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Introducción
Bajo la tutela pontificia, en 1539, nació la Compañía de Jesús como una
nueva orden cuyo principal objetivo era atender las misiones católicas del
Medio Oriente y participar en la evangelización de América. Con el ánimo
de colaborar en la difusión de las reformas aprobadas por el Concilio de
Trento, en 1547, Ignacio de Loyola adoptó a la educación como un ministe-
rio adicional.
La presencia de la Compañía de Jesús en Colombia ha sido intermitente.
En diciembre de 1567 los jesuitas destinados al Perú estuvieron de paso en
Cartagena de Indias; treinta y un años después, en octubre de 1598, llegó de
México la primera misión acompañando al arzobispo Bartolomé Lobo Gue-
rrero. Pasados dos años esta misión se retiró con el fin de obtener las autori-
zaciones necesarias para establecer oficialmente una nueva provincia en la
Nueva Granada, la cual fue creada oficialmente en 1604; merced al espíritu
empresarial mostrado por sus miembros, la provincia granadina pronto al-
canzó un notable desarrollo que se refleja no sólo en la organización de nu-
merosos casas, residencias, colegios y misiones, sino en la capacidad de
financiar sus actividades religiosas, culturales y educativas mediante la ex-
plotación de una próspera red de haciendas que comunicaban entre sí las
diferentes misiones.
1 En 1844, durante la administración de Pedro Alcántara Herrán, los jesuitas fueron invitados a
retornar a Colombia pero pocos años después, en medio de convulsiones políticas muy propias
de un agitado siglo XIX, a través de sendas disposiciones presidenciales, fueron extrañados dos
veces más, una en 1850 durante la administración de José Hilario López, otra en 1861 durante la
segunda administración del General Tomás Cipriano de Mosquera. Finalmente regresarían para
establecerse en forma definitiva y ampliar su radio de acción. Justificación :Expulsión y embargue
de los jesuitas de los Estados españoles, 31 marzo 1767 Tomado de la Enciclopedia cattolica.
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11 Posada, E. & P.M. Ibáñez (Compiladores). 1910. Relaciones de Mando. Memorias presentadas
por los gobernantes del Nuevo Reino de Granada. Biblioteca de Historia Nacional 8: 157-160.
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12 A manera de ejemplo baste citar a Camilo Torres y Tenorio, Santiago Arroyo y Francisco Jose de
Caldas.
13 Boletín de Historia y Antigüedades 23(264-265): 644-672 (1936).
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17 Posada, E. & P.M. Ibáñez (compiladores) Relaciones de Mando. Memorias presentadas por
los gobernantes del Nuevo Reino de Granada, Biblioteca de Historia Nacional 8: 157-158
(1910), Bogotá.
SANTIAGO DÍAZ PIEDRAHITA: DESTINO CULTURAL DE ALGUNOS DE LOS BIENES. . . 811
18 Ibíd.: 250.
19 Concepto emitido por Guirior en la relación antes citada.
20 Luego de un riguroso inventario tales materiales fueron embalados cuidadosamente en 104
cajones y despachados a Madrid. Ejecutor del envío fue el general Pascual de Enrile, amigo de
Mariano Lagasca, director del Real Jardín Botánico de Madrid, quien añoraba contar con estos
materiales y había manifestado su inquietud al militar antes de su partida hacia la Nueva Granada
con la expedición de reconquista comandada por Pablo Morillo.
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27 Posada, E. & P.M. Ibáñez (compiladores) Relaciones de Mando. Memorias presentadas por
los gobernantes del Nuevo Reino de Granada, Biblioteca de Historia Nacional 8: 331- 339
(1910), Bogotá.
SANTIAGO DÍAZ PIEDRAHITA: DESTINO CULTURAL DE ALGUNOS DE LOS BIENES. . . 815
28 Ibíd.: 489.
29 Ibíd.: 492.
30 Ibíd.: 492-493.
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Pese a los reiterados esfuerzos del Fiscal, apoyados sin excepción por suce-
sivos virreyes y al sincero deseo de estos funcionarios de reformar la educa-
ción, el modelo de universidad, tal como se proponía nunca llegó a consolidarse
en el período colonial. A pesar de ello, algunos de los bienes expropiados
destinados para funcionamiento y desarrollo de la universidad siempre se man-
tuvieron en poder del Estado y se conservó su destinación para la organización
de la universidad pública. Ya obtenida la Independencia de Colombia, en 1826,
el general Santander clausuró la Universidad Tomística y creó la Universidad
Central, entidad a la cual se le adscribieron los colegios de San Bartolomé y del
Rosario y se le asignaron, entre otros bienes el edificio de aulas (antiguo cole-
gio de San Bartolomé), la biblioteca, el museo, los gabinetes de historia natural
y el Observatorio Astronómico de Bogotá. En 1842, al cambiar la orientación
política del gobierno, la nueva administración ordenó el traslado de estos bie-
nes a la Universidad del Primer Distrito; dos años después se invitó a los jesui-
tas a regresar al país. En 1867, las citadas propiedades pasaron a manos de la
Universidad Nacional. El emblemático Edificio de Aulas, que habían ocupado
el antiguo Colegio de San Bartolomé y la Universidad Javeriana, casi siempre
fue usado con fines culturales. Los sellos reales que ornaban el dintel de la
puerta principal del edificio fueron borrados el 26 de julio de 1813 luego de la
declaración de Independencia absoluta de Cundinamarca; el aula mayor, co-
nocida desde 1842 como Salón de Grados31 (por haber sido destinada median-
te disposición presidencial a las ceremonias de graduación de los universitarios),
previamente había servido de escuela pública y de capilla religiosa; en 1786
funcionó como capilla castrense, motivo por el cual fueron sepultados allí va-
rios militares. En 1822, por disposición del General Santander dio alojo al
Museo Nacional y a la Biblioteca Pública. En 1830 allí se realizaron las sesio-
nes del Congreso de la Gran Colombia. Dos años más tarde fue recinto de la
Cámara de Representantes y durante la guerra de 1840 fue utilizado como
cárcel para los presos políticos. A mediados del siglo XIX allí funcionaron la
Escuela Republicana y las Sociedades Democráticas, grupos conformados por
radicales. En 1857 recuperó su destinación como sede de empresas culturales
al ser sede del Liceo Granadino, interesante organización de tipo académico.
En 1867 el recinto sirvió para realizar el juicio al General Mosquera por sus
actos dictatoriales y para juzgar a los acusados del resonado crimen de Los
Alisos. En este salón, siempre engalanado, se realizaban los certámenes públi-
31 Gustavo Otero Muñoz publicó una completa historia de este recinto. Véase: “Historia del Salón
de Grados y del Ateneo de Bogotá”. Boletín de Historia y Antigüedades 34(387-389): 90-99
(1947).
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32 Ibíd.: 156-157.
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