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Herramientas conceptuales. N° 2
Herramientas conceptuales. N° 2
IIAP
Facilitadores Zonales:
Enrique Babilonia (Arturo Claussi)
Mariana Cerna
Germán Velásquez (Isabel del Águila)
Rafael Lomas (Juan Vela)
Néstor Marín
Guillermo Pastor
Walter Solano
Nerio Reátegui (Vicente Rodríguez)
Rolando Reátegui
Rister Torres
1.1. Presentación
Partimos del reconocimiento que el manejo comunal de bosques se inscribe en todo el
espectro de posibilidades respecto a la articulación al mercado. Desde bajo grado de
articulación hasta alto grado de articulación. Son las propias comunidades las que definen
el alcance a la articulación a las cadenas de valor en función a sus propios ritmos y
posibilidades. Es función del proyecto acompañar efectivamente este proceso de
autodeterminación económica.
El grueso del proyecto Bosques Inundables está orientado a desarrollar y consolidar
Opciones Productivas Comunales (OPC) rentables y sostenibles. Esto no significa que en
el proyecto no consideremos aquel segmento del manejo forestal comunitario que está
más pensado en mejorar las condiciones de bienestar de las comunidades sin que niegue
la posibilidad de una futura aproximación al mercado.
Sustento: Mantenimiento, Alimento. Aquello que sirve para dar vigor y permanencia.
Sostén o apoyo.
Bienestar: Conjunto de las cosas necesarias para vivir bien. Vida holgada o abastecida
de cuanto conduce a pasarla bien y con tranquilidad. Estado de la persona en el que se
hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica.
1
Vigésima Segunda Edición. 2001
En los diferentes trabajos sobre percepción de bienestar de las comunidades
encontramos diferentes matices:
Tener ingresos económicos
Tener alimentos disponibles
Tener salud
Estar todos unidos y contentos
Ser solidarios
Poder compartir
Esta discusión teórica es importante porque nos ayuda a revisar los paradigmas que
están detrás de nuestro modelo de Gestión Comunal Sostenible.
Pero incluso la propia concepción de Manejo obedece a una visión mecanicista de la vida
que implica que es posible fragmentar la realidad, conocerla y dominarla. El manejo se
inscribe en esta concepción. En las matrices culturales indígenas originales, reconociendo
que ha habido profundos procesos de aculturación, no se habla de maneja sino de
relaciones de convivencia.
Quiere decir entonces que tenemos que revisar algunos paradigmas que podrían estar en
nuestro modelo
Si esto es así, en función a las leyes del marketing, tenemos que conocer a nuestros
clientes, segmentar mercado y priorizar mercados. Esto es lo que intentamos hacer en el
siguiente cuadro:
Cuadro 1:
Segmentos Paradigma económico Empatía de los
básico pobladores en función a
las propuestas de OPC
del proyecto
Orientado plenamente al Acumulación y ganancias Alta
mercado
En situación transicional Acumulación y solidaridad Media
Vivencias explicadas por Solidaridad y reciprocidad Baja
razones de solidaridad y
reciprocidad
Esas premisas básicas son las que influyen para las siguientes estrategias:
Es muy pertinente que los proyectos puedan estar orientados a la generación de ingresos
económicos como una de las formas de contribuir al bienestar local. Pero tampoco
pueden reducirse a esta única dimensión. El supuesto básico, no siempre satisfactorio, es
que si alcanzas mejorar tus ingresos puedes automática o paulatinamente mejorar los
otros factores de bienestar. No siempre es así.
Un primer factor tiene que ver con los periodos de maduración de las opciones
productivas para un proyecto que tiene una temporalidad definida. Por la naturaleza de los
proyectos forestales no en todos los casos vamos a poder apreciar los ingresos en los
siguientes cuatro años. A ello se suma el hecho que los beneficios directos de los
ingresos principalmente van dirigidos a los (las) participantes directos de la opción
productiva. Un tercer factor no menos importante es el hecho del dimensionamiento del
horizonte temporal. Para muchas comunidades de alta precariedad económica un año
puede ser un plazo muy largo.
Todo ello nos lleva a replantear el tratamiento de los ingresos económicos como
expresión de bienestar. Lo que nos sugieren los factores arriba mencionados apunta a
dos cosas:
Cuadro 3:
Objetivos del Desarrollo del Milenio
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2. Lograr enseñanza primaria universal
3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
4. Reducir la mortalidad infantil
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
No se trata de cambiar la cultura nativa por una cultura occidental, se trata de encontrar
juntos una cultura del bienestar y de calidad de vida colectivamente autodeterminada. No
se trata de imponer un estilo de vida ajeno, sino de generar un estilo de vida que permita
desarrollar a la persona y al colectivo en sus mejores potencialidades y facultades.
La propuesta busca además que los que no integran directamente los Grupos de Interés
sientan que existe una legitima preocupación por el desarrollo comunal más allá de los
intereses directos del Grupo de Interés. Se busca favorecer de esta manera la empatía
entre la comunidad y el Grupo de Interés que contribuye a la viabilidad social del
emprendimiento productivo forestal.
Permite además que los Facilitadores Zonales y los Técnicos Indígenas se compenetren
más en la vivencia comunal lecciones que adecuadamente canalizadas regresan a la
propia comunidad y al Grupo de Interés.
Por todo esto las únicas pautas que se pueden hacer llegar a los Facilitadores Zonales y
los técnicos indígenas es que apliquen toda su iniciativa, creatividad y compromiso para
implementar esta parte del enfoque de trabajo del proyecto. Se sugiere que ponderen bien
su tiempo para que puedan cumplir con los objetivos del proyecto, pero sobre todo,
puedan cumplir con las comunidades, verdaderos destinatarios de todos nuestros
esfuerzos.
El concepto de familia, comunidad o municipio saludable refiere entonces a una serie de valores,
además de la salud física, mental o espiritual. Por ejemplo refiere a tener buenas relaciones entre
las personas y buenas relaciones entre las personas y la naturaleza. Implica además reconocer
que estas buenas relaciones se basan en el respeto, la solidaridad, el emprendimiento, la
capacidad de generar ingresos y empleos en un marco de respeto social y ambiental.
Por contraste, podemos hablar de una familia, comunidad o municipio “enfermo” cuando hay mal
funcionamiento del cuerpo, existen relaciones tensas entre las personas, no hay comunicación, no
hay acción colectiva en pos de objetivos comunes, cuando no hay confianza, transparencia y prima
el desorden material y espiritual.
Este es un concepto muy poderoso porque nos hace ver a la familia, a la comunidad y al Municipio
como un organismo vivo que requiere alcanzar un equilibrio en todas sus dimensiones para que
manifieste su carácter saludable. Esta denominación está acorde al entendimiento actual de la
salud que no sólo se refiere a curar enfermedades sino a generar condiciones para que las
personas sean saludables en todas sus dimensiones y en los diferentes espacios donde interactúa.
Existen diferentes formas cómo abordar este tema pero es absolutamente importante que sea un
esfuerzo en el que se conjugue tanto la propia voluntad de los afectados como de actores externos
que se complementen mutua y sinergéticamente. Nosotros como Proyecto de MFC tenemos un
importante rol que cumplir al respecto.
Múltiples son los factores que explican el enganche y la habilitación y son de origen interno y
externo. Bautista (2005), señala, entre otros, los siguientes factores: La situación económica por la
que esta atravesando la región debido a que en algunos lugares son considerados de pobreza
extrema, donde existe la mano de obra disponible hacen que muchas personas , pequeños
extractores ilegales y otros se dediquen a esta actividad, y La falta de oportunidades de empleo
que absorba la fuerza laboral en la región.
Si es que hemos podido apreciar casos de corrupción al interior de las comunidades justamente se
sustenta por las necesidades económicas. Obviamente no se trata de justificar la corrupción pero
si entender la raíz del problema. Nosotros como proyectos de MFC estamos trabajando las
opciones productivas para mejorar los ingresos pero el problema que tenemos es la falta de
sincronización en lo que se refiere a perspectivas temporales. Para nosotros dos años es un plazo
razonable, para las comunidades nativas es un plazo demasiado largo. Ellos muchas veces
prefieren tener el más bajo valor ahora que el más alto valor en el futuro.
Por eso es que desde las opciones productivas tenemos que combinar estrategias que permitan
afrontar lo urgente e importante. Es por eso que tenemos que usar estrategias que permitan
generar ingresos en el más breve plazo y a la vez que permitan subvencionar internamente las
opciones productivas de mayor periodo de maduración. No deberíamos verlo como una
competencia mutua de opciones productivas sino de una estrategia de retroalimentación. La
opción productiva pequeña alimentando de experiencias y lecciones aprendidas para ir
consolidando la gran opción productiva. Este es el fundamento por lo que se ha generado el
concepto de Opciones de Sustento y Bienestar.
Tenemos que trabajar para construir sujetos, ciudadanos activos, inclusivos que sepan ejercer sus
derechos y cumplir sus obligaciones. Es ahí donde entra a tallar la propuesta de construcción de
ciudadanía forestal indígena.
Nosotros como proyectos de MFC, ya lo hemos dicho, no podemos resolver todo el pasivo social
que existe en las comunidades pero lo que si podemos hacer es ser Facilitadores para que el
Estado y las organizaciones privadas generen condiciones que favorezcan la sostenibilidad
comunal. Es en ese contexto que el proyecto tiene mejores condiciones de replicabilidad o
sostenibilidad, sino las propias condiciones del medio pueden terminar afectando o dilatando las
acciones que queremos construir a partir de los Grupos de Interés.
Tenemos que estar muy claros que nosotros con la propuesta de Grupos de Interés no estamos
privatizando los recursos naturales de la comunidad sino que estamos promoviendo dentro de la
comunidad nuevos espacios de organización, liderazgo, emprendimiento y capacidad de logro que
deberán contagiar también a la comunidad. Existe una relación sinergética entre comunidad y
Grupo de Interés que debemos trabajar.
Si nosotros queremos que las capacidades no sólo queden instaladas en la comunidad sino que
tengan condiciones de replicabilidad y sostenibilidad entonces tenemos que trabajar por una
propuesta que empodere realmente al actor central de los proyectos de MFC. Eso pasa entonces
por contribuir a que tengamos ciudadanos plenos ejerciendo sus derechos y cumpliendo sus
obligaciones. Ese es el sentido que le queremos dar a la propuesta de construcción de ciudadanía
forestal indígena.
Encontramos en las comunidades que no siempre están claras las funciones de las autoridades
que son elegidas por las propias comunidades y las que son elegidas por las autoridades
estatales. Encontramos que confunden al INRENA con el RENIEC. Encontramos que los mejores
talentos de las comunidades tienen que salir a las ciudades porque no tienen opciones de
desarrollo profesional dentro de su propia comunidad. Encontramos dramáticamente casos de
desnutrición infantil que afectan el capital humano de la comunidad. Nosotros no podemos hacer
oídos sordos o hacernos de la vista gorda frente a tal problemática. No lo podemos solucionar
todo, repetimos, pero si podemos contribuir desde una perspectiva de construcción ciudadanía
para que ellos mismos puedan ejercer su derecho a la información, a la educación, a la salud, a
sus derechos civiles y políticos. La realidad comunal tiene impactos sobre el grupo de interés y
viceversa.
La idea de una la nueva ciudadanía va más allá de la exigencia del acceso, la inclusión y la
pertinencia a un determinado sistema político. Lo que está en juego es, de hecho, el derecho a
participar justamente en la definición de dicho sistema, es decir, esto apunta hacia la
transformación de la sociedad y su estructura de relaciones de poder. Esto implica que los
sectores marginados, y excluidos como los pueblos indígenas ocupen espacios para el control
democrático del Estado mediante la participación efectiva de una ciudadanía activa que incida
directamente en el poder (Dagnino, 2001).
Esta propuesta es recogida claramente desde la Estrategia Nacional Forestal que reconoce que
los actores, tendrían que estar adecuadamente representados en los procesos de toma de
decisiones en el quehacer forestal, representatividad que debería evolucionar progresivamente. En
este sentido, es importante considerar que la discriminación es una limitante para el desarrollo
sostenible, por lo que se debe fomentar la aprehensión de la democracia, la equidad, la justicia
social y la igualdad de oportunidades para todos, considerando aspectos como identidad, género,
autoestima, autonomía y ciudadanía (ENF, 2004).
Es importante recoger las experiencias cercanas. Por ejemplo Pacheco, P.; Jonson, J. y O.
Llanque (2006) dan cuenta que en Bolivia las posibilidades para involucrar a la sociedad civil en
sistemas de control social han quedado hasta ahora sin explorar y aunque el régimen forestal
vigente se basa en los principios de sostenibilidad y acceso democrático a los bosques, el sector
es todavía dominado por unas pocas empresas que retienen los beneficios principales de los
bosques mientras las poblaciones locales continúan en condiciones de pobreza.
Nos queda claro que el tema de recursos económicos es una limitante para el proyecto y
que no somos un proyecto de desarrollo integral. No obstante, eso no quita que hagamos
todos los esfuerzos necesarios para que podamos visualizar de mejor manera el
desarrollo forestal comunitario con el desarrollo comunal. Tenemos que dar una respuesta
contundente a la estrategia de trabajar únicamente con el (o los) GI. Siendo una opción
legítima trabajar con las comunidades, también es legítimo que hagamos todos los
esfuerzos posibles para contribuir a la calidad de vida de toda la comunidad en la medida
de nuestras posibilidades.
Además porque parte del éxito del proyecto es que tengas una población sana, con
voluntad y ganas de hacer realidad los sueños y emprendimientos forestales.
Necesitamos que la población esté documentada (partidas de nacimiento, DNI).
Necesitamos demostrar que nuestra presencia influye positivamente en una serie de
valores personales, comunales y de empresarialidad que no pueden abstraerse
únicamente a las actividades programadas. El tiempo del (la) FZ puede usarse más
creativamente sobre el marco de un enfoque y de políticas claras dirigidas a entender y
operacionalizar mejor las relaciones bosque-sociedad-cultura.
En este sentido necesitamos generar una cultura organizacional dirigida a satisfacer a
nuestros clientes (las comunidades nativas) con los más altos estándares de calidad). Eso
implica un perfil del (la) FZ que de cuenta de vocación de servicio, de compromiso, de
reciprocidad.
Hay varios hechos que sustentan la necesidad de trabajar un esquema que incluya a toda
la comunidad:
En el caso del proyecto esta puede ser la única alternativa de Manejo Forestal
Comunitario o puede estar asociada a otras opciones productivas que por su naturaleza
dejan más tiempo libre a los productores. Se ha definido que esta opción se trabaje en
pocas comunidades para poder conocerlo y acompañarlo mejor.
Es importante que se haga un seguimiento exhaustivo de cada uno de los sistemas
establecidos por comunidad pues nos dará luces de cómo poder acompañar a las
comunidades bajo esta opción de uso y conservación de los bosques comunales.
Lo concreto es que los mejores esfuerzos y los recursos dedicados no siempre tienen
correlato con la superficie y la calidad de las plantaciones establecidas.
El proyecto tiene ahora una línea de reforestación. Es una excelente oportunidad para
diseñar un marco de interacción social que lleve a superar las distorsiones arriba
anotadas.
Lo primero que hay que trabajar es la relación donante-beneficiario. Hay que cambiarlo
por una relación auténtica de sociedad. Eso implica que tanto el proyecto como el
interesado reconocen explícitamente que se requiere el aporte conjunto para sacar este
emprendimiento productivo.
Consecuentemente tenemos que decir adiós al hecho de buscar beneficiarios (a veces
sólo motivados por el afán de cumplir con nuestras metas) sino buscar socios, alguien con
quién invertir en esta emprendimiento de alcances para el inversor y de riesgo
compartido.
Si adoptamos entonces una visión orientada al cliente (el inversionista comunal en
reforestación) entonces tenemos que conocer cuáles son sus necesidades. En el campo
forestal esto significa que generamos el espacio y la oportunidad para que ellos y ellas
nos puedan decir cuáles son las especies que prefieren, porqué lo prefieren, si sus
condiciones biofísicas permiten albergar estas especies.
Nosotros por nuestra parte tenemos que entender que hay diferentes necesidades y no en
todos los casos se articulan al mercado o están pensadas en términos de mercado. A
veces las mujeres quieren contar con especies que contribuyen con la dieta familiar, con
medicina natural o con fibras o semillas para sus artesanías. Por eso, definir el propósito
de la reforestación con la gente es primordial.
Nosotros por nuestra parte estamos en la obligación de dar los mejores elementos para
que ellos puedan tomar una decisión informada y ponderada. Si aceptamos que estamos
hablando de especies con fines comerciales tendremos que atenernos entonces a las
exigencias que tal situación implica. Nosotros estamos en la obligación de garantizar que
la ubicación, distribución de las plantaciones tenga viabilidad técnica y económica. Por
supuesto que damos por sentado que la viabilidad ambiental ha sido tomada en cuenta.
En el proceso de producción y plantación debemos tomar muy en cuenta los
conocimientos locales sobre especies, sobre el suelo, el agua y la ecología en general.
Ellos son elementos fundamentales para reducir riesgos de fracaso. Nosotros por nuestra
parte tenemos que garantizar la calidad del germoplasma, la calidad de los plantones y la
calidad de la selección del sitio.
No tenemos que quedarnos con una visión orientada únicamente a la producción. Cuando
las plantaciones tienen orientación económica entonces tenemos que estar conscientes
de la cadena de valor que está en juego. En el caso de plantaciones con fines
comerciales, no considerar el tema del mercado es censurable.
También es importante que tomemos en cuenta las tecnologías locales en toda la cadena
de valor. Nosotros podemos enriquecer esta propuestas con un afán complementario y
nunca de reemplazo. Por lo mismo es necesario pensar en el sistema de
aprovechamiento.
Otro aspecto clave a considerar es el hecho de dimensionar la plantación en función a las
posibilidades reales de poder atenderlo sea directamente, con la familia, con el concurso
de vecinos o familiares o se generará la necesidad de contratar operarios específicos.
Es importante también asegurar la viabilidad de la plantación considerando factores tales
como erosión fluvial, quema de bosques por parte de vecinos o invasiones. En tal sentido,
es necesario precisar la condición de tenencia de la tierra.
En función a nuestro enfoque de fortalecimiento de capacidades la idea no es hacer
extensión, sensibilización o convencimiento (menos manipulación). El propósito es que
todo el proceso de gestión de la cadena productiva sea un espacio y oportunidad de
interaprendizaje. En este caso el concepto de ciudadano forestal implica que la persona
participa activamente en todo el proceso y es consciente de sus derechos y obligaciones.
El proceso de fortalecimiento de capacidades apunta a reforzar un enfoque y práctica
participativos, donde el inversionista comunal forestal no sólo da a conocer sus puntos de
vista sino que crece intelectual y emocionalmente en el proceso. Por lo mismo el
facilitador crece en calidad de interacción con la gente.
Por eso decimos que en el enfoque del proyecto sobre reforestación tan importante como
producir buenos plantones y contar con bosques muy manejados también queremos
cultivar la mente, el corazón y el espíritu de nuestros socios. Esta es una forma de
acercarnos integralmente al tema de la reforestación y no quedarnos únicamente con una
visión de recurso o una visión únicamente económica.
El tema de los pagos tiene que ser revertido hacia una política de incentivos al
reforestador comunal o reforestador individual al interior de comunidades o caseríos. No
es lo mismo que hablar que pagos porque los pagos, inducen según la experiencia
anterior del Comité de Reforestación, a una relación clientelar. Los incentivos constituyen
más bien una expresión de relación de sociedad. Esta es una forma adaptada del pago de
incentivos a la reforestación en Chile.
La primera condición para abordar la organización social en la OPC Camu Camu es tener
claridad sobre la tenencia de la tierra2. Si no hay claridad la inversión podría ponerse en
riesgo. Tengamos presente por ejemplo la entrega de concesiones de diverso tipo que
podría sobreponerse sobre una plantación de Camu Camu porque simplemente para el
Estado esa comunidad no existe. Esto aún el propio Estado haya en cierto modo
legitimado la presencia de la comunidad otorgando servicios de educación o salud.
El otro tema refiere a la modalidad de trabajo si es a través de parcelas individuales o a
través de chacras colectivas ya sea en Comunidades Nativas o en Caseríos legalmente
reconocidos. En las Comunidades Nativas si bien es cierto no existe legalmente títulos de
propiedad individual un comunero puede conseguir el usufructo de una parcela y ser
“propietario” mientras lo trabaje.
Esta situación nos genera tres tipos de organizaciones:
Grupo de Interés conformado por parcelas individuales
Grupo de Interés establecido sobre la base de una chacra comunal
Grupo de interés que combina áreas con parcelas individuales y áreas establecidas como
chacras comunales
2
No se exime que a través de Incidencia Política se pueda considerar formas temporales de posesión o
usufructo que no pongan en peligro a la plantación, considerando que el camu camu es un cultivo permanente.
Los cargos de la directiva del Grupo de Interés sólo consideran a un Presidente y a
vocales específicos para la atención de los aspectos comunes (capacitación,
comercialización)
Caso 2) Grupo de Interés establecido sobre la base de una chacra comunal:
En este caso todos trabajan en la chacra comunal y todos reciben beneficios en forma
proporcional al esfuerzo y a la dedicación dada. Los costos administrativos son
asumidos también colectivamente.
En el caso de Comunidades Nativas se tiene que destinar un porcentaje de
participación en los beneficios pues hay que considerar que las tierras son comunales.
Este monto no debería afectar la consistencia económica del emprendimiento
productivo.
En este caso la organización considera un Presidente y vocales específicos para
producción, comercialización según la complejidad organizativa.
Caso 3) Grupo de interés que combina áreas con parcelas individuales y áreas
establecidas como chacras comunales
En este caso se combinan las dos formas anteriores. La contribución a la comunidad
es sólo por las utilidades que generan las chacras comunales.
La organización es similar al caso 2.
Consecuentemente, en las chacras de camu camu bajo manejo comunal tiene que haber
un cuidadoso registro de las contribuciones de cada socio pues los beneficios serán
proporcionales a sus esfuerzos y dedicación.
En todos los casos tiene que haber una buena coordinación y comunicación entre el
Grupo de Interés y la Comunidad.
1) La zonificación de la comunidad
2) El mejor uso de los bosques para no favorecer deforestación de bosques primarios
3) Ubicación que no esté sujeta a erosión de suelos por efecto del río
4) Pensar en el esquema de transporte de plantones para la plantación y en el
esquema futuro de transporte para comercialización
La zonificación es un aspecto sustancial porque no es conveniente que las plantaciones
afecten a los bosques primarios que tienen fines de producción o conservación. No es
conveniente tampoco que las plantaciones se instalen en zonas donde próximamente el
río va a erosionar. Por eso es conveniente que esta definición sea producto de un proceso
participativo donde intervengan no sólo los miembros del Grupo de Interés sino toda la
comunidad.
Aún cuando las plantaciones pueden ser a título individual es necesario que pensemos
que en el futuro próximo es mejor que la comercialización se haga de manera grupal. Esto
les va a permitir poder mejorar las condiciones de precios. De manera individual los
precios son muy variables y no todos tienen buena capacidad negociadora.
Una vez definidas las zonas de plantación y las áreas específicas de plantación
pensemos en la preparación de los terrenos. Una cuestión previa a resolver refiere el
tema de las autorizaciones el cambio de uso ante el INRENA. Esta cuestión legal es
fundamental para no caer en la ilegalidad.
Como ustedes saben es importante que podamos poner atención a una cuidadosa
planificación sobre las épocas más apropiadas de preparación de terrenos. El proyecto no
promueve las quemas de bosques, por el contrario recomienda el uso de técnicas más
compatibles con el ambiente.
Otros aspectos requieren ser mejor trabajados porque un turista en medio del bosque o
en la comunidad también quiere ver orden y limpieza tanto a nivel personal como a nivel
comunal. En tal sentido son muy importantes los buenos hábitos de higiene y el apropiado
manejo de los residuos. Es importante que la riqueza de la comunidad, de sus bosques,
de sus cochas y ríos se manifieste lo más natural posible. Obviamente también el turista
desea consumir los alimentos con toda la confianza que no le provocará problemas de
salud.
Un aspecto que es crucial refiere al buen trato que debe recibir el turista. Ello implica ser
muy cordial, atento, alegre y solícito. Este aspecto marca la diferencia para que el turista
retorne o no.
Un aspecto que puede o no ser manejado por las propias comunidades requiere a las
condiciones seguras de navegación por el río. Adicionalmente es necesario ser muy
respetuoso con los horarios estipulados.
El desarrollo del agroecoturismo es una gran posibilidad para las comunidades nativas a
partir del turismo local, nacional e internacional. Para ello los habitantes urbanos de todas
partes tienen que saber que nosotros les ofrecemos una gran oportunidad para enriquecer
su propio marco de vida, aliviarle las tensiones propias de la vida moderna e inspirarlo
para que tenga una relación más armoniosa con nuestras culturas y nuestros bosques.
En tal sentido, un proyecto de MFC busca que las comunidades a través del buen manejo
forestal se acerquen lo máximo posible a esquemas de certificación forestal voluntaria, sin
que la certificación forestal sea una meta en sí misma. De esta manera buscamos que el
acercamiento a la certificación forestal sea muy natural, es decir de acuerdo a las propias
condiciones socioeconómicas de las comunidades. Esto parte del reconocimiento de la
importancia del manejo forestal, del carácter gradual y voluntario de la certificación (que
no es para todos).
Marca indígena:
En tanto todas las comunidades socias no alcanzarán la CFV es importante generar una
opción transicional que de un mensaje claro de progreso hacia la certificación forestal. Es
lo que estamos llamando la “marca indígena”. La marca indígena es un logo que hay que
crear que da cuenta de la procedencia legal de los productos del bosque que ofrecen las
comunidades nativas y que están camino a la certificación.
Esta idea no es nueva para el FSC pues existe el concepto de “madera en transición”.
Además también se ha desarrollado el concepto de certificación modular que es un
esquema gradual de cumplimiento de los estándares de certificación que va de menos a
más. Este esquema es más natural a las condiciones socioeconómicas de las
comunidades y evita tensiones innecesarias o distorsiones indeseables.
Por eso es muy importante que desde ahora vayamos construyendo el concepto de
integridad de las comunidades socias del proyecto evitando cualquier intromisión de
factores de ilegalidad. En este tenemos que ser muy claros porque tenemos que producir
una marca poderosa que genere respeto y credibilidad especialmente de los agentes
económicos. Esta marca eventualmente también podría generar posibilidades de alianzas
estratégicas con inversionistas forestales e incluso de la cooperación internacional. Estos
son conceptos de marketing que tenemos que discutir desde ahora con la finalidad de ir
avanzando hacia una estrategia clara de comercialización y mercadeo.
Literatura revisada:
Bautista, W. 2005
Trabajo Forzoso: Extracción de Madera en la Amazonia. Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo.