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Perfectos Dragones

D.I. Gustavo Stekolschik

Introducción

Esta charla se referirá a mi experiencia desde que comencé hasta hoy, lo que no
quiere decir que el camino que hice haya sido el correcto. Es el camino que me tocó o
que fui eligiendo en cada uno de los pasos para llegar a lo que hoy es Perfectos
Dragones.

Perfectos Dragones, para quienes no conocen la marca, es un estudio de diseño que


se puede dividir inicialmente en dos grandes partes: una parte es nuestra línea de
productos, en la que hay un área de moda y otra de decoración, mientras que la
segunda parte involucra servicios. Muchas marcas o empresas nos buscan para que
trabajemos para ellos. Allí hay una parte de diseño gráfico, una parte de productos
firmados por nosotros, y una parte de un servicio Dragón, a todo lo cual me referiré
más adelante.

El tema a tratar es “emprendedores”: qué es lo que ustedes se preguntan diariamente


o si se preguntan cosas, o qué es lo que les pasa, qué es lo que piensan, qué están
estudiando, qué están haciendo, o si viven con sus padres y les es más fácil encarar
algo porque no tienen gastos fijos, si tienen miedo, si les gustaría arrancar algo solos o
con alguien, cómo se ven dentro de un tiempo, si se ven como empleados de una
empresa o arrancando solos como emprendedores y luchando para salir adelante.
Esto quizás en un principio es más difícil, hasta que después se empieza a encaminar,
lo que, dependiendo de cada uno, puede demorar 5 meses, 2 años o 10 o 15 años.
Obviamente, cuanto mejor formados estén y más elementos y más experiencia
tengan, cada vez les va a ser más fácil avanzar. Estoy seguro de que si yo hoy encaro
otro proyecto (y de hecho estoy analizando varias probabilidades), hay muchas cosas
que ya no haría, o que sí haría pero estando seguro de que van a funcionar.

Obviamente, todo depende de ustedes. El esfuerzo, el trabajo, la voluntad – todas las


cosas que vayan haciendo van a depender única y exclusivamente de ustedes.

Orígenes de “Perfectos Dragones”

Cuando estaba en 2º año de la carrera en la Facultad, me acerqué a Matías, un


compañero, y le dije que tenía la intención de hacer algo. El domingo a la mañana me
levanté y me fui a una serie de negocios a ver precios, a ver qué es lo que se estaba
vendiendo, qué estaba pasando en el mercado, y con un producto que había diseñado
en la facultad, empecé a pensar que lo quería producir. Empezamos a analizar, a
pensar en un producto y un precio, cuántos había que producir. Empezamos con plata
cero – cero total. Por suerte, tuve la posibilidad de seguir viviendo con mis padres, lo
que no me exigía tener un gasto fijo muy importante.

Lo que les puedo decir es que cuanto antes arranquen o cuantos menos gastos fijos
tengan en la vida, tanto más fácil les va a resultar encarar cualquier cosa porque
tienen menos compromisos y le podrán dar más tiempo a un proyecto para que se
desarrolle.

A medida que Matías y yo empezábamos a trabajar, íbamos avanzando y entendiendo


qué es lo que estaba pasando en el mercado, quién estaba produciendo. En el
momento en que nosotros comenzamos, no existía Palermo. Esto fue hace 10 años.
Había tres negocios de diseño que traían todos los productos importados, nada donde
uno pudiera verdaderamente insertarse, ni siquiera como empleado. Nosotros no nos
veíamos trabajando como empleados de una empresa, pero sí queríamos empezar a
hacer algo y era bastante difícil. Empezamos a ponernos metas cortas: “Ahora
queremos diseñar tal cosa.” “Ahora queremos producirla. Cuánto costaría. Cuántas
piezas hay que hacer.” Y así fuimos haciendo lentamente muchos aprendizajes y
procesos bastante complejos.

Teníamos muchas horas de estudio en la Facultad, pero también queríamos trabajar


muchas horas. Y cuando se trata de dos personas, uno tiene que empezar a ganar
confianza en el otro. Esto no se refiere a confiar que no te va a robar, sino a la
confianza en las decisiones que pueda tomar el otro, no sólo en relación con el dinero
sino también en qué decisiones va a ir tomando acerca de cómo queda el producto. Si
uno produce un vaso, tiene que ver cómo quedó. Al principio íbamos los dos, porque
no sabíamos cómo lo iban a entregar ni en qué condiciones estaba, si uno lo iba a
aceptar o no. Y siempre con muy pocos recursos.

Esto nos llevaba a que salíamos de la facultad y nos poníamos a trabajar. O a llegar
tarde a la facultad. En esos casos, en el auto uno le iba haciendo los ejercicios de la
facultad al otro, y el auto funcionó como nuestra primera oficina.

Desarrollo

Con el tiempo fuimos entendiendo cuáles eran nuestros defectos y nuestras virtudes a
la hora de poder encarar un proyecto y avanzar, o encarar a un cliente, o ir a una
reunión. Muchas veces pasaba que salíamos de una reunión y, ya nos hubiera ido
bien o mal, cada uno le iba criticando cosas al otro, no por una cuestión de agresividad
sino por hacer notar detalles: ”Cuando hablabas tenías la mano sobre la boca y no se
te entendía” o “Cuando hablabas con el cliente se te notó desesperado por conseguir
el cliente.” Eran todas cosas que uno no ve si no te las hacen notar.

Hay que tener muy en claro cuáles son las fortalezas y las debilidades.

Al principio teníamos un tipo de catálogo pero lo fuimos modificando con el tiempo. La


realidad es que, cuando uno no tiene recursos o todo el tiempo va agregando
productos nuevos, no se puede pensar en un catálogo fijo que no se pueda actualizar.
Quizás en un principio habíamos pensado en presentar un catálogo por medio de
fotocopias color, pero a medida que fuimos avanzando, también fuimos modificando
las calidades, pero siempre tratando de hacer lo mejor que podíamos en el alcance
económico y las posibilidades de avanzar.

Hay una revista, muy buena por cierto, que se llama “90 + 10”, y que en su primera
hoja siempre cuenta qué significa el 90+10: 90 % de esfuerzo, trabajo intenso, lucha, y
un 10 % de capacidad e inteligencia. La realidad es que esos números no siempre se
dan así, pero a menudo cuando uno empieza un proyecto, los porcentajes no difieren
tanto. Nosotros estuvimos un montón de años matándonos con el trabajo. No siempre
pudimos ver el fruto del esfuerzo al principio, aunque a veces al principio uno tiene
suerte y gana una buena suma de dinero, que en muchos casos se suele repartir.
Nosotros hicimos algo inteligente en un primer momento, que fue decidir que durante
un tiempo X no sacaríamos dinero: sólo un mínimo. Fuimos tomando un sueldo chico
fijo y previendo que tal vez no se facturara nada durante 6 meses, y lo que claramente
queríamos era asegurar la permanencia de la empresa. Lo que no hay que hacer es
entusiasmarse con el primer o segundo trabajo porque el trabajo sube y baja y no se
tiene un ingreso fijo. Esto ocurrió en nuestro caso, hasta que pasado un tiempo
logramos la continuidad de trabajo.

a) Metas
Como dije antes, fuimos poniendo metas cortas para concretar nuestro sueño de
armar un estudio importante, exportar, exponer nuestros productos.

En un momento pudimos alquilar un estudio, que amoblamos totalmente con cosas


diseñadas por nosotros, como por ejemplo, una mesa que hicimos para
“Arquimadera”. Con esta gente tuvimos unas diez reuniones hasta poder convencerlos
de que compraran en la Argentina, ya que sólo compraban en Milán. En la Argentina
no se implementaba el royalty y logramos diseñar un producto, mostrar el prototipo,
producirlo y empezar a comercializarles a ellos X cantidad de piezas mensuales. En
ese momento quisimos venderles el diseño, oferta que no aceptaron, y salieron
perdiendo mil veces porque al día de hoy el valor que pedíamos era muy bajo.
Nosotros lo fuimos produciendo muchas veces y el producto lo siguen comercializando
y se vende bien.

b) Características
En 1999 nos mudamos a la estructura de lo que era Dragones. Éramos dos
diseñadores industriales, Matías y yo, dos diseñadoras gráficas Leticia y Débora, y
Mara, recibida en ORT en la carrera Diseño de Indumentaria. Entre los cinco
formamos Perfectos Dragones, con la característica de que todos veníamos de hacer
cosas, todos estábamos trabajando en diferentes áreas, y nuestra idea era juntarnos
para potenciarnos, que cada uno pueda aportar lo mejor que tiene, que pueda seguir
haciendo sus cosas, y que los diseñadores industriales podamos empezar a meternos
en el área de los accesorios de moda y que podamos proponer materiales o que,
cuando nosotros hacíamos un producto industrial, que las diseñadoras gráficas
puedan opinar o aconsejarnos u orientarnos por dónde ir. Cada uno tiene un
conocimiento estético, o por haber trabajado o por conocer, leer o ver -- de todo lo que
es la estética o todo lo que a uno le gusta. Obviamente, una persona que se
especializó en algo tiene mucho más conocimiento para fortalecer todo lo que estamos
diciendo.

A medida que progresábamos, fuimos trabajando en la diversidad, la diversificación y


la flexibilidad, tres puntos cruciales que nos permitieron ofrecer productos o diseñar
productos con muchas técnicas y materiales y poder adaptarnos a una serie de
situaciones que, por ejemplo, posibilitan que no tengamos maquinaria propia.
Diseñamos, tercerizamos algunos procesos, y el ensamblado final lo hacemos dentro
del estudio por una cuestión de control de calidad, tranquilidad de que las cosas salen
como tienen que salir, y que no hay una persona que pueda llegar a copiar los objetos
que hacemos.

Todo esto nos permitió avanzar y trabajar en una característica que queríamos para el
estudio: que todos los productos se identifiquen por algo, que la gente empiece a
conocer a nuestro estudio como la empresa que presenta productos con una vuelta
distinta a la de las cosas comunes. Casi todos los productos que desarrollamos tienen
o una tecnología que no existe, o materiales estándar utilizados con fines diferentes, o
trabajamos con cosas artesanales para las cuales, a medida que nos vamos
perfeccionando, vamos creando o diseñando técnicas para poder industrializar: que
salgan todas las piezas iguales y así poder cumplir con un mercado que requiere
ciertas exigencias de estandarización de piezas.

c) Crisis y política empresarial


Al poco tiempo de empezar, en la Argentina surgieron los problemas del año 2001, y
todos nuestros conocidos se querían ir. De hecho muchos profesionales emigraron en
busca de trabajo y otras posibilidades de vida. La realidad es que acá la situación
estaba bastante complicada.

En ese momento creamos un slogan de la marca que le pusimos a todos los


productos: “Trabajamos para quedarnos en casa”. Ese año fuimos a una exposición,
donde “casa” para nosotros era Dragones, la Argentina, producir acá, diseñar acá, y
“casa” era nuestro stand, que alfombramos. Para esa oportunidad hicimos unas
pantuflas, que por mucho tiempo se comercializaron. Atendíamos en ese stand en
pantuflas. Era como relacionar los productos con lo que realmente estaba pasando en
el país y nos iba pasando a nosotros. La realidad es que más allá de todos los factores
internos, todas las crisis y todas las situaciones por las que pasa un país conforman un
entorno que a ustedes les tiene que servir como estímulo, no como traba, para poder
encarar y arrancar con algo. ¿Hay un problema en el país y se cerró la importación?
¿Qué mejor que poder ofrecer productos e insertarse en el mercado cuando está
necesitando cosas? Y si están trayendo el producto, ¿qué mejor que compararnos con
lo de afuera y ofrecer algo mejor?

Sea por la situación en la Argentina, por el mercado o por el costo, o porque


estábamos empezando, no teníamos la capacidad o los medios económicos, y nadie
se animaba a decir “Voy a hacer una matriz de inyección” para producir algo,
entonces, ¿cuáles son las virtudes o qué le puedo ofrecer a los demás que sea
diferente de lo que está ofreciendo otro y que esté bueno, y que esté en precio, y que
sea divertido y la gente tenga ganas de tenerlo? Ahí está el camino. Cada uno debe
ponerse a pensar por dónde avanzar.

Algunos objetos diseñados

Tenemos muchos ejemplos de objetos surgidos a partir de las características de la


materia prima. Hicimos un portarretratos con neoprene, y como este material se estira,
fuimos estirando esa pieza, que así puede sujetar la foto.

Hicimos también una lámpara con un material que se llama “locubón”, su nombre
comercial. El material se llama en realidad aluminio compuesto: una placa de aluminio,
otra en el medio de plástico y una tercera de aluminio. Con este material se revisten
frentes de grandes edificios, como los que se ven plateados en Puerto Madero. El
material es muy caro, pero tiene muy buena resistencia. Se vende en planchas de 3 y
4 mm de espesor. La característica que nosotros le encontramos es que el plástico del
medio, que viene en negro y transparente, nos permite trabajar con electricidad –
donde un lado sea el positivo y el otro el negativo y no se toquen. Pusimos todas las
conexiones abajo; la corriente pasa por todo el aluminio, obviamente trabajando con
un transformador de 12 volts, y poniendo arriba una lamparita bi-pin, podemos llegar a
tener luz.

También hicimos un bolso con hilo plástico, del tipo que se utiliza en la industria para
embalar. Empezamos a jugar con el material: con clavitos generamos mallas, y con
ellas unas piezas para no quemarnos, y por medio de calor creamos piezas que se
fueron fundiendo. Desarrollamos modelos a los que les pusimos números para que
todas las piezas salieran iguales y así fuimos generando una industria de esto que era
artesanal y que fuimos llevando a lo industrial. Este producto funcionaba muy bien,
pero en algunos casos no soportaba suficiente peso. Hicimos una especie de re-
diseño, y este hilo se mandó a tejer por costureras o tejedoras, después se mandaron
a soldar estos tejidos entre sí, y se generó una pieza con mayor resistencia y que
visualmente tenía otra imagen.

Otra pieza que hicimos además fue una lámpara con piezas de resina que está toda
forrada con una tela como si fuera lycra con espuma adentro, generando una malla
que acompaña la forma. La llamamos la “línea asterisco”. En otros casos tiene la
misma forma que el portarretratos del que les hablé. Generamos unos bolsos en 4
modelos (una carterita, un morral, una cartera más grande, otra de mujer), que es la
“línea equis”. Se trata de piezas de cuero o de polietileno de baja densidad con piezas
de aluminio, también desarrolladas por nosotros, generando un producto difícil de
copiar que tiene la particularidad de que estandarizamos muchas de las piezas porque
todas son iguales –estandarizamos los remaches, ya que todos son iguales—y
generamos fundas. Nosotros tenemos todo en stock, y cuando un cliente nos llama y
pide 100 de un modelo, 300 de este otro, 200 del otro de tal color, la estandarización
nos permite producirlos en el momento, no estoquear tantas piezas o tantos productos
armados, y sólo armarlos de acuerdo a la necesidad de cada uno de los pedidos que
van llegando.

También hemos producido accesorios de moda a partir de un caucho que se utiliza en


la industria odontológica. Hacemos pruebas y coloreamos el material. En algunos
casos se desarrollan matrices para hacer las coladas directamente y que salgan las
piezas, y en otros casos se arman planchas. Cuando éstas están secas, se cortan a
partir de guías y recién entonces se mandan a ensamblar.

Otras innovaciones
Desde un principio sabíamos que teníamos ganas de hacer productos en plástico.
Averiguamos y nos fuimos dando cuenta de que con el capital que teníamos y sin
tener un mercado donde colocar el producto, nos iba a ser imposible desarrollar un
producto en plástico inyectado. Empezamos entonces a pensar en la materia prima del
plástico, los “pellets”, que son piedritas translúcidas que se venden en bolsas. Cuando
uno va a inyectar una pieza se le pone un aditivo con el color y recién ahí sale la pieza
con el color aplicado.

Nos preguntamos qué características tiene el plástico antes de ser mecanizado o


inyectado. Nos transporta la luz, es cristalino y puede generar la luz. Entonces
generamos lámparas cuya característica es que adentro tienen una bombita y la luz
corre por dentro de los cristalitos y genera una luz ambiente del color de lo que uno
está armando. Pero igual la queríamos inyectar, trabajar y hacer algo. Entonces
decidimos calentar el material, que es lo que hace la inyección, pero hacerlo en forma
“hogareña”, en el horno de la cocina del estudio. Generamos algunas matrices,
algunas con pizzeras, otras comprando o generando piezas repujadas, y metimos el
plástico dentro del horno. Vimos que el plástico se aglutinaba, se pegaba, y con él
generamos relojes. El plástico así tratado nos permitía hacer piecitas chicas en un
color, ponerlas de nuevo en el horno, donde se aglutinaba con otro de un color
diferente. Nos generaba piezas en plástico en 2 o 3 colores con manufactura casera.
Tenía una textura nueva, muy linda, medianamente artesanal, y empezamos a pensar
en qué forma se podía hacer en hornos más industriales y en un lugar más adecuado,
porque el plástico calentado generaba mucho olor.

Un día empezamos a trabajar y nos olvidamos de buscar el plástico del horno y se nos
derritió. Se llenó el estudio de humo, pero allí nos dimos cuenta de que el plástico se
derretía por completo y nos quedaba una pieza cristalina, homogénea y lisa, casi como
un vidrio. Nos gustó y decidimos buscar otro tipo de matrices y generar moldes más
pulidos, ya que la pieza copiaba mucho más el fondo. Una vez que tuvimos esas
piezas empezamos a jugar, darle procesos posteriores, y así fue que desarrollamos 2
lámparas. Una de ellas, que se llama “Disco”, tiene 5 metros de cable y se la puede
hacer girar y arrastrarla a cualquier lugar de la casa. Todo esto a partir de un material
que queríamos usar, pero no podíamos.

Aquí también en el estudio, cada uno de nosotros iba ayudando al otro y


potenciándolo. Por ejemplo, al principio los mosquetones de los collares estaban
hechos con piezas estándar, hasta que dijimos que si queríamos ofrecer un producto
distinto y que estuviera bueno, no podíamos seguir usando lo mismo que usa todo el
mundo y que se viera como una pieza común, fácil de copiar. Empezamos a
desarrollar mosquetones de metal y algunas piezas más que fueron fundidas en
Samac, y otras piezas en acrílico, donde las diferentes áreas, tanto moda como
decoración o industrial, se empiezan a juntar para poder potenciarse.

Una cosa interesante ocurrió cuando empezamos a trabajar: fuimos encontrando en la


empresa o en el estudio, los roles donde cada uno de nosotros era más eficiente,
servía más. En un principio yo estaba más con los clientes y nos dimos cuenta de que
era mejor que esta tarea la hiciera Matías. A la inversa, al principio Matías se
encargaba de la producción, pero después la empecé a hacer yo. Yo voy a los
proveedores, chequeo que las cosas estén bien. La realidad es que producir no es
fácil: la gente no hace lo que uno le pide, casi todas las cosas que pueden salir mal
salen mal. Hay que chequear mil veces. Pero a medida que uno va avanzando, se van
simplificando un montón de cosas que al principio salen mal y se las va mejorando por
repetición, o bajando costos, o mejorando el diseño o la calidad o terminación, si es un
producto que se sigue manteniendo y uno quiere llegar a un producto mejor.

La empresa en marcha -- Aprendizajes

Obviamente, con el progreso crecen las responsabilidades. En un principio no


teníamos diseñadores a cargo y todo lo diseñábamos nosotros. Hoy en día tenemos
un montón de diseñadores trabajando en la empresa. Muchas cosas las diseñamos
nosotros, pero para muchas otras damos los lineamientos, los chicos hacen los
dibujos, nos sentamos, charlamos, damos ideas, se vuelven a diseñar, los vemos y
entonces se presenta y se avanza y se hacen los prototipos.

Acompañando a nuestro crecimiento, tuvimos que buscar ayuda en muchas cosas: en


abogados, para la parte legal, para poder exportar y aprender; tuvimos que empezar a
facturar y empezar a aparecer como empresa; tuvimos que buscar asesoramiento en
marketing, donde nos fueron ayudando y mantuvimos muchas charlas para posicionar
la marca o darle un packaging al producto, o pensar dónde queremos mostrarnos y
dónde no, o qué es mejor para la marca y qué no.

En el área de servicios tenemos muchos clientes. En un momento, durante la charla


que sostuvimos con esta persona de marketing, nos llamó la atención acerca de un
punto interesante: “El porcentaje de facturación, por ejemplo, ¿de cuántos clientes
viene? 90% viene del cliente A. Ese es un error. Si mañana se cae el cliente A, la
empresa se funde. Tenemos que ver cómo hacer no para que el cliente compre menos
sino cómo hacer para ganar más clientes.” A raíz de esta conversación, se hizo un
catálogo para llegar a las empresas y se fue trabajando a partir de un montón de
cosas para lo cual tuvimos que ir asesorándonos.

El trato con clientes es muy importante, como es importante poder tratar con un
proveedor, que te cumpla, no pelearte ni quedar a mitad de camino cuando estás
produciendo algo y poder decirle “esto me gusta”, “esto no me gusta”, esto lo hiciste
mal, hay que repetirlo” y que no se enoje. Hay muchas cosas que con el paso del
tiempo hay que ir aprendiendo a conciliar o a aceptar, o quejarse y pedirlas, o pagarlas
dos veces. Son muchas las cosas que uno tiene que ir aprendiendo con el paso del
tiempo.

Otra de las cosas que tuvimos que aprender fue a tratar con la prensa. Volviendo a las
pantuflas de las que habíamos hablado, el diseño permite usarlas con todo el pie
adentro, o en verano sacar los dedos afuera. Están hechas de elástico y goma eva.
Cuando llega la prensa hay que saber qué decirle, o qué mostrar, ya sea en tu país o
en el exterior. Por ejemplo, tuvimos prensa en Italia y Londres y algo de prensa en
Rusia.

Ferias y Exposiciones

Expusimos nuestros trabajos en muchas ferias y exposiciones locales y en una feria


en Londres, “100% Design”, adonde fuimos con un stand totalmente desarmable.
Hubo una preselección y fuimos elegidos dentro de los 5 mejores expositores nuevos.
Nosotros habíamos comprado un espacio de 4.5 m2, y gracias a este premio ellos nos
dieron un stand de 9 m2, y muchísima prensa. Por un lado estaba muy bien, pero por
otro lado fue pésimo, porque ir a Londres a exponer nos implicaba mucho gasto. El
cambio estaba 1 a 5,17. Todo nos costaba 5,17 veces más caro, y el stand que
tuvimos que llevar debía ser el doble de grande. O sea, teníamos la suerte de que
podíamos llevar más cosas, pero también teníamos prácticamente el doble de los
materiales para poder construir el stand. Tuvimos que hacer una exportación
temporaria para exportar las cosas y después volver a traerlas.

Para esa ocasión diseñamos un stand totalmente desarmable y que entraba en 4


cajas. Primero armamos en el estudio una pared que llevaba 3 columnas de madera
con 3 caños que se entrecruzaban y unos paneles hechos del mismo material con el
que hicimos las lámparas (Lucobón), que tiene la particularidad de tener 3 capas:
aluminio-plástico-aluminio. Este material es muy caro, pero su característica es que si
uno rutea alguno de sus lados, hace de bisagra, y permite que pueda funcionar sin
romperse. Es decir, el material viajaba plano, pero con el sólo hecho de doblarlo,
generamos piezas con volumen cuyo transporte nos habría sido imposible pagar. En
estas cajas mandamos por courier sólo 4 cosas, y después armamos una valija con
productos, cables, etc. Viajamos 3 días antes para comprar enchufes especiales y un
par de cosas más, como unos banquitos en IKEA – habíamos entrado en Internet y ya
conocíamos los valores.

Primero armamos una pared en el estudio para ver si funcionaba el sistema. A los 20
días armamos las tres paredes para chequear que no se caía y que habíamos
diseñado un par de cosas que podían funcionar y que nos iban a servir. Además, sólo
teníamos 8 horas para armar el stand, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la
noche. Todo tiempo extra se pagaba aparte. Teníamos que llegar, abrir las cajas,
armar el stand en tiempo record e irnos a dormir. Al día siguiente se abría la
exposición. Teníamos que tener una logística que nos asegurara que podíamos armar
el stand en forma medianamente rápida. El stand tenía como perchitas de “Cintra” y
las piezas que formaban el volumen eran piezas de polipropileno que se iban calzando
y generaban una estructura. A la gente le llamaba la atención porque no se veía que
era un stand armado en un día ni que había sido armado por gente que venía de
Buenos Aires.

Hace 2 años nos dimos el gusto de generar un espacio en Casa FOA. Armamos el
espacio como si fuera un local de venta propio, al que llamamos El Local Perfecto,
donde pudimos exponer nuestros productos como nos gustaría que se vean en un
local.
Ventas y exportación

Hoy Dragones comercializa en tiendas como la del MALBA y en algunos lugares de


Palermo. Tenemos una góndola en Paseo Alcorta, y estamos analizando algunas
propuestas para llevar esa góndola a diferentes lugares -- a algún shopping de Chile y
se está hablando de un shopping de Brasil -- y hay una posibilidad abierta de replicar
esa góndola en diferentes lugares.

Entre otros países que se fueron agregando con el tiempo, hoy exportamos en diversa
medida a Canadá, Chile, Australia, Japón, Estados Unidos, Inglaterra y otros países.
En casi todos los lugares las compras se repiten. En Chile, por ejemplo, hay una
tienda en un shopping en la que contamos con un espacio puntual donde
comercializamos al lado de Karim Rashid, Alessi, y algunas otras marcas. En Tokio
tenemos una vidriera en una tienda, y lo importante es saber que el producto no se
vende por su precio.

Cuando llegó la crisis del 2001, todos nos decían que íbamos a vender “a lo loco”.
Nuestros productos no son baratos acá, pero tampoco son caros. En el exterior no
llegan a precios muy baratos y se comercializan en los supermercados. Llegan a un
precio normal, acorde a lo que es el mercado, y realmente se piden los productos
porque son diferentes de los que se comercializan ahí.

Área de Servicios

Ahora entraremos de lleno al área de servicios, el área en que nosotros ofrecemos


servicios al cliente.

Muchos clientes nos vienen a buscar por lo que es Dragones. Ven en nosotros una
marca con la que se pueden identificar, o consideran que podemos ofrecer algo que
puede llegar a relacionarse con su estética o su forma de trabajar. Hay un área de
Diseño Gráfico, otra de productos firmados, y el servicio de Dragones. En diseño
gráfico se fueron haciendo y desarrollando algunos productos. Buy Dragones es una
de las áreas que más nos gusta y nos divierte hacer. Son productos firmados por
nosotros. Por más que tenemos que aceptar las reglas estéticas de los clientes,
podemos jugar, proponer y ofrecer nuestras ideas.

Por ejemplo, Drol es una empresa de muebles que está en el Buenos Aires Design.
Sus dos últimas temporadas fueron desarrolladas por Perfectos Dragones. El cliente
nos trae una necesidad y nosotros trabajamos sobre ella. Hacemos la propuesta,
después realizamos el diseño por computadora, y una vez que se llega a una estética
y una idea que al cliente le gustan, nos encargamos del prototipo, el costeo, una
carpeta con lo que sería la producción en función de las cantidades que quiere el
cliente, y le damos al cliente el proyecto “llave en mano”. El cliente después lo produce
–nosotros no interferimos en la producción para poder seguir diseñando y no
ocupando nuestro tiempo en ese menester-- y al cliente le permite bajar los costos y
tener todo resuelto.

También hicimos un proyecto para Locke-Meyer, que es la fábrica más grande de


utensilios de cocina. Hoy en día, cada supermercado tiene su propia línea de utensilios
de cocina, y todas las marcas están producidas por esta empresa. Al principio se
conectaron con nosotros para producir algo que iba a vender Avon por catálogo en
cantidades muy grandes. Nosotros le ofrecimos meternos dentro de la fábrica y poder
desarrollar un producto para la línea de ellos, algo que tuviera costos muy similares a
los de ellos sin subir el valor, pero que, aplicando diseño y cambiando muy poco, el
valor percibido del producto fuera mayor.

Entramos en la empresa, tomamos un montón de elementos que ellos estaban


utilizando, y usando una madera con una veta más linda y aplicando una piecita muy
chica de plástico inyectado, pudimos llegar a un producto final que visualmente estaba
muy bien. A ellos les significaba un precio de venta mucho mayor al que tenían otros
productos que fabricaban, pero con un costo prácticamente igual al que estaban
manejando en sus otras líneas.

Hay una marca de ropa que se llama “In House”, que fue creada y diseñada para estar
en la casa. No es ropa para dormir, no es un piyama. Esa ropa fue creada y diseñada
por nosotros. Tiene la particularidad de trabajar con telas muy interesantes y muy
buenas. Algunas prendas llevan rodilleras o coderas o bolsillos para guardar galletitas
o el control remoto, o las llaves, o los cigarrillos, lugar para apoyar el cuello y ver TV.
También hicimos otro modelo, pensando que cuando uno está en la casa, tiene la
tendencia a usar ropa vieja, estirada o rota. En nuestro modelo, los puños y el cuello
vienen cerrados y la parte de abajo también está cerrada, y uno así no se la puede
poner. Viene toda dibujada como si fuera de confección y con diferentes líneas para
cortarla donde uno quiera. Entonces, uno la recibe, la corta como uno quiere y la usa
como la quiere usar. Esto fue la temporada anterior. En esta temporada, siguiendo el
concepto de que en la casa uno usa cosas gastadas, rotas, manchadas, hicimos una
línea con una tela microesmerilada blanca muy linda, con una mancha como de vino
que dice “Malbec año tal”, y otra mancha de café. Es una prenda que ya viene
manchada.

En otra oportunidad, en Coca Cola contrataron a 3 estudios: uno de Nueva York, uno
de Tokio y a nosotros para hacer el lanzamiento para toda Sudamérica para la línea
“Todos los días es el día”. Con las tapitas de Coca Cola y agregando X pesos, podías
comprar un elemento. Diseñamos vasos, una campanita, un salero y pimentero, un
servilletero, un individual, un posavasos y una hielera, trabajando sobre conceptos.
Nosotros habíamos trabajado sobre el compartir. El salero, que era de plástico
inyectado, era una pelotita (Cuando uno pasa el salero de mano en mano, la
superstición dice que habrá una pelea, entonces, al pasarlo rodando, se evitaría la
pelea). El servilletero arriba tenía la onda, el individual venía con una pieza que se
encastraba con el posavasos. Según el contrato, de cada estudio iban a elegir como
máximo un producto. De todos los elementos que presentamos eligieron uno y los
demás de los EEUU.

Después, para Tecla Star diseñamos unas tapas con diferentes materiales donde la
pieza que se coloca por delante puede ser de mármol, de madera, de aluminio o de
vidrio, y dentro de poco se hace el lanzamiento.

También hay una marca de anteojos que se llama Infinit. Nosotros los diseñamos,
hacemos los prototipos y muchas veces hacemos el seguimiento de la producción en
China. Hoy llevamos diseñados 22 anteojos de sol, 7 anteojos de leer de una línea que
se llama “Inmigrantes” y 5 relojes, de los que también hacemos los prototipos y la
producción. Los 2 modelos de CQC del año pasado los diseñamos nosotros. También
desarrollamos los modelos de exhibidores.

Y por último, dentro de lo que son servicios, estamos trabajando mucho en el área
Servicio Dragón, que es diseño y producción. Se hace desde un premio, 5 piezas,
quinientas o veinte mil, o lo que el cliente pida, en tiempos muy cortos, con
muchísimos procesos. Esto nos permite hoy trabajar con gran número de proveedores
y hacer producciones muy grandes en tiempos muy cortos, casi sin prototipar. Lo
hicimos con el lanzamiento de Coca Cola cero, BMW, toda la línea de merchandising
del MALBA –de hecho, toda la tienda del MALBA, todos sus productos, son diseñados
y fabricados por nosotros.

Se hizo un producto para TCA, posavasos en cuero y acero inoxidable, una manta que
hicimos para ver televisión, se relacionó la marca con el evento, y la particularidad de
que al taparse con ella hay lugar para los pies, tiene un bolsillito para sacar la mano
con el control remoto y otro bolsillo para varios.

Un día nos vino a ver Telefónica porque tenían que hacer un regalo VIP: sólo 50
obsequios. El presupuesto que tenían por producto no era muy alto. Preguntamos qué
estaba haciendo la empresa que recibiría los obsequios y nos contaron que estaba
atravesando un período en el que se debían tomar muchas decisiones. El gerente de
una empresa importante no apreciaría recibir un bolígrafo de 200 pesos. No lo va a
usar, o no le va a gustar, o no le va a resultar suficientemente interesante. Hicieron
una campaña, nosotros los fuimos acompañando y vimos que cuando la teoría, los
lineamientos, etc, superan la lógica, toda decisión va acompañada del azar. Se les
regaló entonces un set para tomar decisiones, con piecitas de aluminio fabricadas
especialmente para ese fin. Tuvo muy buena aceptación y sabemos que la gente lo
usa, juega con eso y se divierte.

En una oportunidad, para el Día del Periodista, hicimos un pastillero con piezas
termoformadas imitando cápsulas, y en otra oportunidad, piezas para Fashion TV.

Conclusión

Algunos aspectos que nos ayudaron para poder llegar al lugar en que estamos son:
• Entender el entorno: las relaciones, los contactos, las oportunidades, saber
quién trabaja a nuestro alrededor, qué máquinas hay, qué está pasando, si hay
crisis o no la hay, qué productos se están vendiendo, y preguntarse qué
pueden ofrecer, qué capacidades tienen.
• Tratar de tener experiencias laborales antes de la graduación, es decir, no
llegar a recibirse y recién entonces ponerse a pensar ¿Y ahora qué hago?
Estar estudiando y a la vez tener experiencia laboral les va a permitir
aprovechar mejor lo que están estudiando. Cuando empezamos, podíamos
hacer preguntas y aplicar las respuestas a lo que estábamos haciendo, acerca
de temas que no se aprenden en la Facultad no por problemas de docencia
sino porque no queda otra que aprenderlas cuando uno trabaja: problemas de
terminación, problemas de cómo entregar una pieza para hacer un anodizado,
o de dónde se agarra una pieza, o los procesos, o los lugares donde pulir algo
hasta un punto, después hacerle algo y pulirlo hasta otro punto. Hay muchas
cosas que sólo se aprenden trabajando y golpeándose.
• Estar atentos a los factores externos.
• Tener sueños, pero fijarse metas muy cortas. No decir “Hasta no ser millonario
no paro” o “Hasta no tener fama no paro”, sino “quiero diseñar esto, quiero
producirlo”. Empezar a sentir que uno diseña algo, lo ve en un dibujo, hace un
prototipo y empieza la producción y la satisfacción de ver por la calle a una
persona usando un producto propio o ir a una casa y ver algo que uno creó. O
como ocurrió con una joven que vino de Rosario y les mostró a sus amigas el
bolso que había comprado en Nueva York, y el comentario de ellas fue: Pero si
el bolso es de acá, lo produce Dragones y se vende acá a la vuelta.”
• Y lo más importante es disfrutar de cada una de las cosas que uno va haciendo
y no sólo disfrutar del producto final. Una de nuestras mayores satisfacciones
es haber visto que nuestros productos fueran elegidos en el MOMA y que 3 de
ellos estén exhibidos en una vidriera allá. A la larga es lo que nos llena de
satisfacción y nos da fuerza para seguir trabajando y desarrollando productos
distintos e innovadores que a veces no se venden tanto, pero que cada vez
proponen más y nos divierten más.

Les propongo que observen todo lo que los rodea: hace unos años todo era imposible,
desde el proyector donde leen el texto, pasando por el DVD en el que ven las
películas, hasta los últimos avances de la medicina. Si miran atrás en sus propias
vidas, estoy seguro de que ustedes mismos lograron realizar lo que en algún momento
creyeron imposible: aprendieron a caminar, aprendieron a andar en bicicleta sin
rueditas, tal vez dominen dos idiomas, o a lo mejor tres. Superaron desafíos, se
enfrentaron con éxito a dificultades que habrían detenido a otros. Tal vez hayan
creado una empresa de la nada o estén por crearla. Ustedes pudieron, y pueden,
lograr cosas que hace 10 años ni se habrían imaginado. Tienen ante ustedes un
montón de evidencias para contrarrestar sus creencias negativas, para apuntalar las
que les permitan lograr lo que en algún momento consideraron imposible.

Imposible es aquello que no se ha hecho nunca hasta que alguien lo hace. La


realidad es que todo depende de ustedes.

ÍNDICE

Introducción 00:40
Orígenes de “Perfectos Dragones” 04:00
Desarrollo 07:06
a) Metas 10:28
b) Características 11:39
c) Crisis y política empresarial 14:55
Algunos objetos diseñados 17:35
Otras Innovaciones 23:30
La empresa en marcha – Aprendizajes 29:57
Ferias y exposiciones 33:25
Ventas y exportación 38:40
Área de servicios 40:44
Conclusión 53:08

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