3 El impacto social del desempleo, la pobreza extrema y la
emigración A partir de 1997, el requisito para que un trabajador mexicano tenga derecho a pensión es acumular 1,250 semanas de cotización ante el I.M.S.S. (antes de esta fecha, el mismo debía cotizar un mínimo de 550 semanas); y como si esto no fuera suficiente, en estos últimos años ha avanzado desmesuradamente la contratación temporal o de tiempo parcial en muchas empresas, ocasionando que se aleje o limite la posibilidad de concluir una vida laboral siendo beneficiario de un sistema de pensiones. La población mexicana empezará a observar un proceso de envejecimiento a partir del año 2025, lo que implicará que la gran mayoría de los actuales trabajadores en activo, concluirán su vida laboral sin la seguridad de una pensión vitalicia. O sea, que actualmente 70% de los mexicanos están sin derecho a pensión; dicho de otra manera, dentro de 25 años, 70 de cada 100 personas no estarán pensionadas. Los egresados y alumnos de carreras administrativas y de ingenierías de las distintas universidades, son los más requeridos por las empresas. El área en la que es más difícil conseguir empleo es la de humanidades, sobre todo en la carrera de Ciencias de la Comunicación. En 1997, la tasa de desempleo abierto entre las personas de 15 a 24 años de edad fue de 5.1 por ciento, casi el doble de la registrada para la población de 12 años y más (2.6%). El desempleo no es el único problema al que se enfrentan los jóvenes en el ámbito laboral; al igual que otros sectores de la población, sufren la precarización que se ha presentado desde hace varios años en las condiciones de trabajo del país: bajos niveles salariales y cada vez menos prestaciones sociales, entre otras. Así, los jóvenes mexicanos se insertan en un mercado laboral que, por lo general, les ofrece condiciones poco favorables para el adecuado desarrollo de sus potencialidades y capacidades individuales. Pese al descenso de la tasa de desempleo después de 1995, las diferencias por sexo siguen siendo importantes: 1997, los hombres registraron una tasa de desempleo de 4.3 por ciento y las mujeres 6.6 por ciento. el mayor nivel de desempleo femenino podría explicarse, entre otrso factores, por el menor número de horas que están disponibles para trabajar en el mercado laboral, lo que les dificulta acceder a jornadas de tiempo completo, y por el tipo de ocupaciones que les permiten obtener sus responsabilidades familiares y domésticas. Por otra parte, las mujeres representan uno de los grupos más susceptibles de ser despedidos en períodos de crisis, ya que una proporción importante de ellas está ubicada en ocupaciones poco calificadas y de fácil sustitución. Para el resto de la población el panorama tampoco se antoja alentador; sólo por mencionar algunos datos, ¿sabe cuánto debe ganar usted legalamente?. El país está distribuido en tres zonas (Zona A, Zona B y Zona C); para los de la Zona A, el salario mínimo (esto es, lo que un patrón está obligado por ley a pagarle) es de 40.35 pesos diarios; para los de la Zona B, (ahí estamos nosotros, los de Jalisco) el salario es de 37.95 pesos; ganamos más que los de la Zona C, donde el salario es de 35.85 pesos. (Datos proporcionados por Tomás Natividad, representante de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos). Haciendo cálculos, el 4.5% de la población mexicana sobrevive con casi 40 pesos diarios. ¿Sabía usted que hoy en día sólo se puede adquirir una tercera parte de los productos que se podían comprar con un peso en 1982? Aún más, un salario mínimo (40 pesos aproxiamadamente) no alcanza para que una familia de 4 miembros pueda sobrevivir, de ahí que luego se tenga que recurrir a buscar otras alternativas, como el del comercio informal, o como hoy se dice: `changarros´. En diciembre de 1994, un trabajador que percibía un salario mínimo al día, tenía que trabajar 77 horas a la semana para adquirir una canasta básica, y a finales del 2001 (o sea, el año pasado), tenía que laborar 124 horas para obtener tal remuneración. Termina la transición demográfica y empieza el perfil envejecido En cambio, indicó el Conapo, en las próximas décadas la población mexicana entrará de lleno y completará la última fase de la transición demográfica, para encaminarse rápidamente a un crecimiento cada vez más reducido y a un perfil envejecido. De esta forma, la tasa de crecimiento natural descenderá de 1.42 en 2007 a 1.32 en 2010 y a 0.74 por ciento en 2030. En tanto, a mediados de siglo y por primera vez desde el término de la Revolución Mexicana, se prevé el inicio de un ciclo de crecimiento demográfico fluctuante a tasas muy bajas, incluso negativas. Aun así y debido al cambio en la estructura por edades de los mexicanos, la nación enfrentará retos importantes destacó el consejo. Entre ellos, mencionó que en los siguientes 10 años, alrededor de 900 mil personas ingresarán al mercado de trabajo, a quienes se les deberán brindar oportunidades de empleo suficientes y adecuadamente remuneradas. En ese periodo se acentuará el tránsito de una población “joven” a otra “entrada en años”, lo que se traducirá en un incremento significativo de su edad promedio, la cual pasará de casi 28.7 años en 2007 a 42.3 en 2050. La proporción de los menores de 15 años que ahora representan 30 por ciento de los mexicanos se reducirá a 17.4 por ciento en 2050. En cambio, el porcentaje representado por la población en edades laborales, entre 15 y 64 años, se incrementará sistemáticamente hasta 2020. A partir de entonces su peso relativo tenderá a disminuir de nuevo: de 65 por ciento en 2007 a 68 por ciento en 2020, y a 62 en 2050. Mientras tanto, el grupo poblacional de 65 años y más aumentará de casi 5 por ciento actualmente, a 21 por ciento en 2050. En la actualidad se calcula que 11 millones de individuos nacidos en México residen en aquel país, y 90 por ciento se concentran en los estados de California, Texas, Illinois y Arizona. Ese conjunto representa aproximadamente 3 por ciento de la población total del país vecino, y casi 10 por ciento de los habitantes de la República mexicana. Con base en los resultados del segundo conteo de población 2005, el Consejo Nacional de Población previó que con los 2.02 millones de nacimientos que tendrán lugar el próximo año, la población sumará 106.3 millones de personas. Calculó una tasa de natalidad de 19.1 nacimientos por cada mil habitantes. Los recién nacidos tendrán una esperanza de vida de 75 años (72.6 para los hombres y 77.4 para las mujeres).