CORONA EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

SACERDOTE: La pasión de Nuestro Señor Jesucristo y la compasión de la

Virgen María estén con todos vosotros.

TODOS: Y con tu espíritu.

CANTO: “CUÁNTAS VECES SIENDO NIÑO...”

ACTO PENITENCIAL: SALMO 50

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

por tu inmensa compasión borra mi culpa; renuévame por dentro con espíritu firme;
lava del todo mi delito, no me arrojes lejos de tu rostro,
limpia mi pecado. no me quites tu Santo Espíritu.

Pues yo reconozco mi culpa, Devuélveme la alegría de tu salvación,

tengo siempre presente mi pe cado: afiánzame con espíritu generoso:
contra ti, contra ti sólo pequé, enseñaré a los malvados tus caminos,
cometí la maldad que aborreces. los pecadores volverán a ti.

En la sentencia tendrás razón, Líbrame de la sangre, oh Dios,

en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
Lávame, quedaré más blanco que la
nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
Dios salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre...

Como era en el principio...

SACERDOTE : El Señor Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos
lleve a la vida eterna.

TODOS: AMÉN

ORACIÓN: (o la del día) Oh Dios, de quien es propio compadecerse siempre y perdonar, recibe nuestra
súplica, para que a nosotros y a todos tus siervos y de la Virgen María, Madre de tu Hijo, que vivimos bajo
el peso de nuestros pecados, nos veamos libres de nuestras culpas. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

(DESPUÉS DE LA HOMILÍA)

CANTO: “OH, SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU...”

SACERDOTE: Envía tu Espíritu, Señor, y todo será creado.

TODOS: Y renovarás la faz de la tierra.

SACERDOTE : Acuérdate de nosotros, Señor, que hemos puesto en nuestra Madre Dolorosa nuestro
modelo y confianza.

TODOS: A los que por tu gracia has llamado a tu servicio.

SACERDOTE : Ilumina, Señor, nuestro entendimiento con la luz de tu claridad, para que podamos ver las
cosas que tenemos que hacer, y las que son rectas no atrevamos a realizarlas. Te rogamos, Señor, que tu
gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, par que comiencen en ti como su fuente y tiendan a ti
como a su fin. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

PRECES: Recordamos ahora los dolores de Nuestra Señora junto a su Hijo Jesús.
1º La Virgen escucha la profecía de Simeón de que una espada traspasará su corazón de Madre.
2º La Virgen toma al niño perseguido por Herodes y huye a Egipto.
3º La Virgen sufre cuando Jesús se queda perdido en el templo.
4º La Virgen se encuentra con su Hijo con la cruz a cuestas camino del Calvario.
5º María está junto a su Hijo crucificado.
6º La Virgen recoge en sus brazos el cuerpo muerto de su Hijo Jesús.
7º María acompaña a Jesús muerto donde es sepultado.

TODOS: Santa María, socorre a los pobres, ayuda a los débiles, consuela a los que lloran, ruega por el
pueblo, intercede por los sacerdotes y los consagrados a Dios. Que sientan tu ayuda todos los que celebran
la santa conmemoración de tus dolores.

SACERDOTE : Señora y Madre nuestra, somos todo tuyos. Hija del Padre, Madre de nuestro Señor
Jesucristo, Esposa del Espíritu Santo, Reina de tus siervos, ayúdanos.

TODOS: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

SACERDOTE : Oh Dios, que devuelves la inocencia a los que la han perdido, dirige a ti los corazones de
tus siervos con la intercesión de la Santísima Virgen María, para que, movidos por la fuerza de tu Espíritu
Santo, se encuentren firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

TODOS: Amén.

OFERTORIO: CANTO: “SALVE DOLOROSA...”

CANTO FINAL: SALVE.

SACERDOTE : Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras
súplicas en las necesidades. Líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita. Ruega
por nosotros, Santa Madre de Dios.

TODOS: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

SACERDOTE : Dios Misericordioso, escucha las súplicas de tus siervos, para que los que nos
reunimos para recordar los dolores de la Virgen Madre de Dios, por su intercesión, seamos
librados por ti de los peligros que nos acechan. No desprecies, omnipotente Dios, al pueblo que
te suplica en su dolor, sino que por la gloria de tu nombre socorre a los atribulados. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

TODOS: Amén.

(BENDICIÓN Y DESPEDIDA)