ahorro.

 Marginación de algunos sectores económicos, como la industria textil y el sector agrario. En lo que
se refiere al sector agrario los precios se mantuvieron bajos, en especial desde que se recuperaron
las tierras de la II Guerra Mundial, aumentando la producción.

Los “Felices 20” eran aparentemente una etapa de prosperidad inagotable, especialmente en los
U.S.A. Realmente esta prosperidad era sólo un aplazamiento, porque no se resolvían los problemas
de fondo. El crédito ya se extendía a los particulares y concretamente los U.S.A. se habían convertido
en el gran prestamista; unos 1.500 millones de dólares prestados a Europa, dinero utilizado para
devolver créditos de guerra a los mismo U.S.A.

Este flujo de capital americano era la clave de la economía mundial.

2.- El Crack de 1929.

La Crisis del 29 se debió a un encadenamiento de causas aún poco conocidas. La Crisis estalló con
el “Jueves Negro”, con el Crack de la Bolsa de Nueva York, aunque no fue más que un eslabón de
una larga cadena, ya que la catástrofe originó un descenso de la actividad económica y de las
inversiones de los U.S.A., lo que dio a la Crisis un matiz mundial.

La caída de la bolsa ponía de manifiesto toda la especulación de los años anteriores. Los agentes de
bolsa negociaban acciones a crédito.
Todo el sistema funcionaba bien mientras la bolsa daba beneficios porque se podían devolver los
créditos y el nivel de enriquecimiento era tal que se empezó a especular con terrenos en Florida.

En el otoño de 1929, cuando la euforia económica parecía general, los valores de la Bolsa de Wall St.
Comenzaron a bajar porque en muy pocos días se pusieron a la venta una gran cantidad de valores.

En un intento de explicar el Crack J.K.Galbraith da 5 causas ó 5 puntos débiles del sistema


económico del momento:

 Pésima distribución de la renta. El 5% de la población tenía las rentas más altas y realizaba un
gran consumo de bienes suntuarios (productos de lujo) que necesariamente estaban sometidos a
mayores fluctuaciones de consumo que los de primera necesidad.

 Deficiente organización de las sociedades. Las empresas americanas de los años 20 habían
abierto sus acciones a un número excepcionalmente amplio de inversores, incluidos timadores.
Además los holldings controlaban un gran número de compañías.

 Pésima estructura bancaria, muy frágil, existían más de 24.000 pequeños bancos, con reservas
muy pequeñas.

 Dudosa situación de la balanza de pagos. El gobierno de Hoover había aumentado el arancel, con
lo que las deudas de los países extranjeros no pudieron ser satisfechas, provocando la caída de las
exportaciones americanas.

 Míseros conocimientos de economía.

Manifestaciones de la crisis:

El descenso de la Bolsa de Wall St. Fue seguido por una crisis económica profunda que generó la
depresión más extensa de los últimos tiempos.

Las principales manifestaciones de la crisis fueron:

Quiebras comerciales y bancarias.

Descenso de los precios.

Paro, mendicidad, enfermedades, migraciones.

Éxodo campesino.

• Crisis moral generada por la ruina de algunos magnates y, sobre todo, por la gran masa de
campesinos y parados.

3.- La Gran Depresión:

En los años posteriores al Crack se reduce la producción industrial en un 50% y el paro alcanzó un
24% de la población activa. Todos los indicadores económicos señalaban una profunda crisis. El
comercio mundial se redujo en 2/3 (66%).
En Alemania los bancos dependían de los créditos estadounidenses. Al retirar los bancos americanos
sus créditos, los bancos alemanes intentan mantenerse con créditos franceses y británicos. De
produjo así un éxodo de depositantes, pero el sistema alemán se hundió y las empresas tuvieron que
vender sus productos a muy bajo precio. Subió el porcentaje de parados.

En el U.K., donde ya había una crisis anterior al Crack, el declive económico es menos brusco y el
gobierno inglés tuvo que abandonar quedando la libra sometida a la ley de la oferta y la demanda del
mercado monetario. La devaluación del 50% de la libra trajo la crisis a los lugares donde compraban
materias primas, (como Portugal...)

En Francia, que no estaba tan industrializada, sufrió menos. El franco era más fuerte y la industria
producía para el mercado nacional, pero las exportaciones descendieron. En torno al 1932 cuando se
multiplican las quiebras y aumenta el número de parados.

En Italia los efectos de la crisis (quiebra y paro) se viven entre 1931-1932

4.- Consecuencias de la crisis.

Son consecuencias de tipo global y general.

Político: En el orden internacional se recrudecen los nacionalismos. Se pierde la idea de ayuda


internacional y predomina la actitud de recelo e insolidaridad entre los estados.

En lo que se refiere al interior de los estados se abandonan los presupuestos liberales y se


establecen modelos que buscan la intervención del Estado (como única salida).

Demográficos: Se produce una detención y regresión del crecimiento de la población. Los


economistas relacionan expansión económica con expansión demográfica. Hay movimientos
migratorios. Paralización de los movimientos transoceánicos en los 30.

Ideológicas: El empobrecimiento es general, con lo que el incremento de los movimientos


obreros es significativo. En Europa, sobre todo en Francia y Alemania, hay un gran malestar
social. A pesar de las fuertes protestas obreras no hay acciones revolucionarias. La
conflictividad social se pone de manifiesto en marchas, batallas contra el sistema...
Separación definitiva de socialismo y comunismo, los socialistas tratan con el estado,
colaboran.

Intelectuales: Crisis de conciencia. Se desarrolla la “Generación Perdida” de escritores. Son realistas


y muy negativos. Tuvieron una gran repercusión en la sociedad.

Revisión del pensamiento económico: El principal pensador económico es J. M. Keynes, que


critica las teorías neoclásicas, el Liberalismo Económico tradicional (del siglo XIX). Pretende una
teoría nueva, intervencionista. El Estado tiene el papel de estabilizador, es decir, que debe minimizar
los efectos negativos de la crisis. Publica en 1936. Muere en 1946, pero sus teorías siguen en
práctica. Keynes opinaba que el nivel de empleo no depende sólo del salario, sino también de otras
variables como la capacidad de consumo, aumento de demanda...

Soluciones a la Crisis:

Las soluciones globales y particulares se tomaron inspirándose en las nuevas teorías económicas. El
objetivo básico era restablecer la tasa de beneficios de las empresas a base de aumentar la demanda
interior. En los sistemas democráticos se potenció la aparición de empresas públicas, constituyendo
esta práctica un precedente de la planificación económica posterior a la II Guerra Mundial. En los
gobiernos fascistas se tiende a la planificación centralizada y al autoabastecimiento, primando el
desarrollo de las obras públicas y el rearme. Tanto en un caso como en otro, el estado prestó ayuda a
las empresas, bien con subvenciones a fondo perdido, o bien con nacionalizaciones. Proteccionismo
y rearme

Liberalismo Económico y Político en el siglo XIX y principios del siglo XX

El liberalismo se había ido conformando como una corriente ideológica a partir de las ideas del
filósofo inglés John Locke (1632-1704) y de los franceses Montesquieu (1689-1755) y Jean Jacques
Rousseau (1712-1778). A mediados del siglo XIX, afirmaba los siguientes principios como los funda-
mentales que debían organizar la vida de los hombres en sociedad: el reconocimiento de que los
hombres son libres e iguales en derechos: a la vida a la libertad, a la seguridad, a la felicidad. y a la
propiedad privada, individual e ilimitada; la aceptación de queja autoridad del Estado se originaba en
el acuerdo o pacto que los integrantes de una sociedad realizaban entre í para poner límites a sus
propios derechos y asegurar la convivencia; la vigencia de un Estado de derecho limitado en su poder
y en sus funciones por la Constitución y las leyes- que protegen jurídicamente los derechos de los in-
dividuos: El liberalismo fuera ideología de los grupos burgueses cuyo poder social y económicó crecía
junto con el desarrollo del capitalismo industrial.

Desde mediados del siglo XIX, entre los liberales comenzó a desarrollarse un movimiento
democrático que, sin dejar de lado los principios del liberalismo, se propuso avanzar hacia un mayor
grado de igualitarismo en la organización política de las sociedades. Los liberales reformistas
comenzaron a proponer reformas en la organización política de sus sociedades con el objetivo de
permitir una mayor participación del conjunto de la población en la elección y en el ejercicio del
gobierno a través del sufragio universal.

Fue frente a este movimiento democrático que, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, comenzó a
afirmarse el conservadorismo. En las primeras décadas del siglo, los conservadores se diferenciaban
de los liberales afirmando que la monarquía, la organización eclesiástica, a familia, la propiedad
privada, el sistema de privilegios y las organizaciones eran instituciones divinas y que la autoridad
del Estado existía para defenderlas. Estas ideas expresaban, en esa época, los intereses de los
grupos privilegiados del antiguo régimen.

Más tarde, a medida que avanzaba el reformismo democrático, se consideró conservadores a los
grupos de la burguesía que se oponían al establecimiento del sufragio universal y a otras reformas
políticas que tendían hacia la democratización. Frente a este problema, los conservadores
justificaban su oposición afirmando que las mayorías sólo podían expresarla voluntad de los más
ignorantes pero en ningún caso la verdad.

La nueva organización política: los partidos políticos

Los integrantes de las clases poderosas de las sociedades tenían conciencia de la amenaza que
significaba la democratización política para el mantenimiento de su poder en la sociedad. Pero
advertían también que ya no iba a ser posible gobernar sin el consenso de la mayoría de la población.
Eran crecientes las demandas de participación de la pequeña burguesía y las clases medias, y cada
vez más fuerte la presión de los obreros, ejercida a través de huelgas y movilizaciones, para obtener
mejores condiciones de trabajo y de vida. Las clases poderosas recordaban que los movimientos
revolucionarios —como los de 1848 y, en el caso de Francia, el de la Comuna de París de 1871—
podían llegar a destruir completamente el orden social existente. Por estas razones, comenzaron a
incorporar —gradualmente— a la masa de la población en la toma de decisiones políticas, mediante
la extensión del sufragio universal.

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