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CV abreviado (mucho) y explicación de algunas fotografías.

Llegué a Montevideo en 1972, previo al invierno, previo a salir a pintar consig- testa; el nacimiento de Alejandra y Her-
golpe de estado, pero ya en días de mu- nas en los muros, días antes del golpe de nán, la búsqueda de simbolismos; otros
cha efervescencia social y política. Mis estado. autorretratos; el primer primero de mayo
padres eran de Rocha y cada vacación era Si fotografiaba a los amigos, como cuando del que se pudo participar autorizado por
para recorrer sus costas con mi hermano mis padres se iban de viaje y teníamos la la dictadura; mis hijos; el acto del obe-
Gerardo, por ejemplo por Punta del Diablo casa para nuestras locuras; a los nuevos lisco; las asambleas de las cooperativas;
cuando realmente era un poblado de pesca- compañeros de facultad en discusión; au- manifestaciones; fábricas abandonadas; mi
dores. Los barcos encallados eran un imán torretratos (nunca sonriendo veo ahora); pie en una noche de dudas e insomnio; la
natural, restos oxidados de dramas no autorretrato de mi sombra; rayos en un cómoda de mis abuelos; niños pidiendo en
creíbles a la luz limpia del verano. Y un solo fotograma (era caro revelar); edifi- mi puerta; mi abuelo casi ciego; festejos
cartel de “prohibido subir“ era justamen- cios; mi mano (vaya a saber por qué); mi cuando asume el gobierno después de las
te un llamado para hacer lo contrario. compañera; mi lugar de estudio; un con- elecciones; mi amigo que se enoja y emi-
Las vacaciones se iniciaban en la casa cierto de Atahualpa Yupanqui; un mendigo gra a Argentina; las ollas populares; las
de los abuelos o en campaña, en la casa frente a un mercado municipal; nuestro asambleas en los comités; nuestro chico
del tío. Allí la pose para la foto a la primer intento de construir una habita- y portátil y único televisor en blanco
sombra del guerrillero heroico que era ción dónde vivir; el obrador de una re- y negro; el nuevo embarazo de mi mujer;
nuestro ideal: con mi boina y la cara- presa en Salto, reuniones con los amigos; otro acto del 1ero. de Mayo; el nacimien-
bina (que nunca disparé) de mi tío. Mis la familia bajo el poster del mono que to de Paula en 1986; la lucha contra la
amigos, mis hermanos, mis padres eran mi encantaba a mi abuelo; edificios demolidos “Ley de Pretensión Punitiva del estado”;
objetivo, y también mi propia imagen como por la intención económica de la dictadu- mis hijos y de pronto … se siente que se
autorretrato apenas tuve una cámara con ra; la inauguración de la cooperativa de termina una etapa, pero la travesía si-
auto disparador. vivienda dónde al final tuvimos una casa; gue.
No todo se podía fotografiar, entonces lo la espera de mis mellizos; la noche (otra
hacía con una calle vacía una noche de vez) de los primeros caceroleos de pro- Sergio Padilla
CÁMARAS:

Cámara Kodak Instamatic, rollo 125 de for-


mato cuadrado, la compró mi padre y acom-
pañó a la familia hasta que un verano cayó
al mar. Si bien el rollo se reveló, con
sus manchas, la máquina nunca más funcio-
nó.

Cámara Zenit (origen Rusia), rollo 35 mm.


La compré con ahorros y pidiendo a los
abuelos. Se la quedó después el hermano
menor.

Cámara Canón A1, rollo 35 mm. La compré


también usada, con un rollo adentro y que
nunca revelé. Sirvió hasta que lo digital
pasó a dominar el medio. La uso mi hija
hasta que se rompió.

TIPOGRAFIA:

En máquina de escribir marca desconocida.


La usaba mi padre para dar clases de in-
greso al Banco República O. del Uruguay.
Fue usada por mí en en todo el período
para aprender a mecanografiar, hacer notas,
pasar apuntes y realizar las matrices para
el mimeográfo; y ahora para los textos de
aquí.
PORTADAS DE PRENSA:

Diario AHORA, 1972.

Diario AHORA, 27/7/1973

Suplemento del gobierno mili-


tar, EL PAIS, 1975.

Diario El PAIS, 29/11/1980.

Semanario OPINAR, 1982.

Semanario AQUI, 29/11/1983.

Semanario JAQUE, 5/1/1984.

Diario LA HORA, 10/3/1985


El miedo caminaba por las ca-
lles, pero no logró la inmovi-
lidad. La vida siguió y en esos
años también se forjaron sueños,
cooperativas de vivienda, amo-
res, familias, amistades y se
asentaron los cimientos de la
salida de la dictadura.
Sergio Padilla nos cuenta su
vida entre 1972 y 1986 y en ella
recorremos la de la mayoría de
nuestros conciudadanos.

... en definitiva se trata de una


conversación con los hijos y so-
brinos, donde las fotos y los
diarios van saliendo de una caja
de zapatos, de esas celosamente
guardadas y que aparecen algunas
veces después de un almuerzo de
un domingo lluvioso.

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