La lectura y escritura supone el manejo de unos mecanismos de carácter
objetivo, utilizando destrezas que el sujeto tiene. Nos referiremos (en estos procesos) desde el adulto con conocimiento consolidado. A la hora de reconocer palabras, nuestro sistema de reconocimiento maneja una economía ya que no incorpora más palabras de las necesarias. Por ej: en los grupos consonánticos, la información que dan las consonantes es mayor que la que proporcionan las vocales. Un individuo puede producir más de 240 mil enunciados sin error de naturaleza fonológica. En la lectura existen unos elementos gráficos que aunque leamos silenciosamente, hay una forma de conversión hacia elementos sonoros, aunque no los articulemos y de ahí extraemos el significado. Hay elementos que facilitan esta tarea y es que las palabras tienen claramente unos espacios que las separan, delimitando sus contornos.
Independientemente que se conozcan o no las palabras de un texto, se le
atribuye la condición de palabra (por ejm: en textos de otro idioma). En el lenguaje oral, la frase obra sentido a partir del conocimiento de la sintaxis y la ordenación de las palabras. En el proceso lector, a partir de identificar las palabras se realiza un tipo de análisis sintáctico, extrayendo su significado. Una vez realizado el procesamiento del enunciado se produce, tras comprender el texto, la integración de esa información con los datos registrados en su memoria de conocimientos, elaborando la información registrada; contrastando esa información con la que ya posee, a modo de diálogo interiorizado, teniendo la oportunidad de cuestionar su conocimiento y obligándole a revisar, ampliar, etc. sus propios conocimientos (existencia o conflicto o aceptación).
Dominio Basico De La Escritura - [1]
Jose Quintanal Diaz
La enseñanza de la lectura ha dado lugar a dos grandes estrategias
metodológicas. Los llamados métodos globales o de marcha analítica y los métodos fonéticos o de marcha sintética. Dentro del marco en el que nos hemos visto, los métodos globales pueden concebirse como el desarrollo de la vía lexical de acceso al significado. Esto supone que el esfuerzo principal se dirige, y estamos hablando desde los modelos que hemos considerado en el capítulo anterior, hacia la creación en el alumno de un vocabulario visual extenso que permita el reconocimiento directo de las palabras y el acceso consiguiente al significado. Desde esta perspectiva, efectivamente, la lectura y el significado están unidos desde el principio.
Es evidente que no todos los componentes implicados en la lectura reciben el
mismo tratamiento educativo. Podríamos decir, en términos generales, que los procesos de nivel inferior (reconocimiento de palabras) reciben una instrucción más explícita y formal que los de mayor nivel (comprensión). Así pues, cuanto más complejos son los procesos, más difusa es la enseñanza. En ese mismo sentido, también cabría decir que cuanto más se ve la escritura como un (simple) sistema de representación del lenguaje oral, mejor definido y organizado está el esfuerzo educativo; y cuanto más la concebimos como un lenguaje, en menor medida podemos describir lo que hacemos en las aulas para facilitar su dominio. Esto, dentro de ciertos límites, es comprensible, pero en la medida en que se ha ampliado la educación obligatoria hasta los 14 o 16 años, resulta cada vez menos justificable.
Dominio Basico De La Escritura - [2]
Myriam Nemirovsky
Aprender a leer y a escribir, es necesario señalar que estos procesos requieren
una motivación y unas actitudes positivas hacia el aprendizaje en general y hacia el aprendizaje de este mismo lenguaje escrito, que deben ser enseñadas y vividas en un contexto especial. Todo este proceso tiene lugar dentro del aula, y hay que tener en cuenta que cada alumno será distinto, ya que no todos han tenido la misma experiencia de uso escrito, por lo que será necesario educar en la diversidad, que será posible si llevamos, como ya se ha dicho, actividades significativas, motivadoras, funcionales y en pequeños grupos, y que se evaluarán de manera formativa y personalizada, además no se le exige que todos respondan al mismo nivel. Hay que aprovechar esas diferencias entre alumnos y no convertirlas en desigualdades, sino en oportunidades de educar en diversidad, cada uno con unas posibilidades y al que se le reconocerán los logros conseguidos.
Es muy importante que el aprendizaje de la lectura y escritura lo perciba el niño
tanto dentro como fuera del aula, es decir, la labor de la familia es también fundamental. La familia es el primer agente educador y socializador a lo largo del proceso de alfabetización del niño. Este papel que le corresponde será acentuado a lo largo del curso, ya que mientras mayor sea la dedicación que hacen los padres a la lectura, mayor será el nivel de comprensión de los hijos. Hay que señalar también aquí, la importancia de una coordinación/continuidad entre la metodología llevada por el maestro/a de Educación Infantil y la que utilizará el maestro/a de Educación Primaria con el mismo grupo, ya que un cambio tan brusco en la forma de aprender puede crearle al niño/a ciertos conflictos cognitivos.
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Santana Carlino.
Hay múltiples consideraciones respecto a la enseñanza de la lectura.
Lo que hemos presentado en las secciones anteriores es un conjunto de lo que creemos son los principios más importantes. Sin embargo, cada uno de ellos debe adaptarse a un contexto y lengua específicos y a estudiantes con destrezas distintas.
La enseñanza de la lectura y la escritura es un trabajo difícil.
Los maestros deben estar pendientes del progreso que los estudiantes logran y ajustar la enseñanza de las destrezas cambiantes de los estudiantes. También es importante recordar que el objetivo de la lectura es comprender los textos y ser capaz de aprender de ellos. Un lector lee un texto para entender su significado y también para poner en práctica ese conocimiento. Una persona lee un texto para aprender, para encontrar información, para entretenerse, para reflexionar o por prácticas religiosas. El propósito de leer está estrechamente conectado con la motivación de la persona para ello. Leer es una destreza que otorga poder a todos aquellos que la aprenden, pues serán capaces de beneficiarse del gran cúmulo de conocimiento en materiales impresos y, finalmente, podrán hacer una contribución a ese conocimiento. La buena enseñanza permite a los estudiantes aprender a leer y a leer para aprender. Escribir contribuye también a establecer la relación entre la lectura y el lenguaje oral.
Dominio Basico De La Escritura - [4]
BIBLIOGRAFIA:
1) Bioy Casares, Adolfo. “Sobre la escritura”
2005 - Editorial: Fuentetaja. Madrid
2) Quintanal Diaz, Jose. “Acerca Del Metodo”
1997 - Editorial: Seix Barral
3) Nemirovsky, Myriam. “Sobre la Enseñansa Del Lenguaje Escrito”
1999 - Editorial: Paidos
4) Carlino, Santana. “Leer Y Escribir Con Sentido”