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Prenda con registro. Forma y prueba. Publicidad. Caducidad.

Efecto
automático por el vencimiento del plazo. Reinscripción extemporánea de la
garantía prendaria. Inoponibilidad respecto de terceros
Corte Suprema de Justicia Tucumán, sala en lo Civil y Penal

13 de agosto de 2008

Paz, Santiago José


Corte Suprema de Justicia, Sala en lo Civil y Penal

En la ciudad de San Miguel de Tucumán, a Trece (13) de Agosto de dos mil ocho,
reunidos los señores vocales de la Excma. Corte Suprema de Justicia, de la Sala en
lo Civil y Penal, integrada por los señores vocales doctores Antonio Gandur, Alberto
José Brito y la doctora Claudia Beatriz Sbdar, bajo la Presidencia de su titular
doctor Antonio Gandur, para considerar y decidir sobre el recurso de casación
interpuesto por por el letrado apoderado del Sr. Santiago Paz en autos: "Paz,
Santiago José s/ Quiebra pedida. Incidente de revisión p/p Banco de la Nación
Argentina".
Establecido el orden de votación de la siguiente manera: doctor Alberto José Brito,
doctora Claudia Beatriz Sbdar y doctor Antonio Gandur se procedió a la misma con
el siguiente resultado:

El señor vocal doctor Alberto José Brito, dijo:


I.- Viene a conocimiento y resolución del Tribunal el recurso de casación
interpuesto por el letrado apoderado del Sr. Santiago Paz, en contra de la sentencia
de la Sala IIª de la Cámara Civil y Comercial Común, del 25/02/2008, por la cual se
hace lugar al recurso de apelación interpuesto por el incidentista BNA en contra de
la sentencia de fecha 01/8/2007, revocando la misma y haciendo lugar al incidente
de revisión.
II.- Sostiene el recurrente que la sentencia viola los arts. 17 y 18 CN, 28 CP, arts.
34, 40, 272 y 280 CPCCT y 23 del Decreto Ley 15348/46, art. 32 Ley 24.522. No
comparte el decisorio que hace lugar al recurso de revisión del BNA declarando su
crédito verificado con privilegio especial por cuanto considera que tal privilegio se
ha extinguido.
Manifiesta que el propio tribunal reconoce que hay doctrina y jurisprudencia que no
son contestes en la temática de la reinscripción de la prenda y sus efectos sobre las
partes contratantes y los terceros. Que el pronunciamiento es ilógico y no guarda
coherencia en la interpretación de los hechos y aplicación del derecho, máxime al
dar por sentado un criterio que no comparte en absoluto al declarar vigente el
privilegio especial que ha caducado.
Reitera conceptos y doctrina legal de la CSJT en cuanto a la arbitrariedad de
sentencia. Denuncia gravedad institucional por violación, inobservancia o errónea
aplicación del derecho sustantivo o adjetivo.
Expresa que tanto Sindicatura como el Juez de primera instancia entendieron que
los contratos de prenda con registro a favor del incidentista que garantizaban
mutuos dinerarios fueron reinscriptos extemporáneamente, vencido el plazo de
cinco años que exige el art. 23 de la Ley de Prenda con Registro. Que por ello el
privilegio especial había caducado máxime cuando el deudor había pedido su propia
quiebra. Que la Cámara no lo entiende así y, en un párrafo confuso, fulmina la
discusión diciendo que la postura de su parte -privilegio caduco- se debió hacer
valer en la oportunidad y por la vía y forma que corresponda a los fines de obtener
la nulidad y/o corrección de los actos de reinscripción llevados a cabo por autoridad
registral competente. Que no siendo así tales reinscripciones son válidas con efecto
erga omnes. Que según esto la validez o no del privilegio depende de lo dispuesto
por la autoridad registral, encargado del Registro Nacional de la Propiedad
Automotor que en su mayoría son legos y nombrados por la inveterada costumbre
del tráfico de influencias del Poder Ejecutivo Nacional de turno. Que ello es
consecuencia de un razonamiento subjetivo que no se compadece con las
constancias de la causa. Que contradice el ordenamiento jurídico dar entidad a la
autoridad registral por sobre las disposiciones legales. Que ya ni la propia Cámara
discute que la reinscripción fue extemporánea.
Detalla la existencia de los dos contratos de prenda y sus características. Que de la
breve compulsa de los informes de dominio se acredita que las renovaciones de las
inscripciones de ellos fueron realizadas después de los cinco años por lo que se
trata de nuevas inscripciones en donde el privilegio sólo operará para el futuro. Que
su parte se presentó en quiebra en 28/8/2001 y el 25/6/2003 se declaró la quiebra
citando a verificar a los acreedores. Que los contratos prendarios vencían en
febrero y abril del 2003 respectivamente y reinscriptos en mayo de ese año, ya en
quiebra Santiago Paz. Que darle un nuevo privilegio a los contratos afectaría la
"pars conditio creditorum". Que esto no fue siquiera analizado por la Cámara que se
limitó a declarar la vigencia del privilegio porque así surgía del informe de dominio
del Registro de la Propiedad Automotor al decir "reinscripto" dándole carácter
constitutivo y no declarativo a las informaciones de un registro público. Cita el art.
1° de la Sección 5ª del Capítulo XIII del Título II del Digesto de Normas Técnico
Registrales dictada por la DNRPA, que indica que se comunicará al Juzgado oficiante
de que se tomó razón de la medida -reinscripción del bien- pero que la prenda se
encontraba caduca al momento de dicha toma de razón. Que en el caso presente el
encargado no tomó tales recaudos incumpliendo el art. 1° y el 2° que exige que la
caducidad se producirá y anotará de oficio, sin necesidad de que sea requerida por
los interesados. El caso es el que la doctrina llama "inexactitudes registrales" que
pueden ser formales y materiales y que en el presente es formal ya que va de suyo
que la prenda fue inscripta pasados los cinco años.
Propone doctrina legal; hace reserva del caso federal y solicita se haga lugar al
recurso.
III.- Por auto interlocutorio de fecha 23/5/2008 la Cámara declara admisible el
recurso interpuesto correspondiendo en esta instancia el examen de admisibilidad y
procedencia del mismo.
IV.- La sentencia recurrida considera que asiste razón al recurrente en cuanto a que
acreditó que las prendas, que detalla, constituida por el concursado para garantizar
sus deudas por préstamos con el incidentista se reinscribieron conforme surge de la
documentación que se aportó durante el período probatorio incidental y que obra a
fs. 83/195. En especial, considera el informe y las constancias de la autoridad
respectiva -Registro de la Propiedad Automotor- glosados a fojas 73, 162/163.
Que estando pues reinscriptos los contratos prendarios los mismos reúnen los
requisitos legales (art. 23 Decreto Ley 15348/46, ratificado por Ley 12.962) para
posibilitar la verificación de su privilegio especial (art. 241, inciso 4° L.C.Q.). A la
postura del fallido consistente en que son caducas las prendas y por lo tanto no
gozan de privilegio especial concursal dado que fueron reinscriptas en forma
extemporánea una vez vencido el plazo de cinco años, estima que se la debió hacer
valer oportunamente y por la vía y la forma que correspondía -v.g. planteo de
nulidad en el juicio ejecutivo individual- a los fines de obtener la nulidad y/o la
corrección de los actos de reinscripción llevados a cabo por la autoridad registral
competente. Que no habiéndolo hecho así, consecuentemente, tales reinscripciones
son actualmente válidas con efectos erga omnes, atento el principio de publicidad
registral que por razones de seguridad jurídica hace al orden público. Cita el art. 23
ya mentado y añade que si bien es verdad que faculta al acreedor para solicitar su
reinscripción, ello es a condición de que la solicitud se promueva antes de que se
opere la caducidad. Que esa condición rige asimismo en los supuestos de que la
caducidad se opere después de iniciada la demanda, ya que se trata de un plazo
máximo de duración del privilegio. Que ello es sin perjuicio del derecho del
acreedor de solicitar una nueva inscripción siendo a su cargo las implicancias que
ella pueda tener sobre el régimen de prioridad previsto por la ley. Que por ello cabe
declarar que el crédito ya verificado a favor del BNA mediante sentencia de fecha
16 de marzo de 2006 goza de privilegio especial hasta las sumas allí dadas. Que
tales cifras surgen del pedido formulado por el acreedor según resulta del
respectivo legajo que tiene a la vista las cuales fueron ya verificadas por la
sentencia firme antes referida y de los contratos prendarios y sus anexos así como
de lo prescripto por el art. 3° del Decreto Ley 15348/46. En cuanto a las costas en
ambas instancias, atento a que hay doctrina y jurisprudencia que no son contestes
en lo respectivo a la temática de la reinscripción de la prenda y sus efectos sobre
las partes contratantes y terceros, a criterio del tribunal existen razones suficiente
para imponerlas por el orden causado. Por ello, no hace lugar al recurso de nulidad
interpuesto por el BNA, haciendo lugar, en cambio al de apelación incoado por el
mismo en contra de la sentencia de primera instancia y en consecuencia la revoca
disponiendo hacer lugar al incidente de revisión y declarar que el crédito ya
verificado a favor del BNA mediante sentencia de fecha 16 de marzo de 2006 goza
de privilegio especial hasta la suma que indica conforme el art. 241, inc. 4° de la
LCQ.
V.- De la confrontación del recurso interpuesto con los argumentos sentenciales se
concluye en que el recurso resulta procedente.
Es que asiste razón al recurrente cuando afirma que los contratos de prenda con
registro del caso fueron reinscriptos extemporáneamente, vencido el plazo de cinco
años que exige el art. 23 de la Ley de Prenda con Registro y caducado el privilegio
especial al momento en que el deudor hubo pedido su propia quiebra.
La Cámara aduce que tal postura debió hacer valer en la oportunidad y por la vía y
forma que correspondía a los fines de obtener la nulidad y/o corrección de los actos
de reinscripción llevados a cabo por autoridad registral competente. Que no siendo
así tales reinscripciones son válidas con efecto erga omnes.
El argumento es equivocado. En efecto, cabe hacer notar que el contrato de prenda
con registro es formal y su instrumentación está minuciosamente reglamentada no
sólo en la ley respectiva, sino también en las normas técnico registrales. El art. 23
de la ley 15348/46 (ratif. por Ley 12.962) que regula el tópico sub análisis explicita
que "El privilegio del acreedor prendario se conserva hasta la extinción de la
obligación principal, pero no más allá de cinco (5) años contados desde que la
prenda se ha inscripto, al final de cuyo plazo máximo la prenda caduca. Podrá sin
embargo, reinscribirse por igual término el contrato no cancelado, a solicitud de su
legítimo tenedor dirigida al Encargado del Registro antes de caducar la inscripción.
Si durante la vigencia de ésta se promoviera ejecución judicial, el actor tiene
derecho a que el juez ordene la reinscripción por el indicado término, todas las
veces que fuera necesario".
Según esto, y en lo que está conteste la mayoría de la jurisprudencia, la caducidad
de las inscripciones registrales de la prenda con registro se produce "ipso iure", de
pleno derecho, por el solo transcurso del plazo previsto por la ley, si con
anterioridad al mismo no se ha solicitado y obtenido la reinscripción
correspondiente.
Si ello es así, la vigencia de los efectos de la inscripción prendaria respecto de
terceros no puede depender -como afirma la Cámara- de la actitud procesal de la
parte, sino de las disposiciones de la ley sustancial respecto de la constitución,
inscripción y publicidad de la garantía en estudio.
Por lo demás, y continuando con lo relacionado a la actitud procesal de las partes,
cabe afirmar que el hecho de que exista sentencia dictada en la ejecución prendaria
y secuestro de bienes no libera de la carga de mantener la vigencia de la inscripción
registral. El régimen legal impuesto para la ejecución prendaria especial, prevista
en el dec. ley 15.348/46 ratificado por la ley 12.962, exige la inscripción del
contrato de prenda en el registro prendario para la conformación del título;
inscripción que debe mantenerse durante la tramitación del proceso, a instancias
del acreedor (cfr.: CSJTuc., sentencia N° 878 del 12/11/2003).
De otro lado, la Cámara afirma también que de las constancias de autos,
específicamente de los informes del Registro del Automotor, emerge que las
prendas han sido reinscriptas. Pero esta ponderación: a) deja sin considerar que de
los mismas constancias de autos emerge también que tal reinscripción lo ha sido
extemporáneamente según el plazo legal; b) soslaya el tratamiento de lo dispuesto
en los arts. 1° y 2º de la Sección 5ª del Capítulo XIII del Título II del Digesto de
Normas Técnico Registrales dictada por la DNRPA, por los que se establece que
"...Si durante la vigencia de ésta se promoviera ejecución judicial, el actor tiene
derecho a que el juez ordene la reinscripción por el indicado término, todas las
veces que fuera necesario. Si el oficio judicial que ordenare la reinscripción se
recibiese en el Registro una vez operada la caducidad de la prenda, el Encargado
tomará razón de la orden si el dominio del automotor se encontré aún radicado en
su jurisdicción, y a nombre del constituyente de la prenda. No obstante comunicará
al juzgado que tomó razón de la medida pero que la prenda se encontraba caduca
al momento de dicha toma de razón" y que "Salvo que mediare reinscripción, la
inscripción de los contratos de prenda con Registro caduca automáticamente a los
cinco años de su anotación. La caducidad se producirá y anotará de oficio, sin
necesidad de que sea requerida por los interesados".
Lo dispuesto por las normas técnico registrales antedichas (sobre todo la exigencia
legal sobre el Encargado de Registro de comunicar, no obstante la toma de razón
de la medida judicial, la "real" situación del contrato prendario -caducidad ipso iure
por haber vencido los plazos legales-) amerita analizarse bajo el prisma que nos
ofrece el principio de legalidad que, en su sentido primigenio, significa que toda
acción de la Administración o toda decisión de los Tribunales ha de ser una
aplicación de la ley. Este, aplicado al Registro, nos dice que "la actividad de la
oficina deber ser aplicación de la ley, pues no depende del antojo del funcionario,
sino de la ley" (cfr.: López de Zavalía, Curso introductorio al derecho registral,
1983, Zavalía, Bs. As., p. 389). Principio de legalidad congruente, a su vez, con el
de seguridad jurídica.
En otras palabras: el Encargado de Registro tomará nota de lo oficiado por el Juez
(como lo hace al reinscribir por orden judicial una prenda que ya estuviera
prescripta) pero no dejará de hacer notar el hecho consistente en que por el solo
transcurso del plazo legal, la prenda se encuentra caduca. Si esto no ocurre, es
decir, si el encargado incurre en omisión de cumplimiento de la disposición legal, tal
omisión no puede variar la realidad material y jurídica (la que, en el caso, no
depende del "antojo de los funcionarios", ni de la actitud procesal de parte, sino de
la ley) así como la interpretación judicial de tal omisión no puede redundar en
perjuicio de los terceros ajenos al contrato prendario.
El error, la omisión o la inexactitud registral, en las particulares circunstancias de la
causa y frente a la clara normativa aplicable, podrá producir otros efectos jurídicos
mas no el de hacer resucitar respecto de terceros la vigencia de una inscripción
prendaria que ha caducado según la prístina disposición del art. 23 del Decreto Ley
15348/46. Cuando la materia está regulada estructural y específicamente por la
ley, para proteger la seguridad del tráfico jurídico y a terceros, exigiéndose que la
garantía prendaria se anote registralmente, que puede reinscribirse antes de vencer
el plazo de cinco años, que los empleados de Registro deben comunicar la
circunstancia de la caducidad de la prenda, que tal caducidad opera vencido el
plazo de cinco años (sin más aditamentos, es decir: de pleno derecho), la
inobservancia de esas prescripciones conduce a desconocer la primacía del principio
de seguridad jurídica pues ése es el fin de la registración y publicidad.
De otro lado, es dable recordar, a esta altura del razonamiento, que el principio
registral de la fe pública consiste en una presunción a favor de un tercero y no en
contra de él, como se lo intenta hacer valer en la solución sentencial a favor del
acreedor que ha dejado caducar su privilegio. Tanto menos cuanto, como en el
caso, el deudor es fallido y por ende, la existencia del privilegio tendría efectos en
la masa, con directa afectación de "la pars conditio creditorum".
En definitiva, la ley es terminante: vencido el plazo de cinco años caduca la prenda.
Tan automático es este efecto que la ley misma advierte que la reinscripción deberá
solicitarse antes de caducar, sin que por otra parte se asigne efectos interruptivos o
suspensivos alguno a la ejecución del título prendario mismo. Por tanto, si no se
reinscribió temporáneamente la garantía prendaria, el privilegio caduca siendo
inoponible frente a terceros. Los efectos de su registro -condición necesaria para
hacerla inoponible a terceros- se extinguen inexorablemente al transcurrir el plazo
legal sin que se haya reinscripto la garantía. El acreedor prendario, desde el
momento en que se produce tal caducidad, pierde su condición de privilegiado en
los términos que le acuerdan los arts. 3 y 41 de la ley 12.962 respecto de terceros.
Por lo expuesto, corresponde hacer lugar al recurso incoado y, en consecuencia,
casar la sentencia en crisis conforme a la siguiente doctrina legal: "Es inoponible
respecto de terceros la reinscripción extemporánea de la garantía prendaria,
habiendo ya caducado el privilegio (art. 23 Ley 15348/46 -ratif. por Ley 12.962- y
Digesto de Normas Técnico Registrales de la DNRPA), no obstando a ello la toma de
razón que, por cumplimiento de un oficio judicial que la solicitaba, haya efectuado
el Encargado de Registro". Por consiguiente, se dispone como sustitutiva: "II.- NO
HACER LUGAR al recurso de apelación interpuesto por el incidentista, BNA, en
contra de la sentencia de fecha 01/8/2007, la que se confirma".
VI.- Las costas del recurso casatorio se imponen a la vencida (art. 106 procesal).

La señora vocal doctora Claudia Beatriz Sbdar, dijo:


Estando conforme con los fundamentos vertidos por el señor vocal preopinante,
doctor Alberto José Brito, vota en idéntico sentido.

El señor vocal doctor Antonio Gandur, dijo:


Estando de acuerdo con los fundamentos dados por el señor vocal, doctor Alberto
José Brito, vota en igual sentido.

Y VISTO: El resultado del precedente acuerdo, la Excma. Corte Suprema de


Justicia, por intermedio de su Sala en lo Civil y Penal,

Resuelve:

I. - HACER LUGAR al recurso de casación interpuesto por el letrado apoderado del


Sr. Santiago José Paz, en contra de la sentencia de la Sala IIª de la Cámara Civil y
Comercial Común, del 25/02/2008 y, en consecuencia, se CASA la misma,
conforme a la doctrina legal considerada, dictándose como sustitutiva: "II.- NO
HACER LUGAR al recurso de apelación interpuesto por el incidentista, BNA, en
contra de la sentencia de fecha 01/8/2007, la que se confirma". Devuélvase el
depósito.
II. - COSTAS, como se consideran.
III. - RESERVAR pronunciamiento sobre regulación de honorarios para su
oportunidad.
HÁGASE SABER.

ANTONIO GANDUR
ALBERTO JOSÉ BRITO
CLAUDIA BEATRIZ SBDAR

ANTE MÍ:

MARÍA C. RACEDO ARAGÓN DE LUNA

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