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Bogotá: nacimiento de una metrópoli.

La originalidad del proceso


de concentración urbana en Colombia en el siglo XX.
Vincent Gouëset
Tercer Mundo Editores en coedición con el Observatorio de Cultura Urbana,
CENAC, FEDEVIVIENDA y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA);
Bogotá, 1998, 357 páginas.

Vincent Gouëset es un geógrafo francés que se ha especializado en el tema


urbano; actualmente está vinculado a la Universidad de Rennes II, como
investigador y docente. El libro objeto de la presente reseña corresponde a su
tesis doctoral en geografía de la Universidad de Burdeos (1989-1992). La
investigación de Gouëset fue financiada por el Instituto Francés de Estudios
Andinos y publicada por el Observatorio de Cultura Urbana (adscrito al
desaparecido Instituto Distrital de Cultura y Turismo) en el marco de la colección
“Ciudades y Ciudadanía” editada por Tercer Mundo.

Con Bogotá: nacimiento de una metrópoli. La originalidad del proceso de


concentración urbana en Colombia en el siglo XX el autor busca analizar el
comportamiento de la concentración urbana (entre 1930 y 1990) en las ciudades
de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, prestando mayor atención al caso
bogotano. Gouëset reconoce que el estudio de la concentración urbana en
Colombia gira alrededor de dos interrogantes fundamentales: “¿Por qué la
concentración se ha realizado alrededor de cuatro ciudades en lugar de solo una?
¿Por qué y cómo se ha establecido el esquema de cuadricefalia?; (y) ¿Por qué
este esquema se está alternado en la actualidad? ¿Por qué Bogotá, tardíamente,
parece distanciarse de sus tres rivales?” (p. 16).

La investigación está dividida en dos partes: en la primera, se aborda el tema


referido a la cuadricefalia urbana en Colombia y en la segunda, se analiza el tema
de la primacía urbana de Bogotá.

La primera parte esta compuesta por los siguientes cuatro capítulos:

• La cuadricefalia colombiana, un esquema original de concentración urbana


en Colombia. En este capítulo se presenta el caso colombiano de
concentración urbana (junto a las “semiexcepciones” de Brasil y México)
como un caso atípico comparado con otros países latinoamericanos donde
el crecimiento se concentró en una sola ciudad dando origen a lo que
Castells denominó como “macrocefalia urbana”.

En los años 30, se inició la concentración urbana en Colombia alrededor, de


no una, sino de varias ciudades (Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla). El
autor, señala también que Bogotá “no agrupa una parte muy importante de
la población nacional (14% en el último censo de 1985) y, sobre todo, no
hay “ruptura demográfica” entre la capital y las otras grandes ciudades” (p.
7). Por otro lado, “el conjunto de las cuatro ciudades, con el 29% de la
población colombiana, representa más o menos el mismo porcentaje de la
población nacional que la ciudad más grande de los países de América
Latina de red urbana primacial –y hasta menos, como en el caso de
Argentina o Chile” (p. 7). Las cuatro ciudades no solo crecieron
demográficamente sino que también lo hicieron económicamente, y es por
ello que el autor utiliza “el neologismo “cuadricefalia” para caracterizar la
red urbana colombiana que no está dominada por una sola ciudad sino por
cuatro” (p. 15).

• Algunos factores explicativos de la génesis de la cuadricefalia colombiana.


En este apartado se analizan los factores elementales que explican la
concentración urbana en estas cuatro ciudades: a) las limitaciones físicas y
orográficas que por mucho tiempo separaron los núcleos de población; b) el
éxodo rural se concentró en varias metrópolis específicamente en las
ciudades que componen la cuadricefalia colombiana; c) el desarrollo tardío
e incompleto de la red de vías de comunicación; y d) el peso histórico de la
distribución espacial de la población colombiana antes de la fase de
urbanización acelerada (inicios de 1930).

En el análisis se señala que “la ocupación del territorio es discontinua,


centrada alrededor de algunos núcleos de población con márgenes poco
poblados, separados por zonas vacías o casi vacías” (p. 27). En cuanto al
tema de las migraciones si bien es cierto, no se presentaron grandes
oleadas de migraciones internacionales, la mayor parte son internas: a) el
éxodo rural, responsable de la explosión urbana a partir de 1930 (flujos del
campo a las ciudades); b) las oleadas de colonización agraria, de 1930 a
1990 (flujos del campo al campo); c) flujos interurbanos (desde las
pequeñas hacia las grandes ciudades); d) los flujos de las ciudades hacia el
campo, que en el caso colombiano se han presentado muy pocas veces. La
originalidad de la migración colombiana, dice el autor, “radica en la
configuración espacial de las migraciones y en la existencia de cuatro
cuencas migratorias, más bien exclusivas e impermeables las unas respecto
de las otras” (p. 66).

Para Gouëset “la cuadricefalia colombiana no forma un conjunto compacto:


la cuadricefalia demográfica ha precedido a la cuadricefalia económica y tal
vez la primera haya inducido a la segunda” (p. 64).

• Las bases económicas y políticas del desarrollo regional. En este capítulo se


aborda una breve historia del desarrollo económico en Colombia, para el
autor se trata de “una incesante lucha de influencias entre las provincias,
de un desafío permanente al centralismo de Bogotá y de una ausencia de
dominación de una región (y por lo tanto, de una ciudad) sobre las otras.
Este equilibrio regional se basa más en una complementariedad relativa de
la economía de las diferentes regiones que en una competencia entre ellas”
(p. 67).
En el caso de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, se observa que tienen en
común “el hecho de encontrar en su entorno regional un sostén económico
seguro, cuya importancia reside básicamente en la existencia de un
mercado que constituye una salida para sus industrias y sus servicios, en
particular, los servicios superiores, además de proporcionar mano de obra y
materias primas” (p. 96).

Finalmente se hace un análisis de la geopolítica del poder en Colombia, ya


que este aspecto interviene de una u otra manera en la concentración
urbana.

• Las dificultades de Barranquilla, Medellín y Cali, o los primeros límites de la


cuadricefalia. En el último capítulo el autor hace un balance del crecimiento
económico de Barranquilla, Medellín y Cali, identificando los aspectos que
han conllevado a su decadencia relativa frente al caso bogotano. Estos
aspectos nos permitirán entrar a la segunda parte del libro donde se trabaja
la primacía de Bogotá sobre las restantes tres ciudades.

En el caso de la segunda parte, el autor presenta los siguientes capítulos:

• De la cuadricefalia a la primacía urbana de Bogotá. Hasta la mitad del siglo


XX, Bogotá creció menos que las otras ciudades. La inversión de la
tendencia se produjo a finales de los años 50 y 60. En cuanto a la
concentración económica, opina el autor que “siempre ha sido superior a la
concentración demográfica (…) Es allí donde radica la paradoja de
Colombia: es el único país de América Latina donde por tradición la
concentración primacial es débil, pero no es seguro que la concentración
económica lo haya sido también” (p. 154).

Lo que se observa en el caso bogotano es que “se nota una clara alteración
de la cuadricefalia con la creciente primacía de Bogotá, por una parte y, por
otra, la desaparición progresiva de los obstáculos a la concentración y que
han interferido durante varias décadas” (p. 159).

• El centralismo creciente del estado y la afirmación de Bogotá en su función


de capital. En esta parte del documento se expone como Bogotá se ha
beneficiado del carácter ambivalente, fuerte1 y débil2 a la vez, del Estado
Colombiano para asentar su supremacía política y económica. Para explicar
esta relación el autor hace un recorrido por el fortalecimiento del aparato
estatal partiendo desde los inicios del siglo XX hasta 1990. Concluye el
autor que “la consecuencia más manifiesta del “enriquecimiento central” en
un desarrollo excesivo del aparato estatal de una burocracia nacional, cuyo
número de efectivos subió rápidamente” (p. 166).
1
“Al fortalecerse, el estado permitió que Bogotá afirmara su estatuto de capital nacional e
internacional, al tiempo que el sector público desempeñaba un papel cada vez más activo en la
economía local” (p. 161).
2
“Al seguir siendo débil, y en particular incapaz de llevar a cabo una política eficaz de
desconcentración económica, el Estado no ha logrado contener el centralismo creciente de
Bogotá” (p. 161).
El centralismo político y administrativo han provocado dos tipos de impactos
para el caso bogotano: uno de tipo directo, denominado “efecto
multiplicador local” en donde el aparato estatal se constituye en un
empleador, un consumidor institucional y un inversionista importante para
Bogotá; y uno de tipo indirecto, que consiste en la atracción que ejerce
sobre la economía y la sociedad colombianas la cercanía del poder y de los
centros de decisión. Asimismo, Bogotá se ve beneficiada por la inversión
pública masiva de servicios públicos de calidad, y de una tradición de
planificación urbana más antigua que en las restantes ciudades objeto de
estudio del presente libro.

En este capítulo también se hace un recorrido por el comportamiento de la


inversión extranjera en las 4 ciudades que componen la cuadricefalia del
crecimiento urbano. El autor cita a Juan Ignacio Arango para definir dicho
comportamiento llegando a concluir que “presenta dos características
principales: es más limitada que en el resto de América Latina, y más
concentrada en la industria” (p. 197).

• La primacía económica de Bogotá, o la implosión del mercado interno


colombiano. Se analizan en este capítulo los aspectos referidos a la
concentración económica y factores de localización de la economía
colombiana. La concentración del mercado interno, es el factor de
localización que determina con más fuerza la tendencia a la primacía
económica de Bogotá. “La concentración en Bogotá del mercado de bienes
y servicio de alto valor es enorme, y sin proporción con la población
(recordemos que Bogotá representa sólo el 15% de la población
colombiana). Cuando se sabe que el mercado interno se ha convertido en el
principal factor de localización de las actividades industriales y terciarias, la
emergencia de la primacía económica de Bogotá observable a lo largo de
las últimas décadas no tiene nada de sorprendente” (p. 225).

• Mutaciones y concentración de la industria colombiana. En esta apartado el


autor trabaja el comportamiento de la industria colombiana. La distribución
industrial es el aspecto que mejor se conoce de la concentración de la
economía colombiana; se caracteriza porque la amplitud de la
concentración es fuerte y débil a la vez y por el desfase entre la
concentración demográfica y la concentración industrial en Bogotá.

Entre 1945 y 1990, la industria se concentró en Medellín, Cali, Barranquilla


y Bogotá, siendo cada vez más alta la participación de Bogotá. Asevera
Gouëset que “el liderazgo de Bogotá es indiscutible, y el problema radica en
saber si la diferencia entre Bogotá y las ciudades que le siguen aumentan o
no (…) conviene revisar hasta qué punto la industria constituye un indicador
incompleto, incluso engañoso, de la concentración económica. La industria
es la actividad mejor conocida en Colombia, pero no hay que caer en la
trampa de extender al conjunto de la economía las observaciones hechas
para la industria únicamente” (p. 256).

• La concentración del sector terciario. En este último capítulo se estudia el


comportamiento del sector terciario partiendo del hecho fundamental de
que “la concentración primacial del mercado y de los servicios son dos
fenómenos estrechamente ligados” (p. 257). La concentración está más
ligada al desarrollo del sector terciario superior3 que al terciario inferior4;
“es un hecho que establecido que el sector terciario superior está
masivamente concentrado en Bogotá, mientras que el terciario inferior está
mejor repartido en todo el territorio nacional” (p. 260).

El comportamiento del sector terciario lleva al autor analizar la


concentración del sistema bancario; de los supermercados; de las
universidades; del transporte aéreo, terrestre y ferroviario; así como de los
medios de comunicación. Se puede concluir que el desarrollo de estos
mercados se centraliza en gran parte en Bogotá, de ahí que se pueda
aseverar la primacía de Bogotá sobre las restantes ciudades estudiadas,

El estudio de Vincent Gouëset constituye un excelente trabajo de campo que


conjuga la economía y la geografía para comprender el comportamiento de la
concentración urbana en Colombia y de la primacía urbana de la ciudad de
Bogotá. Pese a tener un desfase temporal de diez (10) años, el lector podrá
encontrar un ejercicio juicioso de caracterización política-económica del país en
las tres últimas cuartas partes del siglo XX, en las que se analiza el crecimiento y
posterior declive de las ciudades de Medellín, Cali y Barranquilla, así como la
estructuración de Bogotá como núcleo principal del desarrollo económico
colombiano.

Diana Carolina Giraldo Mayorga


Geografía Económica
Maestría en Ciencias Económicas
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá
Mayo 24 de 2010

3
“Agrupa los servicios llamados “especiales”, más lucrativos, que se dirigen más a las clases
medias y acomodadas. Son principalmente los sectores de las finanzas (bancos y compañías de
seguros), del comercio “formal” (por oposición al comercio ambulante, tan característico de las
grandes metrópolis latinoamericanas), de los transportes, de las comunicaciones (incluidos los
medios de comunicación de masas), de la construcción, de las actividades inmobiliarias, de los
servicios de salud, de la administración pública y de diferentes servicios comerciales” (p. 212)
4
Está compuesto por “los servicios llamados “corrientes”, que no son necesariamente informales,
caracterizados por el pequeño tamaño de los establecimientos económicos, la debilidad de los
capitales invertidos, una baja productividad, una inestabilidad relativa del empleo, el bajo nivel de
formación de la mano de obra, y lo bajo de sus ingresos” (p. 212).

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