Parálisis Paradigmática: Factor Limitante del Cambio Organizacional
como agente impulsador del Desarrollo Gerencial.
Actualmente, las organizaciones para que puedan afrontar con éxito la
complejidad de un entorno cada vez más competitivo y dinámico, deben experimentar profundos procesos de transformación y de cambio, especialmente en el manejo de la resistencia al mismo. Lo que requiere de un aprendizaje, actividad que es de por vida y que permitirá a las organizaciones adaptarse a la inestabilidad donde las personas se agrupan, integran, comunican profundamente y se comprometen con el proyecto que los une.
Tales transformaciones han estado mediadas por factores como: la
globalización, cambios sociales y económicos, la cultura, los avances tecnológicos, modas gerenciales y la apertura hacia nuevos enfoques de la administración, en donde la vinculación de cada uno de estos factores requieren del conocimiento, es decir, el capital intelectual en las organizaciones resulta cada vez más importante, originando en el Gerente la necesidad de innovar en modelos gerenciales para el uso y aprovechamiento de todos los recursos que componen la organización.
En este sentido, aportes teóricos de relevancia han venido
proyectando la nueva visión organizacional orientada a un pensamiento estratégico, que busque gestionar la incertidumbre como oportunidad de desarrollo. De la misma forma la concepción de una gerencia emergente, proactiva y transcendente; perfila a un gerente capaz de encontrar nuevas maneras de dirección y reestructuración del trabajo, vinculada a su vez a la necesidad de establecer las relaciones entre la conformación de equipos multidisciplinarios, como el medio para administrar acciones inteligentes que produzcan resultados asertivos. Se puede inferir entonces, que la corriente del pensamiento administrativo para este siglo XXI; exige transformaciones radicales hacia el nuevo rol del gerente como precursor del cambio en la organización.
Cabe destacar que la misma dinámica del entorno, requiere en la
gerencia la combinación de conocimientos, destrezas y habilidades para generar soluciones que promuevan protagonismo al liderar el escenario de competitividad en que se desenvuelve la organización. Resultando entonces evidente, que las mejores estrategias en manos de una gerencia tradicional, están más cerca de convertirse en intensiones escritas que no cobran vida con la acción.
En atención a las consideraciones anteriores, es importante señalar
que para los gerentes el conocimiento presenta un reto, en el cual cada organización de acuerdo a sus características, tiene que construir la dirección del cambio dentro de su estructura, y esto significa prepararse para abandonar todo lo que hace e incorporar a la vida diaria la auto superación continua, donde el gerente en conjunto con su recurso humano tendrá que aprender a explotar su conocimiento, a desarrollarse y proponerse nuevos retos en función de superarlos.
Un común denominador de los procesos exitosos de cambio, está
inmerso en la capacidad de involucramiento del gerente como líder para crear una cultura de apertura a las transformaciones. Sin embargo, cuando el gerente no muestra congruencia entre su discurso y su praxis gerencial, puede existir una tendencia a crear un clima de escepticismo que obstaculice el desarrollo y modernización de las organizaciones, con la correspondencia desmotivación del Recurso humano.
Sin duda alguna, la globalización, la tecnología de la información y el
conocimiento han impulsado un proceso acelerado de innovación a lo cual se requiere de nuevas formas de pensar, hábitos, costumbres, estilos de dirección y de trabajo, de organización de los recursos con que se cuenta para su efectiva utilización y en todo este proceso es fundamental la cohesión de una cultura flexible organizacional, si se desea ser competitivo y resiliente.
Aun cuando el cambio forma parte de la vida, genera tensión,
resistencia y entropía, ante esto se tiene que en algunas organizaciones definan este proceso como crisis y que no siempre tengan un carácter proactivo, lo que a su vez origina que no se cuente con la preparación del personal, que no se posea un enfoque integral del problema y que se continúe con viejos módulos tradicionales en procedimientos que no están adaptados a un nuevo paradigma organizacional, para que se den los cambios en sus diferentes estructuras y procesos.
Th. Kuhn (1962) en su libro “Estructura de las Revoluciones
Científicas”; asocia los paradigmas con las normas y reglamentos que surgen periódicamente en el devenir histórico de la humanidad y del mundo científico. Es así, como conceptos innovadores que se establecen como verdades, llegan a convertirse en modelos que orientan a los seres humanos por un tiempo, pero luego otros modelos o conceptos pueden resurgir de acuerdo a los avances de la ciencia y a las necesidades e intereses de contextos reales para un determinado momento.
En consecuencia, los paradigmas actúan como filtros de la
percepción y es lo que J. A Barker (1989) denomina “Efecto Paradigma o Parálisis Paradigmática”. Según el autor, este fenómeno consiste en “Ajustar la información proveniente de la realidad a la percepción que se basa en arquetipos mentales, rechazando todo lo que no se acomoda a los paradigmas”. (p.189).Es decir, es mediante la parálisis paradigmática que la persona selecciona lo que se ajusta a sus propios paradigmas excluyendo, muchas veces, otras alternativas que pudieran enriquecer la consolidación del pensamiento y la acción.
Por esta razón, por la propia naturaleza del cerebro y de las
estructuras de aprendizaje, se tiende a rechazar aquello que no es convencional, que no corresponde a lo que se está acostumbrado hacer. En tal sentido, la parálisis paradigmática se caracteriza por la tendencia a la perpetuación de métodos, concepciones y patrones, al temor a la curiosidad y cuestionamiento, a la resistencia al cambio e innovación, al rechazo a la generación de problemas como forma de construcción del conocimiento. En otras palabras, no es una enfermedad física sino más bien de la mente y suele ser muy dañina cuando se presenta en las organizaciones expuestas a un entorno tan dinámico y cambiante.
En relación a la idea anterior, algunas empresas abrazan sus
paradigmas con tanta seguridad que terminan otorgándole excesiva importancia, lo que al mismo tiempo se traduce en una parálisis paradigmática que impide transformar los esquemas existentes, basándose en un modelo único en la cual la organización ha de trabajar y que muchas veces se confunde con el verdadero espíritu de la mística empresarial. Resulta evidente entonces destacar, que la aceptación y disposición del gerente al cambio de paradigma es lo que permitirá el aprendizaje de la organización y la apertura al cambio, de lo contrario existirá una limitante que no permitirá la gestión adecuada en condiciones de riesgo, incertidumbre y complejidad.
Ante tal situación, surge la siguiente interrogante: ¿Existe en las
organizaciones la actitud y disposición para asumir los cambios?, Cuales son las causas de la parálisis paradigmática como factor limitante del cambio organizacional?, ¿De qué manera el gerente puede convertirse en un agente impulsador del cambio para las organizaciones resilientes?. En consideración, a las interrogantes presentadas se pretende indagar, revisar, analizar los estilos de liderazgo, las estructuras organizacionales, los paradigmas gerenciales, entre otros elementos que sustentaran el presente estudio. POSIBLES REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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Lozano, A. (2005): La Transcomplejidad de la gerencia en las
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