Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Resumen:
Crédito al consumo. Repercusión de la ineficacia sobrevenida del contrato básico.Gratuidad de
la financiación. Y exclusividad de la relación entre proveedora de servicios y financieras.
SENTENCIA
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los señores al margen indicados, el
recurso de casación que con el n.º 1531/2006 ante la misma pende de resolución, interpuesto por la
representación procesal de Finanzia Banco de Crédito, S.A. aquí representada por el procurador D. Emilio
García Guillen contra la sentencia de 19 de mayo de 2006 dictada en grado de apelación, rollo n.º 861/2005
por la Audiencia Provincial de Barcelona, Sección 16 .ª, dimanante de procedimiento de juicio ordinario n.º
444/2003, seguido ante el Juzgado de Primera Instancia n.º 12 de Barcelona . Habiendo comparecido en
calidad de parte recurrida el procurador D. Jorge Luis de Miguel López en nombre y representación
Asociación de Consumidores y Usuarios de España, (ADICAE).
ANTECEDENTES DE HECHO
«Fallo.
»Que estimando parcialmente la demanda interpuesta por D.ª Anna Camps Herreros, en nombre y
representación de Asociación de Consumidores y Usuarios de España (ADICAE), contra N.D. de
Comunicaciones S.L. y Finanzia Banco de Crédito S.L., debo declarar y declaro:
»1) La resolución de los contratos de enseñanza concertados por los perjudicados que litigan en este
procedimiento asociados Adicae con N.D. de Comunicaciones, S.L. desde el 15 de enero de 2003, fecha en
que cerraron definitivamente sus puertas los centros de "Oxford English", en las Comunidades de Madrid,
Valencia y Cataluña, con exclusión de aquellos contratos ya finalizados en esa fecha (salvo error u omisión,
los que constan en el fundamento jurídico cuarto) y de aquellos contratos en que los perjudicados que litigan
hubieren dejado de abonar las cuotas antes de diciembre de 2002.
»2) La resolución de los contratos concertados por tales perjudicados con la demandada Finanzia
Banco de Crédito S.A. desde el 15 de enero de 2003, fecha en que cerraron definitivamente sus puertas los
centros de "Oxford English", en las Comunidades de Madrid, Valencia y Cataluña, con exclusión de aquellos
contratos ya finalizados en esa fecha (salvo error u omisión, los que constan en el fundamento jurídico
cuarto) y de aquellos contratos en que los perjudicados que litigan hubieren dejado de abonar las cuotas
antes de diciembre de 2002.
1
Centro de Documentación Judicial
»1) a N.D. de Comunicaciones S.L. a devolver a tales perjudicados, que, por ampliación del período
concedido para asistir a las clases, se trate de perjudicados que ya han pagado todo el precio, la parte
proporcional al tiempo que les restaba de los 24 meses contratados.
»2) a Finanzia Banco de Crédito S.A. a restituir a tales perjudicados las cantidades que haya
percibido con posterioridad al 15 de enero de 2003, fecha de cierre definitivo de los centros "Oxford English"
en las Comunidades de Madrid, Valencia y Cataluña, en relación con las mensualidades posteriores a dicha
fecha de cierre, más los intereses legales correspondientes desde la interpelación judicial.
»3) A Finanzia Banco de Crédito S.A. a paralizar la ejecución o la reclamación dineraria que pueda
estar ejercitando contra tales perjudicados, en relación con la financiación del curso de inglés concertado
con N.D. de Comunicación, S.L.
Todo ello sin hacer un pronunciamiento expreso en cuanto a costas procesales causadas, abonando
cada parte las causadas a su instancia y las comunes por mitad.»
La demandada Finanzia se opone a la demanda y discrepa, en primer lugar en cuanto a las fechas de
cierre de los centros de Oxford, puesto que estima que todos los relacionados con la presente demanda (los
de Madrid, Valencia y Cataluña) cerraron sus puertas en fecha 15 de enero de 2003. Seguidamente, alega
que ADICAE ha incluido en su reclamación algunos contratos, que ya habían finalizado al tiempo de
2
Centro de Documentación Judicial
producirse ese cierre y algunos otros que ya habían sido objeto de impago por los respectivos alumnos,
designando para acreditarlo los libros y archivos de las entidades domiciliatarias de los pagos designadas
por tales alumnos, y aportando certificación y liquidación de saldo deudor en relación con tales contratos ya
impagados. Asimismo, aduce que algunos de los contratos aportados por ADICAE están siendo objeto de
reclamación judicial en otros procedimientos, lo que revela mala fe por parte de aquélla, como es el caso del
contrato concertado por D. Abilio , objeto de reclamación en los autos 640/2003 seguidos ante el Juzgado
de Primera Instancia nº 18 de Valencia, por lo que entiende debía ser apreciada la Iitispendencia. Alega
también la demandada que, aunque peticiona la actora la resolución de los contratos de préstamo
concertados, los cuales niega estén vinculados a los concertados con Oxford la actora no ofrece la
devolución de las cantidades obtenidas a través de tales préstamos, ni tampoco la devolución del material
que fue entregado a los alumnos al concertar el curso, de lo cual entiende se derivaría un enriquecimiento
injusto. En cuanto a los concretos perjuicios sufridos por los alumnos, aduce la demandada que, por lo que
respecta a los alegados perjuicio educativos y formativos, dichos perjuicios no se han producido, porque, de
una parte, el bien financiado eran los materiales del curso de inglés, siendo las clases presenciales un
servicio prestado de modo gratuito por Oxford; de otra parte, la demanda sólo puede englobar a los
"consumidores" en sentido técnico-jurídico, no a aquéllos cuyo propósito de aprendizaje estuviese
relacionado con su actividad laboral o profesional. Por lo que respecta a los perjuicios sociales y
psicológicos, entiende no pueden atribuirse a la demandada, porque se limitó a financiar el curso. Y,
respecto de los perjuicios económicos, estima que sólo han intervenido en esta demanda los asociados a
ADICAE que financiaron el curso, y sólo ha incluido ADICAE unos pocos contratos concertados con otras
entidades (Caja Madrid y Ficonsum), por lo que pueden existir más contratos concertados con otras
entidades distintas y que no se han asociado a ADICAE. Añade que la actora ha errado en la fijación de las
bases para la liquidación de los daños y perjuicios que afirma sufridos. Se opone, asimismo, a la acción
ejercitada que consiste en la cesación de la práctica bancaria de utilizar la concesión de préstamos a través
de acuerdos marco con los establecimientos comerciales, porque estima no esta prohibido por la Ley. En
todo caso, considera la demandada Finanzia que no resulta de aplicación al presente caso la Ley 7/1995,
de 23 de marzo, de Crédito al Consumo (LCC), de manera que la ineficacia del contrato concertado con
Oxford no se extiende a Financia porque: 1) no todos los alumnos reúnen la cualidad de "consumidores",
conforme exige el art. 1 de la citada ley ; 2) los contratos son gratuitos y, por tanto, están excluidos por
aplicación del art. 2.1.d) de dicha ley, y 3 ) no son contratos vinculados, conforme a lo dispuesto en el art.15
del citado texto legal - en la redacción anterior a la dada por la Ley 62/2003, de 30 de diciembre -, ya que no
existía acuerdo previo concertado en exclusiva con Oxford. Por lo tanto, estima que el régimen jurídico
aplicable a estos contratos es el previsto en los arts. 311 y siguientes del Código de Comercio , reguladores
del préstamo mercantil (C de co) y, subsidiariamente, en los arts.1740 y siguientes del Código Civil (CC ),
reguladores del préstamo civil, puesto que todos los alumnos incluidos en la demanda de ADICAE
suscribieron un contrato de préstamo, solicitaron que fuese destinado a la financiación del curso de inglés y
quedó estipulado que la cantidad entregada por la demandada en tal concepto lo fuese directamente a.
Oxford A continuación, Finanzia se opone expresamente a la resolución del contrato de préstamo, una vez
ha sido entregado el capital prestado, de forma que sólo se genera la obligación unilateral del prestatario (el
alumno) de devolver la suma prestada. En cuanto a la consideración de ciertas cláusulas de los contratos
como abusivas, sostiene la legalidad de los llamados contratos de adhesión y estima no cabe asociar
contrato de adhesión con contrato con cláusulas abusivas, sino que, para calificarlas así, deben perjudicar
de forma desproporcionada al consumidor y entrañar un desequilibrio entre los derechos y las obligaciones
de las partes, sin poder ser eludidas por aquél a la hora de contratar, aparte de que se trata de un contrato
de préstamo. Y negada la aplicación a los contratos concertados de la LCC, estima que les son de
aplicación las disposiciones previstas en la Ley 26/1991, de 21 de noviembre, sobre Contratos celebrados
fuera de los establecimientos mercantiles, figurando en ellos la posibilidad de revocación del contrato en el
plazo de los siete días siguientes, mediante el envío del documento de revocación, y no siendo anulables
conforme a dicha ley, porque ninguna actividad en ese sentido han desarrollado los asociados a ADICAE
hasta que tuvo lugar la declaración de quiebra de Oxford; en su caso, de ser anulables, deberían los
alumnos asociados a la actora devolver a la demandada prestamista las cantidades que les entregó (art.
1303 CC ), para evitar así un enriquecimiento injusto por su parte, que se produciría también por la falta de
devolución del material, en caso de tratarse de contratos vinculados. En todo caso, la resolución peticionada
por la actora de los contratos, presupone, según la demandada, la previa validez de los mismos. Añade la
demandada que procedió voluntariamente a tramitar la baja en los ficheros del ASNEF de los prestatarios
que ya eran deudores en enero de 2003 (fecha de cierre), para evitar hipotéticos perjuicios. Señala,
además, que ha existido mala fe por parte de Oxford al dirigir cartas a los alumnos comunicando el cierre de
los centros y vinculando los contratos, advirtiéndoles de que no tenían que pagar el crédito, e incluyendo en
la relación de acreedores un crédito de Finanzia por importe de 1.429.102'53 euros, cuando el Comisario de
la quiebra de Oxford no incluyó, por el contrario, dicho crédito en el estado de acreedores, tras examinar la
realidad contable de Oxford. Finalmente, sostiene que ha actuado de buena fe.
3
Centro de Documentación Judicial
La demandada Caja Madrid se opone a la demanda, partiendo de que, la gran mayoría de los
contratos aportados por ADICAE han sido concertados con las codemandadas, puesto que con ella sólo
constan concertados dos contratos (nº NUM000 y nº NUM001 ), que lo fueron libremente por los alumnos, lo
que revela que no hubo exclusividad, no tratándose de contratos vinculados, aparte de ser contratos
gratuitos, por lo que la posible ineficacia del contrato de servicios no debe conllevar la de los contratos
concertados con ella. Añade que no es extensible a este procedimiento la actitud que hayan podido adoptar
otras entidades bancarias en otros pleitos. En cuanto al Registro de Morosos, procedió en su momento a
hacer desaparecer la presencia del único alumno asociado que figuraba en ASNEFF-EQUIFAX. Por
consiguiente, estima inaplicable la LCC.
»Tercero.- La primera cuestión a examinar será, pues, la determinación de cuál fue la fecha de cierre
efectivo de los centros de Oxford sitos en las Comunidades de Madrid, Valencia y Cataluña, puesto que
Finanzia sostiene que los de Madrid no cerraron sus puertas en julio de 2002, sino el 15 de enero de 2003.
AI respecto, revisada la documentación aportada, se estima que debe tenerse como efectiva fecha de cierre
definitivo de los centros, tanto en las Comunidades de Valencia y Cataluña, como en la de Madrid, la de 15
de enero de 2003, tal y como resulta, no sólo del ejemplar del periódico gratuito "Metro" aportado con la
demanda inicial (doc. nº 24), sino también de las cartas que envió el Liquidador de Oxford a alumnos de
centros sitos en Madrid, comunicando que "a partir de esta fecha", 15 de enero de 2003, no podrán seguir
prestando "el servicio de clases por causas económicas, al retirarnos el soporte financiero el banco con el
que hemos estando desarrollando desde el inicio nuestro proyecto", como es de ver, por ejemplo, de los
contratos aportados como números NUM002 , NUM003 , NUM004 , NUM005 , NUM006 , NUM007 ,
NUM008 , NUM009 , NUM010 ó NUM011 . Incluso, según resulta del contrato señalado como número
NUM012 , la alumna de uno de los centros de Madrid, Dña. Sacramento , dirigió burofax de fecha 23 de
enero de 2003 a Oxford por el que Ie comunicaba "la resolución del contrato que tengo suscrito con Vds.
para la realización de un curso de inglés. Esta resolución se debe a su incumplimiento del contrato, ya que
como es sabido, desde el pasado 14 de Enero del presente año Vds. han cerrado sus centros y dejado de
impartir el curso a que venían obIigados". Ello con independencia de que, según resulta de los documentos
nº 2 a 7 de la demanda inicial, se advierte que Oxford venía teniendo ya problemas desde el año 2002,
puesto que la resolución que ahora se peticiona se funda en el cierre definitivo de Ios centros.
»Cuarto.- La segunda cuestión a examinar consiste en verificar si, como se alega, algunos contratos
de los aportados habían ya finalizado cuando tuvo lugar el cierre de los centros de enseñanza, puesto que,
de ser así, es lógico que los alumnos correspondientes no ostentaran derecho alguno a reclamar por causa
de dicho cierre, ya que habrían tenido la oportunidad de completar su formación. En ese sentido, puesto que
es un hecho indiscutido que la duración del contrato era de 24 meses, revisados los contratos aportados,
cabe concluir que, salvo error u omisión, se encuentran en dicha situación -haber finalizado totalmente en
fecha 15 de enero de 2003- los contratos aportados con la demanda inicial señalados como números
NUM013 , concertado en Madrid en fecha 11 de septiembre de 2000, NUM014 , concertado en Madrid el 9
de octubre de 2000, el NUM015 , concertado en Valencia el 6 de noviembre de 2000, y el NUM016 ,
concertado en Badalona (Barcelona) el 20 de octubre de 2000. Otros contratos, por el contrario, no son
incluibles, como es el caso del número NUM017 , concertado en Valencia el 12 de septiembre de 2000 por
Dña. Natividad , pero a quien Ie fue concedido un aplazamiento para dar comienzo al curso hasta el 1 de
marzo de 2002.
»Quinto.- En cuanto a los contratos que ya habían sido objeto de impago por parte de los alumnos
cuando se produjo el cierre de los centros, según prevé el art. 1124 Código Civil , la "facultad de resolver las
obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no cumpliere
lo que Ie incumbe". Y, según la Jurisprudencia tiene establecido (v. gr. STS 21-3-1986 ), sólo puede
prosperar la acción resolutoria, cuando concurren los requisitos siguientes: 1º) La existencia de un vínculo
contractual vigente entre las partes. 2º) La reciprocidad de las prestaciones estipuladas en el mismo, así
como su exigibilidad. 3º) Que una de las partes haya incumplido de forma grave las que Ie incumbían,
apreciación que es de libre arbitrio del Tribunal. 4º) Que semejante resultado se haya producido como
consecuencia de una conducta obstativa del demandado, que de un modo absoluto, indubitado, definitivo e
irreparable, la origine, la que puede acreditarse ante una actividad o pasividad del incumplidor frente a los
requerimientos de la otra parte contratante. 5º) Que quien ejercite esta acción no haya incumplido las
obligaciones que Ie concernían, salvo si ello ocurriera como consecuencia del incumplimiento anterior del
otro, que lo libera de su compromiso.
En su virtud, si alguno de los alumnos había dejado ya de pagar el curso de inglés cuando se produjo
el referido cierre definitivo, no habría, pues, cumplido con su obligación de pago del precio, en este caso
aplazado, porque todos los contratos aportados por ADICAE van referidos a alumnos que financiaron el
pago del precio. En tal sentido, puesto que la resolución sólo puede solicitarla con éxito quien ha cumplido,
4
Centro de Documentación Judicial
a su vez, con su obligación, podría pensarse que ninguno de los alumnos que había ya dejado de abonar el
precio al tiempo de acaecer el cierre de los centros tendría derecho a la resolución del contrato.
En cualquier caso, los alumnos señalados no han acreditado, conforme impone el art. 217 LEC sobre
carga de la prueba de un hecho por quien lo alega, haber efectuado el pago del precio, a fin de contradecir
la información obrante en autos.
»Sexto.- Respecto de los contratos que, según Finanzia, están siendo ya objeto de reclamación en
otros procedimientos, la citada demandada se ha limitado a hacer dicha alegación en su escrito de
contestación al de intervención de terceros, dejando designados a efectos probatorios, por ejemplo, los
autos nº 640/2003, seguidos ante el Juzgado de Primera Instancia n.º 18 de Valencia. Sin embargo,
conforme impone el art. 217 LEC a quien alega un hecho, la demandada no ha acreditado tal hecho
alegado, puesto que no aportó ya con su contestación el testimonio de esas actuaciones a las que hacía
mención, como documento fundamental que era al efecto.
Por lo tanto, no hay constancia de que los alumnos que, asociados en ADICAE, intervienen en este
procedimiento como demandantes, estén efectuando reclamaciones paralelas en otros procedimientos
judiciales.
»Séptimo.- Sentado lo anterior, procede abordar la cuestión que constituye la principal causa de
oposición de las demandadas: la vinculación o no del contrato concertado por los alumnos con Oxford con
el contrato a través del cual los alumnos financiaron el curso de inglés.
5
Centro de Documentación Judicial
Además, señala Finanzia que no todos los alumnos reúnen la cualidad de "consumidores" en sentido
jurídico, según exige el art. 1 LCC , al disponer, cuando regula su ámbito de aplicación, lo siguiente: "1. La
presente ley se aplicará a los contratos en que una persona física o jurídica en el ejercicio de su actividad,
profesión u oficio, en adelante empresario, concede o se compromete a conceder a un consumidor un
crédito bajo la forma de pago aplazado, préstamo, apertura de crédito o cualquier medio equivalente de
financiación, para satisfacer necesidades personales al margen de su actividad empresarial o profesional. 2.
A los efectos de esta ley se entenderá por consumidor a la persona física que, en las relaciones
contractuales que en ella regulan, actúa con un propósito ajeno a su actividad empresarial o profesional. 3.
No se considerarán contratos de créditos los que consistan en la prestación de servicios, privados o
públicos, con carácter de continuidad, y en los que asista al consumidor el derecho a pagar tales servicios a
plazos durante el período de su duración.
Se precisa, pues, para que pueda hablarse de "consumidor", que la persona física actúe con un
propósito ajeno a su actividad empresarial o profesional. Empero, a partir de los contratos aportados, se
estima no es posible conocer cuando el propósito del alumno es ajeno a su actividad profesional o
empresarial y cuando no lo es, por más que ADICAE afirme que muchos de los alumnos han sufrido
perjuicios educativos y formativos, por ser el aprendizaje del idioma inglés una necesidad laboral o
profesional. En todo caso, a tenor del principio general sobre carga de la prueba (art. 217 LEC ),
correspondería a la parte demandada acreditar ese propósito, el cual, además, no resulta incompatible con
la idea generalizada de que es útil a todos los niveles, incluido el profesional, aprender una lengua
extranjera (inglés, francés, etc.); y aparte de que, de ser un requisito exigido laboral o profesionalmente por
la empresa, es también usual que las empresas sufraguen o subvencionen el aprendizaje, lo cual no ha
tenido lugar en este caso. Así cabe inferirlo de la declaración testifical de la Sra. Otilia , cuando manifestó
que, en la empresa en la cual trabaja, hubo dos personas afectadas por el caso "Opening", y que la
empresa subvencionaba el curso, habiendo contratado ella con Oxford porque pensaba que era una
academia "de barrio".
Fundan también las demandadas su oposición a calificar los contratos como vinculados, en la falta de
cumplimiento del requisito de la exclusividad. En ese sentido, el art.14.2 LCC prevé que "la ineficacia del
contrato, cuyo objeto sea la satisfacción de una necesidad de consumo, determinará también la ineficacia
del contrato expresamente destinado a su financiación, cuando concurran las circunstancias previstas en los
párrafos a), b) y c) del apartado 1 del artículo 15 , con los efectos previstos en el artículo 9 ". En concreto,
dispone el art.15 LCC , en su redacción anterior a la Ley 6212003 , lo siguiente: "1. EI consumidor, además
de poder ejercitar los derechos que Ie correspondan frente al proveedor de los bienes o servicios adquiridos
mediante un contrato de crédito, podrá ejercitar esos mismos derechos frente al empresario que hubiera
concedido el crédito, siempre que concurran todos los requisitos siguientes:
a) Que el consumidor, para la adquisición de los bienes o servicios, haya concertado un contrato de
concesión de crédito con un empresario distinto del proveedor de aquéllos.
b) Que entre el concedente del crédito y el proveedor de los bienes o servicios exista un acuerdo
6
Centro de Documentación Judicial
previo, concertado en exclusiva, en virtud del cual aquél ofrecerá crédito a los clientes del proveedor para la
adquisición de los bienes o servicios de éste.
EI consumidor dispondrá de la opción de concertar el contrato de crédito con otro concedente distinto
al que está vinculado el proveedor de los bienes y servicios en virtud de acuerdo previo.
En consecuencia, para que el consumidor pueda ejercitar los derechos que Ie correspondan, no sólo
frente al proveedor de bienes y servicios adquiridos mediante un contrato de crédito (Oxford), sino también
frente al empresario que hubiera concedido el crédito (Ias codemandadas), el párrafo b) exige que "entre el
concedente del crédito y el proveedor de los bienes o servicios exista un acuerdo previo, concertado en
exclusiva, en virtud del cual aquél ofrecerá crédito a los clientes del proveedor para la adquisición de los
bienes o servicios de éste".
En este caso, a tenor de la documentación aportada con la demanda, se aprecia que la inmensa
mayoría de los contratos de financiación fueron suscritos con la demandada Finanzia y sólo unos pocos con
la demandada Caja Madrid (los contratos números NUM001 y NUM000 ), por lo que, de hecho, casi podría
hablarse de exclusividad con respecto a Finanzia (de un total de 450 contratos, una vez deducidos los
contratos concertados con Caja Madrid(2) y los concertados con Ficonsum (2), frente a quien la actora
renunció, 446 contratos lo fueron con Finanzia). Aparte lo anterior, en la gran mayoría de los contratos
concertados por los alumnos con Oxford, en el epígrafe referido a la forma de pago, consta sólo el nombre
de "Finanzia" -en algunos consta también "Finanzia/Finconsum"-, aunque tal referencia vaya seguida de
puntos suspensivos, como si se diera otra opción al contratante, pese a que, curiosamente, se domicilian los
pagos del precio aplazado en entidades bancarias diferentes (por ejemplo, contratos número NUM018 (La
Caixa), NUM027 (Caja Madrid), NUM028 (Caja Sur), etc.
De otra parte, la demandada Finanzia alega que bien pudiera haber sido concertados otros contratos
similares con otras entidades, distintas de Caja Madrid y Finconsum, de forma que esa nota de
"exclusividad", que cabe ya presumir de que la inmensa mayoría de los contratos lo fueran con Oxford,
quedaría, en cierto modo, desdibujada. Sin embargo, la prueba de la existencia de esos presuntos contratos
concertados con otras entidades corresponde a la propia demandada, quien ha podido utilizar como medio
probatorio al efecto de dicha alegación (art. 217 LEC ) el requerimiento a esas supuestas entidades
bancarias para que aportasen al procedimiento los datos oportunos en ese sentido, lo cual no ha verificado.
Lo expuesto queda acreditado también a partir de la prueba practicada durante el juicio. En tal
sentido, los testigos, quienes habían contratado con Finanzia, manifestaron que no les ofrecieron la
posibilidad de pago del curso en efectivo, ni les dieron a escoger la entidad, así como que los empleados de
Oxford no les pidieron la aportación de documentación alguna para acreditar su solvencia, si bien el legal
representante de Caja Madrid declaró que ellos sí pedían la aportación de la nómina y el D.N.I., y el legal
representante de Finanzia manifestó que no pedían acreditación de solvencia por razones de política
económica de asunción de riesgos, aunque consultaran, a veces, en las bases de datos de impagados, por
tratarse de importes pequeños, a lo cual cabría reconvenir que ello cierto, pero que los importes pequeños
eran muchos, porque muchos eran los contratos que se firmaban, lo cual entraña un riesgo de pérdidas
importantes para la entidad financiera. En concreto, la testigo Doña. Otilia manifestó que no Ie informaron
7
Centro de Documentación Judicial
de que existiera opción con otros bancos, ni de que fuese posible el pago en efectivo, ni Ie entregaron copia
del contrato concertado con Finanzia, ni Ie preguntaron lo que cobraba, y que pensaba que firmaba la
domiciliación de los pagos en su banco; la testigo Sra. Bibiana manifestó que le dijeron que el precio era a
pagar en 24 meses, pero no Ie ofrecieron el pago en efectivo, ni Ie dijeron que el pago era a través de un
crédito, así como que no Ie dieron a escoger entidad, que no firmó contrato de financiación, del cual no Ie
dieron copia, sino sólo un contrato con la academia de inglés, y que Ie preguntaron únicamente si trabajaba,
sin pedir acreditación documental; por su parte, el testigo Sr. Epifanio manifestó que le dijeron que
trabajaban con Finanzia, que no se habló de pago en efectivo y que tampoco le pidieron documentación,
aunque sí Ie preguntaron en qué trabajaba y si estaba fijo; el testigo Sr. Ambrosio manifestó que no Ie
informaron de la modalidad de pago, ni del crédito, el cual no habría precisado, y tampoco dio datos de su
trabajo, ni entregó documentación alguna.
En definitiva, se estima que es aplicable, al menos a los contratos concertados con Finanzia, la LCC,
por cuanto que se cumplen las condiciones o requisitos que la misma contemplaba, incluso, con anterioridad
a la Ley 62/2003 , en cuya virtud la redacción del art. 15 b) ha quedado del modo siguiente: "Que entre el
concedente del crédito y el proveedor de los bienes o servicios, salvo que se trate de aquellos previstos en
el párrafo siguiente de la presente letra, exista un acuerdo previo, concertado en exclusiva, en virtud del
cual aquél ofrecerá crédito a los clientes del proveedor para la adquisición de los bienes o servicios de éste.
En el caso de que se provean servicios de tracto sucesivo y prestación continuada, que entre el
concedente del crédito y el proveedor de los mismos exista un acuerdo previo en virtud del cual aquél
ofrecerá crédito a los clientes del proveedor para la adquisición de los servicios de éste.
EI consumidor dispondrá de la opción de concertar el contrato de crédito con otro concedente distinto
al que está vinculado el proveedor de los bienes y servicios en virtud de acuerdo previo".
De hecho, el dato de que la inmensa mayoría de los contratos fuesen concertados con Finanzia y
sólo unos pocos con Caja Madrid -o con Finconsum-, se estima sirve para salvar el obstáculo que, se
reconoce, supone el dato de que no todos los contratos de financiación fueron concertados con aquella
entidad. Empero, en la nueva redacción del art. 15 LCC , al igual que en la anterior, se dispone que el
"consumidor dispondrá de la opción de concertar el contrato de crédito con otro concedente distinto al que
está vinculado el proveedor de los bienes y servicios en virtud de acuerdo previo", por lo que, dado que
tampoco cabe atribuir a la ligera una actividad fraudulenta realizada de consuno por todas las demandadas,
con la finalidad de burlar la aplicación de la ley, ni tampoco que se coaccionara a los ahora perjudicados por
el cierre de Oxford para que financiaran la operación con Finanzia y no con otra entidad, lo más lógico se
estima es pensar que, en esos escasos supuestos en que se financió con otras entidades, fue porque así lo
querrían las partes y lo pedirían expresamente, concertando la financiación con Finanzia a falta de
manifestación en contrario.
Establecida la vinculación de los contratos concertados entre Oxford y Finanzia -los concertados con
Caja Madrid pueden entenderse comprendidos en la opción reconocida al consumidor-, resulta, pues, de
aplicación a los mismos la LCC, sin que sea obstáculo de lo expuesto el hecho de que la demanda Oxford
no haya comparecido en el procedimiento y no haya asistido siquiera al acto del juicio, a fin de responder a
las preguntas del interrogatorio que la actora y Finanzia pretendían formularle, sin que se estime procedente
aplicar en este caso lo dispuesto en el art. 304 LEC acerca de la admisión tácita de los hechos perjudiciales
en los que haya intervenido, siendo notorio está inmersa en un procedimiento concursal.
Pues bien, la actora, con apoyo en el incumplimiento de los contratos de enseñanza por parte de
Oxford y en la vinculación de los contratos de financiación concertados con Finanzia, en aplicación de lo
dispuesto en el art. 14.2 LCC , peticiona la resolución de ambos contratos. En ese sentido, dispone lo
siguiente el art. 14.2 LCC : "La ineficacia del contrato, cuyo objeto sea la satisfacción de una necesidad de
consumo, determinará también la ineficacia del contrato expresamente destinado a su financiación, cuando
8
Centro de Documentación Judicial
concurran las circunstancias previstas en los párr. a), b) y c) apartado 1 art. 15 , con los efectos previstos en
el art. 9 ".
Para examinar la procedencia o no de la resolución de los contratos, a raíz del cierre de los centros
de Oxford, se considera debe partirse de que el curso de inglés contratado consistía, no en la mera compra
de un material didáctico para el aprendizaje de la lengua inglesa mediante Iibros, DVD's, etc., sino que,
tomando como pilar la comunicación oral, consistía en la entrega de un material didáctico, en sesiones
lectivas presenciales con un tutor, en tutorías individuales, en clases de repaso presenciales, en sesiones
semanales de conversación, en el visionado de películas en DVD y en la posibilidad de préstamo de videos
y de libros, y su extensión ha de fijarse en el período durante el cual era posible la asistencia al centro
correspondiente, esto es, 24 meses, como resulta del anverso y del reverso de los contratos aportados. Se
trataba, pues, de un verdadero contrato de enseñanza, no de compraventa de un curso de inglés, ni
tampoco de un curso de a distancia. Así los confirmaron los testigos que depusieron en el acto del juicio, al
señalar la testigo Doña. Otilia que iba al centro dos días a la semana durante una hora, y existía también un
día opcional de repaso y conversación, al igual que lo manifestó la testigo Doña. Bibiana , y el testigo Sr.
Epifanio , quien declaró que el curso se componía de la entrega del material y de las tutorías.
Por lo tanto, al cerrar sus puertas los centros de Oxford, los alumnos se vieron privados de recibir el
cumplimiento por parte de la entidad demandada de su obligación esencial, consistente en la enseñanza
oral del idioma inglés, puesto que el alumno, sólo disponiendo del material didáctico, aunque sea una base
del aprendizaje, difícilmente podría llegar a aprender a expresarse con fluidez. Por consiguiente, procederá
dar lugar a la resolución del contrato de enseñanza, siguiendo igual destino el contrato de financiación -la
propia demandada lo denomina "SOLICITUD DE FINANCIACIÓN", mientras que Caja Madrid lo denomina
"SOLICITUD DE PRÉSTAMO"-concertado con Finanzia, que es el que se considera vinculado, y por esta
razón, no obstante la alegación de dicha demandada acerca de que, entregado el capital, sólo surge la
obligación de quien obtiene financiación, que denomina prestatario, de devolver el capital. No se considera
relevante que no fuese entregado directamente al alumno, por ser esa la práctica habitual en la concesión
de créditos.
En cuanto a los efectos de la resolución, conforme a lo dispuesto en el art. 1124 Código Civil ,
procederá la indemnización de los daños y perjuicios causados a los alumnos asociados a ADICAE que
hayan accionado y que no deban ser excluidos, a tenor de lo expuesto con anterioridad (contratos ya
finalizados o contratos en que el alumno dejó de pagar antes de diciembre de 2002), pero no la de los
alumnos que no hayan ejercitado sus acciones a través de dicha asociación en este procedimiento, puesto
que, en ese caso, no habría sido precisa la llamada al proceso de otros perjudicados, los cuales han
comparecido asociados a ADICAE.
Tales daños y perjuicios son, lógicamente, los derivados del propio cierre de los centros y de la
imposibilidad de seguir con el curso contratado. Sin embargo, al respecto, se considera procedente dar
lugar a la petición formulada por la actora de que la demandada Oxford indemnice a los perjudicados que
hayan abonado el precio en efectivo, o que, por ampliación del periodo concedido para asistir a las clases,
9
Centro de Documentación Judicial
se trate de perjudicados que ya han pagado todo el precio, aunque no se estima procedente la devolución
del precio en su integridad, sino en la parte proporcional al tiempo que les restaba de los 24 meses
contratados, puesto que, en caso contrario, podría darse lugar a un enriquecimiento injusto por su parte, al
haber recibido ya parte de las clases. Empero, no existen alumnos asociados a ADICAE que hayan
abonado el precio del curso al contado y que hayan intervenido en este procedimiento, por lo que no cabrá
incluirlos en el correspondiente pronunciamiento.
En cuanto a la indemnización por parte de la demandada Finanzia, procede dar lugar a la entrega a
los alumnos afectados y asociados en la entidad actora demandante de las cantidades que haya percibido
con posterioridad al 15 de enero de 2003, fecha de cierre de los centros en las Comunidades de Madrid,
Valencia y Cataluña, en relación con las mensualidades posteriores a dicha fecha de cierre, más los
intereses legales correspondientes desde la interpelación judicial (arts. 1100, 1101 y 1108 Código Civil ),
para evitar también un enriquecimiento injusto de los alumnos, que, antes de producirse el cierre, habían
tenido la oportunidad de asistir a los centros de enseñanza y de recibir los conocimientos que precisaban,
sin que ninguno de ellos conste estuviese descontento con la enseñanza impartida. No procede, por el
contrario, dar lugar a la devolución del material didáctico que se entregó a los alumnos -entrega negada por
alguno de ellos-, por cuanto que, además de reiterar que sólo con él no se cumplen los objetivos del curso
contratado, se estima justo quede en su poder, sin que, por otra parte, Oxford haya solicitado expresamente
su devolución, que, por lo demás, carecería ya de sentido, una vez ha cesado en su actividad.
»Octavo.- Sentado ya que los contratos concertados por los afectados con Oxford y con Finanzia
eran contratos vinculados, a los cuales les son aplicables las disposiciones de la LCC, no las generales del
CC ni del Co de co, por lo que la ineficacia de los primeros conlleva la de los segundos y, procede su
resolución, lo cual no cabe predicar de los contratos concertados con Caja Madrid, por no tratarse éstos de
contratos vinculados a los de enseñanza y estar permitidos por la legislación vigente, de modo que la
ineficacia del contrato de enseñanza no acarrea la del contrato de préstamo concertado, se estima
innecesario examinar a fondo la alegación que se trata de contratos celebrados fuera de los
establecimientos mercantiles, sometidos, pues, a la Ley 26/1991, de 21 de noviembre , de forma que los
alumnos afectados habrían dispuesto de la posibilidad de revocación del contrato en el plazo de siete días y
no les fue entregado el oportuno documento de revocación, de lo cual correspondería a las entidades
bancarias demandadas la carga de la prueba. Ello máxime cuando no consta que los alumnos estuviesen
en absoluto descontentos con el funcionamiento de Oxford, sino han sufrido daños y perjuicios derivados
del cierre de los centros, por lo que recurrir a ese argumento para obtener la nulidad de los contratos se
considera un ejercicio abusivo del derecho de revocación, contrario a las exigencias de la buena fe (art. 7
CC : "Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe, La ley no ampara el
abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo).
»Noveno.- En relación con la petición de la actora de que sea declarada la nulidad de determinadas
cláusulas de los contratos concertados con la entidades bancarias demandadas, por considerarlas abusivas,
el art. 10 bis de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece que "1. Se
consideraran cláusulas abusivas todas aquellas estipulaciones no negociadas individualmente que en
contra de las exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del consumidor, un desequilibrio importante de
los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato. En todo caso se consideraran
cláusulas abusivas los supuestos de estipulaciones que se relacionan en la disposición adicional de la
presente ley.
EI hecho de que ciertos elementos de una cláusula o que una cláusula aislada se hayan negociado
individualmente no excluirá la aplicación de este artículo al resto del contrato.
EI profesional que afirme que una determinada cláusula ha sido negociada individualmente, asumirá
la carga de la prueba.
EI carácter abusivo de una cláusula se apreciará teniendo en cuenta la naturaleza de los bienes o
servicios objeto del contrato y considerando todas las circunstancias concurrentes en el momento de su
celebración, así como todas las demás cláusulas del contrato o de otro del que éste dependa.
2. Serán nulas de pleno derecho y se tendrán por no puestas las cláusulas, condiciones y
estipulaciones en las que se aprecie el carácter abusivo. La parte del contrato afectada por la nulidad se
integrará con arreglo a lo dispuesto por el art. 1 CC. A estos efectos, el Juez que declara la nulidad de
dichas cláusulas integrará el contrato y dispondrá de facultades moderadoras respecto de los derechos y
obligaciones de las partes cuando subsista el contrato, y de las consecuencias de su ineficacia en caso de
perjuicio apreciable para el consumidor o usuario. Sólo cuando las cláusulas subsistentes determinen una
10
Centro de Documentación Judicial
situación no equitativa en la posición de las partes que no pueda ser subsanada podrá declarar la ineficacia
del contrato".
Respecto de las cláusulas consignadas en los contratos concertados con Finanzia, alude la actora a
las condiciones generales primera y quinta. La primera hace referencia a que "EI Prestamista entrega en
este acto a la Parte Prestataria, en concepto de préstamo, la cantidad de pesetas que bajo la rúbrica de
CAPITAL se indica en el anverso de este documento. Esta entrega se materializa siguiendo instrucciones de
la parte prestataria en la forma en que se establece en la rúbrica TRANSFERENCIA AL COLABORADOR
EN LA C/C DEL ANVERSO". Y, a partir de la prueba practicada durante el procedimiento, se estima no
cabe declarar el carácter abusivo de dicha cláusula, con apoyo en lo dispuesto en el citado art. 10 bis,
cuando señala que "EI carácter abusivo de una cláusula se apreciará teniendo en cuenta la naturaleza de
los bienes o servicios objeto del contrato y considerando todas las circunstancias concurrentes en el
momento de su celebración, así como todas las demás cláusulas del contrato o de otro del que éste
dependa", puesto que, como alega Finanzia en su contestación, se trata de un contrato de adhesión, que no
por serlo deviene nulo automáticamente, y en el que la práctica habitual consiste en que el prestatario no
recibe directamente el dinero objeto del mismo, sino que se entrega, en este caso, directamente al centro de
enseñanza. Cuestión distinta es que no se explicase al alumno, como aduce la actora, que estaba
financiando el abono del precio con una entidad bancaria distinta de aquélla donde se domiciliaron los
pagos, cuestión que se estima está más bien relacionada con el tema de la vinculación generadora de
ineficacia del contrato.
La cláusula quinta reza del modo siguiente: "No obstante la duración pactada, se considerará vencido
de pleno derecho el préstamo y exigible la totalidad de las obligaciones de pago que tenga contraídas el
Prestatario cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes: a) Cuando el Prestatario incumpliera
cualquiera de las obligaciones contrafdas en virtud del presente contrato, especialmente el impago de las
cuotas en los plazos previstos". Dicha cláusula no se considera tampoco abusiva por el hecho de que no
contemple, como señala la actora, el posible incumplimiento del Prestamista o del "Colaborador", puesto
que se estima debe partirse, al interpretar la citada condición, de que se vincula el incumplimiento del
Prestatario al vencimiento y exigibilidad del préstamo, por lo que no cabría anudar ese efecto, ciertamente
negativo para el prestatario, al incumplimiento del prestamista o del "Colaborador".
Respecto de las cláusulas consignadas en los contratos concertados con Caja Madrid, la actora hace
referencia a la condición general novena, que es del siguiente tenor: "Este contrato podrá resolverse cuando
concurran alguna de las circunstancias siguientes: a) Falta de pago de cualquiera de las mensualidades
consignadas en las Condiciones Particulares. b) EI incumplimiento de una cualquiera de las obligaciones
que asumen los prestatarios... " En general, afirma la actora que sólo se contempla como causa de
resolución el incumplimiento del prestatario, sin mencionar el posible incumplimiento de la financiera,
cuando, como se ha expuesto, también éste podría producirse, no en cuanto a que no se entregue el dinero
al colaborador, sino en relación con el financiado o prestatario.
Sin embargo, para que proceda la resolución contractual es preciso, como se ha expuesto, que exista
reciprocidad de las prestaciones estipuladas en el contrato, así como su exigibilidad. Y, en el contrato de
préstamo, no se da esa circunstancia, puesto que es un contrato unilateral, que, una vez producida la
entrega, en este caso del dinero, sólo genera obligaciones en el prestatario, en concreto, la obligación de
devolver lo recibido. Y, como viene a señalar la SAP de Lleida de 22 de marzo de 2004 , dejando a salvo
alguna construcción de la doctrina francesa acerca del carácter bilateral del préstamo con interés -no es
éste el caso-, la Jurisprudencia considera inaplicable al préstamo el art. 1124 CC , que regula la resolución
contractual, por tratarse de un contrato unilateral, estando reservado ese precepto para los contratos que
generan obligaciones sinalagmáticas. Por consiguiente, al regular la resolución, no cabe aludir al
prestamista.
En definitiva, no cabe declarar la nulidad por abusivas de ninguna de las condiciones generales
señaladas.
11
Centro de Documentación Judicial
posibilidad del consumidor de acceder libremente a la entidad financiera que más Ie convenga, pudiendo
obtener unas cláusulas más claras o acordes a su capacidad económica.
AI respecto cabe señalar que se considera improcedente a través de la presente resolución judicial
acordar el cese de una práctica que no se halla prohibida expresamente por la Ley, máxime cuando sí se
concede al consumidor la posibilidad de utilizar la vía del art. 15 LCC ("EI consumidor, además de poder
ejercitar los derechos que Ie correspondan frente al proveedor de los bienes o servicios adquiridos mediante
un contrato de crédito, podrá ejercitar esos mismos derechos frente al empresario que hubiese concedido el
crédito..."), esto es, la posibilidad de reclamar contra el financiador, en caso de que lo estime oportuno.
Aparte lo anterior, cabe recordar que la nueva redacción dada al art. 15 LCC no exige la nota de la
"exclusividad" cuando se trata de contratos en que se "prevean servicios de tracto sucesivo y prestación
continuada".
En cuanto los restantes contratos aportados y concertados con Finanzia -excluidos los concertados
con Finconsum, se observa que no consta probada en autos la inclusión de perjudicados con derecho a
reclamar. A título de ejemplo, el contrato señalado como número 6 de la demanda inicial y concertado con
Dña. Salvadora en fecha 11 de julio de 2002, sí motivó la inclusión de dicha contratante en el registro
ASNEF-EQUIFAX, en fecha 10 de enero de 2003, pero dicha contratante se encuentra entre aquellos que
venían impagando el contrato de financiación antes del cierre definitivo de los centros.
»Decimotercero.- Por imperativo del art. 394 LEC , cada parte habrá de abonar las costas causadas a
su instancia y las comunes por mitad, no obstante la desestimación de la demanda frente a Caja Madrid,
siendo estimada parcialmente la demanda frente a Finanzia, puesto que la cuestión litigiosa está siendo
objeto de diversidad de pronunciamientos judiciales, relacionados con dudas de derecho acerca de la
vinculación de los contratos y la normativa aplicable que ha generado el cierre sorpresivo de centros de
enseñanza de inglés como el que es origen de este procedimiento.»
«Fallamos.
»Que con estimación parcial del recurso de apelación interpuesto por ADICAE contra la sentencia de
fecha 12 de mayo de 2005 dictada por el Juzgado de 1ª Instancia número 12 de Barcelona , en los autos de
que el presente rollo dimana, debemos revocar y revocamos parcialmente la misma en los siguientes
extremos:
»a/ extender la condena a todos aquellos perjudicados que puedan hallarse en la misma situación de
los alumnos/clientes nominalmente incluidos en la demanda, en los términos expuestos en el fundamento
jurídico cuarto de la presente resolución;
»b/ incluir en la condena a Gaspar , Salvadora , Horacio y Epifanio en los términos expuestos en el
mismo fundamento jurídico;
12
Centro de Documentación Judicial
»confirmando expresamente el resto de la sentencia apelada, sin hacer imposición de las costas
originadas en la alzada por el recurso de la actora e imponiendo a Finanzia las derivadas de su
impugnación.»
La presente litis fue promovida en mayo de 2003 por la Asociación para la defensa de los impositores
de Bancos y Cajas de Ahorro de España (Adicae, en lo sucesivo) con el propósito de obtener una serie de
pronunciamientos de condena relativos a una pluralidad de contratos de enseñanza concertados en los
años 2000-2002 por un número indeterminado de consumidores con la prestadora de servicios de
enseñanza de idiomas ND de Comunicaciones SL -que utiliza el nombre comercial Oxford English- y sus
conexos de financiación, suscritos con las entidades Finanzia Banco de Crédito SA (Finanzia, en adelante) y
Caja Madrid.
Debe significarse que la sentencia de primer grado es apelada en su integridad por Finanzia, mientras
que el recurso de Adicae no abarca la totalidad de los pedimentos de su demanda. Así, de su escrito de
interposición -pero no así del de preparación, que se manifestaba en términos absolutos- se infiere que los
pedimentos 6 y 7 de su demanda (cesación de una determinada práctica bancaria reputada abusiva y
petición de cancelación de las anotaciones en los registros de morosos), motivadamente desechados por el
Juzgado, ya no se reproducen en esta alzada, mientras que el pedimento número 8 (paralización de las
acciones de reclamación que pudieran haber promovido los prestamistas Finanzia y Cajamadrid) ha de
considerarse meramente instrumental de la petición principal número 2 (resolución de los contratos de
financiación vinculados a los de consumo).
Un elemental orden lógico obliga a examinar en primer lugar los argumentos impugnatorios de la
sentencia apelada formulados por Finanzia, ya que ésta pone en cuestión incluso la pertinencia de las
acciones de resolución de los contratos sustantivos de consumo ejercitadas con carácter principal en la
demanda de Adicae.
En efecto, sobre la base de que el contenido de la oferta publicitada puede ser exigido por el
consumidor aunque no figure expresamente en el contrato, conforme al artículo 8.1 LGDCU , con
independencia del mayor o menor "impacto publicitario" de los anuncios (Finanzia introduce en su recurso
esta última cuestión de nula trascendencia jurídica), mal puede calificarse de mera compraventa de material
didáctico un contrato de consumo publicitado por el prestador del servicio al reclamo de las palabras
"Hablar...Comunicar...Ilusión...Garantía", junto con una "certificación de garantía Oxford English" que califica
al consumidor de "alumno/cliente" y en la que se lee que "su objetivo y finalidad es la de ayudar al alumno
en todo momento para ir progresando en la comunicación del inglés", y un folleto explicativo del 'Programa
Oxford English' donde se especifica el contenido del mismo con referencia expresa al material didáctico ("lo
utilizarás con tus compañeros y en casa", recalca el folleto), a las sesiones lectivas, a las tutorías
13
Centro de Documentación Judicial
individuales y a las clases de repaso, entre otros servicios prototípicos de un contrato de enseñanza de
tracto sucesivo, no de una venta de tracto único.
A mayor abundamiento, en la carta remitida por Oxford English a sus alumnos a mediados de enero
de 2003 se hacía referencia a la imposibilidad de seguir prestando "el servicio de clases".
Así pues, carece de relevancia que el contrato de consumo firmado por los alumnos/clientes en
impresos de ND de Comunicaciones no especifique el precio asignado a cada una de tales prestaciones, ya
que todas ellas conforman una obligación de hacer de carácter unitario, compuesta por una pluralidad de
servicios.
Producido el cierre definitivo de todos los centros de enseñanza de inglés de dicha prestadora de
servicios sitos en las comunidades autónomas de Madrid, Catalunya y Valencia a partir del día 15 de enero
de 2003 y siendo así que la prestación de enseñanza contratada por cada consumidor debía prolongarse
durante 24 meses, no cabe sino afirmar el grave y esencial incumplimiento contractual en que incurrió ND
de Comunicaciones respecto de aquellos contratos que en esa fecha no habían consumido todavía la
duración estipulada. Todo ello acarrea su ineficacia sobrevenida por imperativo del artículo 1124 del Código
Civil y la obligación restitutoria proporcional fijada por la sentencia apelada.
A continuación se trata de analizar si esa resolución debe extender sus efectos también sobre los
contratos de financiación o de crédito que pudieran estar asociados a aquéllos.
14
Centro de Documentación Judicial
sentencia es mencionada en diversos pasajes del recurso de Finanzia-, conforme a la cual ni siquiera los
artículos 14.2 y 15.1 LCC en su redacción originaria constituyen un obstáculo a la ineficacia refleja de los
préstamos vinculados a los referidos cursos, resueltos por incumplimiento sobrevenido y esencial del
proveedor, como se desprende de las normas generales de protección de los consumidores y usuarios.
Y es que en la realidad ahora enjuiciada quien obtenía el crédito no era tanto el alumno-consumidor,
que se limitaba a atender el pago de cuotas periódicas al compás de la prestación de los servicios de
enseñanza (es muy ilustrativa al respecto la frase de Otilia según a la cual "yo no hubiera pedido un crédito
para pagar el curso de inglés"; en el mismo sentido, la de Ambrosio : "no tenía por qué pedir un crédito para
pagar 78 euros al mes"), cuanto el proveedor del servicio, que veía financiada su actividad empresarial con
el pago inmediato por diversas entidades de crédito del precio de un servicio prolongado que, de otro modo,
iría recibiendo a plazos del propio alumno. Corroboran el aserto anterior las propias manifestaciones de los
demandados. Así, el representante de Cajamadrid sostuvo en juicio que "imaginaba" que fue el proveedor
del servicio el encargado de satisfacer la comisión pertinente, esto es, la retribución del financiador, vía
descuento sobre el precio del curso; por su parte, Finanzia reconoció en juicio la gratuidad en todo caso de
la operación para el prestatario, afirmando que el beneficio del financiador derivaba del descuento sobre el
precio total del curso que aplicaban a Oxford English.
Actuando del modo expuesto las referidas entidades de crédito conseguían -así lo reconocieron sus
representantes en el interrogatorio- un concreto resultado, cual es que el riesgo de insolvencia de la
prestadora del servicio recayese sobre sus alumnos/clientes y no sobre quien le financiaba. Pero dicha
consecuencia jurídico-económica ha de considerarse desacorde no ya sólo con el derecho de consumo sino
incluso con la dogmática contractual común.
No se olvide que la LGDCU, de aplicación "a todo tipo de contratos en los que intervengan
consumidores", establece como pautas a tener en cuenta para evaluar la abusividad de un contrato o
cláusula no sólo la naturaleza de los bienes o servicios y todas las circunstancias concurrentes en el
momento de su celebración, sino también "todas las demás cláusulas del contrato o de otro del que éste
dependa" (art. 10 bis, apartado 1, párrafo cuarto , y disposición adicional 2ª ). Hay razones sobradas para
concluir que el entramado negocial urdido por las sociedades aquí demandadas constituye un verdadero
fraude de Ley, el cual, como establece el artículo 6.4 del Código Civil no ha de impedir la recta aplicación de
la norma tratada de eludir.
Se finge una inexistente necesidad crediticia del consumidor (en los servicios de consumo de tracto
duradero, es ficticia la concesión de un crédito -por demás gratuito- al consumidor, como lo demuestra el
artículo 1.3 LCC ), se introduce una dualidad de prestadores de servicios de consumo y de crédito que sólo
colma intereses de ellos mismos (del prestador del servicio de enseñanza porque es el único que obtiene
verdadera financiación, y del financiador porque capta clientes, la mayoría de ellos jóvenes y poco
fidelizados aún), y se elude artificialmente la exigencia legal, ya derogada por la Ley 62/03 de la
exclusividad en el acuerdo previo de colaboración entre ambas clases de proveedores (de hecho, a falta de
pacto escrito Finanzia-Oxford English, su relación en exclusiva deriva de la indiscutida realidad, re ipsa
loquitur , de que Finanzia cooperó en más del 99% de los contratos de enseñanza suscritos por su
"colaborador" Oxford, sin que la esporádica relación de esta última con otros dos financiadores altere
aquella constatación). Con lo cual, producido el flagrante incumplimiento del prestador del servicio de
consumo, se deja inerme al consumidor, el cual es constreñido al cumplimiento de las amortizaciones del
préstamo por parte de una entidad financiera perfecta conocedora del mencionado entramado contractual.
Ese inicuo resultado no puede ser amparado por el ordenamiento jurídico, puesto que ocasiona, "en contra
de las exigencias de la buena fe, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes",
por emplear los términos del artículo 10 bis LGDCOU . En consecuencia, es nula por abusiva la pretensión
de los dos prestadores de crédito demandados, basada en la aparente incomunicabilidad de los contratos
de consumo y de crédito litigiosos (norma de cobertura), para que se les exonere de todas las incidencias o
responsabilidades que pudieran derivarse de los servicios financiados sólo en interés del proveedor de
consumo, ya que ello supone tanto como vincular indefinidamente al consumidor a un contrato cuyo
sinalagma funcional es ya inoperativo por causa imputable a su en verdad único proveedor, privándole
injustificadamente de la preceptiva acción de resolución (disposición adicional primera, reglas 3ª y 12ª ,
LGDCU).
La sentencia apelada restringe sus efectos a los 450 contratos enumerados en la demanda y escrito
ampliatorio, lo cual es impugnado con acierto por Adicae.
En efecto, dicha asociación promovió la demanda rectora del presente litigio no sólo en ejercicio de
15
Centro de Documentación Judicial
las acciones individuales de reclamación que pudieran corresponder a los perjudicados por el cierre de los
centros de Oxford English, sino también en su cualidad de asociación de consumidores y usuarios, inscrita
en el registro administrativo del Instituto Nacional de Consumo desde marzo de 1991, y en virtud de la
legitimación específica que para el ejercicio de acciones colectivas sancionan los artículos 10, párrafo
segundo, 11 y 221 de la LEC.
Ligado con lo anterior, debe significarse que Adicae también impugna la exclusión de determinados
perjudicados que efectúa la juzgadora a quo en atención a un doble criterio: aquellos alumnos cuyo contrato
de enseñanza se había ya agotado al comienzo del año 2003 y aquellos otros que habían dejado de
atender el pago de la cuota mensual del curso hasta diciembre de 2002 y que, dada su condición de
incumplidores, no estaban en condiciones de instar la resolución del contrato de enseñanza y la del de
financiación por incumplimiento de la sociedad prestadora del servicio.
Un primer grupo de afectados está integrado por Belen (expediente núm. NUM003 ), Calixto (núm.
NUM031 ), Luis Antonio (núm. NUM023 ), Brigida (núm. NUM032 ), Rebeca (núm. NUM026 ) y Delfina
(núm. NUM033 ), de quienes Adicae sostiene que dejaron de pagar las cuotas siguientes a los meses de
julio-agosto de 2002 en respuesta al cierre de los centros de Madrid ocurrido ese verano. No se prueba sin
embargo ese cierre anticipado, sino únicamente una comunicación de Oxford English de finales de agosto
de ese año anunciando la reanudación de las clases para el siguiente día 15 de septiembre, y obran en las
actuaciones signos reveladores del efectivo reinicio del curso en esa fecha (docs. 5, 6 y 7 demanda).
Por el contrario, sí deberán ser atendidas las quejas de Salvadora (expediente número NUM004 ) y
Horacio (núm. NUM024 ), quienes han demostrado haber comunicado a Oxford English por medio de
sendos escritos de septiembre y noviembre de 2002 la baja voluntaria del curso y, según explicó en juicio el
representante de Finanzia, esa entidad financiera no ponía obstáculo alguno a las revocaciones de
contratos que le comunicara la prestadora del servicio (véase el documento número 14 de la demanda,
conforme al cual ND de Comunicaciones se comprometió en mayo de 2002 a aceptar la baja voluntaria de
una alumna concreta en cualquier momento y a liquidar a Finanzia las cuotas vencidas del préstamo
pendientes de pago, con total indemnidad de la aparente prestataria), todo lo cual, dicho sea de paso,
corrobora la fraudulencia de la ficción crediticia puesta en liza por las sociedades demandadas.
No hay constancia por otra parte del fax que Esmeralda (núm. NUM006 ) refiere haber enviado en
noviembre de 2002 a Oxford English para darse de baja voluntaria del curso de inglés, ni tampoco de los
intentos de resolución contractual que aseguran haber efectuado Patricia y María (números NUM034 y
NUM035 ) en esa época. De otro lado, Lina (número NUM025 ) arguye que sólo dejó de pagar las cuotas a
partir de enero de 2003, pero la realidad es que no prueba los pagos periódicos anteriores a esa fecha (la
16
Centro de Documentación Judicial
"nota de aviso de cuota del préstamo" que le remitió Finanzia no es un recibo liquidatorio).
Así pues, deberán ser incluidos en la relación de afectados por las razones expuestas tanto Gaspar
como Salvadora , Horacio y Epifanio .
El mencionado alegato no habrá de ser examinado por la sencilla razón de que, al haberse
establecido cuál sea la virtualidad jurídica del entramado negocial creado por Finanzia, Cajamadrid y ND de
Comunicaciones, no cabe examinar por separado cada uno de los contratos que integran el mismo en
relación con las normas imperativas que regulan cada uno de ellos.
Reitera Adicae su petición de que sean declaradas abusivas y por ende nulas de pleno derecho
algunas de las cláusulas prerredactadas por el financiador incluidas en los contratos suscritos por los
consumidores que acudían a Oxford English.
Se trata en primer lugar de la cláusula 1ª del contrato de BBVA Finanzia del siguiente tenor: "el
prestamista entrega en este acto a la parte prestataria, en concepto de préstamo, la cantidad de pesetas
que bajo la rúbrica de capital se indica en el anverso de este documento. [...] Esta entrega se materializa
siguiendo instrucciones de la parte prestataria en la forma en que se establece en la rúbrica de
Transferencia al Colaborador en la C/C del anverso". Se le atribuye a esa cláusula inveracidad y oscuridad.
No cabe sin embargo acoger tales argumentos porque, en su estricta literalidad, dichas cláusulas son lícitas.
Se trata de que el capital dinerario que constituye el objeto de un préstamo mutuo puede ser entregado al
propio prestatario o a la persona designada por éste, con lo que se perfecciona el indicado contrato (arts.
1740 y 1753 CC ). Otra cosa es que, lo que ya se analizó más arriba, en la aplicación de ese clausulado
pudiera haber concurrido vicio invalidante de la voluntad o infracción legal de otra índole (así, fraude de
Ley).
Las también impugnadas cláusulas 5ª del contrato de Finanzia ("El préstamo se considerará vencido
y exigible: a/ cuando el prestatario incumpliera cualquiera de las obligaciones contraídas en virtud del
presente contrato") y 9ª del redactado por Caja Madrid ("Este contrato podrá resolverse cuando concurra
alguna de las circunstancias siguientes: [...] b/ el incumplimiento de una cualquiera de las obligaciones que
asumen los prestatarios mediante cualquier contrato suscrito con la Caja, muy especialmente el impago de
una de las cuotas de un préstamo o de la deuda de una tarjeta de crédito") se analizarán conjuntamente,
habida cuenta su innegable similitud y el hecho de que Adicae dirija contra ambas el mismo reproche: son
cláusulas nulas porque no establecen previsión alguna para el caso de que fuese el prestamista quien
incumpliese sus obligaciones.
Ninguna de las referidas cláusulas sin embargo es abusiva y ello tanto porque, como bien subraya la
sentencia apelada, el carácter real del contrato de préstamo (se perfecciona con la entrega del capital al
prestatario o a la persona que éste designe) prácticamente impide toda clase de incumplimiento a cargo del
prestamista, como porque, aunque no fuera así, las cláusulas indicadas no privan de derecho básico alguno
al prestatario consumidor, pues no limitan o excluyen la facultad de éste para resolver el contrato en caso de
incumplimiento del profesional, como exige la disposición adicional primera, hipótesis 12ª , LGDCU; el
silencio al respecto ha de llevarnos inexcusablemente a la vigencia inderogable del artículo 1124 CC .
La sentencia de primera instancia no impuso las costas a ninguno de los litigantes dada la estimación
parcial de la pretensión formulada por Adicae frente a Finanzia, aunque no así frente a Cajamadrid, y a las
17
Centro de Documentación Judicial
"serias dudas de derecho" que la cuestión concerniente a la eficacia de los contratos vinculados de
consumo ha suscitado ante los tribunales de justicia. En coherencia con el razonamiento anterior
-consentido por todos los litigantes- y pese que en esta segunda instancia se extiende la condena también
frente a Cajamadrid, se mantendrá el precitado pronunciamiento.
Respecto de las costas originadas en la segunda instancia habrán de distribuirse con arreglo al
criterio de vencimiento objetivo sentado por los dos apartados del artículo 398 LEC .»
«Primer motivo de casación: Aplicación del artículo 2.1.d) de la Ley de Crédito al Consumo: gratuidad
de los créditos concedidos por entidades bancarias o financieras.»
Considera, en resumen:
1.- Existe un interés casacional por jurisprudencia contradictoria de Audiencias Provinciales, respecto
de la interpretación del precepto que se cita como infringido. La Audiencia Provincial de Valencia, sección 8ª
, en sus sentencias de 29 de noviembre de 2004 y 18 de octubre de 2004 sostiene que si un préstamo es
concedido por una entidad bancaria o una entidad financiera, y el tipo de interés fijado es de "0", el
préstamo es gratuito. Por otro lado la Audiencia Provincial de Castellón, en las sentencias dictadas el 25 de
enero de 2005 y 13 de mayo de 2005 niegan que se pueda sostener que un préstamo es gratuito por el
mero hecho de que el interés pactado entre la entidad financiera y el consumidor sea 0.
2.- La parte recurrente defiende el primero de los criterios, lo que supone la exclusión, para el caso
objeto de litigio, de la aplicación de la LCC, conforme a lo dispuesto en el artículo 2.1 .d) del referido texto
legal, y por tanto la falta de vinculación entre el contrato de arrendamiento de servicios suscrito por los
consumidores y los contratos de préstamo obtenidos por éstos.
«Segundo motivo de casación: aplicación de los artículos 14.2 en relación con el 15..A), B) y C) de la
Ley de Crédito al Consumo: requisito de pacto de exclusividad.»
1.- Argumenta el recurrente, en síntesis, que existe una jurisprudencia contradictoria de Audiencias
Provinciales, respecto de la interpretación y alcance del artículo 14.2 en relación con el artículo 15.1 . a), b)
y c) de la LCC y defiende la inaplicación, al supuesto litigioso, de la reforma operada en tal texto legal por la
Ley 62/2003 .
2.- Considera que no concurre el presupuesto de la exclusividad, necesario para determinar una
vinculación entre el contrato de crédito y el de prestación de servicios, y ello aunque el proveedor de
servicios haya orientado a sus clientes hacia diversas entidades crediticias, siendo, precisamente, y a juicio
del recurrente, la existencia de estas varias entidades lo que ratifica el hecho de que no existe un pacto de
exclusividad. Este es el criterio que sostiene la Audiencia Provincial de Asturias, sección 7ª, en sus
sentencias de fecha 2 de abril de 2004 (recursos de apelación 21/2004 y 7/2004 ). Otras Audiencias
Provinciales, defienden que debe entenderse por pacto de exclusividad todo aquel acuerdo que favorezca la
intervención de una entidad financiera o bancaria, con independencia de que también existan otras, siendo
la característica que determina la existencia de la exclusividad la actividad de intermediación del proveedor
de servicios (AP Valencia, sección 7ª).
SEXTO.- Por auto de 13 de enero de 2009 se acordó no admitir los recursos de casación y
extraordinario por infracción procesal formalizados por la representación procesal de Caja Madrid. Se
acordó la admisión de los motivos primero y segundo del recurso de casación formalizado por la
representación procesal de Finanzia Banco de Crédito, S.A.y no se admitió el tercero de los motivos del
recurso de casación interpuesto por la referida representación procesal.
18
Centro de Documentación Judicial
2.- Los créditos que se concedían a los consumidores no eran gratuitos, y se citan por la parte
recurrida diferente sentencias dictadas por distintas Audiencias Provinciales, que vetan el criterio simplista
de considerar el crédito como gratuito si el tipo de interés es 0.
3.- Los alumnos demandantes nunca contactaron con las entidades financieras, sino que fue el
personal de la academia de enseñanza quien les presentaba documentos de solicitud de préstamo,
expresivo de un acuerdo previo entre la academia y las entidades financieras.
4.- La exclusividad existe aunque haya pactos con varias entidades, cuando en cada caso al
consumidor se le ofrece solo una opción, por lo que la interpretación literal que ofrece el recurrente del
término exclusividad resulta temeraria. La exclusividad debe interpretarse, conforme a la más moderna
doctrina, en el sentido de restricción de libertad de contratación del usuario, que existe cuando los pactos
previos de la prestadora de servicios, compelen al consumidor a un contrato/producto y le dirigen a una
determinada y concreta entidad financiera. Además la carga de la prueba de la exclusividad recae sobre el
financiador.
OCTAVO.- Para la deliberación y fallo del recurso se fijó el día 20 de Enero de 2011, en que ha
tenido lugar.
NOVENO.- En los fundamentos de esta resolución se han utilizado las siguientes siglas jurídicas:
SSTS, sentencia del Tribunal Supremo (Sala Primera, si no se indica otra cosa).
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. Juan Antonio Xiol Rios, que expresa el parecer de la
Sala.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
1.- El Juzgado estimó en parte una demanda interpuesta por Asociación de Consumidores y Usuarios
de España (ADICAE), en defensa de los intereses de un grupo de usuarios que tras contratar los servicios
de una academia de idiomas, no recibieron la totalidad de la enseñanza contratada como consecuencia del
cierre de las academias. Para la financiación de estos cursos habían obtenido un crédito por parte de las
entidades financieras demandadas.
2.- Consideró, en síntesis, que los centros de enseñanza demandados dejaron de prestar sus
servicios el 15 de enero de 2003 en las Comunidades de Madrid, Valencia y Cataluña, lo que exigía la
declaración de resolución contractual solicitada por la actora frente a esta demandada, excluyendo de esta
estimación a determinados afectados por haber finalizado el curso cuando las academias de enseñanza
dejaron de prestar servicios, así como a aquellos otros que habían incumplido con su obligación de pago en
un momento muy anterior al momento en el que las academias de enseñanza cesaron en su actividad.
Después de analizar las causas de oposición planteadas por las entidades financieras respecto a la
inexistencia de vinculación entre los contratos de enseñanza y los contratos de crédito otorgados a los
alumnos, para la financiación de los cursos, concluyó que los préstamos concedidos no gozaban de la
cualidad de gratuidad referida en el artículo 2.d) LCC . Añadió que en el caso de la demandada Finanzia
concurría la nota de exclusividad exigida por el artículo 14.2 LCC , por lo que los préstamos concedidos por
esta entidad y los contratos de prestación de servicio sí estaban vinculados. Finalmente valoró que no se
podía constatar la exclusividad en el caso de los préstamos concedidos por Caja Madrid, a quien absolvió
de las peticiones deducidas en su contra.
3.- La Audiencia Provincial estimó en parte el recurso de apelación formalizado por la parte actora, y
extendió la condena contenida en la sentencia de primera instancia a todos aquellos perjudicados que
pudieran hallarse en la misma situación de los clientes nominalmente incluidos en la demanda, en los
términos en los que se expone en la sentencia. También extendió la condena a los préstamos concedidos
por los alumnos que obtuvieron financiación de la entidad demandada Caja Madrid.
19
Centro de Documentación Judicial
4.- Consideró, en lo que a la resolución del recurso de casación interesa, que los contratos de
préstamo concedidos por las entidades financieras demandadas no eran gratuitos. Analizó el modo de
actuación de las academias de enseñanza y de las entidades de financiación para al fin concluir que pese a
que el interés pactado entre el alumno y la financiera era de 0, los préstamos no podían calificarse como
gratuitos, porque tanto las academias como las entidades financieras obtenían un beneficio de las
operaciones que se realizaban. Por un lado el proveedor del servicio, veía financiada su actividad
empresarial con el pago inmediato, por diversas entidades de crédito, del precio de un servicio prolongado
que, de otro modo, iría recibiendo a plazos del propio alumno, mientras que la retribución de las entidades
financieras, se obtenía vía descuento sobre el precio del curso que además captaba nueves clientes, la
mayoría de ellos jóvenes y poco fidelizados aún. Continuó razonando que las entidades de crédito
conseguían que el riesgo de insolvencia de la prestadora del servicio recayese sobre los alumnos, y no
sobre quien le financiaba. Además consideró que en los contratos de préstamo también concurría la nota de
exclusividad en los términos exigidos en la redacción del artículo 14.2 en relación con el artículo 15.1, letra
b) de la LCC antes de la modificación operada por la Ley 62/2003. Razonaba la Audiencia Provincial, que
tales conclusiones eran posibles en atención al modo en el que se formalizaban los contratos de préstamo,
en la sede misma de las academias de enseñanza, donde los alumnos estampaban su firma en la solicitud
de financiación, redactada por las entidades prestatarias demandadas, en la creencia de que se trataba de
una simple domiciliación bancaria, sin que constara que los alumnos fueran requeridos, para aportar datos
relativos a su nivel de ingresos o que los prestamistas ejercitaran trámite alguno tendente a comprobar la
solvencia de los prestatarios.
5.- La entidad demandada Caja Madrid formalizó recurso de casación y recurso extraordinario por
infracción procesal, recursos que no fueron admitidos. La demandada Finanzia Banco de Crédito S.A,
interpuso, al amparo del artículo 477.2.3º LEC, recurso de casación que estructuró en tres motivos, el
tercero de los cuales no fue admitido.
«Primer motivo de casación: Aplicación del artículo 2.1.d) de la Ley de Crédito al Consumo: gratuidad
de los créditos concedidos por entidades bancarias o financieras.»
Alega el recurrente, en resumen, que las Audiencias Provinciales ofrecen dos criterios distintos sobre
el concepto de gratuidad de los préstamos. Indica que para algunas Audiencias Provinciales si un préstamo
es concedido por una entidad bancaria o una entidad financiera, y el tipo de interés fijado es de "0", el
préstamo es gratuito ( SSAP Valencia, sección 8ª, de 29 de noviembre de 2004 y 18 de octubre de 2004 .)
Otras Audiencias Provinciales consideran que pese a que se haya concedido un préstamo con un interés
"0", esta circunstancia no es suficiente para calificar el préstamo como gratuito.
La parte recurrente defiende el primero de los criterios, lo que supone la exclusión, para el caso
objeto de litigio, de la aplicación de la LCC, conforme a lo dispuesto en el artículo 2.1.d) LCC y por tanto la
falta de vinculación entre el contrato de arrendamiento de servicios suscrito por los consumidores y los
contratos de préstamo obtenidos por éstos.
A) La concesión de un préstamo por parte de una de una entidad financiera de un crédito para el
consumo con un interés de tipo 0, no supone la obtención de un préstamo gratuito. La LCC 7/1995
incorporó al ordenamiento jurídico español la Directiva del Consejo 87/102/CEE, de 22 de diciembre, cuya
finalidad principal consistió en garantizar un cierto nivel de protección del consumidor ante las amplias
diferencias de las legislaciones de los Estados miembros en materia de crédito al consumo. Siendo este el
propósito, la interpretación de las exclusiones que se recogen en el artículo 2 LCC , no puede alejarse del
fin perseguido por la norma. El crédito al consumo debe examinarse desde una perspectiva unitaria, porque
pese a que existan varios contratos, existe una conexión entre todos ellos por la interacción de fines entre
las distintas relaciones jurídicas. En el caso que se analiza aparecen unos contratos de arrendamiento de
servicios de enseñanza conectados con unos contratos de financiación, resultando imposible otorgar una
tratamiento aislado y diferenciado a cada de las relaciones jurídicas que surgen de tales negocios. La
consecuencia, tal y como ya se ha fijado por esta Sala (SSTS 25 de noviembre de 2009 RC n.º 1448/2005 ,
19 de febrero de 2010, RC n.º 198/2005 ) es que basta con que el prestamista convenga con el proveedor
20
Centro de Documentación Judicial
de los servicios una retribución a cargo de este, para que la gratuidad respecto del consumidor, pese a estar
expresamente pactada en la financiación, deba considerarse excluida en el conjunto de la operación, dada
la aptitud potencial del oneroso contrato conexo como instrumento para provocar una repercusión en la
contraprestación pactada en el otro contrato.
B) La Audiencia Provincial considera probado que, por el modo en que se procedía a la concesión de
los préstamos, no se puede dudar de que todas las entidades financieras demandadas obtenían un
beneficio de la concesión de los préstamos. Reconocido el interés a tipo "0" para el consumidor, sin
embargo del contrato de préstamo el proveedor del servicio, obtenía una financiación de su actividad
empresarial con el pago inmediato, por diversas entidades de crédito, del precio de un servicio prolongado
que, de otro modo, iría recibiendo a plazos del propio alumno. Por otro lado la retribución de las entidades
financieras se obtenía vía descuento sobre el precio del curso que además le permitía captar nuevos
clientes y conseguían que el riesgo de insolvencia de la prestadora del servicio recayese sobre los alumnos,
y no sobre quien realmente era financiado.
Rechazados por tanto los argumentos que sustentan este motivo del recurso, el mismo debe ser
desestimado, por lo que se concluye que los préstamos concedidos por la recurrente no eran gratuitos, en
los términos fijados por el artículo 2.1.d) LCC , en su redacción originaria.
«Segundo motivo de casación: aplicación de los artículos 14.2 en relación con el 15.1.a), b) y c) de la
Ley de Crédito al Consumo: requisito de pacto de exclusividad.»
A) Tal y como expone la parte recurrente, a los contratos litigiosos no les resulta de aplicación la
modificación operada en el artículo 15.1 LCC , en virtud de la Ley 62/2003 , que no exige la exclusividad
para determinar la vinculación entre el contrato de prestación de servicios de tracto sucesivo y prestación
continuada y el contrato de financiación, al considerarse suficiente que, entre el concedente del crédito y el
proveedor de los mismos, exista un acuerdo previo en virtud del cual aquel ofrezca crédito a los clientes del
proveedor para la adquisición de los servicios de este. Sin embargo, como se declara en las SSTS de 25 de
noviembre de 2009 y 19 de febrero de 2010 , en el estudio de supuestos donde, como en el caso que ahora
se examina, no resultaba de aplicación la mencionada reforma, el concepto de exclusividad reside en las
efectivas posibilidades de que, razonablemente, hubiera dispuesto cada consumidor para optar por
contratar con otro concedente de crédito distinto del señalado por las proveedoras y al que las mismas
estaban vinculadas por un acuerdo previo. La finalidad de la exigencia y la de toda la norma no puede ser
otra que la de proteger la libertad de decisión del consumidor en la elección del financiador. En el supuesto
de que esta libertad de decisión no se haya respetado, se debe proteger sus intereses extrayendo
consecuencias jurídicas de una conexión contractual determinada sin su colaboración, ya desde el origen
de la operación.
21
Centro de Documentación Judicial
informarles del precio total del mismo, se les entregaba un impreso que pese a contener la leyenda «Forma
de pago del programa», donde figuraba la opción entre el pago total y el abono de cuotas periódicas, a
ninguno de ellos se les informó expresamente de tal posibilidad. Por ello la totalidad de los clientes de
Oxford English asumió la última modalidad de pago, rellenando la casilla destinada a obtener la financiación
el empleado de la academia de enseñanza. A todo ello se une, como relata la Audiencia Provincial, que el
alumno estampaba a su firma en un impreso de solicitud de financiación o de solicitud de préstamo,
redactado por las entidades financieras, en la creencia de que se trataba de una simple domiciliación
bancaria para hacer frente al pago de las cuotas.
C) El pacto de exclusividad, por tanto, es innegable, conforme a los criterios de esta Sala, y ello sin
necesidad de atender, en los casos que aquí se analizan, a la actual redacción del artículo 15 LCC , cuya
inaplicación defiende la parte recurrente, lo que resulta indiscutible. Esta exclusividad se manifiesta en el
hecho de que entre los contratos de arrendamiento de servicios y los contratos de préstamo firmados por los
alumnos/clientes, existía una innegable vinculación, de modo que la declarada ineficacia de los primeros
afecta directamente a los segundos, con los efectos expuestos en la sentencia que se recurre.
SEXTO .- Costas
Desestimado en su integridad el recurso, las costas del mismo se imponen a la parte recurrente, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 398.1 en relación con el 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
FALLAMOS
«Fallamos.
»Que con estimación parcial del recurso de apelación interpuesto por ADICAE contra la sentencia de
fecha 12 de mayo de 2005 dictada por el Juzgado de 1ª Instancia número 12 de Barcelona , en los autos de
que el presente rollo dimana, debemos revocar y revocamos parcialmente la misma en los siguientes
extremos:
»a/ extender la condena a todos aquellos perjudicados que puedan hallarse en la misma situación de
los alumnos/clientes nominalmente incluidos en la demanda, en los términos expuestos en el fundamento
jurídico cuarto de la presente resolución;
»b/ incluir en la condena a Gaspar , Salvadora , Horacio y Epifanio en los términos expuestos en el
mismo fundamento jurídico;
»confirmando expresamente el resto de la sentencia apelada, sin hacer imposición de las costas
originadas en la alzada por el recurso de la actora e imponiendo a Finanzia las derivadas de su
impugnación.»
2. No ha lugar a casar por los motivos formulados la sentencia recurrida, que resulta confirmada con
este alcance.
Expídase la correspondiente certificación a la referida Audiencia Provincial, con remisión de los autos
y rollo de Sala en su día enviados.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA pasándose al
efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos Juan Antonio Xiol Rios. Jesus Corbal
Fernandez. Jose Ramon Ferrandiz Gabriel. Antonio Salas Carceller. Rubricado. PUBLICACIÓN.- Leída y
publicada fue la anterior sentencia por el EXCMO. SR. D. Juan Antonio Xiol Rios, Ponente que ha sido en el
trámite de los presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal Supremo,
22
Centro de Documentación Judicial
23