Original

MªE Rodríguez, M Rodríguez, E Barbería, J Durán Von, M Muñoz, V Vera Ortodoncia Clínica 2000;3(3):153-155

La cara humana

Resumen La cara es uno de los signos de identidad de la

La cara es la superficie de la cabeza con la cual el hombre
se enfrenta al mundo. Es un original de diseño particular. En
general hay dos tipos extremos en la forma de la cara: la
larga y estrecha (dolicofacial) y la corta y ancha (braquifacial).
Los rasgos de la cara humana son muy diferentes en el hom-
bre y en la mujer así como en los niños.
Palabras clave: La cara. Estética facial.
persona que mayor trascendencia tiene para su
aceptación social y sexual. Puede que tenga infini-
tas formas, pero posee una sola función: agradar
al que contempla. Las facciones para resultar ar-
moniosas deben guardar un cierto equilibrio, man-
tener una cierta proporción. Cuando esto no ocu-
rre, la persona afectada se encuentra insegura en
sus relaciones y a veces, rechazada e infeliz2.

Summary Para muchas personas el padecer una deformidad

1
Mª.E. Rodríguez o defecto físico no supone impedimento alguno para
2
M. Rodríguez The face is the surface of the head with which man faces the el desarrollo normal de su personalidad y carácter,
4
E. Barbería world. It’s an original and particular design. There are two pero, para otras, esto puede afectar seriamente a
4
J. Durán types of faces: the long and narrow (dolicofacial) and the
short and wide (braquifacial). The human features of the
su bienestar personal y su comportamiento social.
M. Muñoz
face are very different in man, woman and children.
V. Vera Uno de los mejores rasgos que definen la persona-
Key words: The face. Facial stetic. lidad del individuo contemporáneo es la importan-
Doctora en
1 cia concedida a la apariencia física y la belleza
Odontología. corporal que no sólo generan un impacto social
Ortodoncista. más importante de lo que se juzgaba, sino que
2
Doctor en La Cara cada día es mayor y aparece precozmente en la
Odontología. conciencia del individuo.
Ortodoncista y La palabra «cara» es uno de los términos más fre-
Odontopediatra. Sorprendentemente, la mayoría de las personas juz-
cuentes, con definiciones múltiples y acepciones
3
Catedrática de gan inicialmente a sus semejantes por su aspecto
casi limitadas. El término latino original «faz», des-
Odontopediatría de la físico. El puro atractivo físico es el patrón valorativo
cribe las superficies visibles de las cosas. En el
Facultad de que determina esa primera impresión que uno saca
caso del ser humano es la parte anterior de la ca-
Odontología de la sobre la persona. Una alteración negativa de la
beza desde el principio de la frente hasta la punta
U.C.M. estética corporal puede tener un rotundo impacto
de la barba inclusive, superficie con la cual se en- de la auto-imagen corporal y por tanto, en el con-
4
Catedrático de frenta al mundo. Se dice incluso que «la cara es el
Ortodoncia de la cepto de la autoestima personal. Esta sensibilidad
espejo del alma». Tiene un gran valor para el cono- humana por la apariencia física personal suele ser
Universidad de cimiento del individuo y puede ser considerado el
Barcelona muy acentuada en los adolescentes, tal vez por-
órgano de la expresión, pues es la pantalla donde que, como señalan los psicólogos, en ninguna otra
mejor se reflejan los sentimientos y las emociones, época de la vida la apariencia personal y la belleza
incluso constituye un revelador mapa descriptivo física desempeñan un papel de patrón modelo para
del carácter, personalidad y temperamento de una conseguir el éxito y la popularidad social del gru-
persona. Indudablemente, constituye la mejor tar- po, a lo que son tan proclives los individuos de
Correspondencia jeta de visita del ser humano. Es el reflejo incon- esta edad3.
Mª.E. Rodríguez R. fundible de su propia identidad y el principal rasgo
C/Aizgorri, 13 físico de reconocimiento social, gracias al cual se No existen dos caras totalmente iguales, aún en
28028 Madrid es conocido, apreciado o repudiado1. los gemelos idénticos. La cara de cada persona es

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MªE Rodríguez, M Rodríguez, E Barbería, J Durán Von, M Muñoz, V Vera
Figura 1
Figura 2
un original de diseño particular; nunca hubo otra igual
y nunca la habrá. A diferencia de los demás anima-
les, que reconocen a sus semejantes mediante el
olor, el pelaje o los gruñidos, el hombre los identifica
fundamentalmente por la cara. Su grado de percep-
ción facial es tan extraordinario que le permite reco-
nocer a sus semejantes en una fracción de segundo,
simplemente observando su rostro, diferenciándole
instantáneamente de entre los millones de caras di-
ferentes que existen, y ser capaz asimismo, de valo-
rar automáticamente si le gusta o le repele4.
El complejo facial o esplacnocráneo se inserta inme-
diatamente por debajo del viscerocráneo; por ello,
no es de extrañar que la base del cráneo sea una
estructura que determine muchas características
dimensionales, angulares y topográficas de la cara.
Las partes que componen un rostro son pocas: un
maxilar inferior con su barbilla, los pómulos, la
boca y los maxilares superiores, una nariz y dos
órbitas. La frente y los rebordes supraorbitarios se
añaden a las partes neurocraneales de la cara.
¿Cómo es posible que tan pocos componentes brin-
den tantas variaciones a la forma del rostro? La
respuesta reside en nuestra capacidad para percibir
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diferencias muy sutiles de forma, amplitud y propor-
ciones relativas de las partes, tanto de los tejidos
duros como de los tejidos blandos, y variaciones
minúsculas de los tejidos blandos de todas ellas.
Es la adquisición filogenética más reciente del ser
humano. Esta es la razón por la que aún hoy está
sometida a cambios5.
Formas de la cabeza
Hay dos tipos extremos para la forma de la cabeza:
la larga y estrecha, dolicocefálica, y la corta y an-
cha, braquicefálica. Existe también un tipo interme-
dio, mesocefálica6.
El complejo facial se inserta en el cráneo básico, y
el piso del cráneo es la estructura que determina
muchas características dimensionales, angulares y
topográficas de la cara. Por lo tanto la cabeza
dolicocefálica establece una cara proporcionalmen-
te estrecha, larga y saliente. Este tipo de rostro se
denomina «leptosómico». A la inversa, la cabeza
braquicefálica establece un rostro que es ancho pero
un poco menos saliente y que se denomina tipo fa-
cial «euriprosópico». En cada uno de los diferentes
grupos de población del mundo tiende a predominar
un tipo de cabeza, braquicefálico o dolicocefálico.
También dentro de cada grupo específico, hay dife-
rentes distribuciones, desde un extremo hasta el otro,
aunque en cada uno se manifestará más un extremo
particular de ellas7. (Figura 1).
Rasgos faciales masculinos y
femeninos (Figura 2)
Cualquier artista puede dibujar rostros claramente
masculinos y claramente femeninos, y el espectador
no tendrá ningún problema en reconocer el sexo de
la persona adulta dibujada.
Los rasgos que diferencian ambos géneros son: la
prominencia de la frente y la nariz más pronunciadas
en los varones dando sensación de robustez mien-
tras que en la mujer, ojos pomulos y maxilar superior
resultan más pronunciados, constituyendo un con-
junto más sutil.
La nariz del varón es proporcionalmente mayor que
la nariz de la mujer. A causa del mayor tamaño y
protuberancia de la nariz del varón, la porción co-
rrespondiente de la frente contigua crece también

hacia una situación más protruyente y los ojos apa-
recen más hundidos. En la mujer los ojos tienden a
ser más salientes y cercanos al «frente» de la cara.
Los pómulos de la mujer, por la misma razón, apa-
recen mucho más prominentes. Como frente y nariz
experimentan menor protusión en la cara femeni-
na, el maxilar superior «se ve» más prominente8.
Rasgos faciales del niño (Figura 3)
Los rostros de varones y mujeres prepuberales son
básicamente similares9.
No importa que la forma de la cabeza de un niño
sea dolicocefálica o braquicefálica: la propia cara
infantil se inclina más al aspecto braquicefálico por-
que es aún relativamente ancha y corta en un senti-
do vertical.
Es ancha, porque el encéfalo y por lo tanto, la
base del cráneo, son precoces en relación con el
desarrollo facial. El neurocráneo crece con pronti-
tud, rapidez y extensión mucho mayores que el com-
plejo facial contiguo. La base craneal más ancha,
al establecer las posiciones de las fosas glenoideas
para el maxilar inferior y de las suturas craneofa-
ciales para el complejo maxilar, también establece
las normas para la anchura inicial de la cara en cre-
cimiento.
La cara es verticalmente corta porque:
1. La parte nasal de la misma es aún pequeña
debido a que el cuerpo y los pulmones no han
crecido aún.
2. No se han establecido las denticiones primaria
y secundaria en su totalidad.
3. Los huesos maxilares no han crecido lo sufi-
ciente en sentido vertical para contener la den-
tición total, y sucede lo mismo con los múscu-
los de la masticación y las vías respiratorias,
que están aumentadas de tamaño10.
Examinando los rasgos del rostro infantil, sin to-
mar en cuenta el sexo o el tipo de cabeza, se com-
prueba que la nariz es corta, redondeada y chata,
el puente nasal bajo, el perfil nasal cóncavo, la
frente bulbosa y erguida, los pómulos prominentes,
la cara plana y por último, los ojos están muy
separados y dan la impresión de sobresalir11.
La «cara del bebé» tiene ojos grandes, maxilares
refinados, nariz pequeña y respingada, carrillos
regordetes con boca agultada, frente alta de tipo
intelectual sin cejas salientes, puente nasal bajo, boca
La cara humana
Figura 3
pequeña, piel suave y proporciones globales anchas
y cortas12.
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