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ANATOMIA DEL OJO

Estructuras externas del ojo

Las estructuras externas de ojo son la órbita ósea, los músculos extraoculares, los
párpados, la conjuntiva y el aparato lagrimal.

Orbita Ósea

La órbita ósea (llamada también cavidad órbitaria) aloja al ojo. Está situada en la parte
anterior del cráneo dentro del hueso frontal. La cavidad esta revestida de tejido adiposo
para amortiguar el ojo. Si bien la mayor parte de la órbita está formada por un tejido óseo
delgado, el reborde es particularmente grueso y, por lo tanto, protege mejor el ojo.

Músculos Extraoculares

Seis músculos insertados en la esclerótica y la órbita ósea mueven el globo ocular


alrededor de diversos ejes para enfocar un solo punto. Cada ojo cuenta con cuatro
músculos rectos. Éstos son los rectos superior, inferior, lateral ( o externo) medial (o
interno). También hay dos músculos oblicuos, el superior (mayor) y el inferior (menor).

Párpados

Son dos láminas de tejido conectivo fibroso cubiertas de piel. Se abren y se cierran sobre
el ojo para protegerlo de las lesiones y de la luz. El espacio o el intervalo entre los
párpados superiores e inferiores se denomina hendidura palpebral. Cada unión de los
párpados (los ángulos) se llama canto. El canto interno (medial) es más cercano al puente
nasal. El canto externo (lateral) es el opuesto. En el canto interno se observa una pequeña
masa rosada de tejido denominada carúncula lagrimal. Este tejido contiene glándulas que
secretan material sebáceo que hacen que los párpados sean herméticos cuando están
cerrados. La lámina tarsal se extiende a lo largo del borde libre del párpado. Está formada
por tejido fibroso denso que le otorga a los párpados su forma característica. Las
pestañas, que se extienden a lo largo del tarso, protegen al ojo del polvo y de otros
agentes de polución.

Conjuntiva

La conjuntiva es una mucosa delgada y transparente que recubre el párpado del lado
interno y cubre la esclerótica. Se divide en palpebral y bulbar. La porción de la conjuntiva
que recubre las superficies internas de los párpados se llama conjuntiva palpebral. Ésta
parece de color rojo debido a la vascularización de los párpados. La conjuntiva bulbar
cubre la parte anterior del globo ocular hasta la unión de la esclerótica está detrás de ella.
Una capa adicional de mucosa cubre el globo ocular.

Aparato Lagrimal

Es el sistema de producción de lágrimas del ojo. Está compuesto por varias partes. La
glándula lagrimal, localizada dentro del hueso frontal en cada ángulo de la órbita, secreta
lágrimas. La glándula contiene alrededor de 12 conductos distintos, que aportan lágrimas
a la conjuntiva. Los conductos lagrimales se extienden desde el canto interno al saco
lagrimal. La abertura de cada conducto se llama punto lagrimal. El saco lagrimal es una
gran abertura en el extremo superior del conducto lacrimonasal, que comunica el saco
lagrimal con el meato inferior de la nariz.

Capas Externas del Globo Ocular

El globo ocular contiene varias capas externas protectoras. Estas son la esclerótica, la
córnea, el cuerpo ciliar, la coroides y el iris. La esclerótica es un tejido fibroso blanco y
grueso que abarca unas tres cuartas partes del globo ocular. Es la estructura de sostén
externa del globo ocular y se continúa con la córnea, que cubre la parte anterior del ojo.

La cornea es una membrana fina y transparente que cubre la parte anterior del globo
ocular. No contiene vasos sanguíneos y el tejido que refracta los rayos de la luz cuando
ingresan en el ojo.

El plano coroideo está situado debajo de la esclerótica y es un tejido vascularizado de


pigmentación oscura. La función fundamental de la coroides es evitar la reflexión de luz
dentro del globo ocular. Una extensión de la coroides, el cuerpo ciliar, se ubica en la
periferia de la porción anterior de la coroides y está formada por músculo liso en el que se
insertan los ligamentos suspensorios. Estos ligamentos fijan al cristalino en posición.
Además, los procesos ciliares, que son pliegues de tejido que fijan la porción interna del
cuerpo ciliar del lado anterior, producen el humor acuoso, que es el líquido que ocupa la
cámara anterior del ojo.

El Iris, o la parte coloreada del ojo, es una membrana contráctil pigmentada compuesta
principalmente por tejido muscular. Es circular y contiene una banda plana de fibras
musculares que rodean la pupila. La activación de estas fibras musculares hace que la
pupila se cierre o se abra, para regular la cantidad de luz que ingresa en el ojo. La pupila se
ubica en el centro del iris y puede dilatarse o contraerse según la acción del iris.
Retina

La capa interna del ojo se llama retina. Es la capa fotorreceptora del ojo. Se localiza en la
pared posterior interna del globo ocular. La retina recibe imágenes y las transmite al
cerebro para su interpretación. La luz se proyecta sobre la retina a través de la parte
anterior del ojo; después, la retina convierte la luz en impulsos nerviosos y los transmite al
cerebro, lo que crea la visión.

La retina constituye la envoltura interna de globo ocular, ocupando una gran parte de su
superficie y teniendo un espesor aproximado de un milímetro. Está protegida contra la luz
por otro músculo opaco llamado coroides, y otro que envuelve a los dos anteriores, más
rígido y que permite conservar la estructura esférica del ojo, denominado esclerótica.

Se asemeja la retina a la pantalla del televisor o la placa fotográfica; en ella se realizan las
más complicadas transformaciones, con tal precisión, que muchos piensan que es parte de
la misma corteza cerebral. Los rayos de luz que llegan hasta ella son los portadores de la
carga energética que desencadena reacciones químicas y eléctricas, que el cerebro
interpretará llenas de significados.

La retina se compone en su capa más profunda de células fotosensibles de dos tipos:


conos y bastones, repartidos de forma desigual por su superficie. Forman un verdadero
mosaico compuesto por más de seis millones de conos, (que tiene cada uno de ellos
conexión directa e individualizada con la parte posterior del cerebro), y unos ciento veinte
millones de bastones en cada ojo, (que se conectan en grupos varios).

Tienen distintas funciones estas células especializadas. Los conos alcanzan mayor
precisión y detalles, también son aptos para la más intensa iluminación, y, por un
pigmento especial llamado rosina, permiten la visión cromática; por el contrario los
bastones captan mejor el movimiento, son más sensibles al gris tonal y a la escasa
iluminación. No están igualmente repartidos por la retina, abundando la concentración de
conos en la zona central, donde hay un punto minúsculo, llamado fóvea, (F), situado en el
eje visual del ojo, que tiene la máxima concentración. Es en la fóvea donde quedan
enfocadas las imágenes que desean verse con mayor nitidez y detalle. Esta zona mide de
2’5 a 3 mm., con una zona central llamada fóvea centralis, que tiene un diámetro de 0’3
mm., libre de bastones. Como ejemplo comparativo diremos que la imagen de la Luna
llena ocupa 0’2 mm. de diámetro de la retina.

En contraste con la eficacia de la fóvea, en el fondo del ojo se encuentra al nudo de salida
o conexión de estas células con el nervio óptico, encargado de transmitir las sensaciones
al cerebro: ese punto es insensible a la luz; se llama punto ciego.
La retina al separarse del epitelio pigmentario, es transparente, sobre todo con la luz. Pero
en la oscuridad presenta un color rojizo debido a la presencia de rodopsina contenida en
las células de los bastones.

Cámaras Anterior y Posterior

El iris divide en dos cámaras la cavidad anterior del ojo. La cámara anterior se localiza
delante del iris, mientras que la cámara posterior se encuentra inmediatamente detrás del
iris, pero delante del cristalino. El espacio entre la córnea y el cristalino está ocupado por
el humor acuoso, que es producido por los procesos ciliares. Como la producción de este
líquido es continua, debe tener una vía de salida del interior del ojo. El líquido se drena a
través de un pequeño espacio entre el cristalino y el iris, ingresa en el conducto de
Schlemm dentro de la esclerótica y llega directamente al sistema nervioso.

La gran cavidad posterior del globo ocular, ubicada detrás del cristalino, contiene un gel
llamado humor vítreo. Esta sustancia es fundamental para mantener la forma del ojo.

CRISTALINO

La verdadera lente del ojo, que permite la nitidez focal sobre la retina, la constituye el
cristalino Situado inmediatamente después de la pupila tiene la forma de un esferoide
achatado. Es de gran transparencia y no tiene riego sanguíneo, estando separado del
fondo del ojo por el humor vítreo, más viscoso y denso que el acuoso.

La característica principal del cristalino es su elasticidad, que le permite por la presión de


los músculos ciliares, a los que lo unen minúsculas fibras, modificar su forma, curvándola
más o menos, y constituir una lente cambiante, apta para enfocar objetos lejanos o
próximos, aunque no es posible enfocar lo lejano y lo próximo al mismo tiempo.

Desgraciadamente, a pesar de su continua renovación celular, este tejido se endurece con


el tiempo, perdiendo su flexibilidad acomodaticia.

Esta lente del cristalino proyecta la imagen, reduciendo e invirtiendo su forma, al fondo
del ojo, y por un elemental proceso de óptica geométrica, consigue el ángulo preciso de
convergencia para la nitidez retiniana Si bien no es solo la proyección geométrica la que
intervine, sino el principio físico de la refracción, ya que también se debe al alto índice de
refracción de este transparente cuerpo. Este cuerpo está formado por más de dos mil
fibras que lo envuelven como las capas de una cebolla, que le hace aumentar su
refracción. También influye en el alto índice de refracción, en el que la imagen no se
desplaza en el vacío sino en el humor vítreo, con lo que se acorta la distancia cristalino-
retina. Es esta función mecánica la que más se asemeja a la tradicional máquina
fotográfica, aunque vemos también su gran diferencia entre ambas.
Objetivo

Es recuperar la visión perdida por enfermedad, lesión o defectos congénitos, y obtener un


buen efecto estético. Los procedimientos oculares son delicados y precisos. Como la
mayoría de los procedimientos oculares se practican con anestesia.

IRIS

El iris, en anatomía, es la membrana coloreada y circular del ojo que separa la cámara
anterior de la cámara posterior. Posee una apertura central de tamaño variable que
comunica las dos cámaras: la pupila.

Corresponde a la porción más anterior de la túnica vascular, la cual forma un diafragma


contráctil delante del cristalino. Se ubica tras la córnea, entre la cámara anterior y el
cristalino, al que cubre en mayor o menor medida en función de su dilatación.

El iris es la zona coloreada del ojo. En su centro se encuentra la pupila, de color negro; la
zona blanca que se encuentra alrededor se denomina esclerótica.

Función

Esta parte del polo anterior del ojo constantemente activa, permite a la pupila dilatarse
(midriasis) o contraerse (miosis), de acuerdo a la intensidad que posea la fuente luminosa.
Esta función tiene como objetivo regular la cantidad de luz que llega al cristalino.

Las fibras musculares del iris se agrupan formando dos músculos: el esfínter del iris que
produce la miosis, y el dilatador de la pupila que produce la midriasis

El color

Está determinado genéticamente. En los niños recién nacidos, el color del iris suele ser
azul claro o grisáceo. La coloración definitiva se alcanza entre los 6 y 10 meses. El color
está determinado por el número y distribución de unas células que contienen el pigmento
melanina y se llaman melanocitos.

Si la melanina se encuentra solamente en la zona de epitelio pigmentario de la superficie


posterior del iris, el ojo es azulado. En cambio, si esta se distribuye por todo el espesor del
iris, el ojo es de color marrón.

El anillo o ligamento de Zinn, es un anillo fibroso desde el que se originan los músculos
extraoculares rectos y que esta localizado en el vértice de la órbita rodeando al nervio
óptico.

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