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PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATÓLICA DEL ECUADOR


SEDE IBARRA

MODALIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA


ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓ N

MAESTRÍA EN GERENCIA
Y LIDERAZGO EDUCACIONAL

Tecnología Educativa
para la Gestión
Autor:

Zaida Fadul Franco


Docente:

MSc Franklin Javier Miranda Realpe

Alicia en el País de las Tecnologías


-
Una Clase en el 2020

“ALICIA EN EL PAÍS DE LAS TECNOLOGÍAS”


I Parte

Análisis Personal

Establecer una analogía entre el cuento Alicia en el país de las maravillas y la


propuesta Alicia en el país de las tecnologías, nos permite visualizar y considerar
algunos aspectos presentes en el desarrollo e implementació n de las nuevas
tecnologías.

Y al hablar de éstas nuevas tecnologías, estamos hablando de introducirnos, como


Alicia, de manera irreflexiva, espontá nea, curiosa y como el conejo blanco, de forma
apresurada y veloz, en un mundo digital en el que la prisa y el tiempo que convergen
en la asombrosa velocidad, son factores que indudablemente se conjugan de manera
sincronizada para mostrarnos el país de las tecnologías; y ahí dentro descubrir que
ciertamente estamos enfrentando una nueva y extraordinaria manera de leer todo lo
que pasa en nuestro entorno, de lo contrario, no adentrarnos significaría
desintegrarnos del mundo actual y lo que supone esto es desconectarnos de la
realidad política, econó mica, cultural, educativa, etc.

Esta inmersió n en el país de las tecnologías, acompañ ado de los factores espacio-
tiempo, difíciles de regular, nos invita a sumergirnos en un río que fluye hacia un
océano de informació n, que debemos saber utilizar reflexivamente, para saber asumir
las consecuencias, pues los cambios, que se dan a velocidades increíbles, está n siendo
realmente, sobre todo a nivel social, generados por la incorporació n de las nuevas
tecnologías.

La sociedad empujada, pues; a adentrarse en ese ritmo, empieza a dar muestras de


preocupació n por esta incorporació n de nuevas tecnologías que ni siquiera lo
gobiernos son capaces de regular en su totalidad. Y el conejo corre a prisa, el reloj le
avisa, así va la sociedad, pero, ¿hacia dó nde?
El tiempo, factor preponderante a lo largo de la historia era, en cierto sentido,
regulado a nivel religioso, político, econó mico y, aunque hasta ahora se vive esa
realidad, las nuevas tecnologías llegan revolucionando todo un esquema establecido
que rompe con los moldes anteriores para mostrar algo completamente diferente, “el
reloj de las nuevas tecnologías solo marca la hora GMT y deja de ser “real” para ser
comunicativo”

Mientras el tiempo que marca el reloj nos permite entre otras cosas, “coincidir
temporalmente en un proceso de comunicació n” el espacio impide que esta
coincidencia pueda darse efectivamente. Y el espacio ha podido ir reduciendo o
acercando las distancias gracias a la disponibilidad de una vasta red de
comunicaciones, lo que hace casi nulas las distancias.

Digitalizació n, hardware, software, son elementos inherentes a las nuevas tecnologías


y es el usuario quien finalmente decide, sobre la base de sus habilidades, capacidad de
aná lisis, y definició n de la tarea, el curso que le dará a éstas. Por otro lado, es
importante también determinar el uso y el papel de las tecnologías, que al darles el uso
como má quina o herramienta es el usuario quien decide qué hagan y como quiere que
se haga, hay una fusió n, “Herramientas que se convierten en má quinas y má quinas que
se hacen herramientas” generá ndose una dinamia que ha permitido al hombre lograr
un objetivo ancestral, perfeccionar instrumentos que faciliten su tarea.

La incorporació n de las nuevas tecnologías trae consigo nuevas posibilidades y


necesidades, pero también, nuevos problemas por resolver, por un lado nos permiten
“vivir mejor”, pero por otro a “vivir peor” cuando llevados por la prisa, buscamos
satisfacer la necesidad siguiente, desde esta situació n, la tecnología deja a un lado el
sentido de lo humano; aun cuando se puede creer que puede responder a necesidades
sociales concretas, es evidente que hay desajustes entre la oferta y la demanda; las
tecnologías ofrecen otorgar el control sobre las má quinas, los procesos e incluso de los
otros, entonces, se confirma má s bien una fuerte deshumanizació n presente en el
desarrollo de las nuevas tecnologías; pues, está má s que claro que van disminuyendo
la capacidad y la posibilidad de decisió n y ciertamente, parece que “podemos decidir
có mo hacer, má s no si hacer”
En este punto aparece nuevamente Alicia, esta vez, con el gato Cheshire, y eso
justamente sucede en el país de las tecnologías, no importa hacia dó nde vamos,
llegamos a donde y hasta donde nosotros queremos llegar, si no sabemos a dó nde
queremos llegar, seguramente llegaremos igual a algú n lugar, lo má s importante es
caminar, estableciendo las pautas que se establecen en el contexto social y en él saber
hacia dó nde nos conducen las nuevas tecnologías.

Tal cual Alicia, que cae en la madriguera y avanza a través del tú nel en donde ve
infinidad de cosas en el trayecto, queriendo aplicar lo que ha visto en la escuela y no,
no le sirve o no lo ha aprendido, es ese camino agarra lo que puede alcanzar, un frasco
de mermelada ¡vació !, así nos pasa, nos adentramos en el tú nel de las tecnologías,
queriendo ver todo, examinar todo, y nos damos cuenta que nos enfrentamos a
problemas que superan las ventajas. La escuela no ha proporcionado lo que
necesitamos para enfrentar este nuevo reto, la conquista del ciberespacio, que no es
“un lugar” físico pues, mientras estamos explorando el ciberespacio estamos
exactamente, simultá neamente, en el lugar que físicamente nos encontramos; y, desde
allí, desde esta conjugació n de espacios con “dos culturas posiblemente distintas” se va
poniendo de manifiesto el nuevo reto que supone la comunicació n y con ella la
construcció n del conocimiento.

Introducirnos pues, en estas dos culturas requiere abrir nuevas puertas que como
Alicia, solo pueden ser abiertas con la “llave de oro”, una llave que “debe estar
configurada por formació n, criterio, cultura y conocimiento”.

Formació n que al promover interrelaciones entre todos los aspectos que intervienen
en el hacer humano, genera una vasta base de conocimientos que posibilitan un
espacio de reflexió n multidisciplinar. Criterio que ante las distintas situaciones,
significaciones e implicaciones, nos permite tomar decisiones. Cultura que nos lleva a
valorar lo diferente, lo distinto. Conocimiento, que desde la ciencia, y al dominarlo,
nos permite opinar con fundamento.

Sin embargo, no son suficientes estos elementos intelectuales, hay que ir má s allá , hay
que reforzarlos, hay que tomar como Alicia “la pó cima” para llegar, se hace necesario
mientras exploramos, analizar y aceptar y entonces tomar decisiones que nos
conducirá n hacia ese lugar donde queremos llegar y esto, conjugá ndolo con las
herramientas intelectuales que lo posibiliten.
Se precisa conocer la situació n, la realidad, el entorno, desde donde se parte, saber
donde estamos y hacia dó nde vamos, saber los precedentes, establecer relaciones y
sacar conclusiones, de tal manera que, el conocimiento se constituye en una
herramienta fundamental que nos lleva a afrontar el momento presente. Sin embargo
tradicionalmente quienes han estado en el poder han decidido, ordenado y controlado
a todo nivel el conocimiento y el acceso a la informació n, realidad que se ha
mantenido a través de algunas generaciones; y que actualmente se contrapone al
vasto sistema de redes.

El conocimiento se constituye pues, en la llave de oro que abre la puerta del mundo
tecnoló gico, que no reduce el conocimiento a la mera informació n que proporcionan
las redes, pasa primero por un aná lisis, por un proceso de interacció n de las
estructuras hipertextuales que configuran el ciberespacio y es entonces cuando se
puede integrar al sistema escolar.

“Lo posible es idéntico a lo real, solo le falta existencia”, esto se constituye en virtual,
es decir, que el objeto es duplicado o producido a partir de un proceso interno, no
representado sino recreado, que reclama un proceso de resolució n: la actualizació n a
criterio del usuario. En este caso, hay que crear el libro, y en ese contexto, virtualidad
e interactividad nos ubican en un situació n totalmente nueva que nos exige cualidades
diferentes a las dadas en espacios reales. En este espacio la toma de decisiones gira en
torno a la proyecció n de conocimientos, criterios y valores fundamentales para
construir algo significativo y finalmente, construir conocimiento.

Ante esta realidad se precisa conocer, qué tipo de sistema de enseñ anza, de docentes y
estudiantes constituirá n esta nueva situació n. Antes, en el sistema formal de
enseñ anza todo estaba organizado de tal manera que los contenidos, el tiempo,
estaban regulados verticalmente, partiendo de criterios científicos y pedagó gicos
dependientes entre sí que condicionaban el conocimiento. Por el contrario, a nivel del
sistema de redes, se genera otro tipo de acceso a la informació n, permitiendo el
conocimiento de forma instantá nea; diferente al sistema tradicional.
En las redes, la accesibilidad a los contenidos carece de una organizació n previa, el
acceso se posibilita en cualquier momento y desde cualquier situació n, es el usuario
quien determina, qué, có mo, cuá ndo, con qué aprender; es él quien decide como
aproximarse y construir el conocimiento.

El alumno es el que lidera la situació n; pues, es quién aprende, quien tiene la


responsabilidad de hacerlo, ante ello, queda claro que, tanto profesores como
estudiantes deberá n asumir nuevos roles y con ello nuevas exigencias actitudinales y
aptitudinales, que tendrá n profundas repercusiones sociales, entre ellas, “el
reconocimiento social y laboral del conocimiento y la aceptació n o no de
conocimientos procedentes de otras culturas.”

Los docentes, por su lado, requieren de un nuevo perfil, un profesional que dispone de
capacidades para el acceso al ciberespacio; que domina procedimientos científicos,
generales y específicos, para poder guiar, prever, valorar lo que hagan sus estudiantes;
que domina ademá s de la materia, las metodologías pertinentes en todo momento; que
posee una determinada actitud, má s que simplemente conocimientos; que es capaz de
aceptar, analizar, evaluar y valorar procedimientos y caminos originales. Todas estas
capacidades mediatizadas por la interculturalidad, posibilitando la convivencia con
otras culturas.

Debemos considerar que el alumno de la nueva era tecnoló gica, precisa de


conocimientos y habilidades, há bitos de trabajo, responsabilidades que le permitan
transformar la informació n y aproximarse al conocimiento; pero, de manera distinta a
la de los sistemas presenciales anteriores, que deberían hacer grandes cambios y que
establezcan las necesidades en base a nuevos planteamientos didá cticos y
organizativos, a nuevos modelos, que vayan en concordancia con las exigencias
actuales; esa es en sí, la tarea de quienes nos dedicamos a la educació n.
Alicia nos da la pauta: Hay que tomar la iniciativa.

II Parte

¿Cómo me veo en una clase con mis estudiantes en el año 2020?


¿Qué puedo decir? Una visió n de futuro bastante retadora, construir juntos, profesor-
alumno a través de las NNTT un mundo en el cual todos queramos vivir y al cual todos
queramos pertenecer.

En el 2020, en una clase de ciencias, me veo en un espacio en donde las pizarras


digitales, los medios electró nicos y el sistema de redes se constituyen en un excelente
recurso para construir con ellos y ser parte integral de un mundo virtual, buscando
siempre nuevas y mejores opciones para seguir aprendiendo, aventurá ndonos en el
vasto mundo de las interrelaciones, las intercomunicaciones, la digitalizació n y la
virtualidad.

En este momento quisiera ser la Julio Verne de las nuevas tecnologías, aplicadas de
manera eficaz, efectiva y eficiente en el 2020, creando y recreando ambientes en
donde la virtualidad nos acerca tanto a los espacios reales que no hay distancias. Mis
estudiantes y yo nos encontramos en lo que ahora llamamos “ciberespacio”, y no lo
podemos determinar físicamente, pero ahí estamos: experimentando posibilidades
que en el 2011 eran limitadas.

Estamos en el 2020 y nuestros cinco sentidos está n experimentando desde un saló n de


clase de ciencias el contacto con los Alpes Suizos; software que nos permita
trasladarnos hasta donde ú nicamente nuestra imaginació n y anhelo son capaces de
llevarnos, o nos acerque a situaciones que queramos vivir y experimentar. Nos
trasladamos y vemos la inmensidad de las montañ as, nos perdemos en las
irregularidades de la superficie, pareciera que tocamos la nieve y vemos reflejado el
sol en una punta elevada del paisaje que se presenta ante nuestros ojos. Compartimos
la experiencia, y construimos conocimiento a partir de la informació n que nos
proporcionan las nuevas tecnologías.

Me veo en clases con mis estudiantes de todo el mundo y a mis estudiantes con
compañ eros de todo el mundo, coincidiendo en una clase comú n, mediando la cultura,
compartiendo conocimientos, habilidades, experiencias, ampliando su pequeñ o
mundo personal a uno má s vasto, rico, fascinante, el de los demá s, ahora cercano.
En tierra firme, volando por el espacio aéreo, o el espacio estratosférico, navegando
por los inmensos océanos o descubriendo las profundidades del mar. Hacia allá nos
llevan las nuevas tecnologías, escuelas virtuales, escuelas que introducen en su gestió n
todos los recursos que las Nuevas Tecnologías de la Informació n y la Comunicació n
nos proveen, que asumen responsabilidades, aptitudes, actitudes, etc.; que gestionan
el conocimiento en todos sus á mbitos, y que nos posibilitan hacer realidad cualquier
sueñ o, que empezó en el 2011.

BIBLIOGRAFÍA
Sá nchez, Martínez, Francisco y Prende Espinosa, María Paz, Nuevas Tecnologías y
Educación, Editorial Pearson, Prentice Hall, Madrid Españ a, 2004, cap. 17, pá gs. 195-212

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